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A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.

¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!

Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs.
I hope you all have a good time reading this blog!


sábado, 27 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capitulo 20

Capítulo 20:

El Sellado de Dragonia

(Opening: Owaranai Yume)

- "Maldición…" – dijo Gerardo tratando de ponerse en pie después de que Gabriela y Miko le aplicaron sus respectivas habilidades de curación.
- "¡Gerar, aún no debes moverte!" – le dijo Gabriela tratando de calmarlo.
- "¡Esas heridas aún no han sanado del todo!" – le dijo Miko – "¡Debes quedarte quieto por un poco más de tiempo!" –
- "Déjanos esto a nosotros por ahora," – le dijo Kagome guiñándole el ojo – "Descansa un poco; y luego te reincorporas a la batalla" –
- "Sí," – dijo Yasha limpiándose los ojos de las lágrimas que aún le quedaban en los ojos – "No podemos permitirnos perderte… como pasó con Feltes-san…" –
- "Huhuhu… ¿y ustedes que creen que pueden hacer, idiotas?" – se río Tenebross mientras aún observaba el Fragmento de Sombras para luego mirarlos a ellos.
- "Como se ve que aún nos sigues subestimando, ¿eh? ¿Sombra inútil?" – se río Inuyasha mientras alzaba su espada. Yasha se volteó hacia Tenebross e hizo lo mismo – "¡Kaze no Kizu!" –
Sin embargo, las ondas de energía solo golpearon una ilusión; y cual no fue su sorpresa al ver que Tenebross estaba justo encima de ellos, preparándose para lanzar un gran rayo de sombras sobre ellos.
- "¡Coman esto! ¡Shadowy Destroyer!" – rugió él mientras disparaba el rayo, causándoles grandes daños a todos ellos y dejándolos tirados en el piso. Inuyasha y Yasha no tuvieron tiempo de reaccionar para contratacar, mientras que Gerardo todavía estaba débil como para poder invocar alguna de sus barreras.
- "¡Uaghhhh!" – gritaron tan pronto como les impactó el rayo, dejando a todos inconscientes, regresando a Inuyasha a su forma infantil porque esto le había sacado las fuerzas que le quedaban.
Los Fragmentos de Sombras que tanto trabajo les había costado recolectar cayeron de sus bolsillos y fuera de las Bolsas de Luz que los contenían.
- "Ehehehee… finalmente, la hora ha llegado…" – rio Tenebross maléficamente al ver el resplandor maligno que los fragmentos soltaban – "Con esto podré recuperar gran parte de mi poder y destruirlos a todos ustedes, idiotas" –
Miko fue la primera en levantarse, al igual que Kagome. Ambas quedaron impactadas al ver como se había tornado todo y al ver como los Fragmentos de Sombras que ahora yacían desparramados por el piso de la estancia brillaban malignamente; y se alzaban en el aire, flotando hacia Tenebross.
- "No… no puede ser…" – dijo Miko cayendo en la desesperación. Vio a todos sus amigos tirados por el suelo inconscientes, lo cual trajo de nuevo a su mente la imagen de la muerte de Feltes. Kagome tuvo que abrazarla porque ya había comenzado a temblar de horror y tristeza.
- "Miko… cálmate… aún podemos detenerlo…" – dijo ella para darle aliento mientras trataba de preparar una Flecha Sagrada. Sin embargo, aparentemente ya no lo quedaban fuerzas para imbuir su energía en la flecha, ya que al momento siguiente su medallón la regresó a su forma infantil. Cayó de rodillas jadeando.
- "Onee-san…" – dijo Miko mientras comenzaba a llorar.
Todos sus compañeros estaban inconscientes, habían perdido a Feltes; y ahora ni Gabriela, ni Kagome, ni ella misma estaban en condiciones de usar ninguna de sus habilidades. Al parecer, estaban perdidos…
- "Mejor ríndanse, mocosas" – se burló Tenebross – "Ya no les quedan fuerzas para intentar nada más; y con sus amigos fuera de combate, solo les queda esperar su final" –
- "No… no aceptaré eso…" – dijo Miko llorando mientras su mente se llenaba de imágenes de dolor y desesperación: estaba recordando todos los momentos tristes y difíciles por los que ella y Kagoma habían pasado hasta la actualidad – "¡No dejaré que les hagas daño!" –
Y como si estuviese en un trance, pronunció las siguientes palabras:
- "Zyacc Zattyac, purophaserara thafzaael…!" –
Luego, comenzó a cantar, rodeada por coros e instrumentos que parecían provenir de ninguna parte; y al mismo tiempo, de ella misma...


古の共鳴 Inishie no Kyoumei
(Resonancia Antigua)
Qia set, risha, lathalia tuia millial!
Qia set, aprelia pourkan sos wirya kopaw!
Nyouhma, AlzaRa Cia Kialar Phaph Myya Zosph Rinmei Phiapz Ical!

¡Resonancia, une estos sentimientos!
¡En esta desesperación, abre la puerta a mi verdadero potencial!
¡Ahora, obtendré la llave para ella, para salvar a mis preciosos amigos!

- "¿¡Qué demonios!?" – gritó Tenebross espantado mientras veía como se dibujaba a sus pies un círculo mágico similar a los usados por Gabriela y Gerardo – "¿¡Está cantando en ambos tipos de Dragoniano…!? ¡Pero eso es imposible!" –
- "Miko…" – Kagome empezó a sentir los sentimientos y pensamientos de Miko. Esto permitió que sincronizase sus emociones con ella; y sabiendo lo que debían hacer, ambas continuaron cantando juntas. Kagome se paró al lado de Miko, tomó su mano izquierda, mientras que ambas tenían sus manos libres sobre su pecho. El círculo mágico sobre el que estaban paradas comenzó a brillar con más fuerza...
Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa.
Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae.
Por el bien de la flor brillante, cantaré.
Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.

想ひを込めてやこの唱に、
風に乗せさせて。
omoi wo kometeya kono uta ni,
kaze ni nosesasete.
Pon tus sentimientos en esta canción
Y deja que monte en el viento.

聖光(ひかり)を解き離つんや
(力で)、皆を助けて。
hikari wo tokihanatsun'ya
(chikara de), minna wo tasukete
Abriendo el camino para la luz sagrada
(con todo mi poder), ayudaré a todos.

Ist Cielba Bialr Lyacchi Shull Lika Zelc Ical.
Que este rezo llegue a los cielos.

聖なる弓弦を弾く、
勾玉は唱を奏づる。
seinaru gyuugen wo hiku,
magatama wa uta wo kanadzuru.
Pellizcando la cuerda del arco sagrado,
Las magatamas tocarán una canción.

黄泉の深淵を照らして、
神は光をまき散らして。
yomi no shin'en wo terashite,
kami wa hikari wo makichirashite.
Iluminando las profundidades del Yomi,
Los Kami esparcen su luz.

Cebalire 6 Sieshu, Baprou SatplSa Zosph Ical,
Erga Lisf Nalrinca Dea CiaAael Kizfelt.
Le ruego a las Seis Voces que me ayuden,
Aún si no soy digna de su atención.

四魂は一つに、その全ての欠片が光に、
壊れた結晶は集まり、純真無垢に満ちて。
shikon wa hitotsu ni yuugou, sono subete no kakera ga hikari ni,
kowareta kesshou wa atsumari, junshinmuku ni michite.
Unificando las Cuatro Almas en una, todos sus fragmentos envueltos en luz,
El cristal quebrado se reunirá de nuevo, lleno de pureza.

その深き眠りから目覚めや、その固くな鎖を壊れや、
その掛金を開いて、想いを流れさせて。
sono fukaki nemuri kara mezame ya, sono katakuna kusari wo koware ya,
sono kakegane wo hiraite, omoi wo nagaresasete.
Despierta de ese largo sueño, rompe esas duras cadenas,
Abre esos cerrojos y que los sentimientos corran libres.

Ist Cielba SiescalSa, CozNal Pawatz...
Desbórdate, oh mi poder desconocido...

希ひはこの心に宿す、
それで(全ての)影を清淨え。
negai wa kono kokoro ni yadosu,
sore de (subete no) kage wo shoujoue.
Que este corazón se llene de deseos
Y purgue a todas las sombras con ellos.

Tenebross se había quedado impactado y no pudo reaccionar en absoluto a lo que ocurrió a continuación: mientras la canción seguía su curso, una gran onda de luz recorrió la estancia, revitalizando a todos sus amigos y haciéndolos recuperar la conciencia instantáneamente. Por otra parte, esto también invocó una serie de rayos y flechas de luz blanca que cayeron repetidamente sobre Tenebross y le causaron grandes daños. Éstos también derrumbaron parte del techo y las paredes, sepultándolo bajo una gran cantidad de escombros.

- "Uhh… ¿¡qué pasó!?" – se preguntaron todos al despertarse.

- "¡Miren todos!" – dijo Shippou al ver a Kagome y a Miko en postura de canto dentro del círculo mágico.

- "Imposible…" – dijo Gerardo asombrado – "¿Están cantando en Dragoniano?" –

- "Magias de Luz… pero se supone que yo soy la única que podía…" – dijo Gabriela shockeada al ver esto.

- "Y no solo de Luz… también se puede sentir un fuerte poder de Agua viniendo de ellas…" – dijo Gerardo mientras ambos se miraban el uno al otro con los ojos como platos.

月は心の汐を導いてで、
もう迷はないや嘘を聴かない。
tsuki wa kokoro no ushio wo michibiite de,
mou mayowanai ya uso wo kikanai.
Con la luna guiando las mareas de mi corazón,
Jamás perderé mi rumbo de nuevo o me dejaré engañar por las mentiras de nadie.

Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa.
Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae.
Por el bien de la flor brillante, cantaré.
Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.

Ist Atok, Phaph Gabriela, ShuxuaRa.
Phaph Kagmi, Shumah Zosph Mahae.
Por el bien de la flor brillante, cantaré.
Por nuestro propio bien, ejecutaré mi magia.

Ist Cielba, LyachhiAael Niyallei Oli Ochsmere...
Phahp Bialr CiaAael EoalreRia ZosphAael Kalia Sodia Burkei Ical.
Concentrate en esos sentimientos y deseos...
Para que nos guien al otro lado de la puerta.
Phiaphz E, Yall PhaelleRa Phiellar ThafzAael Ical.
Zelek E, Yall ZosphAael Vlasial CoulziaNal.
Como amigos, siempre les enviaré mi amor.
Como hermanas (gemelas), nuestros lazos jamás se romperán.


Inuyasha y los demás no podían darle crédito a lo que sus ojos y oídos les mostraban. El círculo mágico finalmente desapareció cuando los ecos de la canción dejaron de oírse y las dos niñas cayeron al suelo jadeando, extremadamente agotadas. Todos fueron de inmediato a revisar como estaban.

- "¡Miko, Kagome!" – gritaron Inuyasha y Yasha – "¿Están bien?" –

- "Sí, pero estoy muy agotada" – dijo Miko, con la cara aún empapada de sudor, para luego voltearse a mirar a Kagome – "Onee-san, ¿Cómo estás?" –

- "Bien," – dijo haciendo un esfuerzo para sonreír – "Pero también estoy cansada…" –

- "¿Creen que eso habrá sido suficiente para acabar con Tenebross?" – preguntó Sango al ver como el maligno monstruo ahora estaba enterrado bajo la pila de escombros gracias a la magia que Kagome y Miko habían invocado.

- "No lo creo… ya hemos visto que ese horror es más resistente que un tanque" – dijo Gerardo con amargura, para luego voltearse a mirar a Kagome y Miko impresionado – "Estuvieron increíbles, pero... ¿Cómo se las arreglaron para hacer eso? Que yo sepa, ninguna de ustedes tiene relación alguna con Dragonia" –

- "No lo sé," – dijo Miko tan confundida como todos ellos – "Empecé a sentir que estábamos perdidos y de repente sentí impulsos de cantar eso. Las palabras salieron por sí solas de mi boca, como si supiera su significado desde siempre" –

- "Igual yo…" – dijo Kagome, cuyo rostro reflejaba la misma confusión de todos los demás – "Cuando Miko empezó a cantar, empecé a sentir lo mismo y terminé haciendo dueto con ella" –

- "Es posible que tenga que ver con el agua y los medallones" – comentó Sango.

- "Bueno, es cierto que provienen de Dragonia y podrían ser la causa…" – dijo Gerardo pensativamente – "Lo que no me explico es como pudieron hacer esto sin un Cristal Seirei ni ningún otro modo de acceso a los Núcleos" –

- "Aunque nosotros hicimos algo similar cuando llegamos por primera vez a este mundo, Gerar" – le recordó Gabriela.

Y en ese momento, tanto Gerardo como Miroku, Sango y Shippou se dieron cuenta: Cierto… la batalla que tuvieron con Sesshomaru poco después de su llegada al mundo de Inuyasha, poco antes de que Inuyasha y Kagome hubiesen vuelto del mundo de ellos

– "Lo que dicen Miko y Kagome es parecido a lo que me pasó a mí" – dijo Gabriela con una voz seria.

- "Eso significa que fui el único que escuchó esa voz…" – dijo en voz alta. ¿Acaso esto era algún tipo de simpatía o compasión de parte de los Dioses Dragón debido a que estaban a punto de morir?

Sin embargo, no pudieron continuar pensando en esto y tuvieron que alejarse de la pila de escombros, ya que a los pocos segundos Tenebross se alzó y puso a volar las rocas por los aires. Ahora recuperados, Gabriela, Gerardo y Miroku alzaron una barrera para proteger a todos de la caída de los escombros. La maligna sombra estaba hecha toda una fiera…

- "Tú… No… ustedes…" – gruñó conteniendo el aliento con toda la rabia del mundo – "Malditas mocosas… esos poderes… esa luz… ¿¡Acaso una de ustedes es la Sacerdotisa del Dragón!?" -

- "¿Huh?" – respondieron Miko y Kagome confundidas.

- "¿¡Qué!?" – gritaron Gerardo y Gabriela espantados.

- "¿Qué significa eso?" – preguntó Yasha extrañado.

- "¡La Sacerdotisa del Dragón es la persona más importante en la sociedad Dragoniana; y es capaz de utilizar hechizos, magias y canciones con poderes mucho más allá de los nuestros!" – dijo Gerardo espantado. Todos los demás reaccionaron de la misma forma que él y su hermana cuando les dijo esto.

- "Si de verdad una de ustedes es esa impertinente molestia luminosa..." – gruñó Tenebross, y se alzó en el aire – "¡La exterminaré ahora mismo!" –

Luego intentó abalanzarse sobre ellas, pero fue repelido por las espadas de Yasha, Inuyasha y Gerardo. Gritó de dolor después de que recibió los sablazos de cada uno.

- "¡Nunca les pondrás tus garras encima!" – gritaron los tres a la vez. Gabriela fue tan rápido como pudo hasta las "gemelas" y empezó a usar su propio canto de curación para sanarles las heridas y el cansancio:

- "Ist Altyyaok, ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok, ShuxuaraRa Phaph Kluceia Biousakatse... ¡Healing Light!" – tan pronto como terminó de cantar y las ondas de luz las hubieron envuelto a ambas, tanto Miko como Kagome se pusieron en pie sintiéndose como nuevas.

Kagome volvió a poner su medallón en Separación Especial para poder tener de nuevo su edad normal, ya que pensaba que necesitaría su estatura de siempre en esta batalla. Inuyasha notó esto e hizo lo mismo.

- "Estos malditos idiotas están resultando una molestia mayor de lo que pensaba…" – gruñó Tenebross al ver como le estaban dando la vuelta a la batalla que él casi había ganado momentos antes.

En ese momento, todos estaban de pie con sus armas desenfundadas: Kagome y Miko preparaban dos flechas cargadas hasta el borde con sus poderes espirituales, Inuyasha y Yasha se preparaban para usar el Bakuryuuha y el Kongousouha, y Gerardo y Gabriela ya habían invocado sus armaduras de nuevo y estaban comenzando a cantar los mejores hechizos de los que disponían.

– "Pero no servirá de nada: es hora de terminar con esto… Zyacc Ikuak… ah... Pabut Dea Zosph, Cebali ThafzAael… DoneZa Nyouhma!" - recitó Tenebross.

En ese momento, todos los Fragmentos de Sombras que estaban desparramados por el suelo de la estancia se elevaron; y tan pronto como el aluvión de ataques que Inuyasha y compañía estaban preparando fueron lanzados, los fragmentos se quedaron flotando delante de Tenebross, formando una barrera que bloqueó completamente todas las ondas de energía, flechas y magia que lanzaron.

- "¿¡Qué demonios!?" – gritó Inuyasha al ver como los fragmentos habían absorbido completamente sus ataques.

