Alt tok tast vankrusga quiash ika parye, yst alt tok ualgtes tast enihy sos blog ika... Was yea ra yorr bexm here, en Was yea wa yorr nha mea BLOG... Estoy feliz de que hayas venido; y estaré feliz de dejarte entrar a mi blog... xE rre yorr wLYEnEsE, en xE rre yorr aLYEuYEk mea_Eblog... I'm happy because you came here, and I'll be happy to let you enter my blog... ここに来てくれてありがとう。このブログに入て下さい… iyon ih-rey-n ahih=ef yu-tey-i; soh-ne koh b-l-o-g-ny iyon=nyue-ea;;; QuelI->{Cls(ih){EX[aw-b]->{Cls(iyon){EXaD[viez]->{koh pins};};}=>{Cls(ih){EX[aw-b]->{Cls(iyon){EXeI[etr]->{koh BLOG};};
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A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.
¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!
Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs. I hope you all have a good time reading this blog!
-
"Maldición…" – dijo Gerardo tratando de ponerse en pie después de que
Gabriela y Miko le aplicaron sus respectivas habilidades de curación.
- "¡Gerar, aún no debes moverte!" – le dijo Gabriela tratando de calmarlo.
- "¡Esas heridas aún no han sanado del todo!" – le dijo Miko – "¡Debes quedarte quieto por un poco más de tiempo!" –
-
"Déjanos esto a nosotros por ahora," – le dijo Kagome guiñándole el ojo
– "Descansa un poco; y luego te reincorporas a la batalla" –
-
"Sí," – dijo Yasha limpiándose los ojos de las lágrimas que aún le
quedaban en los ojos – "No podemos permitirnos perderte… como pasó con
Feltes-san…" –
- "Huhuhu… ¿y ustedes que creen que pueden hacer,
idiotas?" – se río Tenebross mientras aún observaba el Fragmento de
Sombras para luego mirarlos a ellos.
- "Como se ve que aún nos
sigues subestimando, ¿eh? ¿Sombra inútil?" – se río Inuyasha mientras
alzaba su espada. Yasha se volteó hacia Tenebross e hizo lo mismo –
"¡Kaze no Kizu!" –
Sin embargo, las ondas de energía solo
golpearon una ilusión; y cual no fue su sorpresa al ver que Tenebross
estaba justo encima de ellos, preparándose para lanzar un gran rayo de
sombras sobre ellos.
- "¡Coman esto! ¡Shadowy Destroyer!" – rugió
él mientras disparaba el rayo, causándoles grandes daños a todos ellos y
dejándolos tirados en el piso. Inuyasha y Yasha no tuvieron tiempo de
reaccionar para contratacar, mientras que Gerardo todavía estaba débil
como para poder invocar alguna de sus barreras.
- "¡Uaghhhh!" –
gritaron tan pronto como les impactó el rayo, dejando a todos
inconscientes, regresando a Inuyasha a su forma infantil porque esto le
había sacado las fuerzas que le quedaban.
Los Fragmentos de Sombras que
tanto trabajo les había costado recolectar cayeron de sus bolsillos y
fuera de las Bolsas de Luz que los contenían.
- "Ehehehee…
finalmente, la hora ha llegado…" – rio Tenebross maléficamente al ver el
resplandor maligno que los fragmentos soltaban – "Con esto podré
recuperar gran parte de mi poder y destruirlos a todos ustedes, idiotas"
–
Miko fue la primera en levantarse, al igual que Kagome. Ambas
quedaron impactadas al ver como se había tornado todo y al ver como los
Fragmentos de Sombras que ahora yacían desparramados por el piso de la
estancia brillaban malignamente; y se alzaban en el aire, flotando hacia
Tenebross.
- "No… no puede ser…" – dijo Miko cayendo en la
desesperación. Vio a todos sus amigos tirados por el suelo
inconscientes, lo cual trajo de nuevo a su mente la imagen de la muerte
de Feltes. Kagome tuvo que abrazarla porque ya había comenzado a temblar
de horror y tristeza.
- "Miko… cálmate… aún podemos detenerlo…" –
dijo ella para darle aliento mientras trataba de preparar una Flecha
Sagrada. Sin embargo, aparentemente ya no lo quedaban fuerzas para
imbuir su energía en la flecha, ya que al momento siguiente su medallón
la regresó a su forma infantil. Cayó de rodillas jadeando.
- "Onee-san…" – dijo Miko mientras comenzaba a llorar.
Todos
sus compañeros estaban inconscientes, habían perdido a Feltes; y ahora
ni Gabriela, ni Kagome, ni ella misma estaban en condiciones de usar
ninguna de sus habilidades. Al parecer, estaban perdidos…
- "Mejor
ríndanse, mocosas" – se burló Tenebross – "Ya no les quedan fuerzas
para intentar nada más; y con sus amigos fuera de combate, solo les
queda esperar su final" –
- "No… no aceptaré eso…" – dijo Miko
llorando mientras su mente se llenaba de imágenes de dolor y
desesperación: estaba recordando todos los momentos tristes y difíciles
por los que ella y Kagoma habían pasado hasta la actualidad – "¡No
dejaré que les hagas daño!" –
Y como si estuviese en un trance, pronunció las siguientes palabras:
- "Zyacc Zattyac, purophaserara thafzaael…!" –
Luego,
comenzó a cantar, rodeada por coros e instrumentos que parecían
provenir de ninguna parte; y al mismo tiempo, de ella misma...
Qia set, risha, lathalia tuia millial! Qia set, aprelia pourkan sos wirya kopaw! Nyouhma, AlzaRa Cia Kialar Phaph Myya Zosph Rinmei Phiapz Ical! ¡Resonancia, une estos sentimientos! ¡En esta desesperación, abre la puerta a mi verdadero potencial! ¡Ahora, obtendré la llave para ella, para salvar a mis preciosos amigos!
-
"¿¡Qué demonios!?" – gritó Tenebross espantado mientras veía como se
dibujaba a sus pies un círculo mágico similar a los usados por Gabriela y
Gerardo – "¿¡Está cantando en ambos tipos de Dragoniano…!? ¡Pero eso es
imposible!" –
- "Miko…" – Kagome empezó a sentir los sentimientos
y pensamientos de Miko. Esto permitió que sincronizase sus emociones
con ella; y sabiendo lo que debían hacer, ambas continuaron cantando
juntas. Kagome se paró al lado de Miko, tomó su mano izquierda, mientras
que ambas tenían sus manos libres sobre su pecho. El círculo mágico
sobre el que estaban paradas comenzó a brillar con más fuerza...
Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa. Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae. Por el bien de la flor brillante, cantaré. Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.
想ひを込めてやこの唱に、 風に乗せさせて。 omoi wo kometeya kono uta ni, kaze ni nosesasete. Pon tus sentimientos en esta canción Y deja que monte en el viento.
聖光(ひかり)を解き離つんや (力で)、皆を助けて。 hikari wo tokihanatsun'ya (chikara de), minna wo tasukete Abriendo el camino para la luz sagrada (con todo mi poder), ayudaré a todos.
Ist Cielba Bialr Lyacchi Shull Lika Zelc Ical.
Que este rezo llegue a los cielos.
聖なる弓弦を弾く、 勾玉は唱を奏づる。 seinaru gyuugen wo hiku, magatama wa uta wo kanadzuru. Pellizcando la cuerda del arco sagrado, Las magatamas tocarán una canción.
黄泉の深淵を照らして、 神は光をまき散らして。 yomi no shin'en wo terashite, kami wa hikari wo makichirashite. Iluminando las profundidades del Yomi, Los Kami esparcen su luz.
Cebalire 6 Sieshu, Baprou SatplSa Zosph Ical,
Erga Lisf Nalrinca Dea CiaAael Kizfelt.
Le ruego a las Seis Voces que me ayuden,
Aún si no soy digna de su atención.
四魂は一つに、その全ての欠片が光に、 壊れた結晶は集まり、純真無垢に満ちて。 shikon wa hitotsu ni yuugou, sono subete no kakera ga hikari ni, kowareta kesshou wa atsumari, junshinmuku ni michite. Unificando las Cuatro Almas en una, todos sus fragmentos envueltos en luz, El cristal quebrado se reunirá de nuevo, lleno de pureza.
その深き眠りから目覚めや、その固くな鎖を壊れや、 その掛金を開いて、想いを流れさせて。 sono fukaki nemuri kara mezame ya, sono katakuna kusari wo koware ya, sono kakegane wo hiraite, omoi wo nagaresasete. Despierta de ese largo sueño, rompe esas duras cadenas, Abre esos cerrojos y que los sentimientos corran libres.
Ist Cielba SiescalSa, CozNal Pawatz...
Desbórdate, oh mi poder desconocido...
希ひはこの心に宿す、 それで(全ての)影を清淨え。 negai wa kono kokoro ni yadosu, sore de (subete no) kage wo shoujoue. Que este corazón se llene de deseos Y purgue a todas las sombras con ellos.
Tenebross se había quedado impactado y no pudo reaccionar en absoluto a lo que
ocurrió a continuación: mientras la canción seguía su curso, una gran
onda de luz recorrió la estancia, revitalizando a todos sus amigos y
haciéndolos recuperar la conciencia instantáneamente. Por otra parte,
esto también invocó una serie de rayos y flechas de luz blanca que
cayeron repetidamente sobre Tenebross y le causaron grandes daños. Éstos
también derrumbaron parte del techo y las paredes, sepultándolo bajo
una gran cantidad de escombros.
- "Uhh… ¿¡qué pasó!?" – se preguntaron todos al despertarse.
- "¡Miren todos!" – dijo Shippou al ver a Kagome y a Miko en postura de canto dentro del círculo mágico.
- "Magias de Luz… pero se supone que yo soy la única que podía…" – dijo Gabriela shockeada al ver esto.
- "Y no solo de Luz… también se puede sentir un fuerte poder de Agua
viniendo de ellas…" – dijo Gerardo mientras ambos se miraban el uno al
otro con los ojos como platos.
月は心の汐を導いてで、 もう迷はないや嘘を聴かない。 tsuki wa kokoro no ushio wo michibiite de, mou mayowanai ya uso wo kikanai. Con la luna guiando las mareas de mi corazón, Jamás perderé mi rumbo de nuevo o me dejaré engañar por las mentiras de nadie.
Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa.
Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae.
Por el bien de la flor brillante, cantaré.
Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.
Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa.
Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae.
Por el bien de la flor brillante, cantaré.
Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.
Ist Cielba, LyachhiAael Niyallei Oli Ochsmere... Phahp Bialr CiaAael EoalreRia ZosphAael Kalia Sodia Burkei Ical.
Concentrate en esos sentimientos y deseos... Para que nos guien al otro lado de la puerta.
Phiaphz E, Yall PhaelleRa Phiellar ThafzAael Ical.
Zelek E, Yall ZosphAael Vlasial CoulziaNal.
Como amigos, siempre les enviaré mi amor. Como hermanas (gemelas), nuestros lazos jamás se romperán.
Inuyasha
y los demás no podían darle crédito a lo que sus ojos y oídos les
mostraban. El círculo mágico finalmente desapareció cuando los ecos de
la canción dejaron de oírse y las dos niñas cayeron al suelo jadeando,
extremadamente agotadas. Todos fueron de inmediato a revisar como
estaban.
-
"Sí, pero estoy muy agotada" – dijo Miko, con la cara aún empapada de
sudor, para luego voltearse a mirar a Kagome – "Onee-san, ¿Cómo estás?" –
- "Bien," – dijo haciendo un esfuerzo para sonreír – "Pero también estoy cansada…" –
-
"¿Creen que eso habrá sido suficiente para acabar con Tenebross?" –
preguntó Sango al ver como el maligno monstruo ahora estaba enterrado
bajo la pila de escombros gracias a la magia que Kagome y Miko habían
invocado.
- "No lo creo… ya hemos visto que ese horror es más
resistente que un tanque" – dijo Gerardo con amargura, para luego
voltearse a mirar a Kagome y Miko impresionado – "Estuvieron increíbles,
pero... ¿Cómo se las arreglaron para hacer eso? Que yo sepa, ninguna de
ustedes tiene relación alguna con Dragonia" –
- "No lo sé," –
dijo Miko tan confundida como todos ellos – "Empecé a sentir que
estábamos perdidos y de repente sentí impulsos de cantar eso. Las
palabras salieron por sí solas de mi boca, como si supiera su
significado desde siempre" –
- "Igual yo…" – dijo Kagome, cuyo
rostro reflejaba la misma confusión de todos los demás – "Cuando Miko
empezó a cantar, empecé a sentir lo mismo y terminé haciendo dueto con
ella" –
- "Es posible que tenga que ver con el agua y los medallones" – comentó Sango.
-
"Bueno, es cierto que provienen de Dragonia y podrían ser la causa…" –
dijo Gerardo pensativamente – "Lo que no me explico es como pudieron
hacer esto sin un Cristal Seirei ni ningún otro modo de acceso a los
Núcleos" –
- "Aunque nosotros hicimos algo similar cuando llegamos por primera vez a este mundo, Gerar" – le recordó Gabriela.
Y
en ese momento, tanto Gerardo como Miroku, Sango y Shippou se dieron
cuenta: Cierto… la batalla que tuvieron con Sesshomaru poco después de
su llegada al mundo de Inuyasha, poco antes de que Inuyasha y Kagome
hubiesen vuelto del mundo de ellos
– "Lo que dicen Miko y Kagome es parecido a lo que me pasó a mí" – dijo Gabriela con una voz seria.
-
"Eso significa que fui el único que escuchó esa voz…" – dijo en voz
alta. ¿Acaso esto era algún tipo de simpatía o compasión de parte de los
Dioses Dragón debido a que estaban a punto de morir?
Sin embargo,
no pudieron continuar pensando en esto y tuvieron que alejarse de la
pila de escombros, ya que a los pocos segundos Tenebross se alzó y puso a
volar las rocas por los aires. Ahora recuperados, Gabriela, Gerardo y
Miroku alzaron una barrera para proteger a todos de la caída de los
escombros. La maligna sombra estaba hecha toda una fiera…
- "Tú…
No… ustedes…" – gruñó conteniendo el aliento con toda la rabia del mundo
– "Malditas mocosas… esos poderes… esa luz… ¿¡Acaso una de ustedes es
la Sacerdotisa del Dragón!?" -
- "¿Huh?" – respondieron Miko y Kagome confundidas.
- "¿¡Qué!?" – gritaron Gerardo y Gabriela espantados.
- "¿Qué significa eso?" – preguntó Yasha extrañado.
-
"¡La Sacerdotisa del Dragón es la persona más importante en la sociedad
Dragoniana; y es capaz de utilizar hechizos, magias y canciones con
poderes mucho más allá de los nuestros!" – dijo Gerardo espantado. Todos
los demás reaccionaron de la misma forma que él y su hermana cuando les
dijo esto.
- "Si de verdad una de ustedes es esa impertinente
molestia luminosa..." – gruñó Tenebross, y se alzó en el aire – "¡La
exterminaré ahora mismo!" –
Luego intentó abalanzarse sobre ellas,
pero fue repelido por las espadas de Yasha, Inuyasha y Gerardo. Gritó
de dolor después de que recibió los sablazos de cada uno.
-
"¡Nunca les pondrás tus garras encima!" – gritaron los tres a la vez.
Gabriela fue tan rápido como pudo hasta las "gemelas" y empezó a usar su
propio canto de curación para sanarles las heridas y el cansancio:
- "Ist Altyyaok, ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok, ShuxuaraRa Phaph Kluceia Biousakatse...
¡Healing Light!" – tan pronto como terminó de cantar y las ondas de luz
las hubieron envuelto a ambas, tanto Miko como Kagome se pusieron en
pie sintiéndose como nuevas.
Kagome volvió a poner su medallón en
Separación Especial para poder tener de nuevo su edad normal, ya que
pensaba que necesitaría su estatura de siempre en esta batalla. Inuyasha
notó esto e hizo lo mismo.
- "Estos malditos idiotas están
resultando una molestia mayor de lo que pensaba…" – gruñó Tenebross al
ver como le estaban dando la vuelta a la batalla que él casi había
ganado momentos antes.
En ese momento, todos estaban de pie con
sus armas desenfundadas: Kagome y Miko preparaban dos flechas cargadas
hasta el borde con sus poderes espirituales, Inuyasha y Yasha se
preparaban para usar el Bakuryuuha y el Kongousouha, y Gerardo y
Gabriela ya habían invocado sus armaduras de nuevo y estaban comenzando a
cantar los mejores hechizos de los que disponían.
– "Pero no servirá de nada: es hora de terminar con esto… Zyacc Ikuak… ah... Pabut Dea Zosph, Cebali ThafzAael… DoneZa Nyouhma!" - recitó Tenebross.
En
ese momento, todos los Fragmentos de Sombras que estaban desparramados
por el suelo de la estancia se elevaron; y tan pronto como el aluvión de
ataques que Inuyasha y compañía estaban preparando fueron lanzados, los
fragmentos se quedaron flotando delante de Tenebross, formando una
barrera que bloqueó completamente todas las ondas de energía, flechas y
magia que lanzaron.
- "¿¡Qué demonios!?" – gritó Inuyasha al ver como los fragmentos habían absorbido completamente sus ataques.
- "Hmph, anulé completamente toda esa parafernalia que planeaban usar contra mí" – se rió malignamente – "Y eso no es todo…" –
A
continuación, la masa de fragmentos brilló de un inquietante color
negro; y al momento siguiente, les arrojó un rayo de sombras aún más
fuerte que el que Tenebross habia usado contra ellos previamente.
-
"¡Dragon Barrier!" – gritó Gerardo mientras ensartaba su espada en su
escudo y clavaba ambos en el piso, formando de nuevo el domo de energía
con el emblema del dragón delineado encima. Esto logró anular el
poderoso ataque de Tenebross, sin embargo, Tenebross vino detrás del
rayo y golpeó con sus garras de sombras la barrera, haciendo que se
resquebrajase y que todos salieran volando por la fuerza del impacto.
- "¡Aghhh!" – gritaron todos.
Afortunadamente
se las arreglaron para aterrizar de un modo que no les causase mucho
daño, pero ahora que veían a lo que se enfrentaban, la situación no
podía ponerse peor.
- "Maldición…" – dijo Gerardo analizando la
situación de la batalla – "Como estamos ahora, no podremos causarle daño
con los fragmentos atravesados en el camino de nuestros ataques. La
única forma de quitarlos de en medio sería con una flecha de luz muy
poderosa, pero si hacemos eso… Gaby podría caer inconsciente por el
cansancio… y el usar tanta energía podría incluso matarla…" –
Los
demás escucharon lo que había dicho horrorizados y se desanimaron
rápidamente. No podían permitir que Gabriela quemase su vida para un
solo ataque. Tenebross se rió de su predicamento.
- "Hahahaha,
¿¡Qué harán entonces!?" – les gritó – "¿¡Sacrificarán a esa mocosa de la
luz, o se rendirán y permitirán que los extermine!?" –
Sin
embargo, antes de que pudieran contestar o hacer cualquier otra cosa,
una extraña sombra salió de detrás de ellos; y sobrepasando la barrera
de fragmentos, se las arregló para asestarle un golpe a Tenebross,
dejando una estela verdosa detrás de sí.
- "No puede ser…" – dijo Miko sorprendida.
- "Debes estar bromeando…" – dijo Yasha mientras él y los demás reconocían a la sombra.
- "¡Es Sesshomaru!" – gritaron todos a la vez.
Sesshomaru
se veía tan calmado y altivo como siempre; e impresionantemente, se las
había arreglado para atravesar la defensa impenetrable de Tenebross y
atacarlo directamente con sus garras venenosas. Tenebross gritó de dolor
por el escozor que esto le provocó y usó la energía maligna de uno de
los fragmentos para curarse.
- "Si crees que con esos trucos te salvarás, patética sombra, te equivocas…" – dijo Sesshomaru calmadamente.
Unos
instantes después, apareció una flecha envuelta en energía púrpura, la
cual chocó con los fragmentos y los hizo caer de nuevo al suelo
totalmente inertes. Luego una ofuda salió volando desde la misma
dirección de la flecha y se fijó en la cabeza de Tenebross, creando una
jaula de energía a su alrededor que luego lo apresó, dejándolo incapaz
de atacar o moverse.
- "Increíble… solo Kikyou podría haber hecho algo como esto…" – dijo Inuyasha asombrado.
-
"Me alegra saber que tienes mi poder en tan alta estima, Inuyasha" –
dijo la voz de Kikyou desde detrás de ellos mientras entraba a la
estancia – "Vi a Sesshomaru entrando a este portal; e intuyendo que
Naraku podría estar dentro, decidí seguirlo" –
- "Sólo entré
porque sentí el repugnante olor de Naraku por aquí" – comentó Sesshomaru
inexpresivamente – "No esperaba encontrarme contigo en este lugar,
miko, ni tampoco con ustedes" –
- "Aun así, su llegada es muy
oportuna" – dijo Gerardo alegremente – "Gracias a lo que acaban de
hacer, ahora tenemos una oportunidad de nuevo" –
- "Hmm, aunque
debo decir que me resulta bastante extraño el ver a sus formas
infantiles al lado de ustedes ahora" – comentó Kikyou, refiriéndose a
Yasha y a Miko – "Por lo que veo, ahora podrían considerarse más como
personas reales que como trozos de sus almas" –
- "Aunque el niño
hanyou no parece nada diferente de su forma mayor: ambos tienen la misma
expresión de tonto" – dijo Sesshomaru mientras mostraba una sonrisa
sarcástica.
- "¡Cierra la boca, Sesshomaru!" – gritó Inuyasha
mientras que Yasha solo bajaba su mirada. Kikyou fue hacia él y se
inclinó para que sus ojos estuviesen a su altura.
- "No deberías
prestarle atención a sus palabras" – le dijo mientras le sonreía –
"Aunque eres similar a Inuyasha en apariencia, por lo que veo tu
personalidad es muy distinta" –
- "Ki-kikyou…" – tartamudeó
Inuyasha al escuchar como le daba ánimos a Yasha, el cual abrió la boca
sorprendido pero no supo como responderle. Luego, se volteó a mirar a
Miko…
- "Por lo que siento, tus poderes son muy similares no solo a
los de Kagome, sino también a los míos…" – dijo mientras la examinaba
con curiosidad – "Sin embargo, parece que también tienes acceso a otro
tipo de poder: uno mucho más similar al que tienen ellos dos…" –
Dijo esto mientras miraba en dirección a Gerardo y Gabriela.
-
"¿Qué significa eso… Kikyou…?" – le preguntó Miko con desconfianza
mientras le fruncía el ceño. Al haber visto lo que le había hecho a
Kagome dentro de sus memorias, le costaba trabajo poder creer en sus
palabras.
- "Significa que es posible que seas capaz de cosas más
grandiosas que nosotras…" – dijo Kikyou mientras le sonreía con
amabilidad – "Es posible que si tú y Kagome unen sus fuerzas, desaten un
poder que nunca se haya visto sobre este mundo" –
- "¿Se referirá a la canción que cantaron hace poco?" – se preguntó Gabriela intrigada.
