Capítulo 19:
Revelaciones
Poco después de que Kouin hubo terminado de darles tratamiento con su magia, la mayor parte del grupo tuvo sus ojos de vuelta a su estado normal y empezaron a parpadear, confundidos por el repentino cambio de oscuridad casi absoluta a la luz filtrada por la puerta y las ventanas del recinto abandonado.
Gerardo de inmediato abrazó a Gabriela, la cual se apartó de él con una expresión aterrada. Sango y Miroku se abrazaron el uno al otro murmurando algunas cosas incomprensibles justo antes de que Shippou se les abalanzase chillando encima. Miko se acercó a Yasha, pero Yasha solo se apartó de ella y de los demás con temor. Sin embargo, cuando notaron quien estaba con ellos, de inmediato dejaron sus reacciones iniciales y desenvainaron sus armas.
- "¡Tú!" – gritó Gerardo mientras se acercaba a Kouin con Ryuuga desenvainada y Fuuinryuu en su mano izquierda – "¿¡Qué haces aquí!?" –
- "Hmm, me esperaba una reacción menos agresiva," – suspiró Kouin – "Al fin y al cabo, soy quien acaba de salvar sus vidas" –
- "¿¡Qué!?" – gritaron todos espantados.
- "Así es, yo fui quien los rescató de ese horrible espejo" – dijo mientras señalaba hacia los restos del Espejo de las Tiniblas, el cual ahora se había roto por completo. Todos se le quedaron viendo con la boca abierta.
- "Entonces, ¿qué fue todo eso que vimos mientras estuvimos dentro?" – preguntó Miroku mientras revisaba que su Kazaana aún estuviera como antes; y asombrado de verse a sí mismo y a los demás a salvo.
Los demás reaccionaron de forma parecida, mientras que Yasha miraba confundido a los otros: no parecían tan malos en comparación a como habían actuado dentro del espejo, y Miko se examinaba a sí misma y notaba que su apariencia y su ropa habían vuelto a sus aspectos usuales.
- "Todo lo que vieron, oyeron, tocaron y sintieron dentro de ese lugar fue una mera ilusión" – explicó Kouin mirando al espejo con tristeza mientras los demás se miraban entre sí con cierta vergüenza – "Ese artefacto es conocido como el Espejo de las Tinieblas; y después de atrapar a sus víctimas, las azota implacablemente con sus peores pesadillas y temores hasta el punto en que destruye completamente sus espíritus y sus mentes. Y no hay posibilidad de escape: el espejo también es capaz de percibir las esperanzas de aquellos a quienes tiene atrapados y transmutarlas en más desesperación" –
- "Pero entonces… ¿Cómo nos sacaste de allí; y por qué?" – preguntó Miko cerrando una mano en un puño y posándolo sobre su pecho. Creía que Kouin no podía ser tan malo, pero aún no confiaba en él del todo.
- "Por ahora no creo que sea prudente explicarlo, pequeña," – dijo Kouin mientras se agachaba para que sus rostros estuvieran a la misma altura; y luego se volteaba a mirar a Kagome e Inuyasha – "Desafortunadamente, parece que dos de sus amigos quedaron en muy malas condiciones por haber pasado por esto" -
En efecto, Kagome e Inuyasha aún seguían en el estado en el que todos estaban cuando habían sido sacados del espejo por Kouin, a pesar de que él ya había usado la misma magia que había aplicado a los demás para sacarlos de eso. Al parecer no había surtido ningún efecto, ya que ellos seguían temblando mientras las joyas de sus medallones titilaban de forma extraña.
- "¿Qué les sucede?" – preguntó Gabriela mientras ella y los demás corrían a examinarlos. Shippou y Sango trataron de mover sus manos frente a sus ojos y llamarmlos, pero no sirvió de nada: no hubo ninguna reacción.
- "Parece que sus mentes están al borde del colapso" – explicó Kouin tristemente – "Ellos ya estaban en una situación delicada porque todavía no han terminado de acostumbrarse a tener solo una mitad de sus respectivas almas y me temo que esto ha causado un grave daño a sus mentes. Esto esta más allá de mis habilidades de sanación…" –
- Oh no…" – dijo Sango mordiéndose el labio – "¿Y no podemos hacer nada por ellos?" –
- "Probablemente, los medallones también sean la clave en esto…" – dijo Miroku señalando a las gemas de los medallones, las cuales continuaban titilando.
- "Pero, ¿cómo?" – preguntó Yasha, que había estado muy callado desde que habían salido del espejo – "Regresar a ellos ahora no servirá de nada, y ya estamos separados de ellos…" –
- "Aún hay una función que no hemos probado…" – dijo Gerardo mirando los medallones. Los demás se dieron cuenta de a qué se refería cuando recordaron que posiciones tenían.
- "¿Tendremos que sellar sus memorias?" – preguntó Miko volteándose en dirección a Kouin cuando cayó en cuenta de que tendrían que hacer para salvarlos.
- "Eso me temo," – dijo Kouin levantándose y mirando al grupo con seriedad – "El sellado de memoria actúa como un mecanismo de preservación para evitar que sus mentes se destruyan por haber recibido un shock intolerable; así que será necesario que los dejen así por al menos un día para que puedan recuperarse" –
- "No quería que algo como esto pasara…" – dijo Yasha negando con la cabeza mientras su mirada caía hasta el piso, ya que se sentía culpable por la broma que había dicho cuando se habían encontrado con Kaede unas horas antes. Miko le puso una mano en el hombro y le sonrió.
- "No es culpa tuya. No sabíamos que Tenebross tuviera por ahí una trampa tan horrible" - dijo ella con una voz tranquilizadora.
- "Bueno, creo que realmente no tenemos otra alternativa…" – dijo Miroku caminando hacia Inuyasha, pero Shippou saltó a su hombro y lo detuvo.
- "Miroku, ¿no deberíamos dejarles a Yasha y Miko que hagan esto?" – le preguntó mientras les dedicaba un gesto con la cabeza – "A final de cuentas, ellos son los más cercanos a Kagome e Inuyasha, si tú me entiendes" –
- "Está bien, lo haremos nosotros" – dijo Yasha mientras se acercaba a Inuyasha y sujetaba la aguja de rubí de su medallón con su mano – "Nii-san, por favor, recúperate pronto…" –
- "Onee-san… por favor… no me dejes de nuevo…" – dijo Miko mientras miraba la expresión ausente de Kagome con una gran tristeza.
Luego ella y Yasha se miraron a los ojos, se asintieron el uno al otro; y cambiaron la posición de los medallones de sus contrapartes a "Sellado". Al instante siguiente, Inuyasha y Kagome cerraron los ojos y cayeron inconscientes en los brazos de sus contrapartes más jóvenes. Las joyas de los medallones dejaron de titilar y empezaron a llenarse de luz, como si tuvieran una especie de medidor dentro.
- "Muy bien, con esto será suficiente," – les dijo Kouin – "Será buena idea que busquen un lugar para permitirles que descansen. También debo decirles que mientras sus memorias permanezcan selladas, lo cual será hasta que las joyas de sus medallones se hayan llenado de luz, deberán tratarlos del mismo modo que a una persona que bebió el Agua del Reinicio" –
- "Adivino: porque si no enloquecerán ya que sus memorias reales están 'desconectadas', a falta de una mejor manera de decirlo" – dijo Gerardo mientras los miraba.
- "Exacto. Sin embargo, ya verán por ustedes mismos que sucederá cuando despierten" – dijo Kouin misteriosamente – "Y si les parece bien, quisiera acompañarlos de ahora en adelante"
- "¿Eh?" – preguntó Gabriela retrocediendo con la sorpresa impresa en el rostro mientras Miroku cargaba a Inuyasha sobre su espalda y Sango hacia los mismo con Kagome – "¿Y eso?" –
- "Lo mismo nos estamos preguntando todos aquí" – dijo Yasha mientras lo miraba con una ceja levantada – "¿Por qué razón vas a unirte a nosotros si eres un sirviente de Tenebross?" –
- "Tengo mis propias razones, las cuales explicaré tan pronto como sus amigos se hayan recuperado" – dijo Kouin con firmeza – "Lamento esto, pero no me gusta repetir las explicaciones y quisiera decirlas una sola vez" –
- "Al menos no parece que quiera tendernos una trampa ni nada" – dijo Miko mientras miraba a Kouin con sus manos entrelazadas detrás de sí misma mientras los demás guardaban sus armas.
- "En ese caso, de acuerdo, puedes venir" – le dijo Gerardo con los brazos cruzados después de que había regresado a Ryuuga y Fuuinryuu a su obi – "Pero tendremos que eliminarte si intentas cualquier cosa rara. ¿Queda eso claro?" –
- "Entendido" – asintió Kouin – "Al fin y al cabo, no puedo pedirles que confíen en mí después de lo que hice durante nuestro primer encuentro" –
- "Aunque es gracias a eso que estamos aquí ahora, Kouin-san" – le sonrió Miko. Kouin parpadeó un par de veces sorprendido, y luego le devolvió la sonrisa.
Salieron del templo y retomaron la senda hasta la aldea. Cuando al fin llegaron, fueron hasta la cabaña de Kaede y dejaron a Inuyasha y a Kagome recostados en dos futon separados mientras esperaban a que reaccionaran. Por su parte, Kaede estaba en las afueras de la aldea recolectando hierbas medicinales, de modo que no se encontraron con ella.
- "Esto me recuerda a cuando trajimos a Kagome y a Inuyasha aquí después de que bebieron el Agua del Reinicio por primera vez" – dijo Sango con cierta nostalgia en su voz.
- "Cierto, es muy similar a lo que sucedió esa vez," – dijo Miroku pensativamente – "Aunque en ese entonces no nos habíamos conseguido un nuevos aliados ni imaginabamos que eso fuese a traer tantas novedades a nuestro mundo" –
- "Igual es extraño que haya pasado algo como eso de nuevo" – dijo Yasha de brazos cruzados.
En ese momento, Kagome e Inuyasha comenzaron a reaccionar y se levantaron al mismo tiempo. Sin embargo, lejos de tener la reacción que tuvieron cuando se despertaron por primera vez después de haber bebido el agua, solo se incorporaron y les sonrieron a los demás.
- "Hola, Sango-nee, Houshi-sama" – dijo Kagome alegremente mientras ella e Inuyasha soltaba pequeños bostezos y se estiraban. Parecía que ella e Inuyasha simplemente se hubiesen despertado de una pequeña siesta.
- "¿Te encuentras bien?" – le preguntó Miroku con una cara de preocupación.
- "Por supuesto, ¿por qué no lo estaría?" – dijo Kagome.
- "Onee-san, estaba muy preocupada por ti…" – le dijo Miko mientras caminaba hacia ella y le mostraba una pequeña sonrisa de alivio.
- "¿Huh? Miko, ¿por qué me dices así?" – dijo Kagome ladeando la cabeza – "Si somos gemelas…" –
- "¿Qué?" – dijo Yasha con extrañeza al oír eso, mientras que Miko se quedó con la boca abierta y no pudo responder. Los demás se miraron los unos a los otros confundidos y espantados.
- "Yasha, ¿sucede algo?" – dijo Inuyasha mientras se levantaba e iba hacia él – "¡No me dirás que te distrajiste y te diste un golpe en la cabeza o algo, hermanito!" –
Todos continuaron mirándose los unos a los otros confundidos mientras Kouin reía en silencio.
- "Pero vamos, ¿qué les sucede a todos ustedes hoy?" – preguntó Kagome con voz entretenido. Luego soltó unas risitas, pensando estaban intentando jugares una broma – "¡Hasta Gerar-nii y Gaby-nee están actuando raro!" –
- "¿¡Qué!?" – dijeron Gerardo y Gabriela al unísono, pensando que la situación sólo se ponía más rara con cada minuto que pasaba.
- "Keh, ni modo. Mejor dejamos que sigan con su broma, Kagome" – le dijo Inuyasha dando un resoplido – "¡Vámonos a jugar de una vez, antes de que Kaede-obaasan vuelva y nos ponga a entrenar de nuevo!" –
- "Miko, Yasha…" – dijo Kagome mientras se volteaba hacia ellos con una gran sonrisa en el rostro – "¿Quieren venir con nosotros?" –
Miko y Yasha se miraron el uno al otro sin saber que hacer; y en ese momento Miroku decidió intervenir:
- "Ellos irán en un momento" – les dijo amablemente – "Por ahora, necesitamos decirles algo importante. Después podrán salir a jugar con ustedes" –
- "¡De acuerdo!" – sonrieron ambos; y después de que Kagome se hubo puesto sus zouri, salieron corriendo de la cabaña.
- "Muy bien, Kouin" – dijo Gerardo después de que se hubieron alejado lo suficiente como para que no pudieran oírlos – "¿Podrías explicarnos que sucedió aquí?" –
- "Fue tan extraño… parecía en parte que tuvieran sus memorias y en parte como si no las tuvieran…" – dijo Gabriela extrañada.