- "Hmph, anulé completamente toda esa parafernalia que planeaban usar contra mí" – se rió malignamente – "Y eso no es todo…" –

A continuación, la masa de fragmentos brilló de un inquietante color negro; y al momento siguiente, les arrojó un rayo de sombras aún más fuerte que el que Tenebross habia usado contra ellos previamente.

- "¡Dragon Barrier!" – gritó Gerardo mientras ensartaba su espada en su escudo y clavaba ambos en el piso, formando de nuevo el domo de energía con el emblema del dragón delineado encima. Esto logró anular el poderoso ataque de Tenebross, sin embargo, Tenebross vino detrás del rayo y golpeó con sus garras de sombras la barrera, haciendo que se resquebrajase y que todos salieran volando por la fuerza del impacto.

- "¡Aghhh!" – gritaron todos.

Afortunadamente se las arreglaron para aterrizar de un modo que no les causase mucho daño, pero ahora que veían a lo que se enfrentaban, la situación no podía ponerse peor.

- "Maldición…" – dijo Gerardo analizando la situación de la batalla – "Como estamos ahora, no podremos causarle daño con los fragmentos atravesados en el camino de nuestros ataques. La única forma de quitarlos de en medio sería con una flecha de luz muy poderosa, pero si hacemos eso… Gaby podría caer inconsciente por el cansancio… y el usar tanta energía podría incluso matarla…" –

Los demás escucharon lo que había dicho horrorizados y se desanimaron rápidamente. No podían permitir que Gabriela quemase su vida para un solo ataque. Tenebross se rió de su predicamento.

- "Hahahaha, ¿¡Qué harán entonces!?" – les gritó – "¿¡Sacrificarán a esa mocosa de la luz, o se rendirán y permitirán que los extermine!?" –

Sin embargo, antes de que pudieran contestar o hacer cualquier otra cosa, una extraña sombra salió de detrás de ellos; y sobrepasando la barrera de fragmentos, se las arregló para asestarle un golpe a Tenebross, dejando una estela verdosa detrás de sí.

- "No puede ser…" – dijo Miko sorprendida.

- "Debes estar bromeando…" – dijo Yasha mientras él y los demás reconocían a la sombra.

- "¡Es Sesshomaru!" – gritaron todos a la vez.

Sesshomaru se veía tan calmado y altivo como siempre; e impresionantemente, se las había arreglado para atravesar la defensa impenetrable de Tenebross y atacarlo directamente con sus garras venenosas. Tenebross gritó de dolor por el escozor que esto le provocó y usó la energía maligna de uno de los fragmentos para curarse.

- "Si crees que con esos trucos te salvarás, patética sombra, te equivocas…" – dijo Sesshomaru calmadamente.

Unos instantes después, apareció una flecha envuelta en energía púrpura, la cual chocó con los fragmentos y los hizo caer de nuevo al suelo totalmente inertes. Luego una ofuda salió volando desde la misma dirección de la flecha y se fijó en la cabeza de Tenebross, creando una jaula de energía a su alrededor que luego lo apresó, dejándolo incapaz de atacar o moverse.

- "Increíble… solo Kikyou podría haber hecho algo como esto…" – dijo Inuyasha asombrado.

- "Me alegra saber que tienes mi poder en tan alta estima, Inuyasha" – dijo la voz de Kikyou desde detrás de ellos mientras entraba a la estancia – "Vi a Sesshomaru entrando a este portal; e intuyendo que Naraku podría estar dentro, decidí seguirlo" –

- "Sólo entré porque sentí el repugnante olor de Naraku por aquí" – comentó Sesshomaru inexpresivamente – "No esperaba encontrarme contigo en este lugar, miko, ni tampoco con ustedes" –

- "Aun así, su llegada es muy oportuna" – dijo Gerardo alegremente – "Gracias a lo que acaban de hacer, ahora tenemos una oportunidad de nuevo" –

- "Hmm, aunque debo decir que me resulta bastante extraño el ver a sus formas infantiles al lado de ustedes ahora" – comentó Kikyou, refiriéndose a Yasha y a Miko – "Por lo que veo, ahora podrían considerarse más como personas reales que como trozos de sus almas" –

- "Aunque el niño hanyou no parece nada diferente de su forma mayor: ambos tienen la misma expresión de tonto" – dijo Sesshomaru mientras mostraba una sonrisa sarcástica.

- "¡Cierra la boca, Sesshomaru!" – gritó Inuyasha mientras que Yasha solo bajaba su mirada. Kikyou fue hacia él y se inclinó para que sus ojos estuviesen a su altura.

- "No deberías prestarle atención a sus palabras" – le dijo mientras le sonreía – "Aunque eres similar a Inuyasha en apariencia, por lo que veo tu personalidad es muy distinta" –

- "Ki-kikyou…" – tartamudeó Inuyasha al escuchar como le daba ánimos a Yasha, el cual abrió la boca sorprendido pero no supo como responderle. Luego, se volteó a mirar a Miko…

- "Por lo que siento, tus poderes son muy similares no solo a los de Kagome, sino también a los míos…" – dijo mientras la examinaba con curiosidad – "Sin embargo, parece que también tienes acceso a otro tipo de poder: uno mucho más similar al que tienen ellos dos…" –

Dijo esto mientras miraba en dirección a Gerardo y Gabriela.

- "¿Qué significa eso… Kikyou…?" – le preguntó Miko con desconfianza mientras le fruncía el ceño. Al haber visto lo que le había hecho a Kagome dentro de sus memorias, le costaba trabajo poder creer en sus palabras.

- "Significa que es posible que seas capaz de cosas más grandiosas que nosotras…" – dijo Kikyou mientras le sonreía con amabilidad – "Es posible que si tú y Kagome unen sus fuerzas, desaten un poder que nunca se haya visto sobre este mundo" –

- "¿Se referirá a la canción que cantaron hace poco?" – se preguntó Gabriela intrigada.

- "Ah, conque eso fue esa extraña energía que pude sentir desde lejos" – asintió Kikyou al escuchar lo que dijo Gabriela. Le hizo señas para que se acercase a ellas dos, luego cerró los ojos y puso sus manos delante de ella, con las palmas en dirección a las dos niñas. Al momento siguiente, abrió los ojos con una gran sonrisa – "Ahora que he examinado mejor sus auras, parece que ambas tienen un tipo de poder que complementa a la otra. Si… de seguro ustedes y Kagome tienen algo que ninguna miko de este mundo tiene, ni siquiera yo misma…" –

- "Kikyou… ¿por qué nos dices esto?" – preguntó Kagome mientras se acercaba a ella.

- "Estoy de su lado, a pesar de las diferencias que hayamos podido tener en el pasado" – le dijo con una mirada severa – "Mi mayor interés en este momento es destruir a Naraku y a ese ser que llaman Tenebross" –

- "Naraku está congelado por allá, así que si quieren darle el golpe final, siéntanse libres" – dijo Gerardo mientras señalaba el lugar en el que lo habían dejado congelado.

- "Eso puede esperar hasta que nos libremos de la amenaza que supone esta sombra" – dijo Sesshomaru pasando a un lado de ellos y tronando sus garras con un simple movimiento de los nudillos – "Ahora que esa basura no puede moverse, será un juego de niños el hacerlo desaparecer de este mundo" –

- "Además, aún tengo que saldar cuentas con él, dada la forma tan sucia en que empezó a contaminar mi mente con su aura maldita, amplificando mis emociones negativas para que intentara eliminar a Kagome" – dijo Kikyou mientras una expresión de furia aparecía en su rostro.

- "Hmph, lo mismo digo" – dijo Sesshomaru mientras sus ojos mostraban un fugaz resplandor rojo – "Intentó hacer que me deshonrara a mi mismo y a mi padre tratando de hacerme matar a una niña humana dos veces; y al idiota de Inuyasha cuando no podía defenderse bien. Eso es algo que me resulta imperdonable..." –

- "Así que eso fue lo que ocurrió en ese entonces…" – dijo Sango cuando escuchó eso. Luego se volteó a mirar a Miroku – "Houshi-sama, ¿se encuentra bien?" –

- "Me encuentro mejor ahora, Sango" – le respondió Miroku con una sonrisa algo torcida por el dolor – "Es solo que en este momento no me encuentro en condiciones de unirme a la batalla… Es una lástima… la más importante de nuestras batallas y no puedo siquiera ayudar en ella…" –

- "Usted ya hizo mucho…" – le dijo Sango mientras le sonreía gentilmente – "Si no fuera por ese gran riesgo al que se expuso, probablemente ahora estaríamos muertos" –

- "Es por eso que quiero que me dejes aquí y te unas a ellos" – dijo Miroku cerrando los ojos – "Ve y pelea en nombre de nosotros dos" –

Sin embargo, Sango le dio una bofetada.

- "Sango…" – Miroku se quedó impactado – "¿Por qué…?" –

- "¿¡Cómo se le ocurre pedirme eso ahora mismo!?" – dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas – "Esta batalla es importante, ¿¡pero que pasaría si un ataque desviado terminase matándolo!? ¿¡Cree que podría vivir con eso si algo así pasara!?" –

- "Sango…" – dijo Miroku.

- "Me quedaré con usted hasta el final, para asegurarme de que nada le pase" – dijo mientras mostraba una mirada de decisión; y luego alzó el rostro para ver a los demás, los cuales estaban empezando a alistarse para continuar peleando – "Tengamos fe en ellos: estoy segura de que saldrán victoriosos" –

- "Tienes razón… Sango…" – respondió Miroku animado. Luego, comenzó a rezar en silencio para pedirle a Buda que los iluminase con el resplandor de la victoria. En ese momento, la ofuda que Kikyou le había puesto a Tenebross comenzó a rasgarse.

- "Ese sello esta llegando a su límite: en cuanto se rompa, esa jaula de energía se desvanecerá y podrá moverse de nuevo" - les advirtió Kikyou.

- "En ese caso, será mejor que nos preparemos de una vez para ello" – dijo Gerardo para luego voltearse a mirar a todos – "Sé que no soy nadie para darles órdenes ni nada, pero necesitamos hacer que el siguiente ataque sea el último: usemos nuestras mejores técnicas y magias; ¡y acabemos con él!" –

Casi todos respondieron con un resonante "¡Sí!" Inuyasha solo se limitó a decir "¡Keh!", mientras que Sesshomaru soltó un suspiro casi inaudible y Kikyou puso una mirada de concentración.

Luego se alistaron para atacar: Gabriela y Gerardo tomaron sus formas de Semidragón y empezaron a emitir sus auras elementales con más fuerza para permitir que Yasha e Inuyasha tuvieran donde cortarlas y ejecutar el Bakuryuuha. Kagome y Miko, por otra parte, se concentraron en poner todo su poder en sus siguientes flechas, para que sirvieran como golpe final para esta dura batalla.

- "Estos malditos imbéciels… y esos estúpidos entrometidos…" – gruñó Tenebross extremadamente furioso.

Al momento siguiente, la ofuda y la jaula de energía se hicieron pedazos; y todos lanzaron sus ataques: Gabriela y Gerardo invocaron sus magias finales: una serie de rayos de luz blancos y plateados y un gran torrente de agua; mientras Yasha e Inuyasha lanzaban un Bakuryuuha doble y Kagome y Miko lanzaban dos flechas sagradas, las cuales se unieron en una espiral con los otros ataques.

- "¡Filaria-nova!" – gritaron Gerardo mientras todos los ataques formaban una gran esfera de luz blanca, la cual hizo explosión poco después. Tenebross soltó un gritó desgarrador; pero luego, Sesshomaru aprovechó para lanzarle un Souryuuha y Kikyou una Flecha Sagrada aún más potente. Estos ataques hirieron gravemente a Tenebross, el cual terminó colapsando de nuevo sobre el piso de la estancia.

Todos contuvieron la respiración en el silencio que siguió a esto. Todos menos Sesshomaru,se encontraban a la expectativa del resultado de esta batalla…

- "¿Creen que ahora si hemos terminado...?" – preguntó Kagome con cautela a los pocos minutos.

- "Aún no estamos del todo seguros de ello" – dijo Gerardo mientras él y Gabriela regresaban a sus formas normales.

- "Si, recuerden lo que pasó con Feltes…" – dijo Gabriela mirando el cuerpo de Tenebross con amargura. Por desgracia, sus sospechas resultaron ciertas: los Fragmentos de Sombras se alzaron de nuevo y esta vez fueron directo hacia Tenebross…

- "¡No! ¡No podemos dejar que se fusionen con él!" – gritó Gerardo espantado. Todos trataron de intentar atrapar los fragmentos que salían disparados como balas desde debajo de sus pies, pero era inútil, ya que iban demasiado rápido.

Gabriela intentó inutilizarlos poniendo un campo de fuerza de luz, pero tampoco sirvió de mucho: como nunca había puesto barreras antes y sus poderes aún no estaban lo suficientemente desarrollados, el campo de fuerza se quebró cuando lo tocaron los fragmentos.

Del mismo modo, Miko, Kagome y Kikyou trataron de poner barreras para parar el avance de los fragmentos, pero no servía de nada: los malignos cristales las atravesaban como si fueran de mantequilla.

Los fragmentos finalmente llegaron a Tenebross; y soltando un horrible brillo negro, comenzaron a fusionarse con él… Todos menos Sesshomaru miraron aterrados e impotentes como una burbuja negra envolvía a Tenebross. Intentaron atacarla, pero todas las ocasiones en que lo hicieron terminaron repelidos por una onda negra, así que no pudieron hacer más que seguir mirándola con impotencia...

La burbuja reventó a los pocos minutos y Tenebross se había alzado de nuevo en el aire desde ella. En vez de una sombra, ahora parecía de nuevo la monstruosa criatura de las leyendas: un gran dragón negro de aspecto maligno, cuyas escamas absorbían la luz en vez de reflejarla, el cual emitía una potente y maligna aura negra y cuyos ojos rojo sangre reflejaban solo odio y deseos de destrucción… Sin embargo, parte de sus cuernos, alas, garras y cola seguían siendo transparentes.

- "Al fin, he recuperado una gran parte de mi cuerpo y de mi poder…" – dijo como si despertase de un largo sueño – "Ahora es momento de que todo llegue a su final…" –

En ese momento, los alrededores comenzaron a temblar…

- "¿¡Qué está pasando!?" – gritó Yasha.

- "Por lo que estoy sintiendo, ese desgraciado esta intentando usar su magia para disolver esta dimensión…" – dijo Gerardo apretando los dientes – "¡Si no lo detenemos ahora, no solo destruirá este mundo: luego seguirá con Dragonia y todas las demás dimensiones!" –

Luego tomó su medallón e hizo algo que nunca había hecho antes: insertó la llave, la giró tres veces a la derecha y luego una a la izquierda…

- "Iadlast Pawatz, ¡Dragón!" – gritó Gerardo. Sin embargo, en vez de que aparecieran los círculos mágicos o alguna otra demostración de poder, empezó a sonar una alarma en su Dragtemn – "¿¡Qué demonios sucede!?" –

Los demás corrieron hacia él y cual no fue su sorpresa al ver que su Dragtemn tenía una advertencia de "Comando de Transformación Rechazado" escrita en grandes letras rojas sobre su pantalla holográfica.

- "¿¡Por qué pasó esto!?" – gritó mientras presionaba la advertencia para ver la explicación. Ésta apareció de inmediato: "Como no has recibido el Bautismo Elemental, tienes prohibido accesar al máximo nivel del Poder del Dragón y a los Mahazzats".

- "¡Pero Lord Iadlast y los demás no nos dijeron nada de esto!" – gritó Gabriela. Intentó ejecutar la misma transformación que Gerardo, pero sólo obtuvo el mismo resultado: la alarma y el mensaje de error. Se volteó a ver a su hermano horrorizada – "¿Qué se supone que hagamos ahora?" –

- "Su turno ya ha terminado" – dijo la voz de Illyusea, el cual luego apareció cerca del techo con los otros Dioses Dragón. Todos se alegraron inicialmente, pero al sentir las ondas de sentimientos que ellos emitían, notaron que algo no estaba bien – "No les dimos el Bautismo Elemental porque estimábamos que con ese nivel de poder habría sido suficiente para que vencieran a Tenebross; además de que no teníamos una sacerdotisa de Dragonia presente en este mundo para que llevase a cabo esa ceremonia. Sobra decir que nos equivocamos gravemente en nuestros pronósticos" -

- "Por lo tanto, hemos decidido poner en marcha nuestro último recurso" – dijo Phinambrea con una voz amarga – "Sellaremos Dragonia" –

- "Un momento, ¿Qué se supone que significa eso?" – preguntó Gerardo abismado. No solo habían fallado en su misión, ¿sino que también le esperaba algo horrible a Dragonia?