- "Ah, conque eso fue esa extraña energía que pude sentir desde lejos" – asintió Kikyou al escuchar lo que dijo Gabriela. Le
hizo señas para que se acercase a ellas dos, luego cerró los ojos y
puso sus manos delante de ella, con las palmas en dirección a las dos
niñas. Al momento siguiente, abrió los ojos con una gran sonrisa –
"Ahora que he examinado mejor sus auras, parece que ambas tienen un tipo
de poder que complementa a la otra. Si… de seguro ustedes y Kagome
tienen algo que ninguna miko de este mundo tiene, ni siquiera yo misma…"
–
- "Kikyou… ¿por qué nos dices esto?" – preguntó Kagome mientras se acercaba a ella.
-
"Estoy de su lado, a pesar de las diferencias que hayamos podido tener
en el pasado" – le dijo con una mirada severa – "Mi mayor interés en
este momento es destruir a Naraku y a ese ser que llaman Tenebross" –
-
"Naraku está congelado por allá, así que si quieren darle el golpe
final, siéntanse libres" – dijo Gerardo mientras señalaba el lugar en el
que lo habían dejado congelado.
- "Eso puede esperar hasta que
nos libremos de la amenaza que supone esta sombra" – dijo Sesshomaru
pasando a un lado de ellos y tronando sus garras con un simple
movimiento de los nudillos – "Ahora que esa basura no puede moverse,
será un juego de niños el hacerlo desaparecer de este mundo" –
-
"Además, aún tengo que saldar cuentas con él, dada la forma tan sucia en
que empezó a contaminar mi mente con su aura maldita, amplificando mis
emociones negativas para que intentara eliminar a Kagome" – dijo Kikyou
mientras una expresión de furia aparecía en su rostro.
- "Hmph, lo
mismo digo" – dijo Sesshomaru mientras sus ojos mostraban un fugaz
resplandor rojo – "Intentó hacer que me deshonrara a mi mismo y a mi
padre tratando de hacerme matar a una niña humana dos veces; y al idiota
de Inuyasha cuando no podía defenderse bien. Eso es algo que me resulta
imperdonable..." –
- "Así que eso fue lo que ocurrió en ese
entonces…" – dijo Sango cuando escuchó eso. Luego se volteó a mirar a
Miroku – "Houshi-sama, ¿se encuentra bien?" –
- "Me encuentro
mejor ahora, Sango" – le respondió Miroku con una sonrisa algo torcida
por el dolor – "Es solo que en este momento no me encuentro en
condiciones de unirme a la batalla… Es una lástima… la más importante de
nuestras batallas y no puedo siquiera ayudar en ella…" –
- "Usted
ya hizo mucho…" – le dijo Sango mientras le sonreía gentilmente – "Si
no fuera por ese gran riesgo al que se expuso, probablemente ahora
estaríamos muertos" –
- "Es por eso que quiero que me dejes aquí y
te unas a ellos" – dijo Miroku cerrando los ojos – "Ve y pelea en
nombre de nosotros dos" –
-
"¿¡Cómo se le ocurre pedirme eso ahora mismo!?" – dijo mientras sus
ojos se llenaban de lágrimas – "Esta batalla es importante, ¿¡pero que
pasaría si un ataque desviado terminase matándolo!? ¿¡Cree que podría
vivir con eso si algo así pasara!?" –
- "Sango…" – dijo Miroku.
-
"Me quedaré con usted hasta el final, para asegurarme de que nada le
pase" – dijo mientras mostraba una mirada de decisión; y luego alzó el
rostro para ver a los demás, los cuales estaban empezando a alistarse
para continuar peleando – "Tengamos fe en ellos: estoy segura de que
saldrán victoriosos" –
- "Tienes razón… Sango…" – respondió Miroku
animado. Luego, comenzó a rezar en silencio para pedirle a Buda que los
iluminase con el resplandor de la victoria. En ese momento, la ofuda
que Kikyou le había puesto a Tenebross comenzó a rasgarse.
- "Ese
sello esta llegando a su límite: en cuanto se rompa, esa jaula de
energía se desvanecerá y podrá moverse de nuevo" - les advirtió Kikyou.
-
"En ese caso, será mejor que nos preparemos de una vez para ello" –
dijo Gerardo para luego voltearse a mirar a todos – "Sé que no soy nadie
para darles órdenes ni nada, pero necesitamos hacer que el siguiente
ataque sea el último: usemos nuestras mejores técnicas y magias; ¡y
acabemos con él!" –
Casi todos respondieron con un resonante
"¡Sí!" Inuyasha solo se limitó a decir "¡Keh!", mientras que Sesshomaru
soltó un suspiro casi inaudible y Kikyou puso una mirada de
concentración.
Luego se alistaron para atacar: Gabriela y Gerardo
tomaron sus formas de Semidragón y empezaron a emitir sus auras
elementales con más fuerza para permitir que Yasha e Inuyasha tuvieran
donde cortarlas y ejecutar el Bakuryuuha. Kagome y Miko, por otra parte,
se concentraron en poner todo su poder en sus siguientes flechas, para
que sirvieran como golpe final para esta dura batalla.
Al
momento siguiente, la ofuda y la jaula de energía se hicieron pedazos; y
todos lanzaron sus ataques: Gabriela y Gerardo invocaron sus magias
finales: una serie de rayos de luz blancos y plateados y un gran
torrente de agua; mientras Yasha e Inuyasha lanzaban un Bakuryuuha doble
y Kagome y Miko lanzaban dos flechas sagradas, las cuales se unieron en
una espiral con los otros ataques.
- "¡Filaria-nova!" – gritaron
Gerardo mientras todos los ataques formaban una gran esfera de luz
blanca, la cual hizo explosión poco después. Tenebross soltó un gritó
desgarrador; pero luego, Sesshomaru aprovechó para lanzarle un Souryuuha
y Kikyou una Flecha Sagrada aún más potente. Estos ataques hirieron
gravemente a Tenebross, el cual terminó colapsando de nuevo sobre el
piso de la estancia.
Todos contuvieron la respiración en el
silencio que siguió a esto. Todos menos Sesshomaru,se encontraban a la
expectativa del resultado de esta batalla…
- "¿Creen que ahora si hemos terminado...?" – preguntó Kagome con cautela a los pocos minutos.
- "Aún no estamos del todo seguros de ello" – dijo Gerardo mientras él y Gabriela regresaban a sus formas normales.
-
"Si, recuerden lo que pasó con Feltes…" – dijo Gabriela mirando el
cuerpo de Tenebross con amargura. Por desgracia, sus sospechas
resultaron ciertas: los Fragmentos de Sombras se alzaron de nuevo y esta
vez fueron directo hacia Tenebross…
- "¡No! ¡No podemos dejar que
se fusionen con él!" – gritó Gerardo espantado. Todos trataron de
intentar atrapar los fragmentos que salían disparados como balas desde
debajo de sus pies, pero era inútil, ya que iban demasiado rápido.
Gabriela
intentó inutilizarlos poniendo un campo de fuerza de luz, pero tampoco
sirvió de mucho: como nunca había puesto barreras antes y sus poderes
aún no estaban lo suficientemente desarrollados, el campo de fuerza se
quebró cuando lo tocaron los fragmentos.
Del mismo modo, Miko,
Kagome y Kikyou trataron de poner barreras para parar el avance de los
fragmentos, pero no servía de nada: los malignos cristales las
atravesaban como si fueran de mantequilla.
Los fragmentos
finalmente llegaron a Tenebross; y soltando un horrible brillo negro,
comenzaron a fusionarse con él… Todos menos Sesshomaru miraron aterrados
e impotentes como una burbuja negra envolvía a Tenebross. Intentaron
atacarla, pero todas las ocasiones en que lo hicieron terminaron
repelidos por una onda negra, así que no pudieron hacer más que seguir
mirándola con impotencia...
La burbuja reventó a los pocos minutos
y Tenebross se había alzado de nuevo en el aire desde ella. En vez de
una sombra, ahora parecía de nuevo la monstruosa criatura de las
leyendas: un gran dragón negro de aspecto maligno, cuyas escamas
absorbían la luz en vez de reflejarla, el cual emitía una potente y
maligna aura negra y cuyos ojos rojo sangre reflejaban solo odio y
deseos de destrucción… Sin embargo, parte de sus cuernos, alas, garras y
cola seguían siendo transparentes.
- "Al fin, he recuperado una
gran parte de mi cuerpo y de mi poder…" – dijo como si despertase de un
largo sueño – "Ahora es momento de que todo llegue a su final…" –
En ese momento, los alrededores comenzaron a temblar…
- "¿¡Qué está pasando!?" – gritó Yasha.
-
"Por lo que estoy sintiendo, ese desgraciado esta intentando usar su
magia para disolver esta dimensión…" – dijo Gerardo apretando los
dientes – "¡Si no lo detenemos ahora, no solo destruirá este mundo:
luego seguirá con Dragonia y todas las demás dimensiones!" –
Luego
tomó su medallón e hizo algo que nunca había hecho antes: insertó la
llave, la giró tres veces a la derecha y luego una a la izquierda…
- "Iadlast Pawatz,
¡Dragón!" – gritó Gerardo. Sin embargo, en vez de que aparecieran los
círculos mágicos o alguna otra demostración de poder, empezó a sonar una
alarma en su Dragtemn – "¿¡Qué demonios sucede!?" –
Los demás
corrieron hacia él y cual no fue su sorpresa al ver que su Dragtemn
tenía una advertencia de "Comando de Transformación Rechazado" escrita
en grandes letras rojas sobre su pantalla holográfica.
- "¿¡Por
qué pasó esto!?" – gritó mientras presionaba la advertencia para ver la
explicación. Ésta apareció de inmediato: "Como no has recibido el
Bautismo Elemental, tienes prohibido accesar al máximo nivel del Poder
del Dragón y a los Mahazzats".
- "¡Pero Lord Iadlast y los demás
no nos dijeron nada de esto!" – gritó Gabriela. Intentó ejecutar la
misma transformación que Gerardo, pero sólo obtuvo el mismo resultado:
la alarma y el mensaje de error. Se volteó a ver a su hermano
horrorizada – "¿Qué se supone que hagamos ahora?" –
- "Su turno ya
ha terminado" – dijo la voz de Illyusea, el cual luego apareció cerca
del techo con los otros Dioses Dragón. Todos se alegraron inicialmente,
pero al sentir las ondas de sentimientos que ellos emitían, notaron que
algo no estaba bien – "No les dimos el Bautismo Elemental porque
estimábamos que con ese nivel de poder habría sido suficiente para que
vencieran a Tenebross; además de que no teníamos una sacerdotisa de
Dragonia presente en este mundo para que llevase a cabo esa ceremonia.
Sobra decir que nos equivocamos gravemente en nuestros pronósticos" -
-
"Por lo tanto, hemos decidido poner en marcha nuestro último recurso" –
dijo Phinambrea con una voz amarga – "Sellaremos Dragonia" –
-
"Un momento, ¿Qué se supone que significa eso?" – preguntó Gerardo
abismado. No solo habían fallado en su misión, ¿sino que también le
esperaba algo horrible a Dragonia?
- "El mundo de Dragonia será
sellado y aislado del resto de las dimensiones" – explicó Kiols – "Todo
lo que sea de Dragonia regresará hacia allá, al igual que todo lo de su
mundo volverá a él; mientras que todo lo de este mundo permanecerá aquí"
–
- "Del mismo modo, eso significa que todos los recuerdos que
ustedes y que todos los habitantes de estos tres mundos hicieron desde
que ellos bebieron el Agua del Reinicio hasta este momento, serán
borrados" – explicó Tiarrashe.
- "¿¡QUÉ!? ¡No pueden hacer eso!" –
gritó Gabriela con tristeza y rabia – "¿¡No podremos recordar todo lo
que vivimos hasta ahora!?" –
- "¡Eso es injusto!" – gritó Kagome
espantada – "Todos aquí nos hemos esforzado hasta el máximo no solo para
cumplir con esta misión; sino también para que nuestra amistad
perdurara todo lo que fuese posible… ¿¡Acaso eso no vale de nada!?" –
Miko
y Yasha habían caído al suelo y habían comenzado a llorar al escuchar
esto. Gabriela y Miko se abrazaron la una a la otra, la primera también
comenzando a derramar lágrimas. Yasha fue y se abrazó a Inuyasha, el
cual solo se había quedado mirando el suelo en silencio.
Al verlo
así, Kikyou sintió la tristeza y desesperación que esto le estaba
provocando; y empezó a derramar lágrimas también. Sango ayudó a Miroku a
caminar hacia ellos, mientras que Shippou fue por su cuenta, los tres
mirándolos con caras llenas de tristeza.
Gerardo luego fue hasta
Miko y Gabriela; y las abrazó a ambas. Kagome se les unió poco después.
Sentían que nunca jamás volverían a verse; y que además, ni siquiera
podrían recordar los tiempos que habían pasado juntos.
-
"Realmente quisiera que las cosas no hubiesen tenido que terminar así" –
dijo Iadlast a modo de disculpa mientras de sus ojos brotaban grandes
lágrimas – "Pero la seguridad de Dragonia y de los otros mundos es
nuestra máxima prioridad. Es por ello que tuvimos que tomar estas
medidas tan drásticas. Espero que puedan perdonar esto algún día… Si es
que logran recordarlo…" –
- "¡Que el sellado dé comienzo ahora!" –
gritó Pyrazsyec. Luego, los seis dragones comenzaron a cantar una
canción que sonaba similar a un canto gregoriano:
- "Ist
Khallhialmyu, ZosphAael CletphRa Malkeia Dea ZosphAael Mountyoudour
Ical. Ist Ciella, ShuxuaraRa Phaph KiarraTes Myallade Dragonia Zia,
Oli Cletph Cia Burkei Myallade Zia. Ist Khallhialmyu, WaspiarlRa Myalla
Demorie Dea Ilg, Oli Phaelle Shillea Myallade CiaAael Felal Mountyoudour
Ical…" -
Al momento siguiente, una gran abertura de color
púrpura y negro se abrió detrás de ellos y comenzó a absorber todo lo
que había en la estancia como si fuese una gran aspiradora. Los únicos
que no parecían ser afectados por esto eran los habitantes nativos del
mundo de Inuyasha, pero a los demás: a Gabriela, Gerardo, Miko, Yasha y
Tenebross empezó a halarlos con mucha fuerza, como diciendo que era hora
de desprenderse de este mundo.
- "¡NO! ¡Malditos seis! ¡Nunca me
llevarán de vuelta hacia allá!" – gritó Tenebross con temor y furia
mientras se aferraba al suelo de la estancia.
- "¿¡Qué!? ¡No!" – gritaron Kagome e Inuyasha mientras sujetaban a sus contrapartes más jóvenes de las manos.
Gerardo
había clavado a Ryuuga en el suelo y se sujetaba de ella, mientras que
con su otra mano sostenía a Gabriela. Cuando vio que el portal también
estaba intentando llevarse a Miko y a Yasha, recordó el final de la
inscripción que había leído en la cueva de los medallones…
-
"…cuando Dragonia sea sellada, estas esencias serán llamadas de vuelta
al Eterno Ciclo de la Vida de ese mundo por las Seis Grandes Voces…" -
repitió él, y cuando se dió cuenta de que estaba pasando, les gritó a
los Dioses Dragón con rabia - "¡No! ¿¡Por qué se los llevan también a
ellos!? ¡Miko y Yasha son esencias nacidas en este mundo y por lo tanto
pertenecen a él! ¡A lo que se refería la tableta que estaba en la cueva
de los medallones era a los medallones en sí, no a quienes los usasen!" –
-
"Gerardo-kun…" – dijo Kagome mientras lo veía como trataba de
enfrentarse a los Dioses Dragón, aún cuando estaba por ser succionado
por ese vórtice y enviado de vuelta a su mundo.
- "Me duele decir
esto, pero hemos decidido que ellos dos ahora son esencias
pertenecientes a Dragonia debido a que Miko puede usar poderes que
llegan al nivel de una Sacerdotisa Asistente y Yasha tiene aptitudes
para el Poder del Dragón" – respondió Illyusea – "Además, debido al uso
extensivo que le dieron a los Medallones del Vínculo, hemos deliberado
esto con la Voluntad de este mundo y nos ha dado permiso de
llevárnoslos" –
- "¡No tienen derecho a hacer eso!" – gritó
Gabriela con rabia – "¡Ellos deben quedarse aquí con sus hermanos y
familia! ¡No pueden separarlos!" –
- "¡Nunca dejaré que se lleven a Miko!" – dijo Kagome mientras la sujetaba con todas sus fuerzas.
- "¡Lo mismo digo!" – gritó Inuyasha con rabia – "¡Si quieren llevarse a Yasha, será solo sobre mi cadáver!" –
-
"Están muy decididos a no dejar que se los lleven… que patético…" –
dijo Sesshomaru mientras veía la escena con una expresión inmutable.
-
"¿Dirías lo mismo si intentasen llevarse a la niña que siempre te
acompaña, Sesshomaru?" – preguntó Kikyou con una sonrisa sarcástica.
Sesshomaru le lanzó una mirada asesina – "Y siendo honestos, siento pena
por ellos, pero es un esfuerzo que está destinado a fracasar: esas
criaturas son entes divinos del más alto nivel; y oponerse a sus
designios es imposible" –
Al instante siguiente, el vórtice empezó a absorber con más fuerza; y lo primero que se llevó fue a Tenebross.
- "¡Aghhh! ¡NOOOOOOOO!" – gritó la maligna entidad mientras desaparecía dentro del vórtice.
Al
momento siguiente, el Dragtemn de Kagome expulsó su equipaje, al igual
que los de Gerardo y Gabriela. Las botellas que contenían el Agua del
Reinicio y el Agua de la Normalización fueron extraídas de la mochila de
Kagome y los Dragtemn que todos llevaban en sus muñecas, al igual que
los Cristales Seirei y los Medallones Elementales que Gerardo y Gabriela
llevaban alrededor de sus cuellos, se desprendieron de ellos y
desaparecieron igual que Tenebross. El equipaje de Gerardo y Gabriela
también fue absorbido por el vórtice.
- "Aún no quiero irme…" –
dijo Miko entre lágrimas mientras sentía como las fuerzas se le agotaban
– "¡Quiero estar mucho más contigo, onee-san! ¡Quiero estar con mi
familia, ir a la escuela con Souta, jugar con todos ustedes; y visitar a
Kaede-obaa-san! ¡No quiero irme!" –
- "¡Yo tampoco quiero que te
vayas, Miko!" – gritó Kagome haciendo acopio de todas sus fuerzas para
que no se la llevaran – "¡Tu eres ahora mi querida hermana menor! ¡Por
eso no puedo dejar que te lleven!" –
- "Nii-san…" – dijo Yasha al
sentir como sus fuerzas se iban acabando – "Aún si fue por poco tiempo…
me alegra haber podido pelear a tu lado y conocer amigos tan buenos.
¡Pero tampoco quiero irme de aquí todavía! ¡Quiero seguir aprendiendo
cosas de Totosai-sensei, Kaede-obaa-san, Gerar-nii y de ti! ¡Quiero que
los tres practiquemos esgrima juntos; y jugar con Miko y Gaby-nee, y
estar con Kagome-nee!" –
- "¿¡Quién dijo que permitiré que te
lleven, Yasha!?" – gritó Inuyasha – "¡Tendrán que matarme si quieren
hacer eso! ¡Al igual que Miko y Kagome, tu eres una parte importante de
mí!" –
- "¿…Cómo un trozo de tu alma…?" – preguntó Yasha
entristeciéndose. Inuyasha chocó su frente con la suya para castigarlo
por decir eso.
- "¡Ouch! ¿…Por qué…?" – preguntó, pero luego se dio cuenta de que Inuyasha tenía lágrimas en los ojos.
-
"¿¡Cómo se te ocurre decir eso!?" – le gritó – "¡Eres la única familia
de verdad que tengo ahora! ¿¡Cómo podría dejar que te lleven!?" –
- "Nii-san…" – dijo Yasha mientras sonreía.
- "Si han terminado de decir sus despedidas, es momento de que terminemos con esto" – dijo la voz de Phinambrea.
Al
momento siguiente, los Medallones del Vínculo que Inuyasha, Yasha, Miko
y Kagome llevaban se rompieron por la mitad: la mitad izquierda de los
que Inuyasha y Kagome llevaban se desvaneció en el aire; mientras que la
mitad derecha de los que llevaban Yasha y Miko desapareció también.
Luego,
ellos dos fueron soltados del agarre de sus "hermanos mayores" y
arrastrados hacia el vórtice. Ambos hicieron movimientos para intentar
alejarse del vórtice y regresar a ellos; y del mismo modo Kagome e
Inuyasha corrieron para intentar sujetarlos de nuevo, pero fue en vano.
- "¡NO! ¡ONEE-SAN!" – gritó Miko mientras desaparecía dentro.
- "¡INUYASHA-NII!" – gritó Yasha. Al cabo de unos segundos, sus figuras se habían perdido en el interior del vórtice.
- "¡NOOO!" – gritaron ambos cayendo al suelo.
- "¡Malditos dragones del demonio!" – gritó Inuyasha con tanta fuerza que resonó por toda la cámara.
-
"¡Maldita sea con todo!" – gritó Gerardo al ver esto mientras lágrimas
de tristeza, rabia e impotencia corrían por sus ojos. Y al momento
siguiente, la mano de Gabriela se resbaló de la suya – "¡No! ¡Gaby!" –
-
"¡GERAR!" – gritó ella mientras era arrastrada hacia el vórtice y
desaparecía dentro. Gerardo soltó su espada y fue corriendo hacia ella,
terminando succionado por el vórtice también. Ryuuga fue succionada
inmediatamente después de que ambos habían desaparecido.
- "¡NO!" – gritaron todos menos Sesshomaru al ver esto. El vórtice se cerró inmediatamente después…
- "Se han ido…" – dijo Kagome incrédula mientras las lágrimas aún brotaban de sus ojos – "Realmente… se han ido…" –
- "Es momento de que nosotros también nos vayamos…" – anunció Tiarrashe.
-
"Sólo falta una cosa más…" – dijo Illyusea. Al momento siguiente el
comenzó a brillar con una fuerte luz, cegándolos a todos y dejándolos
inconscientes…
Cuando despertaron, se encontraron en medio de un prado recubierto de hierba, con varios bosques al fondo.
-
"Umm… ¿dónde estoy?" – dijo Kagome mientras se levantaba, teniendo su
mochila al lado; y luego vio a Inuyasha y los demás tirados alrededor.
