Capítulo 4:
El Regreso de Dos Viejos Amigos
(Opening: Change the World)
Cuando Inuyasha y Kagome llegaron al otro lado del portal, se cerró tras ellos, pero ambos se encontraron con la agradable sorpresa de que habían llegado al lugar donde todos estaban almorzando. Miroku, Sango y Shippou se acercaron de inmediato a recibirlos, pero Gerardo y Gabriela se quedaron un poco apartados, aunque trataron de verlos de lejos. Desde luego, estaban con los ojos como platos por las vestimentas que cargaban Inuyasha y Kagome; y porque Kagome era una niña.
- "¡Inuyasha! ¡Kagome!" - gritó Shippou acercándose a ellos con Sango y Miroku, pero entonces se detuvieron al verlos, sorprendidos porque Kagome estaba rejuvenecida de nuevo y tanto ella como Inuyasha llevaban ropas que eran muy extrañas para ellos.
- "Kagome, ¿qué te pasó?" - le preguntó Sango - "¿Y por qué llevan esas ropas tan raras?" -
- "Bueno, es una larga historia..." - comenzó Kagome, pero Inuyasha la interrumpió.
- "¿Y quiénes son esos dos?" - dijo acercándose a Gerardo y Gabriela, pero se enfureció de inmediato debido a que Gerardo llevaba puesta su ropa y cargaba su preciada espada - "¿Qué crees que haces con mi espada y mi ropa, chico?"-
- "¡Oye, esto lo llevaba puesto cuando llegamos a este mundo!" - le dijo Gerardo - "Y de todas formas pensaba devolvértelos, pero... ¿Por qué llevas puesto mi uniforme de escuela?" -
- "¡Porque tuve que ir a esa escuela tuya; y tus amigos intentaron hacerme algo desagradable allí!" - gritó Inuyasha.
Gerardo sólo suspiró con irritación y decepción:
- "Qué bien... tanto que quería conocerte a ti y a los demás; y resulta que eres más desagradable en persona. Y antes de que digas nada, no estoy hablando de lo que tú crees" - añadió viendo la cara que Inuyasha acababa de poner y como abría la boca para replicar - "Me refiero a tu pésimo carácter" -
- "¡Inuyasha... ABAJO!" - gritó Kagome furiosa por su falta de modales, pero eso le terminó pegando al blanco equivocado, porque fue Gerardo el que cayó al suelo - "¿Q-Qué pasó aquí?" -
- "Es porque yo soy el que tiene el rosario ahora; y mi hermana ha estado abusando de esa palabrita..." - dijo Gerardo enfadado mientras se levantaba y se sacudía el polvo de la ropa.
- "Perdona... Es que se me había olvidado que Inuyasha ya no lo llevaba" - le dijo Kagome algo entristecida.
- "No, no te preocupes"- dijo Gerardo, luego se volteó hacia Inuyasha - "Inuyasha, ¿será que podemos ir un momento a otro sitio para cambiarnos de ropa? Y así aprovecho para devolverte a Tessaiga" -
- "¡Keh! ¡Como sea!"- dijo mientras lo seguía hacia unos matorrales cercanos.
Volvieron al cabo de unos minutos, con Inuyasha de nuevo cargando a Tessaiga en la cintura y llevando puesto su kimono rojo; y Gerardo llevando puesto su uniforme de escuela normal. Sin embargo, Gerardo seguía cargando el rosario encima; y sin importar cuanto halase, sus intentos de quitárselo eran en vano.
- "Qué bien: ahora estoy atascado con esta cosa; y sufriré las consecuencias si Kagome o Gabriela dicen 'Abajo'" - dijo con desagrado cuando volvieron con los demás.
- "Hmm, creo que podría intentar quitártelo" - dijo Kagome.
- ¡Por favor! ¡Realmente no quiero seguir llevándolo!" - dijo Gerardo, lo cual hizo reír a Inuyasha.