- "El mundo de Dragonia será sellado y aislado del resto de las dimensiones" – explicó Kiols – "Todo lo que sea de Dragonia regresará hacia allá, al igual que todo lo de su mundo volverá a él; mientras que todo lo de este mundo permanecerá aquí" –

- "Del mismo modo, eso significa que todos los recuerdos que ustedes y que todos los habitantes de estos tres mundos hicieron desde que ellos bebieron el Agua del Reinicio hasta este momento, serán borrados" – explicó Tiarrashe.

- "¿¡QUÉ!? ¡No pueden hacer eso!" – gritó Gabriela con tristeza y rabia – "¿¡No podremos recordar todo lo que vivimos hasta ahora!?" –

- "¡Eso es injusto!" – gritó Kagome espantada – "Todos aquí nos hemos esforzado hasta el máximo no solo para cumplir con esta misión; sino también para que nuestra amistad perdurara todo lo que fuese posible… ¿¡Acaso eso no vale de nada!?" –

Miko y Yasha habían caído al suelo y habían comenzado a llorar al escuchar esto. Gabriela y Miko se abrazaron la una a la otra, la primera también comenzando a derramar lágrimas. Yasha fue y se abrazó a Inuyasha, el cual solo se había quedado mirando el suelo en silencio.

Al verlo así, Kikyou sintió la tristeza y desesperación que esto le estaba provocando; y empezó a derramar lágrimas también. Sango ayudó a Miroku a caminar hacia ellos, mientras que Shippou fue por su cuenta, los tres mirándolos con caras llenas de tristeza.

Gerardo luego fue hasta Miko y Gabriela; y las abrazó a ambas. Kagome se les unió poco después. Sentían que nunca jamás volverían a verse; y que además, ni siquiera podrían recordar los tiempos que habían pasado juntos.

- "Realmente quisiera que las cosas no hubiesen tenido que terminar así" – dijo Iadlast a modo de disculpa mientras de sus ojos brotaban grandes lágrimas – "Pero la seguridad de Dragonia y de los otros mundos es nuestra máxima prioridad. Es por ello que tuvimos que tomar estas medidas tan drásticas. Espero que puedan perdonar esto algún día… Si es que logran recordarlo…" –

- "¡Que el sellado dé comienzo ahora!" – gritó Pyrazsyec. Luego, los seis dragones comenzaron a cantar una canción que sonaba similar a un canto gregoriano:
- "Ist Khallhialmyu, ZosphAael CletphRa Malkeia Dea ZosphAael Mountyoudour Ical. Ist Ciella, ShuxuaraRa Phaph KiarraTes Myallade Dragonia Zia, Oli Cletph Cia Burkei Myallade Zia. Ist Khallhialmyu, WaspiarlRa Myalla Demorie Dea Ilg, Oli Phaelle Shillea Myallade CiaAael Felal Mountyoudour Ical…" -

Al momento siguiente, una gran abertura de color púrpura y negro se abrió detrás de ellos y comenzó a absorber todo lo que había en la estancia como si fuese una gran aspiradora. Los únicos que no parecían ser afectados por esto eran los habitantes nativos del mundo de Inuyasha, pero a los demás: a Gabriela, Gerardo, Miko, Yasha y Tenebross empezó a halarlos con mucha fuerza, como diciendo que era hora de desprenderse de este mundo.

- "¡NO! ¡Malditos seis! ¡Nunca me llevarán de vuelta hacia allá!" – gritó Tenebross con temor y furia mientras se aferraba al suelo de la estancia.

- "¿¡Qué!? ¡No!" – gritaron Kagome e Inuyasha mientras sujetaban a sus contrapartes más jóvenes de las manos.

Gerardo había clavado a Ryuuga en el suelo y se sujetaba de ella, mientras que con su otra mano sostenía a Gabriela. Cuando vio que el portal también estaba intentando llevarse a Miko y a Yasha, recordó el final de la inscripción que había leído en la cueva de los medallones…

- "…cuando Dragonia sea sellada, estas esencias serán llamadas de vuelta al Eterno Ciclo de la Vida de ese mundo por las Seis Grandes Voces…" - repitió él, y cuando se dió cuenta de que estaba pasando, les gritó a los Dioses Dragón con rabia - "¡No! ¿¡Por qué se los llevan también a ellos!? ¡Miko y Yasha son esencias nacidas en este mundo y por lo tanto pertenecen a él! ¡A lo que se refería la tableta que estaba en la cueva de los medallones era a los medallones en sí, no a quienes los usasen!" –

- "Gerardo-kun…" – dijo Kagome mientras lo veía como trataba de enfrentarse a los Dioses Dragón, aún cuando estaba por ser succionado por ese vórtice y enviado de vuelta a su mundo.

- "Me duele decir esto, pero hemos decidido que ellos dos ahora son esencias pertenecientes a Dragonia debido a que Miko puede usar poderes que llegan al nivel de una Sacerdotisa Asistente y Yasha tiene aptitudes para el Poder del Dragón" – respondió Illyusea – "Además, debido al uso extensivo que le dieron a los Medallones del Vínculo, hemos deliberado esto con la Voluntad de este mundo y nos ha dado permiso de llevárnoslos" –

- "¡No tienen derecho a hacer eso!" – gritó Gabriela con rabia – "¡Ellos deben quedarse aquí con sus hermanos y familia! ¡No pueden separarlos!" –

- "¡Nunca dejaré que se lleven a Miko!" – dijo Kagome mientras la sujetaba con todas sus fuerzas.

- "¡Lo mismo digo!" – gritó Inuyasha con rabia – "¡Si quieren llevarse a Yasha, será solo sobre mi cadáver!" –

- "Están muy decididos a no dejar que se los lleven… que patético…" – dijo Sesshomaru mientras veía la escena con una expresión inmutable.

- "¿Dirías lo mismo si intentasen llevarse a la niña que siempre te acompaña, Sesshomaru?" – preguntó Kikyou con una sonrisa sarcástica. Sesshomaru le lanzó una mirada asesina – "Y siendo honestos, siento pena por ellos, pero es un esfuerzo que está destinado a fracasar: esas criaturas son entes divinos del más alto nivel; y oponerse a sus designios es imposible" –

Al instante siguiente, el vórtice empezó a absorber con más fuerza; y lo primero que se llevó fue a Tenebross.

- "¡Aghhh! ¡NOOOOOOOO!" – gritó la maligna entidad mientras desaparecía dentro del vórtice.
Al momento siguiente, el Dragtemn de Kagome expulsó su equipaje, al igual que los de Gerardo y Gabriela. Las botellas que contenían el Agua del Reinicio y el Agua de la Normalización fueron extraídas de la mochila de Kagome y los Dragtemn que todos llevaban en sus muñecas, al igual que los Cristales Seirei y los Medallones Elementales que Gerardo y Gabriela llevaban alrededor de sus cuellos, se desprendieron de ellos y desaparecieron igual que Tenebross. El equipaje de Gerardo y Gabriela también fue absorbido por el vórtice.

- "Aún no quiero irme…" – dijo Miko entre lágrimas mientras sentía como las fuerzas se le agotaban – "¡Quiero estar mucho más contigo, onee-san! ¡Quiero estar con mi familia, ir a la escuela con Souta, jugar con todos ustedes; y visitar a Kaede-obaa-san! ¡No quiero irme!" –

- "¡Yo tampoco quiero que te vayas, Miko!" – gritó Kagome haciendo acopio de todas sus fuerzas para que no se la llevaran – "¡Tu eres ahora mi querida hermana menor! ¡Por eso no puedo dejar que te lleven!" –

- "Nii-san…" – dijo Yasha al sentir como sus fuerzas se iban acabando – "Aún si fue por poco tiempo… me alegra haber podido pelear a tu lado y conocer amigos tan buenos. ¡Pero tampoco quiero irme de aquí todavía! ¡Quiero seguir aprendiendo cosas de Totosai-sensei, Kaede-obaa-san, Gerar-nii y de ti! ¡Quiero que los tres practiquemos esgrima juntos; y jugar con Miko y Gaby-nee, y estar con Kagome-nee!" –

- "¿¡Quién dijo que permitiré que te lleven, Yasha!?" – gritó Inuyasha – "¡Tendrán que matarme si quieren hacer eso! ¡Al igual que Miko y Kagome, tu eres una parte importante de mí!" –

- "¿…Cómo un trozo de tu alma…?" – preguntó Yasha entristeciéndose. Inuyasha chocó su frente con la suya para castigarlo por decir eso.

- "¡Ouch! ¿…Por qué…?" – preguntó, pero luego se dio cuenta de que Inuyasha tenía lágrimas en los ojos.

- "¿¡Cómo se te ocurre decir eso!?" – le gritó – "¡Eres la única familia de verdad que tengo ahora! ¿¡Cómo podría dejar que te lleven!?" –

- "Nii-san…" – dijo Yasha mientras sonreía.

- "Si han terminado de decir sus despedidas, es momento de que terminemos con esto" – dijo la voz de Phinambrea.

Al momento siguiente, los Medallones del Vínculo que Inuyasha, Yasha, Miko y Kagome llevaban se rompieron por la mitad: la mitad izquierda de los que Inuyasha y Kagome llevaban se desvaneció en el aire; mientras que la mitad derecha de los que llevaban Yasha y Miko desapareció también.

Luego, ellos dos fueron soltados del agarre de sus "hermanos mayores" y arrastrados hacia el vórtice. Ambos hicieron movimientos para intentar alejarse del vórtice y regresar a ellos; y del mismo modo Kagome e Inuyasha corrieron para intentar sujetarlos de nuevo, pero fue en vano.

- "¡NO! ¡ONEE-SAN!" – gritó Miko mientras desaparecía dentro.

- "¡INUYASHA-NII!" – gritó Yasha. Al cabo de unos segundos, sus figuras se habían perdido en el interior del vórtice.

- "¡NOOO!" – gritaron ambos cayendo al suelo.

- "¡Malditos dragones del demonio!" – gritó Inuyasha con tanta fuerza que resonó por toda la cámara.

- "¡Maldita sea con todo!" – gritó Gerardo al ver esto mientras lágrimas de tristeza, rabia e impotencia corrían por sus ojos. Y al momento siguiente, la mano de Gabriela se resbaló de la suya – "¡No! ¡Gaby!" –

- "¡GERAR!" – gritó ella mientras era arrastrada hacia el vórtice y desaparecía dentro. Gerardo soltó su espada y fue corriendo hacia ella, terminando succionado por el vórtice también. Ryuuga fue succionada inmediatamente después de que ambos habían desaparecido.

- "¡NO!" – gritaron todos menos Sesshomaru al ver esto. El vórtice se cerró inmediatamente después…

- "Se han ido…" – dijo Kagome incrédula mientras las lágrimas aún brotaban de sus ojos – "Realmente… se han ido…" –

- "Es momento de que nosotros también nos vayamos…" – anunció Tiarrashe.

- "Sólo falta una cosa más…" – dijo Illyusea. Al momento siguiente el comenzó a brillar con una fuerte luz, cegándolos a todos y dejándolos inconscientes…

Cuando despertaron, se encontraron en medio de un prado recubierto de hierba, con varios bosques al fondo.

- "Umm… ¿dónde estoy?" – dijo Kagome mientras se levantaba, teniendo su mochila al lado; y luego vio a Inuyasha y los demás tirados alrededor. Notó que tanto ella misma como los demás tenían lágrimas en los ojos, pero no le dio importancia y solo se limpió con la manga de su blusa – "Uh, ¿Inuyasha? ¡Todos despierten!" –

Cuando despertaron, se sorprendieron al ver como estaban cubiertos de rasguños y cortes; y el estado en que estaban sus ropas. También de que Kikyou, Sesshomaru y Naraku estuvieran presentes aquí. Todos menos Sesshomaru y Naraku se limpiaron la cara al notar que tenían lágrimas en los ojos.

- "¿Qué nos habrá pasado?" – preguntó Shippou al ver esto.

- "No lo sé…" – dijo Kagome confundida – "Siento como si hubiese olvidado algo importante; pero no sé que será…" –

- "¡Houshi-sama!" – gritó Sango al ver lo débil que estaba Miroku – "¿Qué le sucede? ¿Por qué está en tan malas condiciones?" –

- "Yo tampoco lo entiendo, Sango…" – dijo Miroku débilmente – "Al igual que ustedes, me encontré aquí y en este estado cuando desperté…" –

- "Lo último que recuerdo es que había ido a recoger a Kagome a su casa y que íbamos rumbo a la aldea de Kaede de nuevo" – dijo Inuyasha extrañado, luego se fijó en lo que Kagome llevaba alrededor del cuello – "¿De dónde sacaste eso, Kagome?" –

- "¿Huh?" – en ese momento, Kagome notó que llevaba lo que parecía la mitad de un medallón alrededor de su cuello: era de color plateado, pero parecía que había sido roto de algún modo y tenía un agujero de forma romboidal justo en el borde del mismo – "No lo sé… ya lo tenía encima cuando desperté… y además, tu también llevas uno parecido…" –

- "¿¡Qué rayos!?" – dijo Inuyasha al notar que llevaba la mitad de un medallón dorado alrededor del cuello. Cuando se pusieron a examinarlos, notaron que el de Kagome tenía las siguientes inscripciones: Kago-, Separación Especial y Dese-, mientras que el de Inuyasha tenía: Inuya-, Separación Especial y Dese-… las inscripciones estaban incompletas y por ello no podían leerlas.

- "¿Para que servirán estas cosas?" – se preguntó Kagome. Sin embargo, en ese momento Naraku se liberó de la prisión de hielo en la que estaba encerrado.

- "No sé porque motivo, pero me siento débil en este momento…" – dijo con su antipática voz de confiado – "Regresaré a eliminarlos a todos ustedes luego…" –

- "¡Espera!" – gritó Inuyasha sacando a Tessaiga antes de que se fuese y lanzándole un Kaze no Kizu, pero no sirvió de nada: Naraku lo rechazó con su barrera y se fue. Kikyou y Sesshomaru corrieron tras él mientras le lanzaban flechas y rayos de energía.

- "Déjenlo así, miren que ahora no estamos en condiciones de pelear contra él" – dijo Kagome para que notasen como estaban todos apaleados – "Por ahora será mejor que vayamos de vuelta a la aldea y descansemos un poco" –

- "Estoy de acuerdo" – dijo Sango mientras ayudaba a Miroku a levantarse – "Houshi-sama necesita que lo revisen tan pronto como sea posible" –

- "Lamento mucho causarte tantos problemas, Sango…" – dijo Miroku mientras se levantaba con dificultad y se apoyaba en Sango.

Sin embargo, antes de que Kagome se subiese a la espalda de Inuyasha para partir hacia la aldea, trató de colocarse su mochila de nuevo...

- "Hmm, mi mochila se siente algo más pesada que de costumbre…" – dijo Kagome mientras la ponía un momento en el suelo para revisarla.

Cuando la abrió, se encontró con la sorpresa de que habían otros tres atuendos que ella no recordaba haber puesto allí: una blusa azul claro con un chal amarillo sujetado por un broche de esmeralda con una falda azul claro que hacía juego, una blusa blanca con una falda rosa; y finalmente, un kosode verde con el obi azul y adornado con flores blancas. Lo que le extrañó realmente era que todos eran del tamaño para una niña de alrededor de ocho años – "¿Qué hacen todas estas ropas aquí…? No tenemos aquí niñas tan pequeñas; y…" –

Sin embargo, se quedó paralizada al ver que todas tenían notas pegadas a ellas.

El primer juego tenía escrito:

Para mí amada hija Kagome.

Espero que disfrutes tu segunda infancia mientras dure. No te esfuerces demasiado; y deja que las cosas ocurran como tienen que pasar.

Con amor,
Mamá

La segunda ponía:

Para mi nueva amiga Gaby-chan.

Espero que tú y tú hermano se la pasen bien con nosotros en este mundo; y que podamos compartir tantos momentos juntos como nos sea posible.

Kagome

Y finalmente, el kosode ponía:

Para Kagome.

Espero que hayas disfrutado mucho tu visita a nuestra aldea y que te guste el atuendo que te he regalado. Estaré rezando para que pronto regreses a tu forma normal. Oh; y espero que vuelvas a visitarnos algún día.

Orimi

- "¿Qué… qué significa esto…?" – preguntó anonadada al ver lo que ponían las notas.

No tenían sentido… ¿a quienes estaba dedicada la segunda, que había sido escrita con su puño y letra; y además estaba firmada con su nombre? ¿Y que significaban las otras dos? ¿'Segunda infancia'? ¿'Forma normal'? ¿Y quien era Orimi-san…?

Sin embargo, cuando intentó pensar y recordar esas cosas, le empezó a doler fuertemente la cabeza…

- "¡Ugh!" – gruñó mientras se frotaba la frente.

