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A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.

¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!

Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs.
I hope you all have a good time reading this blog!


lunes, 22 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capitulo 15

Capítulo 15:

Separación de Almas

(Opening: Euphoric Field ~ Japanese ~ - Elisa)

- "Kaede, ¡atrápame si puedes!" – dijo un niño riendo.

- "Hehe, ¡ya voy!" – dijo ella riendo mientras corría tras él.

- "¡También te vamos a atrapar!" - dijo otra niña.

El grupo acababa de regresar a la aldea después de su pequeño problema con viajes en el tiempo y veían como Kaede estaba jugando con los otros niños de la aldea. Comenzaba a ponerse el sol.

- "Es bueno ver que al menos está pasándola bien" - dijo Kagome con una pequeña sonrisa - "Después de todo por lo que pasó..." -

- "Cierto, aunque no es que tengamos derecho a hablar al respecto, ¿eh?" - dijo Gerardo con una sonrisa triste.

- "Aunque podríamos decir que es como una bendición en medio de la desgracia" - dijo Miroku pensativamente.

- "Me gustaría ir a jugar también con ella si no estuviese tan agotada..." - dijo Gabriela estirándose y bostezando.

- "Estoy de acuerdo. Me gustaría dejar salir a Miko por un rato y que jugase con Kaede también, aunque se sentiría tan raro... Por no mencionar que no hay forma de que podamos explicarle esto..." - dijo Kagome riéndose, pero comenzó a entristecerse conforme avanzaba en decir la frase.

- "Bueno, ¿podemos ir a su cabaña? Quiero descansar un poco..." - dijo Inuyasha cruzándose de brazos. Los demás asintieron, así que apartaron sus ojos de Kaede y los otros niños jugando a las traes, y fueron hasta la cabaña. Luego empezaron a discutir sus planes para el viaje mientras preparaban el estofado que tendrían por cena.

- "Muy bien, ¿hacia dónde nos dirigiremos ahora?" - preguntó Sango mientras removía la olla.

- "Creo que deberíamos seguir buscando los Fragmentos de Sombras. Si conseguimos acumular más que Tenebross, tendremos ventaja y no recuperará poder suficiente como para que sea una amenaza mayor" - sugirió Gerardo mientras ponía sus manos sobre sus rodillas.

- "¿Y qué hay de seguir buscando a Naraku?" - preguntó Inuyasha con voz seria mientras se cruzaba de brazos.

- "Siempre andan juntos, ¿recuerdas? Así que si nos topamos con uno, de seguro nos veremos las caras también con el otro" - dijo Gerardo mientras sujetaba su Cristal Seirei con su mano derecha – "Y sé que te mueres por hacer trizas a ese bastardo, pero no podemos buscarlos a lo loco" -

- "Aunque es extraño: ya tenemos una semana en esta búsqueda y sólo aparecieron juntos ante nosotros una sola vez" - dijo Kagome mientras ponía una mano sobre su barbilla - "Cuando me capturaron y me maldijeron..." -

- "Sí, es verdad. ¡Pero también son tan cobardes que siempre envían a sus ridículos demonios elementales en vez de enfrentarnos directamente!" - dijo Gabriela haciendo una mueca de rabia mientras miraba hacia abajo.

- "Bueno, será mejor que mañana busquemos algo de información y luego decidamos el destino de nuestro viaje" - dijo Miroku - "Ya que sería una tontería que dejemos la aldea sin un rumbo fijo" -

En ese momento empezó a salir un poco de vapor blanco de la olla que tenían puesta sobre el hogar, así que sacaron el estofado de la misma, lo sirvieron en boles y empezaron a comer. Kaede llegó a los pocos minutos para comer también.

- "¡Hola a todos!" - saludó ella mientras se inclinaba. Luego fue hasta el piso de madera, se quitó las zori que llevaba, se sentó al lado de Kagome, la cual le sirvió algo de estofado, y comenzó a comer.

- "Hola, Kaede. ¿Cómo te encuentras hoy?" - le preguntó Kagome con una pequeña sonrisa.

- "Estoy un poco mejor, a pesar de que aún no recuerdo todo lo que sucedió..." - dijo ella mientras sus labios se curvaban hacia arriba. Luego bebió un poco del estofado - "Hasta ahora he recordado cuando llegaste por primera vez, cuando el sello de Inuyasha se rompió... y la muerte de mi hermana..." -

Esto instántaneamente enrareció la atmósfera reinante en la cabaña.

- "Ya veo..." - dijo Inuyasha en voz baja mientras miraba hacia abajo - "Acabamos de ver eso último de nuevo hace poco de hecho..." -

- "¿Qué? ¿¡Pero cómo!?" - preguntó Kaede mientras sus ojos se ensanchaban.

- "Uno de nuestros hechizos salió mal y nos lanzó cincuenta años al pasado. Fue todo un desastre y nos tomó mucho trabajo para salir de eso" - dijo Gabriela mientras miraba su bol con un rostro entristecido.

- "Ya veo... Supongo que debió haber sido tan doloroso para ustedes como lo fue para mí..." - dijo Kaede mientras fijaba su mirada en su bol de estofado.

- "Lo fue. Kagome e Inuyasha no podían dejar de llorar cuando vieron como Kikyou murió" - dijo Shippou entristecido. Inicialmente pareció que Inuyasha iba a golpearlo porque se giró en su dirección, pero luego se volteó de nuevo para encarar a Kaede.

- "Sí, fue un momento muy triste. Yo también admiro mucho a Kikyou-sama, así que dolió mucho..." - dijo Gabriela mientras afincaba sus manos en su bol.

- "Aunque estoy deseando no haber sabido nada al respecto..." - dijo Kaede mientras cerraba los ojos con una expresión triste - "Creo que hubiese preferido que mi hermana no me hubiera dicho nada sobre eso…" -

- "No se pudo evitar. Honestamente, siento que Kikyou hace cosas muy extrañas a veces" - dijo Gerardo con voz triste mientras se ajustaba las gafas ligeramente.

- "Es cierto… me pregunto cuales habrán sido sus intenciones al haberte dicho eso…" - dijo Kagome con voz insegura mientras bebía un poco de su bol.

- "Pero hay un lado bueno a todo esto, ya que aún puedo servirles de ayuda… dándoles algo de información…" - les dijo Kaede con una sonrisa.

- "Entonces, ¿has escuchado algo sobre sucesos extraños en los alrededores?" - le preguntó Sango sonriendo.

- "Sí. Esta tarde escuché a Rikiichi-san diciendo algo sobre que vio unas luces negras cayendo en dirección a las montañas del oeste" - dijo Kaede - "¿Creen que tengan algo que ver con Naraku o Tenebross?" -

- "Es posible que ese sea el caso. Al menos tenemos una pista para comenzar a buscar" - dijo Miroku complacido.

- "Gracias… Kaede" - dijo Inuyasha mientras se levantaba, caminaba hasta ella y le ponía una mano en el hombro.

- "¿Inuyasha...?" - dijo mientras lo miraba con extrañeza, ya que no era común que le demostrase gratitud a nadie..

- "Te juro… que me aseguraré de que esos malditos paguen por todo lo que han hecho…" - dijo Inuyasha mientras la miraba con una gran lástima.

- "Está bien... Pero por favor, tengan mucho cuidado allá afuera..." - dijo Kaede mientras sus ojos se llenaba de lágrimas, lo que hizo que Kagome la abrazase.

A la mañana siguiente, partieron de la aldea para dirigirse hacia las montañas que les había dicho Kaede, las cuales estaban cruzando un bosque.

- "Es en esta dirección, ¿cierto?" - preguntó Inuyasha.

- "Si, hacia allá se encuentra la montaña de la que nos habló Kaede" - dijo Miroku mientras él y los demás aceleraban para seguirle el paso a Inuyasha.

- "Solo espero que no terminemos perdidos en este bosque" - dijo Shippou con preocupación.

- "No te preocupes por eso. Todos llevamos un mapa de la zona en nuestros Dragtemn y podemos usar sus funciones de radar y comunicación para encontrarnos los unos a los otros si nos perdemos" - dijo Gerardo para animarlo. Luego abrió el mapa en su Dragtemn y lo usó para comprobar su ruta.

- "Pero honestamente... Aquí hay algo que me da un mal presentimiento" - dijo Kagome viendo hacia el suelo y luego hacia el cielo.

- "No te preocupes. Nos aseguraremos de que esta vez no suceda nada" - dijo Sango dándole una palmada a su amiga en el hombro para animarla.

- "Y me aseguraré de no cometer más errores desde ahora…" - dijo Gerardo mientras seguía haciendo el rol de navegador para los demás.

- "¡Y yo me aseguraré de que no los haga!" - dijo Gabriela dando saltitos alegremente, muy para la exasperación de su hermano.

- "Hehe, muchas gracias por el apoyo" - les dijo Kagome sonriendo mientras continuaban ascendiendo por una pequeña colina.

Mientras tanto, en el escondite de Naraku y Tenebross…

- "Tal parece que no has logrado nada aún, Tenebross" - le dijo Naraku en tono arrogante al ver como su último plan había fracasado - "Y lo que es peor, solo les incrementaste su fuerza" -

- "Si ese idiota no hubiese despertado su forma de semidragón ya nos habríamos deshecho de ellos…" – respondió Tenebross con irritación para luego suspirar - "Y por los momentos ya no tengo más planes preparados..." -

- "Bueno, a mí se me acaba de ocurrir uno… ¿qué te parece si controlamos a Kagome?" - dijo Naraku para luego reírse de forma enfermiza.

- "¿Oh? ¿Te refieres a posesionarte de ella?" - preguntó Tenebross con interés.

- "Eso es. ¿Ninguno de tus demonios elementales tiene esa habilidad?" - preguntó Naraku.

- "Fufufufufu. Claro que hay uno que la tiene…" - dijo Tenebross para luego hacer aparecer un círculo blanco delante de sí, aunque la luz blanca que despedía carecía del brillo y lustre que emitía la magia de Gabriela - "Ist Ikuak ChelkRe Illyusea Ilg Ical, Ili Couma Cust Phaph FaleaRe Necla Ical!" -

Hubo un destello de luz grisácea y una criatura similar a un ángel, pero con las alas negras en vez de blancas, apareció ante él. Tenía el cabello blanco con puntas verdosas las cuales estaban amarradas en varias trenzas doradas, llevaba una armadura de samurái blanca sin casco y portaba dos katanas gemelas como armas. Tenía varias marcas rojas en su rostro y sus ojos eran también de un suave color rojo. Tenía un aspecto tan gentil que era díficil considerar que fuese un demonio elemental.

- "Lord Tenebross, espero sus órdenes" - dijo el demonio arrodillándose ante Tenebross luego de que apareció.

- "Kouin, ¿ves a la chica vestida de blanco y verde?" - le preguntó Tenebross al demonio mientras hacia que su imagen apareciese en el espejo, a lo cual él solo asintió como respuesta - "Quiero que te posesiones de su cuerpo y me la traigas de inmediato" -

- "Lord Tenebross, ¿está seguro de que soy adecuado para esta misión?" - preguntó Kouin con preocupación después de que sintió las energías que Kagome emitía - "No estoy seguro de que mis habilidades de posesión sean suficientes para superar sus enormes cantidades de poder espiritual…" -

- "Estoy seguro de que lo eres, ya que eres el mejor de mis demonios por una razón…" - le dijo Tenebross cerrando los ojos.

- "Muy bien. Me pondré a ello de inmediato" - dijo mientras se hacía transparente hasta desaparecer. Tenebross volvió a abrir los ojos.

- "Eh, quién se imaginaba que pudieses ser tan gentil…" - dijo Naraku en tono irónico al ver la conducta de Tenebross para con Kouin.

- "Kouin es una excepción, ya que es el único de mis demonios que tiene algo especial" - dijo mientras cerraba sus malignos ojos rojos de nuevo - "Además, tengo que tener algo de tacto al manejarlo por el hecho de que a veces tiene problemas de confianza..." -

- "Hmph, como sea. Solo espero que dé buenos resultados para variar…" - dijo Naraku cruzándose de brazos.

- "Espera y verás…" - le respondió Tenebross en tono enigmático.

Inuyasha y los demás habían parado para descansar por un momento de la subida. Todavía era temprano para almorzar, así que solo se recostaron de los árboles o se sentaron sobre la hierba.

- "Estoy… agotado…" - dijo Gerardo jadeando mientras se dejaba caer sobre el pasto.

- "No tienes condición física…" - le dijo Inuyasha con irritación.

- "¿Y qué quieres que haga si detesto hacer ejercicio?" - le respondió Gerardo.

- "Perezoso…" - le dijo Inuyasha; y esta vez Gerardo no tuvo como defenderse.

- "Está bien, lo admito, soy un perezoso total" - le dijo a regañadientes - "Y es algo que me resulta muy difícil cambiar" -

- "Bueno, solo es cuestión de esforzarse un poco" - le dijo Kagome mientras les daba a todos un poco de jugo para que saciaran la sed antes de proseguir - "Todas las actitudes pueden cambiarse con un poco de esfuerzo, ¿no?" -

- "Tienes razón, la verdad es que debería poner más de mi parte si quiero mejorar" - le dijo Gerardo con una sonrisa.

Kagome le devolvió la sonrisa y luego guardó los empaques vacíos de los jugos en una bolsa plástica para luego guardarla en su mochila.

- "Ahora es mi oportunidad..." - dijo Kouin desde detrás de un árbol. Miroku presintió el peligro.

- "¡Kagome-sama! ¡Tenga cuidado!" - dijo poniéndose en pie de golpe con su shakujou en mano.

- "¿Eh? ¿Qué sucede Miroku-sama?" - dijo Kagome mientras miraba a su alrededor en alerta.

En ese momento el olfato de Inuyasha y los sentidos de Gerardo también captaron a Kouin.

- "¡Hay algo con el olor de Tenebross aquí!" - gritó Inuyasha desenvainando a Tessaiga.

- "¡Y es elemental de Luz! ¡Tengan cuidado, ya que debe ser muy fuerte!" - dijo Gerardo desenvainando a Ryuuga y Fuuinryuu.

En ese momento, Kouin apareció justo detrás de Kagome...

- "Lamento mucho decir esto, pero ustedes ya han perdido…" - dijo el demonio mientras se volvía transparente y empezaba a introducirse en el cuerpo de Kagome. Ella empezó a gritar de dolor.

- "¡Kagome!" - gritaron todos mientras veían impotentes lo que sucedía. Inuyasha avanzó hacia ella y parecía que iba a golpear a Kagome con su espada, pero Kouin les habló a través de la boca de Kagome.

- "Sin embargo, debo advertirles que si intentan atacarme para forzarme a salir de su cuerpo, ella será la que salga lastimada" - dijo con una voz un tanto caballerosa a pesar de lo que estaba haciendo.

- "¡Maldición!" - dijo Inuyasha bajando su espada.

Pero unos segundos después, el cuerpo de Kagome empezó a brillar con una intensa luz blanca, y al instante siguiente, de su pecho salieron dos esferas de luz azul y blanca, las cuales se alejaron con fuerza de ella y cayeron sobre el pasto, para después tomar la forma de dos niñas. Una era idéntica a Kagome después del momento en que recibió el kosode Orimi, aunque con unos pocos años más, mientras que la otra era básicamente igual a ella durante su tiempo como Miko. Ambas niñas estaban inconscientes y Kagome también se había desplomado sobre la hierba. El brillo luego se atenuó hasta que desapareció.

- "¡Kagome! ¡KAGOME!" - gritó Inuyasha mientras sostenía el cuerpo inconsciente de Kagome, la cual luego abrió los ojos… pero estaban completamente nublados y no se parecían en nada a su aspecto habitual.

- "Hehe, parece que lo conseguí" - dijo Kagome mientras levantaba las manos y se las miraba para luego sonreír complacida - "He cumplido con mi misión, Lord Tenebross" -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha, pero luego se vió obligado a separarse de ella debido a que le disparó un estallido de luz - "¿¡Que le has hecho a Kagome!?" -

- "Lo siento, señor Hanyou, pero es momento de que me despida" - dijo Kouin: él ahora tenía control total sobre el cuerpo de Kagome - "Tengo que entregarle este cuerpo a Lord Tenebross. Oh, por cierto, creo que la chica que buscas es una de esas dos niñas" -

En ese momento las dos niñas se despertaron pero cada una reaccionó de modo distinto a esto: la que llevaba el kosode verde miraba la escena con los ojos y la boca abiertos a tope, mientras que la que vestía el kosode rojo y naranja estaba mirando a su alrededor asustada y confundida.

- "¿¡Qué!?" - dijo Miroku dividido entre la rabia y la sorpresa - "¡No es posible! ¿¡Acaso expulsaste su alma para poder controlar su cuerpo!?" -

- "En realidad no tenía intenciones de expulsar su, o mejor dicho, sus almas. Solo fue un efecto secundario de la posesión y de su poder espiritual, aunque su alma parecía estar dividida desde antes. Y además, esas dos niñas son las mitades de su alma habiendo tomado forma física" - dijo Kouin mientras explicaba esto como si estuvieran discutiéndolo sobre una taza de té.

- "¡Espera!" - dijo Gerardo tratando de evitar que se escapara, pero se desvaneció cuando trató de tomar una de las manos de Kagome.

- "¡Maldición, fallamos de nuevo!" - dijo Inuyasha golpeando un árbol cercano.

- "Lo sé, pero es posible que su plan no dé resultados debido a que ese cuerpo está ahora vacío" - dijo Miroku frunciendo el ceño mientras miraba a Inuyasha - "Recuerda que la fuente de los poderes de Kagome-sama es su alma, al igual que yo" -

- "Inuyasha... ¿qué me sucedió?" - dijo la niña que llevaba el kosode verde mientras se veía las manos espantada.

- "No puede ser... ¿Eres tú, Kagome?" - dijo Gabriela mientras iba a su lado y la ayudaba a ponerse en pie. Kagome sólo asintió con la cabeza.

- "Pero sí tu eres Kagome..." - preguntó Inuyasha espantado para después mirar a la niña vistiendo el kosode rojo y naranja - "¿¡Quién es ella!?" -

- "Puede que no sea Kagome... pero se ve idéntica a ella... cualquiera podría pensar que son gemelas..." - dijo Gerardo sorprendido mirando a la niña, la cual había alzado su cabeza asustada al oír el grito de Inuyasha.

- "Esto no puede ser verdad... ¿Eres... Miko?" - dijo Sango conteniendo el aliento mientras caminaba hacia la otra niña y la ayudaba a levantarse.

- "Sí, pero…" - respondió Miko mientras miraba a su alrededor y se sujetaba ambas manos con fuerza. Ver como todo resultaba ser tan distinto de lo que ella conocía la estaba asustando hasta el borde de las lágrimas - "¿Qué pasa aquí...? ¿Por qué ella se ve igual a mí? ¿Cómo es que Inuyasha se hizo tan grande? ¿Y quién era esa chica que desapareció?" -

- "Tantas preguntas... Y ninguna tiene respuestas sencillas..." - dijo Miroku con voz triste mientras sus labios se curvaban hacia arriba.

- "Miko, me gustaría explicarte todo…" - empezó Kagome alzando una mano en dirección a ella - "Pero realmente no sé cómo debería hacerlo…" -

- "Yo creo que podría… pero…" - empezó Gerardo, pero cuando Miko lo miró con ojos expectantes, fue tomado por sorpresa y comenzó a vacilar, recordando como Kaede había reaccionado cuando Kikyou le reveló la verdad. No quería causarle a ella ese mismo dolor - "Podría ser muy doloroso para ti el escuchar lo que voy a decirte… de hecho… creo que sería algo que no podrías soportar…" -

- "¡No me importa! ¡Quiero saber la verdad sobre todo!" - dijo Miko mientras comenzaba a derramar lágrimas.

Todos los demás estaban muy conscientes de porque razón Gerardo estaba titubeando tanto y los miraron a ambos con tristeza.

- "Gerar..." - dijo Gabriela mientras lo sujetaba del brazo.

- "Muy bien... Si deseas saberlo tanto, de acuerdo... pero esto también me va a resultar muy doloroso..." - dijo Gerardo mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente para luego lanzar un gran suspiro, sabiendo que ya no había vuelta atrás. Luego la miró con ojos que mostraban una gran tristeza y lástima mientras tomaba la mano de Gabriela y la apretaba fuertemente - "Simplemente aclaremos todo con estas preguntas: ¿Nunca te has preguntado por qué tienes lagunas mentales? ¿Por qué de repente despiertas en un lugar sin saber siquiera cómo o por qué llegaste allí?" -

- "No… no me lo había preguntado…" - dijo Miko mientras miraba hacia abajo por un momento, pero sus ojos luego se ensancharon de golpe al caer en la cuenta mientras le daba vuelta a esas preguntas. Ahora que Gerardo le había dicho esto, le empezó a parecer evidente que siempre despertaba en lugares extraños, nunca sabía cómo había llegado a ellos y nunca recordaba que pasaba durante el tiempo que estaba dormida.

- "Es por esta razón… Es porque… tú…" - comenzó Gerardo mientras cerraba los ojos y su cara comenzaba a retorcerse por lo difícil que era decirlo mientras los demás cerraban sus ojos con dolor. Sango sostuvo a Miko por atrás mientras Kagome empezaba a llorar - "Es porque tú… no eres una persona real…" -

- "¿Q... Qué quieres decir...?" - preguntó Miko mientras sentía como si fuese a desmayarse.

- "Solamente eres la mitad del alma de Kagome, o en otras palabras, de la niña que se ve igual a ti. Aparentemente, se vió envuelta en un incidente relacionado con una extraña agua que la convirtió en niña y dividió su alma en dos mitades; y ambas terminaron siendo separadas por completo y recibiendo cuerpos cuando un monstruo las expulsó a ambas de su cuerpo" - continuó Gerardo mientras su voz comenzaba a quebrarse - "Significa... que tienes sus mismos poderes, habilidades y potencial por ser parte del alma de Kagome, pero... no tienes nada más…" -

(BGM: Kanashimi no Hate ni)

- "No... No… puede ser… verdad..." - dijo Miko cayendo de rodillas. Se sentía como si todo su mundo estuviera derrumbándose alrededor de ella.

- "Lo lamento… es por eso por lo que no quería decírtelo…" - se disculpó Gerardo mientras bajaba la mirada lentamente y se cubría la cara con una mano a la vez que Gabriela comenzaba a llorar, ambos apretando la mano del otro tan fuerte como podían - "Pero... esa es la verdad..." -

- "Lo siento... Lo siento mucho..." - repitió Gabriela una y otra vez entre sollozos.

- "¿¡Todo lo que me dijeron antes es mentira!? Mi nombre, incluso mi existencia... ¿¡Todo es sólo mentiras!?" - gritó Miko enfurecida mientras comenzaba a llorar; y luego miró a Kagome, la cual estaba arrodillada en el suelo llorando y cubriendo su rostro con sus manos - "¿¡Nací sólo porque ella estuvo haciendo el tonto con una cosa rara!? ¿¡Y desapareceré cuando regresemos a su cuerpo!?" -

- "¡Lo siento, Miko…! ¡Yo nunca quise hacer esto…! ¡Yo...!" - lloró Kagome mientras bajaba las manos para mirarla. Estaba intentando razonar con ella, pero era imposible.

