Capítulo 11:
El Primer Demonio Elemental
(Opening: One Day, One Dream)
Era un día tormentoso y Naraku se estaba moviendo en busca de un nuevo escondrijo.
- "Inuyasha y sus amigos están resultando ser una verdadera molestia..." - dijo irritado - "Se las han arreglado para escapar de todas las trampas y artimañas que he puesto para eliminarlos, a pesar de estar tan cerca de deshacerme de ellos tantas veces..." -
- "Hmph, parece que alguien está actuando como un bebé malcriado porque ha tenido que huir con los tentáculos entre las piernas" - musitó Kagura en voz baja.
- "¿Aún no has hallado un modo de recuperar el fragmento que aún tienen?" - dijo Hakudoushi.
- "Cierra la boca, Hakudoushi" - dijo Naraku molesto - "Una palabra más y me aseguraré de que te arrepientas de que ese sacerdote no te haya destruido" -
- "*suspiro*... Onee-san..." - murmuró Kohaku en voz baja - 'Con lo mucho que se pelean entre sí, cualquiera pensaría que serían mucho más fáciles de derrotar...' -
- "Siento algo..." - dijo Kanna mientras señalaba a un árbol frente a ellos mientras un rayo caía a lo lejos.
- "Hmm, interesante... Siento un gran cantidad de energía demoníaca viniendo de allí... Tal vez hallaré algo interesante para absorber en ese lugar..." - dijo Naraku mientras volaba más rápidamente hacia el sitio seguido de sus extensiones y Kohaku.
- "Es realmente poderoso..." - dijo Kagura sintiéndose abrumada por la gran cantidad de energía, mientras que Kohaku comenzaba a sentir jaquecas.
- "Hmph, ¿los dos se sienten mal sólo por esto? Que patéticos..." - dijo Hakudoushi en una voz burlona.
Cuando Naraku se acercó lo suficiente al lugar, notó que era un árbol que tenía un espejo redondo y negro sobre una de sus ramas, mientras que había un pequeño fragmento negro similar a los fragmentos de Shikon en el suelo.
- "¿Hmm? ¿Un fragmento de la Perla de Shikon?" - dijo Naraku mientras telequinéticamente lo recogía del suelo y lo examinaba con una expresión intrigada - "Esto no debería ser posible... Tengo la Perla completa en mis manos... exceptuando los fragmentos que ese tonto Kouga y el grupo de Inuyasha tienen en su posesión..." -
Sin embargo, el espejo negro comenzó a emitir un brillo sombrío desde el lugar donde yacía, mientras Naraku escuchó una voz tenue pero maligna saliendo de él.
- "Devuélveme... mi cuerpo..." - dijo la voz.
- "¿Cuerpo? Oh, ¿te refieres a este fragmento?" - dijo Naraku. Usando su telequinesis, él incrustó el fragmento en el borde superior del espejo. Al hacer esto, el espejo dejó salir un rayo de energía negra, el cual Naraku soportó sin siquiera pestañear. Al instante siguiente, la silueta negra de un dragón con malignos ojos de un rojo sangriento apareció en la superficie del espejo.
- "Mi consciencia ha despertado finalmente..." - dijo el dragón - "¿Eres aquel que rompió el sello?" -
- "Lo soy. Mi nombre es Naraku" - dijo Naraku sonriendo con malignidad - "Así que, ¿a quién tengo el placer de conocer?" -
- "Soy Tenebross, portador del poder de la Nada y Dragón de las Sombras" - dijo Tenebross cerrando sus ojos brevemente - "¿Y qué es este lugar? ¿Ya no estoy en Dragonia?" -
- "No conozco ese lugar del que hablas. Sin embargo, pareces poseer ciertas... cualidades que podrían serme de utilidad" - dijo Naraku mientras intentaba ganarse la confianza de Tenebross.
- "Estúpido. ¿Realmente crees que aceptaría volverme el sirviente de una forma de vida tan insignificante como tú?" - dijo Tenebross iracundo.
- "¿Qué? ¿Acaso te crees un Dios o algo?" - se rió Naraku.
- "¡SOY un Dios, imbécil! ¡La Nada es una Voluntad que está la mismo nivel que la Voluntad de Kiockse, lo cual significa que también tengo poder sobre el universo completo! ¡Si pudiera, borraría tu existencia en sí misma por tu insolencia!" - dijo Tenebross dejando salir otro rayo de sombras del espejo - "Pero rayos... Estoy sellado en este detestable espejo y mi cuerpo está divido en fragmentos de cristal como el que acabas de incrustarle..." -
- "En ese caso, ¿cooperamos?" - dijo Naraku con gran interés en el supuesto poder de Tenebross - "Puedo ayudarte a buscar los fragmentos de tu cuerpo, pero con la condición de que me ayudes a eliminar a mis enemigos..." -
- "Hmph, parece que no tengo otra alternativa" - dijo Tenebross - "Muy bien. Mis monstruos y yo enfrentaremos a tus enemigos y te ayudaremos con su exterminio, pero asegúrate de ser diligente y traéme esos fragmentos. De otro modo, puede que pierda la paciencia y te mate por tardarte demasiado..." -
- "No hay problema..." - dijo Naraku. Luego ambos comenzaron a reírse demoníacamente.
- "Hmm, qué interesante..." - dijo Hakudoushi con una sonrisa maléfica.
- "No... esto no puede ser bueno..." - dijo Kagura mientras apretaba los dientes asustada.
- "Onee-san... Y ni siquiera puedo ir a advertirte sobre esto..." - murmuró Kohaku mientras bajaba a mirada.
Y así, pasaron varios días...
- "Nuestro primer encuentro fue bastante interesante ahora que lo pienso" - le dijo Naraku a Tenebross. En ese momento estaban en el escondrijo, observando a través del espejo de Kanna como el grupo de Inuyasha estaba dejando la aldea después de que Kaede les dijo como restaurar la memoria de Kagome.
- "¡No cambies el tema para evadir tus errores, Naraku...! ¡Eres un incompetente!" - gritó Tenebross enfurecido desde su espejo.
- "¿Y qué te da el derecho de hablarle así al Gran Naraku? Que yo sepa, tú no eres mi jefe..." - dijo Naraku con una sonrisa burlona en su rostro.
- "¡Tengo todo el derecho en este mundo o en cualquier otro porque todos tus planes han fracasado uno tras otro! ¡No tenemos a la chica; y dentro de poco le restauraran su memoria!" - gritó Tenebross furioso.
- "Sí supieras que ya tengo otro plan preparado..." - empezó Naraku con una cara de irritación.
- "¡Ya me harté de tus fracasos! ¡Esta vez me encargaré yo!" - dijo Tenebross mientras cerraba los ojos - "Ist Ikuak ChelkRe Phinambrea Ilg Ical, Oli Couma Cust Phaph FaleaRe Necla Ical!" -
Un grupo de sombras apareció y se reunió frente a Tenebross, y al poco rato, un monstruo negro similar a un minotauro, el cual portaba una armadura negra y llevaba una gran hacha emergió de ellas.