- "Es algo parecido" – explicó Kouin – "Cuando usan la función de sellado del medallón, este crea un grupo básico de recuerdos basados en la identidad y personalidad de esa persona; además de crearles un pequeño trasfondo e historia personal para ahorrarles los problemas a sus cuidadores de tener que inventar una" –
- "En otras palabras…" – empezó Miko con una mano sobre su boca, pero Yasha le puso una mano en el hombro:
- "Será mejor que se los preguntemos directamente luego" – le dijo mientras le sonreía – "No creo que sea bueno que saquemos conjeturas y actuemos diferente de como ellos esperan que seamos" –
Miko sólo sonrió y asintió por respuesta.
- "Y hablando de eso," – empezó Sango mientras les sonreía – "¿Porque no van a jugar con ellos?" –
- "¿Huh?" – se extrañaron ambos al oír eso.
- "Sango tiene razón" – dijo Miroku mientras asentía – "Hasta ahora han tenido que actuar más como adultos que como niños debido a todas las batallas y peligros que hemos vivido hasta ahora. No está demás que jueguen hasta que ellos dos se recuperen, en especial después de los horrores que acabamos de atestiguar" –
- "Gerar, ¿está bien si voy a jugar también con ellos?" – dijo Gabriela rebosante de alegría.
- "Por mi perfecto" – le dijo Gerardo mientras le acariciaba suavemente la cabeza – "Además, como también has luchado tan duro, te lo mereces, hermanita" –
- "Y yo también" – canturreó Shippou mientras salía tras Kagome e Inuyasha. Pensaba para sus adentros que esto le daba una segunda oportunidad con Kagome; y no la iba a echar a perder de nuevo.
- "Nosotros usaremos la tarde para descansar y le diremos a Kaede-sama sobre todo esto para ponerla al corriente" – dijo Sango mientras dejaba sus armas en un rincón de la cabaña.
- "Yo creo que me quedaré aquí a conversar con Kouin, que hay algunas cosas que quiero preguntarle" – dijo Gerardo mientras se sentaba de nuevo – "Del mismo modo, Gaby... Quiero que me sirvas de ojos y oídos mientras estás allá afuera para asegurarnos de que no pase nada malo" –
- "¡Muy bien!" – dijo Gabriela canturreando mientras ella, Miko y Yasha salían de la cabaña.
Al poco rato se encontraron con Kagome e Inuyasha, los cuales al parecer se habían quedado esperándolos bajo un árbol cerca del río.
- "Que extraño…" – dijo Miko observando el árbol mientras se acercaban – "Este es el mismo árbol bajo el que solíamos encontrarnos antes" –
- "Es cierto…" – dijo Yasha con extrañeza – "Parece que este lugar se ha vuelto muy importante para nosotros cuatro" –
En cuanto los vieron, Inuyasha y Kagome los saludaron y corrieron a recibirlos:
- "¡Miko, Yasha, Gaby-nee!" – dijo Kagome tan pronto como estuvieron cerca de ellos – "¡Por fin! ¡Pensábamos que no iban a venir nunca!" –
- "Keh, ¿y qué fue eso que Houshi-sama quería decirles?" – preguntó Inuyasha cruzándose de brazos – "Que eso nos hizo perder mucho tiempo" –
- "¡Sí! ¡Miroku es todo un especialista en hacernos perder el tiempo!" – refunfuñó Shippou.
- "Solamente algunas cosas respecto al entrenamiento que nos van a dar" – dijo Yasha rápidamente para evitar que sospecharan algo.
- "Sí… Kaede-obaasan nos va a dar lecciones de arquería más tarde a Kagome y a mí…" – dijo Miko entrelazando sus manos enfrente de sí – "Mientras que Yasha e Inuyasha tendrán algunos ejercicios de esgrima y Gaby-nee nos contará algunas historias de sus viajes con Gerar-nii" –
- "Jiji, espero que les gusten cuando las escuchen" – dijo Gabriela sonriendo, pensando que no sería muy difícil que alterara un poco el recuento de sus aventuras recientes para contárselas como historias – "Bueno, ¿vamos a jugar ahora o qué?" –
- "¡Sí!" – dijeron mientras salían corriendo hacía una explanada cercana. Una vez allí, Miko sacó una pelota del Dragtemn que compartía con Kagome y se la lanzó a Yasha.
- "Por cierto, Kagome-chan," – le dijo Gabriela mientras continuaban jugando a pasarse la pelota – "¿Puedes contarme como llegaron hasta aquí? Se me han olvidado algunas cosas" –
- "¿Huh?" – dijo Kagome ladeando la cabeza mientras recibía la pelota de las manos de Yasha y se la lanzaba a Miko – "Está bien, aunque Miko también podría contártelo, Gabry-nee" –
- "Hehe, creo que sería mejor que lo cuentes tú…" – dijo Miko mientras pensaba para sus adentros que realmente no sabía que clase de memorias tendría Kagome ahora: el vínculo que ambas usaban para compartir recuerdos estaba cerrado en ese momento, al igual que el de Yasha con Inuyasha. Luego le lanzó la pelota a Gabriela.
- "Oh… está bien" – dijo Kagome mientras tomaba aliento – "Miko y yo somos hermanas gemelas y ambas nacimos en una tierra más o menos apartada de aquí. Hace unos meses, nuestros familiares nos enviaron aquí con nuestra tutora, Kaede-obaasan, para que aprendiésemos como ser mikos, y aquí fue donde los conocimos a todos ustedes: a Houshi-sama, a Sango-nee, a Shippou, a Yasha, a Inuyasha, a Gerar-nii y a ti, Gaby-nee" –
- "Con nosotros fue similar," – dijo Inuyasha mientras atrapaba la pelota que Gabriela le acababa de lanzar y se la lanzaba a Kagome con una sonrisa – "Después de que murió nuestra madre, Yasha y yo deambulamos por mucho tiempo, huyendo de humanos y youkai, hasta que conseguimos este lugar en donde Kaede-obaasan nos dió un hogar aquí. Ella y Totosai-sensei han sido amigos por mucho tiempo, así que ellos nos entregaron las espadas de nuestro padre y aquí también hicimos nuestros primeros amigos humanos" –
- "Hehe, si que hemos pasado por mucho, ¿no, Inuyasha?" – preguntó Yasha algo sorprendido por las historias que los medallones habían hecho para ellos.
- "Sí, así es, Yasha" – le dijo Inuyasha sonriente – "Pero al menos me alegra que tengamos amigos y gente que cuide de nosotros ahora" –
- "Extraño un poco a mi familia, ¡pero me alegro que aquí tengamos amigos tan buenos como ustedes!" – sonrió Kagome.
- "Yo también, onee… digo, Kagome" – se corrigió Miko al último segundo. Todavía no había logrado perder la costumbre de llamar 'Onee-san' a Kagome.
- "Por cierto, Kagome," – dijo Shippou repentinamente fingiendo timidez luego de que habían parado de jugar por un rato para descansar – "Tengo un regalo para ti" –
- "Espero que no sea una corona de flores, Shippou" – le recriminó Miko. En efecto, eso era lo que Shippou tenía preparado para darle.
- "Vamos, Miko, no seas tan dura con él" – le dijo Kagome con voz tranquilizadora – "Sé que en una ocasión se portó mal con Yasha e Inuyasha, pero está arrepentido por eso" –
- "¡Sí si!" – exclamó Shippou al ver como Kagome lo estaba defendiendo – "¡De verdad estoy muy arrepentido por eso que dije!" –
- "De acuerdo" – suspiró Miko con cierta exasperación al ver como Kagome aceptaba la corona de flores y se la ponía en la cabeza.
- "¡Se te ve muy bien!" – le dijo Shippou, a lo que Inuyasha asintió.
- "Si… te ves más guapa…" – dijo mientras la cara se le ponía roja.
- "¡Gracias!" – dijo mientras iba y le daba un abrazo a ambos. Yasha, Miko y Gabriela se quedaron todos con la boca abierta al ver esto.
- "Pero Shippou" – le dijo Kagome después de que se habían separado y continuaban el juego – "Seguimos siendo solo amigos. No quiero que malentiendas las cosas" –
- "Ugh…" – gruñó Shippou mientras sentía como el suelo a su alrededor se hundía – "Está bien, entiendo…" –
Los demás solo se rieron al ver como se amargaba y poco después decidieron continuar jugando. Kagome se quitó la corona de flores y la guardó en el Dragtemn que llevaba Miko para que no se dañara. Al rato siguiente, Gabriela se aburrió de que solo estuviesen pasándose la pelota, así que les mostró como jugar voleibol:
- "Es así," – dijo mientras arrojaba la pelota sobre su cabeza y la golpeaba en dirección a Miko con las puntas de sus dedos – "Luego la golpean los que estén del otro lado; y quien logre hacerla golpear en el lado del otro equipo sin que ellos puedan devolverla gana un punto" –
- "¡Suena muy divertido, Gaby-nee!" – dijo Kagome mientras Miko la golpeaba en dirección a Yasha – "¡Esos juegos que inventan en el sitio de donde vienes son cosas que nunca antes había visto!" -
- 'En realidad sí los conoce, pero no lo recuerda' – pensó Miko mientras se reía para sus adentros – 'Hehe, creo que los demás pensaban eso mismo de mí antes de que nuestro vínculo se formase' –
Se pusieron a jugar de modo que Gabriela, Miko y Kagome formaron equipo, mientras que Shippou, Yasha e Inuyasha estaban del otro lado.
- "Entonces, Gaby-nee" – dijo Inuyasha mientras le devolvía un saque a Kagome – "¿Cómo han sido sus últimos viajes? ¿Qué cosas han visto? ¿Qué criaturas malvadas han vencido?" –
- "Jiji, bueno," – dijo mientras empezaba a rememorar algunos de los acontecimientos recientes y comenzaba a relatarlos con una sonrisa – "Entre otras cosas entramos a un volcán, derrotamos a un monstruo hecho de fuego e hicimos que una pareja que no paraba de pelearse se casase" –
- "¡Wow! ¡Increíble!" – dijo Kagome mientras hacía rebotar la pelota en dirección a Miko y ella la lanzaba en dirección a los otros tres – "¿Y consiguieron algo más de las cosas que estaban buscando? ¿Los Fragmentos Oscuros o algo así?" –
- "Kagome, se llaman Fragmentos de Sombras" – dijo Miko extrañada ante el hecho de que Kagome hubiese recordado mal el nombre – "Y si supuestamente consiguieron muchos y están muy cerca de completar el cristal" –
- "¡Felicidades!" – le dijo Inuyasha mientras que Yasha le pasaba la pelota para que él la lanzara de vuelta hacia Kagome y Miko – "¡Sí que han hecho mucho!" –
- "Jiji, quisiera que así fuese, pero aún nos falta mucho para poder terminar con esto" – dijo Gabriela con cierta humildad.
- "Y aún tienen que pelear con Tenebross, ¿verdad?" – preguntó Yasha, algo más aliviado porque aparentemente no tendrían mantener todas las conversaciones en secreto para evitar que algo malo les sucediese a Kagome e Inuyasha.
- "Sí, pero como es tan cobarde, no creo que sea tarea fácil hallarlo…" – dijo Gabriela poniendo una cara seria.
- "¿Por qué dices eso?" – dijo Inuyasha, pero pagó caro su momento de distracción porque no pudo devolver el lanzamiento que Gabriela acababa de hacer – "¡Rayos!" –
- "Muy bien, ¡un punto para nosotras!" – anunció Gabriela alegremente – "Y eso lo dije porque así es. Ya tenemos rato buscándolo y solo apareció un par de veces ante Gerar y yo" –
- "Y probablemente cueste aún más trabajo localizarlo ahora…" – dijo Yasha pensativamente mientras todos volvían a arreglarse para continuar con el juego.
- "No seas tan pesimista, Yasha" – le dijo Kagome desde el otro lado del prado que estaban usando como campo de juego – "Estoy segura de que podrán hacerlo, del mismo modo que Houshi-sama y Sango-nee siguen con su búsqueda de la Perla de Shikon…" –
- "¿Aunque no te parece un poco extraño que te hayan dejado ese fragmento a ti, Kagome?" – preguntó Inuyasha algo desconcertado mientras Shippou lanzaba el siguiente saque.
- "No mucho," – dijo ella encogiéndose de hombros mientras Miko recibía el saque y se preparaba para devolverlo – "De todos modos es un recuerdo que me trajeron de sus viajes; y si sucede algo, podemos encargarnos nosotros mismos" –
- "En otras palabras, ¿ya saben pelear bien entonces?" – se sorprendió Gabriela al escuchar esas palabras.