Notó que tanto ella misma como los demás tenían lágrimas en los ojos,
pero no le dio importancia y solo se limpió con la manga de su blusa –
"Uh, ¿Inuyasha? ¡Todos despierten!" –
Cuando despertaron, se
sorprendieron al ver como estaban cubiertos de rasguños y cortes; y el
estado en que estaban sus ropas. También de que Kikyou, Sesshomaru y
Naraku estuvieran presentes aquí. Todos menos Sesshomaru y Naraku se
limpiaron la cara al notar que tenían lágrimas en los ojos.
- "¿Qué nos habrá pasado?" – preguntó Shippou al ver esto.
- "No lo sé…" – dijo Kagome confundida – "Siento como si hubiese olvidado algo importante; pero no sé que será…" –
- "¡Houshi-sama!" – gritó Sango al ver lo débil que estaba Miroku – "¿Qué le sucede? ¿Por qué está en tan malas condiciones?" –
-
"Yo tampoco lo entiendo, Sango…" – dijo Miroku débilmente – "Al igual
que ustedes, me encontré aquí y en este estado cuando desperté…" –
-
"Lo último que recuerdo es que había ido a recoger a Kagome a su casa y
que íbamos rumbo a la aldea de Kaede de nuevo" – dijo Inuyasha
extrañado, luego se fijó en lo que Kagome llevaba alrededor del cuello –
"¿De dónde sacaste eso, Kagome?" –
- "¿Huh?" – en ese momento,
Kagome notó que llevaba lo que parecía la mitad de un medallón alrededor
de su cuello: era de color plateado, pero parecía que había sido roto
de algún modo y tenía un agujero de forma romboidal justo en el borde
del mismo – "No lo sé… ya lo tenía encima cuando desperté… y además, tu
también llevas uno parecido…" –
- "¿¡Qué rayos!?" – dijo Inuyasha
al notar que llevaba la mitad de un medallón dorado alrededor del
cuello. Cuando se pusieron a examinarlos, notaron que el de Kagome tenía
las siguientes inscripciones: Kago-, Separación Especial y Dese-,
mientras que el de Inuyasha tenía: Inuya-, Separación Especial y Dese-…
las inscripciones estaban incompletas y por ello no podían leerlas.
-
"¿Para que servirán estas cosas?" – se preguntó Kagome. Sin embargo, en
ese momento Naraku se liberó de la prisión de hielo en la que estaba
encerrado.
- "No sé porque motivo, pero me siento débil en este
momento…" – dijo con su antipática voz de confiado – "Regresaré a
eliminarlos a todos ustedes luego…" –
- "¡Espera!" – gritó
Inuyasha sacando a Tessaiga antes de que se fuese y lanzándole un Kaze
no Kizu, pero no sirvió de nada: Naraku lo rechazó con su barrera y se
fue. Kikyou y Sesshomaru corrieron tras él mientras le lanzaban flechas y
rayos de energía.
- "Déjenlo así, miren que ahora no estamos en
condiciones de pelear contra él" – dijo Kagome para que notasen como
estaban todos apaleados – "Por ahora será mejor que vayamos de vuelta a
la aldea y descansemos un poco" –
- "Estoy de acuerdo" – dijo
Sango mientras ayudaba a Miroku a levantarse – "Houshi-sama necesita que
lo revisen tan pronto como sea posible" –
- "Lamento mucho causarte tantos problemas, Sango…" – dijo Miroku mientras se levantaba con dificultad y se apoyaba en Sango.
Sin
embargo, antes de que Kagome se subiese a la espalda de Inuyasha para
partir hacia la aldea, trató de colocarse su mochila de nuevo...
-
"Hmm, mi mochila se siente algo más pesada que de costumbre…" – dijo
Kagome mientras la ponía un momento en el suelo para revisarla.
Cuando
la abrió, se encontró con la sorpresa de que habían otros tres atuendos
que ella no recordaba haber puesto allí: una blusa azul claro con un
chal amarillo sujetado por un broche de esmeralda con una falda azul
claro que hacía juego, una blusa blanca con una falda rosa; y
finalmente, un kosode verde con el obi azul y adornado con flores
blancas. Lo que le extrañó realmente era que todos eran del tamaño para
una niña de alrededor de ocho años – "¿Qué hacen todas estas ropas
aquí…? No tenemos aquí niñas tan pequeñas; y…" –
Sin embargo, se quedó paralizada al ver que todas tenían notas pegadas a ellas.
El primer juego tenía escrito:
Para mí amada hija Kagome.
Espero
que disfrutes tu segunda infancia mientras dure. No te esfuerces
demasiado; y deja que las cosas ocurran como tienen que pasar.
Con amor,
Mamá
La segunda ponía:
Para mi nueva amiga Gaby-chan.
Espero
que tú y tú hermano se la pasen bien con nosotros en este mundo; y que
podamos compartir tantos momentos juntos como nos sea posible.
Kagome
Y finalmente, el kosode ponía:
Para Kagome.
Espero
que hayas disfrutado mucho tu visita a nuestra aldea y que te guste el
atuendo que te he regalado. Estaré rezando para que pronto regreses a tu
forma normal. Oh; y espero que vuelvas a visitarnos algún día.
Orimi
- "¿Qué… qué significa esto…?" – preguntó anonadada al ver lo que ponían las notas.
No
tenían sentido… ¿a quienes estaba dedicada la segunda, que había sido
escrita con su puño y letra; y además estaba firmada con su nombre? ¿Y
que significaban las otras dos? ¿'Segunda infancia'? ¿'Forma normal'? ¿Y
quien era Orimi-san…?
Sin embargo, cuando intentó pensar y recordar esas cosas, le empezó a doler fuertemente la cabeza…
- "¡Ugh!" – gruñó mientras se frotaba la frente.
-
"¡Kagome!" – Inuyasha fue corriendo hasta ella y la sujetó por los
hombros. Todos los demás la miraban con preocupación – "¿Estás bien…?" –
-
"Sí… es solo que vi unas notas extrañas en estos atuendos…" – dijo con
dificultad, aunque ya el dolor de cabeza le había comenzado a aminorar.
Inuyasha fue a revisarlas, pero solo tuvo la misma reacción que Kagome
cuando las leyó…
- "¡Ah, Inuyasha! ¿Estás bien?" – le preguntó Kagome alarmada.
- "Sí… es solo que parece que no deberíamos pensar en lo que dicen por ahora…" – dijo Inuyasha con amargura.
-
"Sí… creo que será mejor hacerle caso solamente a la que mamá me
escribió, aparentemente; y dejar que las cosas pasen por sí solas" –
dijo más animada. Sin embargo, sintió que los atuendos podrían resultar
importantes de algún modo más adelante y por ello decidió conservarlos.
Luego cerró la mochila y todos se pusieron en camino de regreso a la
aldea.
Sin embargo, durante el trayecto…
Kagome escuchó la
voz de una niña, bastante similar a la suya propia: - "Está bien…
onee-san…" – y le empezó a dar un fuerte dolor de cabeza.
Inuyasha
tuvo una experiencia similar, pero fue la voz de un niño que decía -
"Inuyasha-nii… La verdad esto es muy extraño, pero también es muy
divertido…" – y también le dió el mismo dolor de cabeza.
- "¿Qué sucede?" – preguntó Sango en cuanto notó sus expresiones – "¿Se encuentran bien?" –
- "No te preocupes, Sango-chan" – dijo Kagome para tranquilizarla – "No es nada" –
Sin
embargo, ambos empezaron a preguntarse… ¿De quién eran esas voces? ¿Por
qué les había dado semejante migraña? ¿Por qué habían aparecido así de
repente en este lugar? ¿Y que eran esos atuendos que habían aparecido
repentinamente en la mochila de Kagome? ¿Por qué eran de tallas tan
pequeñas? ¿Y que significan las notas que tenían pegadas?
Desgraciadamente, no tenían forma de saber nada de lo que les había
pasado…
Mientras tanto, Miko y
Yasha estaban tirados inconscientes sobre una explanada en la cima de
una colina, desde la cual se podía divisar un gran lago al este, en el
centro del cual había una gran isla, la cual estaba unida a tierra firme
por puentes ubicados en cada uno de los puntos cardinales.
En la
isla, se encontraba una gran ciudad: tenía dos murallas rodeándola, una
de forma circular y otra de forma hexagonal. Este última estaba dividida
en seis partes, dentro de las cuales se encontraban edificaciones que
parecían ser casas y edificios rodeando a una plaza circular. Una plaza
aún mayor se encontraba justo en el centro del hexágono; y al norte,
podía verse un gran y magnífico castillo. Los vértices del hexágono
estaban rematados por torres.
El primero que se despertó fue Yasha, el cual abrió los ojos totalmente confundido:
- "¿Dónde estoy? ¿Quién soy?" – en ese momento, le llegó una palabra a su mente: Yasha – "Si, así es… mi nombre es… Yasha" –
Luego se puso a mirar sus alrededores y vió a Miko.
-
"Ella es…" – en ese momento recordó su nombre; y sintiendo que era
alguien importante para él, corrió a su lado y comenzó a zarandearla
suavemente para despertarla – "¡Miko! ¡Vamos, despierta! ¡No me dejes
solo!" –
Miko comenzó a reaccionar; y luego de abrir los ojos, miró a Yasha con una mirada tan confusa como somnolienta:
-
"Yo… mi nombre… me llamo Miko…" – dijo como si no estuviera segura de
lo que decía. Sin embargo, luego su mirada se enfocó y miró fiajmente a
Yasha - "¿Ya… Yasha?" –
- "¡Sí, soy yo, Miko!" – dijo él mientras la abrazaba aliviado – "¡Me alegra que estés bien!" –
Miko
le sonrió inicialmente y Yasha se separó de ella mientras también le
sonreía. Sin embargo, al momento siguiente pareció caer en la cuenta de
algo, y no se trataba de algo bueno: su mirada se llenó de terror y cayó
al suelo mientras comenzaba a llorar.
- "¡No… no puedo recordar
nada!" – chilló mientras Yasha corría a abrazarla de nuevo – "¡No sé de
donde venimos ni quienes somos! ¡Sólo recuerdo nuestros nombres!" –
-
"Lo sé… yo tampoco puedo recordar nada…" – dijo Yasha mientras él
también derramaba algunas lágrimas – "Pero no podemos quedarnos pensando
en eso… Debemos buscar como mantenernos vivos por ahora…" –
-
"Pero…" – Miko comenzó a hipar y se puso aún más triste, como si
sintiese la importancia que tenían aquellas memorias perdidas – "¡Estoy
segura de que hay alguien o algo importante en esos recuerdos…! ¡No
quiero quedarme así!" –
- "Calma… tranquilízate…" – dijo Yasha para intentar calmarla – "Ya buscaremos una forma de resolver esto…" –
En ese momento, Yasha notó la mitad del medallón que Miko llevaba en el cuello:
-
"¿Huh? ¿De dónde sacaste eso?" – Miko se empezó a calmar y empezó a ver
a que se refería Yasha. ¿Tendría esto alguna conexión con sus memorias
perdidas?
- "¿Esto?" – dijo mientras se secaba las lágrimas para
luego tomarlo en su mano y quedarse mirándolo – "Ya lo tenía cuando
desperté… Y tú también llevas uno parecido"
Yasha vio que Miko
tenía razón y también se puso a examinarlo. Al cabo de un rato, vieron
que ambos tenían inscripciones en la cara frontal; pero como los
medallones parecían estar rotos por la mitad, partes de ellas no podían
leerse. El de Miko tenía: -me, Miko, Separación, Sellado y -ado,
mientras que el de Yasha tenía: -sha, Yasha, Separación, Sellado y
-llado.
Mientras miraban los medallones, Miko tuvo una sensación
extraña y creyó haber escuchado a una voz similar a la suya, aunque más
madura, gritando con tristeza y rabia: - "¡Tu eres ahora mi querida
hermana menor!" –
- "¿Onee-san…?" – dijo en cuanto escuchó eso
retumbando desde el fondo de su mente. Sin embargo, cuando intentó
recordar más, le empezó a doler la cabeza.
A Yasha le pasó algo
similar, con la diferencia de que la voz parecida a la suya había dicho:
-"¡Eres la única familia de verdad que tengo ahora!" –
El dolor de cabeza aminoró a los pocos instantes y al haber notado que ambos habían tenido experiencias parecidas…
- "¿Tú también lo escuchaste?" – preguntó Miko.
- "¿Una vez parecida a la tuya pero más madura diciendo algo?" – preguntó Yasha.
Ambos se asintieron el uno al otro.
- "¿Serán familiares nuestros?" – se preguntó Miko.
- "Quien sabe…" – respondió Yasha entristecido.
- "Oye, ¿y si tratamos de unir nuestras dos mitades a ver si pasa algo?" – preguntó Miko esperanzada.
-
"Bueno, no perdemos nada con intentarlo" – dijo Yasha encogiéndose de
hombros. Sin embargo, no sirvió de nada: los puntos en los que ambas
mitades estaban rotas no coincidían en absoluto, por no decir que ni
siquiera estaban hechas del mismo material. Sin embargo, antes de que
hubiesen podido entristecerse ante esto, escucharon unas voces viniendo
desde la distancia…
- "Yujio mhaku, tast ieler, felanso?" – dijo la voz de un hombre, la cual sonaba dudosa.
- "Poil plia ieler, Elaer. Kelarga une lusya fissare hag xi!" – dijo la voz de una mujer, la cual sonaba tan segura como irritada.
- "¿Quiénes serán?" – se preguntó Yasha.
-
"No lo sé; y no entiendo nada de lo que dicen…" – dijo Miko con
tristeza. Sin embargo, tenía la sensación de que había escuchado esa
lengua antes; e incluso la había hablado… Yasha también tuvo la
sensación de haberla escuchado antes…
Yasha notó que llevaba una
espada en su cinto y la sacó como precaución en contra de los
desconocidos. Aunque se sorprendió un poco al ver su gran tamaño, se
sintió aliviado al ver que tenía un modo de defenderse.
- "Te…ssaiga…" – dijo al ver la espada, como si siempre hubiese sabido el nombre – "Sí, ese es el nombre de esta espada…" –
Miko
se asustó un poco, pero al recordar que Yasha era quien la cargaba, se
calmó. También notó que había un carcaj lleno de flechas y un arco cerca
del lugar donde se habían despertado. Fue hasta ellos y los tomó. Luego
puso una flecha en el arco y se quedó preparada para recibir a
quienquiera que fuese.
A los pocos momentos, aparecieron los extraños caminando por la explanada: eran un hombre y una mujer.
La
mujer tenía los ojos verdes y el cabello dorado; mientras que vestía
una ropa extraña, tan similar como disimilar al kosode de Miko: la parte
de arriba parecía un kimono verde y azul, el cual estaba decorado con
gotas de agua y hojas; mientras que la parte de abajo era una falda
decorada del mismo modo y del mismo color que la parte superior que le
llegaba hasta los tobillos. Llevaba zapatos elegantes de color azul
claro y cargaba una espada y un escudo en sus manos.
Por otra
parte, el hombre era alto y delgado; de cabello negro y corto, ojos
azules; y vestía ropas más parecidas a las de Yasha: la parte de arriba
era verde con algunos toques púrpuras y estaba decorado con torbellinos
de viento y figuras de rayos. La parte de abajo era un pantalón largo
con los mismos colores y adornos que la parte superior. Llevaba zapatos
marrones y cargaba una lanza en sus manos.
- "Kahial miu, ablia kustsaks… kustsaks finae refalka mya kaialmyu… thelf, ualg sos thar kyustsaks ika…"
– dijo la mujer mientras veía a ambos niños con lástima. Luego dejó su
espada y escudo en el suelo; se arrodilló para ponerse a la misma altura
de ellos, y les habló – "Iuji utahe, mior tastsaks oullasaks?" -
Sin embargo, Miko y Yasha no hicieron más que mirarse confundidos el uno al otro…
- "Eh… lo sentimos… no podemos entender lo que dice…" – dijo Miko avergonzada.
La
mujer tampoco parecía entenderlos, ya que los miró extrañada después de
que Miko dijo eso. Sin embargo, aparentemente se le ocurrió algo
después de que se puso a pensar por unos instantes. Se levantó; se
señaló a sí misma; y dijo:
- "Fileia" -
Miko pareció haber captado que estaba presentándose; y repitiendo el gesto que ella hizo, dijo su propio nombre – "Miko" –
Fileia asintió con una sonrisa, luego señaló al hombre y dijo: - "Elaer" –
Luego Yasha hizo el mismo gesto que Miko; y se presentó – "Yasha" –
Fileia les sonrió de nuevo.
- "Alt tok, tast finae jaullware kustsaks, felanso" – dijo Elaer tras ella. También había guardado su lanza y se había acercado a ellos.
- "Kahial myu, nasez. Jaullwanasez, tiu silea kosfialga kustsaks oullasaks" – dijo Fileia alegremente. Yasha y Miko ya no sentían que fuesen malos o peligrosos y guardaron sus armas.
- "No puedo entender lo que dicen en absoluto, pero no parecen malas personas" – dijo Miko algo más aliviada.
- "Si… no creo que tengamos necesidad de pelear por ahora" – dijo Yasha ya más tranquilo.
Fileia
les hizo señas para que se les acercaran y cuando pudieron ver la
ciudad desde el sitio en que estaban, ella hizo lo siguiente: señaló a
la ciudad, luego a sí misma y a Elaer; y por último a ellos. Luego los
miró de forma interrogativa mientras les extendía la mano.
- "Creo que nos pregunta si queremos ir a esa ciudad con ellos" – le dijo Miko a Yasha.
-
"Bueno… no creo que tengamos muchas opciones…" – dijo Yasha cruzando
los brazos – "No recordamos de donde venimos… no sabemos quienes somos…
no sabemos ni dónde estamos… y no tenemos dinero, comida ni donde
quedarnos…" –
- "Tienes razón…" – asintió Miko. Se acercaron a
Fileia, le asintieron con una sonrisa, hicieron una pequeña inclinación a
modo de agradecimiento y tomaron la mano de ella. Fileia sonrió
gentilmente…
- "Alt tok, quia nyelsaks… nasez, Miko yst Yasha vakrus'ra sossaks yien" – se volteó para decirle a Elaer.
- "Iuji utahe, yuse idefae… quia ablia nyelsaks necraisra e uknasez felcial kustsaks" – dijo él mientras cruzaba los brazos y les sonreía.
Fileia
recogió su espada y escudo del suelo y los guardó. Luego los cuatro se
tomaron las manos; y fueron caminando hacia el borde de la explanada.
Una vez allí, dos grandes dragones: uno verde azulado y el otro purpureo
con marcas verdes, aparecieron en el cielo y aterrizaron delante de
ellos.
Yasha y Miko se asustaron y estuvieron a punto de sacar sus
armas de nuevo, pero cuando vieron como Elaer y Fileia los acariciaron,
se dieron cuenta de que no eran criaturas malignas.
Luego, los
invitaron a montar con ellos: Miko se subió a la espalda del dragón
verde azulado de Fileia, mientras que Yasha cabalgó sobre el dragón
púrpura con verde de Elaer. Cuando estuvieron bien sujetos, una pequeña
burbuja transparente del mismo color de cada dragón se formó alrededor
de ellos y despegaron a toda velocidad rumbo a la ciudad en el lago.
-
'Puede que no sepamos quienes somos o de dónde venimos… pero al menos…
me alegra saber que tenemos adonde ir hasta que lo descubramos…' – pensó
Yasha mientras iban a ese lugar.
- 'Onee-san… quienquiera que seas… o dondequiera que estés… te prometo que te encontraré algún día…' – pensó Miko.
Tanto
ella como Yasha podían sentir que Fileia y Elaer irradiaban una gran
bondad; y que sus palabras, a pesar de que no podían entenderlas,
estaban llenas de compasión y gentileza…
Al menos, fuese lo que
fuese lo que les deparara el futuro, había alguien que cuidaría de ellos
hasta el momento en que la verdad fuese revelada y encontrasen una
forma de recuperar sus memorias…
Finalmente, en el mundo restante…
-
"¡GABY!" – gritó Gerardo mientras se despertaba de golpe en su cama, en
su habitación. Ahora vestía un pijama azul y rojo – "¿Huh? ¿Qué pasa
aquí?" –
Empezó a mirar los alrededores, completamente confundido.
Luego, empezó a rememorar los acontecimientos: la muerte de Feltes, la
batalla final con Tenebross, la repentina aparición de los Dioses
Dragón; y finalmente… el sellado de Dragonia…
- "Un momento...
¿cómo es que puedo recordar todo eso si se supone que los recuerdos que
Gaby y yo hicimos desde que llegamos allá debieron borrarse?" – se
preguntó extrañado. Luego se rió – "Hmph, parece que sus borradores de
memoria no son tan eficaces como pensábamos…" –
Sin embargo, luego
recordó con terror la imagen de su hermana siendo absorbida por el
vórtice y se giró a un lado aarmado. La vió completamente tapada por las
sábanas de la cama y luego de quitar las que la ocultaban de la vista,
vió que vestía una bata para dormir rosa y estaba dormida, pero ya a
punto de despertarse…
- "Que alivio…" – dijo suspirando suavemente – "Al menos ella se encuentra bien…" –
Gabriela
se despertó aterrorizada, como si hubiese estado teniendo una
pesadilla. Luego vió a su hermano y lo abrazó – "Gerar, estaba muy
asustada… Pensé que desaparecería dentro de ese remolino…" –
- "¿O sea que tu también recuerdas todo lo que pasó?" – se preguntó Gerardo confundido.
- "¿Tú también?" – respondió Gabriela asombrada – "¿No que nos iban a borrar todos esos recuerdos?" –
-
"Lo mismo dije cuando desperté… parece que no hicieron un buen trabajo
con nosotros…" – dijo él sonriendo. Sin embargo, al momento siguiente se
le cayó el alma a los pies cuando notó que sí había olvidado algo –
"No… si olvidé algo… ya no recuerdo como se hablaban los dos tipos de
Dragoniano, ni como se veían sus glifos…" –
- "¿Eh?" – Gabriela se
dió cuenta de que tampoco podía recordarlas. Acto seguido trató de
concentrarse para recordar la canción que había usado hasta ahora para
usar su magia Healing Light, pero no lo logró… Las palabras que hilaban
esa canción habían desaparecido completamente de su mente… - "Yo
tampoco… ya no puedo usar mi canción de curación…" –
Luego miraron
el reloj que estaba en la pared… eran las 5:30 am: el sol ya estaba por
salir y ambos tenían que empezar a alistarse para la escuela.
Con
un gran sentimiento de tristeza y pesar, no solo por haber perdido toda
conexión que tenían con el mundo de Inuyasha y Dragonia, sino también
por saber que habían fallado en la misión que les había sido
encomendada, ambos hicieron turnos para entrar al baño y ponerse sus
uniformes.
¿Qué estarían haciendo ahora Inuyasha, Kagome y los
demás? ¿Recordarían algo de lo que había pasado, o sus recuerdos habrían
sido borrados realmente? ¿Y que les habría sucedido a Miko y Yasha?
¿Estarían bien en un mundo totalmente desconocido para todos ellos?