- "Amo, espero sus órdenes..." - dijo el monstruo arrodillándose frente al espejo de Tenebross.
- "Ankon, ve y tráeme los Fragmentos de Sombras que llevan esos elegidos idiotas... También traéme a esta niña..." - dijo Tenebross mientras su imagen se desvanecía para mostrar a Kagome. Su imagen regresó al espejo poco después - "Y si alguien se atreve a interponerse en tu camino... Mátalo..." -
- "Entendido, amo..." - dijo Ankon antes de disolverse en las sombras.
- "Hmm, veo que también te gusta mandar a otros a pelear en tu lugar vez de ensuciarte las manos..." - dijo Naraku mientras se reía de forma enfermiza.
- "Cierra la boca. Eres peor que yo en esa parte..." - rechistó Tenebross.
- "Jaja, que gracioso. Son tal para cual... Puede que dentro de poco anuncien su compromiso matrimonial" - dijo Kagura entre susurros desde donde estaba escondida observando todo el evento, y al imaginarse eso, empezó a reírse.
- "¿De qué te ríes, Kagura?" - preguntó Naraku tan pronto como notó el lugar donde estaba escondida. Por suerte, no escuchó lo que ella estaba susurrando.
- "Eh... De lo que le espera al grupo de Inuyasha..." - dijo Kagura continuando con su risa, aunque esta vez estaba fingiendo.
Mientras tanto, el grupo de Inuyasha había continuado viajando hacia la Aldea Ryuusei. Como ya se habían pasado caminando todo el día, decidieron descansar un poco junto a un río.
- "Fiu, no esperaba que el viaje fuera tan largo" - dijo Gabriela limpiándose el sudor de la frente mientras recogía agua del río y la metía en una botella.
- "Es verdad. Kaede no bromeaba cuando dijo que estaba muy apartada..." dijo Gerardo mientras seguía practicando sus habilidades de manipular el agua: había extraído un hilo de agua del río y estaba cambiando su forma.
- "Hmm, pareces haber mejorado desde la última vez" - dijo Sango mientras miraba como el continuaba moviendo el hilo de agua y lo volvía una serpiente, una esfera y un círculo.
- "Mientras no la haga estallar encima de mí..." - dijo Inuyasha irritado.
- "Hehe, ¡eso sería gracioso!" - dijo Kagome riéndose, lo cual hizo a los demás reír y a Inuyasha suspirar.
- "Gerar... ¿puedo empezar a practicar mi habilidad de manipular la luz también?" - preguntó Gabriela inocentemente, lo cual hizo a Gerardo caer de la impresión, además de que se le rompió la concentración e hizo que la masa de agua le cayese encima, dejándolo completamente empapado. Esto los hizo reír a todos de nuevo mientras que Inuyasha le mostró una morisqueta a Gerardo.
- "¿Desde cuándo puedes llamar a tus poderes así?" - preguntó impresionado.
- "¡Desde que lo recibí!" - contestó su hermana con una sonrisa tonta.
"- Bueno, hazlo ahora. Pero por favor, no me interrumpas mientras estoy practicando..." - dijo Gerardo mientras daba una palmada y para extraer el agua que lo estaba empapando, secándose instántaneamente, y la juntaba con otro poco de agua sacada del río para luego seguir su práctica. Gabriela le tomó la palabra y luego de dar una palmada, extrajo algo de luz de sus alrededores y empezó a jugar con ella. Formó una esfera con ella y la hizo flotar cerca de Kagome.
- "¡Wow, qué bonito!" – dijo ella mientras comenzaba a correr tras la esfera.
- "¡Hagámoslo también! ¡Parece divertido!" - le dijo Shippou a Rin.
- "¡Sí!" - respondió ella, y ambos se unieron a Kagome en la persecución de la esfera mientras reían, lo cual hizo sonreír a todos menos a Sesshomaru y Jaken. Por otra parte, Kaede estaba maravillada viendo esto.
- "¿Cómo pueden hacer eso?" – preguntó ella después de estar un rato viendo a ambos hermanos manipulando sus elementos; y de como Kagome, Rin y Shippou jugaban con la esfera de luz. Ella quería jugar también, pero la impresión la dejó arraigada al suelo y los miró con asombro.
- "Son nuestros poderes especiales. Los recibimos hace poco de parte de unos dragones sagrados" - contestó Gabriela mientras con su otra mano tomaba otro poco de luz, la arremolinaba en forma de una espiral y luego la estiraba en forma de una línea recta.
- "Y la verdad son muy útiles" - dijo Gerardo, colocando la masa de agua en frente de él y dándole la forma de una flecha a parte de ella. Luego chasqueó los dedos, lo cual volvió instántaneamente la masa completa en hielo.
- "¡Whoa, impresionante!" - dijo Miroku.
- "¡Es asombroso!" - dijo Sango.
Todos los demás tuvieron también reacciones similares, excepto Jaken y Sesshomaru. En cuanto a Kagome, Rin y Shippou, dejaron de perseguir la esfera de luz y corrieron de inmediato a ver la gran masa congelada con una gran sorpresa.
- "¿Puedes congelar el agua?" - preguntó Gabriela mientras su concentración se rompía, lo cual hizo desaparecer las luces que había estado manipulando.
- "También puedo descongelarla y volverla vapor. Sin embargo, no puedo hacer nada con el hielo aparte de fundirlo" - explicó Gerardo. Luego tomó la flecha, la arrancó de la masa de hielo y se la entregó a Kaede con una sonrisa - "Considera esto un obsequio. Podría serte útil si alguna vez te quedas sin flechas, y no te preocupes: no se derretirá sin importar cuanto tiempo pase o cuanto calor haga" -
- "Gracias" - dijo Kaede sonriendo mientras la tomaba. La flecha tenía una frase escrita en katakana minúsculo a lo largo de su cuerpo - "イストシエルバクリェゼットイアドリカエイリカルザァフズイカル... ¿Eh? ¡Pero esto no significa nada!" -
- "Sólo recítala cuando la dispares" - dijo Gerardo con una sonrisa enigmática - "Eso congelará en el acto cualquier problema que puedas estar enfrentando" -
- "Ah, ¡está bien!" - dijo Kaede mientras la guardaba en su carcaj - "Es algo fría, pero estoy segura que será útil" -
- "De acuerdo, ¿podemos comer ya?" - preguntó Shippou; y en ese momento, sus estómagos comenzaron a rugir uno tras otro.
- "Sí, parece que todos tenemos hambre" - dijo Sango con una sonrisa mientras ella y Kaede ponían manos a la obra para preparar el almuerzo. Después de un rato, todos estaban comiendo peces a la brasa que Gerardo había sacado del río encerrándolos en burbujas y halándolos hacia afuera.