- "No tanto como quisiéramos," – contestó Inuyasha mientras Kagome recibía el lanzamiento de Yasha – "Pero al menos podemos defendernos de youkai débiles" –
- 'Hablando de sorpresas…' – pensó Yasha extrañado mientras Inuyasha le respondía al lanzamiento de Kagome – 'Aunque diría que Miko y yo ya sabemos pelear bastante bien…' –
- "Solo será cuestión de que sigamos practicando," – dijo Miko alegremente mientras respondía al lanzamiento de Yasha – "De cualquier modo, sólo relajémonos y juguemos hoy. ¡Dejemos de preocuparnos por entrenar, pelear y todo eso!" –
- "¡En eso tienes mucha razón, Miko!" – le dijo Gabriela con una sonrisa, aunque terminó sonando bastante similar a su hermano. Al momento siguiente, Inuyasha respondió al lanzamiento y terminó anotándose un tanto para él y para Yasha.
Continuaron jugando y riendo un rato más; y el juego terminó cuando los chicos hubieron anotado tres puntos, con las chicas quedando con dos. Las chicas les dieron las felicitaciones por su victoria; y después de haber tomado un pequeño refrigerio que Miko y Gabriela sacaron de sus Dragtemn, decidieron empezar a jugar a las escondidas.
Por otra parte, Gerardo y Kouin estaban enfrascados en una conversación que comparaba la estructura del universo de Dragonia con el de la Tierra.
- "Y como puedes ver, nuestro universo es conformado por la dualidad de ondas y partículas emitidos por Kiockse, o el Núcleo del Caos" – explicó Kouin mientras le mostraba un diagrama hecho con líneas luminosas – "Esas ondas y partículas se formaron por primera vez en lo que conocemos como la Canción del Origen; y su flujo por el universo dicta el ritmo de las melodías de todo lo que existe en el universo, lo cual nosotros llamamos la Gran Melodía" –
- "Hmm, ya veo" – asintió Gerardo con una sonrisa – "El universo de Dragonia tiene un gran toque musical, dada la terminología que utilizan" –
- "Así es" – sonrió Kouin – "Los Dragonianos le dan gran importancia en su sociedad a la música y al canto, dado que es su forma más poderosa de utilizar magia; y es lo que los conecta directamente con el mundo y sus Voluntades creadoras" -
- "Entiendo. En cambio, mi universo es mucho más técnico: su origen fue una explosión llamada el Big Bang; y todas las explicaciones son directas sin ninguna clase de matiz poético o metafórico. Y por lo que veo, esas partículas y ondas son también lo que forma el planeta de Dragonia, ¿correcto?" –
- "Si, pero solo una parte de la infinidad de tipos de ondas y partículas creadas por Kiockse" – explicó Kouin – "En total, solo 18 tipos de dichas ondas y partículas existen en Dragonia: seis que le dan origen a los elementos y las Voluntades que los controlan, tres que no tienen voluntad propia pero son controlados por las voluntades de los seis anteriores, tres que provienen de entes externos, uno que es otorgado por Kiockse como unión de todos los anteriores; dos que son creados por la misma fuerza que Tenebross y yo; y tres que permean todo el universo y son conocidos como los Elementos de la Creación" –
- "En otras palabras, cada elemento tiene una onda o partícula correspondiente" – comentó Gerardo – "Pero, ¿si el Núcleo del Caos es el que crea y mantiene todo, que es lo que crea y mantiene la "inexistencia"?" -
- "Ese seria el Núcleo de la Nada" – dijo Kouin con amargura – "Y no puedo decirte su nombre por ahora, ya que es parte de lo que voy a explicar cuando tus amigos recuperen sus recuerdos" –
- "Esta bien, entiendo" – dijo Gerardo – "Y regresando a la conversación previa... bueno, mi universo tiene una cantidad teóricamente infinita de partículas y ondas de toda clase de longitudes y frecuencias, pero no están organizadas del mismo modo que el universo Dragoniano. Más bien, reciben nombres dependiendo del tamaño que tengan, de su polaridad eléctrica y su función en el contexto del microcosmos. Por cierto, ¿que diferencias hay en cuanto a poder o eficacia cuando los Dragonianos recitan los hechizos o los hilan en una canción?" –
- "Es bastante simple," - explicó Kouin - "Cuando se recita, el poder de un hechizo es regular si se usa el Dragoniano Común. En cambio, cuando se recita usando Dragoniano Ceremonial, el poder se multiplica por diez debido a que ese idioma permite enviar ondas de sentimientos más densas y además permite comunicarse directamente con los Núcleos sin que ellos tengan que reinterpretar esas emociones de otro idioma o dialecto. Y si a eso le añades usar canciones para ejecutar los hechizos, el poder se triplica debido a que las melodías y patrones rítmicos permiten transmitir más emociones en un instante que el sólo decir las palabras sin ninguna clase de acompañamiento. Otra diferencia es la velocidad: cantar resulta más complicado porque debes crear la canción y la letra para ello; y el Dragoniano Ceremonial es más complicado y lento de pronunciar que el Dragoniano Común" -
- "Hmm, entiendo. Ese mundo y todo lo que tienen en el sí que es interesante" - dijo Gerardo entusiasmado.
- "La ciencia de tu mundo suena muy interesante también" – se rio Kouin – "Supongo que te suena aburrida porque ya estas acostumbrado a ella" –
- "Algo así" – se rio Gerardo – "No seré un especialista en física ni mecánica cuántica; y le tendré terror a los números, pero el funcionamiento de mi universo siempre ha sido un punto de gran interés para mí; y por eso lo he estudiado desde que era pequeño, leyendo libros de todo tipo" –
- "Hehe, realmente tienes madera de Investigador y de Erudito" – dijo Kouin mientras hacía desaparecer las luces que había dibujado – "De hecho, si vivieras en Dragonia, no me sorprendería nada que ya hubieses recibido una beca de parte de la familia real para estudiar una de esas carreras" –
- "Adivino, ¿una consiste en investigación teórica mientras que la otra pone esas teorías en práctica?" – preguntó Gerardo. Kouin le asintió – "Hmm, realmente suena como algo a lo que me gustaría dedicarme" –
- "Hehe, realmente eres similar a una persona de ese mundo" – dijo Kouin con cierta nostalgia – "Aunque éramos enemigos, de vez en cuando solíamos encontrarnos para intercambiar información e investigaciones" –
- "Me imagino que eran enemigos por el hecho de que eres aliado de Tenebross. Pero, ¿no usaban esas ocasiones para tratar de sacarse información mutuamente?" – preguntó Gerardo extrañado.
- "No, ya que hicimos una tregua para eso y acordamos no atacarnos ni espiarnos mutuamente durante dichas reuniones" – dijo Kouin con seriedad – "Además, ambos usábamos hechizos especiales para que ni los demonios de Tenebross ni sus amigos usasen trucos de espionaje ni nada similar" –
- "Pero ¿por qué no usas nada de eso aquí?" – preguntó Gerardo extrañado – "Ya que siempre he tenido la desagradable sensación de que nos vigilan" –
- "Eso se debe a que ese hechizo no funciona en este mundo debido a interferencia de ondas" – dijo Kouin con amargura – "Además, Naraku usa un tipo de espionaje cuyos principios aún no entiendo por completo y por eso no he podido desarrollar un método eficaz para impedirlo" –
- "Hmm, creo que te refieres al espejo que Kanna lleva encima" – dijo Gerardo pensativamente – "¿Y que sucedió con esa persona?" –
- "…Está muerto…" – dijo Kouin con tristeza – "Desgraciadamente, cayó en una trampa que le puso Tenebross y esto causó que se corrompiera a si mismo con el poder de las Sombras. Debido a esto, terminó matando a sus propios amigos, novia y hermana; y cuando recuperó la cordura y vio la atrocidad que había sido forzado a cometer, no pudo soportar el dolor y se apuñaló a si mismo con su espada… Y yo tuve el horror de ver todo eso porque Tenebross se lo mostró a todos sus monstruos mientras se jactaba de su victoria…" –
- "Santo Dios… que horror…" – dijo Gerardo mirando al suelo, horrorizado de haber escuchado eso.
- "Lo sé… realmente fue horrible…" – dijo Kouin con tristeza – "Se que éramos enemigos y estábamos destinados a matarnos el uno al otro en algún momento, pero no deseaba que las cosas terminasen así…" –
- "Muertes horribles y crueles son pasarse de la raya, ¿no es así?" – preguntó Gerardo.
- "Exactamente. Si tengo que eliminar a alguien, prefiero hacerlo de un modo rápido y que no les cause mucho sufrimiento" – dijo Kouin. Gerardo notó que ambos parecían compartir el mismo código moral – "Ver sufrir a mis víctimas sólo hace las cosas mucho peores. Y la cara que él tenía cuando se suicidó es algo que aún me causa pesadillas… de hecho, me provoca ganas de llorar por la tristeza y horror cada vez que la recuerdo…" –
Se cubrió el rostro con las manos…
- "Al menos ya has cambiado de bando; y vas a ayudarnos a evitar que más incidentes horribles como ese se repitan" – le dijo Gerardo poniéndole una mano en el hombro – "Mientras esté en nuestro poder, haremos todo lo que sea posible para detener a Tenebross. Eso lo juro por mi vida" -
Mientras tanto, Tenebross estaba hecho toda una fiera: había destruido las pocas decoraciones que habían alrededor y se había puesto agresivo hasta tal punto que Naraku tuvo que encerrarse en su barrera para no recibir daños de todos los golpes y ataques que estaba soltando a lo loco.
- "¡MALDITO KOUIN!" – gritó como un desaforado – "¿¡CÓMO PUDISTE TRAICIONARME ASÍ!? ¿¡CÓMO!?" –
- "Hmm, por lo que veo el que una de tus criaturas te haya traicionado te afectó profundamente" – se burló Naraku – "Si alguna de las mías lo hubiese hecho, ya la hubiese exterminado por su desobediencia" -
- "¡NO ERA CUALQUIER CRIATURA!" – gritó Tenebross soltando un odio indescriptible con cada sílaba – "¡ESE MALDITO TRAIDOR, TANTO QUE HICE POR ÉL! ¿¡Y ASÍ ME PAGA!?" –
- "Hmph, no me digas que no tienes poder sobre él" – se burló Naraku de nuevo.
Tenebross le lanzó un gran rayo de sombras desde su espejo, el cual no llegó a hacer contacto con Naraku debido a la barrera. El mismo Tenebross ya sabía que esto pasaría, pero necesitaba algo para descargar su rabia.
- "Deberías controlar ese temperamento tuyo" – se rió Naraku – "A este paso vas a terminar matándote a ti mismo" –
- "¡Cierra esa mugrienta boca tuya!" – rugió Tenebross – "Y respecto a lo que preguntaste, no. Él es el único de mis demonios sobre el que no tengo control de ninguna clase, pero ya ajustaré cuentas con él cuando nos volvamos a encontrar" –
- "En ese caso, mejor nos movemos" – sugirió Naraku – "Seguramente ese traidor ya les estará dando la ubicación de nuestro escondite" –
- "Eres un cobarde imbécil" – le dijo Tenebross – "Los esperaremos aquí y les plantaremos cara. Quiero exterminarlos personalmente…" –
- "Como gustes, pero es muy probable que termines lamentando esa decisión después" – dijo Naraku con una sonrisa contrahecha.
Algunas horas más tarde, cuando ya estaba atardeciendo, Kagome, Inuyasha, Miko, Yasha, Shippou y Gabriela ya se habían cansado de jugar y decidieron regresar a la cabaña de Kaede con los otros. Una vez allí se sorprendieron de ver a Gerardo practicando con su espada y a Kouin observando el sol poniente con cierta melancolía.
- "¡Gerar!" – le djo Gabriela a su hermano mientras corrían hacia él – "¡Hemos vuelto!" –
- "¡Ah, bienvenidos de vuelta!" – dijo mientras dejaba su práctica de esgrima y guardaba su espada y escudo – "¿Cómo la pasaron hoy?" –
- "¡Muy bien!" – contestó Kagome – "¡Gaby-nee nos enseñó un juego llamado voleibol y nos contó sobre el último viaje que hicieron!" –
- "¡Sí!" – dijo Inuyasha emocionado – "¡De como entraron a ese volcán y derrotaron a un monstruo de fuego en una cueva llena de lava, calor y cosas así!" –
- "Ehehe, sí, pero fue muy duro…" – respondió él algo avergonzado – "Si no fuera por Miroku y Sango, seguramente no habríamos podido hacerlo" –
- "Hehe, cierto" – dijo Yasha riéndose de la expresión azorada de Gerardo – "De todas formas, creo que Kaede-obaasan ya habrá vuelto, así que deberíamos ir a saludarla" –
Los demás estuvieron de acuerdo y entraron en la cabaña en tropel. Una vez allí, los recibieron Miroku, Sango y Kaede.