- "¡Kagome!" – Inuyasha fue corriendo hasta ella y la sujetó por los hombros. Todos los demás la miraban con preocupación – "¿Estás bien…?" –

- "Sí… es solo que vi unas notas extrañas en estos atuendos…" – dijo con dificultad, aunque ya el dolor de cabeza le había comenzado a aminorar. Inuyasha fue a revisarlas, pero solo tuvo la misma reacción que Kagome cuando las leyó…

- "¡Ah, Inuyasha! ¿Estás bien?" – le preguntó Kagome alarmada.

- "Sí… es solo que parece que no deberíamos pensar en lo que dicen por ahora…" – dijo Inuyasha con amargura.

- "Sí… creo que será mejor hacerle caso solamente a la que mamá me escribió, aparentemente; y dejar que las cosas pasen por sí solas" – dijo más animada. Sin embargo, sintió que los atuendos podrían resultar importantes de algún modo más adelante y por ello decidió conservarlos. Luego cerró la mochila y todos se pusieron en camino de regreso a la aldea.

Sin embargo, durante el trayecto…

Kagome escuchó la voz de una niña, bastante similar a la suya propia: - "Está bien… onee-san…" – y le empezó a dar un fuerte dolor de cabeza.

Inuyasha tuvo una experiencia similar, pero fue la voz de un niño que decía - "Inuyasha-nii… La verdad esto es muy extraño, pero también es muy divertido…" – y también le dió el mismo dolor de cabeza.

- "¿Qué sucede?" – preguntó Sango en cuanto notó sus expresiones – "¿Se encuentran bien?" –

- "No te preocupes, Sango-chan" – dijo Kagome para tranquilizarla – "No es nada" –

Sin embargo, ambos empezaron a preguntarse… ¿De quién eran esas voces? ¿Por qué les había dado semejante migraña? ¿Por qué habían aparecido así de repente en este lugar? ¿Y que eran esos atuendos que habían aparecido repentinamente en la mochila de Kagome? ¿Por qué eran de tallas tan pequeñas? ¿Y que significan las notas que tenían pegadas? Desgraciadamente, no tenían forma de saber nada de lo que les había pasado…

Mientras tanto, Miko y Yasha estaban tirados inconscientes sobre una explanada en la cima de una colina, desde la cual se podía divisar un gran lago al este, en el centro del cual había una gran isla, la cual estaba unida a tierra firme por puentes ubicados en cada uno de los puntos cardinales.

En la isla, se encontraba una gran ciudad: tenía dos murallas rodeándola, una de forma circular y otra de forma hexagonal. Este última estaba dividida en seis partes, dentro de las cuales se encontraban edificaciones que parecían ser casas y edificios rodeando a una plaza circular. Una plaza aún mayor se encontraba justo en el centro del hexágono; y al norte, podía verse un gran y magnífico castillo. Los vértices del hexágono estaban rematados por torres.

El primero que se despertó fue Yasha, el cual abrió los ojos totalmente confundido:

- "¿Dónde estoy? ¿Quién soy?" – en ese momento, le llegó una palabra a su mente: Yasha – "Si, así es… mi nombre es… Yasha" –

Luego se puso a mirar sus alrededores y vió a Miko.

- "Ella es…" – en ese momento recordó su nombre; y sintiendo que era alguien importante para él, corrió a su lado y comenzó a zarandearla suavemente para despertarla – "¡Miko! ¡Vamos, despierta! ¡No me dejes solo!" –

Miko comenzó a reaccionar; y luego de abrir los ojos, miró a Yasha con una mirada tan confusa como somnolienta:

- "Yo… mi nombre… me llamo Miko…" – dijo como si no estuviera segura de lo que decía. Sin embargo, luego su mirada se enfocó y miró fiajmente a Yasha - "¿Ya… Yasha?" –

- "¡Sí, soy yo, Miko!" – dijo él mientras la abrazaba aliviado – "¡Me alegra que estés bien!" –

Miko le sonrió inicialmente y Yasha se separó de ella mientras también le sonreía. Sin embargo, al momento siguiente pareció caer en la cuenta de algo, y no se trataba de algo bueno: su mirada se llenó de terror y cayó al suelo mientras comenzaba a llorar.

- "¡No… no puedo recordar nada!" – chilló mientras Yasha corría a abrazarla de nuevo – "¡No sé de donde venimos ni quienes somos! ¡Sólo recuerdo nuestros nombres!" –

- "Lo sé… yo tampoco puedo recordar nada…" – dijo Yasha mientras él también derramaba algunas lágrimas – "Pero no podemos quedarnos pensando en eso… Debemos buscar como mantenernos vivos por ahora…" –

- "Pero…" – Miko comenzó a hipar y se puso aún más triste, como si sintiese la importancia que tenían aquellas memorias perdidas – "¡Estoy segura de que hay alguien o algo importante en esos recuerdos…! ¡No quiero quedarme así!" –

- "Calma… tranquilízate…" – dijo Yasha para intentar calmarla – "Ya buscaremos una forma de resolver esto…" –

En ese momento, Yasha notó la mitad del medallón que Miko llevaba en el cuello:

- "¿Huh? ¿De dónde sacaste eso?" – Miko se empezó a calmar y empezó a ver a que se refería Yasha. ¿Tendría esto alguna conexión con sus memorias perdidas?

- "¿Esto?" – dijo mientras se secaba las lágrimas para luego tomarlo en su mano y quedarse mirándolo – "Ya lo tenía cuando desperté… Y tú también llevas uno parecido"

Yasha vio que Miko tenía razón y también se puso a examinarlo. Al cabo de un rato, vieron que ambos tenían inscripciones en la cara frontal; pero como los medallones parecían estar rotos por la mitad, partes de ellas no podían leerse. El de Miko tenía: -me, Miko, Separación, Sellado y -ado, mientras que el de Yasha tenía: -sha, Yasha, Separación, Sellado y -llado.

Mientras miraban los medallones, Miko tuvo una sensación extraña y creyó haber escuchado a una voz similar a la suya, aunque más madura, gritando con tristeza y rabia: - "¡Tu eres ahora mi querida hermana menor!" –

- "¿Onee-san…?" – dijo en cuanto escuchó eso retumbando desde el fondo de su mente. Sin embargo, cuando intentó recordar más, le empezó a doler la cabeza.

A Yasha le pasó algo similar, con la diferencia de que la voz parecida a la suya había dicho: -"¡Eres la única familia de verdad que tengo ahora!" –

El dolor de cabeza aminoró a los pocos instantes y al haber notado que ambos habían tenido experiencias parecidas…

- "¿Tú también lo escuchaste?" – preguntó Miko.

- "¿Una vez parecida a la tuya pero más madura diciendo algo?" – preguntó Yasha.

Ambos se asintieron el uno al otro.

- "¿Serán familiares nuestros?" – se preguntó Miko.

- "Quien sabe…" – respondió Yasha entristecido.

- "Oye, ¿y si tratamos de unir nuestras dos mitades a ver si pasa algo?" – preguntó Miko esperanzada.

- "Bueno, no perdemos nada con intentarlo" – dijo Yasha encogiéndose de hombros. Sin embargo, no sirvió de nada: los puntos en los que ambas mitades estaban rotas no coincidían en absoluto, por no decir que ni siquiera estaban hechas del mismo material. Sin embargo, antes de que hubiesen podido entristecerse ante esto, escucharon unas voces viniendo desde la distancia…

- "Yujio mhaku, tast ieler, felanso?" – dijo la voz de un hombre, la cual sonaba dudosa.

- "Poil plia ieler, Elaer. Kelarga une lusya fissare hag xi!" – dijo la voz de una mujer, la cual sonaba tan segura como irritada.

- "¿Quiénes serán?" – se preguntó Yasha.

- "No lo sé; y no entiendo nada de lo que dicen…" – dijo Miko con tristeza. Sin embargo, tenía la sensación de que había escuchado esa lengua antes; e incluso la había hablado… Yasha también tuvo la sensación de haberla escuchado antes…

Yasha notó que llevaba una espada en su cinto y la sacó como precaución en contra de los desconocidos. Aunque se sorprendió un poco al ver su gran tamaño, se sintió aliviado al ver que tenía un modo de defenderse.

- "Te…ssaiga…" – dijo al ver la espada, como si siempre hubiese sabido el nombre – "Sí, ese es el nombre de esta espada…" –

Miko se asustó un poco, pero al recordar que Yasha era quien la cargaba, se calmó. También notó que había un carcaj lleno de flechas y un arco cerca del lugar donde se habían despertado. Fue hasta ellos y los tomó. Luego puso una flecha en el arco y se quedó preparada para recibir a quienquiera que fuese.

A los pocos momentos, aparecieron los extraños caminando por la explanada: eran un hombre y una mujer.

La mujer tenía los ojos verdes y el cabello dorado; mientras que vestía una ropa extraña, tan similar como disimilar al kosode de Miko: la parte de arriba parecía un kimono verde y azul, el cual estaba decorado con gotas de agua y hojas; mientras que la parte de abajo era una falda decorada del mismo modo y del mismo color que la parte superior que le llegaba hasta los tobillos. Llevaba zapatos elegantes de color azul claro y cargaba una espada y un escudo en sus manos.

Por otra parte, el hombre era alto y delgado; de cabello negro y corto, ojos azules; y vestía ropas más parecidas a las de Yasha: la parte de arriba era verde con algunos toques púrpuras y estaba decorado con torbellinos de viento y figuras de rayos. La parte de abajo era un pantalón largo con los mismos colores y adornos que la parte superior. Llevaba zapatos marrones y cargaba una lanza en sus manos.

- "Yujio mhaku, itnya bido nyelsaks risph ilg hallialia xi?" – preguntó el hombre.

- "Kahial miu, ablia kustsaks… kustsaks finae refalka mya kaialmyu… thelf, ualg sos thar kyustsaks ika…" – dijo la mujer mientras veía a ambos niños con lástima. Luego dejó su espada y escudo en el suelo; se arrodilló para ponerse a la misma altura de ellos, y les habló – "Iuji utahe, mior tastsaks oullasaks?" -

Sin embargo, Miko y Yasha no hicieron más que mirarse confundidos el uno al otro…

- "Eh… lo sentimos… no podemos entender lo que dice…" – dijo Miko avergonzada.

La mujer tampoco parecía entenderlos, ya que los miró extrañada después de que Miko dijo eso. Sin embargo, aparentemente se le ocurrió algo después de que se puso a pensar por unos instantes. Se levantó; se señaló a sí misma; y dijo:

- "Fileia" -

Miko pareció haber captado que estaba presentándose; y repitiendo el gesto que ella hizo, dijo su propio nombre – "Miko" –

Fileia asintió con una sonrisa, luego señaló al hombre y dijo: - "Elaer" –

Luego Yasha hizo el mismo gesto que Miko; y se presentó – "Yasha" –

Fileia les sonrió de nuevo.

- "Alt tok, tast finae jaullware kustsaks, felanso" – dijo Elaer tras ella. También había guardado su lanza y se había acercado a ellos.

- "Kahial myu, nasez. Jaullwanasez, tiu silea kosfialga kustsaks oullasaks" – dijo Fileia alegremente. Yasha y Miko ya no sentían que fuesen malos o peligrosos y guardaron sus armas.

- "No puedo entender lo que dicen en absoluto, pero no parecen malas personas" – dijo Miko algo más aliviada.

- "Si… no creo que tengamos necesidad de pelear por ahora" – dijo Yasha ya más tranquilo.

Fileia les hizo señas para que se les acercaran y cuando pudieron ver la ciudad desde el sitio en que estaban, ella hizo lo siguiente: señaló a la ciudad, luego a sí misma y a Elaer; y por último a ellos. Luego los miró de forma interrogativa mientras les extendía la mano.

- "Creo que nos pregunta si queremos ir a esa ciudad con ellos" – le dijo Miko a Yasha.

- "Bueno… no creo que tengamos muchas opciones…" – dijo Yasha cruzando los brazos – "No recordamos de donde venimos… no sabemos quienes somos… no sabemos ni dónde estamos… y no tenemos dinero, comida ni donde quedarnos…" –

- "Tienes razón…" – asintió Miko. Se acercaron a Fileia, le asintieron con una sonrisa, hicieron una pequeña inclinación a modo de agradecimiento y tomaron la mano de ella. Fileia sonrió gentilmente…

- "Alt tok, quia nyelsaks… nasez, Miko yst Yasha vakrus'ra sossaks yien" – se volteó para decirle a Elaer.

- "Iuji utahe, yuse idefae… quia ablia nyelsaks necraisra e uknasez felcial kustsaks" – dijo él mientras cruzaba los brazos y les sonreía.

Fileia recogió su espada y escudo del suelo y los guardó. Luego los cuatro se tomaron las manos; y fueron caminando hacia el borde de la explanada. Una vez allí, dos grandes dragones: uno verde azulado y el otro purpureo con marcas verdes, aparecieron en el cielo y aterrizaron delante de ellos.
Yasha y Miko se asustaron y estuvieron a punto de sacar sus armas de nuevo, pero cuando vieron como Elaer y Fileia los acariciaron, se dieron cuenta de que no eran criaturas malignas.

Luego, los invitaron a montar con ellos: Miko se subió a la espalda del dragón verde azulado de Fileia, mientras que Yasha cabalgó sobre el dragón púrpura con verde de Elaer. Cuando estuvieron bien sujetos, una pequeña burbuja transparente del mismo color de cada dragón se formó alrededor de ellos y despegaron a toda velocidad rumbo a la ciudad en el lago.

- 'Puede que no sepamos quienes somos o de dónde venimos… pero al menos… me alegra saber que tenemos adonde ir hasta que lo descubramos…' – pensó Yasha mientras iban a ese lugar.

- 'Onee-san… quienquiera que seas… o dondequiera que estés… te prometo que te encontraré algún día…' – pensó Miko.

Tanto ella como Yasha podían sentir que Fileia y Elaer irradiaban una gran bondad; y que sus palabras, a pesar de que no podían entenderlas, estaban llenas de compasión y gentileza…

Al menos, fuese lo que fuese lo que les deparara el futuro, había alguien que cuidaría de ellos hasta el momento en que la verdad fuese revelada y encontrasen una forma de recuperar sus memorias…

Finalmente, en el mundo restante…

- "¡GABY!" – gritó Gerardo mientras se despertaba de golpe en su cama, en su habitación. Ahora vestía un pijama azul y rojo – "¿Huh? ¿Qué pasa aquí?" –

Empezó a mirar los alrededores, completamente confundido. Luego, empezó a rememorar los acontecimientos: la muerte de Feltes, la batalla final con Tenebross, la repentina aparición de los Dioses Dragón; y finalmente… el sellado de Dragonia…

- "Un momento... ¿cómo es que puedo recordar todo eso si se supone que los recuerdos que Gaby y yo hicimos desde que llegamos allá debieron borrarse?" – se preguntó extrañado. Luego se rió – "Hmph, parece que sus borradores de memoria no son tan eficaces como pensábamos…" –

Sin embargo, luego recordó con terror la imagen de su hermana siendo absorbida por el vórtice y se giró a un lado aarmado. La vió completamente tapada por las sábanas de la cama y luego de quitar las que la ocultaban de la vista, vió que vestía una bata para dormir rosa y estaba dormida, pero ya a punto de despertarse…

- "Que alivio…" – dijo suspirando suavemente – "Al menos ella se encuentra bien…" –

Gabriela se despertó aterrorizada, como si hubiese estado teniendo una pesadilla. Luego vió a su hermano y lo abrazó – "Gerar, estaba muy asustada… Pensé que desaparecería dentro de ese remolino…" –

- "¿O sea que tu también recuerdas todo lo que pasó?" – se preguntó Gerardo confundido.

- "¿Tú también?" – respondió Gabriela asombrada – "¿No que nos iban a borrar todos esos recuerdos?" –

- "Lo mismo dije cuando desperté… parece que no hicieron un buen trabajo con nosotros…" – dijo él sonriendo. Sin embargo, al momento siguiente se le cayó el alma a los pies cuando notó que sí había olvidado algo – "No… si olvidé algo… ya no recuerdo como se hablaban los dos tipos de Dragoniano, ni como se veían sus glifos…" –

- "¿Eh?" – Gabriela se dió cuenta de que tampoco podía recordarlas. Acto seguido trató de concentrarse para recordar la canción que había usado hasta ahora para usar su magia Healing Light, pero no lo logró… Las palabras que hilaban esa canción habían desaparecido completamente de su mente… - "Yo tampoco… ya no puedo usar mi canción de curación…" –

Luego miraron el reloj que estaba en la pared… eran las 5:30 am: el sol ya estaba por salir y ambos tenían que empezar a alistarse para la escuela.