- "Esos poderes tuyos son indudablemente útiles..." - dijo Sesshomaru mientras observaba al grupo comiendo. Naturalmente, él era el único que no estaba comiendo - "Eso le ahorra el trabajo al tonto de Inuyasha de tener que fallar miserablemente al buscar la comida..." -
- "¡No le llames así a Inuyasha!" - le dijo Kagome furiosa antes de que Inuyasha pudiese replicar. Todos los demás estaban espantados de que se le estuviese enfrentando de ese modo a pesar de ser una niña pequeña. Jaken trató de ir a golpearla, pero terminó siendo embestido y pisoteado por Inuyasha.
- "Yo soy su hermano mayor; y puedo decirle como quiera..." - dijo Sesshomaru fríamente.
- "¡Pero deberías tratarlo mejor! ¡Ellos dos también son hermanos y son muy diferentes a ustedes dos!" - dijo Kagome mientras señalaba a Gerardo y Gabriela; y los aludidos se ruborizaron y bajaron sus miradas al suelo de inmediato.
- "Mejor no nos compares con ellos... Hay mucha diferencia entre nosotros y ellos..." - dijo Gerardo.
- "Sí, pero al menos nos llevamos mejor que ellos..." dijo Gabriela mientras tímidamente le mostraba una sonrisa a su hermano.
- "¿Él es el hermano mayor de Inuyasha?" - preguntó Kaede mientras miraba a Sesshomaru.
- "Medio-hermano, de hecho..." - contestó Sango en el acto.
- "Y como pudiste haber adivinado, él es un youkai completo. Inuyasha tenía una madre humana, pero no parece que ese sea el caso para Sesshomaru" - explicó Miroku con seriedad.
- "Hmm, eso explica muchas cosas, como el que se odien tanto..." - dijo Kaede mientras apartaba su mirada de Sesshomaru algo asustada. Nadie dijo una sola palabra más hasta que terminaron de comer, desintegraron los restos de la comida con los poderes de luz de Gabriela y continuaron su camino hacia Ryuusei.
- "Diablos, este viaje está resultando de lo más aburridor..." - dijo Gerardo después de media hora de caminata.
- "Estoy de acuerdo, Gerar..." - dijo Gabriela. El paisaje se había hecho muy repetitivo desde que habían salido del río: ahora solo estaban caminando por una llanura desde la que podían divisarse montañas a lo lejos y no había nada que rompiese con la monotonía de la vista. No habían bosques ni otras marcas de importancia en el área.
- "Me duelen los pies… Estoy cansada…" – dijo Kagome mientras ella comenzaba a jadear y sus ojos a llenarse de lágrimas. Shippou no tenía ese problema porque estaba sobre el hombro de Sango, mientras que Rin estaba cabalgando sobre Ah-Un con Jaken.
- "¡Ya dejen de quejarse!" - dijo Inuyasha mientras cargaba a Kagome y se la subía a la espalda.
- "¡Yay! ¡Gracias, Inuyasha-nii!" - dijo Kagome mientras se doblaba hacia adelante y le daba un abrazo. Inuyasha se ruborizó mientras los demás reían.
- 'Es natural que haga esto. Es sólo una niñita ahora... pero tengo que decir que esos dos tienen razón... este maldito prado es un verdadero fastidio para cruzar... ¡Y ni siquiera hay algo con que pelear!" - pensó Inuyasha.
- "Hehe, dejando de lado a nuestro querido hanyou con su especie de hermana pequeña, debo decir que esta situación es un tanto extraña..." - dijo Miroku pensativamente.
- "¡Ella no es mi hermana pequeña! Ella es más bien como... una pequeña amiga..." - dijo Inuyasha sonrojándose con una cara de molestia, ya que no podía considerar a Kagome de ese modo debido a lo que sentía por ella. Kagome sólo empezó a soltar risitas sobre su espalda.
- "¡Está bien, no tienes que actuar de ese modo!" - dijo Sango riéndose. Sin embargo, luego recobró su actitud seria - "Pero, ¿qué quiere decir, Houshi-sama?" -
- "Es sólo que pensé que aprovecharían el que estamos en campo abierto para atacarnos y robarnos los Fragmentos de Sombras que tenemos..." - dijo Miroku mirando alrededor.
- "¡Por favor no tientes a la suerte!" - dijo Shippou mientras su rostro palidecía.
- "¿Fragmentos de Sombras?" - preguntó Kaede desconcertada.
- "Son estos..." - dijo Gerardo mientras se volteaba y sacaba uno de los fragmentos de la Bolsa de Luz para mostrárselo, usando la tela de la Bolsa como cubierta para no llevarse chispazos de las descargas que soltaban. Kaede saltó hacia atrás al sentir el mal que emanaba del cristal - "Son los trozos de la esencia de un demonio muy poderoso llamado Tenebross" -
- "¿Y por qué los están buscando?" - preguntó Kaede mientras se cubía la boca con las manos, pensando que debían estar locos para siquiera pensar en eso.
- "Para evitar que esa cosa vuelva a la vida..." - dijo Sesshomaru - "Escuché todo el relato después de que salieron de ese extraño templo..." -
- "¿Estabas espiándonos?" - preguntó Sango mirándolo con sorpresa.
- "Estuve observándolos todo el tiempo desde que Gerardo me derrotó en esa batalla..." - respondió Sesshomaru fríamente - "Pero no me quise acercar hasta cerciorarme de si de verdad él tenía alguna clase de poder..." -
- "¿Por eso me salvaste cuando estaba por caerme en ese barranco?" - preguntó Gerardo frunciendo el entrecejo mientras recordaba cuando pensó que Sesshomaru lo había salvado de morir allí.
- "Sí, porque sentí el cambio en tu energía y en el olor de tu sangre; y quise comprobar que tan fuerte te habías vuelto..." - respondió Sesshomaru con una voz completamente carente de emociones.
No hubo respuesta a esa afirmación y prosiguieron con su caminata en silencio.
Mientras tanto...
- "No veo que Ankon esté haciendo nada, Tenebross..." - dijo Naraku tan aburrido como el grupo durante su paso por los prados.
- "Ten paciencia. Tú mejor que nadie deberías saber que hay que esperar al mejor momento para atacar..." - dijo Tenebross siniestramente mientras entrecerraba sus malignos ojos rojos.
- "Es verdad, ¡pero yo no me tardo tanto en hacer que mis criaturas ataquen a mis enemigos!" - dijo Naraku mientras reía como un psicopata.
Una hora después, el grupo de Inuyasha había finalmente llegado al fin de los prados y habían comenzado a ascender por un estrecho camino entre las montañas.
- "¡Por fin! ¡El tipo de paisaje que más me gusta!" - dijo Gerardo alegremente.
- "¡Veo que amas las montañas!" - dijo Sango mientras ella y los demás, exceptuando Sesshomaru y Jaken, reían al ver a Gerardo invocando su armadura y comenzando a volar entre la montañas dibujando toda clase de figuras. Luego de unos minutos de ello, a lo cual Gabriela se unió al poco rato, ambos regresaron al suelo y anularon sus transformaciones mientras reían y se tomaban de las manos.