- "Y no creas que vas a seguir andando por allí sin él por mucho tiempo, Inuyasha" - dijo Kagome con una cara nada impresionada, lo cual le puso fin a su risa y lo hizo mostrar una expresión aterrorizada. Kagome luego se acercó hasta Gerardo, el cual se inclinó para que ella pudiera alcanzar su cuello, pero en cuanto las manos de Kagome tocaron el rosario, empezó a brillar y soltó varias luces, las cuales fueron hasta el cuello de Inuyasha y se colocaron a su alrededor, formando un segundo rosario.
- "¡No, maldición!" - dijo Gerardo tratando de quitárselo, pero el rosario aún tenía su poder; y por lo visto, Inuyasha estaba en el mismo predicamento: el otro rosario también tenía los mismos poderes y no salía de su cuello por más que intentase arrancárselo - "Rayos... Y para empeorar las cosas, estoy seguro de que aún funciona..." -
- "¡Abajo!" - gritó Gabriela, lo cual hizo que tanto Inuyasha como Gerardo cayeran al suelo.
- "¿¡POR QUÉ HICISTE ESO!?" - gritaron ambos con furia al mismo tiempo.
- "Es solo que quería saber si Gerar tenía razón..."- dijo Gabriela con una cara que mostraba que estaba a punto de empezar a llorar.
- "Ya, ya, no le griten" - dijo Kagome con voz severa -"Pero esto es raro... No soy la única que puede hacer funcionar el rosario ahora... Pero, ¿todavía funcionará conmigo?" -
- "¡Ni lo intentes, por favor!" - dijo Gerardo con voz trágica, pero no sirvió de nada.
- "¡Abajo!" - dijo Kagome; y otra vez ambos cayeron al suelo - "Uh... lo siento, parece que aún me responden..." -
- "Bueno, por lo menos hay alguien más aquí que sabe lo que sufro"- dijo Inuyasha mirando desagradablemente a Gerardo mientras ambos se ponían en pie.
- "Sí... Y alguien que también logró derrotar a Sesshomaru sin ayuda de nadie..." - dijo Gerardo en voz baja mientras le lanzaba una mirada gélida, pero los oídos hipersensibles de Inuyasha captaron lo que dijo.
-"¡No pudiste haber vencido a Sesshomaru! ¡Mentiroso!" - dijo Inuyasha mientras caminaba hacia él y lo sujetaba de la camisa.
- "Inuyasha, es verdad..." - dijo Sango mientra iba e intentaba calmarlo.
- "¿¡Qué!" - dijo Inuyasha espantado mientras soltaba a Gerardo y miraba hacia Sango.
- "Sango tiene razón,"- dijo Miroku - "Gerardo peleó contra Sesshomaru para proteger a su hermana: él usó unos extraños poderes que nunca antes habíamos visto; y además de que derrotó a Sesshomaru, casi lo mató" -
- "¿Sesshomaru está muerto?" - preguntó Kagome con preocupación.
- "No," - dijo Shippou - "después de que lo venció, Gerardo le tuvo lástima; y su hermana usó una extraña pero muy bonita canción para sanarlo por completo" -
- "¿¡Qué dijiste!?" - gritó Inuyasha; y luego se volteó hacia Gerardo -"¡Idiota! ¿¡Por qué no lo dejaste morir! ? ¿¡Por qué no evitaste que ella lo curara!? ¿¡Olvidaste que trató de matarlos a los dos!?" -
- "Sí... lo sé muy bien..." - dijo Gerardo mirando a Inuyasha directo a los ojos, mostrando una gran determinación - "Pero no lo maté porque no me gustan las muertes innecesarias, porque aún tienes una cuenta pendiente con él... Y porque sentí pena por Rin, ya que no quiero pensar en que le pasaría si Sesshomaru muriera" -
Todo esto hizo que Inuyasha se callase; y sólo se volteó resoplando como un niño malcriado.
- "Em..." - dijo Kagome - "¿Creo que no nos hemos presentado verdad?" -
- "Eh, cierto... Disculpa mis malos modales..." - dijo Gerardo avergonzado mientras caminaba hacia el lado de Gabriela - "Yo soy Gerardo y ella es mi hermana Gabriela" -
Entonces ambos se inclinaron ante ella.