Con un gran sentimiento de tristeza y pesar, no solo por haber perdido toda conexión que tenían con el mundo de Inuyasha y Dragonia, sino también por saber que habían fallado en la misión que les había sido encomendada, ambos hicieron turnos para entrar al baño y ponerse sus uniformes.

¿Qué estarían haciendo ahora Inuyasha, Kagome y los demás? ¿Recordarían algo de lo que había pasado, o sus recuerdos habrían sido borrados realmente? ¿Y que les habría sucedido a Miko y Yasha? ¿Estarían bien en un mundo totalmente desconocido para todos ellos?

Al cabo de un rato, su madre fue a despertarlos y cual no fue su sorpresa al ver que ya estaban vestidos y todo. Sólo se saludaron con un buenos días los unos a los otros.

- "Vaya, es raro verlos a ambos despiertos tan temprano; y arreglados y listos además" – dijo mientras les sonreía – "Está bien, iré a prepararles el desayuno" –

- "De acuerdo, iremos en un momento" – dijo Gerardo mientras veía la figura de su madre saliendo hacia la cocina.

Al cabo de un rato, trajo un plato con dos grandes sándwiches de jamón. Luego les trajo una jarra de vidrio llena de agua y dos vasos también de vidrio. Cada uno se sirvió y empezaron a comer en silencio.

Después de que hubieron terminado y se hubieron lavado los dientes, los tres se subieron al auto de la madre de Gerardo y Gabriela; y partieron rumbo a sus respectivas escuelas.

- "Por cierto, ¿sucede algo?" – preguntó su madre – "He notado que se ven algo decaídos desde que despertaron hoy" –

- "No, no es nada mamá" – dijo Gerardo mientras forzaba una sonrisa.

- "Si, estamos bien, mami" – dijo Gaby – "¿Y no hemos tenido visitas en estos días?" –

Gerardo se asombró al escucharle preguntar eso, pero supuso que sería una buena forma de saber si a ella también le habría afectado el borrado de memoria.

- "Hmm… déjenme ver…" – dijo ella – "No, realmente no hemos tenido visitas desde el mes pasado" –

- "¿Y no sucedió nada inusual durante la fiesta?" – preguntó Gerardo tratando de ocultar la angustia que esa respuesta le provocó.

- "No, solo fuimos allá, ustedes salieron a ver las estrellas y luego regresamos a casa" – dijo ella tranquilamente – "Realmente no hubo nada fuera de lo común" –

Ambos hermanos se quedaron abismados ante esa respuesta e intentaron disimular su reacción lo mejor que pudieron.

Primero dejaron a Gabriela en su escuela, que les quedaba a menos de dos manzanas de la casa; y luego fue el turno de Gerardo, cuya escuela estaba a cuatro manzanas.

Como ya estaba acostumbrado a los viajes y a los continuos enfrentamientos con los monstruos, se le hizo un tedio horrible volver al aula de clases.

- 'Detesto los números; y tengo que seguir calándome inglés a pesar de que ya puedo leer y escribir decentemente en ese idioma…" – pensó con amargura – 'Si tan solo pudiese haber continuado aprendiendo las cosas de Dragonia que Feltes me estaba enseñado… Bueno, al menos podré ver de nuevo a Henry y Roger cuando sea hora del receso… Necesito saber si al menos ellos…' –

Cuando por fin la primera larga hora y media llegó a su final y sonó la campana del colegio anunciando la hora del receso, él fue el primero que salió del aula de clases. Luego se quedó en el pasillo que daba a las aulas donde sus dos amigos estudiaban para esperar a que salieran.

- "Muy bien, solo será cuestión de esperar un poco" – dijo con entusiasmo.

Al poco rato aparecieron sus dos amigos; y al verlo, lo saludaron con las manos. Se apartaron de la multitud de alumnos ansiosos que iban a desayunar y se sentaron en un banco del patio a conversar.

- "Oye, viejo, ¿Cómo está todo?" – le preguntó Henry cuando por fin comenzaron a hablar – "Deberíamos ir pensando en cuadrar otra reunión, ya que tenemos tiempo que no hacemos una" –

- "Una en mi casa estaría bien, ya que como sigo siendo el único de nosotros con un PS2, tengo todavía algunas cosas nuevas que mostrarles" – dijo Roger con entusiasmo.

- "Ah claro, a seguir presumiendo de .hack" – le dijo Henry mientras se reía – "Bueno, al menos yo también tendré uno dentro de poco" –

- "Hehe, yo también tengo planes de comprarme uno en algún momento" – dijo Gerardo. Aunque estar con Kagome y los demás había sido agradable, extrañaba estos momentos en compañía de sus amigos, solamente charlando sin tener que hacer planes para buscar algo o derrotar enemigos fuera de hacerlo en los videojuegos. Sin embargo, estos pensamientos lo forzaron a hacer una pregunta sin pensarlo – "Por cierto, ¿no han tenido encuentros extraños o algo por el estilo estos últimos días?" –

- "Hmm, ¿a qué te refieres exactamente?" – le preguntó Roger extrañado.

- "Sí, sé que Gisely puede ser algo extraña en ocasiones, pero no es realmente mala" – se rió Henry.

- "Entonces, ¿no ha sucedido nada inusual?" – preguntó tratando de ocultar la desesperación que estaba sintiendo.

- "No, realmente no ha sucedido nada" – dijo Henry extrañado al ver como Gerardo estaba actuando – "¿Te sucede algo? Te estas comportando algo raro el día de hoy" –

- "Es solo que… bueno…" – trató de buscar la forma más apropiada de explicar lo que estaba sintiendo sin que pareciera un loco – "Tuve un sueño en el que me encontraba con varios personajes de anime… y ustedes me habían comentado que habían conocido a uno también… se veía tan real que pensaba que debía preguntarles para ver si había sido un sueño o había sido real…" –

- "Hmm, ya veo…" – dijo Henry – "Pero como puedes ver, sólo fue un sueño" –

- "Y a todas estas, ¿qué personaje soñaste que conocimos?" – preguntó Roger intrigado al escuchar eso.

- "A Inuyasha…" – les dijo Gerardo de inmediato. Al escuchar eso, a ambos pareció darles dolor de cabeza, pero desapareció a los pocos segundos – "¿Están bien? ¿Necesitan una aspirina o algo?" –

- "No estamos bien…" – le dijo Henry como para que no se preocupara – "Es solo que cuando dijiste eso, sentí como si intentara recordar algo, pero no pudiera" –

- "¿Tú también?" – le preguntó Roger – "Hmm, esto si que es raro" –

- "De acuerdo..." – Gerardo se levantó del banco – "Bueno, seguiremos hablando en el próximo receso, ya que quisiera estar solo por un rato… Tengo algunas cosas en las que debo pensar…" –

Luego se fue corriendo; y cuando estuvo lejos del alcance de las miradas de sus amigos, tomó el camino que llevaba a las escaleras que daban hacia el techo de la escuela. Cayó de rodillas cuando se acercaba al centro de la azotea y se quedó mirando el cielo mientras las lágrimas comenzaban a llenar sus ojos…

- "Maldición… ¡Maldita sea!" – gritó con rabia y desesperación. Aunque recordaba los nombres de los Dioses Dragón, ya no sabía que significan como palabras en Dragoniano y empezó a pronunciarlos con rabia – "Illyusea… Iadlast… Tiarrashe… Phinambrea… Kiols… Pyrazsyec… ¿¡Por qué demonios tenían que hacer esto!? No les bastó con quitarnos nuestros poderes y enviarnos de vuelta a aquí… ¿¡si no que también tuvieron que separar a Kagome e Inuyasha de Miko y Yasha; y hacer que todos exceptuando Gabriela y yo perdieran sus recuerdos de todo esto!? Que cruel... No es justo… no es… justo" –


Luego cayó al suelo, golpeándolo con furia mientras empezaba a derramar lágrimas de tristeza. Nunca se había sentido tan inútil e impotente como en ese momento. Sin embargo, en ese momento, apareció una niña idéntica a Gabriela, llevando ropas muy similares a las que ella había llevado en el mundo de Inuyasha, aunque con algunas diferencias: en vez de una hakama, llevaba una falda que tenía arcos dorados en sus bordes, no tenía las cuerdas que servían para cerrar las mangas, llevaba un obi blanco y plateado en la cintura y tenía en sus pies zapatillas blancas y mallas blancas en vez de tabi y zouri.

- "No puede ser… ¿Gaby?" – dijo mientras se secaba las lágrimas. Cuando se acercó a ella, vio que no era sólida... Era como una proyección o un holograma… Sin embargo, ella le habló.

- "Jiji, no soy ella. Sin embargo, te he traído un mensaje de tu hermana" – dijo ella mientras se reía del mismo modo que Gabriela solía hacerlo – "Te dice que sus amigos tampoco le creen nada de lo que dice; y que se siente muy triste y sola por esto. Pero también te dice que no te rindas a la tristeza y desesperación" –

- "¿Quién eres y por qué me dices esto?" – le preguntó extrañado.

- "Podríamos decir que soy lo último que verás de Dragonia por ahora" – le dijo la niña entre risitas – "Pero descuida… en algún momento esa puerta volverá a abrirse… tú y tu hermana son los elegidos; y eso significa que en algún momento volverán a cruzar la barrera que separa los mundos, sin importar que clase de alegría o dolor les espere al otro lado. Así que... Hasta que nos volvamos a ver… Gerar…" –

- "¡Espera!" – la niña fantasmal brilló por unos instantes y desapareció. Sin embargo, Gerardo continuó pensando en sus palabras… son los elegidos… y en algún momento el portal que conectaba los mundos les daría la bienvenida de nuevo…

- "Tantos encuentros como memorias… historias que se conectan entre sí… mundos conectados más allá de la luz… supongo que esta es la verdadera magia que todos presenciamos…" – dijo mientras miraba al cielo más animado. Luego, extendió su mano, como si intentase alcanzar a los amigos que había dejado en el otro mundo, y sintió como si hubiese visto sus caras transparentes sobre el cielo azul que tenía encima – "Sí… les juro que nos volveremos a encontrar algún día… y completaremos esa misión que nos quedó pendiente… pero hasta entonces… por favor cuídense mucho, Kagome, Inuyasha, Miko, Yasha, Miroku, Sango y Shippou… Nosotros haremos lo mismo aquí..." -

(El Fin)

viernes, 26 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 19

Capítulo 19:

Revelaciones

(Opening: Still Time)

Poco después de que Kouin hubo terminado de darles tratamiento con su magia, la mayor parte del grupo tuvo sus ojos de vuelta a su estado normal y empezaron a parpadear, confundidos por el repentino cambio de oscuridad casi absoluta a la luz filtrada por la puerta y las ventanas del recinto abandonado.

Gerardo de inmediato abrazó a Gabriela, la cual se apartó de él con una expresión aterrada. Sango y Miroku se abrazaron el uno al otro murmurando algunas cosas incomprensibles justo antes de que Shippou se les abalanzase chillando encima. Miko se acercó a Yasha, pero Yasha solo se apartó de ella y de los demás con temor. Sin embargo, cuando notaron quien estaba con ellos, de inmediato dejaron sus reacciones iniciales y desenvainaron sus armas.

- "¡Tú!" – gritó Gerardo mientras se acercaba a Kouin con Ryuuga desenvainada y Fuuinryuu en su mano izquierda – "¿¡Qué haces aquí!?" –

- "Hmm, me esperaba una reacción menos agresiva," – suspiró Kouin – "Al fin y al cabo, soy quien acaba de salvar sus vidas" –

- "¿¡Qué!?" – gritaron todos espantados.

- "Así es, yo fui quien los rescató de ese horrible espejo" – dijo mientras señalaba hacia los restos del Espejo de las Tiniblas, el cual ahora se había roto por completo. Todos se le quedaron viendo con la boca abierta.

- "Entonces, ¿qué fue todo eso que vimos mientras estuvimos dentro?" – preguntó Miroku mientras revisaba que su Kazaana aún estuviera como antes; y asombrado de verse a sí mismo y a los demás a salvo.

Los demás reaccionaron de forma parecida, mientras que Yasha miraba confundido a los otros: no parecían tan malos en comparación a como habían actuado dentro del espejo, y Miko se examinaba a sí misma y notaba que su apariencia y su ropa habían vuelto a sus aspectos usuales.

- "Todo lo que vieron, oyeron, tocaron y sintieron dentro de ese lugar fue una mera ilusión" – explicó Kouin mirando al espejo con tristeza mientras los demás se miraban entre sí con cierta vergüenza – "Ese artefacto es conocido como el Espejo de las Tinieblas; y después de atrapar a sus víctimas, las azota implacablemente con sus peores pesadillas y temores hasta el punto en que destruye completamente sus espíritus y sus mentes. Y no hay posibilidad de escape: el espejo también es capaz de percibir las esperanzas de aquellos a quienes tiene atrapados y transmutarlas en más desesperación" –

- "Pero entonces… ¿Cómo nos sacaste de allí; y por qué?" – preguntó Miko cerrando una mano en un puño y posándolo sobre su pecho. Creía que Kouin no podía ser tan malo, pero aún no confiaba en él del todo.

- "Por ahora no creo que sea prudente explicarlo, pequeña," – dijo Kouin mientras se agachaba para que sus rostros estuvieran a la misma altura; y luego se volteaba a mirar a Kagome e Inuyasha – "Desafortunadamente, parece que dos de sus amigos quedaron en muy malas condiciones por haber pasado por esto" -

En efecto, Kagome e Inuyasha aún seguían en el estado en el que todos estaban cuando habían sido sacados del espejo por Kouin, a pesar de que él ya había usado la misma magia que había aplicado a los demás para sacarlos de eso. Al parecer no había surtido ningún efecto, ya que ellos seguían temblando mientras las joyas de sus medallones titilaban de forma extraña.

- "¿Qué les sucede?" – preguntó Gabriela mientras ella y los demás corrían a examinarlos. Shippou y Sango trataron de mover sus manos frente a sus ojos y llamarmlos, pero no sirvió de nada: no hubo ninguna reacción.

- "Parece que sus mentes están al borde del colapso" – explicó Kouin tristemente – "Ellos ya estaban en una situación delicada porque todavía no han terminado de acostumbrarse a tener solo una mitad de sus respectivas almas y me temo que esto ha causado un grave daño a sus mentes. Esto esta más allá de mis habilidades de sanación…" –

- Oh no…" – dijo Sango mordiéndose el labio – "¿Y no podemos hacer nada por ellos?" –

- "Probablemente, los medallones también sean la clave en esto…" – dijo Miroku señalando a las gemas de los medallones, las cuales continuaban titilando.

- "Pero, ¿cómo?" – preguntó Yasha, que había estado muy callado desde que habían salido del espejo – "Regresar a ellos ahora no servirá de nada, y ya estamos separados de ellos…" –

- "Aún hay una función que no hemos probado…" – dijo Gerardo mirando los medallones. Los demás se dieron cuenta de a qué se refería cuando recordaron que posiciones tenían.

- "¿Tendremos que sellar sus memorias?" – preguntó Miko volteándose en dirección a Kouin cuando cayó en cuenta de que tendrían que hacer para salvarlos.

- "Eso me temo," – dijo Kouin levantándose y mirando al grupo con seriedad – "El sellado de memoria actúa como un mecanismo de preservación para evitar que sus mentes se destruyan por haber recibido un shock intolerable; así que será necesario que los dejen así por al menos un día para que puedan recuperarse" –

- "No quería que algo como esto pasara…" – dijo Yasha negando con la cabeza mientras su mirada caía hasta el piso, ya que se sentía culpable por la broma que había dicho cuando se habían encontrado con Kaede unas horas antes. Miko le puso una mano en el hombro y le sonrió.

- "No es culpa tuya. No sabíamos que Tenebross tuviera por ahí una trampa tan horrible" - dijo ella con una voz tranquilizadora.

- "Bueno, creo que realmente no tenemos otra alternativa…" – dijo Miroku caminando hacia Inuyasha, pero Shippou saltó a su hombro y lo detuvo.

- "Miroku, ¿no deberíamos dejarles a Yasha y Miko que hagan esto?" – le preguntó mientras les dedicaba un gesto con la cabeza – "A final de cuentas, ellos son los más cercanos a Kagome e Inuyasha, si tú me entiendes" –

- "Está bien, lo haremos nosotros" – dijo Yasha mientras se acercaba a Inuyasha y sujetaba la aguja de rubí de su medallón con su mano – "Nii-san, por favor, recúperate pronto…" –

- "Onee-san… por favor… no me dejes de nuevo…" – dijo Miko mientras miraba la expresión ausente de Kagome con una gran tristeza.