- "¡Lo siento, lo siento! ¡No lo pude evitar!" - dijo Gerardo avergonzado mientras continuaban el ascenso a pie - "Es que tenía mucho tiempo que no visitaba un lugar montañoso..." -
- "Hehe, y como se veía tan divertido, ¡no pude resistirme tampoco!" - dijo Gabriela entre risitas mientras las otras chicas comenzaban a reír también.
- "No te logro entender... A veces pareces el Sr. Seriedad y otras pareces payaso..." - dijo Inuyasha amargado.
- "La personalidad de una persona tiene muchas caras... Ya deberías saber eso, Inu-chan" - dijo Gerardo con una sonrisa mientras meneaba su dedo índice en frente de sí.
- "¿¡Y ahora incluso te atreves a llamarme así!?" - dijo Inuyasha furioso.
- "¿Te has visto en un espejo últimamente?" - preguntó Gabriela entre risas, lo cual hizo que todos rieran de nuevo. Esto también le recordó a Inuyasha que aún seguía estando en su forma de niño.
- "¡Bien, ya basta! ¡Voy a regresar a mi forma normal; y no dejaré que me lo impidan!" - gritó mientras se acercaba a Gerardo dando pisotones para hacerlo que sacase la mochila de Kagome de su Dragtenm, pero Gerardo lo evadió.
- "Mejor te tranquilizas, ¿o planeas asustar a Kagome?" - preguntó Gerardo mientras se ponía ambas manos en la cintura y fruncía el entrecejo.
- "¡Es cierto! ¡Kagome-chan te puede tener miedo en tu verdadera forma!" - dijo Rin extendiendo sus manos a ambos lados. Inuyasha finalmente cayó en cuenta de que la Kagome de cinco años nunca lo había visto en su verdadera edad, y como esto podría asustarla o romper la confianza que ella tenía en él, decidió finalmente no hacerlo.
- "¡Keh! ¡Como sea!" - dijo él irritado cruzando los brazos. Sin embargo, presionó por error el botón de atajo para guardar objetos en su Dragtemn, lo cual hizo que el dispositivo absorbiese su Tessaiga - "¡Mi espada! ¿¡Qué hizo esta cosa con mi Tessaiga!?" -
- "Eres patético. Ahora has perdido tu más valiosa posesión ante un artefacto extraño..." - dijo Sesshomaru mientras sus labios se curvaban hacia arriba para formar una sonrisa maligna.
- "¡Cállate, Sesshomaru! ¡Artefacto raro, devuélveme mi espada o te destruiré!" - dijo Inuyasha mientras se preparaba para usar su Sankontessou.
- "¡Abajo!" - gritó Kagome, haciendo que Gerardo e Inuyasha cayesen al suelo, aunque esto sorprendió a todos.
- "Kagome... ¿tú hiciste eso?" - preguntó Miroku con los ojos del tamaño de platos.
- "Ups... ¡Lo siento, se me salió!" - dijo Kagome avergonzada, pero Gabriela le acarició la cabeza.
- "¡Bien hecho!" - le dijo con una sonrisa.
- "Hehe, ¡gracias!" - dijo Kagome entre risitas. Ambos chicos se levantaron del suelo y se sacudieron la tierra de sus ropas.
- "Con tal de que no termine abusando de ello... Por cierto, Inuyasha... para sacar a Tessaiga del Dragtemn, sólo tienes que hacer esto..." - dijo Gerardo mientras lo instruía sobre como moverse por los menúes del Dragtemn y le enseñaba el procedimiento. Cuando terminó unos segundos después, Tessaiga reapareció desde del Dragtemn de Inuyasha y se colocó en la cintura de su dueño de nuevo.
- "¡Perfecto! ¡Ahora si le enseñé a esa cosa quien manda!" - dijo Inuyasha riéndose, haciendo que los demás lo mirasen como si estuviese volviéndose loco.
- "Bueno, ¿podemos seguir?" - preguntó Kagome bostezando - "Que ya se está haciendo tarde..." -
Ya estaba atardeciendo, pero decidieron continuar por un poco más de tiempo, ya que sería peligroso montar el campamento en una parte tan estrecha del camino de la montaña.
- "Maldición, este día ha sido agotador..." - dijo Inuyasha jadeando después de un rato más de ascender por la montaña.
- "Eh... Primera vez que te veo así... de exhausto..." - dijo Gerardo, el cual también estaba jadeando. Todos los demás excepto Sesshomaru también estaban jadeando o estaban sentados en el suelo recuperando el aliento: la larga caminata les había supuesto mucho esfuerzo.
- "Creo que estará bien que montemos el campamento aquí: el borde de la montaña es lo suficientemente ancho para ello" - dijo Miroku mientras señalaba el segmento del camino donde dormirían esa noche: era una explanada algo amplia con varios árboles.
- "Coincido, ya que será mejor que seguir caminando en este lugar a oscuras" - dijo Sango señalando hacia el cielo: ya la poca luz del atardecer estaba apagándose y estaba terminando de anochecer.
- "Es verdad, será mejor que pasemos la noche aquí" - dijo Gerardo mientras sacaba todo lo que necesitarían para acampar esa noche.
Al poco rato, todos estaban cenando algunas cosas que Gerardo había traído de cenar en su Dragtenm.
- "Supuse que ahora era mi turno de hacer algo de comer, ¡así que aquí traje algunas comidas típicas de mi país!" - dijo mientras sacaba dos tipos de masas cocidas de su Dragtemn: uno era frito y con forma de lunas crecientes, mientras que el otro era horneado y redondo - "Estos se llaman "empanadas" y "arepas". Nuestra madre nos ayudó a Gaby y a mí a hacerlas, ¡y están tan frescas y calientes como si estuviesen recién hechas gracias a que el sistema de almacenamiento del Dragtemn las mantiene en un ambiente similar al vacío!" -
- "¡Son muy buenas!" - dijo Miroku probando una de las empanadas - "¿De qué están hechas?" -
- "Las empanadas están hechas de masa de harina de maíz frita rellena con queso o carne, mientras que las arepas son iguales en su mayor parte, sólo que son horneadas en vez de fritas" - dijo mientras se comía una de las empanadas, la cual estaba rellena de carne.
- "¿Harina de maíz?" - preguntó Sango confundida.
- "Ah, lo siento. Olvidé que esa planta no existe en ningún lugar fuera de nuestro continente en esta era" - dijo Gerardo mientras les mostraba un holograma de una planta de maíz a través de su Dragtemn - "Eso es maíz. Los aborígenes de mi continente solían usarlo para hacer la mayor parte de sus comidas; y actualmente se utiliza incluso para hacer algunos tipos de tentempiés en todo el mundo" -
- "Hmm, ¡creo que Kagome me dijo que las palomitas de maíz que ella solía traerme están hechas de eso!" - dijo Shippou asintiendo con una sonrisa.
- "Hehe, me gustan mucho las palomitas acarameladas, pero no recuerdo haberte dicho eso, Shippou" - dijo Kagome entre risitas.
- "De cualquier modo, estas cosas son muy extrañas, ¡pero aun así son deliciosas!" - dijo Inuyasha atragantándose con dos empanadas.