Al
cabo de un rato, su madre fue a despertarlos y cual no fue su sorpresa
al ver que ya estaban vestidos y todo. Sólo se saludaron con un buenos
días los unos a los otros.
- "Vaya, es raro verlos a ambos
despiertos tan temprano; y arreglados y listos además" – dijo mientras
les sonreía – "Está bien, iré a prepararles el desayuno" –
- "De acuerdo, iremos en un momento" – dijo Gerardo mientras veía la figura de su madre saliendo hacia la cocina.
Al
cabo de un rato, trajo un plato con dos grandes sándwiches de jamón.
Luego les trajo una jarra de vidrio llena de agua y dos vasos también de
vidrio. Cada uno se sirvió y empezaron a comer en silencio.
Después
de que hubieron terminado y se hubieron lavado los dientes, los tres se
subieron al auto de la madre de Gerardo y Gabriela; y partieron rumbo a
sus respectivas escuelas.
- "Por cierto, ¿sucede algo?" – preguntó su madre – "He notado que se ven algo decaídos desde que despertaron hoy" –
- "No, no es nada mamá" – dijo Gerardo mientras forzaba una sonrisa.
- "Si, estamos bien, mami" – dijo Gaby – "¿Y no hemos tenido visitas en estos días?" –
Gerardo
se asombró al escucharle preguntar eso, pero supuso que sería una buena
forma de saber si a ella también le habría afectado el borrado de
memoria.
- "Hmm… déjenme ver…" – dijo ella – "No, realmente no hemos tenido visitas desde el mes pasado" –
-
"¿Y no sucedió nada inusual durante la fiesta?" – preguntó Gerardo
tratando de ocultar la angustia que esa respuesta le provocó.
-
"No, solo fuimos allá, ustedes salieron a ver las estrellas y luego
regresamos a casa" – dijo ella tranquilamente – "Realmente no hubo nada
fuera de lo común" –
Ambos hermanos se quedaron abismados ante esa respuesta e intentaron disimular su reacción lo mejor que pudieron.
Primero
dejaron a Gabriela en su escuela, que les quedaba a menos de dos
manzanas de la casa; y luego fue el turno de Gerardo, cuya escuela
estaba a cuatro manzanas.
Como ya estaba acostumbrado a los viajes
y a los continuos enfrentamientos con los monstruos, se le hizo un
tedio horrible volver al aula de clases.
- 'Detesto los números; y
tengo que seguir calándome inglés a pesar de que ya puedo leer y
escribir decentemente en ese idioma…" – pensó con amargura – 'Si tan
solo pudiese haber continuado aprendiendo las cosas de Dragonia que
Feltes me estaba enseñado… Bueno, al menos podré ver de nuevo a Henry y
Roger cuando sea hora del receso… Necesito saber si al menos ellos…' –
Cuando
por fin la primera larga hora y media llegó a su final y sonó la
campana del colegio anunciando la hora del receso, él fue el primero que
salió del aula de clases. Luego se quedó en el pasillo que daba a las
aulas donde sus dos amigos estudiaban para esperar a que salieran.
- "Muy bien, solo será cuestión de esperar un poco" – dijo con entusiasmo.
Al
poco rato aparecieron sus dos amigos; y al verlo, lo saludaron con las
manos. Se apartaron de la multitud de alumnos ansiosos que iban a
desayunar y se sentaron en un banco del patio a conversar.
- "Oye,
viejo, ¿Cómo está todo?" – le preguntó Henry cuando por fin comenzaron a
hablar – "Deberíamos ir pensando en cuadrar otra reunión, ya que
tenemos tiempo que no hacemos una" –
- "Una en mi casa estaría
bien, ya que como sigo siendo el único de nosotros con un PS2, tengo
todavía algunas cosas nuevas que mostrarles" – dijo Roger con
entusiasmo.
- "Ah claro, a seguir presumiendo de .hack" – le dijo
Henry mientras se reía – "Bueno, al menos yo también tendré uno dentro
de poco" –
- "Hehe, yo también tengo planes de comprarme uno en
algún momento" – dijo Gerardo. Aunque estar con Kagome y los demás había
sido agradable, extrañaba estos momentos en compañía de sus amigos,
solamente charlando sin tener que hacer planes para buscar algo o
derrotar enemigos fuera de hacerlo en los videojuegos. Sin embargo,
estos pensamientos lo forzaron a hacer una pregunta sin pensarlo – "Por
cierto, ¿no han tenido encuentros extraños o algo por el estilo estos
últimos días?" –
- "Hmm, ¿a qué te refieres exactamente?" – le preguntó Roger extrañado.
- "Sí, sé que Gisely puede ser algo extraña en ocasiones, pero no es realmente mala" – se rió Henry.
- "Entonces, ¿no ha sucedido nada inusual?" – preguntó tratando de ocultar la desesperación que estaba sintiendo.
-
"No, realmente no ha sucedido nada" – dijo Henry extrañado al ver como
Gerardo estaba actuando – "¿Te sucede algo? Te estas comportando algo
raro el día de hoy" –
- "Es solo que… bueno…" – trató de buscar la
forma más apropiada de explicar lo que estaba sintiendo sin que
pareciera un loco – "Tuve un sueño en el que me encontraba con varios
personajes de anime… y ustedes me habían comentado que habían conocido a
uno también… se veía tan real que pensaba que debía preguntarles para
ver si había sido un sueño o había sido real…" –
- "Hmm, ya veo…" – dijo Henry – "Pero como puedes ver, sólo fue un sueño" –
- "Y a todas estas, ¿qué personaje soñaste que conocimos?" – preguntó Roger intrigado al escuchar eso.
-
"A Inuyasha…" – les dijo Gerardo de inmediato. Al escuchar eso, a ambos
pareció darles dolor de cabeza, pero desapareció a los pocos segundos –
"¿Están bien? ¿Necesitan una aspirina o algo?" –
- "No estamos
bien…" – le dijo Henry como para que no se preocupara – "Es solo que
cuando dijiste eso, sentí como si intentara recordar algo, pero no
pudiera" –
- "¿Tú también?" – le preguntó Roger – "Hmm, esto si que es raro" –
-
"De acuerdo..." – Gerardo se levantó del banco – "Bueno, seguiremos
hablando en el próximo receso, ya que quisiera estar solo por un rato…
Tengo algunas cosas en las que debo pensar…" –
Luego se fue
corriendo; y cuando estuvo lejos del alcance de las miradas de sus
amigos, tomó el camino que llevaba a las escaleras que daban hacia el
techo de la escuela. Cayó de rodillas cuando se acercaba al centro de la
azotea y se quedó mirando el cielo mientras las lágrimas comenzaban a
llenar sus ojos…
- "Maldición… ¡Maldita sea!" – gritó con rabia y
desesperación. Aunque recordaba los nombres de los Dioses Dragón, ya no
sabía que significan como palabras en Dragoniano y empezó a
pronunciarlos con rabia – "Illyusea… Iadlast… Tiarrashe… Phinambrea…
Kiols… Pyrazsyec… ¿¡Por qué demonios tenían que hacer esto!? No les
bastó con quitarnos nuestros poderes y enviarnos de vuelta a aquí… ¿¡si
no que también tuvieron que separar a Kagome e Inuyasha de Miko y Yasha;
y hacer que todos exceptuando Gabriela y yo perdieran sus recuerdos de
todo esto!? Que cruel... No es justo… no es… justo" –
Luego
cayó al suelo, golpeándolo con furia mientras empezaba a derramar
lágrimas de tristeza. Nunca se había sentido tan inútil e impotente como
en ese momento. Sin embargo, en ese momento, apareció una niña idéntica
a Gabriela, llevando ropas muy similares a las que ella había llevado
en el mundo de Inuyasha, aunque con algunas diferencias: en vez de una
hakama, llevaba una falda que tenía arcos dorados en sus bordes, no
tenía las cuerdas que servían para cerrar las mangas, llevaba un obi
blanco y plateado en la cintura y tenía en sus pies zapatillas blancas y
mallas blancas en vez de tabi y zouri.
- "No puede ser… ¿Gaby?" –
dijo mientras se secaba las lágrimas. Cuando se acercó a ella, vio que
no era sólida... Era como una proyección o un holograma… Sin embargo,
ella le habló.
- "Jiji, no soy ella. Sin embargo, te he traído un
mensaje de tu hermana" – dijo ella mientras se reía del mismo modo que
Gabriela solía hacerlo – "Te dice que sus amigos tampoco le creen nada
de lo que dice; y que se siente muy triste y sola por esto. Pero también
te dice que no te rindas a la tristeza y desesperación" –
- "¿Quién eres y por qué me dices esto?" – le preguntó extrañado.
-
"Podríamos decir que soy lo último que verás de Dragonia por ahora" –
le dijo la niña entre risitas – "Pero descuida… en algún momento esa
puerta volverá a abrirse… tú y tu hermana son los elegidos; y eso
significa que en algún momento volverán a cruzar la barrera que separa
los mundos, sin importar que clase de alegría o dolor les espere al otro
lado. Así que... Hasta que nos volvamos a ver… Gerar…" –
-
"¡Espera!" – la niña fantasmal brilló por unos instantes y desapareció.
Sin embargo, Gerardo continuó pensando en sus palabras… son los
elegidos… y en algún momento el portal que conectaba los mundos les
daría la bienvenida de nuevo…
- "Tantos encuentros como memorias…
historias que se conectan entre sí… mundos conectados más allá de la
luz… supongo que esta es la verdadera magia que todos presenciamos…" –
dijo mientras miraba al cielo más animado. Luego, extendió su mano, como
si intentase alcanzar a los amigos que había dejado en el otro mundo, y
sintió como si hubiese visto sus caras transparentes sobre el cielo
azul que tenía encima – "Sí… les juro que nos volveremos a encontrar
algún día… y completaremos esa misión que nos quedó pendiente… pero
hasta entonces… por favor cuídense mucho, Kagome, Inuyasha, Miko, Yasha,
Miroku, Sango y Shippou… Nosotros haremos lo mismo aquí..." -
Poco
después de que Kouin hubo terminado de darles tratamiento con su magia,
la mayor parte del grupo tuvo sus ojos de vuelta a su estado normal y
empezaron a parpadear, confundidos por el repentino cambio de oscuridad
casi absoluta a la luz filtrada por la puerta y las ventanas del recinto
abandonado.
Gerardo de inmediato abrazó a Gabriela, la cual se
apartó de él con una expresión aterrada. Sango y Miroku se abrazaron el
uno al otro murmurando algunas cosas incomprensibles justo antes de que
Shippou se les abalanzase chillando encima. Miko se acercó a Yasha, pero
Yasha solo se apartó de ella y de los demás con temor. Sin embargo,
cuando notaron quien estaba con ellos, de inmediato dejaron sus
reacciones iniciales y desenvainaron sus armas.
- "¡Tú!" – gritó
Gerardo mientras se acercaba a Kouin con Ryuuga desenvainada y Fuuinryuu
en su mano izquierda – "¿¡Qué haces aquí!?" –
- "Hmm, me esperaba una reacción menos agresiva," – suspiró Kouin – "Al fin y al cabo, soy quien acaba de salvar sus vidas" –
- "¿¡Qué!?" – gritaron todos espantados.
-
"Así es, yo fui quien los rescató de ese horrible espejo" – dijo
mientras señalaba hacia los restos del Espejo de las Tiniblas, el cual
ahora se había roto por completo. Todos se le quedaron viendo con la
boca abierta.
- "Entonces, ¿qué fue todo eso que vimos mientras
estuvimos dentro?" – preguntó Miroku mientras revisaba que su Kazaana
aún estuviera como antes; y asombrado de verse a sí mismo y a los demás a
salvo.
Los demás reaccionaron de forma parecida, mientras que
Yasha miraba confundido a los otros: no parecían tan malos en
comparación a como habían actuado dentro del espejo, y Miko se examinaba
a sí misma y notaba que su apariencia y su ropa habían vuelto a sus
aspectos usuales.
- "Todo lo que vieron, oyeron, tocaron y
sintieron dentro de ese lugar fue una mera ilusión" – explicó Kouin
mirando al espejo con tristeza mientras los demás se miraban entre sí
con cierta vergüenza – "Ese artefacto es conocido como el Espejo de las
Tinieblas; y después de atrapar a sus víctimas, las azota
implacablemente con sus peores pesadillas y temores hasta el punto en
que destruye completamente sus espíritus y sus mentes. Y no hay
posibilidad de escape: el espejo también es capaz de percibir las
esperanzas de aquellos a quienes tiene atrapados y transmutarlas en más
desesperación" –
- "Pero entonces… ¿Cómo nos sacaste de allí; y
por qué?" – preguntó Miko cerrando una mano en un puño y posándolo sobre
su pecho. Creía que Kouin no podía ser tan malo, pero aún no confiaba
en él del todo.
- "Por ahora no creo que sea prudente explicarlo,
pequeña," – dijo Kouin mientras se agachaba para que sus rostros
estuvieran a la misma altura; y luego se volteaba a mirar a Kagome e
Inuyasha – "Desafortunadamente, parece que dos de sus amigos quedaron en
muy malas condiciones por haber pasado por esto" -
En efecto,
Kagome e Inuyasha aún seguían en el estado en el que todos estaban
cuando habían sido sacados del espejo por Kouin, a pesar de que él ya
había usado la misma magia que había aplicado a los demás para sacarlos
de eso. Al parecer no había surtido ningún efecto, ya que ellos seguían
temblando mientras las joyas de sus medallones titilaban de forma
extraña.
- "¿Qué les sucede?" – preguntó Gabriela mientras ella y
los demás corrían a examinarlos. Shippou y Sango trataron de mover sus
manos frente a sus ojos y llamarmlos, pero no sirvió de nada: no hubo
ninguna reacción.
- "Parece que sus mentes están al borde del
colapso" – explicó Kouin tristemente – "Ellos ya estaban en una
situación delicada porque todavía no han terminado de acostumbrarse a
tener solo una mitad de sus respectivas almas y me temo que esto ha
causado un grave daño a sus mentes. Esto esta más allá de mis
habilidades de sanación…" –
- Oh no…" – dijo Sango mordiéndose el labio – "¿Y no podemos hacer nada por ellos?" –
-
"Probablemente, los medallones también sean la clave en esto…" – dijo
Miroku señalando a las gemas de los medallones, las cuales continuaban
titilando.
- "Pero, ¿cómo?" – preguntó Yasha, que había estado muy
callado desde que habían salido del espejo – "Regresar a ellos ahora no
servirá de nada, y ya estamos separados de ellos…" –
- "Aún hay
una función que no hemos probado…" – dijo Gerardo mirando los
medallones. Los demás se dieron cuenta de a qué se refería cuando
recordaron que posiciones tenían.
- "¿Tendremos que sellar sus
memorias?" – preguntó Miko volteándose en dirección a Kouin cuando cayó
en cuenta de que tendrían que hacer para salvarlos.
- "Eso me
temo," – dijo Kouin levantándose y mirando al grupo con seriedad – "El
sellado de memoria actúa como un mecanismo de preservación para evitar
que sus mentes se destruyan por haber recibido un shock intolerable; así
que será necesario que los dejen así por al menos un día para que
puedan recuperarse" –
- "No quería que algo como esto pasara…" –
dijo Yasha negando con la cabeza mientras su mirada caía hasta el piso,
ya que se sentía culpable por la broma que había dicho cuando se habían
encontrado con Kaede unas horas antes. Miko le puso una mano en el
hombro y le sonrió.
- "No es culpa tuya. No sabíamos que Tenebross tuviera por ahí una trampa tan horrible" - dijo ella con una voz tranquilizadora.
-
"Bueno, creo que realmente no tenemos otra alternativa…" – dijo Miroku
caminando hacia Inuyasha, pero Shippou saltó a su hombro y lo detuvo.
-
"Miroku, ¿no deberíamos dejarles a Yasha y Miko que hagan esto?" – le
preguntó mientras les dedicaba un gesto con la cabeza – "A final de
cuentas, ellos son los más cercanos a Kagome e Inuyasha, si tú me
entiendes" –
- "Está bien, lo haremos nosotros" – dijo Yasha
mientras se acercaba a Inuyasha y sujetaba la aguja de rubí de su
medallón con su mano – "Nii-san, por favor, recúperate pronto…" –
- "Onee-san… por favor… no me dejes de nuevo…" – dijo Miko mientras miraba la expresión ausente de Kagome con una gran tristeza.
Luego
ella y Yasha se miraron a los ojos, se asintieron el uno al otro; y
cambiaron la posición de los medallones de sus contrapartes a "Sellado".
Al instante siguiente, Inuyasha y Kagome cerraron los ojos y cayeron
inconscientes en los brazos de sus contrapartes más jóvenes. Las joyas
de los medallones dejaron de titilar y empezaron a llenarse de luz, como
si tuvieran una especie de medidor dentro.
- "Muy bien, con esto
será suficiente," – les dijo Kouin – "Será buena idea que busquen un
lugar para permitirles que descansen. También debo decirles que mientras
sus memorias permanezcan selladas, lo cual será hasta que las joyas de
sus medallones se hayan llenado de luz, deberán tratarlos del mismo modo
que a una persona que bebió el Agua del Reinicio" –
- "Adivino:
porque si no enloquecerán ya que sus memorias reales están
'desconectadas', a falta de una mejor manera de decirlo" – dijo Gerardo
mientras los miraba.
- "Exacto. Sin embargo, ya verán por ustedes
mismos que sucederá cuando despierten" – dijo Kouin misteriosamente – "Y
si les parece bien, quisiera acompañarlos de ahora en adelante"
-
"¿Eh?" – preguntó Gabriela retrocediendo con la sorpresa impresa en el
rostro mientras Miroku cargaba a Inuyasha sobre su espalda y Sango hacia
los mismo con Kagome – "¿Y eso?" –
- "Lo mismo nos estamos
preguntando todos aquí" – dijo Yasha mientras lo miraba con una ceja
levantada – "¿Por qué razón vas a unirte a nosotros si eres un sirviente
de Tenebross?" –
- "Tengo mis propias razones, las cuales
explicaré tan pronto como sus amigos se hayan recuperado" – dijo Kouin
con firmeza – "Lamento esto, pero no me gusta repetir las explicaciones y
quisiera decirlas una sola vez" –
- "Al menos no parece que
quiera tendernos una trampa ni nada" – dijo Miko mientras miraba a Kouin
con sus manos entrelazadas detrás de sí misma mientras los demás
guardaban sus armas.
- "En ese caso, de acuerdo, puedes venir" –
le dijo Gerardo con los brazos cruzados después de que había regresado a
Ryuuga y Fuuinryuu a su obi – "Pero tendremos que eliminarte si
intentas cualquier cosa rara. ¿Queda eso claro?" –
- "Entendido" –
asintió Kouin – "Al fin y al cabo, no puedo pedirles que confíen en mí
después de lo que hice durante nuestro primer encuentro" –
-
"Aunque es gracias a eso que estamos aquí ahora, Kouin-san" – le sonrió
Miko. Kouin parpadeó un par de veces sorprendido, y luego le devolvió la
sonrisa.
Salieron del templo y retomaron la senda hasta la aldea.
Cuando al fin llegaron, fueron hasta la cabaña de Kaede y dejaron a
Inuyasha y a Kagome recostados en dos futon separados mientras esperaban
a que reaccionaran. Por su parte, Kaede estaba en las afueras de la
aldea recolectando hierbas medicinales, de modo que no se encontraron
con ella.
- "Esto me recuerda a cuando trajimos a Kagome y a
Inuyasha aquí después de que bebieron el Agua del Reinicio por primera
vez" – dijo Sango con cierta nostalgia en su voz.
- "Cierto, es
muy similar a lo que sucedió esa vez," – dijo Miroku pensativamente –
"Aunque en ese entonces no nos habíamos conseguido un nuevos aliados ni
imaginabamos que eso fuese a traer tantas novedades a nuestro mundo" –
- "Igual es extraño que haya pasado algo como eso de nuevo" – dijo Yasha de brazos cruzados.
En
ese momento, Kagome e Inuyasha comenzaron a reaccionar y se levantaron
al mismo tiempo. Sin embargo, lejos de tener la reacción que tuvieron
cuando se despertaron por primera vez después de haber bebido el agua,
solo se incorporaron y les sonrieron a los demás.
- "Hola,
Sango-nee, Houshi-sama" – dijo Kagome alegremente mientras ella e
Inuyasha soltaba pequeños bostezos y se estiraban. Parecía que ella e
Inuyasha simplemente se hubiesen despertado de una pequeña siesta.
- "¿Te encuentras bien?" – le preguntó Miroku con una cara de preocupación.
- "Por supuesto, ¿por qué no lo estaría?" – dijo Kagome.
-
"Onee-san, estaba muy preocupada por ti…" – le dijo Miko mientras
caminaba hacia ella y le mostraba una pequeña sonrisa de alivio.
- "¿Huh? Miko, ¿por qué me dices así?" – dijo Kagome ladeando la cabeza – "Si somos gemelas…" –
-
"¿Qué?" – dijo Yasha con extrañeza al oír eso, mientras que Miko se
quedó con la boca abierta y no pudo responder. Los demás se miraron los
unos a los otros confundidos y espantados.
- "Yasha, ¿sucede
algo?" – dijo Inuyasha mientras se levantaba e iba hacia él – "¡No me
dirás que te distrajiste y te diste un golpe en la cabeza o algo,
hermanito!" –
Todos continuaron mirándose los unos a los otros confundidos mientras Kouin reía en silencio.
-
"Pero vamos, ¿qué les sucede a todos ustedes hoy?" – preguntó Kagome
con voz entretenido. Luego soltó unas risitas, pensando estaban
intentando jugares una broma – "¡Hasta Gerar-nii y Gaby-nee están
actuando raro!" –
- "¿¡Qué!?" – dijeron Gerardo y Gabriela al
unísono, pensando que la situación sólo se ponía más rara con cada
minuto que pasaba.
- "Keh, ni modo. Mejor dejamos que sigan con su
broma, Kagome" – le dijo Inuyasha dando un resoplido – "¡Vámonos a
jugar de una vez, antes de que Kaede-obaasan vuelva y nos ponga a
entrenar de nuevo!" –
- "Miko, Yasha…" – dijo Kagome mientras se
volteaba hacia ellos con una gran sonrisa en el rostro – "¿Quieren venir
con nosotros?" –
Miko y Yasha se miraron el uno al otro sin saber que hacer; y en ese momento Miroku decidió intervenir:
-
"Ellos irán en un momento" – les dijo amablemente – "Por ahora,
necesitamos decirles algo importante. Después podrán salir a jugar con
ustedes" –
- "¡De acuerdo!" – sonrieron ambos; y después de que Kagome se hubo puesto sus zouri, salieron corriendo de la cabaña.
-
"Muy bien, Kouin" – dijo Gerardo después de que se hubieron alejado lo
suficiente como para que no pudieran oírlos – "¿Podrías explicarnos que
sucedió aquí?" –
- "Fue tan extraño… parecía en parte que tuvieran sus memorias y en parte como si no las tuvieran…" – dijo Gabriela extrañada.