- "¡Hola a todos!" – los recibió Kaede – "¿Pasaron una tarde agradable?" –
- "¡Si, y mucho!" – dijo Kagome alegremente – "Aunque me pareció extraño que no fueras a buscarnos para entrenar, Kaede-obaasan" –
- "Decidí que era mejor que ustedes pasaran un día divirtiéndose, para variar" – dijo mientras se reía – "De cualquier modo, dentro de un rato comenzaremos a preparar la cena" –
- "Bueno, ¿qué hacemos mientras tanto?" – preguntó Yasha – "No creo que haya mucho que podamos hacer ahora que está oscureciendo" –
- "¿¡Bromeas, Yasha!?" – preguntó Miko – "Al menos podríamos ir a ver el atardecer y la aparición de las primeras estrellas" –
- "Realmente no tenemos nada mejor que hacer por ahora" – dijo Inuyasha cruzando los brazos – "¡Así que vayamos!" –
- "Pero antes de eso, ¿no quieren que les cuente una historia?" – preguntó Gerardo, recordando que tenía ese asunto pendiente desde su viaje a Ryuusei. Aunque también pensó: – 'Lástima que ni Rin ni Kikyou se encuentren aquí para oírla' –
- "¡Yay! ¡Sí!" – dijo Kagome emocionada por saber que clase de historia les contaría.
- "Pero me pregunto que clase de historia irás a contarnos" – dijo Inuyasha acercándose a él – "Gaby-nee ya nos dijo sobre su último viaje" –
- "Oh, lo sé. Pero hay otra historia que quiero contarles, ya que es del lugar del que venimos" – le sonrió a Inuyasha y luego les guiñó el ojo a los demás.
- "Será interesante escucharla entonces" – dijo Kaede comprendiendo que significaba aquel gesto.
- "¡Bueno, vamos a oírla entonces!" – dijo Yasha mientras él y los demás niños se sentaban frente a él.
- "De acuerdo, déjenme comenzarla" – dijo Gerardo para luego aclarar su garganta – "Hace mucho, mucho tiempo, en una tierra lejana en la que las hadas habitaban los bosques y los dragones volaban por los cielos, había un pequeño reino" -
- "Este reino era gobernado por una gentil y hermosa reina; y un fuerte y sabio rey. Sin embargo, los días de paz de los que gozaban pronto llegaron a su final cuando un gran y maligno demonio de hielo apareció y cubrió con su gélido manto a todo el reino. Los caballeros y guerreros más fuertes y valientes del reino pelearon con toda su fuerza durante muchos días y noches, pero al final nada pudieron hacer contra esta maligna amenaza" -
- "Sin embargo, cuando todo parecía perdido, un gran y hermoso dragón dorado descendió de los cielos y enfrentó al demonio. Ambos pelearon durante muchos días y muchas noches, hasta que al final, el demonio fue vencido; y el reino salvado. Sin embargo, el dragón desapareció poco después; y descubrieron que la reina había caído en un profundo sueño del que nadie pudo hacerla despertar" -
- "El rey cayó en una profunda tristeza por esto y tuvo que criar a su pequeño hijo, el príncipe, el cual era apenas un bebé cuando el demonio apareció, haciéndole creer que su madre había muerto poco después de que él había nacido. Así pasaron los años; y el reino regresó a su antigua paz. Varios años después, cuando llegó el décimo cumpleaños del príncipe, el descubrió a su padre, el rey, yendo a una torre prohibida durante la noche; y lleno de curiosidad, decidió seguirlo" -
- "Una vez allí, vio por primera vez a su madre, aún sumida en su interminable sueño; pero antes de que su padre pudiera explicarle lo que pasaba, el castillo fue atacado por un malvado hechicero que había venido a robar la corona del rey. El hechicero puso a dormir al rey con su magia; y aunque el príncipe luchó todo lo que pudo, no pudo hacer nada para evitarlo" -
- "A la mañana siguiente, el príncipe partió hacia el castillo del hechicero para recuperar la corona; y en el camino se le unieron una pequeña bruja que vivía en un bosque cercano; y un valiente caballero que vestía una armadura blanca. Juntos lograron derrotar al malvado hechicero y a sus sirvientes; y recuperar la corona" -
- "Poco después, el rey le explicó todo sobre lo que le había pasado a su madre diez años antes y le dijo que le daba permiso de buscar un modo de revivir a su madre. Así que el príncipe, junto a sus amigos, comenzaron un largo viaje que los llevó a profundas cuevas, a una isla desierta, a una ciudad que flotaba en los cielos; e incluso al mismo mundo de los muertos para recuperar el alma de su madre. El malvado hechicero también decidió ayudarlos, conmovido por esta noble misión; y les prestó toda su ayuda, a pesar de que seguía odiando al príncipe y a su padre" -
- "Sin embargo, estos intentos de liberar el alma de la reina terminaron trayendo al demonio de hielo de vuelta a la vida, por lo cual, después de mucho llorar en arrepentimiento; el príncipe recuperó su valor; y con la ayuda de sus amigos se aventuró a las heladas tierras del norte, descubriendo que su madre era en realidad el dragón que había salvado al reino hacía diez años; revelando sus propios poderes ocultos; y derrotando al demonio de hielo de una vez por todas. Tras estas duras batallas, el príncipe y su madre se abrazaron por primera vez; todo el reino festejó el regreso de su reina; y regresó la paz y harmonía. El fin" –
Tan pronto como Gerardo terminó de relatar la historia, la cual había estado acompañada por cambios de tono de voz, gestos con las manos y alteraciones de todo tipo en las expresiones de su cara, todos los allí presentes le dieron un aplauso.
- "¡Fue una historia muy bonita, Gerar-nii!" – dijo Kagome.
- "¡Ya tenía tiempo queriendo escuchar otra de tus historias!" – dijo Inuyasha.
- "¡No era broma cuando dijeron que era como un cuento de hadas!" – dijo Yasha.
- "¡Conque esa era la historia que querías contar entonces!" – dijo Shippou.
- "¡Estuvo muy buena!" – dijo Miko – "¡He querido escuchar un cuento de hadas como ese desde que vinimos aquí!" –
- "Sí, aunque las historias que nos contaban mamá y el abuelo no se parecían en nada a estas" – se rió Kagome – "Más que todo eran cosas como la princesa que había nacido en un bambú y regresaba a la luna; o la de los amantes que se encuentran entre las estrellas" –
- "Y hablando de eso, ¿qué les parece si vamos a mirar las estrellas ahora?" – sugirió Yasha para evitar que la conversación tomase un rumbo peligroso.
- "¡De acuerdo! ¡Ya debe haber oscurecido lo suficiente como para verlas!" – dijo Inuyasha mientras veía como Kaede removía la olla que estaba en el centro de la cabaña para preparar el estofado que cenarían.
- "Solo no se alejen demasiado de la cabaña, ¿de acuerdo?" – les dijo Kaede con un dejo de seriedad en la voz.
- "¡De acuerdo!" – dijeron todos los niños, y salieron caminando de la cabaña mientras conversaban animadamente entre sí acerca de la historia.
- "Así que esa era la historia que nos querías contar entonces, ¿no Gerardo-kun?" – le preguntó Kaede con una sonrisa mientras seguía removiendo la olla.
- "Sí, esa misma era" – dijo Gerardo con una ligera expresión de tristeza – "De hecho, estaba pensando que me da cierta lástima que Rin y Kikyou no hubiesen podido oírla" –
- "De cualquier modo a mi hermana no le gustan mucho ese tipo de relatos" – dijo Kaede como para que no se preocupara – "Y fue muy bueno de tu parte que les hubieses relatado eso para entretenerlos" –
- "Sí, es que pensé que poner a reproducir algo de música no sería suficiente para esta ocasión; y además no creo que puedan entender ninguno de los libros que Kagome y yo nos trajimos" –
En ese momento, entraron Sango y Miroku. Parecía que habían estando pasándola bien dondequiera que hubiesen estado hasta ese momento.
- "Buenas noches a ambos" – los saludó Gerardo con una sonrisa – "Parece que tuvieron una buena velada" –
- "Algo así," – coincidió Sango – "De hecho estuvimos surcando los cielos cercanos a ver si encontrábamos algo extraño, pero no vimos nada fuera de lo común" –
- "¿No que iban a tomarse el día de hoy para descansar?" – preguntó Gerardo con la extrañeza impresa en el rostro.
- "Bueno, nuestro pequeño vuelo también pudo haberse considerado como un descanso en sí mismo" – dijo Miroku sonriente – "Hay veces que el mejor modo de relajarse es simplemente volar entre las nubes y meditar en la tranquilidad de las alturas" –
- "Como digan" – suspiró Gerardo. Tan pronto como la cena estuvo lista, llamaron a los niños y les dijeron que vinieran a comer para luego irse a dormir.
Durante esa noche, Kagome tuvo un sueño muy extraño: estaba ella sola flotando sobre un vacío de oscuridad; y frente a ella estaba una niña idéntica a ella, acurrucada en posición fetal y llorando desconsoladamente…
- "¡Hola!" – saludó Kagome a la niña mientras flotaba hacia ella con preocupación – "¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?" –
- "Porque…" – sollozó haciendo grandes esfuerzos: parecía que había estado llorando por largo tiempo porque su voz se escuchaba ronca y seca – "Porque… mi hermana me odia… la persona a la que amo quiere a alguien más… y mis amigos y familia están muertos…" –
- "¿Huh?" – se extrañó Kagome – "¿De verdad? ¿Estás segura de eso?" –
- "Sí…" – dijo la niña todavía sollozando – "Vi todo… eso… y no pude hacer nada para evitarlo…" –
Luego empezó a llorar con todas sus fuerzas. Kagome sólo la tomo de una de sus manos, la hizo flotar a su altura y le dió un abrazo para intentar consolarla.
- "Ya, ya, vamos, vamos" – dijo mientras le daba palmadas suavemente en la espalda – "Seguro que todo eso fue sólo una pesadilla. Un mal sueño" –
- "Pero… pero…" – dijo la niña, aunque sus sollozos habían empezado a disminuir en intensidad. Kagome se separó un poco de ella y la miró al rostro: fue como si se estuviera mirando en un espejo.
- "Todas esas cosas malas no pudieron haber pasado así, al mismo tiempo, ¿no?" – le dijo amablemente mientras le sonreía. Luego se separó de ella y le extendió una mano – "Es por eso que debe ser sólo una pesadilla. Así que vamos, levántate y vayamos a verlos. ¡Estoy segura de que están bien!" –
- "Sí… puede que… no, estoy segura de que tienes razón…" – dijo la niña mientras tomaba la mano que Kagome le había ofrecido y la usaba como apoyo para levantarse – "Gracias… Kagome…" –
- "¿Huh?" – se extrañó Kagome al ver como la niña sabía su nombre – "¿Cómo me conoces?" –
- "Eso no es importante…" – dijo la otra niña mientras se secaba las lágrimas que aún corrían por su rostro y le mostraba una sonrisa sincera. Luego, empezó a brillar intensamente – "Gracias por salvarme… de todo ese dolor…" –
Luego se desvaneció.
Por otra parte, Inuyasha estaba teniendo un sueño bastante similar en el que se había encontrado flotando en medio de la oscuridad, frente a frente con un niño idéntico a sí mismo. Por un momento pensó que se trataba de Yasha, pero el niño no respondió cuando lo llamó por ese nombre y simplemente se quedó mirándose las manos mientras lloraba con una mirada llena de horror.
- "Yo los maté… yo los maté…" – se repetía incesantemente mientras no paraba de mirarse las manos.
- "Vamos, ¿qué te pasa?" – preguntó Inuyasha con irritación mientras veía al otro niño actuando como un zombi – "¡Deja de actuar como un idiota y levántate!" –
El otro instantáneamente reaccionó y se levantó de golpe.
- "¿¡A quién le llamas idiota, estúpido!?" – le gritó el otro niño – "¡Tú no sabes nada sobre lo que es perder a todos los que estimas por haberlos matado con tus propias manos!" –
Inuyasha en ese momento le soltó un buen golpe en la cara:
- "¡Déjate de ridiculeces!" – le rugió – "¡Ya tuve suficiente con perder a mi madre como para que alguien como tú venga a darme excusas por comportarse como un idiota! ¡Además, ¿cómo estás tan seguro de que de verdad están muertos y no fue solo un mal sueño!?" –
El otro niño en ese momento abrió los ojos de golpe, como si hubiese entendido algo; y se giró para mirar hacia la oscuridad…
- "Un… mal sueño… si, eso debió haber sido…" – dijo mientras comenzaba a reírse, pero no como un lunático: más bien era una risa de alegría y alivio – "Si, creo que tienes razón…" –
- "¡Claro que la tengo!" – dijo Inuyasha colocándose las manos en la cintura y sonriendo con satisfacción – "Ahora deberías ir y regresar con tus amigos, seguro que te extrañan mucho" –
- "Si, creo que te debería dar las gracias… Hasta luego" – y en ese momento, el niño desapareció en medio de un destello de luz.