- "¡Hey, no disfrutarás bien del sabor de la comida si te la comes así!" - dijo Kagome con el semblante serio, pero luego comenzó a reírse por lo cómico que se veía Inuyasha - "¡Es lo que siempre dice mi mamá!" -
Pero después de que dijo eso, su rostro se entristeció y comenzó a llorar.
- "¡Quiero a mi mami!" - sollozó; y de inmediato Inuyasha tuvo que dejar de comer para ir a abrazarla en un intento de consolarla.
- "No te preocupes. Mamá sabe que estás bien y salvo, la volverás a ver muy pronto..." - le dijo mientras le acariciaba la cabeza. Kagome empezó a disminuir la intensidad de sus sollozos y abrazó a Inuyasha, el cual se ruborizó como un tomate.
- "Eh, ¿no te recuerda eso a alguien?" - le preguntó Miroku a Sango.
- "Sí; y bastante, Houshi-sama" - respondió Sango mientras ella y Miroku observaban a Gerardo y Gabriela, los cuales estaban eliminando los desechos de la comida y guardando todo lo demás.
- "¿De qué hablan?" - les preguntó Kaede llena de curiosidad.
- "De nada en especial. Es sólo que Inuyasha parece un hermano mayor ahora..." - le respondió Sango.
- "Bueno, es verdad. Realmente está cuidando a Kagome ahora" - dijo Gerardo mientras notaban como Kagome había dejado de llorar y le pedía a Inuyasha que jugase con ella.
- "Hehe, me recuerda a ti, Gerar" - dijo Gabriela sonriendo, lo cual hizo que Gerardo se sonrojase.
- "No era necesario que dijeras eso..." – respondió con un tono de voz un tanto avergozando
- "Y es muy curioso que el destino quisiese que nos encontremos aquí..." - dijo una voz conocida detrás de ellos.
- "¿Onee-sama?" - preguntó Kaede sorprendida.
- "¿¡Kikyou!?" - dijeron todos a la vez, menos Kagome, Sesshomaru y Jaken.
Kikyou entró al área iluminada por la fogata y vieron que en efecto se trataba de ella, acompañada por sus Shikigamis Kochou y Asuka.
- "Buenas noches, Kikyou. Veo que hoy has traído compañía..." - dijo Gerardo con voz seria.
- "Esto sí que es curioso, ahora tenemos tres pares de hermanos reunidos en un mismo lugar" - dijo Miroku con voz irónica.
- "Kikyou-sama..." - dijo Gabriela, que ya se había quedado sin palabras.
- "Me disculpo por no haberte prestado más atención la última vez que nos vimos. Tal parece que me tienes mucho respeto, ¿verdad, pequeña?" - le preguntó Kikyou con una sonrisa mientras se acercaba y ponía su rostro a la misma altura que el de Gabriela. Luego extendió sus manos con las palmas hacia afuera en su dirección y cerró los ojos por unos instantes para luego volver a abrirlos - "Hmm, también puedo sentir que tienes una gran cantidad de poder dentro de ti... Poder sagrado, para ser exactos..." -
- "¿¡Poder sagrado!?" - preguntaron todos a la vez, menos Gerardo y Sesshomaru, aunque el segundo puso una cara de impresión casi imperceptible.
- "Bueno, sí. Es porque Gaby es elemental de Luz, y la Luz es el más puro de los seis elementos principales usados en Dragonia. Por otra parte, la Oscuridad es el menos puro de ellos, aunque también cumple un rol integral en la preservación del mundo" - dijo mientras le mostraba al grupo el Sello Elemental a través de un holograma en el Dragtemn, con los puntos de los elementos que había mencionado brillando en sus respectivos colores - "Del mismo modo, cada uno de los otros cuatro elementos están alineados con la Luz o la Oscuridad: el Agua y el Viento están alineados con la Luz, mientras que el Fuego y la Tierra están alineados con la Oscuridad. Por cierto, como pueden estarse imaginando, Gaby tiene un mayor potencial que yo debido a que la Luz tiene un mayor poder innato que el Agua, pero ella no puede controlarlo bien debido a que aún es demasiado joven..." -
- "Hmm, tu explicación parece concordar con mis suposiciones de que tienes menos poder que ella, ya que también posees poder sagrado, aunque en menor medida que tu pequeña hermana..." - dijo Kikyou mientras examinaba las auras de ambos - "Sin embargo, este tipo de energía no es nada que yo haya visto antes..." -
- "Esta señora me da mala espina..." - dijo Kagome con una cara ligeramente molesta.
- "Kagome, cálmate por favor..." - dijo Inuyasha mientras trataba de evitar que se pusiera celosa a pesar de que no tenía recuerdos de Kikyou.
- "Hablas en serio, ¿onee-sama?" - preguntó Kaede sorprendida.
- "Imposible... Kaede, ¿eres tú?" - preguntó Kikyou pestañeando mientras la miraba. Luego miró a Inuyasha, y al notar que la niña a su lado era Kagome, sus ojos no hicieron más que ensancharse.
- "Sí, onee-sama, ¿por qué preguntas?" - preguntó Kaede extrañada al ver su reacción.
- "No, no es nada... Perdóname por preocuparte..." - dijo Kikyou mientras le sonreía, y luego miró a todos los demás - "¿Alguno de ustedes me puede explicar que ha pasado últimamente?" -
- "Todos podríamos, pero no sé quién sería el mejor para ello..." - dijo Gerardo mirando hacia el suelo.
- "Yo lo haré..." - dijo Inuyasha poniéndose de pie.
- "¿Y qué hay de Kagome? No pensarás dejarla así, ¿verdad?" - preguntó Miroku con una voz fría mientras lo miraba con preocupación.
- "¡Keh! No me iré por mucho tiempo, además, ¡todos ustedes pueden cuidar de ella sin ningún problema!" - dijo Inuyasha irritado.
- "Pero tú eres en quien más confía..." - dijo Sango, pero Inuyasha se había alejado de la luz de la fogata con Kikyou antes de que hubiese terminado la frase.
- "Sí que es obstinado, por eso es que siempre terminan diciéndole 'abajo'..." - suspiró Gerardo.
- "¿Y cuando regresa Inuyasha-nii?" - preguntó Kagome nerviosa, mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
- "Él regresará pronto. ¿Quieres que juguemos con un libro para colorear mientras tanto?" - preguntó Gabriela con una sonrisa.
- "¡Yay! ¡Sí!" - dijo Kagome limpiándose los ojos y mostrándole una sonrisa de oreja a oreja, así que Gabriela regresó a su mochila, sacó un libro para colorear y algunos crayones y ambas comenzaron a colorear los dibujos, a lo cual Rin y Shippou se unieron al poco rato.
Después de un rato, Inuyasha, Kikyou y sus Shikigamis regresaron con el resto del grupo.
- "Entiendo perfectamente su situación actual; y los acompañaré por ahora..." - dijo Kikyou para luego sentarse frente a la fogata. Esto hizo que todos reaccionasen con sorpresa, Gabriela estaba extasiada y a Gerardo se le cayó la mandíbula al suelo.