Luego ella y Yasha se miraron a los ojos, se asintieron el uno al otro; y cambiaron la posición de los medallones de sus contrapartes a "Sellado". Al instante siguiente, Inuyasha y Kagome cerraron los ojos y cayeron inconscientes en los brazos de sus contrapartes más jóvenes. Las joyas de los medallones dejaron de titilar y empezaron a llenarse de luz, como si tuvieran una especie de medidor dentro.

- "Muy bien, con esto será suficiente," – les dijo Kouin – "Será buena idea que busquen un lugar para permitirles que descansen. También debo decirles que mientras sus memorias permanezcan selladas, lo cual será hasta que las joyas de sus medallones se hayan llenado de luz, deberán tratarlos del mismo modo que a una persona que bebió el Agua del Reinicio" –

- "Adivino: porque si no enloquecerán ya que sus memorias reales están 'desconectadas', a falta de una mejor manera de decirlo" – dijo Gerardo mientras los miraba.

- "Exacto. Sin embargo, ya verán por ustedes mismos que sucederá cuando despierten" – dijo Kouin misteriosamente – "Y si les parece bien, quisiera acompañarlos de ahora en adelante"

- "¿Eh?" – preguntó Gabriela retrocediendo con la sorpresa impresa en el rostro mientras Miroku cargaba a Inuyasha sobre su espalda y Sango hacia los mismo con Kagome – "¿Y eso?" –

- "Lo mismo nos estamos preguntando todos aquí" – dijo Yasha mientras lo miraba con una ceja levantada – "¿Por qué razón vas a unirte a nosotros si eres un sirviente de Tenebross?" –

- "Tengo mis propias razones, las cuales explicaré tan pronto como sus amigos se hayan recuperado" – dijo Kouin con firmeza – "Lamento esto, pero no me gusta repetir las explicaciones y quisiera decirlas una sola vez" –

- "Al menos no parece que quiera tendernos una trampa ni nada" – dijo Miko mientras miraba a Kouin con sus manos entrelazadas detrás de sí misma mientras los demás guardaban sus armas.

- "En ese caso, de acuerdo, puedes venir" – le dijo Gerardo con los brazos cruzados después de que había regresado a Ryuuga y Fuuinryuu a su obi – "Pero tendremos que eliminarte si intentas cualquier cosa rara. ¿Queda eso claro?" –

- "Entendido" – asintió Kouin – "Al fin y al cabo, no puedo pedirles que confíen en mí después de lo que hice durante nuestro primer encuentro" –

- "Aunque es gracias a eso que estamos aquí ahora, Kouin-san" – le sonrió Miko. Kouin parpadeó un par de veces sorprendido, y luego le devolvió la sonrisa.

Salieron del templo y retomaron la senda hasta la aldea. Cuando al fin llegaron, fueron hasta la cabaña de Kaede y dejaron a Inuyasha y a Kagome recostados en dos futon separados mientras esperaban a que reaccionaran. Por su parte, Kaede estaba en las afueras de la aldea recolectando hierbas medicinales, de modo que no se encontraron con ella.

- "Esto me recuerda a cuando trajimos a Kagome y a Inuyasha aquí después de que bebieron el Agua del Reinicio por primera vez" – dijo Sango con cierta nostalgia en su voz.

- "Cierto, es muy similar a lo que sucedió esa vez," – dijo Miroku pensativamente – "Aunque en ese entonces no nos habíamos conseguido un nuevos aliados ni imaginabamos que eso fuese a traer tantas novedades a nuestro mundo" –

- "Igual es extraño que haya pasado algo como eso de nuevo" – dijo Yasha de brazos cruzados.

En ese momento, Kagome e Inuyasha comenzaron a reaccionar y se levantaron al mismo tiempo. Sin embargo, lejos de tener la reacción que tuvieron cuando se despertaron por primera vez después de haber bebido el agua, solo se incorporaron y les sonrieron a los demás.

- "Hola, Sango-nee, Houshi-sama" – dijo Kagome alegremente mientras ella e Inuyasha soltaba pequeños bostezos y se estiraban. Parecía que ella e Inuyasha simplemente se hubiesen despertado de una pequeña siesta.

- "¿Te encuentras bien?" – le preguntó Miroku con una cara de preocupación.

- "Por supuesto, ¿por qué no lo estaría?" – dijo Kagome.

- "Onee-san, estaba muy preocupada por ti…" – le dijo Miko mientras caminaba hacia ella y le mostraba una pequeña sonrisa de alivio.

- "¿Huh? Miko, ¿por qué me dices así?" – dijo Kagome ladeando la cabeza – "Si somos gemelas…" –

- "¿Qué?" – dijo Yasha con extrañeza al oír eso, mientras que Miko se quedó con la boca abierta y no pudo responder. Los demás se miraron los unos a los otros confundidos y espantados.

- "Yasha, ¿sucede algo?" – dijo Inuyasha mientras se levantaba e iba hacia él – "¡No me dirás que te distrajiste y te diste un golpe en la cabeza o algo, hermanito!" –

Todos continuaron mirándose los unos a los otros confundidos mientras Kouin reía en silencio.

- "Pero vamos, ¿qué les sucede a todos ustedes hoy?" – preguntó Kagome con voz entretenido. Luego soltó unas risitas, pensando estaban intentando jugares una broma – "¡Hasta Gerar-nii y Gaby-nee están actuando raro!" –

- "¿¡Qué!?" – dijeron Gerardo y Gabriela al unísono, pensando que la situación sólo se ponía más rara con cada minuto que pasaba.

- "Keh, ni modo. Mejor dejamos que sigan con su broma, Kagome" – le dijo Inuyasha dando un resoplido – "¡Vámonos a jugar de una vez, antes de que Kaede-obaasan vuelva y nos ponga a entrenar de nuevo!" –

- "Miko, Yasha…" – dijo Kagome mientras se volteaba hacia ellos con una gran sonrisa en el rostro – "¿Quieren venir con nosotros?" –

Miko y Yasha se miraron el uno al otro sin saber que hacer; y en ese momento Miroku decidió intervenir:

- "Ellos irán en un momento" – les dijo amablemente – "Por ahora, necesitamos decirles algo importante. Después podrán salir a jugar con ustedes" –

- "¡De acuerdo!" – sonrieron ambos; y después de que Kagome se hubo puesto sus zouri, salieron corriendo de la cabaña.

- "Muy bien, Kouin" – dijo Gerardo después de que se hubieron alejado lo suficiente como para que no pudieran oírlos – "¿Podrías explicarnos que sucedió aquí?" –

- "Fue tan extraño… parecía en parte que tuvieran sus memorias y en parte como si no las tuvieran…" – dijo Gabriela extrañada.

- "Es algo parecido" – explicó Kouin – "Cuando usan la función de sellado del medallón, este crea un grupo básico de recuerdos basados en la identidad y personalidad de esa persona; además de crearles un pequeño trasfondo e historia personal para ahorrarles los problemas a sus cuidadores de tener que inventar una" –

- "En otras palabras…" – empezó Miko con una mano sobre su boca, pero Yasha le puso una mano en el hombro:

- "Será mejor que se los preguntemos directamente luego" – le dijo mientras le sonreía – "No creo que sea bueno que saquemos conjeturas y actuemos diferente de como ellos esperan que seamos" –

Miko sólo sonrió y asintió por respuesta.

- "Y hablando de eso," – empezó Sango mientras les sonreía – "¿Porque no van a jugar con ellos?" –

- "¿Huh?" – se extrañaron ambos al oír eso.

- "Sango tiene razón" – dijo Miroku mientras asentía – "Hasta ahora han tenido que actuar más como adultos que como niños debido a todas las batallas y peligros que hemos vivido hasta ahora. No está demás que jueguen hasta que ellos dos se recuperen, en especial después de los horrores que acabamos de atestiguar" –

- "Gerar, ¿está bien si voy a jugar también con ellos?" – dijo Gabriela rebosante de alegría.

- "Por mi perfecto" – le dijo Gerardo mientras le acariciaba suavemente la cabeza – "Además, como también has luchado tan duro, te lo mereces, hermanita" –

- "Y yo también" – canturreó Shippou mientras salía tras Kagome e Inuyasha. Pensaba para sus adentros que esto le daba una segunda oportunidad con Kagome; y no la iba a echar a perder de nuevo.

- "Nosotros usaremos la tarde para descansar y le diremos a Kaede-sama sobre todo esto para ponerla al corriente" – dijo Sango mientras dejaba sus armas en un rincón de la cabaña.

- "Yo creo que me quedaré aquí a conversar con Kouin, que hay algunas cosas que quiero preguntarle" – dijo Gerardo mientras se sentaba de nuevo – "Del mismo modo, Gaby... Quiero que me sirvas de ojos y oídos mientras estás allá afuera para asegurarnos de que no pase nada malo" –

- "¡Muy bien!" – dijo Gabriela canturreando mientras ella, Miko y Yasha salían de la cabaña.

Al poco rato se encontraron con Kagome e Inuyasha, los cuales al parecer se habían quedado esperándolos bajo un árbol cerca del río.

- "Que extraño…" – dijo Miko observando el árbol mientras se acercaban – "Este es el mismo árbol bajo el que solíamos encontrarnos antes" –

- "Es cierto…" – dijo Yasha con extrañeza – "Parece que este lugar se ha vuelto muy importante para nosotros cuatro" –

En cuanto los vieron, Inuyasha y Kagome los saludaron y corrieron a recibirlos:

- "¡Miko, Yasha, Gaby-nee!" – dijo Kagome tan pronto como estuvieron cerca de ellos – "¡Por fin! ¡Pensábamos que no iban a venir nunca!" –

- "Keh, ¿y qué fue eso que Houshi-sama quería decirles?" – preguntó Inuyasha cruzándose de brazos – "Que eso nos hizo perder mucho tiempo" –

- "¡Sí! ¡Miroku es todo un especialista en hacernos perder el tiempo!" – refunfuñó Shippou.

- "Solamente algunas cosas respecto al entrenamiento que nos van a dar" – dijo Yasha rápidamente para evitar que sospecharan algo.

- "Sí… Kaede-obaasan nos va a dar lecciones de arquería más tarde a Kagome y a mí…" – dijo Miko entrelazando sus manos enfrente de sí – "Mientras que Yasha e Inuyasha tendrán algunos ejercicios de esgrima y Gaby-nee nos contará algunas historias de sus viajes con Gerar-nii" –

- "Jiji, espero que les gusten cuando las escuchen" – dijo Gabriela sonriendo, pensando que no sería muy difícil que alterara un poco el recuento de sus aventuras recientes para contárselas como historias – "Bueno, ¿vamos a jugar ahora o qué?" –

- "¡Sí!" – dijeron mientras salían corriendo hacía una explanada cercana. Una vez allí, Miko sacó una pelota del Dragtemn que compartía con Kagome y se la lanzó a Yasha.

- "Por cierto, Kagome-chan," – le dijo Gabriela mientras continuaban jugando a pasarse la pelota – "¿Puedes contarme como llegaron hasta aquí? Se me han olvidado algunas cosas" –

- "¿Huh?" – dijo Kagome ladeando la cabeza mientras recibía la pelota de las manos de Yasha y se la lanzaba a Miko – "Está bien, aunque Miko también podría contártelo, Gabry-nee" –

- "Hehe, creo que sería mejor que lo cuentes tú…" – dijo Miko mientras pensaba para sus adentros que realmente no sabía que clase de memorias tendría Kagome ahora: el vínculo que ambas usaban para compartir recuerdos estaba cerrado en ese momento, al igual que el de Yasha con Inuyasha. Luego le lanzó la pelota a Gabriela.

- "Oh… está bien" – dijo Kagome mientras tomaba aliento – "Miko y yo somos hermanas gemelas y ambas nacimos en una tierra más o menos apartada de aquí. Hace unos meses, nuestros familiares nos enviaron aquí con nuestra tutora, Kaede-obaasan, para que aprendiésemos como ser mikos, y aquí fue donde los conocimos a todos ustedes: a Houshi-sama, a Sango-nee, a Shippou, a Yasha, a Inuyasha, a Gerar-nii y a ti, Gaby-nee" –

- "Con nosotros fue similar," – dijo Inuyasha mientras atrapaba la pelota que Gabriela le acababa de lanzar y se la lanzaba a Kagome con una sonrisa – "Después de que murió nuestra madre, Yasha y yo deambulamos por mucho tiempo, huyendo de humanos y youkai, hasta que conseguimos este lugar en donde Kaede-obaasan nos dió un hogar aquí. Ella y Totosai-sensei han sido amigos por mucho tiempo, así que ellos nos entregaron las espadas de nuestro padre y aquí también hicimos nuestros primeros amigos humanos" –

- "Hehe, si que hemos pasado por mucho, ¿no, Inuyasha?" – preguntó Yasha algo sorprendido por las historias que los medallones habían hecho para ellos.

- "Sí, así es, Yasha" – le dijo Inuyasha sonriente – "Pero al menos me alegra que tengamos amigos y gente que cuide de nosotros ahora" –

- "Extraño un poco a mi familia, ¡pero me alegro que aquí tengamos amigos tan buenos como ustedes!" – sonrió Kagome.

- "Yo también, onee… digo, Kagome" – se corrigió Miko al último segundo. Todavía no había logrado perder la costumbre de llamar 'Onee-san' a Kagome.

- "Por cierto, Kagome," – dijo Shippou repentinamente fingiendo timidez luego de que habían parado de jugar por un rato para descansar – "Tengo un regalo para ti" –

- "Espero que no sea una corona de flores, Shippou" – le recriminó Miko. En efecto, eso era lo que Shippou tenía preparado para darle.

- "Vamos, Miko, no seas tan dura con él" – le dijo Kagome con voz tranquilizadora – "Sé que en una ocasión se portó mal con Yasha e Inuyasha, pero está arrepentido por eso" –

- "¡Sí si!" – exclamó Shippou al ver como Kagome lo estaba defendiendo – "¡De verdad estoy muy arrepentido por eso que dije!" –

- "De acuerdo" – suspiró Miko con cierta exasperación al ver como Kagome aceptaba la corona de flores y se la ponía en la cabeza.

- "¡Se te ve muy bien!" – le dijo Shippou, a lo que Inuyasha asintió.

- "Si… te ves más guapa…" – dijo mientras la cara se le ponía roja.

- "¡Gracias!" – dijo mientras iba y le daba un abrazo a ambos. Yasha, Miko y Gabriela se quedaron todos con la boca abierta al ver esto.

- "Pero Shippou" – le dijo Kagome después de que se habían separado y continuaban el juego – "Seguimos siendo solo amigos. No quiero que malentiendas las cosas" –

- "Ugh…" – gruñó Shippou mientras sentía como el suelo a su alrededor se hundía – "Está bien, entiendo…" –

Los demás solo se rieron al ver como se amargaba y poco después decidieron continuar jugando. Kagome se quitó la corona de flores y la guardó en el Dragtemn que llevaba Miko para que no se dañara. Al rato siguiente, Gabriela se aburrió de que solo estuviesen pasándose la pelota, así que les mostró como jugar voleibol:

- "Es así," – dijo mientras arrojaba la pelota sobre su cabeza y la golpeaba en dirección a Miko con las puntas de sus dedos – "Luego la golpean los que estén del otro lado; y quien logre hacerla golpear en el lado del otro equipo sin que ellos puedan devolverla gana un punto" –

- "¡Suena muy divertido, Gaby-nee!" – dijo Kagome mientras Miko la golpeaba en dirección a Yasha – "¡Esos juegos que inventan en el sitio de donde vienes son cosas que nunca antes había visto!" -

- 'En realidad sí los conoce, pero no lo recuerda' – pensó Miko mientras se reía para sus adentros – 'Hehe, creo que los demás pensaban eso mismo de mí antes de que nuestro vínculo se formase' –

Se pusieron a jugar de modo que Gabriela, Miko y Kagome formaron equipo, mientras que Shippou, Yasha e Inuyasha estaban del otro lado.

- "Entonces, Gaby-nee" – dijo Inuyasha mientras le devolvía un saque a Kagome – "¿Cómo han sido sus últimos viajes? ¿Qué cosas han visto? ¿Qué criaturas malvadas han vencido?" –

- "Jiji, bueno," – dijo mientras empezaba a rememorar algunos de los acontecimientos recientes y comenzaba a relatarlos con una sonrisa – "Entre otras cosas entramos a un volcán, derrotamos a un monstruo hecho de fuego e hicimos que una pareja que no paraba de pelearse se casase" –

- "¡Wow! ¡Increíble!" – dijo Kagome mientras hacía rebotar la pelota en dirección a Miko y ella la lanzaba en dirección a los otros tres – "¿Y consiguieron algo más de las cosas que estaban buscando? ¿Los Fragmentos Oscuros o algo así?" –

- "Kagome, se llaman Fragmentos de Sombras" – dijo Miko extrañada ante el hecho de que Kagome hubiese recordado mal el nombre – "Y si supuestamente consiguieron muchos y están muy cerca de completar el cristal" –

- "¡Felicidades!" – le dijo Inuyasha mientras que Yasha le pasaba la pelota para que él la lanzara de vuelta hacia Kagome y Miko – "¡Sí que han hecho mucho!" –

- "Jiji, quisiera que así fuese, pero aún nos falta mucho para poder terminar con esto" – dijo Gabriela con cierta humildad.