Tan pronto como sus contrapartes hubieron desaparecido en sus sueños, Kagome e Inuyasha se despertaron al mismo tiempo; y después de mirar sus alrededores en total confusión, se miraron el uno al otro.
- "¿Kagome, sucede algo?" – le preguntó Inuyasha con preocupación al notar que él y ella eran los únicos que estaban despiertos: afuera aún estaba oscuro y los demás seguían profundamente dormidos.
- "Sí, acabo de tener un sueño muy extraño…" – dijo Kagome recordando lo que había visto antes de despertarse – "Vi a una niña que era idéntica a mí y que estaba llorando porque había visto cosas horribles…" –
- "Yo soñé algo parecido…" – dijo Inuyasha mirándola con extrañeza – "Un niño igual a mí estaba de rodillas en el piso mientras lloraba y se miraba sus manos…" –
- "¿Huh? ¿De verdad?" – le preguntó Kagome – "¿Y qué hiciste al respecto?" –
- "Lo único que se me ocurrió," – dijo Inuyasha encogiéndose de hombros – "Hacerlo enfadar para que saliera de ese estado y luego darle un golpe para que reaccionase" –
- "¿No crees que eso fue algo brusco?" – le preguntó Kagome mientras se tapaba la boca con ambas manos – "Yo por otra parte abracé a la niña y la consolé" –
- "Es que eres muy amable, Kagome" – dijo Inuyasha mientras se ruborizaba – "Recuerda que yo no tengo mucho tacto que digamos para tratar con los demás" –
- "Está bien, no te preocupes" – dijo Kagome riéndose al ver la cara de vergüenza de Inuyasha – "Aunque me extraña mucho que hayamos tenido sueños tan parecidos… ¿Qué podría significar?" –
- "Será mejor que le preguntemos a Gerar-nii, Miroku-sama y Kaede-obaasan mañana" – sugirió Inuyasha sonriendo – "Estoy seguro de que ellos sabrán de que se trata" –
- "De acuerdo" – coincidió Kagome para luego acomodarse de nuevo en el futon sobre el que había estado sentada – "Que tengas buenas noches, Inuyasha" –
- "Tu también, Kagome" – le deseó mientras se metía de nuevo en su futon; y al cabo de un rato, ambos habían vuelto a dormirse profundamente.
A la mañana siguiente, después del desayuno, Inuyasha y Kagome se acercaron a Kaede, Miroku y Gerardo, los cuales estaban haciendo algunas tareas: Kaede estaba recogiendo los tazones y cuencos que habían usado para comer mientras que Gerardo estaba ultimando el equipaje que pensaba que él y Gabriela tendrían que utilizar dentro de poco tiempo y Miroku estaba limpiando su shakujou. Por otro lado, Gabriela, Miko y Yasha estaban conversando algunas cosas sobre sus respectivas habilidades especiales, mientras que Sango estaba ocupada revisando su Hiraikotsu y sus otras armas de exterminador.
- "Gerar-nii, Kaede-obaasan," – se dirigió Kagome a ambos tímidamente – "Hay algo que Inuyasha y yo queremos preguntarles" –
- "Hmm, ¿Qué cosa?" – preguntó Gerardo mientras quitaba la mirada de los objetos que estaba revisando en su Dragtemn para mirar a ambos niños.
- "Es que anoche tuvimos un sueño muy extraño…" – dijo Inuyasha ladeando la cabeza.
- "Hmm, ¿qué clase de sueños tuvieron?" - preguntó Miroku algo intrigado. Entonces, tanto él como Kagome les relataron los sueños que habían tenido la noche anterior.
- "Ya veo," – dijo Kaede pensativamente después de que habían terminado de escuchar el relato - "Realmente suena como un sueño inusual" -
- "Hmm, creo que tiene que ver con sus poderes" - dijo Miroku pensativamente, y fue entonces que los tres notaron que las gemas en los medallones de ambos ahora resplandecían brillantemente de nuevo: estaban listos.
- "¿Con nuestros poderes?" - preguntó Inuyasha ladeando la cabeza.
- "Sí," - dijo Kaede con una sonrisa - "Ya que los tienen parcialmente sellados por los medallones que llevan al cuello. ¿Ven la posición en la que están?" -
- "¿Huh? ¿Esto?" – preguntó Kagome sacándolo del cuello de su kosode y examinándolo, dándose cuenta de que tenía una aguja que apuntaba hacia una posición que decía 'Sellado'. Inuyasha se dio cuenta de lo mismo inmediatamente después.
- "Así es" – dijo Gerardo con una sonrisa – "Traten de ponerlos donde dice 'Remover Sello'. Eso romperá el sello" –
- "¡Muy bien, Gerar-nii!" – dijo Inuyasha mientras él y Kagome sonreían. Así pues, ambos movieron los diales de sus respectivos medallones de vuelta a la posición de 'Remover Sello'. Sus ojos titilaron por un momento y sus sonrisas fueron remplazadas por caras de tristeza mientras los medallones cambiaban por sí solos a la posición de 'Separación'.
- "Puede que estemos preguntándoles esto demasiado seguido," – dijo Gabriela mientras ella, Miko y Yasha se acercaban a ellos. Habían notado que pasaba cuando Kagome e Inuyasha comenzaron a hablar sobre los sueños – "¿Pero están bien?" –
- "Sí, sí lo estamos," – dijo Kagome con una leve sonrisa en su rostro – "Es solo que me siento algo rara después del día que estuvimos con la memoria sellada y de haber hablado con nosotros mismos en nuestros sueños de ese modo. Por no decir que aún estoy algo sacudida por lo que vimos en ese horrendo espejo..." –
- "Aún no puedo creer que hubiese caído tan fácilmente en una ilusión como esa…" – dijo Inuyasha enojado consigo mismo.
- "Tampoco es que hubiese sido culpa tuya" – le dijo Miroku comprensivamente – "De acuerdo a lo que Kouin nos dijo, es imposible no caer en esas pesadillas" –
- "Y ahora que a sus amigos les han desellado sus recuerdos, creo es un buen momento para explicar todo" – dijo Kouin adelantándose y poniéndose en el centro de la cabaña para que todos pudiesen verlo y escucharlo – "Ustedes me conocen como Kouin, pero ese es sólo el nombre que tomé al venir a este mundo: en Dragonia mi nombre era Yallusyert; y cuando aún era un dragoniano, mi nombre era Feltes Lysfelt" –
- "¿Qué quieres decir con eso de cuando aún eras Dragoniano?" – preguntó Gerardo con interés.
- "Sería "cuando era humano" si ustedes lo dijeran. Actualmente soy solo una criatura que se mantiene viva por una versión corrupta de la esencia del Núcleo de la Luz, o en otras palabras, de Illyusea" –explicó Kouin.
- "Entonces, ¿tú no eres un mero monstruo como los demás a los que hemos vencido?" – preguntó Yasha atónito.
- "Así es: los otros cinco generales que Tenebross creó eran solo esencias corrompidas de cada uno de los elementos a los cuales el creó y dio forma" – explicó Kouin con tristeza – "Cuando yo aún era dragoniano, yo solía trabajar con Tenebross; y éramos los mejores amigos" –
- "¿¡Tenebross también fue dragoniano!?" – preguntó Gabriela espantada de que un ser tan maligno hubiese podido haber sido un dragoniano, o dicho de otro modo, la versión de Dragonia de los humanos. Todos se miraron los unos a los otros al oír esto.
- "Así es: su nombre original era Tenebross Lusyabrirt; y en su tiempo fue considerado como uno de los más grandes Investigadores que Dragonia haya tenido el orgullo de haber engendrado" – dijo Kouin con arrepentimiento – "Inicialmente, sus investigaciones estaban enfocadas a mejorar la vida de todos aquellos que vivían en Dragonia; y gracias a él, las teorías de muchas de las cosas que los Dragonianos disfrutan actualmente, como los Dragtemn y los Cristales Seirei fueron producidos" –
Luego señaló a los cristales que llevaban Gabriela y Gerardo alrededor de sus cuellos; y a los relojes que todos ellos llevaban en sus muñecas.
- "Pero si él solía ser una persona tan bondadosa, ¿qué le hizo volverse un ser tan maligno?" – preguntó Kaede anonadada.
- "Voy a llegar a eso en un momento" – le dijo Kouin mientras hacía gestos con la mano para que esperase un poco – "Durante varios años, Tenebross y yo trabajamos juntos en esas teorías y en muchas otras cosas en el Instituto Real de Investigación para mejorar la vida de los Dragonianos. Sin embargo, esos años de felicidad y paz llegaron a un horrendo final cuando el rey Krelios Pyraze Drackma asumió el trono. Krelios terminó siendo un verdadero tirano; y bajo su despótico gobierno, el lideró guerras para arrebatarle a todas las demás tierras de Dragonia su autonomía y gobernarlas bajo su cetro desde la vieja capital de Seleila. De hecho, el también instauró las crueles políticas de esclavizar a aquellos que habían nacido sin el don de usar magia y de tratar a aquellos nacidos bajo el elemento de la Oscuridad como si fuesen animales" -
Kouin tomó aire por un momento para luego proseguir su narración.
- "Ahora bien, en esos tiempos, Krelios nos contrató a Tenebross y a mí para investigar y desarrollar artefactos, pero terminaron siendo totalmente lo contrario para lo que nos volvimos Investigador y Erudito: nos ordenó desarrollar armas, artefactos de tortura; e instrumentos de exterminio, todo para eliminar a todos aquellos que se opusieran a su poder" – dijo mientras su mirada se hundía hacia el piso de madera.
- "La Era Oscura de Dragonia, definitivamente…" – dijo Gerardo viendo al suelo con espanto, escuchando como el hermoso mundo que había visto en sus sueños y que había vislumbrado gracias a los Dioses Dragón durante un tiempo fue un verdadero infierno. Los demás estaban aterrados de forma similar.
- "Supongo que eso debió haberles afectado profundamente a ambos, ¿correcto?" – preguntó Miroku cortés pero seriamente.
- "Así es," – dijo Kouin mostrando una cara de profunda tristeza y decepción – "A ambos nos pesó horriblemente el tener que crear esos horribles artefactos; y no teníamos más opción porque tenía a nuestras familias de rehenes: si nos rehusábamos, nos mataría a todos" -
- "Malditos bastardos..." - gruñó Inuyasha por lo bajo.
- "Finalmente, cuando creamos la más terrible de nuestras invenciones: el Espejo de las Tinieblas," – todos temblaron ante la mención de ese diabólico artefacto – "Tenebross finalmente alcanzó el punto del colapso; y cayó en llanto preguntándose porque el mundo tenía que ser tan horrendo; porque la gente tenía que ser tal grupo de bestias malditas… Traté de ir hasta él para consolarlo, pero en ese entonces, fuimos envueltos por una aura negra… y él nos habló…" –
- "¿Él?" – preguntó Shippou extrañado.
- "Sí… aquél que pensábamos que solo existía en leyendas y mitos… el ser del que siempre nos habían advertido que nos cuidáramos porque quería destruirlo todo… la encarnación de la Nada… Caellicauts…" –
A pesar de que nunca antes habían escuchado ese nombre, todos sintieron un escalofrío y temblaron cuando Kouin terminó de pronunciarlo.
- "¿Ese es... el nombre del Núcleo de la Nada...?" – preguntó Gerardo con temor, ante lo cual Kouin le asintió con una expresión de seriedad en el rostro.
- "¿Y qué... sucedió entonces?" – preguntó Sango. Tanto ella como todos los demás estaban a la expectativa del resto del relato.
- "Bueno… Caellicauts nos dijo que había simpatizado con nuestros sentimientos de tristeza y desesperación; y que quería ayudarnos… Nos dijo que a cambio de servirles de contenedor a su voluntad, nos daría el poder que necesitábamos para cambiar el mundo a nuestro antojo, inclusive deponer al rey y restaurar la paz a Dragonia" - dijo Kouin.
- "¿Y que... hicieron?" - preguntó Kagome presintiendo como había terminado todo.