- "¡Genial! ¡Kikyou-sama vendrá con nosotros!" - dijo Gabriela bailando de felicidad.
- "Sólo espero que no nos traicione como lo hizo con Kagome aquella vez..." - dijo Gerardo cruzándose de brazos tras recobrarse de la sorpresa, recordando la forma en que le había quitado a Kagome el fragmento de Shikon cuando cayeron en la trampa de la Ilusión de la Muerte de Naraku.
- "¡Es grandioso! Pero, ¿¡qué quieres decir con eso!?" - preguntó Kaede a Gerardo mientras su cara se llenaba de rabia.
- "Sólo les puedo decir que tuve una razón para lo que hice en ese momento. Sin embargo, pero no se las puedo decir en estos momentos, ya que Naraku nos puede estar espiando ahora mismo..." - dijo Kikyou seriamente.
- "Así que... ¿Tú...?" - preguntó Kaede mientras sentía como sus entrañas se vaciaban.
- "Lo explicaré después, Kaede. Por favor, confía en mí por ahora" - le dijo Kikyou a su hermana en tono cortante.
- "Está bien... Confiaré en ti, onee-sama" - dijo Kaede con una sonrisa, aunque esto no eliminó por completo su aprensión.
- "Bueno, ¿alguien quiere escuchar un poco de música antes de irnos a dormir?" - dijo Gerardo al notar como Kikyou se había sacado a sí misma de ese aprieto, los demás, exceptuando Kikyou y Sesshomaru, sólo asintieron con una sonrisa por respuesta.
- "De acuerdo, la pondré a sonar ahora" - dijo Gerardo mientras hacía que su Dragtemn reprodujese una melodía llamada basada principalmente en la ocarina, la cual luego incluyó también mandolina, arpa y cuerdas.
- "¿Cómo... te las arreglas para hacer que tal música salga de ese pequeño artefacto...?" - preguntó Kikyou mientras miraba a los Dragtemns con sospecha.
- "Sí, nunca hemos visto algo como eso antes..." - dijo Kaede mientrtas pestañeaba.
- "Oh, es sólo que la era de la que venimos, así como el mundo del que provienen estos dispositivos tienen una tecnología mucho más avanzada. Podemos grabar interpretaciones musicales y reproducirlas cuando queramos" - dijo Gerardo con una sonrisa.
- "Hehe, y yo quiero ser una violonchelista y cantante cuando crezca" - dijo Gabirela con una sonrisa.
- "El violonchelo, o cello, es un instrumento de otra parte del mundo. No le den importancia" - dijo Gerardo antes de que pudiesen preguntar.
- "De cualquier modo, tienes un buen sueño, queriendo ser músico" - dijo Miroku asintiendo con una sonrisa.
- "Aún no sé que quiero ser... Una maestra... o una enfermera..." - dijo Kagome algo triste.
- "Sólo dale tiempo. Sabrás lo que quieres hacer antes de que te des cuenta" - dijo Inuyasha.
- "De cualquier modo, fue una buena interpretación. ¿Esa melodía tiene nombre?" - preguntó Kikyou intrigada.
- "Sí, esa melodía se titula 'Haha no Kioku' y sólo quise escucharla. Siento a mi madre cerca de mí cuando la escucho, y supongo que Gaby y Kagome también se sintieron similar al oírla" - dijo Gerardo.
- "Hehe, extraño a mami, pero ya no me siento tan triste por ello. ¡Gracias, Gerar-nii!" - dijo Kagome sonriendo.
- "Creo que su madre debe ser una mujer muy hermosa y amable" - dijo Rin antes de soltar un bostezo.
- "Lo es. Ya tuvimos la oportunidad de conocerla" - dijo Sango con una sonrisa.
- "Así que, ¿nos vamos a dormir?" - sugirió Miroku con una sonrisa para luego estirarse - "Tuvimos un día muy largo y agotador y mañana tendremos que seguir subiendo la montaña, así que debemos recuperar nuestras fuerzas" -
No hubieron objeciones, así que Sango acomodó a Kagome y a Shippou en una de las bolsas de dormir mientras que Gerardo y Gabriela se metían en otra. Inuyasha se recostó sobre las ramas de un árbol a cuyo pie Miroku se había sentado, Sesshomaru se encerró en una esfera de luz mientras que Rin y Jaken se durmieron encima de Ah-Un; y Kikyou se quedó sentada donde estaba, con Kaede recostada sobre ella y sus Shikigamis vigilándola en silencio.
- "Nunca pensé que volvería a ver a mi hermana de esta forma..." - dijo Kikyou mientras le acariciaba suavement el cabello a Kaede con una sonrisa meláncolica luego de que todos se habían dormido.
- "La vida tiene sorpresas en cada día para cada uno de nosotros... miko-sama..." - dijo Gerardo desde su bolsa de dormir para luego levantarse e ir hasta ella. Le sonrió brevemente a Kaede para luego centrar su atención en Kikyou.
- "Veo que aún sigues despierto..." - le dijo Kikyou alzando la mirada.
- "Sí, a veces me resulta difícil conciliar el sueño porque no logro vaciar la cabeza de todos los pensamientos que tengo..." - dijo Gerardo viendo hacia el cielo soñadoramente, para luego mirar a Kikyou suspicazmente.
- "Eres un pensador entonces, pero... ¿por qué sospechas tanto de mí?" - preguntó Kikyou con una sonrisa burlona en su cara.
- "Aún no termino de entenderte... ¿les robaste esos fragmentos de Shikon al grupo de Inuyasha para derrotar a Naraku? ¿Tienes algún plan?" - preguntó Gerardo cruzándose de brazos.
- "Si lo tengo. Sin embargo, no puedo decirte cuando ni como se llevará a cabo" - dijo Kikyou mirando en todas direcciones - "Naraku debe estar espiándonos y no quiero que se entere al respecto" -
- "Como quieras. Sin embargo, deberías confiar más en los demás, ¿o todavía no has superado esa herida que llevas en el corazón desde el día que Naraku les puso esa trampa a ustedes dos?" - le preguntó Gerardo.
- "Eso no es de tu incumbencia ¡...los vivos jamás podrán entender mis sentimientos!" - respondió Kikyou irritada para luego cambiar su cara a una mueca burlona - "Y por lo que veo no soy la única que tiene secretos aquí, ¿verdad?" -
- "Tu excusa de que no soy capaz de entender tus sentimientos es tan vieja como el polvo" - le dijo Gerardo mirándola con una mirada penetrante para después girarse en dirección a los demás - "Y si con ese último comentario te refieres a nuestros poderes de Dragón y Seirei, ya todos aquí saben sobre ellos" -
- "Que curioso. Y de cualquier modo, ¿que se supone que son esos poderes exactamente?" - preguntó Kikyou intrigada.