- "¡Cállate!" - gritó Miko mientras seguía derramando lágrimas, luchando para liberarse del agarre de Sango, la cual seguía espantada - "No te dejaré… ¡No les dejaré que me hagan desaparecer!" -

Logró liberarse del agarre de Sango, tomó el arco y el carcaj con flechas que Kagome había dejado caer cuando fue poseída y se fue corriendo hacia lo profundo del bosque.

- "¡MIKO!" - la llamaron todos, pero no sirvió de nada porque ya había desaparecido de su vista. Comenzaron a correr tras ella.

- 'No puede ser' - pensaba Miko mientras corría llorando por el bosque - 'Toda mi existencia es mentira… Y todos ellos… Inuyasha… Houshi-sama… Sango-nee… Shippou… Kaede-obaasan… Gerar-nii... Gaby-nee... todos ellos me mintieron… No soy real… Yo... Miko… jamás existió en primer lugar…' -

Cuando se cansó de correr, se sentó debajo de un árbol y empezó llorar con mucha más fuerza.

(Fin BGM)

Mientras tanto en el escondite de Naraku y Tenebross…

- "¡Kouin, fallaste!" - dijo Tenebross furioso - "¡Nos trajiste el cuerpo de la chica, pero está vacío! ¡No podemos extraer sus poderes si su alma está ausente!" -

- "Les ruego me disculpen, ya que no tomé eso en cuenta cuando me posesioné de ella" - dijo Kouin mientras dejaba el cuerpo de Kagome tendido en el suelo y ponía un sello de luz a su alrededor - "Sin embargo, al parecer su alma se dividió en dos partes y tomó forma física como dos niñas humanas" -

- "¿Dos niñas humanas?" - inquirió Naraku - "Hmmm… esto podría ser interesante..." -

- "Si… si una de las dos salió sin su memoria, debería ser fácil capturarla" - dijo Tenebross con maligna satisfacción.

- "De hecho, ambas tienen memoria, pero una no tiene la memoria de Kagome… sino que más bien tiene algo parecido a un grupo de memorias falsas" - explicó Naraku.

- "Oh, eso lo hace aún más fácil" - dijo Tenebross para luego dirigirse a Kouin - "Por lo menos hiciste algo bien Kouin. Puedes retirarte ahora" -

- "¿Está seguro de que no quiere que siga vigilando el cuerpo de esta muchacha?" - preguntó Kouin intrigado.

- "No, ya has hecho suficiente. Le dejaremos esa tarea a Douin" - dijo Tenebross satisfecho. Kouin solo asintió y se desvaneció mientras Naraku se transformaba en una nube de veneno para ir a buscar a Miko.

- "Tráela ilesa. Recuerda que la necesitamos viva" - dijo Tenebross.

- "No será necesario, ya que será un juego de niños convencerla de que venga a nosotros, huhuhu..." - le dijo Naraku.

- "¿Y estás seguro de que la mitad que vas a secuestrar es la que tiene poderes espirituales?" - preguntó Tenebross mientras cerraba los ojos - "Sentí que tenían lazos un tanto desbalanceados, así que no sería sorprendente que una se hubiese llevado todos sus poderes cuando se separaron" -

- "Oh, estoy completamente seguro de ello" – dijo Naraku con una voz malignamente alegre - "Recuerda que mientras más estúpidos son, más poder tienen generalmente…" -

Luego se desvaneció…

Mientras tanto, Inuyasha y los demás seguían buscando a Miko por todas partes.

- "¡Miko! ¡MIKO!" - gritó Inuyasha.

- "¡Miko, regresa por favor!" - gritó Kagome.

- "Es inútil... Parece que se alejó mucho" - dijo Sango mientras negaba con la cabeza.

- "Y temo que pueda pasarle algo malo…" - dijo Kagome mordiéndose el labio.

- "Eso es más razón para que sigamos buscándola. De todos modos, dejénme probar algo..." - dijo Gerardo mientras abría el mapa holográfico del área en su Dragtemn y se concentraba en él. Sin embargo, no consiguió lo que quería: el radar de energía y aura sólo recogió las señales correspondientes a todos en el grupo menos a Miko - "No sirve de nada... O algo está interfiriendo con las señales elementales que estoy enviando para buscarla o Miko está manteniendo sus poderes bajos para que no podamos hallarla... Por no decir que no lleva un Dragtemn que podamos usar para rastrearla..." -

- "Sí, porque mi Dragtemn está en mi cuerpo..." - dijo Kagome mostrando su muñeca: tampoco llevaba uno.

- "Inuyasha, ¿no puedes hallarla con tu olfato?" - le preguntó Miroku cruzándose de brazos.

- "No puedo... Sus aromas cambiaron cuando se separaron y no tuve tiempo de percibir el de Miko antes de que se fuera..." - respondió Inuyasha en un gruñido grave.

- "Kagome, ¿no puedes sentirla tú?" - le preguntó Gerardo preocupado - "Tengo entendido que cuando un alma se divide, sus partes se llaman la una a la otra en un intento de volver a juntarse" -

- "No puedo… Y lo que es peor, siento como si todos mis poderes se hubiesen desvanecido..." - le respondió Kagome asustada.

- '¿Acaso Miko se llevó todo su poder cuando se separaron?' - pensó Miroku mientras miraba a Kagome con los ojos ensanchados.

- "Bueno... probablemente sea porque estás agotada por la separación... Deberías descansar un poco" - dijo Sango mientras se sentaba y hacía a Kagome sentarse con ella. Sin embargo ella, Miroku y Gerardo pensaban lo mismo.

Mientras tanto, Miko seguía sollozando debajo del árbol y le estaba empezando a entrar cansancio y hambre.

- "Quisiera… regresar con ellos…" - se dijo a sí misma entre sollozos - "Pero no puedo… sólo se desharían de mí para que esa chica vuelva a la normalidad…" -

- "Vaya, vaya… ¿que tenemos aquí…?" - dijo una voz que provenía de un arbusto cercano a ella - "¿Una niñita sola en el bosque?" -

Del arbusto surgió un hombre de aspecto horrible: era calvo, estaba cubierto de cicatrices y portaba una armadura maltrecha y dañada. Por su apariencia, era obviamente un bandido.

- "No es muy común encontrarse a alguien como tú en este lugar… ¿Acaso te habrás perdido?" - preguntó el bandido en un tono falsamente dulce mientras sonreía con malignidad.

Miko dejó de llorar y empezó a temblar de miedo. Ya se había enfrentado a criaturas más horribles antes, pero nunca se había enfrentado a un humano o peleado sola.

- "Me pregunto qué tanto valdrías..." - le dijo el bandido - "O que tan divertido sería cortarte en pedazos..." -

- "Por favor, váyase y déjeme en paz…" - dijo Miko con la voz temblorosa por el miedo.

- "¿¡Qué!? ¿¡Qué dijiste, mocosa!?" - dijo el bandido enfurecido mientras sacaba una daga de su armadura. Miko se asustó aún más, porque ahora estaba segura de que la mataría y de que nadie vendría a salvarla.

- "¡LE HE DICHO QUE SE VAYA!" - gritó Miko mientras el bandido corría hacia ella, pero cuando estuvo a punto de alcanzarla, su cuerpo liberó una explosión de luz azul, la cual puso a volar al bandido tan lejos que ya no fue posible seguir viéndolo.

- "¡Es Miko!" - dijeron Gerardo, Miroku y Gabriela desde otra parte del bosque, ya que lograron sentirla por la gran cantidad de poder espiritual que acababa de liberar.

- "¡Vamos por ella!" - dijo Inuyasha mientras todos salían corriendo en la dirección de la que habían sentido la energía.

Miko estaba jadeando del miedo aún, a pesar de que ahora estaba fuera de peligro.

- "Que interesante…" - dijo otra voz detrás de ella, asustándola de nuevo - "¿Quién se imaginaría que una pequeña como tú tendría tanto poder?" -

El rostro de Naraku emergió de entre los árboles.

- "Por favor, no te asustes…" - le dijo a Miko mientras terminaba de salir de las sombras del bosque, aunque había cambiado su apariencia para que ninguna de sus partes demoníacas fuesen visibles - "Mi nombre es Kagewaki; y soy un noble de una región vecina" -

- 'Este hombre…' - pensó Miko cuando le vio la cara - 'No sé porque, pero me parece familiar; y… me siento asqueada al mirarlo a los ojos...' -

Bajó la mirada para no seguirle viendo el rostro mientras cerraba sus manos en puños.

- "Me gustaría que vinieras conmigo a mi palacio…" - le dijo Naraku dulcemente - "¿Aceptarías mi invitación?" -

- "Gracias, Kagewaki-sama" - le dijo Miko mirando a cualquier parte que no fuese el rostro de Naraku - "Pero creo que prefiero quedarme aquí" -

- "¿Estás segura?" - le preguntó Naraku mientras empezaba a tentarla para que fuera con él - "Es altamente probable que hayan más bandidos en la zona; y el bosque también está lleno de bestias salvajes y de youkai… ¿Aun así deseas quedarte aquí?" -

Miko lo pensó por un momento: si se quedaba en ese sitio, sería muy probable que terminase muerta, o que los bandidos se la llevaran y terminase siendo esclava de ellos o vendida. Tampoco esperaba que nadie estuviese buscándola o que la salvasen si se metía en dificultades.

- "Tiene razón... Realmente no confío en usted... Pero iré con usted..." - dijo Miko mientras tragaba saliva.

- "Oh, no me molesta. Por favor sígueme; y te llevaré a la tierra que gobierno" - le dijo a Miko mientras comenzaba a guiarla.

- 'Que sencillo. Pero será aún más fácil extraer sus poderes espirituales si la rompo mentalmente primero... Entre más sufra cuando yo destruya una ilusión que crearé para que la disfrute, mejor será para nosotros' - pensó a Naraku mientras miraba a la niña que lo seguía con una expresión de seriedad en el rostro.

- "¡No! ¡Empecé a sentir el olor de Naraku!" - gritó Inuyasha de repente mientras se ponía a la cabeza del grupo y comenzaba a correr en la dirección de la que provenía el olor.

- "¡No hay duda alguna! ¡Comencé a sentir su energía demoníaca a toda su intensidad!" - dijo Miroku sorprendido cuando notó que los efectos del fuyouheki ya no estaban activos.

- "¡Démonos prisa! ¡Si no, Miko va a...!" - dijo Sango asustada mientras apresuraba el paso.

Entonces, una gran cantidad del veneno de Naraku comenzó a salir disparada desde el bosque, la cual todos pudieron ver a lo lejos...

- "¡Maldicion, parece que ya es demasiado tarde!" - dijo Gerardo apretando los dientes.

- "¿¡Por qué tuvo que aparecer ese bastardo en este momento!?" - dijo Inuyasha amargamente mientras saltaba por encima de los árboles para ver hacia dónde se dirigía Naraku. Mientras se elevaba, se dirigió a los demás - "¡No lo pierdan de vista!" -

- "¡Entendido!" - dijeron los otros. Cuando Inuyasha hubo aterrizado de nuevo, se subió a Kagome a su espalda mientras que Sango, Miroku y Shippou montaron en Kirara. Gerardo y Gabriela invocaron sus armaduras, y mientras Inuyasha y Kagome avanzaban saltando de árbol en árbol, los otros volaron por el cielo para seguir a Naraku. Finalmente, la nube de veneno se detuvo sobre una meseta cercana a la montaña a la que se habían estado dirigiendo antes de que comenzase todo esto.

Mientras tanto…

- "Pequeña, hemos llegado" - dijo Naraku gentilmente.

Miko pensó que habían hecho el viaje a pie todo el tiempo, pero en realidad habían estado volando rodeados por el veneno de Naraku. Esto fue porque Naraku puso una ilusión sobre sus ojos, así que ella no tenía idea de que pasaba en realidad. De acuerdo a lo que ella veía, se encontraban en una aldea muy activa.

- "Puedes quedarte aquí si lo deseas" - prosiguió Naraku - "Estoy seguro de que serías muy feliz aquí" -

- "Sí... Supongo que me quedaré aquí..." - respondió Miko con una voz soñadora y complacida. Sus ojos se habían nublado.

- "Oh, por cierto" - le dijo Naraku antes de alejarse - "Me temo que harías bien en dejar esos zori, tabi, arco y carcaj aquí. Puede que tengas poder espiritual, pero no eres una sacerdotisa completa ni tampoco estás relacionada con una, sin mencionar que tampoco eres un miembro de la nobleza, así que no quiero que los demás aldeanos empiecen a sentir envidia de ti por esos objetos" -

- "Está bien..." - dijo mientras obedientemente se quitaba el arco y el carcaj de su espalda, y se quitaba las zori y tabi de los pies para dárselos a Naraku.

- "Muy bien, te llevaré a una cabaña para que tengas donde quedarte" - le dijo mientras la acompañaba a la cabaña más cercana - "Aquí es donde viven mis sirvientes, así que creo que te llevarás muy bien con ellos" -

- "Sí, muchas gracias" - dijo Miko con una sonrisa. Naraku luego la ayudó a presentarse ante el resto de los siervos - "Mi nombre es Miko... Es un placer..." -

Los otros aldeanos le dieron la bienvenida y le ofrecieron un bol de estofado que estaban cocinando, mientras Naraku observaba algo sorprendido el comportamiento de Miko: demasiado bueno para una niña de su edad.

Después de eso, Miko se pasó el día haciéndose amiga de los niños de la aldea y ayudando en los quehaceres del palacio. Aunque fue muy atareado para ella, al parecer, había encontrado un lugar en el que era feliz, pero a cambio se había olvidado por completo de todo lo que le causaba tristeza... incluso de Inuyasha y los demás...

- "Esto es perfecto… solo tenemos que esperar un poco más. Cuando su felicidad llegue a su cénit, desharé la ilusión y así le extraeremos su poder" - dijo Naraku mientras reía entre dientes.

- "Hmm, interesante plan. No esperaba que usases una aldea ilusoria para romper su mente y así facilitarnos las cosas" - le dijo Tenebross mientras observaban a Miko jugando a las escondidas con los otros niños.

- "Hubiese sido mejor usar una aldea real y destruirla, pero no hay ninguna que sea tan perfecta como esta" - dijo Naraku algo irritado.

- "Hasta donde sé, la única aldea así en este mundo es Ryuusei, pero como ese cretino de Iadlast está protegiéndola, no podemos usarla para nuestros propósitos" - dijo Tenebross molesto.

Inuyasha y los demás llegaron poco después a la meseta, y se sorprendieron al ver que estaba totalmente cubierta por una barrera.

- "Me pregunto que podría haber detrás de esto..." - dijo Gerardo extrañado mientras veía la barrera con seriedad - "Sé que Naraku y Miko deben estar cerca, pero como los vimos aterrizar algo lejos de esta zona, es díficil de creer que esté allí dentro" -

- "Kagome, ¿aún no puedes sentir ninguna presencia ni nada?" - le preguntó Inuyasha preocupado.

- "No… creo que perdí todos mis poderes cuando me Miko se separó de mí" - dijo Kagome entristecida.

- "¿Y qué razón tendría Naraku para usar una barrera tan grande si él mismo no está adentro para usarla como protección?" - se preguntó Sango extrañada.

- "Quizás… no la quiere usar para protegerse… sino para ocultar algo..." - dijo Miroku pensativamente.

- "O tal vez para experimentar…" - dijo Gerardo mientras caía en la cuenta de algo, trayendo una mirada de horror a su rostro.

- "No... ¿A qué te refieres con experimentar...?" - preguntó Kagome aterrada.

- "Maldición… ¡creo que tengo una idea de lo que trama!" - exclamó Gerardo golpeándose la frente con el guantelete que llevaba en la mano - "Saben que los poderes espirituales se vuelven inestables por un shock emocional, ¿no? ¡Debe estar tratando de hacer algo dentro de la barrera que shockee a Miko tanto que le cause un colapso nervioso y así él podrá extraer sus poderes más fácilmente!" -

- "¿¡Qué!?" - gritó Inuyasha hecho una furia mientras desenvainaba a Tessaiga al instante y la convertía en su forma enrojecida - "¡Debemos entrar de inmediato entonces!" -

- "¡De acuerdo, así que comencemos de una vez! Alt tok nulast tast maha ika!" - dijo Gerardo preparando su habilidad Dragon Dispel - "Esta barrera debe ser más resistente que las anteriores que hemos visto, así que debemos utilizar nuestros poderes al máximo" -

Mientras tanto, Miko estaba pasando los momentos más felices de su vida: todo mundo la quería, todos la trataban con respeto y todos reconocían su existencia… pero en un segundo, todos y toda la aldea se desvanecieron, quedando nada más una meseta estéril y rodeada de oscuridad, de forma que no se podía ver el cielo ni los alrededores.

- "¿Qué…? ¿Qué pasó aquí?" - preguntó Miko cuando la ilusión se desvaneció.

- "Mocosa estúpida… ¿De verdad creíste que todo eso era real?" - dijo la voz de Naraku burlonamente - "¡Desengáñate! ¡Ese lugar es tan inexistente como tú!" -

- "No… no… ¡NOOO!" - gritó Miko mientras comenzaba a llorar y se sujetaba la cabeza con ambas manos... hasta que después colapsó sobre el suelo por la tristeza. Su mente ya había llegado al límite de la angustia que podía manejar...

Naraku la tomó y la colocó sobre un círculo mágico, dejándola tendida al lado del cuerpo de Kagome. Encima de ellas, estaban suspendidos en el aire algunos Fragmentos de Sombras y la casi-completada Perla de Shikon que Naraku tenía en sus manos. Entonces, Tenebross empezó a recitar un canto horrible:

- "Zyacc Ikuak… ah... Bioucoulla, Phinamcou… CouliaZa Hilla... CellarZa Qaiz Leiya Pawatz Ical… Phaph JeiliAria Lyachhyzat Rakileimzat..." - mientras cantaba, empezó a salir un pequeño flujo de energía azul y rosa del cuerpo de Kagome y de Miko, el cual poco a poco fue aumentando de tamaño conforme fluía hacia los Fragmentos y la Perla. Conforme la energía fluía hacia ellos, los fragmentos comenzaban a emitir un brillo maligno y la Perla comenzaba a oscurecerse, mientras la sombra de Tenebross comenzaba a salirse del espejo en el cual estaba sellado...

Pero entonces se escuchó un fuerte estruendo similar al de una hoja de vidrio rompiéndose.

- "¡Miko!" - gritó Inuyasha.

- "Maldición, ¿¡por qué tuvieron que llegar justo ahora!?" - dijo Naraku mientras levantaba una mano - "¡Douin, te invoco en nombre de tu amo!" -

Un círculo amarillo apareció ante él, del cual salió un demonio con la forma de un hombre topo con enormes garras. Estaba cubierto por una armadura amarillo oscuro y tenía sus garras recubiertas de acero.

- "Naraku, como puedo ver Lord Tenebross te permitió invocarme si estaba ocupado con la extracción de los poderes de la chica... Aunque eres un total fracaso por no poder llamarme con el conjuro Dragoniano apropiado..." - dijo el demonio en tono de burla.

- "Guárdate tus quejas. Ahora ve y cumple tu trabajo de guardián. ¡No permitas que se lleven a esas chicas!" - dijo Naraku enfadado.

- "Lo sé" - dijo Douin mientras se estiraba como preparativo para pelear. Inuyasha y los demás penetraron el área que estaba protegida por la barrera y miraron en todas direcciones en busca de Miko.

- "¿Dónde estará Miko?" - preguntó Gerardo mirando hacia todas partes con la guardia en alto.

- "¡Miren allá!" - exclamó Shippou señalando hacia un lugar en el suelo.

- "Son Miko… ¡y mi cuerpo!" - dijo Kagome desde la espalda de Inuyasha.

- "¡Y Tenebross también!" - dijo Gabriela sintiéndose inquieta por los círculos y la canción que Tenebross estaba entonando - "Parece que está haciendo algo terrible…" -

- "¡Tenemos que detenerlo!" - exclamó Gerardo cuando escuchó el horrendo canto de Tenebross y vió el flujo de energía - "¡Ya comenzó a extraerle los poderes espirituales!" -

- "¿Bueno, entonces como pelearemos?" - preguntó Miroku con seriedad - "¿Tienes alguna estrategia?" -

- "Sí: Inuyasha y yo nos encargaremos de Naraku y del monstruo que está con él, mientras ustedes detienen a Tenebross, rescatan a Miko y recuperan el cuerpo de Kagome" - dijo Gerardo. Él pensaba que como Tenebross estaría ocupado con la extracción y que Gabriela obtendría un considerable aumento para sus poderes debido a la gran cantidad de luz del sol que entraba al área gracias al boquete que habían abierto en la barrera, sería más sencillo para ellos el salvar a Miko.

- "¡Entendido!" - dijeron todos para indicar su conformidad con el plan.

- "¿Y yo que haré?" - preguntó Kagome angustiada - "Realmente no puedo pelear así..." -

- "Ve con ellos y trata de no separarte de los demás. Aunque no tengas tus poderes ahora mismo, tampoco podemos permitir que te lleven de nuevo" - le dijo Gerardo. Kagome asintió en señal de respuesta y se quedó al lado de Miroku. Luego se dividieron y comenzaron a pelear.

- "¡Naraku!"- gritó Inuyasha iracundo - "¡Es hora de que saldemos cuentas!" -

- "Este día no Inuyasha, pero dejaré un regalito para que tú y tus amigos se entretengan un poco, que ahora estoy muy ocupado" - dijo Naraku mientras reía de forma enfermiza para luego volverse una nube de veneno y huir. Luego, Douin los embistió y empezó a atacarlos.

- "Mierda, un demonio elemental de Tierra… ¡Inuyasha, no lo pierdas de vista! ¡Si se entierra, podría atacarnos desde abajo!" - le advirtió Gerardo.

- "¡Lo sé! ¡No le dejaré que se sumerja en el suelo!" - le exclamó Inuyasha furiosamente. Le arrojó un Kaze no Kizu, pero Douin lo esquivó haciéndose a un lado rápidamente.

- "¡Maldición, es muy rápido para su elemento y tamaño!" - dijo Gerardo mientras se preparaba para usar una de sus habilidades - "Watsa ya hydrast xyaza cezet paewat ika, yst hakisa tastsaks ika... Water's Scar!" -

La onda azul también falló en darle a su blanco, ya que Douin saltó en el aire y se enterró en el suelo antes de que hiciese contacto.

- "¡No!" - gritaron ambos a la vez mientras un grupo de pilares de piedra comenzaban a salir del suelo y se lanzaban contra ellos.

- "¡Maldición...!" - dijo Inuyasha mientras ambos hacían todo lo que podían para esquivar los ataques.

Mientras tanto, Tenebross tuvo que interrumpir su canción para esquivar una flecha de luz que Gabriela le acababa de lanzar.

- "¡Está vez no fallaré!" - dijo Gabriela preparando otra flecha y cargándola con su energía - "Ikuyu poak lay lusya wiras sos couyuu, yst sos royawfle hakaisa tast ika..." -

- "Maldición, tuvieron que interrumpirme en este momento, cuando la canción estaba en su fase más importante…" - dijo mientras se encerraba en su espejo para hacerlo levitar, dejando sólo su cabeza afuera.