- "Yo me rehusé, diciendo que no seguiría nunca a nadie que no fuese Tenebross. Sin embargo, Tenebross aceptó y entregó su alma y su cuerpo a Caellicauts, convirtiéndose en la criatura cruel y despiadada que todos ustedes conocen ahora. Sin embargo, todo eso fue para nada," - dijo Kouin entristecido - "Ya que el rey murió poco después: la Sacerdotisa del Dragón de entonces, Lilia Illyusa Drackma, que también resultó ser su primera hija, estaba horriblemente decepcionada y entristecida con las obras de su padre. Finalmente había llegado el punto en que se volvió imperdonable para ella luego de descubrir todo lo que su padre había hecho; y usando sus poderes, le pidió a los Dioses Dragón le pusiesen fin a esta pesadilla. Los Dioses Dragón también estaban enfurecidos al ver la burla que Krelios había hecho de su mundo; y por ello, decidieron mostrarle a los Dragonianos las consecuencias de desobedecer las leyes bajo las que fuimos creados: ocasionaron un gran terremoto que destruyó la capital real de ese entonces, Seleila; junto con muchas de las áreas en las que Krelios había posicionado a sus tropas y causó la pérdida de millones de vidas" –
- "En otras palabras... Vendieron sus almas para nada…" – dijo Miko en tono de lástima.
- "Así es; y peor aún, nos terminamos convirtiendo en una amenaza. Tenebross quedó totalmente poseído por la voluntad de Caellicauts; y ambos comenzamos a sembrar caos, destrucción y ruina por toda Dragonia; y allí fue cuando los Dioses Dragón decidieron intervenir. Lucharon fieramente contra nosotros en la cima de la montaña más alta del planeta; y aunque yo caí al poco rato de iniciada la lucha, no pudieron derrotar a Tenebross por estar consumido por una voluntad mucho más poderosa que todos ellos. Por ello, decidieron sellarlo dentro de un cristal y luego esparcir sus piezas por todas partes a fin de que nadie pudiera resucitarlo. Sin embargo, no pudieron evitar que yo guardase su alma dentro de un espejo para evitar que lo sellasen totalmente, así que en cierto modo, yo también soy responsable de todo esto; y lo lamento profundamente…" –
- "Y a todas estas, ¿por qué decidiste abandonar a Tenebross y quieres unirte a nosotros?" – preguntó Inuyasha lleno de sospechas después de haber escuchado ese relato.
- "Bueno, como acaban de escuchar, por muchos años serví a Tenebross fielmente, inclusive hasta el punto de ser el responsable directo de su regreso a Dragonia y de su llegada a este mundo. Sin embargo, cuando Caellicauts se apoderó de su cuerpo y alma, hicimos la solemne promesa de que jamás usaríamos el Espejo de las Tinieblas contra nadie por ningún motivo; pasase lo que pasase" - dijo Kouin apretando los dientes - "Sin embargo, él rompió esa confianza al haber utilizado ese espejo maldito contra ustedes. Cuando vi lo que él les había hecho; y la forma tan horrible en la que hizo morir a aquellos que se le opusieron en Dragonia, me di cuenta de hasta que punto había caído; y decidí rebelarme contra él y servirles de ayuda, no solo para derrotarlo; sino también para expiarme del gran pecado que he cometido" –
- "Entiendo... Llevas una gran carga sobre tus hombros" – dijo Gerardo comprensivamente – "Pero, ¿qué sucedió con sus familias? Al fin y al cabo, ellos fueron parte de la razón por la que tuvieron que crear ese artefacto maldito que llevó a Tenebross a caer en las tentaciones de Caellicauts" –
- "Ellos sobrevivieron, afortunadamente; y pudieron reubicarse en Soleila junto con los otros refugiados del desastre" – suspiró Kouin – "Sin embargo, Tenebross y yo fuimos considerados como si estuviésemos muertos desde ese momento; y no me sorprende, a decir verdad. Realmente las personas que éramos antes de esa transformación murieron entonces. A pesar de todo, me alegré mucho de que estuvieran a salvo, aunque tuviésemos que eliminarlos luego con el resto de Dragonia..." –
- "Hablando de una existencia difícil…" – suspiró Gabriela con tristeza.
- "Dejando eso de lado, ¿sabes en que lugar se encuentran escondidos Naraku y Tenebross actualmente?" – preguntó Miroku para interrumpir esa deprimente conversación y ver si Kouin podía darles información de utilidad.
- "¿Pero no rompería eso el pacto que tenías con la persona que me dijiste ayer?" – preguntó Gerardo escandalizado. Los demás se sorprendieron al verlo así.
- "No, ya que ese pacto murió con esa persona" – dijo Kouin con un tono de voz para tranquilizarlo. Luego, se volteó a mirar a Miroku para responder a la pregunta que le había hecho – "Y respecto a su pregunta, Houshi-sama, sí, lo sé. De hecho, puedo llevarlos allí cuando quieran. Sin embargo, debo advertirles que es mejor que se preparen antes, ya que lo más probable es que les espere una lucha a muerte; y una vez que estemos allá ya no podrán regresar hasta que lo derroten; si es que logran vencerlo" –
- "Entendido," – dijo Sango con decisión – "Danos un par de horas; y haremos todos los preparativos necesarios" –
- "De acuerdo" – asintió Kouin al ver como todos mostraban su conformidad con el tiempo que Sango había propuesto.
Kagome e Inuyasha primero usaron los medallones para volver a juntarse con Miko y Yasha para regresar a sus edades normales; y luego, empezaron con los preparativos.
Este pequeño período de tiempo lo usaron para
darle preparativos de último minuto a sus armamentos; para preparar
algunas estrategias de batalla; y finalmente, para rezar por su victoria
en la batalla contra Tenebross y Naraku, mientras le pedían a sus seres
queridos que les dieran fuerza en esta hora crucial.
A pesar de que
Kagome, Miko, Gerardo y Gabriela deseaban mucho ver a sus respectivas
familias; se abstuvieron de ir a verlos; ya que podría resultar
altamente posible que no quisieran que ellos resultaran lastimados y les
hicieran imposible que participaran en esta batalla.
Gerardo también les dio las explicaciones de porque se había escandalizado tanto y los demás comprendieron en cuanto les comentó sobre la tregua que había entre él y los antiguos enemigos de Tenebross, aunque Inuyasha estuvo a punto de reñirle porque pensó que podría haber echado a perder sus oportunidades de dar con Tenebross y Naraku.
Una vez que terminaron con todos sus preparativos, ellos y Kouin se encontraron enfrente del Pozo Devorador de Huesos; y allí, Kouin les dio una última advertencia:
- "Ya que están listos, permítanme preguntarles algo: es muy posible que esta sea su última batalla; y es altamente probable también que terminen gravemente heridos o inclusive mueran" – les dijo en tono de gravedad – "Aun así, ¿están dispuestos a continuar?" -
- "¡No estaríamos aquí de lo contrario!" – dijo Kagome decidida.
- "¡Así es, onee-san!" – dijo Miko igual de decidida.
- "Exacto, no llegamos tan lejos para echarnos atrás al final" – dijo Gerardo cerrando el puño y llevándolo hacia su pecho.
- "¡Sí! ¡Derrotaremos a esos seres malignos y le llevaremos la paz a nuestros mundos!" – dijo Gabriela con entusiasmo.
- "Como servidor de Buda, es mi deber asegurarme de que estas criaturas malignas reciban el castigo que merecen" – dijo Miroku haciendo alarde de su rango como monje.
- "Solo lo dices para ocultar tus intenciones" – le dijo Shippou en tono de burla.
- "En este caso te equivocas, Shippou" – le dijo Sango muy seria – "Puedo percibir que está diciéndolo con sinceridad" –
- "¡Vamos! ¿Verdad, Nii-san?" – le preguntó Yasha con entusiasmo.
- "Si, es hora de que ajustemos cuentas con Naraku; y también con el bastardo de Tenebross…" – dijo mientras cerraba una mano con fuerza.
Kouin vió la determinación que todos estaban emanando; y les sonrió:
- "No esperaba menos de ustedes. Puede que realmente sean los Seirei presagiados por el Epitafio de las Profecías" – dijo mientras se volteaba y alzaba una mano.
- "¿Por qué nos llamó espíritus?" - preguntó Shippou confundido. Gerardo se golpeó la frente con la mano ante ese falló de interpretación.
- "Lo dijo en Dragoniano Ceremonial. "Seirei" significa "Elegido de los Elementos" en esa lengua" – explicó con irritación.
- "Entonces, ¿somos los elegidos?" – preguntó Kagome sorprendida.
- "No estoy del todo seguro," – dijo Gerardo pensativamente – "Por lo que tengo entendido, los Seirei tienen mucho más poder del que Gabriela y yo hemos manifestado hasta ahora. Incluso se les permite guardar los Núcleos Elementales dentro de sus cuerpos, pero como pudieron ver, aunque nos encontramos el Núcleo del Agua, Iadlast no nos permitió llevárnoslo, ni los Dioses Dragón tampoco han mencionado nada al respecto" -
Antes de que pudieran decir algún otro comentario, escucharon que Kouin estaba entonando un suave cántico en Dragoniano:
- "Alt tok apreio iula purkan dat lusya, paf gaivz kiesba mondour ika" –
En ese momento, una línea de luz blanca grisácea apareció de la mano que había levantado, la cual empezó a retorcerse hasta formar un cuadro de luz del tamaño de una gran puerta, la cual se llenó completamente de oscuridad tan pronto como estuvo lista. Kouin luego se volteó hacia los demás.
- "El portal está abierto. Podemos entrar tan pronto como ustedes deseen; y personalmente los conduciré hasta el escondite de Tenebross" – les dijo con seriedad.
- "Estamos listos, ¡así que llévanos dentro de una buena vez!" – gritó Inuyasha.
Los demás sólo corearon un "¡Sí!", así que Kouin asintió en silencio y los condujo hacia el interior de la oscuridad. Por unos momentos no vieron más que la negrura, pero al cabo de unos segundos, se encontraron en un sitio que parecía una gran celda: era una enorme cámara de piedra oscura, aunque se encontraba lo bastante iluminada como para permitir una visibilidad decente.
Dentro de este lugar, parados sobre un altar que parecía más bien una pequeña torre con almenas se encontraban Naraku y Tenebross. Ambos sonrieron malignamente al ver a los recién llegados.
- "Vaya, vaya, miren a quienes tenemos por aquí" – dijo Tenebross entrecerrando sus malignos ojos rojos con desprecio – "Son el grupo de tarados feudales, el par de pseudo-rei ineptos; y finalmente, el maldito traidor" –
- "¡Cierra la boca, bazofia de sombra!" – le gritó Inuyasha con furia mientras desenvainaba a Tessaiga. Los demás hicieron lo mismo.
- "¡Lord Tenebross…! No… ¡Tenebross…!" – le dijo Kouin mientras miraba directamente a los ojos de su antiguo jefe, mientras desenvainaba sus propias armas: un par de largas katanas gemelas – "¡Has ido demasiado lejos! ¡Habíamos jurado que nunca usaríamos ese espejo maldito; y ya hemos causado demasiado dolor y sufrimiento! ¡Para de una vez!" –
Kouin parecía que estaba queriendo hacer reflexionar a Tenebross, dada la larga amistad que ambos habían compartido antes de su maligna transformación; y que incluso él había mantenido fielmente hasta hacía poco. Sin embargo, Tenebross simplemente se rio de él.
- "Mwahaha... Eres un iluso estúpido. ¿¡Realmente crees que el mundo perfecto puede conseguirse sin derramar nada de sangre!? ¿¡Realmente crees que este pútrido mundo y todos los demás que existen pueden realmente tener una posibilidad de salvación!? ¡Eres patético!" – dijo mientras reía como un maníaco.
- "Hmmhmhmhm…" – se río Naraku – "Parece que esas palabras que dijiste fueron en vano, idiota de la luz" –
Kouin cerró sus manos con más fuerza alrededor de sus espadas mientras apretaba sus dientes. Todos en el grupo se enfurecieron al escuchar las palabras que Naraku y Tenebross le habían dicho.
- "Si alguien es un traidor aquí, ese eres tú Tenebross" – le dijo Gerardo apuntándole con sus espada – "¿Así es como le pagas a Feltes toda la lealtad que te demostró por tantos años?
- "¡Cierto, e incluso intentó hacer que recapacitaras porque te aprecia!" - dijo Kagome con furia mientras le apuntaba con una flecha.
- "¡Un idiota como tú no merece amigos!" - dijo Inuyasha apuntándole con Tessaiga.
- "¡Eres incluso más patético que Naraku!" - dijo Yasha enfurecido.
- "¡Eres igual a todos los otros seres malignos!" - dijo Miko.
- "¡Traicionar la confianza de un amigo es lo peor de lo peor!" - dijo Miroku.
- "¡Como también lo es faltar al juramento que tu mismo hiciste!" - dijo Sango.
- "¡Sí! ¡Feltes te traicionó porque tu mismo rompiste tu propia promesa!" – le gritó Gabriela mientras preparaba una flecha de luz en su arco y apuntaba hacia él – "¡Eso es imperdonable!" –
- "Eres un verdadero asco... ¡Y te haremos pagar por ello!" - dijo Gerardo.