- "Lo averiguarás mañana... Si aún decides seguir con nosotros... Ahora con tu permiso, que tengas buenas noches..." - dijo Gerardo mientras regresaba a su bolsa de dormir, se acomadaba al lado de su hermana y se quedaba dormido. Kikyou siguió cuidando de Kaede por un rato más hasta que también cayó presa del sueño.
Mientras tanto...
- "Sí que es gracioso... Llevo tanto tiempo buscando a Kikyou para borrarla del mapa ¡y resulta que vino a mí por su propia voluntad!" - dijo Naraku riéndose.
- "Así matamos tres pájaros de una pedrada: eliminamos a esa mujer llamada Kikyou, les quitamos los Fragmentos de Sombras que tienen y por último, capturamos a la niña que tiene los poderes de purificación" - dijo Tenebross siniestramente - "¡Ankon! ¡Ve y acaba con ellos de una vez!" -
- "Ya era tiempo de que lo enviaras..." - dijo Naraku con impaciencia.
El grupo estaba durmiendo pacíficamente en el campamento, esperando la lejana llegada del amanecer, cuando se escuchó un fuerte estruendo delante de ellos. Esto los despertó a todos al instante.
- "¿Qué rayos pasa aquí?" - gritó Inuyasha bajando del árbol de un salto y abrazando a Kagome, la cual estaba llorando del miedo.
- "¡No sabemos, pero se siente una gran cantidad de energía demoníaca enfrente de nosotros!" - gritó Miroku mientras se levantaba y miraba en dirección al estruendo.
- "¡Debe ser un monstruo muy poderoso!" - dijo Sango alistándose para pelear.
- "¡O tal vez sea uno de los demonios de Tenebross! ¿¡Kagome, que...!?" - dijo Gerardo, pero al mirar en dirección a Kagome y recordar que ahora era sólo una niñita llorona que no podía usar sus poderes, se paró a media frase y se giró en dirección a Kikyou - "Ni modo... ¿Kikyou, ese monstruo tiene algún aura de color extraño o algún tipo de resplandor?" -
- "¿Para qué quieres saberlo?" - preguntó Kikyou fríamente.
- "¡Para saber a qué nos enfrentamos!" - dijo Gerardo irritado.
- "Sí tanto deseas saberlo... El aura tiene un color gris oscuro y emite un brillo negro oscuro" - dijo Kikyou con antipatía - "¿Eso significa algo?" -
- "Sí: monstruo es elemental de Oscuridad, ¡y además lleva un Fragmento de Sombras con él!" - dijo Gerardo mientras desenvainaba su espada y escudo.
- "¡Vamos a pelear entonces!" - dijo Inuyasha mientras salía corriendo.
- "Sango, necesito que te quedes aquí a cuidar de Gabriela y Kagome" - le dijo Gerardo preocupado - "Aunque en condiciones normales ambas serían de gran ayuda contra ese monstruo, Kagome no puede usar sus poderes y los de Gaby están debilitados con tanta oscuridad en el ambiente, así que sólo serían presas fáciles para esa cosa" -
- "Pero también quiero ayudarte, Gerar!" – dijo Gabriela saliendo de su bolsa de dormir con su arco en manos, pero Gerardo la detuvo.
- "Lo siento, Gaby, pero no te pondré en riesgo innecesariamente. Por favor, confía en nosotros y espera aquí" – dijo Gerardo al ver como le hacía pucheros, luego se volteó a ver a Sango – "¿Puedo confiártelas?" -
- "¡Por supuesto, me aseguraré de que no les pasé nada!" - dijo Sango con una mano sobre su Hiraikotsu.
- "Kaede, tú también debes esperarnos aquí" - le dijo Kikyou amablemente.
- "¿Por qué, onee-sama?" - preguntó Kaede entristecida.
- "Porque podrías resultar herida en la batalla, así que por favor, espérame aquí..." - le dijo Kikyou con una cara de tristeza: no quería que Kaede perdiese un ojo de nuevo por su culpa
- "De acuerdo, onee-sama..." - dijo Kaede asintiendo, aunque la seguía mirando con tristeza.
- "Rin, tú y Jaken deben quedarse aquí..." - le dijo Sesshomaru a Rin y Jaken - "Y si le sucede algo a Rin... Jaken, estoy seguro de que sabes cuales serán las consecuencias..." -
- "Eeehhh, sí amo... ¡Me aseguraré que nada le pase a Rin!" - dijo Jaken mientras tragaba saliva.
- "¡Buena suerte, Sesshomaru-sama!" – exclamó Rin mientras Sesshomaru se alejaba de ellos.
- "¡Vamos entonces!" - dijo Inuyasha corriendo hacia el lugar de donde provenía la energía demoníaca.
- "¡Adelante!" - gritó Gerardo corriendo tras él.
Luego de que doblaron una esquina del camino de montaña, vieron a su enemigo: se trataba de un demonio similar a un minotauro que portaba una gran hacha y una armadura negra.
- "¿Quién se supone que eres, bestia horrorosa?" - le preguntó Inuyasha al verlo mientras le apuntaba con su espada.
- "¡Esas son palabras mayores para un mocoso hanyou! ¡Mi nombre es Ankon; y fui enviado aquí por Lord Tenebross para deshacerme de ustedes!" - gritó el monstruo.
- "¡Ya veremos quien se deshace de quien!" - gritó Gerardo - "Ist Wasriats Oschmere Iadlast Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Zosph Phiaphz Ical! Iadlast Pawatz! ¡Dragoon!" -
- "¡Así que un portador de los poderes dragonianos! ¡Esto será muy divertido!" - gritó Ankon moviendo su enorme hacha luego de que Gerardo completó su transformación.
- "¡Inuyasha, hagamos nuestra técnica combinada!" - le dijo Gerardo desde arriba mientras recitaba el conjuro en dragoniano para su Water's Scar - "Watsa ya..." -
- "¡Adelante!" - dijo Inuyasha preparándose para ejecutar el Kaze no Kizu - "¡Destruction..." -
- "VORTEX!" - gritaron los dos al mismo tiempo, mezclando sus respectivas ondas de energía para crear un remolino verde claro que embistió al monstruo, dañándolo gravemente.
- "Ugh... no está nada mal para ser una simple brisa..." - dijo Ankon en tono de burla a pesar de las heridas que le habían inflingido - "Alt tok yallal pinambrea, hilsec sos... Dark Cure!" -
Un flujo oscuro emergió de sus alrededores y entró a él, sanando instántaneamente todo el daño que le habían hecho.
- "¡Rayos! ¿¡Todo eso fue para nada!" - gritó Inuyasha apretando los dientes - "¡Ya verás, maldita bestia!" -
Empezó a atacarlo con mandobles de su espada, ayudado por las flechas de Kikyou, las ofudas de Miroku, los ataques de Sesshomaru y una lluvia de rayos de agua que Gerardo lanzaba desde el aire, pero Ankon deshacía todos sus ataques curándose.
- "¡Esto... es... ridículo!" - gritó Inuyasha exasperado y agotado después de una serie de cuchilladas en vano de la cual Ankon ya se había recuperado - "¡No importa que tanto daño le hagamos, siempre se regenera!" -
- "¡Entonces tendremos que aniquilarlo tan rápidamente como podamos para no darle tiempo de que se regenere!" - dijo Miroku mientras comenzaba a deshacer el rosario alrededor de su mano maldita.