- "¡Hehe, eres bastante linda!"- dijo Kagome mientras miraba a Gabriela, lo cual la hizo sonrojarse y sonreírle - "Creo que me habría gustado tener una hermana pequeña como tú" -
- "Hihi, gracias, ¡pero es bastante raro ver a alguien que se ve de mi misma edad actuando como una hermana mayor!" - dijo Gabriela entre risitas - "¿Y no deberíamos irnos a cambiar de ropas también? Estoy algo cansada de ir por ahí sin zapatos..." -
- "Ah, está bien, sé como te sientes. Vayamos a los matorrales entonces"- le respondió Kagome, pero antes de continuar, se volteó hacia los demás - "¡Y no vayan a espiarnos!" -
- "Por mí no hay problema, pero cuida bien de ella mientras tanto" - le dijo Gerardo a Kagome mientras sacaba de su mochila otro de sus uniformes y una botella llena de un líquido azul. Luego se fue con Gabriela hacia el mismo matorral donde se habían metido Inuyasha y Gerardo minutos antes.
Todos los demás se se quedaron sentados observando hacia donde ellas se habían metido y en ese tiempo no ocurrió nada importante, a menos que se cuente como tal que Miroku iba a ir hacia el matorral con la excusa de "ver si estaban bien", pero unas miradas asesinas de parte de Gerardo, Sango e Inuyasha lo hicieron cambiar de parecer. Finalmente vieron un destello de luz blanca; y unos minutos después, Gabriela y Kagome regresaron con ellos, ambas vestidas con sus respectivos uniformes y con Kagome de regreso a su edad real.
-"Así que, ¿ustedes son los hijos de la Sra. Gallucci?"- les preguntó Kagome cuando ella y Gabriela habían llegado hasta donde estaban los demás y se habían sentado.
- "¿Conoces a nuestra madre?" - le preguntó Gerardo mientras él y Gabriela mostraba la sorpresa en sus rostros.
- "Sí, ella fue quien nos ofreció el que nos quedáramos en su casa," - respondió Kagome con una sonrisa -"Es una gran persona" -
- "¿Y mi padre no se opuso a ello?" - preguntó Gerardo sorprendido, pues su padre no era nada permisivo con los extraños.
- "Bueno... Realmente tuvimos dificultades con ello..." - dijo Kagome mientras trataba de explicarse, pero Inuyasha decidió interrumpirla y continuar él mismo la explicación.
- "Una cartas raras aparecieron de la nada que nos hicieron "estudiantes de intercambio" en su mundo; y aunque tu papá estuvo gritando por un buen rato porque se fueron sin decirle nada, lo aceptó a la final" - dijo Inuyasha.
- "Un segundo... ¿estudiantes de intercambio? ¿¡Así qué estuviste en mi escuela!?" - preguntó Gerardo espantado -"¿Y no hubo ningún examen ese día? ¿Cómo hiciste con mis compañeros de clase? ¿Y con mis amigos?"-
- "¡Whoa, cálmate!" - dijo Inuyasha, anonadado por el aluvión de preguntas - "No hubo ninguna de esas pruebas, a tus compañeros los tuve que soportar; y tus amigos, se enteraron de quien era yo pero no pasó nada grave" -
- "¡Uf! Por lo menos eso es un alivio" - dijo Gerardo mientras cerraba los ojos con una sonrisa.
- "¿Te preocupas mucho por tus calificaciones?" - le preguntó Kagome con interés.
-"Sí, pero no tanto como en años anteriores: estoy en último año de preparatoria y en mi país, las calificaciones no importan para entrar a la universidad cuando llegas a ese nivel"- respondió Gerardo.
- "¡Keh! No sé porque se preocupan tanto por eso..."- dijo Inuyasha, consiguiendo miradas de enfado de parte de ambos.