- "¡Cierren sus mugrientas bocas!" – les gritó Tenebross mientras hacía que se alzaran ondas de sombras desde el piso sobre el que estaban parados, haciéndolos saltar a todos para esquivarlas – "¡No toleraré más estupideces de parte suya! ¡Es hora de que mueran!" –
Y acto seguido, la cabeza de su sombra salió del espejo y comenzó a lanzar flechas de sombras desde el techo. Gerardo las bloqueó con el escudo para protegerse a sí mismo y a Gabriela mientras Inuyasha hizo lo propio con su espada para sí y para Kagome. Kouin las cortaba y bloqueaba con sus propias espadas, pero los demás tuvieron que esquivarlas para que no fuesen golpeados.
- "Hehe, bonita forma de comenzar una pelea, ¿eh, Inuyasha?" – dijo Naraku mientras flotaba en frente de él, encerrado en su barrera de modo que nada pudiese golpearlo.
- "¡Ya veremos que te parece esto!" – dijo Inuyasha mientras cambiaba a Separación Especial su medallón, haciendo salir a Yasha con su propia Tessaiga. Ambos usaron la Tessaiga roja al mismo tiempo, creando una onda de energía azul que destruyó la barrera de Naraku.
- "¿¡Qué demonios!?" – gritó en shock.
- "¡Estás muy equivocado si crees que no nos hemos vuelto más fuertes!" – gritó Yasha.
- "¡Maldito mocoso insolente!" – gritó mientras se abalanzaba contra él, pero en ese momento recibió una serie de ataques en toda la cara: un par de ofudas, el Hiraikotsu de Sango y un par de flechas sagradas cortesía de Kagome y Miko. Por lo visto, habían tenido la misma idea que Inuyasha de separarse para tener más poder de fuego.
- "¿Qué sucede Naraku?" – se burló Miko – "¿No tienes intenciones de invocar a tus extensiones hoy?" –
- "¡No necesito a esas estúpidas para librarme de ustedes, mocosa!" – le gritó enfurecido.
Por otra parte, después de que esquivaron la lluvia de flechas de sombras, Gerardo elementalizó su espada con el poder del agua, mientras que Gabriela había elementalizado su arco para que sus flechas se cargaran con el poder de la luz y la luna. Kouin no hizo lo mismo porque la luz corrupta simplemente habría curado a Tenebross.
- "Tenebross… espero que algún día me perdones por esto…" – dijo mientras corría hacia él dejando una estela grisácea para lanzarle una cuchillada tan rápida como el resplandor de un relámpago – "Lightning!"
Tenebross no pudo reaccionar lo bastante rápido como para esquivar ese ataque y terminó recibiendo la cuchillada en la mitad de su "cuerpo", mientras que Kouin solo susurraba "¡Hyu!" mientras realizaba su ataque. Empezó a gruñir de dolor.
- "¡MALDITO TRAIDOR!" – le gritó mientras usaba su ataque Shadow Claw, el cual Kouin se apresuró a esquivar. Al momento siguiente, recibió un Water's Scar de parte de Gerardo y una Light Arrow de parte de Gabriela.
- "¡No creas que esta pelea es solo entre ustedes dos!" – le dijo Gerardo triunfante después de que lo impactaron la onda de agua y la flecha de luz – "¡Todos aquí vinimos expresamente con el propósito de derrotarlos!" –
- "Malditos elementales del infierno…" – dijo mientras apretaba sus sombríos colmillos.
Volviendo con Inuyasha y compañía, aparentemente las cosas ya no estaban yendo tan bien como al principio: Naraku aparentemente había dejado ya los juegos y había comenzado a pelear en serio, demostrado por el hecho de que empezó a liberar a los miles de youkai que formaban su cuerpo para que atacaran por todas direcciones y no dejarles ningún resquicio por donde escapar a sus enemigos.
Miroku, Yasha, Sango e Inuyasha tenían las manos llenas cortando a los monstruos en pedazos con sus armas, mientras que Kagome y Miko tenían que turnarse entre disparar flechas y colocar barreras para tener si quiera una oportunidad de mantenerse con vida. Ni siquiera el Kaze no Kizu les estaba ayudando porque Naraku liberaba más youkai entre más eliminaban.
- "Supongo que tendré que acelerar un poco las cosas" – dijo Miroku mientras ponía su mano sobre el rosario que mantenía sellada su mano maldita y luego se volteaba a mirar a Sango – "Perdóname, Sango, pero prefiero hacer esto antes que dejar que nos maten" –
- "¿Qué?" – preguntó Sango extrañada mientras cortaba las cabezas de dos youkai con su katana y lanzaba el Hiraikotsu por el aire para destazar a varios más. Sin embargo, su cara cambió a una expresión de terror y palideció al ver lo que Miroku estaba por hacer – "¡Houshi-sama, no!" –
En ese instante, Miroku removió el rosario y apuntó su mano maldita hacia Naraku:
- "¡Kazaana!" –
- "¡Eres un imbécil, monje!" – dijo Naraku con una sonrisa demente mientras lanzaba un panal de sus saimyosho al aire y los insectos que contenía se dirigían en enjambre hacia Miroku. Miroku logró absorber una gran parte de los youkai que estaban rodeando al grupo, pero al hacerlo, también absorbió muchos de los saimyosho, lo cual lo obligó a cerrar el agujero.
- "¡Miroku, no seas imbécil!" – le gritó Inuyasha mientras corría hacia él para revisar como estaba y le tomaba por la mano maldita mientras que los demás continuaban defendiéndose de los youkai restantes. Naraku decidió dejar de atacarlos para saborear la desesperación que sentían ante la sola idea de perder a Miroku.
Miroku había caído al piso de rodillas, su rostro estaba empapado en sudor y su piel había tomado un tono pálido: aparentemente había absorbido demasiado veneno y no le quedaba mucho tiempo de vida. Sango lo abrazó y comenzó a llorar en su hombro.
- "No… Houshi-sama… no debió haber hecho eso…" – dijo ella entristecida.
- "¡Maldita sea!" – gritó Inuyasha mientras corría a encarar de nuevo a Naraku.
- "¡Eso pasó por su propia estupidez!" – se burló Naraku – "¡Y todo porque tienes miedo de matar a todos aquí con tus técnicas, Inuyasha!" –
Inuyasha en ese momento se dio cuenta de a qué se refería, al igual que Yasha cuando ambos se miraron el uno al otro a los ojos: habían cometido el mismo error que Gerardo había cometido en la batalla contra Douin de no usar todas sus habilidades al maáximo; y debido a eso, ahora Miroku estaba en peligro de muerte.
- "Nii-san…" – le dijo Yasha consternado – "Debemos terminar con esto rápido, o Miroku-sama va a…" –
- ¡Ni te atrevas a terminar esa frase!" – le gritó Inuyasha, a pesar de que estaba pensando exactamente lo mismo que Yasha.
Sin embargo, a Miko se le ocurrió una idea en ese momento:
- "¡Ah! ¿Por qué no llamamos a Gerar-nii o a Gaby-nee para que lo curen?" – dijo ella mientras daba una palmada – "¡Estoy segura de que sus poderes podrían quitarle ese veneno, al menos lo suficiente para que sobreviva!" –
- "Están ocupados luchando con Tenebross" – dijo Shippou mientras apuntaba hacia ellos: en ese momento Gerardo y Gabriela estaban empuñando espadas de luz del color de sus elementos para atacar a Tenebross, mientras que Kouin parecía haber usado alguna clase de magia para acelerar sus movimientos – "Aunque si quieren, podría ir y avisarles" –
- "¡Por favor, Shippou-chan!" – le dijo Kagome mientras sacaba su arco y le apuntaba de nuevo a Naraku, el cual ahora estaba recibiendo furiosos embates del Kongousouha combinado de Yasha e Inuyasha. Shippou asintió y salió corriendo hacia la otra punta del campo de batalla.
- "Yo intentaré mantenerlo vivo…" – dijo Miko mientras se concentraba y ponía sus pequeñas manos sobre el cuerpo de Miroku, haciendo aparecer un resplandor blanco azulado sobre él – "Puedo hacer que el veneno tarde más en hacer efecto, pero no podré retrasarlo por siempre… espero que se den prisa…" –
- 'Es posible... que seas incluso una mejor miko que yo misma, hermanita...' – pensó Kagome con orgullo al ver lo mucho que se estaba concentrando por mantener a Miroku con vida.
Respecto a los demás, Gerardo, Gabriela y Kouin habían retrocedido luego de propinarle unos buenos sablazos a Tenebross, aunque la batalla ya estaba dejando sus marcas en ellos: Gerardo tenía unos cuantos rasguños y cortes en sus manos y rostro, además de que tenía las mangas de su haori hechas jirones, mientras que las ropas de Gabriela estaban cubiertas de tierras y suciedad; y la parte inferior de sus mangas y falda estaban rotas y dañadas. Por otra parte, Kouin ya estaba mostrando signos de fatiga: estaba quedando claro que su técnica de aumento de velocidad no era para usarse por períodos largos de tiempo.
En ese momento, Shippou vino corriendo hacia ellos.
- "¡Gerardo! ¡Gabu!" – dijo con un tono de voz que retumbó por toda la zona – "¡Necesitamos que alguien cure a Miroku! ¡Se nos está muriendo!" -
- "¿¡Qué!?" – preguntó Gabriela horrorizada.
- "¿¡Cómo pasó eso!?" – preguntó Gerardo sorprendido desagradablemente.
- "Tuvo que usar su Kazaana para librarnos de los miles de youkai que Naraku había liberado, pero…" – el pequeño kitsune parecía muy consternado ante la situación – "Pero también absorbió muchos de los saimyosho que Naraku tenía preparados para él…" –
Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero en ese momento tuvieron que interrumpirse porque Tenebross hizo que salieran varias horribles manos negras del suelo y tuvieron que apartarse para evitar que los arrastrasen hacia el interior de las sombras que tenían debajo.
- "¡Maldita sea!" – gruñó Gerardo – "¿¡Acaso intentas mandarnos al Yomiji o algo!?" –
- "Puede ser" – se rió Tenebross malignamente – "¡Pero en todo caso, no permitiré que curen a ese monje de tercera!"
Gerardo se volteó hacia los demás y los miró seriamente:
- "Sé que estamos ocupados con Tenebross, pero no podemos abandonar a un compañero que nos necesita. ¿Estarían de acuerdo con que vayamos a ayudarlos?" –
Todos le asintieron y luego salieron corriendo en dirección hacia donde estaban los demás, aunque tuvieron que hacerlo esquivando los estallidos de sombras que Tenebross les estaba arrojando. No les iba a permitir que se escaparan tan fácilmente.
Inuyasha y los demás parecían tener la situación controlada, y la pelea con Naraku estaba más o menos pareja, ya que no estaban más los miles de youkai que él había liberado y ya le habían cortado buena parte de los huesos y tentáculos con los que habían intentado atacarlos.
Sin embargo, tampoco estaban en muy buena forma: sus ropas mostraban el daño que habían recibido y tenían heridas en todas las partes del cuerpo que tenían al descubierto.
- "¡Hemos venido a ayudar!" – anunció Gabriela tan pronto como estuvieron ante ellos.
- "¡Al fin una buena noticia!" – gritó Inuyasha mientras esquivaba los rayos de energía que Naraku le estaba arrojando. En ese momento Gabriela corrió hacia Miroku y empezó a cantar. Miko dejó de intentar mantenerlo vivo en ese momento.
- "Ist Altyyaok ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok ShuxuaraRa Phaph Kluceia Biousakatse... Healing Light!" – sus manos se envolvieron en un fulgor blanco perlado y empezó a pasarlas por encima del cuerpo de Miroku, el cual estaba respirando a duras penas. Poco a poco, su respiración fue retomando su ritmo normal y su rostro recuperó su color. Sin embargo, antes de que hubiesen podido terminar, Tenebross le lanzó una flecha de sombras…
- "¡Gaby!" – gritó Gerardo, transformándose en Dragoon para salir disparado y bloquear la flecha con su escudo, lo cual logró en el último segundo – "Estuvo cerca… maldita sombra traidora…" –
Estaba furioso ante lo que le había hecho a su hermana; y los demás también estaban indignados por ello. Por suerte, Miroku ya estaba fuera de peligro, así que Sango lo apartó del campo de batalla para luego regresar a pelear, mientras que Gabriela se transformaba también en Dragoon. Sobra decir que también estaba furiosa por ese ataque a traición.