- "¡No saldrás de aquí!" - dijo Miroku mientras le lanzaba una ofuda en la frente a Tenebross. Se pegó a su cabeza y lo hizo chillar de dolor.

- "Aún no tengo suficiente poder para resistir esto…" - dijo mientras invocaba flamas negras para quemar la ofuda; y luego comenzó a reunir sombras dentro de su espejo -"Ikuyu poak pinamsaimat, nutzagathea hag xi, yst fuzallea tast paewat sos eols ika! Shadow Cannon!" -

Lanzó un gran rayo de sombras en dirección hacia Gabriela, así que Sango tuvo que tomarla del brazo y halarla para evitar que la golpeara. Rodaron un poco sobre el suelo rocoso, lo cual les causó algunos rasguños, pero quedaron ilesas aparte de eso.

- "¿Te encuentras bien?" - le preguntó Sango.

- "Sí, estoy bien, pero… ¡Cuidado!" - le dijo Gabriela señalando hacia arriba, y se apartaron justo a tiempo para evitar una lluvia de púas negras que Tenebross les acababa de lanzar.

- "¡Esa cosa no sabe pelear limpio!" - dijo Shippou desde la espalda de Miroku.

- "Tsk, tsk... ¿Y quién dijo que nosotros las Voluntades malignas tenemos que pelear según sus patéticas reglas, kitsune?" - le dijo Tenebross burlonamente.

- "¡Argh! ¡Como me haces enfadar!" - dijo Shippou saltando desde la espalda de Miroku

- "¡Shippou, no!" - dijo Miroku tratando de detenerlo, pero fue en vano.

-"¡Kitsune-baku!" - gritó Shippou tratando de usar el mismo ataque que había usado de adulto durante la Compresión del Tiempo. Sin embargo, sólo terminó sacando su kitsune-bi normal, el cual ni siquiera chamuscó a Tenebross.

- "Tonto… ¿ese es todo tu poder? ¡Qué patético!" - dijo Tenebross mientras se reía - "Watsa ya Oira dea Pinamsaimat yst Biocrast toi, nila koulltam! Shadow Hand!" -

Varias sombras se reunieron a los pies de Shippou y tomaron la forma de una gran garra.

- "¡Aaagh!" - gritó Shippou mientras la garra lo tomaba y comenzaba a azotarlo contra el suelo.

Mientras tanto, Douin había atrapado a Gerardo entre varios pilares de piedra y estaba continuamente lanzándolo contra ellos. Había recibido tantos impactos por esos ataques que su armadura estaba cubierta de grietas y su rostro de moretones y cortes sangrantes. Inuyasha por otra parte estaba tirado en el suelo cubierto de magulladuras causadas por una azotada similar.

- "Ahaha, parece que no eres la gran cosa para ser el favorito de Iadlast, ¿eh?" - dijo Douin burlándose de Gerardo cuando por fin emergió de la tierra.

- "Te cerraré el pico..." - dijo Gerardo irritado mientras yacía en el suelo extremadamente debilitado. Cerró lo ojos y comenzó a cantar - "Ochis meya hydrast dragyuu toi hilsec tast ika..." -

- "Eres un idiota si planeas curarte en este punto" - le dijo Douin preparándose para hacerlo añicos con sus garras.

- "...Healing Water... ¿Y quién dijo que la estaba ejecutando para mí?" - sonrió Gerardo triunfante - "¡Inuyasha, ahora!" -

- "¿¡Qué!?" - gritó Douin mientras recibía un Kaze no Kizu desde la derecha. Cayó al suelo despatarrado.

- "Keh, por lo visto no tiene mucho cerebro" - dijo Inuyasha mientras comenzaba a cortar los pilares de piedra que tenían aprisionado a Gerardo.

- "Gracias, necesitaba una mano" - dijo Gerardo mientras se ponía en pie de nuevo, aunque tenía una mano apoyada sobre el pecho por el dolor y le costaba trabajo respirar.

- "¿No deberías curarte a ti mismo?" - le dijo Inuyasha con una cara de seriedad - "Así no creo que estés en condiciones de continuar peleando" -

- "Déjame adivinar: no quieres que sea una carga para ti en esta batalla, ¿cierto?" - le dijo Gerardo con una sonrisa. Inuyasha le asintió sin cambiar su expresión - "No te preocupes, aún si no me curo ahora mismo, puedo seguir sin ningún problema" -

- "Keh, como quieras. Pero no me haré responsable si te mata" - dijo Inuyasha mientras se giraba y preparaba para continuar peleando, ya que Douin se estaba empezando a recuperar del Kaze no Kizu.

- "Será mejor que dejemos la charla para más tarde entonces" - dijo Gerardo cuando Douin los embistió. Cuando Douin estaba a punto de llegar a ellos, levantó una mano y gritó - "Shiazeae!"

La misma barrera de agua que había usado accidentalmente con Inuyasha hacía varios días apareció delante de él. Douin quedó paralizado a media embestida al estrellarse contra ella y su cuerpo también comenzó a volverse lodo y caerse a pedazos.

- "¡Graagh! ¡Agua no!" - gritó Douin como un desaforado, ya que todo el frente de su cuerpo empezó a convertirse en lodo por haber hecho contracto con la barrera de agua.

- "Por lo visto el agua resulta efectiva contra él" - dijo Gerardo mientras le sonreía malignamente a Douin - "No tuve oportunidad de golpearlo con mis hechizos elementales de agua debido a lo rápido que nos atacó, pero... Hehehe, vas a pagar el haberme dejado en este estado" -

- "¡Y yo te mataré por hacerme esto!" - replicó Douin furioso.

- "¿Y qué harás, montón de lodo repugnante?" - le dijo Inuyasha. Por respuesta, Douin transformó uno de sus brazos que estaban en proceso de fundirse en un martillo de lodo y lo agitó contra hacia ellos. Gerardo trató de bloquearlo con su barrera de agua de nuevo, pero esta se rompió instántaneamente al hacer contacto el martillo y mandó a ambos a volar por la fuerza del impacto. Inuyasha quedó muy lastimado, mientras que a Gerardo, cuando cayó al suelo por el impacto, se le rompieron el casco y los protectores de brazos y piernas de la armadura en pedazos.

Gerardo, al borde de la inconsciencia, tuvo que usar una canción de curación aún más poderosa para que él e Inuyasha no perdieran.

- "Alt... tok... ah... lay hydlaiar... dea biosat, baprou... hilsecalia sossaks... zarairsalia sossaks... Restorative Water..." - dijo entre jadeos y gemidos de dolor.

- "¡Mueran!" - gritó Douin luego de que hubo transformado su otra garra en un martillo y trató de aplastarlos. Sin embargo, usando las pocas fuerzas que les quedaban, se rodaron tan rápido como pudieron para esquivar los martillazos y luego, en el punto donde quedaron tirados, se materializaron dos grandes manantiales de agua, sanándoles sus heridas y restaurándoles sus fuerzas. Se pusieron en pie.

- "¡Ahh, me siento mucho mejor ahora!" - dijo Inuyasha estirándose.

- "Gracias al poder del agua..." - dijo mientras le daba las gracias a Iadlast en silencio. Luego se volteó para encarar a Douin mientras retomaba su postura de combate - "Bueno, no podemos permitirnos perder ahora..." -

- "No es necesario que lo digas" - le dijo Inuyasha retomando su postura también.

- "¡Malditos sean!" - gritó Douin mientras corría hacia ellos.

Mientras tanto, la Shadow Claw de Tenebross fue interrumpida porque una de las flechas de Gabriela impactó a Tenebross, forzándolo a anular su ataque. Shippou quedó inconsciente en el suelo y estaba teniendo dificultades para respirar.

- "¡Shippou!" - gritó Gabriela mientras los cuatro iban corriendo a verlo. Quedó muy lastimado y al parecer, la garra tenía la propiedad de envenenar al contacto, ya que el rostro de Shippou se estaba tornando verde y él estaba comenzando a asfixiarse.

- "Tengo que curarlo de inmediato…" - dijo mientras se preparaba cantar Healing Light.

- "¡No te lo permitiré!" - dijo Tenebross mientras arrojaba un montón de flechas oscuras, pero Sango las bloqueó con su Hiraikotsu.

- "¡Lo mismo digo!" - le dijo Sango mientras le arrojaba el Hiraikotsu a Tenebross, golpeándolo en la garra izquierda.

- "Ist Altyyaok ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok, Shuxuarara Phaph Kluceia Biousakatse...

Healing Light!" - dijo Gabriela mientras terminaba de cantar. Inmediatamente desaparecieron los moretones y marcas de rasguños del cuerpo de Shippou, su respiración recobró su ritmo normal y su rostro retomó su color de siempre.

- "Tus habilidades de curación son sorprendentes, Gabriela…" - le dijo Miroku al ver a Shippou después de que la sanación fue completada. Kagome asintió con una sonrisa.

- "Gracias, pero ¿no deberíamos hablar menos y ayudar más?" - preguntó Gabriela.

- "Tienes razón, será mejor que me quede aquí cuidando a Shippou con Kagome" - dijo Miroku mientras se acercaba al pequeño kitsune y ponía una barrera espiritual alrededor de ellos, mientras Kagome se sentaba a su lado - "Tus poderes son más efectivos contra él"-

- "Está bien, y por favor asegúrate de proteger bien a Kagome, ¿de acuerdo?" - dijo Gabriela mostrándose algo molesta con él.

- "De… de acuerdo" - le dijo nerviosamente.

- "¡Ten cuidado!" - dijo Kagome. Gabriela miró a su alrededor, y recordando todo lo que Tenebross los había hecho pasar hasta ahora, se enfureció tanto que se concentró en una sola idea: derrotarlo sin importar lo que pasara.

- "Zyacc Wasryats, ah... Leiya Repushial Illyusea, Vaplu, SatplSa Bieccelle Zosph Uira Pawatz, Oli KiabzeSa Zosph, Pawatz Dea Draggyach! Illyusea Pawatz! Half-dragon!" - gritó mientras sacaba la llave de su medallón, la insertaba en la cerradura de la parte de atrás y le daba una vuelta hacia la izquierda.

Cuando la transformación se completó, ella salió de la esfera blanca como una adolescente de la edad de Sango, pero su cabello se volvió violeta y sus brazos, piernas y cintura fueron reemplazados por las partes equivalentes de un dragón blanco. Sus ojos se volvieron blancos, le habían salido cuernos encima de las orejas y le habían nacido alas y una cola por detrás. Marcas con aspecto de runas aparecieron debajo de sus ojos y una esfera blanca con una luna en cuarto creciente dentro le aparecieron en la frente. Portaba el peto y hombreras de su armadura y llevaba lo que parecía ser la parte superior de su kimono debajo de ella, el cual le llegaba hasta las rodillas.

- "Alt tok lay lusya, baprou, gaivz tast pawatz sos oira ika! Light Claw!" - dijo mientras se lanzaba contra Tenebross y lo acuchillaba dos veces con sus resplandecientes garras blancas. Tenebross trató de esquivarla, pero no pudo hacer nada por la velocidad a la que ella se movía. Comenzó a gritar fuertemente cuando lo golpeó.

Luego, su cuerpo sombrío empezó a volverse transparente...

- "Maldición… ya estoy llegando al límite de mis fuerzas… si me quedo más tiempo peleando aquí… y si me llega a alcanzar otro de sus ataques de Luz… será mejor que me retire por ahora…" - dijo mientras se encerraba otra vez en su espejo - "Pero no importa… pudimos hallar el Fragmento de Sombras que estaba en esta área y pude contaminar un poco los que teníamos junto con la dichosa Perla de Naraku… Mwahahaha… Al menos no fue una pérdida total…" -

- "¡No irás a ninguna parte!" - dijo Gabriela mientras comenzaba a cargar energía para un rayo plateado.

- "Lo siento, dragona de la Luz, pero ya no puedo quedarme a jugar contigo más tiempo… Nos volveremos a ver después… kukukuku…" - dijo Tenebross riéndose siniestramente mientras su espejo se elevaba y se desvanecía en el aire. Los restos de la barrera que rodeaban el lugar se disiparon por completo entonces.

Mientras tanto, Gerardo e Inuyasha notaron la desaparición de la barrera al igual que Douin. De inmediato supieron que eso había sido porque Tenebross había sido vencido o había huído.

- "Lord Tenebross… imposible... ¿lo vencieron?" - dijo Douin mientras seguía peleando con los dos chicos.

- "Parece que Gaby y los demás lo lograron" - dijo Gerardo empezando a animarse.

- "¡Bien! ¡Entonces no podemos dejar que este bastardo nos derrote!" - dijo Inuyasha mientras alzaba a Tessaiga - "¡Kaze no Kizu!" -

- "Ist Garrse, ah... Leiya Iadlast, VulualwaeSa Zosph Wihatslag, Oli Quieralm Zosph Valzat... Water Charge!" - gritó Gerardo mientras volaba frente al Kaze no Kizu y arremolinaba el agua que tenía detrás de sí con la onda de energía de Inuyasha: al parecer, ya habían creado otra técnica de combinación -"Spiraling Twister!" -

Gerardo empezó a girar en el centro de las ondas del Kaze no Kizu, usando el agua que lo rodeaba como barrera para entonces combinar el poder de ambos ataques y embestir a Douin con su espada y la energía combinada. Entonces, la energía sobrante del Kaze no Kizu lo siguió y terminó el trabajo. Douin quedó tirado en el suelo por el ataque.

- "Lord Tenebross… le he… fallado…" - dijo su cuerpo se disolvía en la tierra, dejando sólo un Fragmento de Sombras en su lugar.

- "¡Bien, lo logramos!" - dijo Inuyasha mientras Gerardo caía al suelo de rodillas jadeando y los restos de su armadura se desvanecían.

- "Nos costó trabajo, pero lo conseguimos" - dijo Gerardo mientras le sonreía a Inuyasha, habiendo clavado su espada en el suelo para poder sostenerse - "¿Vamos a revisar cómo están los demás?" -

- "Sí, espero que no les haya pasado nada"- dijo Inuyasha mientras veía como Gerardo estaba usando su Healing Water para recuperar una pequeña parte de sus fuerzas - "¿Puedes caminar por ti mismo?"-

- "Sí, gracias a que me acabo de curar algunas heridas" - dijo Gerardo poniéndose en pie - "Solo dame un momento…" -

Después de que Gerardo recogió el Fragmento de Sombras y lo puso en una Bolsa de Luz, corrieron para ir a ver a los demás. No hace falta decir que estuvieron sorprendidos al ver a Gabriela transformada en su forma de Semidragón.

- "¿¡Ya alcanzaste ese nivel!?" - preguntó Gerardo con los ojos como platos.

- "Sip. Sólo hice esto porque me enfurecí con Tenebross…" - dijo ella; y entonces comenzó a brillar y regresó a su aspecto normal después de algunos segundos - "Uh, parece que ya gasté todas mis energías…" -

- "Y ustedes dos sí que terminaron apaleados, ¿eh?" - dijo Shippou observando las heridas que Gerardo e Inuyasha tenían.

- "Sí, vaya que fue un adversario difícil" - dijo Gerardo poniendo su mano detrás de su cabeza.

- "Uhh... Gerar... ¿no usaste tu forma de Semidragón?" - le preguntó Gabriela preocupada.

- "Ugh... no, no la usé..." - dijo Gerardo sintiendo como se le iba toda la sangre de la cabeza - '¿¡Como fui tan estúpido como para no pensar en eso!?' -

- "Bueno, no importa... ¿pero al menos usaste las alas de tu armadura para sacar ventaja?" - le preguntó Gabriela.

- "No pensé ... en eso tampoco ..." - respondió él mientras bajaba la mirada - 'Maldición... tiene razón. La batalla habría sido más corta y no hubiéramos resultado tan gravemente heridos si hubiera hecho eso...' -

- "Mi respeto por él se ha reducido mucho ..." - dijo Shippou decepcionado.

- "Tú ..." - dijo Inuyasha enojado mientras crujía sus nudillos.

Gerardo cayó en un rincón de depresión.

- "Soy inútil... soy un idiota... no puedo hacer nada sin cometer errores estúpidos..." - dijo mientras permanecía acurrucado en él y dibujaba círculos con el dedo en el suelo.

- "Oh, vamos; ¡no exageres!" - dijo Kagome riendo.

- "¡Cierto, Gerar! ¡Sal de eso!" - dijo Gabriela mientras saltaba hacia él para sacar a Gerardo de su pequeña depresión. Sango, Shippo y Kagome se rieron al ver esta pequeña escena.

- "Bueno, solo necesitamos despertar a Miko ahora para dejar este lugar..." - dijo Miroku cuando el pequeño acto de comedia había terminado - "Pero... ¿cómo deberíamos hablar con ella?" -

- "Va a ser difícil... no sería extraño que quisiera seguir huyendo de nosotros..." - dijo Gerardo mientras él y los demás se acercaban a ella y la miraban con tristeza.

En ese momento, Miko se despertó y se sobresaltó debido a que tenía el cuerpo de Kagome a su lado y al resto del grupo frente a ella.

- "Qué... ¿¡qué hacen aquí!?" - les preguntó asustada mientras se ponía de pie de un salto y rodeaba su cuerpo con sus brazos.

- "Miko, por favor... escúchanos primero..." - suplicó Sango - "No interferiremos si quieres que te dejemos en paz, pero... es importante que escuches lo que queremos decirte primero..." -

- "P-pero... ¿No necesitaban que desapareciera para que Kagome volviera a la normalidad?" - dijo Miko temblando mientras comenzaba a derramar lágrimas nuevamente.

- "Nunca dijimos eso..." - dijo Kagome mientras comenzaba a llorar de nuevo.

- "Y mejor cállate y escucha" - dijo Inuyasha. Su falta de tacto estaba saliendo a la luz nuevamente, pero no podía soportar verlas a ella y a Kagome llorando - "O lo lamentarás..." -

Miko se calló y se sentó en el suelo. Ella dejó de sollozar, pero parecía que era más como si estuviera conteniendo las lágrimas.

- 'No puede ser más brusco... no debería haberlo dicho así...' - pensó Sango mientras miraba a Inuyasha irritada, quien solo se dio la vuelta.

- "Déjenme intentar arreglar mi error..." - dijo Gerardo mirando a los demás con arrenpentimiento, y luego se volvió hacia Miko - "Miko... lo siento por decir que no eras real... eres una persona real, y existes dentro de Kagome... "-

- "¿Eh? Qué quieres decir?" - preguntó Miko confundida - "¿Es posible existir dentro de otra persona?" -

- "Eso significa que incluso si no tienes un cuerpo real, tienes una conciencia y una personalidad propias, separadas de Kagome, incluso si vives dentro de su mente" - explicó Gerardo.

- "Eso es cierto... es por eso que decidí beber el agua sin usar el medallón que restaura mis recuerdos..." - dijo Kagome con los ojos llenos de lágrimas - "Fue para que pudieras salir y disfrutar del mundo por un rato... Y además, siempre pude sentir tu presencia dentro de mí... "-

- "Ella también quería hacerte salir ayer para que pudieras jugar un poco, pero se habría vuelto muy complicado debido a muchas cosas, y por eso al final decidió no hacerlo" - agregó Gabriela con una sonrisa.

- "Pero... ¿no iba a desaparecer si volvía a ella?" - preguntó Miko asustada.

- "No lo creo. Si tu personalidad estuvo latente dentro de Kagome todo este tiempo, seguirá siendo así cuando vuelvas a ella" - dijo Gerardo con voz resuelta.

- "Y además, ¿qué prefieres?" - preguntó Gabriela - "¿Continuar perdida en este mundo, sin ningún lugar donde puedas ir, o quedarte con nosotros? Somos tus amigos, ¿recuerdas? Siempre querremos tenerte con nosotros" -

- "Nunca querríamos hacer algo que te lastime, Miko" - dijo Shippou triste - "Por favor, vuelve..." -

- "Pero no puedo obligarte a elegir..." - dijo Kagome sonriendo - "Así que te dejaré decidir lo que harás, y te apoyaré independientemente de lo que sea" -

- "Está bien, gracias..." - dijo Miko mientras se alejaba un poco para pensarlo. Se detuvo en el borde de la meseta mirando el paisaje: un gran bosque que terminaba en una llanura que se extendía hasta el horizonte, y un poco hacia el este, podía ver la aldea de Kaede a lo lejos.

- 'Miko, por favor... elige lo que sientas que te hará más feliz... lo que realmente quieras hacer...' - pensó Kagome mientras la miraba. Los otros hicieron lo mismo y permanecieron en silencio.

Después de unos minutos, Miko asintió para sí misma y volvió a los demás para decirles lo que decidió:

- "He tomado una decisión..." - dijo Miko con una cara seria, que luego cambió a una sonrisa - "¡Me quedaré con ustedes!" -

Inmediatamente, todos se llenaron de alegría y se chocaron entre sí en un intento de abrazarla en grupo, durante el cual todos lloraron de felicidad por ella. Después de que las emociones se calmaron un poco y se separaron, Gerardo caminó hacia ella con algunos objetos en sus manos.

- "Por cierto, creo que perdiste esto" - dijo Gerardo mientras le devolvía el arco, el carcaj, las zori y las tabi que Naraku le había quitado - "Naraku los dejó caer mientras huía" -

- "¡Gracias! Pero, ¿Naraku era ese hombre alto y de cabello negro que se hacía llamar Kagewaki?" - preguntó Miko mientras volvía a ponerse las zori y las tabi, y le daba el carcaj y el arco a Sango.

- "Sí. Es un youkai malvado que ha engañado y manipulado a las personas para que les ayuden con sus trucos sucios, y nos ha hecho cosas terribles a todos" - dijo Sango.

- "Qué ruin..." - dijo Miko mientras hacía un puchero enojada antes de cerrar sus manos en puños y mover sus brazos hacia abajo - "¡Entonces, tengo que ayudarles a derrotarlo! ¡No puedo quedarme quieta mientras luchan contra ese malvado!" -

- "Me alegra oírte decir eso, y gracias..." - dijo Kagome mientras se acercaba a su cuerpo y sacaba su mochila de su Dragtemn para sacar su medallón de memoria. Lo encontró roto por la mitad, pero no se sorprendió cuando lo vio, ya que tenía la sensación de que algo así habría sucedido cuando se separaron. Luego agarró ambas piezas y le dio una a Miko: "Miko... juntemos las dos mitades de este medallón y hagamos que simbolice los lazos que compartimos... ya que las dos somos como hermanas... las dos partes que forman quien somos…" -

Miko asintió con una sonrisa. Luego juntaron las dos mitades del medallón, y cuando hicieron contacto, el medallón comenzó a brillar. Una vez que el brillo se apagó, el medallón volvió a estar entero, pero ahora era diferente: la esmeralda en su centro tomó la forma de una aguja y aparecieron seis inscripciones a su alrededor, dándole una apariencia similar a un dial. Las inscripciones decían lo siguiente, en sentido de las agujas del reloj y comenzando donde un reloj marcaría las doce: かごめ (Kagome), みこ (Miko), 別 (Separación), 封印 (Sello), 封印解除 (Remover Sello) y 特別(Separación especial).

- "Qué extraño ..." - dijo Kagome mientras miraba el medallón con los ojos muy abiertos - "Tiene nuestros nombres en él, y muchas otras cosas" -

Mientras lo revisaban, la parte que leía Sello de las inscripciones cambió a 記憶封印 (Sello de Memoria).