-
"Es algo parecido" – explicó Kouin – "Cuando usan la función de sellado
del medallón, este crea un grupo básico de recuerdos basados en la
identidad y personalidad de esa persona; además de crearles un pequeño
trasfondo e historia personal para ahorrarles los problemas a sus
cuidadores de tener que inventar una" –
- "En otras palabras…" – empezó Miko con una mano sobre su boca, pero Yasha le puso una mano en el hombro:
-
"Será mejor que se los preguntemos directamente luego" – le dijo
mientras le sonreía – "No creo que sea bueno que saquemos conjeturas y
actuemos diferente de como ellos esperan que seamos" –
Miko sólo sonrió y asintió por respuesta.
- "Y hablando de eso," – empezó Sango mientras les sonreía – "¿Porque no van a jugar con ellos?" –
- "¿Huh?" – se extrañaron ambos al oír eso.
-
"Sango tiene razón" – dijo Miroku mientras asentía – "Hasta ahora han
tenido que actuar más como adultos que como niños debido a todas las
batallas y peligros que hemos vivido hasta ahora. No está demás que
jueguen hasta que ellos dos se recuperen, en especial después de los
horrores que acabamos de atestiguar" –
- "Gerar, ¿está bien si voy a jugar también con ellos?" – dijo Gabriela rebosante de alegría.
-
"Por mi perfecto" – le dijo Gerardo mientras le acariciaba suavemente
la cabeza – "Además, como también has luchado tan duro, te lo mereces,
hermanita" –
- "Y yo también" – canturreó Shippou mientras salía
tras Kagome e Inuyasha. Pensaba para sus adentros que esto le daba una
segunda oportunidad con Kagome; y no la iba a echar a perder de nuevo.
-
"Nosotros usaremos la tarde para descansar y le diremos a Kaede-sama
sobre todo esto para ponerla al corriente" – dijo Sango mientras dejaba
sus armas en un rincón de la cabaña.
- "Yo creo que me quedaré
aquí a conversar con Kouin, que hay algunas cosas que quiero
preguntarle" – dijo Gerardo mientras se sentaba de nuevo – "Del mismo
modo, Gaby... Quiero que me sirvas de ojos y oídos mientras estás allá
afuera para asegurarnos de que no pase nada malo" –
- "¡Muy bien!" – dijo Gabriela canturreando mientras ella, Miko y Yasha salían de la cabaña.
Al
poco rato se encontraron con Kagome e Inuyasha, los cuales al parecer
se habían quedado esperándolos bajo un árbol cerca del río.
- "Que
extraño…" – dijo Miko observando el árbol mientras se acercaban – "Este
es el mismo árbol bajo el que solíamos encontrarnos antes" –
- "Es cierto…" – dijo Yasha con extrañeza – "Parece que este lugar se ha vuelto muy importante para nosotros cuatro" –
En cuanto los vieron, Inuyasha y Kagome los saludaron y corrieron a recibirlos:
-
"¡Miko, Yasha, Gaby-nee!" – dijo Kagome tan pronto como estuvieron
cerca de ellos – "¡Por fin! ¡Pensábamos que no iban a venir nunca!" –
-
"Keh, ¿y qué fue eso que Houshi-sama quería decirles?" – preguntó
Inuyasha cruzándose de brazos – "Que eso nos hizo perder mucho tiempo" –
- "¡Sí! ¡Miroku es todo un especialista en hacernos perder el tiempo!" – refunfuñó Shippou.
-
"Solamente algunas cosas respecto al entrenamiento que nos van a dar" –
dijo Yasha rápidamente para evitar que sospecharan algo.
- "Sí…
Kaede-obaasan nos va a dar lecciones de arquería más tarde a Kagome y a
mí…" – dijo Miko entrelazando sus manos enfrente de sí – "Mientras que
Yasha e Inuyasha tendrán algunos ejercicios de esgrima y Gaby-nee nos
contará algunas historias de sus viajes con Gerar-nii" –
- "Jiji,
espero que les gusten cuando las escuchen" – dijo Gabriela sonriendo,
pensando que no sería muy difícil que alterara un poco el recuento de
sus aventuras recientes para contárselas como historias – "Bueno, ¿vamos
a jugar ahora o qué?" –
- "¡Sí!" – dijeron mientras salían
corriendo hacía una explanada cercana. Una vez allí, Miko sacó una
pelota del Dragtemn que compartía con Kagome y se la lanzó a Yasha.
-
"Por cierto, Kagome-chan," – le dijo Gabriela mientras continuaban
jugando a pasarse la pelota – "¿Puedes contarme como llegaron hasta
aquí? Se me han olvidado algunas cosas" –
- "¿Huh?" – dijo Kagome
ladeando la cabeza mientras recibía la pelota de las manos de Yasha y se
la lanzaba a Miko – "Está bien, aunque Miko también podría contártelo,
Gabry-nee" –
- "Hehe, creo que sería mejor que lo cuentes tú…" –
dijo Miko mientras pensaba para sus adentros que realmente no sabía que
clase de memorias tendría Kagome ahora: el vínculo que ambas usaban para
compartir recuerdos estaba cerrado en ese momento, al igual que el de
Yasha con Inuyasha. Luego le lanzó la pelota a Gabriela.
- "Oh…
está bien" – dijo Kagome mientras tomaba aliento – "Miko y yo somos
hermanas gemelas y ambas nacimos en una tierra más o menos apartada de
aquí. Hace unos meses, nuestros familiares nos enviaron aquí con nuestra
tutora, Kaede-obaasan, para que aprendiésemos como ser mikos, y aquí
fue donde los conocimos a todos ustedes: a Houshi-sama, a Sango-nee, a
Shippou, a Yasha, a Inuyasha, a Gerar-nii y a ti, Gaby-nee" –
-
"Con nosotros fue similar," – dijo Inuyasha mientras atrapaba la pelota
que Gabriela le acababa de lanzar y se la lanzaba a Kagome con una
sonrisa – "Después de que murió nuestra madre, Yasha y yo deambulamos
por mucho tiempo, huyendo de humanos y youkai, hasta que conseguimos
este lugar en donde Kaede-obaasan nos dió un hogar aquí. Ella y
Totosai-sensei han sido amigos por mucho tiempo, así que ellos nos
entregaron las espadas de nuestro padre y aquí también hicimos nuestros
primeros amigos humanos" –
- "Hehe, si que hemos pasado por mucho,
¿no, Inuyasha?" – preguntó Yasha algo sorprendido por las historias que
los medallones habían hecho para ellos.
- "Sí, así es, Yasha" –
le dijo Inuyasha sonriente – "Pero al menos me alegra que tengamos
amigos y gente que cuide de nosotros ahora" –
- "Extraño un poco a mi familia, ¡pero me alegro que aquí tengamos amigos tan buenos como ustedes!" – sonrió Kagome.
-
"Yo también, onee… digo, Kagome" – se corrigió Miko al último segundo.
Todavía no había logrado perder la costumbre de llamar 'Onee-san' a
Kagome.
- "Por cierto, Kagome," – dijo Shippou repentinamente
fingiendo timidez luego de que habían parado de jugar por un rato para
descansar – "Tengo un regalo para ti" –
- "Espero que no sea una
corona de flores, Shippou" – le recriminó Miko. En efecto, eso era lo
que Shippou tenía preparado para darle.
- "Vamos, Miko, no seas
tan dura con él" – le dijo Kagome con voz tranquilizadora – "Sé que en
una ocasión se portó mal con Yasha e Inuyasha, pero está arrepentido por
eso" –
- "¡Sí si!" – exclamó Shippou al ver como Kagome lo estaba defendiendo – "¡De verdad estoy muy arrepentido por eso que dije!" –
-
"De acuerdo" – suspiró Miko con cierta exasperación al ver como Kagome
aceptaba la corona de flores y se la ponía en la cabeza.
- "¡Se te ve muy bien!" – le dijo Shippou, a lo que Inuyasha asintió.
- "Si… te ves más guapa…" – dijo mientras la cara se le ponía roja.
-
"¡Gracias!" – dijo mientras iba y le daba un abrazo a ambos. Yasha,
Miko y Gabriela se quedaron todos con la boca abierta al ver esto.
-
"Pero Shippou" – le dijo Kagome después de que se habían separado y
continuaban el juego – "Seguimos siendo solo amigos. No quiero que
malentiendas las cosas" –
- "Ugh…" – gruñó Shippou mientras sentía como el suelo a su alrededor se hundía – "Está bien, entiendo…" –
Los
demás solo se rieron al ver como se amargaba y poco después decidieron
continuar jugando. Kagome se quitó la corona de flores y la guardó en el
Dragtemn que llevaba Miko para que no se dañara. Al rato siguiente,
Gabriela se aburrió de que solo estuviesen pasándose la pelota, así que
les mostró como jugar voleibol:
- "Es así," – dijo mientras
arrojaba la pelota sobre su cabeza y la golpeaba en dirección a Miko con
las puntas de sus dedos – "Luego la golpean los que estén del otro
lado; y quien logre hacerla golpear en el lado del otro equipo sin que
ellos puedan devolverla gana un punto" –
- "¡Suena muy divertido,
Gaby-nee!" – dijo Kagome mientras Miko la golpeaba en dirección a Yasha –
"¡Esos juegos que inventan en el sitio de donde vienes son cosas que
nunca antes había visto!" -
- 'En realidad sí los conoce, pero no
lo recuerda' – pensó Miko mientras se reía para sus adentros – 'Hehe,
creo que los demás pensaban eso mismo de mí antes de que nuestro vínculo
se formase' –
Se pusieron a jugar de modo que Gabriela, Miko y
Kagome formaron equipo, mientras que Shippou, Yasha e Inuyasha estaban
del otro lado.
- "Entonces, Gaby-nee" – dijo Inuyasha mientras le
devolvía un saque a Kagome – "¿Cómo han sido sus últimos viajes? ¿Qué
cosas han visto? ¿Qué criaturas malvadas han vencido?" –
- "Jiji,
bueno," – dijo mientras empezaba a rememorar algunos de los
acontecimientos recientes y comenzaba a relatarlos con una sonrisa –
"Entre otras cosas entramos a un volcán, derrotamos a un monstruo hecho
de fuego e hicimos que una pareja que no paraba de pelearse se casase" –
-
"¡Wow! ¡Increíble!" – dijo Kagome mientras hacía rebotar la pelota en
dirección a Miko y ella la lanzaba en dirección a los otros tres – "¿Y
consiguieron algo más de las cosas que estaban buscando? ¿Los Fragmentos
Oscuros o algo así?" –
- "Kagome, se llaman Fragmentos de
Sombras" – dijo Miko extrañada ante el hecho de que Kagome hubiese
recordado mal el nombre – "Y si supuestamente consiguieron muchos y
están muy cerca de completar el cristal" –
- "¡Felicidades!" – le
dijo Inuyasha mientras que Yasha le pasaba la pelota para que él la
lanzara de vuelta hacia Kagome y Miko – "¡Sí que han hecho mucho!" –
- "Jiji, quisiera que así fuese, pero aún nos falta mucho para poder terminar con esto" – dijo Gabriela con cierta humildad.
-
"Y aún tienen que pelear con Tenebross, ¿verdad?" – preguntó Yasha,
algo más aliviado porque aparentemente no tendrían mantener todas las
conversaciones en secreto para evitar que algo malo les sucediese a
Kagome e Inuyasha.
- "Sí, pero como es tan cobarde, no creo que sea tarea fácil hallarlo…" – dijo Gabriela poniendo una cara seria.
-
"¿Por qué dices eso?" – dijo Inuyasha, pero pagó caro su momento de
distracción porque no pudo devolver el lanzamiento que Gabriela acababa
de hacer – "¡Rayos!" –
- "Muy bien, ¡un punto para nosotras!" –
anunció Gabriela alegremente – "Y eso lo dije porque así es. Ya tenemos
rato buscándolo y solo apareció un par de veces ante Gerar y yo" –
-
"Y probablemente cueste aún más trabajo localizarlo ahora…" – dijo
Yasha pensativamente mientras todos volvían a arreglarse para continuar
con el juego.
- "No seas tan pesimista, Yasha" – le dijo Kagome
desde el otro lado del prado que estaban usando como campo de juego –
"Estoy segura de que podrán hacerlo, del mismo modo que Houshi-sama y
Sango-nee siguen con su búsqueda de la Perla de Shikon…" –
-
"¿Aunque no te parece un poco extraño que te hayan dejado ese fragmento a
ti, Kagome?" – preguntó Inuyasha algo desconcertado mientras Shippou
lanzaba el siguiente saque.
- "No mucho," – dijo ella encogiéndose
de hombros mientras Miko recibía el saque y se preparaba para
devolverlo – "De todos modos es un recuerdo que me trajeron de sus
viajes; y si sucede algo, podemos encargarnos nosotros mismos" –
- "En otras palabras, ¿ya saben pelear bien entonces?" – se sorprendió Gabriela al escuchar esas palabras.
-
"No tanto como quisiéramos," – contestó Inuyasha mientras Kagome
recibía el lanzamiento de Yasha – "Pero al menos podemos defendernos de
youkai débiles" –
- 'Hablando de sorpresas…' – pensó Yasha
extrañado mientras Inuyasha le respondía al lanzamiento de Kagome –
'Aunque diría que Miko y yo ya sabemos pelear bastante bien…' –
-
"Solo será cuestión de que sigamos practicando," – dijo Miko alegremente
mientras respondía al lanzamiento de Yasha – "De cualquier modo, sólo
relajémonos y juguemos hoy. ¡Dejemos de preocuparnos por entrenar,
pelear y todo eso!" –
- "¡En eso tienes mucha razón, Miko!" – le
dijo Gabriela con una sonrisa, aunque terminó sonando bastante similar a
su hermano. Al momento siguiente, Inuyasha respondió al lanzamiento y
terminó anotándose un tanto para él y para Yasha.
Continuaron
jugando y riendo un rato más; y el juego terminó cuando los chicos
hubieron anotado tres puntos, con las chicas quedando con dos. Las
chicas les dieron las felicitaciones por su victoria; y después de haber
tomado un pequeño refrigerio que Miko y Gabriela sacaron de sus
Dragtemn, decidieron empezar a jugar a las escondidas.
Por otra
parte, Gerardo y Kouin estaban enfrascados en una conversación que
comparaba la estructura del universo de Dragonia con el de la Tierra.
-
"Y como puedes ver, nuestro universo es conformado por la dualidad de
ondas y partículas emitidos por Kiockse, o el Núcleo del Caos" – explicó
Kouin mientras le mostraba un diagrama hecho con líneas luminosas –
"Esas ondas y partículas se formaron por primera vez en lo que conocemos
como la Canción del Origen; y su flujo por el universo dicta el ritmo
de las melodías de todo lo que existe en el universo, lo cual nosotros
llamamos la Gran Melodía" –
- "Hmm, ya veo" – asintió Gerardo con
una sonrisa – "El universo de Dragonia tiene un gran toque musical, dada
la terminología que utilizan" –
- "Así es" – sonrió Kouin – "Los
Dragonianos le dan gran importancia en su sociedad a la música y al
canto, dado que es su forma más poderosa de utilizar magia; y es lo que
los conecta directamente con el mundo y sus Voluntades creadoras" -
-
"Entiendo. En cambio, mi universo es mucho más técnico: su origen fue
una explosión llamada el Big Bang; y todas las explicaciones son
directas sin ninguna clase de matiz poético o metafórico. Y por lo que
veo, esas partículas y ondas son también lo que forma el planeta de
Dragonia, ¿correcto?" –
- "Si, pero solo una parte de la infinidad
de tipos de ondas y partículas creadas por Kiockse" – explicó Kouin –
"En total, solo 18 tipos de dichas ondas y partículas existen en
Dragonia: seis que le dan origen a los elementos y las Voluntades que
los controlan, tres que no tienen voluntad propia pero son controlados
por las voluntades de los seis anteriores, tres que provienen de entes
externos, uno que es otorgado por Kiockse como unión de todos los
anteriores; dos que son creados por la misma fuerza que Tenebross y yo; y
tres que permean todo el universo y son conocidos como los Elementos de
la Creación" –
- "En otras palabras, cada elemento tiene una onda
o partícula correspondiente" – comentó Gerardo – "Pero, ¿si el Núcleo
del Caos es el que crea y mantiene todo, que es lo que crea y mantiene
la "inexistencia"?" -
- "Ese seria el Núcleo de la Nada" – dijo
Kouin con amargura – "Y no puedo decirte su nombre por ahora, ya que es
parte de lo que voy a explicar cuando tus amigos recuperen sus
recuerdos" –
- "Esta bien, entiendo" – dijo Gerardo – "Y
regresando a la conversación previa... bueno, mi universo tiene una
cantidad teóricamente infinita de partículas y ondas de toda clase de
longitudes y frecuencias, pero no están organizadas del mismo modo que
el universo Dragoniano. Más bien, reciben nombres dependiendo del tamaño
que tengan, de su polaridad eléctrica y su función en el contexto del
microcosmos. Por cierto, ¿que diferencias hay en cuanto a poder o
eficacia cuando los Dragonianos recitan los hechizos o los hilan en una
canción?" –
- "Es bastante simple," - explicó Kouin - "Cuando se
recita, el poder de un hechizo es regular si se usa el Dragoniano Común.
En cambio, cuando se recita usando Dragoniano Ceremonial, el poder se
multiplica por diez debido a que ese idioma permite enviar ondas de
sentimientos más densas y además permite comunicarse directamente con
los Núcleos sin que ellos tengan que reinterpretar esas emociones de
otro idioma o dialecto. Y si a eso le añades usar canciones para
ejecutar los hechizos, el poder se triplica debido a que las melodías y
patrones rítmicos permiten transmitir más emociones en un instante que
el sólo decir las palabras sin ninguna clase de acompañamiento. Otra
diferencia es la velocidad: cantar resulta más complicado porque debes
crear la canción y la letra para ello; y el Dragoniano Ceremonial es más
complicado y lento de pronunciar que el Dragoniano Común" -
- "Hmm, entiendo. Ese mundo y todo lo que tienen en el sí que es interesante" - dijo Gerardo entusiasmado.
-
"La ciencia de tu mundo suena muy interesante también" – se rio Kouin –
"Supongo que te suena aburrida porque ya estas acostumbrado a ella" –
-
"Algo así" – se rio Gerardo – "No seré un especialista en física ni
mecánica cuántica; y le tendré terror a los números, pero el
funcionamiento de mi universo siempre ha sido un punto de gran interés
para mí; y por eso lo he estudiado desde que era pequeño, leyendo libros
de todo tipo" –
- "Hehe, realmente tienes madera de Investigador y
de Erudito" – dijo Kouin mientras hacía desaparecer las luces que había
dibujado – "De hecho, si vivieras en Dragonia, no me sorprendería nada
que ya hubieses recibido una beca de parte de la familia real para
estudiar una de esas carreras" –
- "Adivino, ¿una consiste en
investigación teórica mientras que la otra pone esas teorías en
práctica?" – preguntó Gerardo. Kouin le asintió – "Hmm, realmente suena
como algo a lo que me gustaría dedicarme" –
- "Hehe, realmente
eres similar a una persona de ese mundo" – dijo Kouin con cierta
nostalgia – "Aunque éramos enemigos, de vez en cuando solíamos
encontrarnos para intercambiar información e investigaciones" –
-
"Me imagino que eran enemigos por el hecho de que eres aliado de
Tenebross. Pero, ¿no usaban esas ocasiones para tratar de sacarse
información mutuamente?" – preguntó Gerardo extrañado.
- "No, ya
que hicimos una tregua para eso y acordamos no atacarnos ni espiarnos
mutuamente durante dichas reuniones" – dijo Kouin con seriedad –
"Además, ambos usábamos hechizos especiales para que ni los demonios de
Tenebross ni sus amigos usasen trucos de espionaje ni nada similar" –
-
"Pero ¿por qué no usas nada de eso aquí?" – preguntó Gerardo extrañado –
"Ya que siempre he tenido la desagradable sensación de que nos vigilan"
–
- "Eso se debe a que ese hechizo no funciona en este mundo
debido a interferencia de ondas" – dijo Kouin con amargura – "Además,
Naraku usa un tipo de espionaje cuyos principios aún no entiendo por
completo y por eso no he podido desarrollar un método eficaz para
impedirlo" –
- "Hmm, creo que te refieres al espejo que Kanna
lleva encima" – dijo Gerardo pensativamente – "¿Y que sucedió con esa
persona?" –
- "…Está muerto…" – dijo Kouin con tristeza –
"Desgraciadamente, cayó en una trampa que le puso Tenebross y esto causó
que se corrompiera a si mismo con el poder de las Sombras. Debido a
esto, terminó matando a sus propios amigos, novia y hermana; y cuando
recuperó la cordura y vio la atrocidad que había sido forzado a cometer,
no pudo soportar el dolor y se apuñaló a si mismo con su espada… Y yo
tuve el horror de ver todo eso porque Tenebross se lo mostró a todos sus
monstruos mientras se jactaba de su victoria…" –
- "Santo Dios… que horror…" – dijo Gerardo mirando al suelo, horrorizado de haber escuchado eso.
-
"Lo sé… realmente fue horrible…" – dijo Kouin con tristeza – "Se que
éramos enemigos y estábamos destinados a matarnos el uno al otro en
algún momento, pero no deseaba que las cosas terminasen así…" –
- "Muertes horribles y crueles son pasarse de la raya, ¿no es así?" – preguntó Gerardo.
-
"Exactamente. Si tengo que eliminar a alguien, prefiero hacerlo de un
modo rápido y que no les cause mucho sufrimiento" – dijo Kouin. Gerardo
notó que ambos parecían compartir el mismo código moral – "Ver sufrir a
mis víctimas sólo hace las cosas mucho peores. Y la cara que él tenía
cuando se suicidó es algo que aún me causa pesadillas… de hecho, me
provoca ganas de llorar por la tristeza y horror cada vez que la
recuerdo…" –
Se cubrió el rostro con las manos…
- "Al menos
ya has cambiado de bando; y vas a ayudarnos a evitar que más incidentes
horribles como ese se repitan" – le dijo Gerardo poniéndole una mano en
el hombro – "Mientras esté en nuestro poder, haremos todo lo que sea
posible para detener a Tenebross. Eso lo juro por mi vida" -
Mientras
tanto, Tenebross estaba hecho toda una fiera: había destruido las pocas
decoraciones que habían alrededor y se había puesto agresivo hasta tal
punto que Naraku tuvo que encerrarse en su barrera para no recibir daños
de todos los golpes y ataques que estaba soltando a lo loco.