- "¡Ni siquiera pienses en usar el Kazaana, Miroku!" - gritó Gerardo desde arriba - "¡Esa cosa posee tanta energía demoníaca que te destruiría si intentases absorberlo!" -
- "¿Que deberíamos hacer entonces?" - preguntó Miroku mientras volvía atar el rosario alrededor de su mano, sintiéndose inútil.
- "Bajo nuestras condiciones actuales, no podemos hacer mucho" - dijo Gerardo negando con la cabeza mientras Sesshomaru y Kikyou continuaban atacando a Ankon - "Las criaturas elementales de Oscuridad reciben un tremendo aumento de poder durante la noche..." -
- "¿Qué quieres decir?" - preguntó Inuyasha mientras una gota de sudor corría por su cara.
- "Entre más oscuridad haya en el ambiente, más crece el poder de los elementales de Oscuridad..." - dijo Gerardo entrecerrando los ojos - "¡Lo mejor que podemos hacer ahora es retirarnos e intentar hallar una fuente de luz que podamos usar a nuestro favor!" -
- "¡No soy un cobarde para huir así!" - gritó Inuyasha - "¡Me quedaré a pelear hasta el final!" -
- "¡No seas estúpido!" - dijo Gerardo irritado - "¡No podemos ganar siempre usando sólo la fuerza bruta!" -
- "Hoh, ¡así que el tonto Seirei tiene la capacidad de pensar estrátegicamente! ¡Pero de cualquier modo, si el hanyou va ser tan idiota, le otorgaré su deseo de morir!" - gritó Ankon a modo de burla - "Watsa ya koulltam hydlakea dat tastssaks ika, yst mitsuceah koulltam betrem tastssaks ika! ¡Curse of Darkness!" -
Una esfera de energía negra salió de las manos de Ankon y golpeó a Inuyasha, el cual no tuvo tiempo de esquivarla.
- "Uhh... ¿Quién...? ¿Qué...? ¿Dónde...? ¿Cómo...?" - dijo Inuyasha moviéndose como si estuviese mareado y con una expresión de zombi en la cara, y luego comenzó a atacar a sus aliados. Ankon estalló de risa al ver esto.
- "Inuyasha, ¿qué sucede contigo? ¿No recuerdas que estamos de tu lado?" - le preguntó Kikyou entristecida mientras se hacía a un lado para esquivarlo.
- "¡Está confundido!" - dijo Gerardo viendo la expresión de Inuyasha, pero como se volvió el blanco de su próximo ataque, tuvo que bloquear sus mandobles con su escudo y las alas de su armadura - "¡Así no puede distinguir entre aliados y enemigos!" -
- "El que esté confundido de ese modo significa que no tiene cerebro..." - dijo Sesshomaru ignorándolo y continuando con sus intentos de atacar a Ankon, el cual volvió a sanar sus heridas.
- "¿Y cómo lo sacamos de ese estado?" - preguntó Miroku esquivando otro mandoble.
- "¡Dándole un golpe en la cabeza!" - dijo Gerardo tratando de volar de nuevo. Sin embargo, su transformación se anuló por sí sola y el cayó al suelo desde la poca altura a la que había llegado, cayendo en cuatro patas - "¡Mierda! ¡Estoy tan agotado que ya no pude seguir manteniendo la transformación!" -
- "¡Inuyasha, despierta de una vez!" - dijo Miroku dándole un bastonazo en la cabeza.
- "Eh... ¿dónde estoy? ¿Y qué me pasó?" - preguntó Inuyasha desconcertado.
- "Veo has recuperado el sentido, pero se les acabó la suerte..." - dijo Ankon mientras se ponía en una postura extraña: se arrodilló, cruzó las piernas, cerró los ojos y se concentró fuertemente. Una gran cantidad de energía oscura comenzó a juntarse a su alrededor...
- "¡No..." - gritó Gerardo mientras veía como la oscuridad comenzaba a arremolinarse alrededor del monstruo - "¡Tenemos que replegarnos! ¡Está tratando de autodestruirse y llevarnos consigo!" -
- "¡De acuerdo, hora de retirarnos!" - dijo Miroku cargando a Inuyasha, el cual todavía no estaba completamente consciente de la situación, y todos los luchadores se replegaron de vuelta al campamento.
- "¿Qué sucedió?" - preguntó Sango asustada en cuanto los vió corriendo.
- "¡Debemos irnos de aquí inmediatamente!" - dijo Gerardo alarmado - "¡Ese demonio está tratando de destruirnos junto con todo este lugar!" -
- "¡Súbanse rápido en Kirara entonces! ¡Gabriela, transformáte en forma de dragoon para que podamos alejarnos de aquí!" - dijo Sango llamando a su pequeña compañera, la cual se transformó en su forma enorme. Inuyasha, Kagome, Shippou, Miroku y Sango se subieron en ella, Gabriela y Gerardo se transformaron y se sostuvieron a Kaede y Kikyou por las manos y Sesshomaru se encerró en una esfera de luz mientras Jaken y Rin montaban a Ah-Un, y enseguida se alejaron de allí a toda velocidad.
- "Alt tok hakaisa sos, yst hakaisa milla dat tastssaks! ¡Dark Explosion!" - gritó Ankon; y toda la oscuridad que había juntado explotó junto a su cuerpo, liberando un gran onda expansiva. La explosión dejó un gran cráter en el camino de la montaña y causó que cayesen una gran cantidad de rocas. Por suerte, todo el grupo estaba lo bastante alejado en el aire para que ninguno los dos los alcanzase.
- "El muy idiota se autodestruyó para nada..." - resopló Inuyasha. Ya se había recuperado de la confusión por completo.
- "Por eso dije que debíamos retirarnos. Miren como la explosión llegó hasta donde teníamos el campamento" - dijo Gerardo señalando el cráter.
- "¡Graaurgh!" - rugió Kirara. Estaba muy cansada por transportar tanto peso.
- "Será mejor que aterricemos... Kirara está muy cansada..." - dijo Sango mientras le acariciaba la cabeza y aterrizaban sobre un punto más alto de la montaña. Los demás los siguieron poco después.
- "Estuvo cerca... Por poco y no lo contamos" - dijo Sango observando a los niños, los cuales se habían vuelto a dormir cuando aterrizaron - "Me pregunto si nos volverán a atacar..." -
- "Creo que esta noche no. Y más vale que intentemos descansar un poco. Aunque la Aldea Ryuusei debe estar muy cerca, dudo que sea prudente que intentemos continuar a estas horas de la noche..." - dijo Miroku recostándose contra un árbol cercano.
- "Cierto..." - dijo Gerardo mientras bostezaba. Todos se acomodaron de modo similar a como estaban antes del ataque de Ankon y cayeron en un sueño intranquilo.
(Fin del Capítulo)
(Ending: Come)
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