- "Parece que ese medallón es más que un restaurador de memoria ahora" - dijo Gerardo mientras él y los demás lo miraban sorprendidos.

- "Nos preocuparemos por eso más tarde" - resopló Inuyasha aburrido, para luego mirar a Kagome y Miko con una cara preocupada - "Kagome... tú y Miko deberían volver a tu cuerpo ahora" -

- "Tienes razón... Miko, ¿estás lista para volver?" - preguntó Kagome suavemente después de que ella puso el medallón alrededor del cuello de su cuerpo.

- "Sí... onee-san" - dijo Miko sonriendo mientras ambas se tomaban de las manos, durante lo cual Kagome sintió una pizca de felicidad cuando Miko la llamó de la manera que lo hizo. Luego tocaron el cuerpo de Kagome al mismo tiempo. Al hacer esto, ambas se convirtieron en estelas de luz azul y rosa, que volaron encima del cuerpo por unos instantes antes de entrar a él. Entonces, Kagome abrió sus ojos.

- "¿Estás bien?" - preguntó preocupado Gerardo.

- "¿¡No te pasó nada!?" - preguntó Inuyasha mientras los demás la miraban expectantes.

- "No, estoy bien" - dijo Kagome sonriendo mientras se levantaba, a lo que los demás suspiraron y sonrieron aliviados en respuesta - "Pero me siento un poco extraña..." -

- "Lo mismo va para mí, onee-san..." - dijo la voz de Miko. Todos se asustaron y comenzaron a mirar frenéticamente a su alrededor.

- "¿¡Miko!?" - preguntó Inuyasha - "¿¡Dónde estás!?" -

- "Estoy aquí, al lado de onee-san..." - dijo Miko mientras un pequeño fantasma con su forma apareció junto a Kagome con una sonrisa en su rostro.

- "¿Ahora puedes hablar y podemos verte a pesar de que estás dentro de la mente de Kagome-sama?" - preguntó Miroku asombrado.

- "Parece que sí, y es muy raro... pero, onee-san..." - dijo Miko mientras cerraba los ojos y sonreía. Luego abrió los ojos y exclamó alegremente - "¡Puedo verlos! ¡Puedo ver todos tus recuerdos...! Mi... no, nuestra familia... nuestros viajes... ¡puedo ver todo lo que has vivido hasta ahora!" -

- "¿Qué? ¿Pero cómo?" - preguntó Kagome sorprendida, ya que Miko no podía ver ninguno de sus recuerdos antes.

- "Es por el medallón... ese medallón que tienes... se llama Medallón del Vínculo..." - dijo la voz de Iadlast desde el cielo. Luego apareció acompañado de Illyusea delante de ellos.

- "¡Lord Iadlast, Lord Illyusea!" - dijeron Gerardo y Gabriela mientras ambos se arrodillaban ante ellos - "¡No esperábamos verlos aquí!" -

- "Vinimos para felicitartarlos a ti y a tu hermana por haber alcanzado el nivel de Semidragón, y para explicarles sobre el medallón que lleva su amiga..." - dijo Illyusea.

- "Dijo que se llamaba Medallón del Vínculo, ¿cierto? ¿Iadlast-sama?" - preguntó Miroku mientras él y los demás se sentaban.

- "Eso es correcto. Tiene ese nombre debido a que ese medallón tiene el poder de crear un vínculo entre las almas y las personalidades cuando una persona tiene más de una habitando dentro de sí" - dijo Iadlast - "Es por eso que Miko es ahora como un fantasma flotando al lado de Kagome, y es debido a ese mismo poder que se pudo establecer una conexión entre ustedes que les permite a las dos compartir recuerdos entre sí"-

- "Pero... ¿por qué se crearon estos medallones en primer lugar?" - preguntó Kagome.

- "Si alguna vez vienen a Dragonia, se los mostraremos..." - dijo Illyusea con voz misteriosa.

- "Está bien, está bien... pero ¿cómo funciona?" - preguntó Inuyasha.

- "Es muy simple. Kagome, ¿podrías cambiar la aguja de esmeralda a la segunda posición?" - preguntó Iadlast.

- "Está bien" - dijo Kagome mientras movía la aguja a la posición en la que estaba escrito el nombre de Miko y comenzó a brillar. Al instante siguiente ella era el fantasma mientras que Miko era la sólida.

- "Whoa, ¿qué pasó?" - preguntó Miko sorprendida mientras se miraba las manos.

- "El medallón les permite cambiar de una personalidad a otra cuando lo deseen, por lo que ya no necesitas beber el Agua del Reinicio para que Miko salga" - dijo Illyusea mientras Miko se regocijaba y Kagome suspiró aliviada - "Y ese no es su único uso... prueba la siguiente posición"-

Trasladaron la aguja al marcador de Separación, y al siguiente instante, tanto Kagome como Miko estaban sólidas. Sin embargo, esta vez Kagome terminó con su edad reducida a la misma que tenía Miko y estaba usando exactamente la misma ropa que tenía cuando fue expulsada de su cuerpo. Ambas llevaban una copia del medallón en el cuello.

- "Esta otra posición divide sus almas y tu cuerpo, por lo que la de mayor edad perderá parte de su edad para darle una forma física a la menor. Y como has visto, no tienen que preocuparte por la ropa, ya que el medallón recuerda la ropa que usaste por última vez cuando cambiaste de forma "- dijo Iadlast -" Sin embargo, no aconsejo usar la posición de Sellado por ahora... "-

- "¿Por qué? ¿Qué pasaría si lo hicieran?" - preguntó Gabriela.

- "Si lo hacen mientras están unidas, hace que la mitad en forma espectral caiga en un sueño profundo hasta que el medallón se cambie a la posición Remover Sello, y si lo hacen cuando están separadas, sellará la memoria de quien lo cambió a esa posición" - dijo Iadlast en un tono serio - "Es por eso que aconsejo no usarla demasiado. Y de todos modos, cuando están unidas, la que está en forma espectral solo necesita dormir, ya que las otras necesidades son cubiertas por la que tiene forma física "-

- "¿Y la separación especial?" - preguntó Miko mientras revisaba el medallón.

- "Ambos pongan el medallón en esa posición, por favor" - dijo Iadlast.

Ambas hicieron lo que se les indicó, y al instante siguiente, Kagome había vuelto a su edad normal, vistiendo su uniforme escolar, aunque comenzó a sentirse cansada.

- "Como pueden ver, la separación especial les permite separarse sin que Kagome tenga que renunciar a una parte de su edad. Sin embargo, se alimenta de sus poderes espirituales a cambio de que Miko pueda tener un cuerpo físico, así que úsenlo con cuidado" - explicó Illyusea.

- "Y el medallón que su amigo Inuyasha lleva también puede tener estas funciones, ya que su alma y su mente también están divididas" - dijo Iadlast mientras miraba a Inuyasha.

- "¿¡Qué!?" - preguntó Inuyasha mientras enviaba una mirada incrédula a Iadlast.

- "Eso es correcto, ya que también bebiste el Agua del Reinicio. Para activarlo, solo tienes que hacer que el medallón de Kagome haga contacto con el tuyo" - dijo Iadlast - "Una vez que lo hagan, tu forma más joven comprenderá de inmediato lo que está sucediendo y conectará sus recuerdos con los tuyos, así que se ahorrarán el sufrimiento que tuvieron que pasar con Miko" -

Kagome volvió a poner su medallón en su posición inicial y luego caminó hacia Inuyasha. Como Inuyasha era reacio a permitirle hacer esto, tuvo que recurrir a la pequeña palabra que hizo que él y Gerardo comieran tierra, pero al final logró tocar el medallón de Inuyasha con el suyo.

Al momento siguiente, el medallón de Inuyasha brilló y tomó una forma similar a la de Kagome, la única diferencia siendo que las inscripciones para los nombres de Kagome y Miko decían en cambio 犬夜叉 (Inuyasha) y 幼い犬夜叉 (Inuyasha Niño).

- "¿Y hay alguna diferencia entre ellos para la separación especial?" - preguntó Miroku - "Como Inuyasha no tiene poderes espirituales..." -

- "Son más o menos lo mismo, excepto por el hecho de que su medallón se alimenta de su energía demoníaca para eso, por lo que tendrán que ser aún más cuidadosos. Si sus poderes se anulan por cualquier razón, comenzará a alimentarse de su fuerza vital" - dijo Illyusea - " De todos modos, esperamos que estos medallones les sean útiles de alguna manera" -

- "Y tal vez seamos capaces de otorgarles algo aún mejor la próxima vez que nos veamos" - dijo Iadlast mientras él e Illyusea se elevaban en el aire y comenzaban a brillar - "Nos encontraremos de nuevo" -

- "Traten de no esforzarse demasiado. La seguridad de los mundos es importante, pero su propia seguridad también es muy importante. Y no se preocupen por haber perdido ese Fragmento de Sombras hoy, ya que tendrán la oportunidad de recuperarlo y quitarle a Naraku y Tenebross los que tienen en su poder" - dijo Illyusea mientras él e Iadlast desaparecían - "Les deseamos buena suerte en sus viajes" -

- "Inuyasha-nii" - dijo una voz risueña junto a Inuyasha - "Esto es bastante extraño, pero en realidad también es muy divertido..." -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha mientras aparecía la forma espectral de su yo más joven - "¿¡Tú también!?" -

- "Sí, pude despertar gracias al medallón, así que creo que no tendremos ningún problema para pelear juntos ahora, ¿verdad?" - dijo el Inuyasha niño con una sonrisa.

- "Si tu lo dices, siempre y cuando no nos causes ningún problema" - dijo Inuyasha un poco molesto y avergonzado - "¿Y cómo deberíamos llamarte?" -

- "¿Eh? ¿Por qué dices eso?" - preguntó el Inuyasha niño - "¿No tenemos el mismo nombre?" -

- "¡Es exactamente por eso!" - respondió Inuyasha irritado - "¡Confundiremos a todos si lo dejamos así!" -

- "Tienes razón... entonces, ¿está bien si sólo me llaman Yasha?" - preguntó el Inuyasha niño.

- "Creo que sí... pero ¿por qué elegiste ese nombre?" - preguntó Inuyasha perplejo.

- "Bueno, soy tu yo más joven, ¿verdad? Creo que una forma más corta de nuestro nombre estaría bien para mí... y además, no quiero que nadie me llame perro..." - dijo su yo más joven - "Entonces, ¿está bien?" -

- "Sí, creo que suena bien... bienvenido al grupo, Yasha..." - dijo Inuyasha con una sonrisa. Al momento siguiente, la inscripción en la segunda posición de su medallón cambió de Inuyasha Niño a 夜叉 (Yasha).

- "Je, al menos podemos distinguirlos ahora" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "Y eso no es todo. Yasha se ve un poco más inteligente que antes" - dijo Miroku mientras miraba cuidadosamente la cara de Yasha.

- "¿Realmente lo cree, Miroku-sama?" - preguntó Yasha con una sonrisa.

- "¡Sí! Tal vez ayudarás mucho a Inuyasha mientras estés en esa forma" - dijo Sango sonriendo.

- "¡Yay! ¡Haré todo lo que pueda para ayudar!" - dijo Yasha mientras saltaba hacia arriba y abajo.

- "Creo que tendrás que hacerle caso" - dijo Sango a Inuyasha mientras se reía.

- "Lo sé..." –dijo Inuyasha exasperado.

- "Entonces, ¿volvemos a la aldea?" - preguntó Shippou al ver cómo se estaba poniendo el sol - "Ya está oscureciendo..." -

- "Es verdad. Mejor nos ponemos en marcha" - dijo Kagome para luego dirigirse a Miko - "Miko, te dejaré salir en la aldea para que puedas jugar un poco, y en cuanto volvamos a casa, te presentaré a nuestra familia, ¿de acuerdo? -

- "¡Yay! ¡Gracias, onee-san!" - dijo Miko muy contenta.

- "Está bien, ¡volvamos entonces!" - dijo Gerardo alegremente. Luego empredieron el trayecto de vuelta a la aldea.

(Fin del Capítulo)

(Ending: Emerald Green - See-Saw)

domingo, 21 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 14

Capítulo 14:

La Compresión del Tiempo

(Opening: Omoide ga Ippai - CoCo)

Al regresar a la aldea, Gerardo les pidió a todos que se alejaran por un rato y que sacaran a todos los niños que no habían sido rejuvenecidos por la maldición que Naraku y Kagura lanzaron sobre la aldea. Una vez completada la tarea, invocó su armadura de dragón…

- "Creo que será mejor que dejemos a Kaede así hasta que haya asimilado todo lo que le dijo Kikyou" - dijo Gerardo.

- "¿Tienes alguna idea de cómo regresar a todos los demás a la normalidad?" - le preguntó Miroku.

- "Sí, aunque de momento es sólo una teoría que no ha sido probada y que no estoy seguro de que funcione. Necesitaré un poco del agua que usan para regresar a la normalidad para probarla, pero creo que tiene buenas probabilidades de funcionar" - respondió Gerardo mientras Kagome sacaba la botella que contenía el brillante líquido azul de su mochila. Gerardo sacó una pequeña parte del agua de la botella y la enrolló en una burbuja que mantuvo levitando frente a sí mismo.

- "¡Ah! ¿Planeas usar tu hechizo Healing Rain?" - le preguntó Kagome con una sonrisa.

- "Adivinaste. Como la maldición que Naraku le puso a la aldea no es tan fuerte como la que te puso a ti, debería ser fácil deshacerla de este modo" – respondió Gerardo mientras comenzaba a elevarse en el aire - "Ahora, todos aléjense para que no los atrape la lluvia y pongan un par de barreras por si las dudas" -

Los demás obedecieron sus indicaciones, alejándose de los límites de la aldea. Luego, Miroku y Gabriela pusieron una barrera cada uno alrededor del grupo.

- "Bueno, hora de poner a prueba mi teoría" – se dijo Gerardo mientras cambiaba el modo de su armadura a placa completa cerrada, de modo que el agua no se filtrase a través de ella.

Al instante siguiente, empezó a agitar la espada en circulos para acumular agua y formar una gran esfera azul oscura sobre él para luego fundir la burbuja de agua mágica con la esfera, cambiándole el color a un azul brillante - "Ist Garrse, ah... Leiya Iadlast, VulualwaeSa Zosph Wihatslag Oli Zosph Uklyaar, Oli Quieralm Ealzet Zosph Phiapz Ical... Healing Rain!" -

Cortó la burbuja en dos y batió las alas para esparcir más el agua de la lluvia, de modo que alcanzase todos los rincones de la aldea. Los aldeanos comenzaron a regresar a la normalidad conforme los bañaba la lluvia, atravesando los techos como lo hizo la maldición de Naraku, y para el momento en que la llovizna había cesado, todos habían regresado a sus edades reales.

- "¿Qué pasó aquí?" -

- "Me sentí como si hubiese dormido durante días" -

- "Soñé que era niña de nuevo" -

Tales eran los comentarios de los aldeanos confundidos que se escuchaban por todas partes. Al final, los niños de la aldea se reencontraron con sus familiares en abrazos llenos de lágrimas alegremente, haciendo que todo finalmente recuperara su estado de siempre. Excepto…

- "Ya veo, así que eso fue lo que ocurrió estos últimos días... Lamentamos haberles causado tantos problemas..." - dijo el jefe de la aldea, Rikiichi, luego de que el grupo le hubo explicado todos los eventos que tuvieron lugar recientmente - "Pero... ¿Dónde está Kaede-sama?" -

- "Se encuentra con nosotros, pero decidimos dejarla como se encuentra actualmente por un poco más de tiempo para que su personalidad no desestabilice" - dijo Miroku mientras le mostraba a la pequeña Kaede que dormía en los brazos de Kagome. Su cara todavía mostraba la gran tristeza que recibió por lo que le dijo Kikyou.

- "Muy bien, Houshi-sama" - le dijo Rikiichi en un tono comprensivo - "Asumiré el liderazgo de la aldea hasta que Kaede-sama esté en condiciones de asumir sus responsabilidades de nuevo" -

- "Y espero que no les importe si ayudamos a Kaede-sama a que se recupere" - dijo Asagi con una sonrisa, la cual era compartida por los otros niños de Hourai.

- "Sería un honor dejarla a su cuidado, chicos" - les dijo Gerardo con una sonrisa, el cual ya había quitado su armadura. Los demás miembros del grupo estaban de acuerdo con el plan también - "Como hicieron tan buen trabajo uniendo fuerzas con los niños de la aldea para cuidar a sus parientes durante el tiempo que estuvimos fuera, podemos confiarles su seguridad. Gracias de antemano" -

- "¡Por nada!" - dijo Ai esbozando una gran sonrisa.

Kagome, Gerardo, Gabriela e Inuyasha luego se despidieron de todos y fueron hasta el pozo para regresar a la época actual, para darle las buenas noticias a la familia de Kagome de que ella había regresado a la normalidad…

Pasaron tres días; y así... Gerardo y Gabriela fueron por un día a su casa a descansar, le informaron a sus padres sobre la entrevista que Gerardo tendría y le informaron a las escuelas a las que asistían, así como a sus familiares y amigos que se irían a estudiar a Japón.

A la entrevista lo acompañaron la familia de Kagome, su propia familia y también Inuyasha. Gracias al apoyo extra, no tuvo problemas en pasar la entrevista, y entre sus conocimientos, el tiempo que paso estudiando y la sabiduría extra que recibió de Iadlast, no tuvo mucho problema con los exámenes. Gracias a esto, fue aceptado en la escuela de Kagome como estudiante de último año de secundaria. Todos se regocijaron con la noticia. Del mismo modo, aprovecharon la ocasión para inscribir a Gabriela en la misma primaria en la que estudiaba Souta, a fin de evitar problemas posteriores.

Un día después de todos esos sucesos, Gerardo, Kagome y Gabriela estaban en la sala de la casa de Kagome, preparando el equipaje para continuar su travesía…

- "Estos últimos días fueron estresantes, pero al menos logré entrar. ¡Y la mejor parte es que no tendré que ir a clases hasta septiembre!" - dijo Gerardo mientras se estiraba. En ese momento vestía una camisa azul y un pantalón blue jean.

- "¡Sabes que pienso que es genial también! Pero ya va siendo hora de que regresemos a la era Sengoku, ¿no?" - dijo Kagome mientras terminaba de preparar su mochila y la cerraba.

- "Es cierto. Mejor nos vamos antes de que…" - dijo Gerardo riéndose, pero no tuvo tiempo de terminar la frase.

- "¡Oigan! ¿Piensan volver algún día?" - dijo Inuyasha mientras entraba a la sala para ver que estaban haciendo. La madre de Kagome estaba de compras, el abuelo estaba limpiando el templo; y Souta y Gabriela estaban jugando videojuegos en su cuarto.

- "Ya íbamos de regreso cuando llegaste" - dijo Kagome suspirando.

- "Bueno, déjenme un segundo para que Gabriela y yo nos cambiemos de ropa antes de regresar" - dijo Gerardo sacando su kimono de su Dragtenm para luego ir al baño. Cuando regresó, Souta y Gabriela también estaban esperándolo en la sala, la segunda ya vestida con su kimono blanco.

- "¿Y cómo ha estado Kaede desde que nos fuimos?" - preguntó Kagome.

- "Ha estado algo deprimida desde que se despertó. Sus memorias parecen estar despertando, pero aún tiene problemas aceptándolas" - respondió con una expresión algo apesadumbrada.

- "No me extraña. En vista de cuan shockeada estaba, eso no es algo alguien pudiese superar en unos cuantos días" - comentó Gerardo mientras ataba su espada a su cintura.

- "Bueno… ¿Les parece bien si nos vamos ya?" - preguntó Gabriela con una sonrisa.

- "Volverán pronto, ¿verdad?" - les preguntó Souta alegremente.

- "Por supuesto, no podemos estar todo el tiempo peleando contra monstruos" - dijo Gerardo mientras salían de la casa. Al poco rato cruzaron el pozo y se encontraron de nuevo la era Sengoku.

- "¡Bienvenidos de vuelta!" - los saludó Miroku cuando los vio salir. Aparentemente, tanto él como Sango y Shippou los habían estado esperando desde que Inuyasha había ido por ellos.

- "Hola a todos" – los saludó Gerardo mientras agitaba la mano en dirección a ellos - "¿Y cómo ha estado todo desde que nos fuimos?" -

- "No ha habido nada digno de mención. Solo que ahora la aldea ya no tiene más la protección de Kaede y perdió parte de su sabiduría… pero es mejor que se quede como niña por ahora. Pensamos que sería peligroso regresarla a su edad real mientras todavía sigue confundida" - dijo Sango con una expresión preocupada.

- "¿Y qué hay de Sesshomaru, Rin, Jaken, Kouga y Ayame?" - preguntó Kagome cuando notó que no estaban por ninguna parte.

- "Mejor olvídalos, Kagome" - dijo Inuyasha cruzándose de brazos - "Sesshomaru y sus acompañantes decidieron continuar viajando lejos de nosotros, mientras que el tonto de Kouga y su novia regresaron a sus madrigueras cuando regresé de acompañarlos en el viaje de vuelta" -

- "Creo que eso significa que nosotros seremos los únicos en seguir el viaje para vencer a Naraku y a Tenebross, ¿eh?" - dijo Gabriela suspirando decepcionada.

- "Ni modo. Ese es nuestro deber" - dijo Shippou negando con la cabeza y encogiéndose de hombros con una expresión seria.

- "¿Continuamos nuestro viaje ahora mismo, entonces?" - preguntó Gerardo con una sonrisa.

- "¡Claro que sí! ¡Ese par de imbéciles deben haber estado aprovechando los cuatro días que estuvieron resolviendo asuntos en la otra época!" - dijo Inuyasha resoplando.

Mientras tanto…

- "Por lo que veo nuestros planes no han sido más que un rotundo fracaso uno tras otro" - dijo Naraku mientras observaba a sus enemigos salir de viaje.

- "Sí, no tramamos con suficiente cuidado nuestras artimañas. Por ahora deberíamos dejar a Kagome para después y enfocarnos en aniquilar al núcleo de su grupo" - dijo Tenebross siniestramente.

- "La clásica estrategia de ¨matas a los más fuertes y el grupo se desmorona¨," - dijo Naraku entre sus clásicas risas malévolas - "Te refieres a matar a Inuyasha y a Gerardo, ¿no es así?" -

- "Exacto. Así los demás serán presa fácil para nosotros; y se me acaba de ocurrir la forma perfecta de deshacerme de esos tontos…" - respondió para después hacer aparecer un círculo verde enfrente de él - "Ist Ukuak Chelkre Kiols Ilg Ical, Oli Couma Cust Phaph FaleaRe Necla Ical!" -

Del círculo salió una brisa negra que luego tomó forma de un demonio alto, cubierto totalmente por una túnica con capucha de color verde, detrás de la cual brillaban siniestramente dos ojos rojos.

- "Amo, espero sus órdenes" - dijo el demonio con voz grave.

- "Kazein, te ordeno que manipules la mente de Gerardo para que haga una tontería que le cueste la vida a él y a Inuyasha; y si con eso te deshaces también de todo su grupo, mejor aún…" - le ordenó Tenebross.