- "¡MALDITO KOUIN!" – gritó como un desaforado – "¿¡CÓMO PUDISTE TRAICIONARME ASÍ!? ¿¡CÓMO!?" –
-
"Hmm, por lo que veo el que una de tus criaturas te haya traicionado te
afectó profundamente" – se burló Naraku – "Si alguna de las mías lo
hubiese hecho, ya la hubiese exterminado por su desobediencia" -
-
"¡NO ERA CUALQUIER CRIATURA!" – gritó Tenebross soltando un odio
indescriptible con cada sílaba – "¡ESE MALDITO TRAIDOR, TANTO QUE HICE
POR ÉL! ¿¡Y ASÍ ME PAGA!?" –
- "Hmph, no me digas que no tienes poder sobre él" – se burló Naraku de nuevo.
Tenebross
le lanzó un gran rayo de sombras desde su espejo, el cual no llegó a
hacer contacto con Naraku debido a la barrera. El mismo Tenebross ya
sabía que esto pasaría, pero necesitaba algo para descargar su rabia.
- "Deberías controlar ese temperamento tuyo" – se rió Naraku – "A este paso vas a terminar matándote a ti mismo" –
-
"¡Cierra esa mugrienta boca tuya!" – rugió Tenebross – "Y respecto a lo
que preguntaste, no. Él es el único de mis demonios sobre el que no
tengo control de ninguna clase, pero ya ajustaré cuentas con él cuando
nos volvamos a encontrar" –
- "En ese caso, mejor nos movemos" –
sugirió Naraku – "Seguramente ese traidor ya les estará dando la
ubicación de nuestro escondite" –
- "Eres un cobarde imbécil" – le
dijo Tenebross – "Los esperaremos aquí y les plantaremos cara. Quiero
exterminarlos personalmente…" –
- "Como gustes, pero es muy probable que termines lamentando esa decisión después" – dijo Naraku con una sonrisa contrahecha.
Algunas
horas más tarde, cuando ya estaba atardeciendo, Kagome, Inuyasha, Miko,
Yasha, Shippou y Gabriela ya se habían cansado de jugar y decidieron
regresar a la cabaña de Kaede con los otros. Una vez allí se
sorprendieron de ver a Gerardo practicando con su espada y a Kouin
observando el sol poniente con cierta melancolía.
- "¡Gerar!" – le djo Gabriela a su hermano mientras corrían hacia él – "¡Hemos vuelto!" –
-
"¡Ah, bienvenidos de vuelta!" – dijo mientras dejaba su práctica de
esgrima y guardaba su espada y escudo – "¿Cómo la pasaron hoy?" –
-
"¡Muy bien!" – contestó Kagome – "¡Gaby-nee nos enseñó un juego llamado
voleibol y nos contó sobre el último viaje que hicieron!" –
-
"¡Sí!" – dijo Inuyasha emocionado – "¡De como entraron a ese volcán y
derrotaron a un monstruo de fuego en una cueva llena de lava, calor y
cosas así!" –
- "Ehehe, sí, pero fue muy duro…" – respondió él
algo avergonzado – "Si no fuera por Miroku y Sango, seguramente no
habríamos podido hacerlo" –
- "Hehe, cierto" – dijo Yasha riéndose
de la expresión azorada de Gerardo – "De todas formas, creo que
Kaede-obaasan ya habrá vuelto, así que deberíamos ir a saludarla" –
Los demás estuvieron de acuerdo y entraron en la cabaña en tropel. Una vez allí, los recibieron Miroku, Sango y Kaede.
- "¡Hola a todos!" – los recibió Kaede – "¿Pasaron una tarde agradable?" –
-
"¡Si, y mucho!" – dijo Kagome alegremente – "Aunque me pareció extraño
que no fueras a buscarnos para entrenar, Kaede-obaasan" –
-
"Decidí que era mejor que ustedes pasaran un día divirtiéndose, para
variar" – dijo mientras se reía – "De cualquier modo, dentro de un rato
comenzaremos a preparar la cena" –
- "Bueno, ¿qué hacemos mientras
tanto?" – preguntó Yasha – "No creo que haya mucho que podamos hacer
ahora que está oscureciendo" –
- "¿¡Bromeas, Yasha!?" – preguntó Miko – "Al menos podríamos ir a ver el atardecer y la aparición de las primeras estrellas" –
- "Realmente no tenemos nada mejor que hacer por ahora" – dijo Inuyasha cruzando los brazos – "¡Así que vayamos!" –
-
"Pero antes de eso, ¿no quieren que les cuente una historia?" –
preguntó Gerardo, recordando que tenía ese asunto pendiente desde su
viaje a Ryuusei. Aunque también pensó: – 'Lástima que ni Rin ni Kikyou
se encuentren aquí para oírla' –
- "¡Yay! ¡Sí!" – dijo Kagome emocionada por saber que clase de historia les contaría.
-
"Pero me pregunto que clase de historia irás a contarnos" – dijo
Inuyasha acercándose a él – "Gaby-nee ya nos dijo sobre su último viaje"
–
- "Oh, lo sé. Pero hay otra historia que quiero contarles, ya
que es del lugar del que venimos" – le sonrió a Inuyasha y luego les
guiñó el ojo a los demás.
- "Será interesante escucharla entonces" – dijo Kaede comprendiendo que significaba aquel gesto.
- "¡Bueno, vamos a oírla entonces!" – dijo Yasha mientras él y los demás niños se sentaban frente a él.
-
"De acuerdo, déjenme comenzarla" – dijo Gerardo para luego aclarar su
garganta – "Hace mucho, mucho tiempo, en una tierra lejana en la que las
hadas habitaban los bosques y los dragones volaban por los cielos,
había un pequeño reino" -
- "Este reino era gobernado por una
gentil y hermosa reina; y un fuerte y sabio rey. Sin embargo, los días
de paz de los que gozaban pronto llegaron a su final cuando un gran y
maligno demonio de hielo apareció y cubrió con su gélido manto a todo el
reino. Los caballeros y guerreros más fuertes y valientes del reino
pelearon con toda su fuerza durante muchos días y noches, pero al final
nada pudieron hacer contra esta maligna amenaza" -
- "Sin embargo,
cuando todo parecía perdido, un gran y hermoso dragón dorado descendió
de los cielos y enfrentó al demonio. Ambos pelearon durante muchos días y
muchas noches, hasta que al final, el demonio fue vencido; y el reino
salvado. Sin embargo, el dragón desapareció poco después; y descubrieron
que la reina había caído en un profundo sueño del que nadie pudo
hacerla despertar" -
- "El rey cayó en una profunda tristeza por
esto y tuvo que criar a su pequeño hijo, el príncipe, el cual era apenas
un bebé cuando el demonio apareció, haciéndole creer que su madre había
muerto poco después de que él había nacido. Así pasaron los años; y el
reino regresó a su antigua paz. Varios años después, cuando llegó el
décimo cumpleaños del príncipe, el descubrió a su padre, el rey, yendo a
una torre prohibida durante la noche; y lleno de curiosidad, decidió
seguirlo" -
- "Una vez allí, vio por primera vez a su madre, aún
sumida en su interminable sueño; pero antes de que su padre pudiera
explicarle lo que pasaba, el castillo fue atacado por un malvado
hechicero que había venido a robar la corona del rey. El hechicero puso a
dormir al rey con su magia; y aunque el príncipe luchó todo lo que
pudo, no pudo hacer nada para evitarlo" -
- "A la mañana
siguiente, el príncipe partió hacia el castillo del hechicero para
recuperar la corona; y en el camino se le unieron una pequeña bruja que
vivía en un bosque cercano; y un valiente caballero que vestía una
armadura blanca. Juntos lograron derrotar al malvado hechicero y a sus
sirvientes; y recuperar la corona" -
- "Poco después, el rey le
explicó todo sobre lo que le había pasado a su madre diez años antes y
le dijo que le daba permiso de buscar un modo de revivir a su madre. Así
que el príncipe, junto a sus amigos, comenzaron un largo viaje que los
llevó a profundas cuevas, a una isla desierta, a una ciudad que flotaba
en los cielos; e incluso al mismo mundo de los muertos para recuperar el
alma de su madre. El malvado hechicero también decidió ayudarlos,
conmovido por esta noble misión; y les prestó toda su ayuda, a pesar de
que seguía odiando al príncipe y a su padre" -
- "Sin embargo,
estos intentos de liberar el alma de la reina terminaron trayendo al
demonio de hielo de vuelta a la vida, por lo cual, después de mucho
llorar en arrepentimiento; el príncipe recuperó su valor; y con la ayuda
de sus amigos se aventuró a las heladas tierras del norte, descubriendo
que su madre era en realidad el dragón que había salvado al reino hacía
diez años; revelando sus propios poderes ocultos; y derrotando al
demonio de hielo de una vez por todas. Tras estas duras batallas, el
príncipe y su madre se abrazaron por primera vez; todo el reino festejó
el regreso de su reina; y regresó la paz y harmonía. El fin" –
Tan
pronto como Gerardo terminó de relatar la historia, la cual había
estado acompañada por cambios de tono de voz, gestos con las manos y
alteraciones de todo tipo en las expresiones de su cara, todos los allí
presentes le dieron un aplauso.
- "¡Fue una historia muy bonita, Gerar-nii!" – dijo Kagome.
- "¡Ya tenía tiempo queriendo escuchar otra de tus historias!" – dijo Inuyasha.
- "¡No era broma cuando dijeron que era como un cuento de hadas!" – dijo Yasha.
- "¡Conque esa era la historia que querías contar entonces!" – dijo Shippou.
- "¡Estuvo muy buena!" – dijo Miko – "¡He querido escuchar un cuento de hadas como ese desde que vinimos aquí!" –
-
"Sí, aunque las historias que nos contaban mamá y el abuelo no se
parecían en nada a estas" – se rió Kagome – "Más que todo eran cosas
como la princesa que había nacido en un bambú y regresaba a la luna; o
la de los amantes que se encuentran entre las estrellas" –
- "Y
hablando de eso, ¿qué les parece si vamos a mirar las estrellas ahora?" –
sugirió Yasha para evitar que la conversación tomase un rumbo
peligroso.
- "¡De acuerdo! ¡Ya debe haber oscurecido lo suficiente
como para verlas!" – dijo Inuyasha mientras veía como Kaede removía la
olla que estaba en el centro de la cabaña para preparar el estofado que
cenarían.
- "Solo no se alejen demasiado de la cabaña, ¿de acuerdo?" – les dijo Kaede con un dejo de seriedad en la voz.
-
"¡De acuerdo!" – dijeron todos los niños, y salieron caminando de la
cabaña mientras conversaban animadamente entre sí acerca de la historia.
-
"Así que esa era la historia que nos querías contar entonces, ¿no
Gerardo-kun?" – le preguntó Kaede con una sonrisa mientras seguía
removiendo la olla.
- "Sí, esa misma era" – dijo Gerardo con una
ligera expresión de tristeza – "De hecho, estaba pensando que me da
cierta lástima que Rin y Kikyou no hubiesen podido oírla" –
- "De
cualquier modo a mi hermana no le gustan mucho ese tipo de relatos" –
dijo Kaede como para que no se preocupara – "Y fue muy bueno de tu parte
que les hubieses relatado eso para entretenerlos" –
- "Sí, es que
pensé que poner a reproducir algo de música no sería suficiente para
esta ocasión; y además no creo que puedan entender ninguno de los libros
que Kagome y yo nos trajimos" –
En ese momento, entraron Sango y
Miroku. Parecía que habían estando pasándola bien dondequiera que
hubiesen estado hasta ese momento.
- "Buenas noches a ambos" – los saludó Gerardo con una sonrisa – "Parece que tuvieron una buena velada" –
-
"Algo así," – coincidió Sango – "De hecho estuvimos surcando los cielos
cercanos a ver si encontrábamos algo extraño, pero no vimos nada fuera
de lo común" –
- "¿No que iban a tomarse el día de hoy para descansar?" – preguntó Gerardo con la extrañeza impresa en el rostro.
-
"Bueno, nuestro pequeño vuelo también pudo haberse considerado como un
descanso en sí mismo" – dijo Miroku sonriente – "Hay veces que el mejor
modo de relajarse es simplemente volar entre las nubes y meditar en la
tranquilidad de las alturas" –
- "Como digan" – suspiró Gerardo.
Tan pronto como la cena estuvo lista, llamaron a los niños y les dijeron
que vinieran a comer para luego irse a dormir.
Durante esa noche,
Kagome tuvo un sueño muy extraño: estaba ella sola flotando sobre un
vacío de oscuridad; y frente a ella estaba una niña idéntica a ella,
acurrucada en posición fetal y llorando desconsoladamente…
- "¡Hola!" – saludó Kagome a la niña mientras flotaba hacia ella con preocupación – "¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?" –
-
"Porque…" – sollozó haciendo grandes esfuerzos: parecía que había
estado llorando por largo tiempo porque su voz se escuchaba ronca y seca
– "Porque… mi hermana me odia… la persona a la que amo quiere a alguien
más… y mis amigos y familia están muertos…" –
- "¿Huh?" – se extrañó Kagome – "¿De verdad? ¿Estás segura de eso?" –
- "Sí…" – dijo la niña todavía sollozando – "Vi todo… eso… y no pude hacer nada para evitarlo…" –
Luego
empezó a llorar con todas sus fuerzas. Kagome sólo la tomo de una de
sus manos, la hizo flotar a su altura y le dió un abrazo para intentar
consolarla.
- "Ya, ya, vamos, vamos" – dijo mientras le daba
palmadas suavemente en la espalda – "Seguro que todo eso fue sólo una
pesadilla. Un mal sueño" –
- "Pero… pero…" – dijo la niña, aunque
sus sollozos habían empezado a disminuir en intensidad. Kagome se separó
un poco de ella y la miró al rostro: fue como si se estuviera mirando
en un espejo.
- "Todas esas cosas malas no pudieron haber pasado
así, al mismo tiempo, ¿no?" – le dijo amablemente mientras le sonreía.
Luego se separó de ella y le extendió una mano – "Es por eso que debe
ser sólo una pesadilla. Así que vamos, levántate y vayamos a verlos.
¡Estoy segura de que están bien!" –
- "Sí… puede que… no, estoy
segura de que tienes razón…" – dijo la niña mientras tomaba la mano que
Kagome le había ofrecido y la usaba como apoyo para levantarse –
"Gracias… Kagome…" –
- "¿Huh?" – se extrañó Kagome al ver como la niña sabía su nombre – "¿Cómo me conoces?" –
-
"Eso no es importante…" – dijo la otra niña mientras se secaba las
lágrimas que aún corrían por su rostro y le mostraba una sonrisa
sincera. Luego, empezó a brillar intensamente – "Gracias por salvarme…
de todo ese dolor…" –
Luego se desvaneció.
Por otra parte,
Inuyasha estaba teniendo un sueño bastante similar en el que se había
encontrado flotando en medio de la oscuridad, frente a frente con un
niño idéntico a sí mismo. Por un momento pensó que se trataba de Yasha,
pero el niño no respondió cuando lo llamó por ese nombre y simplemente
se quedó mirándose las manos mientras lloraba con una mirada llena de
horror.
- "Yo los maté… yo los maté…" – se repetía incesantemente mientras no paraba de mirarse las manos.
-
"Vamos, ¿qué te pasa?" – preguntó Inuyasha con irritación mientras veía
al otro niño actuando como un zombi – "¡Deja de actuar como un idiota y
levántate!" –
El otro instantáneamente reaccionó y se levantó de golpe.
-
"¿¡A quién le llamas idiota, estúpido!?" – le gritó el otro niño – "¡Tú
no sabes nada sobre lo que es perder a todos los que estimas por
haberlos matado con tus propias manos!" –
Inuyasha en ese momento le soltó un buen golpe en la cara:
-
"¡Déjate de ridiculeces!" – le rugió – "¡Ya tuve suficiente con perder a
mi madre como para que alguien como tú venga a darme excusas por
comportarse como un idiota! ¡Además, ¿cómo estás tan seguro de que de
verdad están muertos y no fue solo un mal sueño!?" –
El otro niño en ese momento abrió los ojos de golpe, como si hubiese entendido algo; y se giró para mirar hacia la oscuridad…
-
"Un… mal sueño… si, eso debió haber sido…" – dijo mientras comenzaba a
reírse, pero no como un lunático: más bien era una risa de alegría y
alivio – "Si, creo que tienes razón…" –
- "¡Claro que la tengo!" –
dijo Inuyasha colocándose las manos en la cintura y sonriendo con
satisfacción – "Ahora deberías ir y regresar con tus amigos, seguro que
te extrañan mucho" –
- "Si, creo que te debería dar las gracias… Hasta luego" – y en ese momento, el niño desapareció en medio de un destello de luz.
Tan
pronto como sus contrapartes hubieron desaparecido en sus sueños,
Kagome e Inuyasha se despertaron al mismo tiempo; y después de mirar sus
alrededores en total confusión, se miraron el uno al otro.
-
"¿Kagome, sucede algo?" – le preguntó Inuyasha con preocupación al notar
que él y ella eran los únicos que estaban despiertos: afuera aún estaba
oscuro y los demás seguían profundamente dormidos.
- "Sí, acabo
de tener un sueño muy extraño…" – dijo Kagome recordando lo que había
visto antes de despertarse – "Vi a una niña que era idéntica a mí y que
estaba llorando porque había visto cosas horribles…" –
- "Yo soñé
algo parecido…" – dijo Inuyasha mirándola con extrañeza – "Un niño igual
a mí estaba de rodillas en el piso mientras lloraba y se miraba sus
manos…" –
- "¿Huh? ¿De verdad?" – le preguntó Kagome – "¿Y qué hiciste al respecto?" –
-
"Lo único que se me ocurrió," – dijo Inuyasha encogiéndose de hombros –
"Hacerlo enfadar para que saliera de ese estado y luego darle un golpe
para que reaccionase" –
- "¿No crees que eso fue algo brusco?" –
le preguntó Kagome mientras se tapaba la boca con ambas manos – "Yo por
otra parte abracé a la niña y la consolé" –
- "Es que eres muy
amable, Kagome" – dijo Inuyasha mientras se ruborizaba – "Recuerda que
yo no tengo mucho tacto que digamos para tratar con los demás" –
-
"Está bien, no te preocupes" – dijo Kagome riéndose al ver la cara de
vergüenza de Inuyasha – "Aunque me extraña mucho que hayamos tenido
sueños tan parecidos… ¿Qué podría significar?" –
- "Será mejor que
le preguntemos a Gerar-nii, Miroku-sama y Kaede-obaasan mañana" –
sugirió Inuyasha sonriendo – "Estoy seguro de que ellos sabrán de que se
trata" –
- "De acuerdo" – coincidió Kagome para luego acomodarse
de nuevo en el futon sobre el que había estado sentada – "Que tengas
buenas noches, Inuyasha" –
- "Tu también, Kagome" – le deseó
mientras se metía de nuevo en su futon; y al cabo de un rato, ambos
habían vuelto a dormirse profundamente.
A la mañana siguiente,
después del desayuno, Inuyasha y Kagome se acercaron a Kaede, Miroku y
Gerardo, los cuales estaban haciendo algunas tareas: Kaede estaba
recogiendo los tazones y cuencos que habían usado para comer mientras
que Gerardo estaba ultimando el equipaje que pensaba que él y Gabriela
tendrían que utilizar dentro de poco tiempo y Miroku estaba limpiando su
shakujou. Por otro lado, Gabriela, Miko y Yasha estaban conversando
algunas cosas sobre sus respectivas habilidades especiales, mientras que
Sango estaba ocupada revisando su Hiraikotsu y sus otras armas de
exterminador.
- "Gerar-nii, Kaede-obaasan," – se dirigió Kagome a ambos tímidamente – "Hay algo que Inuyasha y yo queremos preguntarles" –
-
"Hmm, ¿Qué cosa?" – preguntó Gerardo mientras quitaba la mirada de los
objetos que estaba revisando en su Dragtemn para mirar a ambos niños.
- "Es que anoche tuvimos un sueño muy extraño…" – dijo Inuyasha ladeando la cabeza.
-
"Hmm, ¿qué clase de sueños tuvieron?" - preguntó Miroku algo intrigado.
Entonces, tanto él como Kagome les relataron los sueños que habían
tenido la noche anterior.
- "Ya veo," – dijo Kaede pensativamente
después de que habían terminado de escuchar el relato - "Realmente suena
como un sueño inusual" -
- "Hmm, creo que tiene que ver con sus
poderes" - dijo Miroku pensativamente, y fue entonces que los tres
notaron que las gemas en los medallones de ambos ahora resplandecían
brillantemente de nuevo: estaban listos.
- "¿Con nuestros poderes?" - preguntó Inuyasha ladeando la cabeza.
-
"Sí," - dijo Kaede con una sonrisa - "Ya que los tienen parcialmente
sellados por los medallones que llevan al cuello. ¿Ven la posición en la
que están?" -
- "¿Huh? ¿Esto?" – preguntó Kagome sacándolo del
cuello de su kosode y examinándolo, dándose cuenta de que tenía una
aguja que apuntaba hacia una posición que decía 'Sellado'. Inuyasha se
dio cuenta de lo mismo inmediatamente después.
- "Así es" – dijo Gerardo con una sonrisa – "Traten de ponerlos donde dice 'Remover Sello'. Eso romperá el sello" –
-
"¡Muy bien, Gerar-nii!" – dijo Inuyasha mientras él y Kagome sonreían.
Así pues, ambos movieron los diales de sus respectivos medallones de
vuelta a la posición de 'Remover Sello'. Sus ojos titilaron por un
momento y sus sonrisas fueron remplazadas por caras de tristeza mientras
los medallones cambiaban por sí solos a la posición de 'Separación'.
-
"Puede que estemos preguntándoles esto demasiado seguido," – dijo
Gabriela mientras ella, Miko y Yasha se acercaban a ellos. Habían notado
que pasaba cuando Kagome e Inuyasha comenzaron a hablar sobre los
sueños – "¿Pero están bien?" –
- "Sí, sí lo estamos," – dijo
Kagome con una leve sonrisa en su rostro – "Es solo que me siento algo
rara después del día que estuvimos con la memoria sellada y de haber
hablado con nosotros mismos en nuestros sueños de ese modo. Por no decir
que aún estoy algo sacudida por lo que vimos en ese horrendo espejo..."
–
- "Aún no puedo creer que hubiese caído tan fácilmente en una ilusión como esa…" – dijo Inuyasha enojado consigo mismo.
-
"Tampoco es que hubiese sido culpa tuya" – le dijo Miroku
comprensivamente – "De acuerdo a lo que Kouin nos dijo, es imposible no
caer en esas pesadillas" –
- "Y ahora que a sus amigos les han
desellado sus recuerdos, creo es un buen momento para explicar todo" –
dijo Kouin adelantándose y poniéndose en el centro de la cabaña para que
todos pudiesen verlo y escucharlo – "Ustedes me conocen como Kouin,
pero ese es sólo el nombre que tomé al venir a este mundo: en Dragonia
mi nombre era Yallusyert; y cuando aún era un dragoniano, mi nombre era
Feltes Lysfelt" –
- "¿Qué quieres decir con eso de cuando aún eras Dragoniano?" – preguntó Gerardo con interés.