- "¡Esto es un campo de batalla!" – gritó Tenebross mientras se reía de sus expresiones – "¡Aquí no hay leyes ni reglas, sólo importa exterminar a los enemigos!" –
- "¡No me salgas ahora con la lógica del pragmatista de combate!" – le gritó Gerardo con furia - ¡Haré que pagues por eso!" –
A su lado, Kouin, el cual también mostraba una cara de rabia y repulsión increíbles, haciendo aparecer unas marcas verdes en su rostro. Juntó las hojas de sus dos espadas y dijo una sola frase: - "ZielarZa!" –
Acto seguido, ambas hojas empezaron a vibrar como un diapasón después de recibir un golpe. Sin embargo, la vibración empezó a intensificarse con cada segundo que pasaba; y cuando ya estaban vibrando lo suficiente como para que incluso los brazos de Kouin temblasen, las sostuvo en alto y apuntó a Tenebross:
- "¡Thundering Sword! ¡Ahora te otorgaré el descanso eterno!" – dijo mientras separaba las hojas de sus espadas con un movimiento que parecía una X, formando una onda de choque que le causó gran daño a Tenebross y agrietó el espejo en que estaba encerrado.
Tenebross soltó un gritó desgarrador de dolor, lo que agarró por sorpresa a todos y el cual Naraku aprovechó para tratar de matar a Kagome y a Miko con un rayo de energía. Sin embargo, Kouin notó lo que estaba pasando y corrió hacia el lugar al que Naraku estaba apuntando para sacar a ambas chicas del camino.
- "Gracias… ¡Ah!" – dijo Kagome, pero luego tuvo que poner una barrera inmediatamente para que Tenebross no les golpease con sus garras de sombras.
Por lo visto, su batalla, que al principio estaba dividida en dos partes, ahora se había reducido a una sola. Naraku había perdido a muchas de las abominaciones que lo formaban, mientras que Tenebross había recibido muchas heridas gracias a los ataques de Gerardo, Gabriela y Kouin.
Sin embargo, Inuyasha, Gerardo y los demás tampoco estaban muy bien que digamos: además de los golpes y heridas que habían recibido, ya estaban empezando a agotarse físicamente.
- 'A esto paso vamos a perder' – pensó Gerardo con amargura al ver el estado de sus compañeros y el suyo mismo.
En ese momento, Kouin se lanzó de nuevo para atacar a ambos villanos a la vez: acuchilló el aire en frente de él con una de sus katanas; y luego…
- "¡Hyuuu!" - corrió a una velocidad impresionante, desapareciendo de la vista y reapareciendo detrás de Naraku y Tenebross.
- "¡Shattering Slash!" – dijo, y al instante siguiente una triada de cuchilladas y puñaladas cayó sobre ellos: por lo visto los había atacado a una velocidad tal que ni siquiera Gabriela había podido seguirlo con sus ojos.
Esto le dio una oportunidad a Gerardo y a Gabriela: Gabriela empezó a entonar su Healing Light, mientras Gerardo lanzaba su Healing Rain para hacer que todos recuperasen sus fuerzas. Obviamente, Miroku aún estaba débil por el veneno, así que tuvo que quedarse apartado junto a Shippou.
- "Ahora estás pagando por haber roto nuestra promesa, Tenebross" – le dijo Kouin severamente al ver como los demás se habían recuperado tras la ejecución de la canción y el hechizo – "A este paso dudo que puedas vencernos, pero como precaución… ¿Crees que serás capaz de seguir mi ritmo? ¡Divine Speed!" –
Al momento siguiente, desapareció de enfrente de ellos dos, pero por desgracia, ya Naraku y Tenebross se habían anticipado a esto: cuando reapareció lo hizo en el medio de dos rayos de energía que ambos villanos le habían preparado.
- "¡No!" – gritó Kouin, pero en ese momento, Gerardo y Gabriela aparecieron volando a su lado mientras que Inuyasha y Yasha estaban al otro lado cabalgando sobre Kirara. Ambos hermanos encontraron el punto para cortar los rayos de energía y contratacar a ambos villanos, mientras Kagome y Miko prepararon dos Flechas Sagradas a rebosar de sus poderes espirituales y Gerardo y Gabriela preparaban los mejores hechizos que tenían reservados para la ocasión.
- "Ist Ikuak, HalkeizaRa ThafzAael Beteat Uasfryat Dea Iadlast Iens! ¡Tsunami!" – dijo Gerardo
- "Ist Ochsmere, Filaria Dea Zosph Phiala Phiaphz Lay Illyusea oli Lay Saetsulia Iens! ¡Twilight Arrow!" – dijo Gabriela.
- ¡Ve!" - dijo Kagome.
- "¡Vuela!" – dijo Miko
Tres flechas silbaron por los aires: dos púrpuras y una de un color similar al del atardecer, las cuales purgaron el aura maligna de ambos villanos y se clavaron en Tenebross, causando una pequeña explosión naranja. Éstas fueron seguidas por la ola de agua y las ondas de energía invertidas que usaron Gerardo, Yasha e Inuyasha.
Naraku cayó de rodillas al piso, inconsciente e incapaz de continuar moviéndose, lo cual Gerardo aprovechó para lanzarle un rayo de agua y luego tronar sus dedos para congelarlo: fue encerrado en una prisión de hielo que dejaba sólo su cabeza al descubierto. Tenebross, por otra parte, levitó de nuevo: aún no habían terminado con él.
- "Malditos cretinos… ¿Realmente creen que algo tan patético como esto acabará conmigo?" – dijo Tenebrsos confiadamente, pero en ese momento, Kouin corrió hacia él con sus dos espadas delante.
- "¡Twin Slash!" – gritó con energía. Cuando llegó hasta Tenebross, le hizo un profundo corte en X en donde se supone que estaría su torso.
Luego se dio la vuelta y corrió de nuevo, con las marcas verdes apareciendo en su rostro de nuevo, dejando detrás de sí una estela de cristal transparente la cual encerró a Tenebross.
- "¡Delusory Destroyer! Sigue el Yaoulma..." – dijo mientras soltaba una cuchillada en el aire, la cual destrozó la prisión de cristal e hirió a Tenebross tan severamente que volvió su espejo añicos e hizo que su sombría forma colapsase sobre el piso de la estancia.
- "Al fin… esto ha terminado…" – dijo Kouin con alivio mientras guardaba sus espadas en sus fundas. Todo estaban sorprendidos… había terminado… realmente su viaje había llegado su final… y habían resultado victoriosos…
Todos se reunieron y comenzaron a festejar su gran victoria, felicitándose mutuamente; y riendo alegremente ante la perspectiva de que finalmente todos sus esfuerzos habían dado frutos.
Sin embargo, le dieron la espalda a Tenebross; y no se dieron cuenta que el maligno monstruo estaba preparando un ataque: materializó una flecha de sombras y la apuntó directamente hacia Gerardo y Gabriela…
- "¡Mueran, infelices!" – gritó mientras disparaba la flecha; y a pesar de haber escuchado el estruendoso grito, ninguno de ellos dos logró moverse a tiempo para salir del camino de la flecha. Todos en el grupo se quedaron viendo la escena horrorizados… hasta que Kouin saltó en el camino de la flecha y recibió el golpe por ambos hermanos…
- "¡FELTES!" – gritaron todos mientras corrían a ver que había sucedido. Kouin cayó al suelo, pero antes de que hubiese llegado hasta el fondo, Gerardo lo sostuvo y trató de mantenerle la cabeza en alto.
- "¡No! ¡No puede ser!" – gritó Miko horrorizada y entristecida.
- "Tenebross… ¡maldito bastardo del demonio!" - gritó Inuyasha mientras golpeaba el suelo con rabia, al escuchar como Tenebross se estaba riendo de ellos.
- "No… no puede morirse ahora… no" – dijo Yasha mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas. Sango estaba haciendo todo lo que podía para contenerse, mientras que Miroku se había acercado hasta ellos a duras penas y la abrazó con las pocas fuerzas que le quedaban. Shippou, por su parte estaba llorando desconsolado.
Gerardo y Gabriela estaban con Kouin, habiéndose destranformado y utilizando las canciones de sanación y curación más poderosas que conocían, pero no tenían resultado. Kagome y Miko intentaron ayudarles en sus esfuerzos, la segunda con lágrimas en los ojos, pero de nada sirvió: la flecha estaba maldita; y provocaba heridas que no podían sanarse. Kouin estaba condenado…
- "¡Maldición, no! ¡Healing Water! ¡Healing Water!" – gritaba Gerardo con rabia y desesperación, con los ojos llenos de lágrimas, haciendo todo lo que podía para evitar que Kuoin muriera. Gabriela estaba a su lado poniendo todos sus sentimientos en su canción Healing Light mientras que Miko y Kagome concentraban todo su poder espiritual en intentar mantenerlo con vida.
- "¡No te mueras, por favor!" – chilló Gabriela al comprobar que su canción no estaba teniendo efecto.
- "¡Esto no puede terminar asi!" – gritó Miko ya al borde de la desesperación. Al momento siguiente, Kagome dejó de usar sus poderes y se dio por vencida… realmente no había nada que pudieran hacer…
- "¡No, Feltes!" – gritó Gerardo mientras él y Gabriela le tomaban una mano. Kouin abrió los ojos levemente y les sonrió con amabilidad:
- "Aghh… Gerardo… Gabriela… Kagome... Miko..." – dijo con las pocas fuerzas que aún le quedaban – "Me alegra… haber podido conocerlos… y a todos… ustedes… fue grato… haber podido tener amigos… como ustedes… así hubiese sido… por tan poco tiempo…" –
- "¡C-Claro que lo somos!" – dijo Yasha corriendo hacia él – "¡Y lo seguiremos siendo! ¡Por favor, tienes que vivir!" –
- "S-sí… tienes que… tienes que ponerte bien…" – dijo Miko entre sollozos.
- "Por favor, debes seguir adelante…" – dijo Gabriela, preparándose para cantar su Healing Light una vez más. Sin embargo, Kouin levantó su mano libre para detenerla.
- "Esta bien así… este es mi castigo… mi expiación por todos los pecados que he cometido…" – dijo él con satisfacción – "Ahora podré… regresar al ciclo eterno… de nuestra madre… Dragonia… y rencontrarme con él; y ellos…" –
- "¡NO! ¡Aún es demasiado pronto para eso! ¡Quédate con nosotros! ¡Te necesitamos!" – le gritó Gerardo, que ya había perdido por completo el control de sus emociones y sus lágrimas empezaban a desbordarse.
- "Gracias… por considerarme así… como un amigo… fue bueno tener a alguien que pudiera creer en mi después de tantos años…" – luego se volteó para mirar a Miko y a Yasha una vez más – "De nuevo… por favor perdónenme… por el sufrimiento que les causé… Espero que de ahora en adelante… sus vidas sean felices… Les encomiendo a todos… la felicidad… y el bienestar de mi mundo…" –
Al momento siguiente, sus ojos se cerraron y su respiración cesó por completo… La mano que Gerardo y Gabriela estaban sosteniendo se quedó lívida; y se meció hasta que llegó al suelo…
- "No… no… no… ¡NOOOOOO!" – gritó Gerardo mientras sus lágrimas salían a montones, y Gabriela y los demás niños empezaron a llorar con todas sus fuerzas.
Gabriela y Gerardo se abrazaron el uno al otro; Miko se abrazó a Kagome, mientras que Yasha se abrazó a Inuyasha, cuyo cabello había quedado de modo que tapara sus ojos para que nadie viera que estaba llorando. Miroku y Sango no pudieron hacer otra cosa que aguantarse las lágrimas.
El cadáver de Kouin, o mejor dicho, Feltes, se volvió un montón de chispas de luz, y luego después de emitir un brillante resplandor, salieron disparadas hacie el techo para salir de la estancia.
Gerardo cayó al piso, pero después de un par de segundos sollozando abrazado a su hermana, levantó la mirada hacia Tenebross y le dedicó una mirada llena de odio:
- "Tú… ¡TÚ! ¿¡Cómo pudiste haberlo matado!?" – dijo mientras se alzaba de nuevo con su espada y escudo en las manos.
- "¡Eso fue por tu culpa y la de tu hermana, imbécil!" – se burló Tenebross – "¡Si hubiesen muerto, él no tendría por qué haberse marchado al otro mundo!" –
- "¡Maldito desgraciado! ¡Aaaaaaarrrrrghhh!" – dijo mientras alzaba su espada y corría hacia Tenebross gritando como un desaforado. Sin embargo, Tenebross lo repelió con una onda de sombras, haciendo que cayera de espaldas hacia donde estaban los demás, causándose gran daño con el suelo de piedra.
- "¡Gerar!" – gritó Gabriela mientras corría hacia él. Los demás la siguieron, llenos de sorpresa y terror, mientras Gabriela se apresuraba a sanarle las heridas.
- "Pero no se preocupen" – dijo Tenebross mientras continuaba riendo. Luego hizo levitar un pequeño trozo de cristal negro: un Fragmento de Sombras, delante de sí – "¡Que ahora mismo se reunirán con ese maldito traidor!" -
(Ending: Come)
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