- "Entendido, Lord Tenebross…" - dijo Kazein inclinándose - "Le juro que cumpliré a cabalidad sus órdenes" -

- "Sin embargo, te doy una condición para este trabajo: asegúrate de que no muera la muchacha de los poderes sagrados. La necesitamos con vida" - dijo Tenebross mientras sus ojos malignos se ensanchaban.

Kazein asintió para indicar su aceptación y luego se desvaneció en una débil ráfaga de viento.

- 'Que patético...' - pensó Kagura - 'Es similar a mí en que es una criatura del viento, pero él no conoce lo que significa la libertad y en su lugar sigue atado a su amo como si fuera un perro con correa' -

Inuyasha, Gerardo y los demás estaban en ese momento cruzando una explanada que estaba entre dos bosques, pero luego empezó a soplar un viento ominoso.

- "Algo me está dando un mal presentimiento…" - dijo Inuyasha preparándose para la batalla - "Todo este viento apesta a Naraku…" -

- "¿Crees que sea Kagura?" - le preguntó Kagome con aprensión.

- "No, también tiene mezclado el olor de Tenebross y huele diferente a la esencia de Kagura" - respondió Inuyasha mientras apretaba sus colmillos.

- "Pero no cabe duda de que es un monstruo de viento" - dijo Gerardo mirando al horizonte con una expresión seria. Sin embargo, en ese momento fue abofeateado por una ráfaga de viento que le atravesó la cabeza. No tuvo heridas visibles, pero se veía como si estuviese bajo hipnosis, con la mirada perdida y los ojos nublados.

- "Gerar… ¿Te encuentras bien?" - le preguntó Gabriela preocupada, lo cual atrajo también la atención de los demás.

- "Si, Gaby… Me encuentro bien…" - dijo Gerardo sonando extrañamente distante - "Y se me acaba de ocurrir una idea para ponerle fin a esto de inmediato…" -

- "¿De qué locura estás hablando?" - preguntó Inuyasha, ya que las palabras de Gerardo le habían dado curiosidad a todos.

- "Ya les mencioné previamente cuáles son los seis elementos básicos, ¿verdad? Pero no he dicho nada sobre el resto de la escala elemental" - dijo Gerardo burlonamente.

- "Gerar... de verdad, ¿estás bien? Estás actuando... raro..." - dijo Gabriela preocupada.

- "Sí... ese tipo de actitud no es propia de él..." - dijo Sango con una mirada de angustia.

- "De cualquier modo, escuchemos lo que tiene que decir" - dijo Inuyasha con una sonrisa - "Si podemos acabar con esos bastardos ahora, mejor aún" -

- "Ya veremos que hacer con esa actitud tuya luego. Así que por favor, explícanos con más claridad eso de los elementos" - le pidió Miroku.

- "Muy bien. Aparte de los seis elementos principales, están tres elementos secundarios: Naturaleza, Trueno y Hielo, los cuales nacen de los seis principales; tres atributos: Sol, Luna y Estrellas, los cuales son elementos nacidos de Voluntades de otros planetas y estrellas aparte del nuestro, dos elementos prohibidos: Sombra y Veneno, que ningún ser vivo debe manejar jamás; y por último, tenemos el Elemento Definitivo: el Tiempo" - explicó Gerardo.

- "Hmm, eso de los atributos me intriga un poco... ¿Voluntades de otros planetas?" - preguntó Miroku.

- "Bueno, sí... En nuestra era, se descubrió hace mucho tiempo que hay otros planetas allá afuera aparte del nuestro. Sin embargo, nadie sabe si hay vida en ellos o no" - explicó Kagome con una sonrisa.

- "Ya veo... Y entonces, ¿qué hay con el Elemento Definitivo?" - preguntó Sango.

- "Es el elemento que se crea de la unión de todos los demás, a excepción de los prohibidos; y solo puede ser manipulado por los dioses dado su inmenso poder, o por el dragón supremo… Infiny" - dijo Gerardo mientras exhibía una sonrisa demente.

- "¿Y cómo podemos llamarlo?" - preguntó Kagome dando una palmada de la emoción - "¡Si el elemento Tiempo es tan poderoso, entonces podríamos ganar esta batalla fácilmente!" -

- "He, he, he, he… no podemos llamarlo, porque no existe…" - dijo Gerardo, pero antes de que pudieran decirle algo, añadió: - "Y eso es porque nosotros debemos crearlo al fusionar los elementos sobre los que tenemos poder en un solo ser" -

- "¿Quieres decir que nos fusionamos también o algo así?" - preguntó Shippou.

- "Eso mismo. Si quieren, podemos intentar la fusión ahora mismo" - dijo Gerardo.

- "Bueno, no perdemos nada con probarlo" - dijo Miroku encogiéndose de hombros. Los demás asintieron, sin sospechar que ya habían caído directo en la trampa de Tenebross.

Luego de unos pocos minutos, Gerardo había dibujado una réplica perfecta del Sello Elemental con hielo sobre la hierba y les había pedido a todos que se pararan sobre una parte determinada del emblema de acuerdo a los elementos marcados por los colores de sus Dragtemn.

- "Err… ¿Seguro que es seguro?" - preguntó Shippou empezando a asustarse.

- "Si, no creo que vaya a pasar nada malo" - respondió Gerardo.

- "¡Pero nos faltan varios elementos!" - dijo Gabriela alarmada, mostrando que también sabía bastante sobre esto a pesar de ser tan joven - "¡Tenemos a los seis elementos principales y la Luna, pero nos faltan los tres elementos secundarios, y los elementos Sol y Estrellas!" -

- "No importa. Lo que ya tenemos es suficiente para hacer aparecer a Infiny" - dijo Gerardo mientras se colocaba en el lugar que correspondía al Agua en el emblema.

- "¿Y ahora qué?" - preguntó Inuyasha con los brazos cruzados.

- "Levanten el brazo en el que llevan sus Dragtenms…" - respondió Gerardo. Todos levantaron el brazo mientras que Gerardo y Gabriela se quitaban sus Cristales Seirei del cuello y los sostenían en alto.

- "Zyacc Alttyaok, ah, Leiya Faarsaszyattsei… Jewizdau Dea Iadlast, Efstrian Dea Pirazsyec, Aghihal Dea Kiols, Jedivile Dea Tiarrashe, Ripushial Dea Illyusea, Qafumya Dea Phinambrea, Naseanlia Dea Iadlicae, Wimelia Dea Tiargualh, Rakileim Dea Uzakamre, Vurtfetclee Dea Saetsulia, Wairogir Dea Syohylyou Oli Purofaseith Dea Yastolia, EathSa, Phaph Kyuluphe Razaium Pawatz Dea Myallade Ical… Dragyacch, EathZa! VasamweZa, Infini!" - dijo Gerardo con voz monótona.

(BGM: Kaze no Ryojin – Kow Ohtani)

Tan pronto como terminó, el círculo entero empezó a brillar en varios colores, incluídas las marcas sobre las que estaban parados.

- "Por ahora todo bien…" - dijo Gabriela preocupada, pensando que esto no iba resultar bien.

El brillo de cada marca elemental empezó a aumentar y se escuchó el llanto de un dragón. Luego, todos empezaron a brillar en el color de sus elementos correspondientes mientras el círculo ubicado más al centro del emblema se volvía un vórtice multicolor y empezaba a absorber energía.

Pero entonces, el cielo se oscureció, una descarga eléctrica empezó a recorrer todo el sello y la absorción de energía en su centro empezó a incrementar su fuerza.

- "¿Qué está pasando?" - dijo Inuyasha al ver que una barrera multicolor transparente había rodeado el círculo, haciéndoles imposible el salir de él.

- "¿¡Es esto normal!?" - dijo Kagome asustada mientras se arrodillaba para soportar mejor la succión del centro del sello.

- "¿¡Qué rayos…!? ¡NO!" - dijo Gerardo, como si repentinamente hubiese despertado de lo que hacía. Sus ojos habían recuperado su aspecto normal y él parecía estar aterrorizado - "¡La fusión se salió de control!" -

- "¿¡Qué fue lo que provocó esto!?" - preguntó Miroku mientras clavaba su shakujou en el suelo y lo usaba para mantenerse en su lugar - "¡Esta absorción esta llegando al mismo nivel que la de mi Kazaana!" -

- "¡Como faltan elementos y no poseemos el Corazón de Dragón, la fusión para crear la esencia de Infiny no pudo realizarse correctamente!" - dijo Gerardo espantado.

- "¿¡Y qué sucederá ahora!?" - preguntó Sango asustada, sosteniéndose del Hiraikotsu que tenía clavado en el suelo, al igual que Inuyasha con su Tessaiga.

- "¡No podemos hacer nada! ¡No sé qué irá a pasar!" - respondió Gerardo tan impotente como aterrorizado.

Un gran rayo blanco cayó de un remolino que se había formado en el oscuro cielo, exactamente sobre el centro del sello, rompiendo la barrera y haciendo que todos salieran volando por el impacto mientras gritaban. El impacto también los dejó inconscientes…

(Fin BGM)

Inuyasha se despertó bajo la sombra de varios árboles, un poco cegado por la luz del sol que se filtraba entre las hojas. Lo primero que hizo fue incorporarse, y cuando miró alrededor, vio que a su lado se encontraban varias personas inconscientes: a su lado estaba niña vestida como Miko, descalza y peinada como Sango, con una mochila a su lado y varias cosas apiladas a su alrededor.

También estaban una niña vestida con un kosode rosado y blanco, un anciano que parecía un sacerdote de alto rango ataviado con las mismas ropas que llevaba Miroku, un niño vestido con un kosode azul, una muchacha muy parecida a Kikyou debido a que tenía una apariencia similar y llevaba las mismas ropas, y una criatura parecida a un zorro gigante…

- "¿Dónde demonios estoy ahora?" - se preguntó Inuyasha. Luego se fijó en la niña que tenía más cerca y empezó a zarandearla para que se despertara - "¡Kagome! ¡Despierta, por favor! ¡Vamos, sal de eso de una vez!" -

De tantas agitadas, la niña abrió los ojos y luego…

- "¡ABAJO!" - dijo de inmediato, haciendo que Inuyasha se estrellase contra el suelo. Fue entonces que ella se puso en pie y se cubrió la boca con las manos, dándose cuenta de lo que había hecho - "¿Eh? Inuyasha… ¿te encuentras bien?" -

- "Dime tu qué crees…" - le respondió Inuyasha desde el suelo.

- "Perdóname, es que fue un reflejo, pero… ¿Cómo te convertiste en niño de nuevo?" - preguntó Kagome confundida mientras Inuyasha se ponía en pie de nuevo.

- "¿De qué estas hablando?" - le preguntó Inuyasha espantado - "Tu eres la que…" -

Para no empezar a pelearse, Kagome sacó un espejo de su mochila de inmediato y cuando vieron sus reflejos, ambos soltaron un fuerte grito.

- "¡Maldición! ¡No de nuevo!" - dijo Inuyasha irritado mientras se examinaba a sí mismo.

- "Esto es muy extraño... No recuerdo que nos hayamos tomado el agua, ¡y aún tenemos nuestros recuerdos aunque no llevamos los medallones puestos!" - dijo Kagome mientras se revisaba a sí misma y sus pertenencias. Claro está, sus medallones estaban aún guardados en su mochila - "¡Y mi ropa y peinado se cambiaron por si solos!" -

- "¡Creo que eso tuvo que ver con la estúpida prueba que hizo ese Gerardo!" - dijo Inuyasha tronándose los nudillos - "Cuando lo vea, ¡lo voy a…!" -

- "Contrólate, recuerda que estaba actuando raro, como si estuviese poseído. Pero, ¿quiénes serán estas personas?" - preguntó Kagome mientras miraba a las otras personas inconscientes desparramadas por el claro - "¿No serán…?" -

- "Si, ésta se parece a Sango lo suficiente como para ser ella" - dijo Inuyasha examinando a la otra niña - "Y creo que este viejo feo es Miroku..." -

- "Y esta muchacha…" - dijo Kagome mirándola - "Parece Kikyou, pero su aura…" -

- "¿Qué tiene ella de especial?" - dijo Inuyasha mientras miraba más de cerca a la muchacha, haciéndolo sonrojar. Ya había notado que no se trataba de Kikyou por su aroma y aunque tenía un aroma familiar, su mente no terminaba de acertar respecto a quién era.

- "Su aura no esta hecha de poder espiritual, ¡sino poder sagrado!" - dijo Kagome - "¡Es Gabriela!" -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha espantado.

- "Ugh... Creo que ambos acertaron..." - dijo el niño, el cual acaba de despertarse y se había puesto en pie.

- "Eres Gerardo-kun, ¿verdad?" - le preguntó Kagome para estar segura. El niño era prácticamente igual a Jousui, pero su kosode, el cual era sólo lo suficientemente largo para llegarle hasta poco más allá de las rodillas, parecía estar hecho de telas de menor calidad, no tenía mangas, no llevaba ningún tipo de emblemas o decoraciones y además estaba remendado y parchado en varias partes, además de que no llevaba ninguna clase de calzado. Su aspecto resultaba extremadamente contrastante con la apariencia general de Gerardo, y aunque sus ojos mostraban inteligencia, no era tan notable porque no llevaba sus gafas.

- "Si, soy yo" - dijo el niño con una voz que denotaba una gran vergüenza y tristeza - "Y vaya desgracia en la que hice que cayéramos..." -

Inuyasha fue de inmediato hasta él, lo agarró de la pechera del kosode y lo levantó.

- "¡Inuyasha!" - gritó Kagome asustada.

- "¡Idiota! ¡Tienes que explicarnos porque terminamos así!" - soltó Inuyasha furioso.

Inuyasha esperaba verle por lo menos la mirada desafiante, o su tranquilidad inmutable, como la vez que lo había agarrado de la pechera de su propio kimono cuando se conocieron.

- "¡Te lo explicaré todo!" - le dijo mientras se cubría la cara con las manos y sus ojos empezaban a soltar lágrimas - "¡Pero no me lastimes!" -

Inuyasha se había sorprendido tanto por esto, que lo soltó de inmediato, mientras que Kagome fue hasta él para tranquilizarlo.

- "Creo que te excediste, Inuyasha" - lo reprendió Kagome mientras sobaba a Gerardo en el hombro - "Ya, ya... está todo bien..." -

- "No pensé que reaccionaría tan… patéticamente" - dijo Inuyasha encogiéndose de hombros.

- "Bueno, ¿nos puedes explicar que sucedió?" - le pidió Kagome cuando Gerardo se hubo calmado lo suficiente.

- "Esta bien…" - dijo Gerardo para luego inspirar profundamente - "Debido a que la fusión falló, terminamos causando una Compresión del Tiempo; y bueno… eso nos terminó tragando a todos" -

Inuyasha y Kagome se quedaron confundidos, primero porque Inuyasha no entendía muy bien lo que Gerardo decía; y ambos porque aunque ahora Gerardo no parecía más que un niño llorón, aún era tan inteligente como siempre.

- "¿Qué es eso de la Compresión de Tiempo?" - preguntó Inuyasha.

- "Significa que los tres estados del tiempo: pasado, presente y futuro, se unen en uno solo dentro del sello en el que realizamos la fusión fallida para luego separarse violentamente. Para ponerlo de modo simple, es como si todas las eras se fusionasen en una bomba que explota inmediatamente después de formarse" - dijo Gerardo.

- "Pero, ¿qué tiene eso que ver con que nosotros nos veamos así ahora o haber terminado quién sabe dónde?" - preguntó Kagome.

- "Es porque la Compresión nos envía a una época y lugar al azar, nos cambia la apariencia y las edades, y también puede añadir o borrar recuerdos" - dijo Gerardo.

- "Supongo que eso significa que ahora estamos en otra época…" - dijo Kagome pensativamente.

- "Y por lo que veo tanto sus memorias como las mías siguen intactas" - dijo Gerardo suspirando de alivio.

- "Sí, no hemos olvidado nada" - dijo Inuyasha con una sonrisa arrogante.

- "¿Y aún cargan todas sus pertenencias?" - preguntó Gerardo. Se pusieron a revisarse de nuevo; y al final, pudieron ver que aún tenían todos sus objetos, la única diferencia estando en sus edades y ropas actuales.

- "Y... ¿Hay alguna forma de salir de esto?" - preguntó Kagome temiendo la respuesta.

- "Tenemos que esperar a que los efectos de la Compresión se deshagan por sí solos y nos envíe de vuelta a nuestra época" - dijo Gerardo.

- "Espera, pero eso no significa que nos vamos a quedar así, ¿no?" - preguntó Inuyasha espantado.

- "No, ya que todos los cambios que la Compresión nos causó se anularán por sí mismos cuando cese" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "¿Y cuánto tardará esa estúpida Compresión en desaparecer?" - dijo Inuyasha con una cara de irritación e impaciencia.

- "Puede tardarse unos minutos…" - comenzó Gerardo.

- "O varios años" - dijo Gabriela mientras se incorporaba. Ya llevaba un buen rato despierta, pero se había mantenido inmóvil para escuchar la conversación.

- "¿¡Hermana!?" - preguntó Gerardo al ver a la doble de Kikyou de cabellos claros que tenía enfrente de él.

- "Parece que se cambiaron nuestros papeles, ¿no es así? ¿Hermanito menor?" - le preguntó Gabriela con una sonrisa maliciosa.

- "¡Sigo siendo tu hermano mayor!" - estalló Gerardo en cólera cuando Gabriela le dijo así - "¡Y prefiero caer muerto antes que decirte hermana mayor!" -

Inuyasha y Kagome se quedaron con una gota cada uno: aunque sus personalidades habían cambiado, era evidente que los rasgos esenciales de ambos seguían iguales, en particular el modo en que se trataban el uno al otro.

- "Si que son escandalosos, ¿no es así?" - preguntó el anciano mientras se levantaba y caminaba hasta ellos. Como fue por sorpresa, todos se alejaron un poco de él.

- "Por lo que veo Miroku ya se despertó" - dijo Gerardo.

- "Sí; y por desgracia jamás podré conseguir una esposa ahora que tengo esta apariencia" - dijo suspirando de la decepción. Luego, se acercó hasta Gabriela y le tomó las manos - "¿Quisieras tener un hijo conmigo?" -

- "¿¡Qué!?" - gritaron todos al mismo tiempo. Y para colmo, le hizo a ella lo mismo que le hacía siempre a Sango.

- "¿¡Cómo se atreve!" - dijo Gabriela mientras lo golpeaba en la cabeza con su arco; y como extra, recibió una patada en el trasero de parte de Gerardo.

- "¡No toques a mi hermana, viejo verde!" - le dijo mostrando una expresión de repugnancia inmensa. Miroku sólo gruñó de dolor mientras caía al suelo.

Inuyasha y Kagome empezaron a reírse con la escena, hasta que notaron que las otras dos personas que habían estado inconscientes ya no estaban en ninguna parte de su campo visual.

- "¿Eh? ¿A dónde habrán ido?" - se preguntó Kagome en voz alta, llamando la atención de los demás.

- "No lo sé…" - dijo Inuyasha mientras veía a Gabriela de reojo, pero cuando ella se dio cuenta, Inuyasha le apartó la mirada de inmediato.

- "¿Qué? ¿Acaso parezco tu amor perdido?" - le preguntó Gabriela mientras se reía.

- "¡No es eso!" - dijo Inuyasha ruborizándose hasta el punto que su rostro tomó el color de su kimono, pero luego sintió como si algo caliente le hubiera golpeado en la espalda. Se dio la vuelta y notó que su ropa estaba siendo chamuscada por flamas azules - "¿¡Qué es esto!?" -

Gerardo dio una palmada y sacó algo de agua de las plantas y árboles que tenía cerca para apagarle las llamas, tratando de no mojar demasiado a Inuyasha. Luego regresó el agua a su sitio.

- "Debe ser Shippou, ya que no lo hemos visto desde que hicimos esa fusión fallida" - dijo Kagome extrañada mientras chequeaba las marcas que habían dejado las flamas.

Escucharon a algo moverse entre los arbustos que tenían cerca. Gerardo formó algo de agua, en esta ocasión a partir de la humedad que había en el aire, y se la arrojó a los arbustos. Escucharon un chillido y el zorro al que habían visto antes salió de ellos sacudiéndose el agua.

- "Ya me empezabas a extrañar, ¿verdad Kagome?" - dijo el zorro con una voz algo avergonzada, aunque después la cambió a un tono más grave y se dirigió a Inuyasha - "Y espero que estés listo para mi venganza, perrito…" -

- "¡No me digas así!" - le espetó Inuyasha - "¿Y qué? ¿Acaso ahora tienes demasiada vergüenza de tomar apariencia humana, Shippou?" -

- "Perdona, ¿te refieres a esto?" - le preguntó Shippou para luego desaparecer en una nube de humo. Cuando el humo se disipó, el había tomado una forma bastante similar a la de Inuyasha a su verdadera edad, excepto porque tenía los rasgos de zorro que siempre había tenido, y aunque llevaba la misma ropa que llevaba de niño, ahora era de una talla que se adecuaba a su tamaño. Sus ojos y cabello también seguían teniendo sus mismos colores.

- "¿¡Por qué rayos te pareces tanto a mí!?" - dijo Inuyasha algo ofendido cuando lo vio.

- "Porque esta es mi apariencia adulta" - le dijo Shippou desagradablemente, como si lo estuviera regañando - "Y veo que esa extraña magia también los cambió a ustedes" -

- "Tres envejecidos y cuatro rejuvenecidos" - masculló Gerardo - "Por lo que veo la Compresión nos causó una pseudo-inversión de edades" -

- "¿Quieres decir que los más jóvenes envejecieron y los mayores rejuvenecieron?" - preguntó Kagome.

- "Sí, aunque parece que Miroku fue la excepción, extrañamente" - dijo Gerardo.

- "Keh, debe ser karma por ser un libidinoso" - dijo Inuyasha con una sonrisa burlona, pero luego se golpeó la frente - "¡Pero eso significa entonces que la otra niña que vimos era realmente Sango!" -

- "Err... Disculpen... ¿pero ustedes me conocen?" - dijo Sango mientras salía de detrás de un árbol temblando, con Kirara en su forma pequeña en sus brazos.

- "Eh… sí, Sango" - dijo Miroku - "¿No nos recuerdas?" -

- "Lo siento... No... Lo último que recuerdo es que estaba jugando con mi hermano en el bosque cercano a mi aldea, y luego desperté aquí" - dijo ella asustada.

- "Parece que ella fue la única cuyas memorias fueron arruinadas por la Compresión" - dijo Gabriela en tono comprensivo.

- "¿Compresión? De cualquier modo, Houshi-sama... ¿por qué anda con esas criaturas y esos niños?" - preguntó Sango.

- "Porque son mis siervos" - dijo Miroku con arrogancia, lo cual ocasionó que todos lo mirasen con espanto y rabia - "La miko aquí presente es mi prometida, de paso sea dicho" -

- "¿¡Perdón!?" - gritó Gabriela escandalizada mientras le propinaba otro golpe en la cabeza con el arco y Gerardo le daba una segunda patada por detrás.

- "Y respecto a los niños, son mis aprendices" - dijo Miroku ignorando dolorosamente el chichón que Gabriela le acababa de dejar y el dolor en su parte posterior.

- "¿También el hanyou?" - preguntó Sango con una sonrisa.