-
"Sería "cuando era humano" si ustedes lo dijeran. Actualmente soy solo
una criatura que se mantiene viva por una versión corrupta de la esencia
del Núcleo de la Luz, o en otras palabras, de Illyusea" –explicó Kouin.
- "Entonces, ¿tú no eres un mero monstruo como los demás a los que hemos vencido?" – preguntó Yasha atónito.
-
"Así es: los otros cinco generales que Tenebross creó eran solo
esencias corrompidas de cada uno de los elementos a los cuales el creó y
dio forma" – explicó Kouin con tristeza – "Cuando yo aún era
dragoniano, yo solía trabajar con Tenebross; y éramos los mejores
amigos" –
- "¿¡Tenebross también fue dragoniano!?" – preguntó
Gabriela espantada de que un ser tan maligno hubiese podido haber sido
un dragoniano, o dicho de otro modo, la versión de Dragonia de los
humanos. Todos se miraron los unos a los otros al oír esto.
- "Así
es: su nombre original era Tenebross Lusyabrirt; y en su tiempo fue
considerado como uno de los más grandes Investigadores que Dragonia haya
tenido el orgullo de haber engendrado" – dijo Kouin con arrepentimiento
– "Inicialmente, sus investigaciones estaban enfocadas a mejorar la
vida de todos aquellos que vivían en Dragonia; y gracias a él, las
teorías de muchas de las cosas que los Dragonianos disfrutan
actualmente, como los Dragtemn y los Cristales Seirei fueron producidos"
–
Luego señaló a los cristales que llevaban Gabriela y Gerardo
alrededor de sus cuellos; y a los relojes que todos ellos llevaban en
sus muñecas.
- "Pero si él solía ser una persona tan bondadosa, ¿qué le hizo volverse un ser tan maligno?" – preguntó Kaede anonadada.
-
"Voy a llegar a eso en un momento" – le dijo Kouin mientras hacía
gestos con la mano para que esperase un poco – "Durante varios años,
Tenebross y yo trabajamos juntos en esas teorías y en muchas otras cosas
en el Instituto Real de Investigación para mejorar la vida de los
Dragonianos. Sin embargo, esos años de felicidad y paz llegaron a un
horrendo final cuando el rey Krelios Pyraze Drackma asumió el trono.
Krelios terminó siendo un verdadero tirano; y bajo su despótico
gobierno, el lideró guerras para arrebatarle a todas las demás tierras
de Dragonia su autonomía y gobernarlas bajo su cetro desde la vieja
capital de Seleila. De hecho, el también instauró las crueles políticas
de esclavizar a aquellos que habían nacido sin el don de usar magia y de
tratar a aquellos nacidos bajo el elemento de la Oscuridad como si
fuesen animales" -
Kouin tomó aire por un momento para luego proseguir su narración.
-
"Ahora bien, en esos tiempos, Krelios nos contrató a Tenebross y a mí
para investigar y desarrollar artefactos, pero terminaron siendo
totalmente lo contrario para lo que nos volvimos Investigador y Erudito:
nos ordenó desarrollar armas, artefactos de tortura; e instrumentos de
exterminio, todo para eliminar a todos aquellos que se opusieran a su
poder" – dijo mientras su mirada se hundía hacia el piso de madera.
-
"La Era Oscura de Dragonia, definitivamente…" – dijo Gerardo viendo al
suelo con espanto, escuchando como el hermoso mundo que había visto en
sus sueños y que había vislumbrado gracias a los Dioses Dragón durante
un tiempo fue un verdadero infierno. Los demás estaban aterrados de
forma similar.
- "Supongo que eso debió haberles afectado profundamente a ambos, ¿correcto?" – preguntó Miroku cortés pero seriamente.
-
"Así es," – dijo Kouin mostrando una cara de profunda tristeza y
decepción – "A ambos nos pesó horriblemente el tener que crear esos
horribles artefactos; y no teníamos más opción porque tenía a nuestras
familias de rehenes: si nos rehusábamos, nos mataría a todos" -
- "Malditos bastardos..." - gruñó Inuyasha por lo bajo.
-
"Finalmente, cuando creamos la más terrible de nuestras invenciones: el
Espejo de las Tinieblas," – todos temblaron ante la mención de ese
diabólico artefacto – "Tenebross finalmente alcanzó el punto del
colapso; y cayó en llanto preguntándose porque el mundo tenía que ser
tan horrendo; porque la gente tenía que ser tal grupo de bestias
malditas… Traté de ir hasta él para consolarlo, pero en ese entonces,
fuimos envueltos por una aura negra… y él nos habló…" –
- "¿Él?" – preguntó Shippou extrañado.
-
"Sí… aquél que pensábamos que solo existía en leyendas y mitos… el ser
del que siempre nos habían advertido que nos cuidáramos porque quería
destruirlo todo… la encarnación de la Nada… Caellicauts…" –
A
pesar de que nunca antes habían escuchado ese nombre, todos sintieron un
escalofrío y temblaron cuando Kouin terminó de pronunciarlo.
-
"¿Ese es... el nombre del Núcleo de la Nada...?" – preguntó Gerardo con
temor, ante lo cual Kouin le asintió con una expresión de seriedad en el
rostro.
- "¿Y qué... sucedió entonces?" – preguntó Sango. Tanto ella como todos los demás estaban a la expectativa del resto del relato.
-
"Bueno… Caellicauts nos dijo que había simpatizado con nuestros
sentimientos de tristeza y desesperación; y que quería ayudarnos… Nos
dijo que a cambio de servirles de contenedor a su voluntad, nos daría el
poder que necesitábamos para cambiar el mundo a nuestro antojo,
inclusive deponer al rey y restaurar la paz a Dragonia" - dijo Kouin.
- "¿Y que... hicieron?" - preguntó Kagome presintiendo como había terminado todo.
-
"Yo me rehusé, diciendo que no seguiría nunca a nadie que no fuese
Tenebross. Sin embargo, Tenebross aceptó y entregó su alma y su cuerpo a
Caellicauts, convirtiéndose en la criatura cruel y despiadada que todos
ustedes conocen ahora. Sin embargo, todo eso fue para nada," - dijo
Kouin entristecido - "Ya que el rey murió poco después: la Sacerdotisa
del Dragón de entonces, Lilia Illyusa Drackma, que también resultó ser
su primera hija, estaba horriblemente decepcionada y entristecida con
las obras de su padre. Finalmente había llegado el punto en que se
volvió imperdonable para ella luego de descubrir todo lo que su padre
había hecho; y usando sus poderes, le pidió a los Dioses Dragón le
pusiesen fin a esta pesadilla. Los Dioses Dragón también estaban
enfurecidos al ver la burla que Krelios había hecho de su mundo; y por
ello, decidieron mostrarle a los Dragonianos las consecuencias de
desobedecer las leyes bajo las que fuimos creados: ocasionaron un gran
terremoto que destruyó la capital real de ese entonces, Seleila; junto
con muchas de las áreas en las que Krelios había posicionado a sus
tropas y causó la pérdida de millones de vidas" –
- "En otras palabras... Vendieron sus almas para nada…" – dijo Miko en tono de lástima.
-
"Así es; y peor aún, nos terminamos convirtiendo en una amenaza.
Tenebross quedó totalmente poseído por la voluntad de Caellicauts; y
ambos comenzamos a sembrar caos, destrucción y ruina por toda Dragonia; y
allí fue cuando los Dioses Dragón decidieron intervenir. Lucharon
fieramente contra nosotros en la cima de la montaña más alta del
planeta; y aunque yo caí al poco rato de iniciada la lucha, no pudieron
derrotar a Tenebross por estar consumido por una voluntad mucho más
poderosa que todos ellos. Por ello, decidieron sellarlo dentro de un
cristal y luego esparcir sus piezas por todas partes a fin de que nadie
pudiera resucitarlo. Sin embargo, no pudieron evitar que yo guardase su
alma dentro de un espejo para evitar que lo sellasen totalmente, así que
en cierto modo, yo también soy responsable de todo esto; y lo lamento
profundamente…" –
- "Y a todas estas, ¿por qué decidiste abandonar
a Tenebross y quieres unirte a nosotros?" – preguntó Inuyasha lleno de
sospechas después de haber escuchado ese relato.
- "Bueno, como
acaban de escuchar, por muchos años serví a Tenebross fielmente,
inclusive hasta el punto de ser el responsable directo de su regreso a
Dragonia y de su llegada a este mundo. Sin embargo, cuando Caellicauts
se apoderó de su cuerpo y alma, hicimos la solemne promesa de que jamás
usaríamos el Espejo de las Tinieblas contra nadie por ningún motivo;
pasase lo que pasase" - dijo Kouin apretando los dientes - "Sin embargo,
él rompió esa confianza al haber utilizado ese espejo maldito contra
ustedes. Cuando vi lo que él les había hecho; y la forma tan horrible en
la que hizo morir a aquellos que se le opusieron en Dragonia, me di
cuenta de hasta que punto había caído; y decidí rebelarme contra él y
servirles de ayuda, no solo para derrotarlo; sino también para expiarme
del gran pecado que he cometido" –
- "Entiendo... Llevas una gran
carga sobre tus hombros" – dijo Gerardo comprensivamente – "Pero, ¿qué
sucedió con sus familias? Al fin y al cabo, ellos fueron parte de la
razón por la que tuvieron que crear ese artefacto maldito que llevó a
Tenebross a caer en las tentaciones de Caellicauts" –
- "Ellos
sobrevivieron, afortunadamente; y pudieron reubicarse en Soleila junto
con los otros refugiados del desastre" – suspiró Kouin – "Sin embargo,
Tenebross y yo fuimos considerados como si estuviésemos muertos desde
ese momento; y no me sorprende, a decir verdad. Realmente las personas
que éramos antes de esa transformación murieron entonces. A pesar de
todo, me alegré mucho de que estuvieran a salvo, aunque tuviésemos que
eliminarlos luego con el resto de Dragonia..." –
- "Hablando de una existencia difícil…" – suspiró Gabriela con tristeza.
-
"Dejando eso de lado, ¿sabes en que lugar se encuentran escondidos
Naraku y Tenebross actualmente?" – preguntó Miroku para interrumpir esa
deprimente conversación y ver si Kouin podía darles información de
utilidad.
- "¿Pero no rompería eso el pacto que tenías con la
persona que me dijiste ayer?" – preguntó Gerardo escandalizado. Los
demás se sorprendieron al verlo así.
- "No, ya que ese pacto murió
con esa persona" – dijo Kouin con un tono de voz para tranquilizarlo.
Luego, se volteó a mirar a Miroku para responder a la pregunta que le
había hecho – "Y respecto a su pregunta, Houshi-sama, sí, lo sé. De
hecho, puedo llevarlos allí cuando quieran. Sin embargo, debo
advertirles que es mejor que se preparen antes, ya que lo más probable
es que les espere una lucha a muerte; y una vez que estemos allá ya no
podrán regresar hasta que lo derroten; si es que logran vencerlo" –
- "Entendido," – dijo Sango con decisión – "Danos un par de horas; y haremos todos los preparativos necesarios" –
- "De acuerdo" – asintió Kouin al ver como todos mostraban su conformidad con el tiempo que Sango había propuesto.
Kagome
e Inuyasha primero usaron los medallones para volver a juntarse con
Miko y Yasha para regresar a sus edades normales; y luego, empezaron con
los preparativos.
Este pequeño período de tiempo lo usaron para
darle preparativos de último minuto a sus armamentos; para preparar
algunas estrategias de batalla; y finalmente, para rezar por su victoria
en la batalla contra Tenebross y Naraku, mientras le pedían a sus seres
queridos que les dieran fuerza en esta hora crucial. A pesar de que
Kagome, Miko, Gerardo y Gabriela deseaban mucho ver a sus respectivas
familias; se abstuvieron de ir a verlos; ya que podría resultar
altamente posible que no quisieran que ellos resultaran lastimados y les
hicieran imposible que participaran en esta batalla.
Gerardo
también les dio las explicaciones de porque se había escandalizado tanto
y los demás comprendieron en cuanto les comentó sobre la tregua que
había entre él y los antiguos enemigos de Tenebross, aunque Inuyasha
estuvo a punto de reñirle porque pensó que podría haber echado a perder
sus oportunidades de dar con Tenebross y Naraku.
Una vez que
terminaron con todos sus preparativos, ellos y Kouin se encontraron
enfrente del Pozo Devorador de Huesos; y allí, Kouin les dio una última
advertencia:
- "Ya que están listos, permítanme preguntarles algo:
es muy posible que esta sea su última batalla; y es altamente probable
también que terminen gravemente heridos o inclusive mueran" – les dijo
en tono de gravedad – "Aun así, ¿están dispuestos a continuar?" -
- "¡No estaríamos aquí de lo contrario!" – dijo Kagome decidida.
- "¡Así es, onee-san!" – dijo Miko igual de decidida.
- "Exacto, no llegamos tan lejos para echarnos atrás al final" – dijo Gerardo cerrando el puño y llevándolo hacia su pecho.
- "¡Sí! ¡Derrotaremos a esos seres malignos y le llevaremos la paz a nuestros mundos!" – dijo Gabriela con entusiasmo.
-
"Como servidor de Buda, es mi deber asegurarme de que estas criaturas
malignas reciban el castigo que merecen" – dijo Miroku haciendo alarde
de su rango como monje.
- "Solo lo dices para ocultar tus intenciones" – le dijo Shippou en tono de burla.
- "En este caso te equivocas, Shippou" – le dijo Sango muy seria – "Puedo percibir que está diciéndolo con sinceridad" –
- "¡Vamos! ¿Verdad, Nii-san?" – le preguntó Yasha con entusiasmo.
-
"Si, es hora de que ajustemos cuentas con Naraku; y también con el
bastardo de Tenebross…" – dijo mientras cerraba una mano con fuerza.
Kouin vió la determinación que todos estaban emanando; y les sonrió:
-
"No esperaba menos de ustedes. Puede que realmente sean los Seirei
presagiados por el Epitafio de las Profecías" – dijo mientras se
volteaba y alzaba una mano.
- "¿Por qué nos llamó espíritus?" -
preguntó Shippou confundido. Gerardo se golpeó la frente con la mano
ante ese falló de interpretación.
- "Lo dijo en Dragoniano Ceremonial. "Seirei" significa "Elegido de los Elementos" en esa lengua" – explicó con irritación.
- "Entonces, ¿somos los elegidos?" – preguntó Kagome sorprendida.
-
"No estoy del todo seguro," – dijo Gerardo pensativamente – "Por lo que
tengo entendido, los Seirei tienen mucho más poder del que Gabriela y
yo hemos manifestado hasta ahora. Incluso se les permite guardar los
Núcleos Elementales dentro de sus cuerpos, pero como pudieron ver,
aunque nos encontramos el Núcleo del Agua, Iadlast no nos permitió
llevárnoslo, ni los Dioses Dragón tampoco han mencionado nada al
respecto" -
Antes de que pudieran decir algún otro comentario, escucharon que Kouin estaba entonando un suave cántico en Dragoniano:
- "Alt tok apreio iula purkan dat lusya, paf gaivz kiesba mondour ika" –
En
ese momento, una línea de luz blanca grisácea apareció de la mano que
había levantado, la cual empezó a retorcerse hasta formar un cuadro de
luz del tamaño de una gran puerta, la cual se llenó completamente de
oscuridad tan pronto como estuvo lista. Kouin luego se volteó hacia los
demás.
- "El portal está abierto. Podemos entrar tan pronto como
ustedes deseen; y personalmente los conduciré hasta el escondite de
Tenebross" – les dijo con seriedad.
- "Estamos listos, ¡así que llévanos dentro de una buena vez!" – gritó Inuyasha.
Los
demás sólo corearon un "¡Sí!", así que Kouin asintió en silencio y los
condujo hacia el interior de la oscuridad. Por unos momentos no vieron
más que la negrura, pero al cabo de unos segundos, se encontraron en un
sitio que parecía una gran celda: era una enorme cámara de piedra
oscura, aunque se encontraba lo bastante iluminada como para permitir
una visibilidad decente.
Dentro de este lugar, parados sobre un
altar que parecía más bien una pequeña torre con almenas se encontraban
Naraku y Tenebross. Ambos sonrieron malignamente al ver a los recién
llegados.
- "Vaya, vaya, miren a quienes tenemos por aquí" – dijo
Tenebross entrecerrando sus malignos ojos rojos con desprecio – "Son el
grupo de tarados feudales, el par de pseudo-rei ineptos; y finalmente,
el maldito traidor" –
- "¡Cierra la boca, bazofia de sombra!" – le
gritó Inuyasha con furia mientras desenvainaba a Tessaiga. Los demás
hicieron lo mismo.
- "¡Lord Tenebross…! No… ¡Tenebross…!" – le
dijo Kouin mientras miraba directamente a los ojos de su antiguo jefe,
mientras desenvainaba sus propias armas: un par de largas katanas
gemelas – "¡Has ido demasiado lejos! ¡Habíamos jurado que nunca
usaríamos ese espejo maldito; y ya hemos causado demasiado dolor y
sufrimiento! ¡Para de una vez!" –
Kouin parecía que estaba
queriendo hacer reflexionar a Tenebross, dada la larga amistad que ambos
habían compartido antes de su maligna transformación; y que incluso él
había mantenido fielmente hasta hacía poco. Sin embargo, Tenebross
simplemente se rio de él.
- "Mwahaha... Eres un iluso estúpido.
¿¡Realmente crees que el mundo perfecto puede conseguirse sin derramar
nada de sangre!? ¿¡Realmente crees que este pútrido mundo y todos los
demás que existen pueden realmente tener una posibilidad de salvación!?
¡Eres patético!" – dijo mientras reía como un maníaco.
- "Hmmhmhmhm…" – se río Naraku – "Parece que esas palabras que dijiste fueron en vano, idiota de la luz" –
Kouin
cerró sus manos con más fuerza alrededor de sus espadas mientras
apretaba sus dientes. Todos en el grupo se enfurecieron al escuchar las
palabras que Naraku y Tenebross le habían dicho.
- "Si alguien es
un traidor aquí, ese eres tú Tenebross" – le dijo Gerardo apuntándole
con sus espada – "¿Así es como le pagas a Feltes toda la lealtad que te
demostró por tantos años?
- "¡Cierto, e incluso intentó hacer que
recapacitaras porque te aprecia!" - dijo Kagome con furia mientras le
apuntaba con una flecha.
- "¡Un idiota como tú no merece amigos!" - dijo Inuyasha apuntándole con Tessaiga.
- "¡Eres incluso más patético que Naraku!" - dijo Yasha enfurecido.
- "¡Eres igual a todos los otros seres malignos!" - dijo Miko.
- "¡Traicionar la confianza de un amigo es lo peor de lo peor!" - dijo Miroku.
- "¡Como también lo es faltar al juramento que tu mismo hiciste!" - dijo Sango.
-
"¡Sí! ¡Feltes te traicionó porque tu mismo rompiste tu propia promesa!"
– le gritó Gabriela mientras preparaba una flecha de luz en su arco y
apuntaba hacia él – "¡Eso es imperdonable!" –
- "Eres un verdadero asco... ¡Y te haremos pagar por ello!" - dijo Gerardo.
-
"¡Cierren sus mugrientas bocas!" – les gritó Tenebross mientras hacía
que se alzaran ondas de sombras desde el piso sobre el que estaban
parados, haciéndolos saltar a todos para esquivarlas – "¡No toleraré más
estupideces de parte suya! ¡Es hora de que mueran!" –
Y acto
seguido, la cabeza de su sombra salió del espejo y comenzó a lanzar
flechas de sombras desde el techo. Gerardo las bloqueó con el escudo
para protegerse a sí mismo y a Gabriela mientras Inuyasha hizo lo propio
con su espada para sí y para Kagome. Kouin las cortaba y bloqueaba con
sus propias espadas, pero los demás tuvieron que esquivarlas para que no
fuesen golpeados.
- "Hehe, bonita forma de comenzar una pelea,
¿eh, Inuyasha?" – dijo Naraku mientras flotaba en frente de él,
encerrado en su barrera de modo que nada pudiese golpearlo.
- "¡Ya
veremos que te parece esto!" – dijo Inuyasha mientras cambiaba a
Separación Especial su medallón, haciendo salir a Yasha con su propia
Tessaiga. Ambos usaron la Tessaiga roja al mismo tiempo, creando una
onda de energía azul que destruyó la barrera de Naraku.
- "¿¡Qué demonios!?" – gritó en shock.
- "¡Estás muy equivocado si crees que no nos hemos vuelto más fuertes!" – gritó Yasha.
-
"¡Maldito mocoso insolente!" – gritó mientras se abalanzaba contra él,
pero en ese momento recibió una serie de ataques en toda la cara: un par
de ofudas, el Hiraikotsu de Sango y un par de flechas sagradas cortesía
de Kagome y Miko. Por lo visto, habían tenido la misma idea que
Inuyasha de separarse para tener más poder de fuego.
- "¿Qué sucede Naraku?" – se burló Miko – "¿No tienes intenciones de invocar a tus extensiones hoy?" –
- "¡No necesito a esas estúpidas para librarme de ustedes, mocosa!" – le gritó enfurecido.
Por
otra parte, después de que esquivaron la lluvia de flechas de sombras,
Gerardo elementalizó su espada con el poder del agua, mientras que
Gabriela había elementalizado su arco para que sus flechas se cargaran
con el poder de la luz y la luna. Kouin no hizo lo mismo porque la luz
corrupta simplemente habría curado a Tenebross.
- "Tenebross…
espero que algún día me perdones por esto…" – dijo mientras corría hacia
él dejando una estela grisácea para lanzarle una cuchillada tan rápida
como el resplandor de un relámpago – "Lightning!"
Tenebross no
pudo reaccionar lo bastante rápido como para esquivar ese ataque y
terminó recibiendo la cuchillada en la mitad de su "cuerpo", mientras
que Kouin solo susurraba "¡Hyu!" mientras realizaba su ataque. Empezó a
gruñir de dolor.
- "¡MALDITO TRAIDOR!" – le gritó mientras usaba
su ataque Shadow Claw, el cual Kouin se apresuró a esquivar. Al momento
siguiente, recibió un Water's Scar de parte de Gerardo y una Light Arrow
de parte de Gabriela.
- "¡No creas que esta pelea es solo entre
ustedes dos!" – le dijo Gerardo triunfante después de que lo impactaron
la onda de agua y la flecha de luz – "¡Todos aquí vinimos expresamente
con el propósito de derrotarlos!" –
- "Malditos elementales del infierno…" – dijo mientras apretaba sus sombríos colmillos.
Volviendo
con Inuyasha y compañía, aparentemente las cosas ya no estaban yendo
tan bien como al principio: Naraku aparentemente había dejado ya los
juegos y había comenzado a pelear en serio, demostrado por el hecho de
que empezó a liberar a los miles de youkai que formaban su cuerpo para
que atacaran por todas direcciones y no dejarles ningún resquicio por
donde escapar a sus enemigos.