- "Más bien, mi mayor problema es que tengo mucha dificultad para socializar; y todo porque desde que mudé de mi pueblo natal, siempre me han molestado en las escuelas donde estuvé..." - dijo Gerardo con tristeza.
- "P-Pero... ¿Por qué?" - le preguntó Kagome extrañada.
- "Por mis gustos y porque venía de otra ciudad"- dijo Gerardo mirando al suelo.
- "Discriminado por ser diferente, ¿verdad?" - dijo Kagome pensativamente -"He visto algo de eso en mi propia escuela... Al igual que también es lo mismo que le pasó a Inuyasha..."-
-"¡Keh! ¡No creo que él sepa de esa clase de sufrimiento!"- dijo Inuyasha mordazmente.
- "Mientras no lo entiendo al mismo nivel que tú por no haber experimentado tu vida, he pasado por algo similar, así que sí siento ese dolor. Por eso me identifiqué con tus problemas cuando me enteré de tu pasado" - dijo Gerardo - "Pero como ya dije, mi sufrimiento no es nada comparado con el tuyo" -
- "Y eso me recuerda... Fue toda una sorpresa para nosotros que somos personajes de una serie de animé en tu mundo"- dijo Kagome sonriendo para cambiar el tema de la conversación a algo menos deprimente.
- "Eh... sí..." - dijo Gerardo sonrojándose - "Me imagino que habrán visto todas las cosas que tengo relacionadas al animé, ¿no?" -
- "Sí. Nuestras aventuras te parecen muy interesantes según veo" - dijo Kagome mientras cerraba los ojos.
- "Y no sólo a mí: a muchas personas también les encanta su serie" - contestó Gerardo.
- "Sí, con los romances y peleas, y partes cómicas" - dijo Gabriela haciendo que ambas parejas-en-progreso se sonrojasen al escuchar lo primero que dijo - "¡También me gusta mucho!" -
- "Y por cierto... ¿De qué país son ustedes?" - preguntó Kagome - "Nuestros mundos parecen ser casi iguales, así que..."-
- "Nosotros somos de un país de Sudamérica llamado Venezuela" - contestó Gerardo.
- "Ah, ¡cierto, como estaba escrito en las cartas! Ahora veo porque sus costumbres son tan diferentes de las nuestras," - respondió Kagome emocionada mientras daba una palmada - "La verdad es que siempre había querido viajar al extranjero..." -
- "Y yo siempre había soñado con viajar a Japón," - dijo Gerardo sonriendo - "Creo que a ambos se nos cumplieron nuestros deseos, aunque de un modo un tanto inusual..." -
- "Por cierto, Kagome, ¿cómo estuvo mi escuela?" - preguntó Gabriela con una sonrisa - "Como eres mucho más grande que yo y me llevas tantos años, pienso que fue muy aburrido para ti" -
- "No te equivocas con eso, Gabriela" - dijo Kagome sonriendo.
- "Hehe, llámame Gaby o Gabu, o como prefieras" - dijo Gabriela entre risitas - "Es sólo que no me gustan que otros me llamen por mi nombre completo... Me hace pensar que me van a regañar..." -
- "Sí, es porque eso es lo que mis padres y yo hacemos cuando necesitamos que se comporte..." - dijo Gerardo mirando hacia abajo.
- "Está bien, Gaby-chan" - dijo Kagome, ante lo cual Gabriela sonrió - "Sí, fue muy aburrido, ya que terminar lanzada siete años hacia atrás en la escuela no tiene nada de divertido cuando ya sabes todo lo que están enseñando" -
- "¿Mi maestra no dijo nada sobre eso?" - preguntó Gabriela alzando una ceja.
- "No. Aunque tuve que fingir que no sabía lo que la maestra estaba enseñando para no llamar la atención" - dijo Kagome - "Pero sí tuve algunas sorpresas y algo de diversión con tus amigos durante el recreo, jugando a nuestras aventuras" -
- "Ehehe, ¡creo que Maria fue la que te llamó para que jugases con ellos!" - dijo Gabriela entre risitas.