- "Sí. Necesitaba un hogar, al igual que los otros y yo se lo brindé" - respondió Miroku con una sonrisa.

- "Alguien sujéteme, porque voy a matar a ese monje..." - dijo Inuyasha entre gruñidos.

- "¡Cálmate, Inuyasha!" - dijo Kagome para regañarlo, lo cual hizo que Inuyasha mirase al suelo con tristeza - "Por cierto, Miroku-sama... ¿está todo bien con su Kazaana?" -

- "Sí. Aunque aumentó un poco de tamaño después de este desastre, afortunadamente no se ensanchó lo suficiente como para que pasara algo grave" - respondió Miroku tranquilamente.

- "Tuvimos suerte. Si la Compresión lo hubiese hecho aumentar más de tamaño, probablemente hubiésemos desaparecido todos dentro" - dijo Gerardo gravemente.

- "Veo que has mantenido tu sabiduría a pesar de haberte vuelto más joven, Gerardo-kun" - dijo Miroku con una sonrisa.

- "Tal vez, pero su apariencia muestra todo lo contrario" - dijo Shippou en tono de burla. Gerardo sólo miró al suelo mientras se ruborizaba, lo cual hizo que Gabriela fuese hasta él y lo abrazase. Kagome sólo suspiró y usó su Dragtemn para volver a guardar su mochila y los otros objetos que estaban caídos cerca.

Sin embargo, no pudieron seguir conversando porque una flecha voló por los aires y se clavó en un árbol que estaba a unos centímetros de Shippou. Mientras todos se preguntaban quién la pudo haber lanzado, vieron a una mujer entrar al bosque donde ellos estaban y quedarse de pie apuntándole a Shippou. Todos estaban íncredulos al ver quién era...

- "¿¡Kikyou!?" - dijeron todos espantados. Sin embargo, ella pareció no darles ninguna importancia.

- "¿Eres un youkai...?" - preguntó Kikyou con la desconfianza impresa en el rostro.

- "Sí, pero... ¿por qué me ataca, Kikyou-san?" - preguntó Shippou espantado.

- "¿Cómo sabes mi nombre, criatura?" - le preguntó Kikyou de inmediato.

- "Kikyou... ¿no sabes quiénes somos?" - le preguntó Inuyasha con tristeza mientra caminaba hacia ella. Kikyou se volteó para mirarlo y su expresión se suavizó.

- "No, no lo sé... Pero te pareces mucho a un hanyou que está siempre cerca de mí… Como si fueses una versión más pequeña de él" - le dijo arrodillándose para poner su rostro a la misma altura que el de Inuyasha. Por lo visto, Inuyasha hizo que dejase de considerar a Shippou como una amenaza. Él suspiró y cayó al suelo aliviado.

- "¡Kikyou! ¿¡Sucede algo!?" - preguntó una voz conocida desde la entrada del bosque.

- "No, Inuyasha. No sucede nada" - le respondió Kikyou tranquilamente, lo cual dejó con la boca abierta a todos. Cuando el dueño de la voz llegó al claro, a Inuyasha sintió que se le iba el alma: era él mismo en su forma adulta y sin el rosario encima.

- "¿Eh? ¿Y quiénes son estos?" - preguntó el otro Inuyasha; y al ver a su versión más joven, gruñó: - "Oye, enano, ¿por qué te me pareces tanto?" -

- "¿¡A QUIÉN DEMONIOS LE LLAMAS UN ENANO MICRÓSCOPICO QUE SÓLO PUEDES VER CON UNA MALDITA LUPA!?" - le gritó y antes que el otro Inuyasha le contestara, Kagome, Gabriela y Gerardo lo tomaron del cuello de su kimono y se lo llevaron a rastras, escondiéndolo de la vista de los demás y llevándolo tan lejos como pudieron para que no pudieran escucharlos.

- "¿¡Qué crees que haces!?" - le reprimió Gabriela.

- "¿¡Qué crees!? ¡No soporto que me digan así, ni siquiera viniendo de mí mismo!" - dijo Inuyasha mientras hacía un puchero.

- "Pero eso es una gran tontería…" - dijo Gerardo - "¿Y no te has dado cuenta?" -

- "¿De qué?" - preguntó Inuyasha extrañado.

- "De que estamos en el pasado..." - dijo Kagome preocupada - "Estamos 50 años en el pasado, justo antes de que todo comenzara..." -

- "Eso significa…" - dijo Inuyasha mientras se le iluminaba el rostro.

- "Espero que no estés planeando interferir en los sucesos que ocurrieron en este tiempo" - dijo Gabriela con severidad, ya que intuía porque se alegraba tanto.

- "¿¡Por qué!? ¿Es tan malo que quiera salvar a Kikyou de Naraku!?" - preguntó Inuyasha con rabia.

- "¡Es peor que malo! ¡Si cambias cualquier cosa aquí, alterarás toda la línea de historia! ¡Eso significa que nunca conocerás a Kagome y ninguno de nosotros estará aquí porque sus aventuras jamás habrían comenzado!" - le gritó Gabriela para que comprendiera la gravedad del asunto - "¡Trata de no pensar en tu antiguo amor todo el tiempo!" -

- "Está bien, entiendo… No interferiré…" - dijo Inuyasha irritado después de un rato.

- "Eso queríamos escuchar" - le dijo Gerardo mientras él y los otros se preparaban para regresar - "Por cierto, no interferir significa que no podemos hacer nada que cambie la historia; y eso significa que no podemos hablarles del futuro o dejarles averiguar quiénes somos. Y asegúrante de no pelear contra tu yo del pasado, ¿entendido?" -

Inuyasha solo gruñó como respuesta. Después de una corta caminata, encontraron a Kikyou, el Inuyasha del pasado, a Shippou, a Sango y a Miroku sentados sobre la hierba hablando tranquilamente. Por lo visto, ya Miroku sospechaba sobre la situación actual y sólo les había comentado que él tenía una mano maldita y de que todos ellos tenían poderes, pero les dijo que el motivo de su viaje era matar y exorcizar seres malignos; y no les había comentado una sola palabra acerca de Naraku o Tenebross.

- "Ryoku-sama, ¿y usted deja que estos niños peleen contra youkai?" - preguntó Kikyou con gran preocupación - "¿No es muy peligroso para ellos?" -

- "No, para nada" - dijo Miroku entre risas, aunque todos se cayeron para atrás cuando escucharon el nombre que Miroku se había puesto y se preguntaron aprensivamente qué nombre les habría puesto él a ellos - "Como ya dije, todos ellos tienen poderes especiales y si las cosas se salen de su control, Kitsune-san, Hikari-san y yo podemos manejarlo" -

Miroku continuó riéndose, aunque Inuyasha y los demás empezaron a tener ganas de matarlo por sugerir que eran débiles.

- "Disculpen, pequeños... ¿me podrían decir sus nombres y las habilidades que poseen?" - les preguntó Kikyou. Después de lo que dijo Miroku, tenía mucho interés en saber sobre sus poderes.

- "Ni siquiera pienses en sacar a Tessaiga" - le susurró Kagome a Inuyasha.

- "Está bien…" - dijo Inuyasha con obstinación mientras pensaba que esta situación no podría ser más rara.

- "Bueno… nosotros somos Sui, Hikari, Inu, Fuuka, y San..." - dijo Gerardo inventando los nombres tan pronto como le fue posible. No podía decirle sus nombres reales a Kikyou, ni tampoco podía usar los alias que habían usado durante su estadía en Ryuusei - "Y preferiríamos no mostrar nuestras habilidades... Es importante que se mantengan en secreto…" -

- "Comprendo" - dijo Kikyou para luego voltearse hacia Gabriela – "Aunque encuentro curioso que Hikari-san tenga tanto parecido conmigo, al igual que el hecho de que Fuuka se parezca tanto a mi hermana menor…" -

Gabriela solo empezó a jugar con sus manos mientras se ruborizaba. Gerardo y Kagome sólo se rieron ante esto, mientras que Inuyasha suspiró de exasperación.

- "Cobardes…" - gruñó el Inuyasha del pasado - "Primero este viejo nos presume que tienen 'grandes' habilidades; ¿y ahora nos salen con que tienen que mantenerlas en secreto? Creo que están mintiendo" -

- "El uso de nuestras habilidades sólo nos concierne a nosotros. No es asunto tuyo" - dijo Gabriela severamente; y aunque su parecido con Kikyou calmó a todos los de su grupo, que ya habían comenzado a sujetar sus armas aunque no las habían desenfundado, eso no calmó al Inuyasha del pasado.

- "Qué lástima. Realmente quería ver que tenían, en especial ese niño tonto" - dijo señalando a su contraparte del futuro, lo cual fue un grave error. Enfureció al pequeño hanyou tanto, que se abalanzó contra él y empezaron a pelear.

- "¡Idiota!" - gruño Inuyasha.

- "¡No, espera!" - dijo Kagome asustada.

- "¡Inuyasha, detente! ¡Ese niño no te ha hecho nada!" - le dijo Kikyou con voz.

- "¡No importa, esto es justo lo que quería!" - respondió el Inuyasha del pasado emocionado.

- "¡Sankontessou!" - dijeron ambos cuando ejecutaron el ataque al mismo tiempo, pero como Inuyasha tenía el cuerpo más pequeño y los brazos más cortos, recibió el golpe sin que su ataque alcanzase a su oponente.

- "¡Rayos!" - dijo Inuyasha mientras se frotaba el hombro que le había golpeado - "¡No recordé que ahora tengo los brazos y las piernas más cortos! Detesto tener este tamaño…" -

- "Como lo pensé, eres patético" - dijo el Inuyasha del pasado sonriendo arrogantemente.

- "¡No me subestimes!" - dijo Inuyasha mientras clavaba sus garras en las palmas de sus manos para cubrirlas de su propia sangre - "¡Hijinkessou!" -

La oleada de ondas rojas golpeó al Inuyasha del pasado, pero no le hizo casi nada de daño.

- "No sé cómo aprendiste esa técnica, pero ¡no tienes la fuerza necesaria para usarla bien!" - dijo mientras se clavaba las garras en su hombro - "¡Hijinkessou!"

Inuyasha apenas pudo esquivar la oleada, ya que aún estaba lastimado en su hombro. Esto hizo que se acabase el poco autocontrol que le quedaba…

- "¡Maldito, ya verás!" - gritó mientras tomaba a Tessaiga.

- "¡No!" - gritó Kagome mientras que Gabriela daba una palmada y susurraba tan suave y rápidamente como podía un conjuro.

- "Ochis meya, ah... lay lusya... cruba syayul ulkiarea ika yst cezet syayul giolamu ika..." - musitó mientras mantenía las manos unidas y los ojos cerrados.

Cuando Tessaiga brilló para transformarse, no tenía su apariencia de siempre, sino que ahora tenía un aspecto idéntico al de la Tenseiga de Sesshomaru.

- "Así que una espada…" - dijo el Inuyasha del pasado pensando cuán interesante se había vuelto esto - "¡Veamos como la usas!" -

- "¡No vayas a matarlo!" - dijo Kagome.

- "¡No tienes que recordármelo!" – gruñó Inuyasha mientras continuaba la pelea con su yo del pasado, aunque ahora estaba algo más pareja.

- "Un velo ilusorio hecho a través de refracción de luz" - le susurró Gerardo a Gabriela mientras le sonreía - "Eso si fue pensar rápido, Gaby" -

- "Tenía que usar mi manipulación de luz de un modo útil, ¿o no?" - dijo mientras los dos se reían. Después de un rato, los dos Inuyasha se cansaron y decidieron dejar su pelea en empate.

- "Al parecer no hubo necesidad de que nos preocupáramos de que las cosas empeoraran" - dijo Shippou mientras tomaba un poco del té que Miroku había preparado mientras conversaba con Kikyou.

- "Sí, pensamos que terminarían matándose el uno al otro" - dijo Miroku calmadamente - "Pero al parecer, esos dos ya están muy cansados para seguir" -

- "Por cierto, Kikyou-sama... ¿Puedo preguntar que hacían usted e Inuyasha-san antes de que nos encontraran?" - dijo Gerardo con una pequeña sonrisa. Esto tuvo justo la reacción que él esperaba.

- "Eh… bueno… creo que deberíamos irnos ya" - dijo Kikyou poniéndose nerviosa. Se levantó y comenzó a caminar hacia la entrada del bosque - "Espero que nos volvamos a ver pronto" -

- "Keh… como sea" - dijo Inuyasha mientras se levantaba y seguía a Kikyou.

Esperaron un poco y cuando sintieron que ya era seguro, todos menos Sango se dejaron caer al suelo y suspiraron de alivio.

- "Al menos no terminamos alterando el pasado" - dijo Kagome, aunque Sango tenía una cara de que no entendía nada de lo que estaba pasando.

- "Por lo que veo nos arrojaron 50 años al pasado, pero ¿podrían explicarme exactamente que ha ocurrido?" - dijo Miroku.

Tomó unos pocos minutos para que Gabriela y Gerardo dieran todas las explicaciones pertinentes sobre la Compresión del Tiempo y la fusión fallida…

- "¿Y cómo podremos regresar a nuestra época y a nuestras formas normales?" - preguntó Shippou.

- "Sólo podemos esperar a que la Compresión cese. Eso nos enviará a nuestra época y nos regresará a la normalidad" - respondió Gabriela.

- "¿Y eso tardará mucho?" - preguntó Miroku, ya que aparentemente aún no se había acostumbrado a ser viejo.

- "Ellos dijeron que no sabían, ya que el que la Compresión se deshaga a sí misma podría tardar unos instantes, o todo el tiempo hacia atrás al que nos lanzó" - dijo Kagome preocupada.

- "Que si no lo entendieron, eso significa que vamos a terminar esperando por 50 años" - dijo Inuyasha amargado.

- "De cualquier modo, lo mejor que podemos hacer es disfrutar del espectáculo por ahora; intentando no interferir para que la línea de tiempo no se dañe" - dijo Gerardo suspirando.

- "No suenas tan convincente, ya que no pareces tan sabio ahora con ese aspecto de niño aldeano" - dijo Shippou en tono de burla.

- "Lo sé…" - dijo mirando hacia abajo mientras se ruborizaba.

- "Y te recuerdo que aún no te hemos perdonado por el desastre que hiciste..." - le gruñó Inuyasha. Gerardo solo asintió para luego bajar la cabeza y cerrar los ojos en señal de arrepentimiento. Gabriela miró con rabia a Inuyasha, pero como realmente no podía decir nada para defender a su hermano, permaneció callada.

- "Disculpen, pero… No entiendo bien que sucede, ¿pero significa esto que se supone que somos amigos y que nos pasó algo?" - preguntó Sango un poco acobardada.

- "Sí, pero no te preocupes" - le dijo Kagome sonriendo mientras ponía su mano sobre su hombro - "Con el tiempo, recordarás y entenderás todo, Sango-chan" -

- "No te esfuerces demasiado con ello por ahora" - le aconsejó Miroku amablemente.

Mientras tanto, Inuyasha ya se había adelantado y estaba viendo a Kikyou y al Inuyasha del pasado, los cuales se miraban fijamente el uno al otro.

- "¿Qué miras?" - le preguntó Kagome llena de curiosidad para luego acercarse a él para ver. Los demás hicieron lo mismo a los pocos instantes.

- "¿Qué? ¿Añorando los momentos que vamos a atestiguar?" - preguntó Gabriela en tono de burla cuando vio de que se trataba.

- "¡Oye! ¡Esa era mi línea!" - le gruñó Gerardo.

- "¡Lo siento!" - dijo Gabriela entre risas.

- "¡Ya hagan silencio! ¡Queremos escuchar también!" - dijo Shippou mientras él y los demás se quedaban observando a los dos antiguos enamorados escondidos detrás de unos arbustos.

- "Kikyou… quiero que tengas esto…" - dijo el Inuyasha del pasado mientras le entregaba una pequeña concha.

- "Inuyasha, ¿qué es?" - preguntó Kikyou intrigada.

- "Es algo que he llevado conmigo, pero no me sirve de nada. Tómalo" - dijo el Inuyasha del pasado sonrojándose.

En cuanto lo abrió, Kikyou vio que era un contenedor para un poco de maquillaje rojo para los labios.

- "Eso y el kimono de las ratas de fuego son los únicos recuerdos que me quedan de mi madre" - dijo el Inuyasha del pasado con tristeza.

- "Tu madre era humana, ¿verdad?" - preguntó Kikyou.

- "Sí, así era…" - respondió él.

- "Pero… ¿Estás seguro de querer darme algo tan valioso?" - le preguntó Kikyou preocupada.

- "No importa, todavía tengo de recuerdo el kimono de las ratas de fuego que llevo puesto; y además me resulta más útil" - dijo el Inuyasha del pasado sonriendo.

Kikyou se acercó a él y tomó una de las mangas del kimono entre sus manos.

- "Perdóname. Sin saberlo, lo atravesé tantas veces con mis flechas" - le dijo mientras lo miraba con tristeza.

- "Oh, vamos. Eso ya no importa" - le dijo el Inuyasha del pasado alegremente - "¿Y qué era eso que me ibas a dar?" -

Kikyou levantó la manga izquierda de su kimono y metió su mano dentro. Tomó el rosario que llevaba en el bolsillo interior, pero casi inmediatamente después lo soltó.

- "Ah, perdóname. Parece que lo he olvidado" - le dijo Kikyou con una sonrisa.

- "¿Y por qué?" - dijo el Inuyasha del pasado decepcionado - "¡Yo que esperaba eso tan ansiosamente!" -

- "¿De verdad está bien que yo tenga esto?" - le preguntó Kikyou después de haber mirado la pequeña concha de nuevo.

- "¡Claro!" - respondió el Inuyasha del pasado con una sonrisa.

- "Estuve ansioso por nada entonces" - dijo Inuyasha desde su escondite mientras entrecerraba sus ojos con molestia - "No me esperaba eso de Kikyou... Parece más propio de algo que Kagome haría..." -

- "Perdona, ¿pero qué fue lo que dijiste...?" - dijo Kagome, la cual estaba tan molesta que estaba echando chispas por los ojos.

- "Err… no dije nada…" - dijo Inuyasha asustado.

- "Esto si es interesante. Vamos a enterarnos de muchas cosas que no sabíamos" - dijo Gerardo emocionado.

- "Sí, pero se hará aburrido después de un tiempo" - dijo Gabriela algo exasperada.

- "Es cierto, pero al menos ni Naraku ni Tenebross podrán aprovecharse de que estemos aquí" - dijo Miroku con una sonrisa - "Y de cualquier modo, estaba interesado en saber un poco más sobre el pasado de nuestro querido hanyou" -

En ese momento, todo se desvaneció alrededor de ellos y se quedaron flotando en medio de la oscuridad. Luego, alguna luces rojizas empezaron a brillar a lo lejos.

- "¿Qué sucedió?" - preguntó Inuyasa asustado. Se giró hacia Gerardo para gritarle - "¡No me digas que hiciste alguna otra estupidez!" -

- "¡Te equivocas! ¡Esta vez no hice nada…!" - dijo Gerardo asustado.

- "¡Ya deja de tratarlo así!" - dijo Gabriela irritada, lo que hizo a Inuyasha retrodecer del espanto - "Y en todo caso, esto es la Compresión deshaciéndose..." -

- "¿Finalmente está cesando?" - dijo Kagome con voz esperanzada.

- "¿Podremos volver?" - preguntó Shippou.

- "No estoy segura, tendremos que esperar a ver" - respondió Gabriela.

Todos comenzaron a brillar en los colores de sus elementos, pero cuando se miraron los unos a los otros de nuevo, solo habían sufrido pequeños cambios. Gerardo ya se veía un poco más alto, al igual que Inuyasha, Kagome y Sango, mientras que Gabriela y Shippou se habían encogido un poco y Miroku se veía algo más joven porque se le habían desvanecido algunas arrugas y su escaso cabello había pasado de blanco a gris claro.

Luego, las luces dejaron de brillar y reaparecieron en un camino cubierto de nieve. Todos menos Inuyasha empezaron a temblar porque no llevaban ropas apropiadas para ese gélido clima, por no decir que varios de ellos ni siquieran llevaban zori y estaban pisando la nieve directamente.

- "Urghh… q-q-que frío…" - dijo Gerardo tiritando, con sus dientes sonando como castañuelas, su aliento condensándose en el aire debido al frío y él rodeándose con sus brazos, lo cual Kagome, Sango y Miroku también hicieron.

- "¿Y no pueden hacer nada con sus poderes?" - preguntó Inuyasha confundido.

- "¡Por supuesto que no! ¡Podemos controlar los elementos, pero no podemos cambiar el clima si no está alguien que pueda manipular el fuego, hielo o viento!" - dijo Gabriela mientras rodeaba su cuerpo con sus brazos y se frotaba para calentarse un poco.

- "¡Shh!" - los calló Shippou - "Alguien se acerca" -

De inmediato, Gabriela dio una palmada - "Ochis meya lay lusya, cruba sossaks yst eshille sossaks giolamu..." - lo cual los envolvió con una cortina de luz para que nadie pudiese verlos.

- "¿Otra vez empleando la refracción de luz?" - preguntó Kagome mientras se frotaba las manos.

- "Sí; y me temo que tendré que hacerlo con mucha frecuencia hasta que esto termine" - dijo Gabriela con un tono de voz que mostraba lo poco dispuesta que estaba a seguir haciéndolo, además del frío.

Luego, vieron de cerca a la persona que habían avistado a lo lejos antes: era Kikyou; y llevaba un sombrero de paja y estaba envuelta en un traje de paja para protegerse del helado clima, mientras que el Inuyasha del pasado la seguía desde la distancia.

- "Que envidia, no soporto este frío…" - dijo Gerardo mientras se frotaba todo el cuerpo.

- "Si que son quejumbrosos, ¿eh?" - dijo Inuyasha mientras los veía tiritando.

- "Kagome, ¿puedes intentar colocar una barrera para que el otro Inuyasha no nos escuche o detecte nuestros olores?" - le preguntó Miroku mientras se soplaba las manos.

- "Bueno… lo intentaré... aunque no sé si me vaya a salir bien... la única vez que hice una barrera fue cuando Naraku me hizo eso…" - dijo mientras se concentraba y levantaba las manos. A los pocos instantes, se había formado un campo de fuerza azul un poco antes de donde Gabriela había creado la cortina de luz.

- "¡Vaya, me quedó muy bien para ser el primer intento!" - dijo Kagome ante el asombro de los demás y de sí misma.

- "Y podemos verlos y oírlos, pero ellos a nosotros no" - dijo Miroku complacido.

- "Kagome, ¿eres una miko?" - le preguntó Sango sorprendida.

- "Sí, pero hay cosas que no puedo explicarte por ahora. Lo sabrás a su momento" -

Se pusieron a espiar a los amantes del pasado desde la barrera; y cada vez que se alejaban demasiado, movían tanto la cortina como el campo de fuerza para seguirlos. Al poco tiempo, un lobo de nieve youkai apareció y atacó a Kikyou y al Inuyasha del pasado.

- "¡Kikyou, cuidado!" - le dijo el Inuyasha del pasado mientras apartaba al youkai de ella - "¡Sankontessou!" -

Esto alejó un poco al monstruo de ellos. Kikyou sacó una flecha y le disparó al youkai. Cuando la flecha dio en el blanco, el youkai se había desintegrado.