- "Y aún tienen que pelear con Tenebross, ¿verdad?" – preguntó Yasha, algo más aliviado porque aparentemente no tendrían mantener todas las conversaciones en secreto para evitar que algo malo les sucediese a Kagome e Inuyasha.

- "Sí, pero como es tan cobarde, no creo que sea tarea fácil hallarlo…" – dijo Gabriela poniendo una cara seria.

- "¿Por qué dices eso?" – dijo Inuyasha, pero pagó caro su momento de distracción porque no pudo devolver el lanzamiento que Gabriela acababa de hacer – "¡Rayos!" –

- "Muy bien, ¡un punto para nosotras!" – anunció Gabriela alegremente – "Y eso lo dije porque así es. Ya tenemos rato buscándolo y solo apareció un par de veces ante Gerar y yo" –

- "Y probablemente cueste aún más trabajo localizarlo ahora…" – dijo Yasha pensativamente mientras todos volvían a arreglarse para continuar con el juego.

- "No seas tan pesimista, Yasha" – le dijo Kagome desde el otro lado del prado que estaban usando como campo de juego – "Estoy segura de que podrán hacerlo, del mismo modo que Houshi-sama y Sango-nee siguen con su búsqueda de la Perla de Shikon…" –

- "¿Aunque no te parece un poco extraño que te hayan dejado ese fragmento a ti, Kagome?" – preguntó Inuyasha algo desconcertado mientras Shippou lanzaba el siguiente saque.

- "No mucho," – dijo ella encogiéndose de hombros mientras Miko recibía el saque y se preparaba para devolverlo – "De todos modos es un recuerdo que me trajeron de sus viajes; y si sucede algo, podemos encargarnos nosotros mismos" –

- "En otras palabras, ¿ya saben pelear bien entonces?" – se sorprendió Gabriela al escuchar esas palabras.

- "No tanto como quisiéramos," – contestó Inuyasha mientras Kagome recibía el lanzamiento de Yasha – "Pero al menos podemos defendernos de youkai débiles" –

- 'Hablando de sorpresas…' – pensó Yasha extrañado mientras Inuyasha le respondía al lanzamiento de Kagome – 'Aunque diría que Miko y yo ya sabemos pelear bastante bien…' –

- "Solo será cuestión de que sigamos practicando," – dijo Miko alegremente mientras respondía al lanzamiento de Yasha – "De cualquier modo, sólo relajémonos y juguemos hoy. ¡Dejemos de preocuparnos por entrenar, pelear y todo eso!" –

- "¡En eso tienes mucha razón, Miko!" – le dijo Gabriela con una sonrisa, aunque terminó sonando bastante similar a su hermano. Al momento siguiente, Inuyasha respondió al lanzamiento y terminó anotándose un tanto para él y para Yasha.

Continuaron jugando y riendo un rato más; y el juego terminó cuando los chicos hubieron anotado tres puntos, con las chicas quedando con dos. Las chicas les dieron las felicitaciones por su victoria; y después de haber tomado un pequeño refrigerio que Miko y Gabriela sacaron de sus Dragtemn, decidieron empezar a jugar a las escondidas.

Por otra parte, Gerardo y Kouin estaban enfrascados en una conversación que comparaba la estructura del universo de Dragonia con el de la Tierra.

- "Y como puedes ver, nuestro universo es conformado por la dualidad de ondas y partículas emitidos por Kiockse, o el Núcleo del Caos" – explicó Kouin mientras le mostraba un diagrama hecho con líneas luminosas – "Esas ondas y partículas se formaron por primera vez en lo que conocemos como la Canción del Origen; y su flujo por el universo dicta el ritmo de las melodías de todo lo que existe en el universo, lo cual nosotros llamamos la Gran Melodía" –

- "Hmm, ya veo" – asintió Gerardo con una sonrisa – "El universo de Dragonia tiene un gran toque musical, dada la terminología que utilizan" –

- "Así es" – sonrió Kouin – "Los Dragonianos le dan gran importancia en su sociedad a la música y al canto, dado que es su forma más poderosa de utilizar magia; y es lo que los conecta directamente con el mundo y sus Voluntades creadoras" -

- "Entiendo. En cambio, mi universo es mucho más técnico: su origen fue una explosión llamada el Big Bang; y todas las explicaciones son directas sin ninguna clase de matiz poético o metafórico. Y por lo que veo, esas partículas y ondas son también lo que forma el planeta de Dragonia, ¿correcto?" –

- "Si, pero solo una parte de la infinidad de tipos de ondas y partículas creadas por Kiockse" – explicó Kouin – "En total, solo 18 tipos de dichas ondas y partículas existen en Dragonia: seis que le dan origen a los elementos y las Voluntades que los controlan, tres que no tienen voluntad propia pero son controlados por las voluntades de los seis anteriores, tres que provienen de entes externos, uno que es otorgado por Kiockse como unión de todos los anteriores; dos que son creados por la misma fuerza que Tenebross y yo; y tres que permean todo el universo y son conocidos como los Elementos de la Creación" –

- "En otras palabras, cada elemento tiene una onda o partícula correspondiente" – comentó Gerardo – "Pero, ¿si el Núcleo del Caos es el que crea y mantiene todo, que es lo que crea y mantiene la "inexistencia"?" -

- "Ese seria el Núcleo de la Nada" – dijo Kouin con amargura – "Y no puedo decirte su nombre por ahora, ya que es parte de lo que voy a explicar cuando tus amigos recuperen sus recuerdos" –

- "Esta bien, entiendo" – dijo Gerardo – "Y regresando a la conversación previa... bueno, mi universo tiene una cantidad teóricamente infinita de partículas y ondas de toda clase de longitudes y frecuencias, pero no están organizadas del mismo modo que el universo Dragoniano. Más bien, reciben nombres dependiendo del tamaño que tengan, de su polaridad eléctrica y su función en el contexto del microcosmos. Por cierto, ¿que diferencias hay en cuanto a poder o eficacia cuando los Dragonianos recitan los hechizos o los hilan en una canción?" –

- "Es bastante simple," - explicó Kouin - "Cuando se recita, el poder de un hechizo es regular si se usa el Dragoniano Común. En cambio, cuando se recita usando Dragoniano Ceremonial, el poder se multiplica por diez debido a que ese idioma permite enviar ondas de sentimientos más densas y además permite comunicarse directamente con los Núcleos sin que ellos tengan que reinterpretar esas emociones de otro idioma o dialecto. Y si a eso le añades usar canciones para ejecutar los hechizos, el poder se triplica debido a que las melodías y patrones rítmicos permiten transmitir más emociones en un instante que el sólo decir las palabras sin ninguna clase de acompañamiento. Otra diferencia es la velocidad: cantar resulta más complicado porque debes crear la canción y la letra para ello; y el Dragoniano Ceremonial es más complicado y lento de pronunciar que el Dragoniano Común" -

- "Hmm, entiendo. Ese mundo y todo lo que tienen en el sí que es interesante" - dijo Gerardo entusiasmado.

- "La ciencia de tu mundo suena muy interesante también" – se rio Kouin – "Supongo que te suena aburrida porque ya estas acostumbrado a ella" –

- "Algo así" – se rio Gerardo – "No seré un especialista en física ni mecánica cuántica; y le tendré terror a los números, pero el funcionamiento de mi universo siempre ha sido un punto de gran interés para mí; y por eso lo he estudiado desde que era pequeño, leyendo libros de todo tipo" –

- "Hehe, realmente tienes madera de Investigador y de Erudito" – dijo Kouin mientras hacía desaparecer las luces que había dibujado – "De hecho, si vivieras en Dragonia, no me sorprendería nada que ya hubieses recibido una beca de parte de la familia real para estudiar una de esas carreras" –

- "Adivino, ¿una consiste en investigación teórica mientras que la otra pone esas teorías en práctica?" – preguntó Gerardo. Kouin le asintió – "Hmm, realmente suena como algo a lo que me gustaría dedicarme" –

- "Hehe, realmente eres similar a una persona de ese mundo" – dijo Kouin con cierta nostalgia – "Aunque éramos enemigos, de vez en cuando solíamos encontrarnos para intercambiar información e investigaciones" –

- "Me imagino que eran enemigos por el hecho de que eres aliado de Tenebross. Pero, ¿no usaban esas ocasiones para tratar de sacarse información mutuamente?" – preguntó Gerardo extrañado.

- "No, ya que hicimos una tregua para eso y acordamos no atacarnos ni espiarnos mutuamente durante dichas reuniones" – dijo Kouin con seriedad – "Además, ambos usábamos hechizos especiales para que ni los demonios de Tenebross ni sus amigos usasen trucos de espionaje ni nada similar" –

- "Pero ¿por qué no usas nada de eso aquí?" – preguntó Gerardo extrañado – "Ya que siempre he tenido la desagradable sensación de que nos vigilan" –

- "Eso se debe a que ese hechizo no funciona en este mundo debido a interferencia de ondas" – dijo Kouin con amargura – "Además, Naraku usa un tipo de espionaje cuyos principios aún no entiendo por completo y por eso no he podido desarrollar un método eficaz para impedirlo" –

- "Hmm, creo que te refieres al espejo que Kanna lleva encima" – dijo Gerardo pensativamente – "¿Y que sucedió con esa persona?" –

- "…Está muerto…" – dijo Kouin con tristeza – "Desgraciadamente, cayó en una trampa que le puso Tenebross y esto causó que se corrompiera a si mismo con el poder de las Sombras. Debido a esto, terminó matando a sus propios amigos, novia y hermana; y cuando recuperó la cordura y vio la atrocidad que había sido forzado a cometer, no pudo soportar el dolor y se apuñaló a si mismo con su espada… Y yo tuve el horror de ver todo eso porque Tenebross se lo mostró a todos sus monstruos mientras se jactaba de su victoria…" –

- "Santo Dios… que horror…" – dijo Gerardo mirando al suelo, horrorizado de haber escuchado eso.

- "Lo sé… realmente fue horrible…" – dijo Kouin con tristeza – "Se que éramos enemigos y estábamos destinados a matarnos el uno al otro en algún momento, pero no deseaba que las cosas terminasen así…" –

- "Muertes horribles y crueles son pasarse de la raya, ¿no es así?" – preguntó Gerardo.

- "Exactamente. Si tengo que eliminar a alguien, prefiero hacerlo de un modo rápido y que no les cause mucho sufrimiento" – dijo Kouin. Gerardo notó que ambos parecían compartir el mismo código moral – "Ver sufrir a mis víctimas sólo hace las cosas mucho peores. Y la cara que él tenía cuando se suicidó es algo que aún me causa pesadillas… de hecho, me provoca ganas de llorar por la tristeza y horror cada vez que la recuerdo…" –

Se cubrió el rostro con las manos…

- "Al menos ya has cambiado de bando; y vas a ayudarnos a evitar que más incidentes horribles como ese se repitan" – le dijo Gerardo poniéndole una mano en el hombro – "Mientras esté en nuestro poder, haremos todo lo que sea posible para detener a Tenebross. Eso lo juro por mi vida" -

Mientras tanto, Tenebross estaba hecho toda una fiera: había destruido las pocas decoraciones que habían alrededor y se había puesto agresivo hasta tal punto que Naraku tuvo que encerrarse en su barrera para no recibir daños de todos los golpes y ataques que estaba soltando a lo loco.

- "¡MALDITO KOUIN!" – gritó como un desaforado – "¿¡CÓMO PUDISTE TRAICIONARME ASÍ!? ¿¡CÓMO!?" –

- "Hmm, por lo que veo el que una de tus criaturas te haya traicionado te afectó profundamente" – se burló Naraku – "Si alguna de las mías lo hubiese hecho, ya la hubiese exterminado por su desobediencia" -

- "¡NO ERA CUALQUIER CRIATURA!" – gritó Tenebross soltando un odio indescriptible con cada sílaba – "¡ESE MALDITO TRAIDOR, TANTO QUE HICE POR ÉL! ¿¡Y ASÍ ME PAGA!?" –

- "Hmph, no me digas que no tienes poder sobre él" – se burló Naraku de nuevo.

Tenebross le lanzó un gran rayo de sombras desde su espejo, el cual no llegó a hacer contacto con Naraku debido a la barrera. El mismo Tenebross ya sabía que esto pasaría, pero necesitaba algo para descargar su rabia.

- "Deberías controlar ese temperamento tuyo" – se rió Naraku – "A este paso vas a terminar matándote a ti mismo" –

- "¡Cierra esa mugrienta boca tuya!" – rugió Tenebross – "Y respecto a lo que preguntaste, no. Él es el único de mis demonios sobre el que no tengo control de ninguna clase, pero ya ajustaré cuentas con él cuando nos volvamos a encontrar" –

- "En ese caso, mejor nos movemos" – sugirió Naraku – "Seguramente ese traidor ya les estará dando la ubicación de nuestro escondite" –

- "Eres un cobarde imbécil" – le dijo Tenebross – "Los esperaremos aquí y les plantaremos cara. Quiero exterminarlos personalmente…" –

- "Como gustes, pero es muy probable que termines lamentando esa decisión después" – dijo Naraku con una sonrisa contrahecha.

Algunas horas más tarde, cuando ya estaba atardeciendo, Kagome, Inuyasha, Miko, Yasha, Shippou y Gabriela ya se habían cansado de jugar y decidieron regresar a la cabaña de Kaede con los otros. Una vez allí se sorprendieron de ver a Gerardo practicando con su espada y a Kouin observando el sol poniente con cierta melancolía.

- "¡Gerar!" – le djo Gabriela a su hermano mientras corrían hacia él – "¡Hemos vuelto!" –

- "¡Ah, bienvenidos de vuelta!" – dijo mientras dejaba su práctica de esgrima y guardaba su espada y escudo – "¿Cómo la pasaron hoy?" –

- "¡Muy bien!" – contestó Kagome – "¡Gaby-nee nos enseñó un juego llamado voleibol y nos contó sobre el último viaje que hicieron!" –

- "¡Sí!" – dijo Inuyasha emocionado – "¡De como entraron a ese volcán y derrotaron a un monstruo de fuego en una cueva llena de lava, calor y cosas así!" –

- "Ehehe, sí, pero fue muy duro…" – respondió él algo avergonzado – "Si no fuera por Miroku y Sango, seguramente no habríamos podido hacerlo" –

- "Hehe, cierto" – dijo Yasha riéndose de la expresión azorada de Gerardo – "De todas formas, creo que Kaede-obaasan ya habrá vuelto, así que deberíamos ir a saludarla" –

Los demás estuvieron de acuerdo y entraron en la cabaña en tropel. Una vez allí, los recibieron Miroku, Sango y Kaede.

- "¡Hola a todos!" – los recibió Kaede – "¿Pasaron una tarde agradable?" –

- "¡Si, y mucho!" – dijo Kagome alegremente – "Aunque me pareció extraño que no fueras a buscarnos para entrenar, Kaede-obaasan" –

- "Decidí que era mejor que ustedes pasaran un día divirtiéndose, para variar" – dijo mientras se reía – "De cualquier modo, dentro de un rato comenzaremos a preparar la cena" –

- "Bueno, ¿qué hacemos mientras tanto?" – preguntó Yasha – "No creo que haya mucho que podamos hacer ahora que está oscureciendo" –

- "¿¡Bromeas, Yasha!?" – preguntó Miko – "Al menos podríamos ir a ver el atardecer y la aparición de las primeras estrellas" –

- "Realmente no tenemos nada mejor que hacer por ahora" – dijo Inuyasha cruzando los brazos – "¡Así que vayamos!" –

- "Pero antes de eso, ¿no quieren que les cuente una historia?" – preguntó Gerardo, recordando que tenía ese asunto pendiente desde su viaje a Ryuusei. Aunque también pensó: – 'Lástima que ni Rin ni Kikyou se encuentren aquí para oírla' –

- "¡Yay! ¡Sí!" – dijo Kagome emocionada por saber que clase de historia les contaría.

- "Pero me pregunto que clase de historia irás a contarnos" – dijo Inuyasha acercándose a él – "Gaby-nee ya nos dijo sobre su último viaje" –

- "Oh, lo sé. Pero hay otra historia que quiero contarles, ya que es del lugar del que venimos" – le sonrió a Inuyasha y luego les guiñó el ojo a los demás.