- "Debió ser toda una experiencia jugar a que eras tú misma" - dijo Gerardo riendo ante cuan raro sonaba todo esto.
- "Tú lo has dicho, Gerardo-kun," - asintió Kagome antes de dirigirse de nuevo a Gabriela - "Aunque dicho esto, ¿acaso... es Kikyou tu personaje favorito?" -
- "¡Sí, si lo es!" - dijo Gabriela mientras Inuyasha parpadeaba ante su respuesta y los otros tres quedaban lívidos ante esto - "Realmente la admiro por ser una miko, y por lo calmada y racional que es... y... y..." -
- "Ya veo. Creo es por eso que Maria-chan me ofreció su rol" - dijo Kagome con una sonrisa entristecida.
- "Perdona que Gaby la prefiera a ella, Kagome" - dijo Gerardo suspirando con algo de tristeza.
- "No te preocupes. Todos tienen sus propios gustos, ¿no?" - djo Kagome animándose un poco.
- "Aún así, ¡también eres una protagonista cool! Pero..." - comenzó Gabriela.
Sin embargo, su conversación se vió interrumpida debido a algo: una fuerte luz brilló enfrente de ellos, cegándolos por unos segundos; y cuando sus ojos se habían ajustado a la luz lo suficiente, notaron que un enorme edificio estaba emergiendo ante ellos. Estaba totalmente construido en mármol blanco, tenía forma hexagonal, con una piedra de color en cada una de las puntas del hexágono, y a cada lado de la entrada, estaban dos enormes estatuas con forma de dragón, la cual era una gran abertura cuadrada con puertas dobles. Encima de la entrada y sobre las puertas, estaba inscrito un símbolo: un hexágono rodeado por dos círculos, el cual tenía todas sus puntas interconectadas, tenía tres puntos interconectados entre los dos círculos exteriores formando un triángulo y tenía otro triángulo formado por tres puntos cerca de su centro.
Todo el grupo se quedó maravillado y continuó observando la impresionante estructura.
- "¡Vaya edificio, nunca había visto nada así!" - dijo Miroku.
- "¡Es cierto, es realmente hermoso!" - dijo Sango.
- "¡Es increíble! ¡Ni en mi época tenemos edificios así!"- dijo Kagome.
- "Me pregunto para que será..."- dijo Shippou.
- "Hmm, que edificio tan raro..." - dijo Inuyasha.
- "¡Es tan bonito!" - dijo Gabriela.
- "Realmente es una estructura hermosa... Pero tengo la sensación de que sé que es..." - dijo Gerardo, mostrando una rara sonrisa.
- "¿Hablas en serio?" - dijo Inuyasha extrañado mientras todos se giraban para mirar a Gerardo.
- "Sí, pero no estoy del todo seguro..." - dijo el cruzándose de brazos.
Una esfera de luz azul salió del edificio y se dirigió a ellos. Cuando estuvo lo bastante cerca, tomó la forma de un dragón azul brillante, el cual tenía un aspecto calmado y sabio.
- "Bienvenidos sean todos" - dijo el dragón - "Ahora, entren al templo, por favor" -
- "¿Nos estas invitando a pasar?" - preguntó Kagome.
- "Sí. Todos ustedes, entren por favor" - dijo el dragón antes de desvanecerse en el aire.
- "Creo que será mejor que le hagamos caso" - dijo Gabriela.
- "¿Están seguros de que podemos confiar en él?" - preguntó Inuyasha con voz cautelosa, e incluso había puesto una mano sobre el pomo de Tessaiga.
- "Sí, tengo un buen presentimiento de este lugar" - dijo Gerardo sonriendo - "Además, creo que la voz que me dijo lo que debía hacer para usar esos poderes era la de ese dragón..." -
- "¿¡Hablas en serio!?" - preguntó Miroku. Gerardo sólo asintió ante las miradas de todos.
Y luego entraron al templo.
(Fin del Capítulo)
(Ending: Fukai Mori)
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