- "¿Inuyasha, te encuentras bien?" - le preguntó Kikyou.

- "Si, no te preocupes, no alcanzó a atacarme" - le dijo el Inuyasha del pasado para tranquilizarla.

Kikyou luego miró hacia el cielo, como si presintiera algo; y luego miró al Inuyasha del pasado.

- "Será mejor que hallemos un refugio antes de que empiece a nevar con más fuerza" -

- "Estoy de acuerdo" - respondió el Inuyasha del pasado mientras ambos seguían su camino. Sin embargo, luego se volteó hacia donde los demás estaban escondidos, como si hubiese sentido su presencia; y empezó a caminar hacia ellos.

- "¿Cómo se dio cuenta de que estamos aquí?" - preguntó Shippou espantado, pero no hubo necesidad de que le respondieran: notaron que Kagome estaba arrodillada en el piso, jadeando; mientras que la barrera azul que los ocultaba empezaba a titilar.

- "A Kagome ya no le queda suficiente energía para seguir manteniendo la barrera; así que no es de extrañar que nuestra presencia esté empezando a sentirse afuera" - dijo Miroku mientras se arrodillaba a verla con preocupación.

- "Oye, Gerardo... ¿no puedes usar tus poderes de agua para sacarnos de aquí o algo?" - preguntó Inuyasha resignadamente.

- "No estoy seguro de que pueda…" - dijo mirando al suelo asustado.

- "¿Y por qué no?" - le dijo Gabriela para darle algo de confianza - "Ya te hemos visto manipulando el agua y el hielo; y manipular la nieve que está debajo de nosotros debería ser fácil para ti" -

- "Está bien, déjenme intentar algo" - dijo el sonriendo mientras daba una palmada - "Qia set dsiale crioast chimecale, yst cryseyualia eshille sossaks..." - los envolvió a todos en una masa de nieve y abrió un túnel debajo de ellos para que pudieran escapar. Luego, cuando vió que todos estaban a salvo, lo volvió a cerrar.

- "Eso estuvo cerca" - dijo Inuyasha irritado - "¡Pero ya estoy empezando a hartarme de esto de esconderme de mí mismo!" -

- "Pero no tenemos otra alternativa" - dijo Kagome entristecida mientras comenzaba a recuperar el aliento. Tan pronto como pronunció esas palabras, el túnel en el que estaban se desvaneció y otra vez quedaron flotando en la oscuridad.

- "La Compresión continúa deshaciendose de nuevo…" - dijo Miroku.

- "Esperemos que esta vez sí se deshaga por completo..." - dijo Gabriela seriamente. Brillaron y cambiaron de nuevo, más no fue suficiente para que regresaran a la normalidad. Luego vieron como unas imágenes difusas y borrosas pasaban frente a ellos… y terminaron a la orilla de un bosque en medio de un día nublado.

- "Al menos ya estamos fuera de ese horrible frío..." - dijo Gerardo con voz complacida, pero Inuyasha estaba de todo menos feliz al respecto.

- "Y aquí vamos de nuevo" - dijo molesto - "Esa porquería no quiere deshacerse por completo" -

- "Tal vez, pero por lo menos estamos avanzando" - dijo Kagome con una sonrisa - "Puede que esta espera no se alargue mucho más" -

- "Eso espero" - dijo Sango, la cual a pesar de aún tener un aspecto infantil ahora había recobrado su mirada seria - "Me siento como si no estuviera haciendo nada mientras Kohaku me necesita..." -

- "Tal parece que ese último cambio te devolvió la memoria, Sango" - dijo Miroku con una sonrisa.

- "Solo espero que usted no quiera propasarse, Houshi-sama" - le dijo Sango volteando la cara con desagrado - "Eso lo haría aún más desagradable de lo que ya es" -

- "Y para variar, ¿alguien sabe en qué lugar estamos?" - preguntó Shippou mientras Miroku se veía abatido.

- "¡Si, y deberíamos ir a la aldea de inmediato!" - dijo Inuyasha espantado al reconocer el tiempo y el sitio al que habían llegado.

- "¿¡Por qué!?" - preguntó Kagome alarmada - "¡Recuerda que no podemos interferir!" -

- "¡Esta vez es necesario! ¡Vayamos de una vez!" - le dijo Inuyasha mientras salía corriendo.

- "¿Qué sucede con él?" - preguntó Shippou confundido mientras lo seguían.

- "Yo sé: ¡Es porque el día de hoy fue la primera aparición de Naraku!" - contestó Gerardo asustado - "¡La aldea va a ser atacada!" -

- "Pero… ¿los poderes de Kikyou y su fuerza no fueron suficientes para protegerla?" - preguntó Sango.

- "Sí, pero creo que se siente obligado a ir a ayudarlos" - respondió Miroku con una expresión seria.

- "O tal vez sea solo está aburrido de estar tanto tiempo sin pelear" - dijo Gabriela con una sonrisa.

Tan pronto como llegaron a la aldea, vieron como estaba hecha un caos: la gente huyendo o buscando cobijo en sus cabañas, habían trozos y cadáveres de monstruos desperdigados por todas partes; y al fondo, el Inuyasha del pasado, Kikyou y Kaede estaban haciendo lo mejor que podrían para controlar la situación.

- "¿¡Ahora ven lo que les dije!?" - rugió Inuyasha - "¡Tenemos ayudarlos!" -

Acto seguido, sacó a Tessaiga, la cual seguía cubierta por el velo de refracción de luz que Gabriela le había puesto; y fue directo a pelear.

- "¡Rayos, es tan impulsivo como siempre!" - dijo Shippou molesto mientras todos se alistaban para pelear.

- "Solo espero que nuestras habilidades y poderes no se hayan disminuido por esto..." - dijo Gerardo algo nervioso mientras sacaba su espada y escudo.

Fueron a ayudar de inmediato, pero Gerardo no pudo hacer mucho que digamos:

- "¡No puede ser! ¡Mi espada no está siquiera rasguñando a los monstruos y pesa demasiado!" - dijo él tratando de lidiar con el nuevo peso que la espada tenía en sus manos más jóvenes. Bloqueó un par de golpes con su escudo que habían provenido de un par de youkai ciempiés, pero casi perdió el equilibrio debido a que el escudo también le resultaba más pesado - "Ochis meya hydrast viartra sos eols ika!" -

Recitó para usar sus hechizos Water Sphere y Water Ray, sin embargo, las esferas y rayos que arrojaba eran tan débiles que hasta un globo de agua habría hecho más daño.

- "Creo que la Compresión si nos afectó" - dijo Gabriela mientras les disparaba flechas de luz a los monstruos, aunque a diferencia de su hermano, sus poderes se habían fortalecido tanto que ahora equiparaban fácilmente a los de Kikyou.

Exceptuando Gerardo, ninguno de ellos estaba utilizando sus poderes a toda su capacidad para evitar que se revelaran sus secretos. Sin embargo, después de un rato…

- "¡Ya me harté de estas basuras!" - dijo Inuyasha mientras sostenía en alto su espada - "¡Kaze no Kizu!" -

Agitó su espada en sentido descedente, arrojando una onda de energía que destruyó a todos los monstruos que todavía seguían llegando del cielo.

- "Esos tipos otra vez, pero ese mocoso y esa chica…" - dijo el Inuyasha del pasado cuando notó su presencia. Se había quedado asombrado al ver el Kaze no Kizu que su yo futuro acababa de usar, al igual que la fuerza de las flechas de luz que Gabriela estaba disparando.

- "¡Onee-sama!" - gritó Kaede cuando un monstruo cerca de ella estaba por tomar represalias por una flecha que le acababa de disparar.

- "¡Kaede!" - gritó Kikyou mientras preparaba una flecha.

- "¡No! ¡Maldición, no lo hagas!" - gritó Gerardo poniéndose entre Kaede y el monstruo cuando Kikyou le arrojó una flecha al monstruo y lo hizo estallar.

- "¡NO!" - gritaron todos cuando pensaron que habían perecido en la explosión, pero cuando se disipó el humo, vieron que ambos estaban envueltos en una barrera azul claro con el emblema del dragón delineado encima, y estaban a salvo. Sin embargo, tan pronto como la barrera se disipó Gerardo cayó al suelo desmayado.

- "Es increíble, ¿como pudo hacer eso ese niño…?" - preguntó Kikyou, pero antes de que nadie pudiera hacer nada más, Inuyasha había recogido a Gerardo y Gabriela había hecho un estallido de luz para que tuvieran tiempo de escapar sin ser vistos.

Cruzaron el bosque y se quedaron a descansar en el borde de un lago. Gerardo no despertó hasta el anochecer y cuando abrió los ojos fue un verdadero alivio para todos.

- "¡Gerar!" - dijo Gabriela abrazándolo - "¡Me alegro tanto que estés bien!" -

- "Ugh... ¿Qué me pasó...? ¿Me desmayé de nuevo?" - dijo él algo confundido.

- "Sí, te desvaneciste mientras estábamos luchando. Y es bueno que estés bien, pero ¿por qué te desmayaste solo por poner esa barrera?" - preguntó Kagome un tanto desconcertada.

- "Es que realmente nunca me ha gustado el entrenamiento físico y parece que ahora tengo mucha menos energía porque soy más joven, así que hasta el más simple de mis poderes me agota terriblemente" - le respondió Gerardo - "A propósito, ¿dónde estamos?" -

- "Yo lo sé..." - dijo Inuyasha asustado y reconociendo el lugar y la hora - "Pero no creo que les vaya a gustar saberlo…" -

Al poco rato, un bote entró en su campo de visión, a bordo del cual estaban Kikyou y el Inuyasha del pasado. Después de navegar por algunos minutos sobre el lago, ellos dos desembarcaron en un pequeño muelle que estaba en una de las orillas. Kikyou se tropezó y tuvo que recargarse en el Inuyasha del pasado para evitar caerse. Los dos se miraron por un momento; y luego se abrazaron, con sus rostros cubiertos por las mangas de la ropa de Inuyasha.

- "Lo he decidido, mañana traeré la Perla para convertirte en humano" - le dijo Kikyou avergonzada y feliz.

- "¿Estás segura de esto?" - le preguntó el Inuyasha del pasado nerviosamente - "¿No te arrepentirás después?" -

- "No. Mañana nos encontraremos al atardecer frente al Goshinboku; y allí, por fin cumpliremos nuestros deseos" - le dijo Kikyou con una sonrisa. Luego, sellaron su promesa con un beso.

- "Nunca nos dijiste nada sobre esto, Inuyasha…" - dijo Sango mientras miraba la escena con los ojos del tamaño de platos de sopa.

- "Es increíble que le hayas ocultado eso por tanto tiempo a Kagome..." - dijo Shippou asombrado.

- "Aunque deberían recordar que ellos dos hicieron también una escena similar cuando perdieron la memoria" - dijo Miroku para recordarles ese evento, pero Kagome e Inuyasha se habían quedado callados y no parecían tener ganas de decir nada.

- "De cualquier forma, este no es un buen momento para discutir sobre eso" - dijo Gabriela con seriedad - "Si la Compresión no cesa pronto, tendremos que pasar la noche aquí" -

- "Y parece que no tendremos otra opción, así que será mejor que vayamos armando el campamento" - asintió Sango.

Decidieron armar el campamento en lo profundo del bosque para evitar que los encontraran y terminaron de hacerlo para cuando hubo oscurecido. Durante todo ese tiempo, tanto Kagome como Inuyasha estuvieron mirando el suelo en silencio, con caras llenas de tristeza.

- "¿No deberíamos intentar animarlos?" - preguntó Gerardo mientras estaban todos sentados alrededor de una fogata mientras Inuyasha y Kagome se mantenían alejados de los demás. Ya le empezaba a parecer insoportable que no intentasen hacer nada mientras ellos dos estaban así.

- "No creo. Kagome debe estar sufriendo mucho por esto; y mañana es el momento más doloroso de la vida de Inuyasha" - dijo Gabriela entristecida.

- "Eso es cierto, pero creo que deberíamos hacer algo. Nadie puede lidiar con un sufrimiento tan grande solo" - dijo Shippou para luego levantarse e ir hasta Kagome - "¿Kagome, te encuentras bien?" -

- "No quiero hablar ahora, Shippou…" - le dijo Kagome con voz trémula.

- "¿Por qué tienes dudas aún?" - le dijo Gerardo mientras Gabriela soltaba un suspiro de resignación y se acercaba a ellos para ver la situación - "Recuerda que estas son escenas del pasado distante, además, Inuyasha ya sabe reconocer las diferencias que hay entre ustedes y sus sentimientos por ti se han fortalecido mucho" -

- "Pero no puede olvidarse de Kikyou; y ahora que vi su pasado juntos, entiendo porque..." - dijo Kagome entristecida.

- "Deberías dejar de ser tan autocompasiva" - le dijo Gabriela con seriedad - "Puede que la continúe recordando, pero no por eso eres menos importante para él. Nunca olvides eso" -

Dejaron a Kagome con Sango y Shippou para que pensara que significaban esas palabras; y fueron a ver a Inuyasha. Lo encontraron observando las estrellas y la luna nostálgicamente bajo la sombra de un árbol.

- "¿Estás bien?" - le preguntó Gerardo preocupado.

- "No tengo ganas de hablar con ustedes ahora…" - respondió Inuyasha con irritación.

- "¿Por qué? ¿Acaso sufres de exceso de nostalgia?" - le preguntó Gabriela molesta.

- "Eso no es asunto de ustedes…" - les respondió mientras volteaba la cara a otro lado.

- "Solo tratábamos de animarte, pero recuerda que mañana va a ser peor para ti" - le dijo Gabriela mientras comenzaban a alejarse.

- "Lo sé. Y estoy preparado para afrontarlo..." - dijo Inuyasha mientras bajaba la mirada.

Al ver que no iban a poder hacer nada más, Gerardo y Gabriela solo se fueron a dormir, mientras que Miroku pensaba sobre lo que harían al día siguiente y Shippou y Sango intentaban consolar a Kagome. Luego la dejaron y se acercaron a Miroku.

- "¿Alguien sabe cuánto tiempo más permaneceremos así?" - preguntó Shippou molesto.

- "Ninguno de nosotros lo sabe, pero ojalá esto terminara ahora mismo" - dijo Miroku con voz triste - "Así no tendríamos que verlos sufrir por lo que sucederá mañana..." -

- "Realmente desearía que pudiésemos apartarlos de esos eventos tanto como nos fuese posible" - dijo Sango suspirando en derrota mientras sus ojos mostraban tristeza - "Pero Inuyasha es tan necio que iría quisiéramos o no..." -

La conversación no iba a parar a ningún lado, así que sólo se fueron a dormir. Pero no sospechaban que alguien los observaba... Alguien que los había seguido desde que habían sido tragados por la Compresión…

A la mañana siguiente, desayunaron en silencio y luego fueron directo hasta el Goshinboku. Ya estaba decidido que no iban a interferir de ningún modo, pero querían observar con sus propios ojos que había sucedido. Empezaron por buscar a Kikyou; y después de unos minutos la encontraron en un prado cercano. Aparentemente se estaba preparando para su encuentro con Inuyasha porque se estaba maquillando con la pintura para los labios que le había regalado. Luego, una sombra saltó desde la alta hierba y…

- "¿Qué...?" - gimió Kikyou débilmente mientras caía al suelo con la manga derecha de su kimono cubierta de sangre. Trató de recuperar la Perla que momentos antes llevaba en las manos, pero algo le pisó la mano… era Inuyasha.

Todos estaban inmóviles viendo esa escena con miedo y espanto, pero Inuyasha estaba temblando, tratando de contener las lágrimas…

- "¡Tonta! ¡No creas que tengo intención de convertirme en humano!" - dijo el Inuyasha impostor mientras tomaba la concha con el maquillaje y la trituraba dentro de su mano - "La verdad este rojo carmesí no te queda para nada, pero el color de la sangre si te va bien, hehehehe…" -

- "¿Eh?" - gimió Kikyou enfadada y espantada. Todos los que observaban la escena ocultos se habían tapado la boca o estaban estupefactos observando lo que estaba sucediendo.

- "Te agradezco que me hayas traído la Perla de Shikon…" - siguió el Inuyasha falso mientras se giraba en dirección contrario y se iba - "Pero esta joya aún no ha absorbido suficiente sangre y odio, ¡así que mataré a todos en la aldea! ¡Mwahahaha!" -

- "Maldito… ¡ERES UN MALDITO!" - gritó Kikyou después de que el Inuyasha falso se hubo ido.

- "¡NO!" - gimió Inuyasha mientras caía de rodillas con la cara tapada con sus manos - "¡Ese no fui yo! ¡Ese fue Naraku! ¿¡Por qué no entendiste que ese era Naraku!?" -

Y a continuación empezó a llorar mientras le daba golpes al suelo con rabia.

- "Inuyasha…" - empezó Kagome, pero no encontró nada que decir que pudiera animarle en esta situación, así que solo puso sus manos en sus hombros mientras también derramaba lágrimas en silencio. Gabriela caminó hasta ellos.

- "Inuyasha…" - le dijo Gabriela mientras limpiaba algunas lágrimas que estaban brotando de sus ojos - "¿Estás seguro de que deseas seguir con esto? Es seguro que sufrirás mucho más si seguimos…" -

"Sí... claro que vamos a continuar... debo saber exactamente qué sucedió después…" - dijo Inuyasha mientras se secaba las lágrimas con las mangas de su kimono y se ponía en pie.

- "En ese caso…" – dijo Gerardo, el cual también tenía los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada – "Debemos buscar a tú yo del pasado ahora... si no mal recuerdo... debería estar llegando al Goshinboku dentro de unos minutos" -

- "Entonces vayamos allá…" – dijo mientras se adelantaba a los demás. Llegaron al árbol y se ocultaron lo mejor que pudieron en las cercanías.

Y así al poco rato, llegó el Inuyasha del pasado buscando a Kikyou…

- "¿Kikyou?" – preguntó mientras miraba los alrededores – "Parece que aún no ha llegado aquí…" -

- "Así que te dignaste de venir ¿eh? ¿Hanyou?" – dijo la Kikyou falsa mientras aparecía ante él con una flecha preparada en el arco para dispararle.

- "Kikyou… ¿¡Como acabas de llamarme!?" – preguntó Inuyasha estupefacto.

- "Como lo escuchaste, hanyou" – repitió la Kikyou falsa en tono de burla – "¿O es que acaso tus espantosas orejas de perro son incapaces de oír lo que dije?" –

- ¡Tú… tú!" – gruñó el Inuyasha del pasado tan decepcionado como molesto.

- "Jamás permitiré que un hanyou como tú tenga la Perla en sus manos, ¡así que acabaré contigo aquí y ahora!" – dijo la Kikyou falsa.

Se miraron por una fracción de segundo; y entonces, se escuchó el silbido de una flecha volando por el bosque.

- "¡Muere, Inuyasha!" - se escuchó la voz de la Kikyou falsa resonando por todo el bosque - ¡Muere, hanyou!" -

El Inuyasha del pasado miró a Kikyou con una cara que era mezcla de sorpresa y decepción; y se fue corriendo, para luego empezar a saltar sobre las copas de los árboles.

Inmediatamente el grupo salio corriendo hacia la aldea y llegaron justo a tiempo para ver como el Inuyasha del pasado destruía el techo del templo mientras saltaba fuera de él con la Perla en sus manos.

- "Keh, por fin tengo la Perla de Shikon en mis manos… ¡Ahora podré convertirme en un verdadero monstruo!" - dijo él sonreindo triunfantemente.

- "Maldito idiota…" - dijo Inuyasha mirando con rabia a su yo del pasado - "No puedo creer que haya sido tan estúpido en ese entonces…" -

- "La desesperación te obliga a hacer hasta las idioteces más grandes…" - sentenció Gerardo solemnemente.

- "¡Ya cállense y miren!" - dijo Shippou para acallarlos.

Tan pronto como el Inuyasha del pasado estaba saltando enfrente del Goshinboku…

- "¡Inuyasha!" - exclamó Kikyou mientras disparaba una Flecha Selladora.

Todo pasó frente a los ojos de Inuyasha como si fuera una película a cámara lenta: la flecha de Kikyou salió disparada desde su arco y golpeó a su yo pasado directo en el corazón. La Perla saltó de sus manos por el impacto y cayó al suelo frente a él.

- "Kikyou… miserable… como pudi-s-te…" - dijo el Inuyasha del pasado antes de caer en su sueño de cincuenta años.

Kaede se acercó a Kikyou y se arrodilló ante ella, la cual estaba arrodillada en el suelo por toda la sangre que había perdido. Sin embargo, había una pequeña diferencia con como Gerardo y Gabriela recordaban la escena: Kaede no tenía el ojo derecho vendado y estaba igual que siempre.

- "Kaede, esto me sucedió por no tener cuidado cuando ataqué…" - dijo Kikyou mientras gruñía por todo el dolor que estaba sintiendo.

- "¡Onee-sama, tenemos que curarte pronto!" - dijo Kaede preocupada por ella.

- "No, ya es muy tarde para eso, así que por favor... escúchame… Quiero que quemes la Perla junto con mi cadáver después de mi muerte... para que jamás caiga en manos malignas…" - dijo Kikyou mientras sujetaba la Perla con fuerza, pero luego, sus últimas fuerzas se agotaron y cayó sin vida al suelo.

- "¡ONEE-SAMA!" - gritó Kaede.

Mientras tanto, el grupo continuó observando desde su escondite detrás del templo. Todos estaban impactados o entristecidos por la escena que acababan de presenciar, pero Inuyasha... él simplemente estaba destrozado...

- "No… ¡KIKYOU!" - gritó mientras comenzaba a llorar: no pudo seguir conteniendo su tristeza al haber visto como murió Kikyou. Por desgracia, ese grito comenzó a atraer la atención de la gente que estaba alrededor de ellos.

- "¡Debemos irnos de inmediato!" - dijo Miroku asustado.

- "¡Yo me encargo de eso! Olpla siat hydrast, cezetea geahydra ika, yst cruba sossaks..." - dijo Gerardo mientras creaba niebla alrededor de ellos para que pudieran escapar sin que los vieran. Se alejaron de la aldea en dirección al bosque; y en cuanto sintieron que fue seguro, se dejaron caer al suelo exhaustos. Sin embargo, Inuyasha cayó al suelo gimiendo mientras que Gerardo y Gabriela se abrazaron el uno al otro y empezaron a llorar.

- "Maldito Naraku… ¡juro que te mataré! ¡Te destrozaré miembro por miembro!" - dijo mientras soltaba lágrimas tanto de tristeza como de rabia y golpeaba sin cesar el suelo. Por otra parte, Kagome estaba siendo abrazada por Sango mientras temblaba y lloraba en silencio. Los otros pensaron que sería mejor que les dejasen soltar todo eso, ya que no había modo de subirles el ánimo en ese momento.

- "¿Y ahora qué haremos?" - preguntó Sango con una cara triste luego de un rato, cuando ambos hermanos hubieron dejado de llorar, aunque ella siguió acariciando la espalda de Kagome mientras ésta sollozaba.

- "No lo sé... Y la verdad es que si no empieza a cesar la Compresión pronto, es muy probable que nos quedemos atrapados aquí..." - dijo Gabriela preocupada. Tan pronto como lo dijo, se abrió un agujero púrpura oscuro en la montaña que estaba en frente de ellos.