Miroku, Yasha, Sango e Inuyasha
tenían las manos llenas cortando a los monstruos en pedazos con sus
armas, mientras que Kagome y Miko tenían que turnarse entre disparar
flechas y colocar barreras para tener si quiera una oportunidad de
mantenerse con vida. Ni siquiera el Kaze no Kizu les estaba ayudando
porque Naraku liberaba más youkai entre más eliminaban.
- "Supongo
que tendré que acelerar un poco las cosas" – dijo Miroku mientras ponía
su mano sobre el rosario que mantenía sellada su mano maldita y luego
se volteaba a mirar a Sango – "Perdóname, Sango, pero prefiero hacer
esto antes que dejar que nos maten" –
- "¿Qué?" – preguntó Sango
extrañada mientras cortaba las cabezas de dos youkai con su katana y
lanzaba el Hiraikotsu por el aire para destazar a varios más. Sin
embargo, su cara cambió a una expresión de terror y palideció al ver lo
que Miroku estaba por hacer – "¡Houshi-sama, no!" –
En ese instante, Miroku removió el rosario y apuntó su mano maldita hacia Naraku:
- "¡Kazaana!" –
-
"¡Eres un imbécil, monje!" – dijo Naraku con una sonrisa demente
mientras lanzaba un panal de sus saimyosho al aire y los insectos que
contenía se dirigían en enjambre hacia Miroku. Miroku logró absorber una
gran parte de los youkai que estaban rodeando al grupo, pero al
hacerlo, también absorbió muchos de los saimyosho, lo cual lo obligó a
cerrar el agujero.
- "¡Miroku, no seas imbécil!" – le gritó
Inuyasha mientras corría hacia él para revisar como estaba y le tomaba
por la mano maldita mientras que los demás continuaban defendiéndose de
los youkai restantes. Naraku decidió dejar de atacarlos para saborear la
desesperación que sentían ante la sola idea de perder a Miroku.
Miroku
había caído al piso de rodillas, su rostro estaba empapado en sudor y
su piel había tomado un tono pálido: aparentemente había absorbido
demasiado veneno y no le quedaba mucho tiempo de vida. Sango lo abrazó y
comenzó a llorar en su hombro.
- "No… Houshi-sama… no debió haber hecho eso…" – dijo ella entristecida.
- "¡Maldita sea!" – gritó Inuyasha mientras corría a encarar de nuevo a Naraku.
-
"¡Eso pasó por su propia estupidez!" – se burló Naraku – "¡Y todo
porque tienes miedo de matar a todos aquí con tus técnicas, Inuyasha!" –
Inuyasha
en ese momento se dio cuenta de a qué se refería, al igual que Yasha
cuando ambos se miraron el uno al otro a los ojos: habían cometido el
mismo error que Gerardo había cometido en la batalla contra Douin de no
usar todas sus habilidades al maáximo; y debido a eso, ahora Miroku
estaba en peligro de muerte.
- "Nii-san…" – le dijo Yasha consternado – "Debemos terminar con esto rápido, o Miroku-sama va a…" –
- ¡Ni te atrevas a terminar esa frase!" – le gritó Inuyasha, a pesar de que estaba pensando exactamente lo mismo que Yasha.
Sin embargo, a Miko se le ocurrió una idea en ese momento:
-
"¡Ah! ¿Por qué no llamamos a Gerar-nii o a Gaby-nee para que lo curen?"
– dijo ella mientras daba una palmada – "¡Estoy segura de que sus
poderes podrían quitarle ese veneno, al menos lo suficiente para que
sobreviva!" –
- "Están ocupados luchando con Tenebross" – dijo
Shippou mientras apuntaba hacia ellos: en ese momento Gerardo y Gabriela
estaban empuñando espadas de luz del color de sus elementos para atacar
a Tenebross, mientras que Kouin parecía haber usado alguna clase de
magia para acelerar sus movimientos – "Aunque si quieren, podría ir y
avisarles" –
- "¡Por favor, Shippou-chan!" – le dijo Kagome
mientras sacaba su arco y le apuntaba de nuevo a Naraku, el cual ahora
estaba recibiendo furiosos embates del Kongousouha combinado de Yasha e
Inuyasha. Shippou asintió y salió corriendo hacia la otra punta del
campo de batalla.
- "Yo intentaré mantenerlo vivo…" – dijo Miko
mientras se concentraba y ponía sus pequeñas manos sobre el cuerpo de
Miroku, haciendo aparecer un resplandor blanco azulado sobre él – "Puedo
hacer que el veneno tarde más en hacer efecto, pero no podré retrasarlo
por siempre… espero que se den prisa…" –
- 'Es posible... que
seas incluso una mejor miko que yo misma, hermanita...' – pensó Kagome
con orgullo al ver lo mucho que se estaba concentrando por mantener a
Miroku con vida.
Respecto a los demás, Gerardo, Gabriela y Kouin
habían retrocedido luego de propinarle unos buenos sablazos a Tenebross,
aunque la batalla ya estaba dejando sus marcas en ellos: Gerardo tenía
unos cuantos rasguños y cortes en sus manos y rostro, además de que
tenía las mangas de su haori hechas jirones, mientras que las ropas de
Gabriela estaban cubiertas de tierras y suciedad; y la parte inferior de
sus mangas y falda estaban rotas y dañadas. Por otra parte, Kouin ya
estaba mostrando signos de fatiga: estaba quedando claro que su técnica
de aumento de velocidad no era para usarse por períodos largos de
tiempo.
En ese momento, Shippou vino corriendo hacia ellos.
-
"¡Gerardo! ¡Gabu!" – dijo con un tono de voz que retumbó por toda la
zona – "¡Necesitamos que alguien cure a Miroku! ¡Se nos está muriendo!" -
- "¿¡Qué!?" – preguntó Gabriela horrorizada.
- "¿¡Cómo pasó eso!?" – preguntó Gerardo sorprendido desagradablemente.
-
"Tuvo que usar su Kazaana para librarnos de los miles de youkai que
Naraku había liberado, pero…" – el pequeño kitsune parecía muy
consternado ante la situación – "Pero también absorbió muchos de los
saimyosho que Naraku tenía preparados para él…" –
Sus ojos se
llenaron de lágrimas, pero en ese momento tuvieron que interrumpirse
porque Tenebross hizo que salieran varias horribles manos negras del
suelo y tuvieron que apartarse para evitar que los arrastrasen hacia el
interior de las sombras que tenían debajo.
- "¡Maldita sea!" – gruñó Gerardo – "¿¡Acaso intentas mandarnos al Yomiji o algo!?" –
- "Puede ser" – se rió Tenebross malignamente – "¡Pero en todo caso, no permitiré que curen a ese monje de tercera!"
Gerardo se volteó hacia los demás y los miró seriamente:
-
"Sé que estamos ocupados con Tenebross, pero no podemos abandonar a un
compañero que nos necesita. ¿Estarían de acuerdo con que vayamos a
ayudarlos?" –
Todos le asintieron y luego salieron corriendo en
dirección hacia donde estaban los demás, aunque tuvieron que hacerlo
esquivando los estallidos de sombras que Tenebross les estaba arrojando.
No les iba a permitir que se escaparan tan fácilmente.
Inuyasha y
los demás parecían tener la situación controlada, y la pelea con Naraku
estaba más o menos pareja, ya que no estaban más los miles de youkai
que él había liberado y ya le habían cortado buena parte de los huesos y
tentáculos con los que habían intentado atacarlos.
Sin embargo,
tampoco estaban en muy buena forma: sus ropas mostraban el daño que
habían recibido y tenían heridas en todas las partes del cuerpo que
tenían al descubierto.
- "¡Hemos venido a ayudar!" – anunció Gabriela tan pronto como estuvieron ante ellos.
-
"¡Al fin una buena noticia!" – gritó Inuyasha mientras esquivaba los
rayos de energía que Naraku le estaba arrojando. En ese momento Gabriela
corrió hacia Miroku y empezó a cantar. Miko dejó de intentar mantenerlo
vivo en ese momento.
- "Ist Altyyaok ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok ShuxuaraRa Phaph Kluceia Biousakatse...
Healing Light!" – sus manos se envolvieron en un fulgor blanco perlado y
empezó a pasarlas por encima del cuerpo de Miroku, el cual estaba
respirando a duras penas. Poco a poco, su respiración fue retomando su
ritmo normal y su rostro recuperó su color. Sin embargo, antes de que
hubiesen podido terminar, Tenebross le lanzó una flecha de sombras…
-
"¡Gaby!" – gritó Gerardo, transformándose en Dragoon para salir
disparado y bloquear la flecha con su escudo, lo cual logró en el último
segundo – "Estuvo cerca… maldita sombra traidora…" –
Estaba
furioso ante lo que le había hecho a su hermana; y los demás también
estaban indignados por ello. Por suerte, Miroku ya estaba fuera de
peligro, así que Sango lo apartó del campo de batalla para luego
regresar a pelear, mientras que Gabriela se transformaba también en
Dragoon. Sobra decir que también estaba furiosa por ese ataque a
traición.
- "¡Esto es un campo de batalla!" – gritó Tenebross
mientras se reía de sus expresiones – "¡Aquí no hay leyes ni reglas,
sólo importa exterminar a los enemigos!" –
- "¡No me salgas ahora con la lógica del pragmatista de combate!" – le gritó Gerardo con furia - ¡Haré que pagues por eso!" –
A
su lado, Kouin, el cual también mostraba una cara de rabia y repulsión
increíbles, haciendo aparecer unas marcas verdes en su rostro. Juntó las
hojas de sus dos espadas y dijo una sola frase: - "ZielarZa!" –
Acto
seguido, ambas hojas empezaron a vibrar como un diapasón después de
recibir un golpe. Sin embargo, la vibración empezó a intensificarse con
cada segundo que pasaba; y cuando ya estaban vibrando lo suficiente como
para que incluso los brazos de Kouin temblasen, las sostuvo en alto y
apuntó a Tenebross:
- "¡Thundering Sword! ¡Ahora te otorgaré el
descanso eterno!" – dijo mientras separaba las hojas de sus espadas con
un movimiento que parecía una X, formando una onda de choque que le
causó gran daño a Tenebross y agrietó el espejo en que estaba encerrado.
Tenebross
soltó un gritó desgarrador de dolor, lo que agarró por sorpresa a todos
y el cual Naraku aprovechó para tratar de matar a Kagome y a Miko con
un rayo de energía. Sin embargo, Kouin notó lo que estaba pasando y
corrió hacia el lugar al que Naraku estaba apuntando para sacar a ambas
chicas del camino.
- "Gracias… ¡Ah!" – dijo Kagome, pero luego
tuvo que poner una barrera inmediatamente para que Tenebross no les
golpease con sus garras de sombras.
Por lo visto, su batalla, que
al principio estaba dividida en dos partes, ahora se había reducido a
una sola. Naraku había perdido a muchas de las abominaciones que lo
formaban, mientras que Tenebross había recibido muchas heridas gracias a
los ataques de Gerardo, Gabriela y Kouin.
Sin embargo, Inuyasha,
Gerardo y los demás tampoco estaban muy bien que digamos: además de los
golpes y heridas que habían recibido, ya estaban empezando a agotarse
físicamente.
- 'A esto paso vamos a perder' – pensó Gerardo con amargura al ver el estado de sus compañeros y el suyo mismo.
En
ese momento, Kouin se lanzó de nuevo para atacar a ambos villanos a la
vez: acuchilló el aire en frente de él con una de sus katanas; y luego…
- "¡Hyuuu!" - corrió a una velocidad impresionante, desapareciendo de la vista y reapareciendo detrás de Naraku y Tenebross.
-
"¡Shattering Slash!" – dijo, y al instante siguiente una triada de
cuchilladas y puñaladas cayó sobre ellos: por lo visto los había atacado
a una velocidad tal que ni siquiera Gabriela había podido seguirlo con
sus ojos.
Esto le dio una oportunidad a Gerardo y a Gabriela:
Gabriela empezó a entonar su Healing Light, mientras Gerardo lanzaba su
Healing Rain para hacer que todos recuperasen sus fuerzas. Obviamente,
Miroku aún estaba débil por el veneno, así que tuvo que quedarse
apartado junto a Shippou.
- "Ahora estás pagando por haber roto
nuestra promesa, Tenebross" – le dijo Kouin severamente al ver como los
demás se habían recuperado tras la ejecución de la canción y el hechizo –
"A este paso dudo que puedas vencernos, pero como precaución… ¿Crees
que serás capaz de seguir mi ritmo? ¡Divine Speed!" –
Al momento
siguiente, desapareció de enfrente de ellos dos, pero por desgracia, ya
Naraku y Tenebross se habían anticipado a esto: cuando reapareció lo
hizo en el medio de dos rayos de energía que ambos villanos le habían
preparado.
- "¡No!" – gritó Kouin, pero en ese momento, Gerardo y
Gabriela aparecieron volando a su lado mientras que Inuyasha y Yasha
estaban al otro lado cabalgando sobre Kirara. Ambos hermanos encontraron
el punto para cortar los rayos de energía y contratacar a ambos
villanos, mientras Kagome y Miko prepararon dos Flechas Sagradas a
rebosar de sus poderes espirituales y Gerardo y Gabriela preparaban los
mejores hechizos que tenían reservados para la ocasión.
- "Ist Ochsmere, Filaria Dea Zosph Phiala Phiaphz Lay Illyusea oli Lay Saetsulia Iens! ¡Twilight Arrow!" – dijo Gabriela.
- ¡Ve!" - dijo Kagome.
- "¡Vuela!" – dijo Miko
Tres
flechas silbaron por los aires: dos púrpuras y una de un color similar
al del atardecer, las cuales purgaron el aura maligna de ambos villanos y
se clavaron en Tenebross, causando una pequeña explosión naranja. Éstas
fueron seguidas por la ola de agua y las ondas de energía invertidas
que usaron Gerardo, Yasha e Inuyasha.
Naraku cayó de rodillas al
piso, inconsciente e incapaz de continuar moviéndose, lo cual Gerardo
aprovechó para lanzarle un rayo de agua y luego tronar sus dedos para
congelarlo: fue encerrado en una prisión de hielo que dejaba sólo su
cabeza al descubierto. Tenebross, por otra parte, levitó de nuevo: aún
no habían terminado con él.
- "Malditos cretinos… ¿Realmente creen
que algo tan patético como esto acabará conmigo?" – dijo Tenebrsos
confiadamente, pero en ese momento, Kouin corrió hacia él con sus dos
espadas delante.
- "¡Twin Slash!" – gritó con energía. Cuando
llegó hasta Tenebross, le hizo un profundo corte en X en donde se supone
que estaría su torso.
Luego se dio la vuelta y corrió de nuevo,
con las marcas verdes apareciendo en su rostro de nuevo, dejando detrás
de sí una estela de cristal transparente la cual encerró a Tenebross.
-
"¡Delusory Destroyer! Sigue el Yaoulma..." – dijo mientras soltaba una
cuchillada en el aire, la cual destrozó la prisión de cristal e hirió a
Tenebross tan severamente que volvió su espejo añicos e hizo que su
sombría forma colapsase sobre el piso de la estancia.
- "Al fin…
esto ha terminado…" – dijo Kouin con alivio mientras guardaba sus
espadas en sus fundas. Todo estaban sorprendidos… había terminado…
realmente su viaje había llegado su final… y habían resultado
victoriosos…
Todos se reunieron y comenzaron a festejar su gran
victoria, felicitándose mutuamente; y riendo alegremente ante la
perspectiva de que finalmente todos sus esfuerzos habían dado frutos.
Sin
embargo, le dieron la espalda a Tenebross; y no se dieron cuenta que el
maligno monstruo estaba preparando un ataque: materializó una flecha de
sombras y la apuntó directamente hacia Gerardo y Gabriela…
-
"¡Mueran, infelices!" – gritó mientras disparaba la flecha; y a pesar de
haber escuchado el estruendoso grito, ninguno de ellos dos logró
moverse a tiempo para salir del camino de la flecha. Todos en el grupo
se quedaron viendo la escena horrorizados… hasta que Kouin saltó en el
camino de la flecha y recibió el golpe por ambos hermanos…
-
"¡FELTES!" – gritaron todos mientras corrían a ver que había sucedido.
Kouin cayó al suelo, pero antes de que hubiese llegado hasta el fondo,
Gerardo lo sostuvo y trató de mantenerle la cabeza en alto.
- "¡No! ¡No puede ser!" – gritó Miko horrorizada y entristecida.
-
"Tenebross… ¡maldito bastardo del demonio!" - gritó Inuyasha mientras
golpeaba el suelo con rabia, al escuchar como Tenebross se estaba riendo
de ellos.
- "No… no puede morirse ahora… no" – dijo Yasha
mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas. Sango estaba
haciendo todo lo que podía para contenerse, mientras que Miroku se había
acercado hasta ellos a duras penas y la abrazó con las pocas fuerzas
que le quedaban. Shippou, por su parte estaba llorando desconsolado.
Gerardo
y Gabriela estaban con Kouin, habiéndose destranformado y utilizando
las canciones de sanación y curación más poderosas que conocían, pero no
tenían resultado. Kagome y Miko intentaron ayudarles en sus esfuerzos,
la segunda con lágrimas en los ojos, pero de nada sirvió: la flecha
estaba maldita; y provocaba heridas que no podían sanarse. Kouin estaba
condenado…
- "¡Maldición, no! ¡Healing Water! ¡Healing Water!" –
gritaba Gerardo con rabia y desesperación, con los ojos llenos de
lágrimas, haciendo todo lo que podía para evitar que Kuoin muriera.
Gabriela estaba a su lado poniendo todos sus sentimientos en su canción
Healing Light mientras que Miko y Kagome concentraban todo su poder
espiritual en intentar mantenerlo con vida.
- "¡No te mueras, por favor!" – chilló Gabriela al comprobar que su canción no estaba teniendo efecto.
-
"¡Esto no puede terminar asi!" – gritó Miko ya al borde de la
desesperación. Al momento siguiente, Kagome dejó de usar sus poderes y
se dio por vencida… realmente no había nada que pudieran hacer…
-
"¡No, Feltes!" – gritó Gerardo mientras él y Gabriela le tomaban una
mano. Kouin abrió los ojos levemente y les sonrió con amabilidad:
-
"Aghh… Gerardo… Gabriela… Kagome... Miko..." – dijo con las pocas
fuerzas que aún le quedaban – "Me alegra… haber podido conocerlos… y a
todos… ustedes… fue grato… haber podido tener amigos… como ustedes… así
hubiese sido… por tan poco tiempo…" –
- "¡C-Claro que lo somos!" – dijo Yasha corriendo hacia él – "¡Y lo seguiremos siendo! ¡Por favor, tienes que vivir!" –
- "S-sí… tienes que… tienes que ponerte bien…" – dijo Miko entre sollozos.
-
"Por favor, debes seguir adelante…" – dijo Gabriela, preparándose para
cantar su Healing Light una vez más. Sin embargo, Kouin levantó su mano
libre para detenerla.
- "Esta bien así… este es mi castigo… mi
expiación por todos los pecados que he cometido…" – dijo él con
satisfacción – "Ahora podré… regresar al ciclo eterno… de nuestra madre…
Dragonia… y rencontrarme con él; y ellos…" –
- "¡NO! ¡Aún es
demasiado pronto para eso! ¡Quédate con nosotros! ¡Te necesitamos!" – le
gritó Gerardo, que ya había perdido por completo el control de sus
emociones y sus lágrimas empezaban a desbordarse.
- "Gracias… por
considerarme así… como un amigo… fue bueno tener a alguien que pudiera
creer en mi después de tantos años…" – luego se volteó para mirar a Miko
y a Yasha una vez más – "De nuevo… por favor perdónenme… por el
sufrimiento que les causé… Espero que de ahora en adelante… sus vidas
sean felices… Les encomiendo a todos… la felicidad… y el bienestar de mi
mundo…" –
Al momento siguiente, sus ojos se cerraron y su
respiración cesó por completo… La mano que Gerardo y Gabriela estaban
sosteniendo se quedó lívida; y se meció hasta que llegó al suelo…
-
"No… no… no… ¡NOOOOOO!" – gritó Gerardo mientras sus lágrimas salían a
montones, y Gabriela y los demás niños empezaron a llorar con todas sus
fuerzas.
Gabriela y Gerardo se abrazaron el uno al otro; Miko se
abrazó a Kagome, mientras que Yasha se abrazó a Inuyasha, cuyo cabello
había quedado de modo que tapara sus ojos para que nadie viera que
estaba llorando. Miroku y Sango no pudieron hacer otra cosa que
aguantarse las lágrimas.
El cadáver de Kouin, o mejor dicho,
Feltes, se volvió un montón de chispas de luz, y luego después de emitir
un brillante resplandor, salieron disparadas hacie el techo para salir
de la estancia.
Gerardo cayó al piso, pero después de un par de
segundos sollozando abrazado a su hermana, levantó la mirada hacia
Tenebross y le dedicó una mirada llena de odio:
- "Tú… ¡TÚ! ¿¡Cómo pudiste haberlo matado!?" – dijo mientras se alzaba de nuevo con su espada y escudo en las manos.
-
"¡Eso fue por tu culpa y la de tu hermana, imbécil!" – se burló
Tenebross – "¡Si hubiesen muerto, él no tendría por qué haberse marchado
al otro mundo!" –
- "¡Maldito desgraciado! ¡Aaaaaaarrrrrghhh!" –
dijo mientras alzaba su espada y corría hacia Tenebross gritando como un
desaforado. Sin embargo, Tenebross lo repelió con una onda de sombras,
haciendo que cayera de espaldas hacia donde estaban los demás,
causándose gran daño con el suelo de piedra.
- "¡Gerar!" – gritó
Gabriela mientras corría hacia él. Los demás la siguieron, llenos de
sorpresa y terror, mientras Gabriela se apresuraba a sanarle las
heridas.
- "Pero no se preocupen" – dijo Tenebross mientras
continuaba riendo. Luego hizo levitar un pequeño trozo de cristal negro:
un Fragmento de Sombras, delante de sí – "¡Que ahora mismo se reunirán
con ese maldito traidor!" -
Memorial para mi Supporteil, Mihoka/Memorial for my Supporteil, Mihoka (27/05/2008 - 31/12/2011)
Was cyue gaya mean harmon akata endia, den zz wYUsUr ayulsa/. Alt tok ielumnes tast ika diela dat Dragonia xi, OliIstOchsmeyaZosphMountyoudorOliThafzMountyoudorFeleteiJazat. ah=iyon-du pau-fao-a, soh-ne N wooah W shin ih-tah-ren iyon=yu-tey teira-uii; QuelI->ExaD[lic]->{ciol f ih}<-{ciol f iyon} ee {lasel tez}->ExeC->{RW}; その時まで lolosy tiria... etolu tisia...
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