Epílogo:
- "Hmm, nuestros dos elegidos no resultaron tan fuertes como teníamos planeado" – dijo Kiols. Los seis Dioses Dragón se encontraban flotando sobre una montaña cubierta de nubes. Era mediodía y parecían estar deliberando sobre algo.
- "¿Y qué esperabas?" – le dijo Pyrazsyec con irritación – "Solo dos elementales de nivel principiante que ni siquiera habían pasado por el Bautismo Elemental y para colmo de males no tenían siquiera el set de elementos completos" –
- "Aunque normalmente estaría en desacuerdo con Pyrazsyec, debo darle la razón" – dijo Iadlast con tristeza – "No solo nos precipitamos en elegir solo a dos personas en vez de las seis necesarias para completar por lo menos a los seis Seirei, sino que también carecemos ahora de las dos Sacerdotisas necesarias para desbloquear todo su poder" –
- "Es muy cierto, pero las circunstancias eran apremiantes y no teníamos mucha opción" – dijo Phinambrea con un tono decepcionado – "Además, juzgamos mal a los habitantes de ese mundo: solo dos de ellos tenían el potencial necesario para usar tanto nuestros poderes; y a pesar de ello, tenían otros poderes que los hacían incompatibles con los nuestros" –
- "Ese último problema pudo resolverse usando versiones modificadas de los Cristales Seirei" – dijo Iadlast con rabia al ver cuan poco pensado había resultado este plan – "Sin embargo, debo decir que me sigue resultando imperdonable que hayamos separado a esos dos niños de sus únicas familias para traerlos a nuestro mundo; sin que tuvieran a donde llegar y ni siquiera conocer el idioma" –
- "¿Acaso te encariñaste con ellos, Iadlast?" – le preguntó Kiols en tono de burla.
- "No es por eso" – respondió Iadlast altivamente – "Como una de las Voluntades de Dragonia que esta a cargo de los sentimientos y emociones, es obvio que no puedo evitar sentir dolor al ver el sufrimiento de otros. Además, una de nuestras propias leyes siempre ha sido que los niños jamás deben ser separados de sus padres, o si no los tienen, de las personas más cercanas a ellos, siempre y cuando los traten bien. Lo que hicimos sería un acto comparable a que otro mundo intentase arrancarnos a alguna de nuestras creaciones... nuestros Hijos" –
- "En eso tienes razón, Iadlast; y a mi también me resultó doloroso haber tenido que hacer eso" – le dijo Illyusea en tono comprensivo – "Sin embargo, Miko tiene un gran potencial que no podría desarrollar si se quedase en su mundo. Aunque el fragmento de mi Núcleo no este dentro de ella y por ello no podamos asignarle el rol de Sacerdotisa del Dragón, estoy seguro de que con el tiempo se convertirá en una magnífica Sacerdotisa Asistente. Del mismo modo, Yasha podría terminar siendo un excelente guerrero o caballero si se dedica a no solo mejorar sus habilidades con la espada, sino también a aprender magia" –
- "¿Y por qué no pudimos enviar a Inuyasha y Kagome con ellos?" – preguntó Kiols – "Ellos dos son las mitades más viejas de las almas de las que nacieron Miko y Yasha; y por ende, tienen su mismo potencial y habilidades. Además de que no tendrían que lidiar con la ansiedad de separación y depresión por la perdida de memorias que ambos están sufriendo, que solo entorpecería sus entrenamientos" –
- "Porque es posible que el sello que formamos termine por romperse si hubiésemos enviando más seres de otros mundos a Dragonia; y por falta de tiempo, no pudimos transferir directamente a sus mentes los conocimientos del lenguaje Dragoniano mientras nos los llevábamos, así que me temo que les tocará aprenderlo del modo díficil" – dijo Tiarrashae – "Sin embargo, quisiera añadir que habría sido buena idea que nos trajéramos a Gerardo y a Gabriela, dado que son los únicos candidatos a Seirei que nos quedan ahora. En el estado en que está Dragonia actualmente, ninguno de nuestros Hijos quiere asumir ese cargo dado el gran peligro que representa, además de otros factores. Eso es suficiente para que sus ondas mentales no puedan sincronizarse con las que emiten nuestros Núcleos, lo cual los descarta como candidatos a Seirei por default" –
- "Cierto…" – concedió Iadlast – "Y por si fuera poco, las pocas veces que Gabriela usó sus canciones, se podía sentir algo más aparte de las ondas que todos los elementales de Luz emanan… es muy posible que ella termine siendo nuestra próxima Sacerdotisa del Dragón…" –
- "De cualquier modo son sólo conjeturas…" – dijo Phinambrea con un tono de decepción en su voz – "El fragmento desapareció desde que nuestra última Sacerdotisa y sus amigos, los antiguos Seirei, perecieron en mitad de su misión. Y como el acceso a otras dimensiones está cerrado, no tenemos forma de verlo por nosotros mismos" –
- "Y sería una estupidez que rompiéramos el sello después de todo el trabajo que nos dio para ponerlo" – dijo Pyrazsyec mientras resoplaba.
- "En ese caso, solo nos quedan dos opciones: esperar que Tenebross nunca salga de su prisión dimensional y dejar las cosas así, cosa que me parece muy improbable…" – dijo Iadlast pensativamente – "O esperar a que Tenebross escape, rompiendo así el sello que pusimos y permitiéndonos llamar a ambos hermanos directamente a Dragonia. De ese modo podremos también escoger al menos cuatro personas más para que sean los candidatos a Seirei que nos faltan de momento…" –
- "Solo el tiempo dirá que opción será la que nos tocará escoger, al igual que la Voluntad de Kiockse…" – dijo Illyusea cerrando los ojos – "Bueno, me temo que esta discusión no va a llegar a ningún lado si continuamos así. Cerraremos esta reunión por ahora, así que cada uno regrese a su respectivo Layhallialia y dedíquense a monitorear todo lo que pase en nuestro amado planeta" –
Y así todos desaparecieron hacia el lugar en el que estaban resguardados sus respectivos Núcleos.
Por otra parte, en medio de una oscuridad insondable, ubicada no se sabe dónde:
- "Esos malditos pseudo-rei del demonio; y ese sexteto de voluntades imbéciles me encerraron aquí de nuevo…" – dijo Tenebross con rabia – "Y además ese traidor de Feltes me apuñaló por la espalda… pero no importa… ya he recuperado gran parte de mi poder… solo es cuestión de tiempo para que pueda salir de esta infame prisión… y seguir los designios que Caellicauts dejó para mí… sí… regresar el mundo a la nada absoluta… y también todos los demás mundos… donde no habrá odios ni sufrimientos… ni habrá nada por la que esas cosas deban existir…" –
(Fin. Continuará en Dragonia Denzale Gaiden: La Canción de Regeneración de las Sacerdotisas que Conecta los Mundos)
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