- "¡Ese portal indica que la Compresión está finalmente desapareciendo por completo!" - exclamó Gerardo pestañeando - "¡Debemos entar antes de que se cierre, o no podremos volver!" -

- "Pero, ¿por qué no cesó como las otras veces?" - preguntó Sango extrañada ante el cambio de funcionamiento de la Compresión mientras Kagome alzaba la cabeza para ver el portal.

- "Ni idea. Nadie en este mundo o ningún otro podría explicar algo tan complicado como el funcionamiento de la corriente del espacio y tiempo" - dijo Gerardo encogiéndose de hombros.

- "De cualquier modo, será mejor que nos vayamos de una vez" - dijo Shippou, a lo cual los demás asintieron. Fueron a buscar a Inuyasha, el cual seguía deprimido como Kagome, y se dirigieron hacia el portal. Pero cuando estaban a unos pasos de alcanzarlo...

- "¡ALTO!" - dijo una voz maligna. De la cima de la montaña descendió el mismo monstruo que Tenebross había enviado en el presente, y se puso entre ellos y el portal - "Según las órdenes de Lord Tenebross, ¡no puedo permitirles regresar al presente!" -

- "¿Eres uno de los monstruos de Tenebross?" - preguntó Kagome con la furia impresa en el rostro.

- "Así es, soy Kazein; y soy la causa de que ustedes estén atrapados aquí" - dijo el monstruo en tono presuntuoso.

- "¡Pero eso no tiene sentido! ¡Si Gerardo fue el que hizo la invocación fallida!" - dijo Sango.

- "Sí, yo..." - dijo Gerardo extrañado.

- "Ehehe, ¿así que son lo bastante estúpidos como para culpar a sus compañeros o a sí mismos?" - interrumpió Kazein con voz burlona - "Es mejor para mí, ¡pero la realidad es que lo estuve manipulando como a un títere desde que ese viento extraño lo abofeteó!" -

- "¡Maldición…!" - dijo Gerardo mientras sus ojos se ensachaban y su rostro se contorsionaba de la rabia.

- "¿¡Cuán estúpido eres!?" - dijo Gabriela extremadamente furiosa ante una bajeza de tal nivel - "¿¡Y qué habrías hecho si la fusión hubiese sido exitosa!?" -

- "Lo hubiese pensado en ese momento, huhuhu" - dijo Kazein riendo malignamente - "Pero en vez de preocuparse por eso, ¿no tienen asuntos más urgentes que tratar, como un cierto límite de tiempo sobre sus cabezas? Y ya se los dije: ¡sólo volverán al presente sobre mi cádaver!" -

- "¡Por mí perfecto! ¡Pagarás por esto, maldito bastardo!" - gritó Inuyasha mientras desenvainaba a Tessaiga y la agitaba en dirección al demonio - "¡Kaze no Kizu!" -

- "Patético…" - dijo Kazein mientras levantaba una mano; y cuando las ondas estaban por golpearlo, éstas temblaron un poco y se desvanecieron, reduciéndose a una simple brisa - "Ese ataque de viento es inútil contra…" -

Pero antes de que pudiera continuar parloteando, tuvo que hacerse a un lado para esquivar una flecha que Gabriela le acababa de disparar. Ahora que se le había caído la capucha, podían ver que era un hombre pájaro cubierto de plumas verde oscuro y que portaba una espada del color del moho.

- "¡Esto apesta!" - dijo mientras ella preparaba otra flecha - "¡Es demasiado rápido!" -

Aunque tuvieron un atisbo de esto con la batalla de la aldea, fue en esta donde quedó patente como se había destruido el equilibrio en habilidades de batalla del grupo: Gerardo había perdido buena parte de su fortaleza y su espada había perdido su filo, Sango no podía usar su Hiraikotsu, Miroku había perdido mucha de su fuerza física y la fuerza de los poderes espirituales de Kagome había disminuido. Pero Inuyasha seguía igual que siempre, mientras que los poderes de Gabriela se habían incrementado considerablemente y la fuerza de Shippou también había aumentado lo suficiente como para ser de ayuda en batalla.

- "¡Kitsune-baku!" - dijo Shippou mientras lanzaba un estallido de fuego azul contra Kazein.

- "Ikuyu poak lay lusya wiras sos couyuu, yst sos royawfle hakaisa tast ika! Light Arrow!" - gritó Gabriela.

Kazein logró esquivar la flecha, pero las flamas azules le impactaron y lo hirieron.

- "¡Ve!" - gritó Kagome disparando una Flecha Sagrada. A pesar de ello, tenía un brillo más debíl y un aura púrpura más tenue que las flechas que solía lanzar. Sin embargo, aún así golpeó a Kazein y le causó algo de daño extra.

- "Malditos, por lo que veo saben combinar bien sus fuerzas…" - dijo molesto mientras levantaba una mano - "Pero ya es hora de terminar con estos juegos… Watsa ya qeriat iolois, zialea, wirasea yst koulltamea kyussaks ika! Evil Typhoon!" -

Se formó un gran tifón negro frente a él, y aunque todos hicieron lo que pudieron para esquivarlo, vieron que les sería imposible.

- "¡Necesitamos una barrera!" - dijo Gerardo asustado - "¡Si no podemos evadirlo, al menos deberíamos poder disminuir el daño!" -

Así que él, Kagome y Gabriela unieron sus poderes y crearon una gran barrera plateada. Sin embargo, no fue suficiente, ya que aunque pudo soportar el choque del tifón contra ella, se rompió a los pocos segundos y el tifón los mandó a volar para luego azotarlos contra el suelo.

- "Rayos…" - dijo Gerardo a duras penas por el dolor que le había causado la caída - "Gabriela, Shippou y Miroku deben haber sido los únicos que hubiesen podido resistir ese impacto…" -

En efecto así fue: todos los demás estaban inconscientes o incapaces de moverse debido al dolor. Gabriela y Shippou resistieron la caída y el tifón en sí gracias a su nueva fuerza física y su resistencia a la magia, mientras que Miroku pudo resistir el impacto del tifón pero también resultó herido por la caída.

- "Será mejor que terminemos con esto de una vez…" - dijo Gabriela mientras miraba como todos estaban heridos - "Ist Wasriats OschmeRe Illyusea Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Zosph Phiaphz ical! Illyusea Pawatz… Dragoon!" -

La armadura que invocó era exactamente igual a la que solía llevar de niña, solo que ajustada a su tamaño.

- "Gaby… yo también les ayudaré…" - dijo Gerardo mientras se levantaba de nuevo apoyándose en su espada. Tenía el cuerpo cubierto de moretones.

- "¡Gerardo-kun! ¡No te muevas, estás herido!" - le dijo Miroku mientras lanzaba algunas ofudas a Kazein, las cuales explotaron al hacer contacto, lo cual lo hizo gritar de dolor.

- "Lo siento… pero no puedo quedarme quieto en una situación como esta…" - dijo entre jadeos. Luego sacó su Cristal Seirei de su soporte, lo colocó dentro de su Dragtemn y cerró los ojos mientras empezaba a recitar - "Ist Wasriats OschmeRe Iadlast Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Zosph Phiaphz ical! Iadlast Pawatz... Dragoon!" -

A diferencia de la armadura de Gabriela, la de Gerardo si fue distinta: era más liviana, mucho más abierta en comparación con la armadura que llevaba normalmente y su casco había sido reemplazado por una banda para la cabeza metálica con un adorno en forma de dragón.

- "¿¡Qué… qué le sucedió a mi armadura!?" - dijo con horror al notar los cambios.

- "Huhuhu… parece que los cambios de la Compresión revirtieron tu armadura a una de las versiones prototipo que existieron hace tanto tiempo…" - dijo Kazein mientras se reía siniestramente.

- "Rayos… ¡igual así te destrozaré! ¡AAAHHH!" - gritó mientras volaba hacia contra Kazein con la espada en alto, pero no pudo hacerle más que un par de arañazos, gracias a que su espada ahora estaba desafilada.

- "Idiota…" - dijo Kazein mientras lo abofeteaba, tirándolo al suelo inconsciente. La armadura se desvaneció poco después de que cayó.

- "¡Urghh!" - gruñó Inuyasha poniéndose en pie de nuevo. Ya se había recuperado levemente de la caída y estaba furioso porque Kagome había quedado inconsciente por el tifón, al igual que triste e irritado por la muerte de Kikyou - "¡Ya fue suficiente! ¡Acabaré contigo ahora mismo!" -

Se enfocó en las energías demoníacas que Kazein estaba emitiendo y encontró un punto donde podía cortarlas, así que le lanzó el Kaze no Kizu.

- "¡BAKURYUUHA!" - gritó Inuyasha. Los remolinos del Bakuryuuha atraparon a Kazein y además de golpearlo repetidas veces también lo tiraron al suelo con fuerza, haciéndole un gran daño. Afortunadamente, él no pudo anularlo porque el Kaze no Kizu llegó al punto de corte antes de que pudiese hacer nada para evitarlo.

- "Mierda… no pensé que en esa forma de mocoso pudieras hacerme tanto daño…" - le dijo furioso al jadeante Inuyasha - "¡Pero esto se acaba aquí y ahora! Zyacc Wasryats wasrya Kiols, JiallZa Oli CoullZa Myallade! Tempest of Destruction!" -

Unió sus manos sobre su cabeza, haciendo que el cielo se tornara negro con nubes de tormenta. Dos tornados luego salieron de esas nubes y se unieron en una tempestad masiva que los arrastró a todos con una fuerza tan tremenda que todos volaron aún más alto que la última vez y cayeron con mucha más fuerza al suelo. Todos quedaron tan heridos que ahora ya no podían moverse.

- "Maldición… Kagome…" - dijo Inuyasha alzando su cabeza ligeramente para después golpear el suelo con su puño, ya que su cuerpo estaba ahora demasiado golpeado para moverse.

- "Están acabados, ya sólo tengo que darles el golpe final ahora… Pero antes…" - dijo Kazein mientras caminaba hacia Gerardo, el cual estaba boca abajo en suelo con una herida sangrante en su frente y lágrimas saliendo de sus ojos. Kazein lo tomó de la parte frontal de su cabello y lo elevó. Gerardo comenzí a gritar del dolor - "Me encargaré de ti personalmente" -

- "¡Suéltame…!" - dijo Gerardo jadeando mientras Kazein lo tomaba del cuello con su otra mano y empezaba a estrangularlo.

- "No puedo, órdenes de Lord Tenebross…" - dijo Kazein con voz maligna para luego suspirar decepcionado - "Hmph, oí que en tu edad normal eras muy fuerte, dado que tu fuiste uno de los que mataron a Ankon e Insui... pero en esa forma de mocoso no eres nada..." -

- "¡Aghh!" - gruñó Gerardo mientras la presión sobre su garganta aumentaba.

- "¡Gerar! ¡Suéltalo!" - le dijo Gabriela mientras con mucha dificultad se levantaba, materializaba una flecha de luz en su arco y le apuntaba con ella a Kazein.

- "Baja ese arco…" - le dijo Kazein con voz fría - "Si intentas alguna otra cosa, le arrancaré la cabeza a tu querido hermano en el acto" -

- "Maldición…" - dijo mientras tragaba saliva. Bajó el arco, haciendo desaparecer la flecha y cayó de rodillas al suelo. Todos los que estaban conscientes se quedaron inmóviles viendo el horrendo espectáculo mientras Kazein gradualmente aprentaba el cuello de Gerardo con más fuerza, todos impotentes para hacer nada.

- "Bueno, creo que ya me estoy aburriendo de esto. Terminaré contigo de una vez" - dijo Kazein con una voz burlona y maléfica mientras aumentaba aún más la presión sobre su víctima.

- 'No quiero morir aquí... No puedo morir aquí... No puedo dejar a Gaby sola... y todos aún me necesitan' - pensó Gerardo asustado, triste, furioso y frustrado mientras las lágrimas se derramaban con más intensidad de sus ojos, sintiendo que se acercaba su final, hasta el punto en que salió de su boca como un grito - "¡NO PUEDO PERMITIRME MORIR AQUÍ!" -

En ese momento, una pequeña luz azul comenzó a salir de su cuerpo y comenzó a recitar en monótono mientras su ojos se ponían en blanco: - "Zyacc Zattyac... ah... Leiya Jewiz Iadlast... Vaplu... SatplSa Bieccelle Zosph Uira Pawatz... Oli... KiabzeSa Zosph... Pawatz Dea Draggyach!" -

(BGM: Ryuu no Chikara)

La pequeña luz se volvió una oleada que comenzó a desbordarse de su cuerpo y que forzó a que Kazein lo soltara debido a que lo cegó y le quemó las manos. Al instante siguiente, Gerardo estaba flotando en el aire con su Cristal Seirei insertado en su Dragtemn y la llave que solía estar en su medallón elemental ahora estaba insertada en el agujero de la parte de atrás, girando lentamente hacia la derecha hasta que se detuvo con un click.

Seguidamente, Gerardo quedó encerrado en una esfera azul; y cuando la esfera se rompió y él salió de ella a los pocos instantes, no podía ser más distinto: había regresado a su edad real, pero su cabello se había vuelto plateado, sus ojos azules y le habían crecido pequeños cuernos de dragón sobre las orejas; las cuales se habían vuelto puntiagudas. Tenía tres rayas azules en diagonal en cada mejilla y una marca con forma de gota agua azul en la frente. Sus brazos y antebrazos, al igual que sus piernas desde las caderas hasta los pies habían sido reemplazados por los de un dragón azul. Llevaba sobre el torso el peto y las hombreras de su armadura, mientras que brotaban alas y una cola de dragón de su espalda. También se habían cerrado todas las heridas que había recibido.

Todos miraron con asombro su nueva apariencia, y luego, él y Kazein se elevaron hacia el cielo.

(BGM: Tobikera Fight! – Kow Ohtani)

- "¡Maldición!" - dijo Kazein - "¡No esperaba que ya pudiera transformarse hasta ese nivel!" -

- "Parece que tanto tus cálculos como los míos fallaron" - dijo Gerardo sonriendo confiadamente - "Y mis golpes ya no serán tan suaves como los de una espada sin filo… Alt tok lay hydrast, baprou, gaivz tast pawatz sos oira ika… Water Claw!" -

Se acercó a Kazein a toda velocidad y lo acuchilló con sus garras, las cuales le dejaron profundos surcos azules. Kazein gritó de dolor, pero se desquitó golpeándolo en la cara con un sable de viento, y luego ambos empezaron a volar por el cielo, lanzándose ataques el uno al otro hasta que finalmente, Kazein hizo que Gerardo se estrellase en el suelo con una fuerte ráfaga de viento. Gerardo se puso en pie de inmediato y se volvió a elevar en el aire para luego quedarse planeando. Luego dibujó un círculo enfrente de sí mismo con su garra izquierda para después atravesarlo con su garra derecha.

- "Watsa ya... hydrast, baprou cezet liera ika, phaf protasec sos fiassessaks ika... Iadl!" -

Una gran esfera de agua brotó del punto donde atravesó el círculo, la cual salió disparada contra Kazein con la fuerza de una bala y le dió de lleno en el pecho.

- "¡Maldito semidragón!" - gritó Kazein sujetándose el pecho - "Zyacc Wasryats Wasrya Kiols, JiallZa Oli CoullZa Myallade! Tempest of Destruction!" -

La fuerza combinada de los tornados atrapó a Gerardo a pesar de sus mejores esfuerzos para evitarlos y lo azotaron contra el suelo. A pesar de que recibió algunas cuantas heridas, todavía tenía suficiente fuerza para continuar luchando, y además, Gabriela empezó a cantar su canción Healing Light para sanar sus heridas y las del resto del grupo.

- "Ist Altyyaok, ShuxuaraRa..." -

- "¡No harás eso, perra!" - gritó Kazein cayendo en picado hacia ella, pero fue repelido cuando Gerardo voló frente a ella y lo acuchilló con sus garras.

- "¡No permitiré que toques a mi hermana! ¡Y pagarás por haberla insultado!" - rugió Gerardo mientras se mantenía frente a ella.

Para ese momento, la canción ya había surtido efecto y las heridas que todos tenían habían sido sanadas, a pesar de que Kagome y Sango aún seguían inconscientes.

Gerardo luego se elevó de nuevo hasta la altura de Kazein y dibujó otro círculo usando ambas garras. En cuanto lo hizo, una pequeña esfera azul comenzó a cargar energía en su centro y él luego puso sus garras frente a sí mismo.

- "Watsa ya... hydrast, baprou cezet gorba ika, yst gyellia tast paewat phaf protasec sos fiassessaks ika! Iadlas!" - dijo mientras aplastaba la esfera con sus garras, liberando la energía dentro de ella. Luego le apuntó a Kazein y unos segundos después, le disparó un chorro de agua con una gran presión. Kazein cayó al suelo gravemente herido y, a sabiendas de que ya estaba acabado, trató de hacer una embestida final contra Gerardo, el cual no vió venir al ataque mientras bajaba hacia el suelo. Cuando Kazein estaba por cortarle la cabeza con un sable de viento, fue derribado por dos flechas: una blanca que fue disparada por Gabriela y una púrpura que pareció haber salido de la nada.

- "Los maldigo… a ti dragón… de agua... y a tu maldita hermana…" - dijo Kazein mientras Inuyasha le lanzaba un Kaze no Kizu que no pudo anular para rematarlo. Esto sólo dejó unos retazos de tela como restos de él, los cuales se desvanecieron en el viento y que luego fue succionado por el portal. Un pequeño pequeño Fragmento de Sombras cayó al suelo, el cual Gabriela se apresuró a poner a buen recaudo dentro de una Bolsa de Luz. Kagome y Sango se despertaron al poco tiempo.

- "¿Quién… o mejor dicho… qué eres?" – preguntó Kagome asombrada mientras miraba a Gerardo en su forma de semidragón.

- "Soy yo, Gerardo… aunque puede que no me reconozcas ahora por mi apariencia…" - dijo Gerardo con una sonrisa calmada - "Por ahora, estoy en forma de semidragón" - respondió tranquilamente.

- "Whoa, asombroso..." - le dijo Shippou impresionado.

- "Sí, por eso dije antes que la forma de armadura es nada comparada con este nivel y el siguiente" - dijo Gerardo, pero luego empezó a brillar en azul y a encogerse. Cuando la luz desapareció, él había, muy para su disgusto regresado a su apariencia de niño aldeano.

- "¿Qué sucedió?" - preguntó Sango.

- "Se le acabó la energía" - dijo Gabriela en tono comprensivo - "Es mucho más agotador permanecer en esa forma que el sólo llevar la armadura" -

- "Exactamente, pero me hubiese gustado quedarme así hasta que hubiéramos pasado el portal..." - dijo mientras se sonrojaba y suspiraba resignadamente. Luego le sonrió a su hermana - "Y eso estuvo cerca, gracias Gaby. Si no fuera por esas flechas, ahora ya no estaría aquí" -

- "Hehe, no fue nada" - dijo Gabriela mientras se reía traviesamente, pero luego una expresión intrigada apareció en su rostro - "Pero me pregunto quién habrá disparado la otra..." -

- "Fue una Flecha Sagrada..." - dijo Inuyasha - "Pero Kaede no está por aquí, Kagome estaba inconsciente y Kikyou..." -

- "Lo sabemos, lo sabemos..." - dijo Kagome entristecida.

- "Nos preocuparemos por ello luego. De momento, será mejor que regresemos a nuestro tiempo" - dijo Miroku con voz severa - "No queremos quedarnos atorados en esta época, ¿cierto?" -

Todos asintieron y cruzaron el portal. A medida que iban avanzando, lentamente iban volviendo a la normalidad, mientras veían escenas del pasado: el primer encuentro entre cada uno de ellos, el nacimiento de Kagome; y cuando el pozo se abrió por primera vez.

Cuando llegaron al otro lado, se encontraron en el prado en frente del Pozo Devorador de Huesos y notaron que habían vuelto a sus apariencias y edades de siempre, además de que de nuevo llevaban sus ropas típicas. El portal se cerró y desvaneció tras ellos tan pronto como todos estuvieron fuera.

- "Bueno, eso sí que fue toda una experiencia, ¿no es así?" - preguntó Shippou con una sonrisa poco convincente. Pero solo recibió miradas de rabia como respuesta, mientras que Inuyasha y Kagome tenían expresiones que parecerían más propias de un funeral.

(BGM: Ushinawareta Mirai – Kow Ohtani)

- "Realmente no sé cómo considerar esto... Dado que que vimos un futuro perdido..." - dijo Gerardo con tristeza.

- "¿A qué te refieres con eso...?" - le preguntó Sango.

- "Básicamente, que vimos como una persona pierde todo lo que les esperaba tras la muerte..." - dijo Gerardo entristecido - "Mientras sus lazos con los demás se rompen permanentemente y sus esperanzas y sueños mueren con ellos..." -

- "Eso es cierto, pero... yo..." - empezó a decir Kagome, pero no encontró que más podría decir al respecto, mientras que Inuyasha no quitaba la vista del suelo.

- "En resumen, aquellos que han muerto perdieron su futuro para siempre, al igual que todo lo demás que tenían..." - dijo Miroku con una expresión de tristeza en el rostro.

- "¿Y qué queda después de eso?" - preguntó Shippou tristemente - "Yo solo sentí un gran vacío y después odio cuando asesinaron a mi padre…" -

- "Una sola cosa… el deseo de que aquellos por quienes murieron sigan viviendo y sean felices" - dijo Gerardo, a lo cual los demás asintieron - "Por eso es que no podemos permitir que las muertes y sacrificios de otros sean en vano, debemos seguir adelante para que puedan descansar en paz…" -

- "Y tantas personas han perdido sus vidas por culpa de Naraku, no sólo Kikyou, Kohaku y toda mi aldea…" - dijo Sango.

- "Al igual que mi padre y mi abuelo…" - dijo Miroku mientras empezaba a rezar por sus almas.

- "Y por culpa de Tenebross, Dragonia está muriendo y nuestros mundos también están en peligro… Por ello debemos detenerlos" - dijo Gabriela enjugándose los ojos.

- "¡Y haremos eso...! ¡Nadie más debe volver a sufrir de ese modo!" - dijo Inuyasha gruñendo.

Y con esa nueva determinación, al igual que esa tremenda tristeza en sus corazones regresaron a la aldea de Kaede para hacer planes para su viaje.

(Ending: Life Goes On – Type 2 – Mika Arisaka)

Sin embargo, mientras se alejaban, había una figura observándolos desde detrás de unos árboles cercanos: era una niña de una edad cercana a la que Kagome tenía como Miko, vestida con un kosode verde decorado con flores rosadas, un obi rosado claro, estaba descalza y llevaba el pelo atado en un moño blanco del mismo modo que Kaede. Tenía el rostro surcado de lágrimas y una expresión llena de tristeza en el rostro.

- "Inuyasha…" – dijo la niña, la cual un momento después brilló intensamente en blanco y regresó a su verdadera forma: era Kiyou – "Ahora he visto la verdad… Debo continuar con esto sola, para evitar que nos lastimemos entre nosotros de un modo como ese de nuevo… y hacer que aquel que nos ha causado tanto sufrimiento pague con su vida…" –

Luego, se alejó en dirección opuesta al grupo.