- "Será interesante escucharla entonces" – dijo Kaede comprendiendo que significaba aquel gesto.

- "¡Bueno, vamos a oírla entonces!" – dijo Yasha mientras él y los demás niños se sentaban frente a él.

- "De acuerdo, déjenme comenzarla" – dijo Gerardo para luego aclarar su garganta – "Hace mucho, mucho tiempo, en una tierra lejana en la que las hadas habitaban los bosques y los dragones volaban por los cielos, había un pequeño reino" -

- "Este reino era gobernado por una gentil y hermosa reina; y un fuerte y sabio rey. Sin embargo, los días de paz de los que gozaban pronto llegaron a su final cuando un gran y maligno demonio de hielo apareció y cubrió con su gélido manto a todo el reino. Los caballeros y guerreros más fuertes y valientes del reino pelearon con toda su fuerza durante muchos días y noches, pero al final nada pudieron hacer contra esta maligna amenaza" -

- "Sin embargo, cuando todo parecía perdido, un gran y hermoso dragón dorado descendió de los cielos y enfrentó al demonio. Ambos pelearon durante muchos días y muchas noches, hasta que al final, el demonio fue vencido; y el reino salvado. Sin embargo, el dragón desapareció poco después; y descubrieron que la reina había caído en un profundo sueño del que nadie pudo hacerla despertar" -

- "El rey cayó en una profunda tristeza por esto y tuvo que criar a su pequeño hijo, el príncipe, el cual era apenas un bebé cuando el demonio apareció, haciéndole creer que su madre había muerto poco después de que él había nacido. Así pasaron los años; y el reino regresó a su antigua paz. Varios años después, cuando llegó el décimo cumpleaños del príncipe, el descubrió a su padre, el rey, yendo a una torre prohibida durante la noche; y lleno de curiosidad, decidió seguirlo" -

- "Una vez allí, vio por primera vez a su madre, aún sumida en su interminable sueño; pero antes de que su padre pudiera explicarle lo que pasaba, el castillo fue atacado por un malvado hechicero que había venido a robar la corona del rey. El hechicero puso a dormir al rey con su magia; y aunque el príncipe luchó todo lo que pudo, no pudo hacer nada para evitarlo" -

- "A la mañana siguiente, el príncipe partió hacia el castillo del hechicero para recuperar la corona; y en el camino se le unieron una pequeña bruja que vivía en un bosque cercano; y un valiente caballero que vestía una armadura blanca. Juntos lograron derrotar al malvado hechicero y a sus sirvientes; y recuperar la corona" -

- "Poco después, el rey le explicó todo sobre lo que le había pasado a su madre diez años antes y le dijo que le daba permiso de buscar un modo de revivir a su madre. Así que el príncipe, junto a sus amigos, comenzaron un largo viaje que los llevó a profundas cuevas, a una isla desierta, a una ciudad que flotaba en los cielos; e incluso al mismo mundo de los muertos para recuperar el alma de su madre. El malvado hechicero también decidió ayudarlos, conmovido por esta noble misión; y les prestó toda su ayuda, a pesar de que seguía odiando al príncipe y a su padre" -

- "Sin embargo, estos intentos de liberar el alma de la reina terminaron trayendo al demonio de hielo de vuelta a la vida, por lo cual, después de mucho llorar en arrepentimiento; el príncipe recuperó su valor; y con la ayuda de sus amigos se aventuró a las heladas tierras del norte, descubriendo que su madre era en realidad el dragón que había salvado al reino hacía diez años; revelando sus propios poderes ocultos; y derrotando al demonio de hielo de una vez por todas. Tras estas duras batallas, el príncipe y su madre se abrazaron por primera vez; todo el reino festejó el regreso de su reina; y regresó la paz y harmonía. El fin" –

Tan pronto como Gerardo terminó de relatar la historia, la cual había estado acompañada por cambios de tono de voz, gestos con las manos y alteraciones de todo tipo en las expresiones de su cara, todos los allí presentes le dieron un aplauso.

- "¡Fue una historia muy bonita, Gerar-nii!" – dijo Kagome.

- "¡Ya tenía tiempo queriendo escuchar otra de tus historias!" – dijo Inuyasha.

- "¡No era broma cuando dijeron que era como un cuento de hadas!" – dijo Yasha.

- "¡Conque esa era la historia que querías contar entonces!" – dijo Shippou.

- "¡Estuvo muy buena!" – dijo Miko – "¡He querido escuchar un cuento de hadas como ese desde que vinimos aquí!" –

- "Sí, aunque las historias que nos contaban mamá y el abuelo no se parecían en nada a estas" – se rió Kagome – "Más que todo eran cosas como la princesa que había nacido en un bambú y regresaba a la luna; o la de los amantes que se encuentran entre las estrellas" –

- "Y hablando de eso, ¿qué les parece si vamos a mirar las estrellas ahora?" – sugirió Yasha para evitar que la conversación tomase un rumbo peligroso.

- "¡De acuerdo! ¡Ya debe haber oscurecido lo suficiente como para verlas!" – dijo Inuyasha mientras veía como Kaede removía la olla que estaba en el centro de la cabaña para preparar el estofado que cenarían.

- "Solo no se alejen demasiado de la cabaña, ¿de acuerdo?" – les dijo Kaede con un dejo de seriedad en la voz.

- "¡De acuerdo!" – dijeron todos los niños, y salieron caminando de la cabaña mientras conversaban animadamente entre sí acerca de la historia.

- "Así que esa era la historia que nos querías contar entonces, ¿no Gerardo-kun?" – le preguntó Kaede con una sonrisa mientras seguía removiendo la olla.

- "Sí, esa misma era" – dijo Gerardo con una ligera expresión de tristeza – "De hecho, estaba pensando que me da cierta lástima que Rin y Kikyou no hubiesen podido oírla" –

- "De cualquier modo a mi hermana no le gustan mucho ese tipo de relatos" – dijo Kaede como para que no se preocupara – "Y fue muy bueno de tu parte que les hubieses relatado eso para entretenerlos" –

- "Sí, es que pensé que poner a reproducir algo de música no sería suficiente para esta ocasión; y además no creo que puedan entender ninguno de los libros que Kagome y yo nos trajimos" –

En ese momento, entraron Sango y Miroku. Parecía que habían estando pasándola bien dondequiera que hubiesen estado hasta ese momento.

- "Buenas noches a ambos" – los saludó Gerardo con una sonrisa – "Parece que tuvieron una buena velada" –

- "Algo así," – coincidió Sango – "De hecho estuvimos surcando los cielos cercanos a ver si encontrábamos algo extraño, pero no vimos nada fuera de lo común" –

- "¿No que iban a tomarse el día de hoy para descansar?" – preguntó Gerardo con la extrañeza impresa en el rostro.

- "Bueno, nuestro pequeño vuelo también pudo haberse considerado como un descanso en sí mismo" – dijo Miroku sonriente – "Hay veces que el mejor modo de relajarse es simplemente volar entre las nubes y meditar en la tranquilidad de las alturas" –

- "Como digan" – suspiró Gerardo. Tan pronto como la cena estuvo lista, llamaron a los niños y les dijeron que vinieran a comer para luego irse a dormir.

Durante esa noche, Kagome tuvo un sueño muy extraño: estaba ella sola flotando sobre un vacío de oscuridad; y frente a ella estaba una niña idéntica a ella, acurrucada en posición fetal y llorando desconsoladamente…

- "¡Hola!" – saludó Kagome a la niña mientras flotaba hacia ella con preocupación – "¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?" –

- "Porque…" – sollozó haciendo grandes esfuerzos: parecía que había estado llorando por largo tiempo porque su voz se escuchaba ronca y seca – "Porque… mi hermana me odia… la persona a la que amo quiere a alguien más… y mis amigos y familia están muertos…" –

- "¿Huh?" – se extrañó Kagome – "¿De verdad? ¿Estás segura de eso?" –

- "Sí…" – dijo la niña todavía sollozando – "Vi todo… eso… y no pude hacer nada para evitarlo…" –

Luego empezó a llorar con todas sus fuerzas. Kagome sólo la tomo de una de sus manos, la hizo flotar a su altura y le dió un abrazo para intentar consolarla.

- "Ya, ya, vamos, vamos" – dijo mientras le daba palmadas suavemente en la espalda – "Seguro que todo eso fue sólo una pesadilla. Un mal sueño" –

- "Pero… pero…" – dijo la niña, aunque sus sollozos habían empezado a disminuir en intensidad. Kagome se separó un poco de ella y la miró al rostro: fue como si se estuviera mirando en un espejo.

- "Todas esas cosas malas no pudieron haber pasado así, al mismo tiempo, ¿no?" – le dijo amablemente mientras le sonreía. Luego se separó de ella y le extendió una mano – "Es por eso que debe ser sólo una pesadilla. Así que vamos, levántate y vayamos a verlos. ¡Estoy segura de que están bien!" –

- "Sí… puede que… no, estoy segura de que tienes razón…" – dijo la niña mientras tomaba la mano que Kagome le había ofrecido y la usaba como apoyo para levantarse – "Gracias… Kagome…" –

- "¿Huh?" – se extrañó Kagome al ver como la niña sabía su nombre – "¿Cómo me conoces?" –

- "Eso no es importante…" – dijo la otra niña mientras se secaba las lágrimas que aún corrían por su rostro y le mostraba una sonrisa sincera. Luego, empezó a brillar intensamente – "Gracias por salvarme… de todo ese dolor…" –

Luego se desvaneció.

Por otra parte, Inuyasha estaba teniendo un sueño bastante similar en el que se había encontrado flotando en medio de la oscuridad, frente a frente con un niño idéntico a sí mismo. Por un momento pensó que se trataba de Yasha, pero el niño no respondió cuando lo llamó por ese nombre y simplemente se quedó mirándose las manos mientras lloraba con una mirada llena de horror.

- "Yo los maté… yo los maté…" – se repetía incesantemente mientras no paraba de mirarse las manos.

- "Vamos, ¿qué te pasa?" – preguntó Inuyasha con irritación mientras veía al otro niño actuando como un zombi – "¡Deja de actuar como un idiota y levántate!" –

El otro instantáneamente reaccionó y se levantó de golpe.

- "¿¡A quién le llamas idiota, estúpido!?" – le gritó el otro niño – "¡Tú no sabes nada sobre lo que es perder a todos los que estimas por haberlos matado con tus propias manos!" –

Inuyasha en ese momento le soltó un buen golpe en la cara:

- "¡Déjate de ridiculeces!" – le rugió – "¡Ya tuve suficiente con perder a mi madre como para que alguien como tú venga a darme excusas por comportarse como un idiota! ¡Además, ¿cómo estás tan seguro de que de verdad están muertos y no fue solo un mal sueño!?" –

El otro niño en ese momento abrió los ojos de golpe, como si hubiese entendido algo; y se giró para mirar hacia la oscuridad…

- "Un… mal sueño… si, eso debió haber sido…" – dijo mientras comenzaba a reírse, pero no como un lunático: más bien era una risa de alegría y alivio – "Si, creo que tienes razón…" –

- "¡Claro que la tengo!" – dijo Inuyasha colocándose las manos en la cintura y sonriendo con satisfacción – "Ahora deberías ir y regresar con tus amigos, seguro que te extrañan mucho" –

- "Si, creo que te debería dar las gracias… Hasta luego" – y en ese momento, el niño desapareció en medio de un destello de luz.

Tan pronto como sus contrapartes hubieron desaparecido en sus sueños, Kagome e Inuyasha se despertaron al mismo tiempo; y después de mirar sus alrededores en total confusión, se miraron el uno al otro.

- "¿Kagome, sucede algo?" – le preguntó Inuyasha con preocupación al notar que él y ella eran los únicos que estaban despiertos: afuera aún estaba oscuro y los demás seguían profundamente dormidos.

- "Sí, acabo de tener un sueño muy extraño…" – dijo Kagome recordando lo que había visto antes de despertarse – "Vi a una niña que era idéntica a mí y que estaba llorando porque había visto cosas horribles…" –

- "Yo soñé algo parecido…" – dijo Inuyasha mirándola con extrañeza – "Un niño igual a mí estaba de rodillas en el piso mientras lloraba y se miraba sus manos…" –

- "¿Huh? ¿De verdad?" – le preguntó Kagome – "¿Y qué hiciste al respecto?" –

- "Lo único que se me ocurrió," – dijo Inuyasha encogiéndose de hombros – "Hacerlo enfadar para que saliera de ese estado y luego darle un golpe para que reaccionase" –

- "¿No crees que eso fue algo brusco?" – le preguntó Kagome mientras se tapaba la boca con ambas manos – "Yo por otra parte abracé a la niña y la consolé" –

- "Es que eres muy amable, Kagome" – dijo Inuyasha mientras se ruborizaba – "Recuerda que yo no tengo mucho tacto que digamos para tratar con los demás" –

- "Está bien, no te preocupes" – dijo Kagome riéndose al ver la cara de vergüenza de Inuyasha – "Aunque me extraña mucho que hayamos tenido sueños tan parecidos… ¿Qué podría significar?" –

- "Será mejor que le preguntemos a Gerar-nii, Miroku-sama y Kaede-obaasan mañana" – sugirió Inuyasha sonriendo – "Estoy seguro de que ellos sabrán de que se trata" –

- "De acuerdo" – coincidió Kagome para luego acomodarse de nuevo en el futon sobre el que había estado sentada – "Que tengas buenas noches, Inuyasha" –

- "Tu también, Kagome" – le deseó mientras se metía de nuevo en su futon; y al cabo de un rato, ambos habían vuelto a dormirse profundamente.

A la mañana siguiente, después del desayuno, Inuyasha y Kagome se acercaron a Kaede, Miroku y Gerardo, los cuales estaban haciendo algunas tareas: Kaede estaba recogiendo los tazones y cuencos que habían usado para comer mientras que Gerardo estaba ultimando el equipaje que pensaba que él y Gabriela tendrían que utilizar dentro de poco tiempo y Miroku estaba limpiando su shakujou. Por otro lado, Gabriela, Miko y Yasha estaban conversando algunas cosas sobre sus respectivas habilidades especiales, mientras que Sango estaba ocupada revisando su Hiraikotsu y sus otras armas de exterminador.

- "Gerar-nii, Kaede-obaasan," – se dirigió Kagome a ambos tímidamente – "Hay algo que Inuyasha y yo queremos preguntarles" –

- "Hmm, ¿Qué cosa?" – preguntó Gerardo mientras quitaba la mirada de los objetos que estaba revisando en su Dragtemn para mirar a ambos niños.

- "Es que anoche tuvimos un sueño muy extraño…" – dijo Inuyasha ladeando la cabeza.

- "Hmm, ¿qué clase de sueños tuvieron?" - preguntó Miroku algo intrigado. Entonces, tanto él como Kagome les relataron los sueños que habían tenido la noche anterior.

- "Ya veo," – dijo Kaede pensativamente después de que habían terminado de escuchar el relato - "Realmente suena como un sueño inusual" -

- "Hmm, creo que tiene que ver con sus poderes" - dijo Miroku pensativamente, y fue entonces que los tres notaron que las gemas en los medallones de ambos ahora resplandecían brillantemente de nuevo: estaban listos.

- "¿Con nuestros poderes?" - preguntó Inuyasha ladeando la cabeza.

- "Sí," - dijo Kaede con una sonrisa - "Ya que los tienen parcialmente sellados por los medallones que llevan al cuello. ¿Ven la posición en la que están?" -

- "¿Huh? ¿Esto?" – preguntó Kagome sacándolo del cuello de su kosode y examinándolo, dándose cuenta de que tenía una aguja que apuntaba hacia una posición que decía 'Sellado'. Inuyasha se dio cuenta de lo mismo inmediatamente después.

- "Así es" – dijo Gerardo con una sonrisa – "Traten de ponerlos donde dice 'Remover Sello'. Eso romperá el sello" –

- "¡Muy bien, Gerar-nii!" – dijo Inuyasha mientras él y Kagome sonreían. Así pues, ambos movieron los diales de sus respectivos medallones de vuelta a la posición de 'Remover Sello'. Sus ojos titilaron por un momento y sus sonrisas fueron remplazadas por caras de tristeza mientras los medallones cambiaban por sí solos a la posición de 'Separación'.

- "Puede que estemos preguntándoles esto demasiado seguido," – dijo Gabriela mientras ella, Miko y Yasha se acercaban a ellos. Habían notado que pasaba cuando Kagome e Inuyasha comenzaron a hablar sobre los sueños – "¿Pero están bien?" –

- "Sí, sí lo estamos," – dijo Kagome con una leve sonrisa en su rostro – "Es solo que me siento algo rara después del día que estuvimos con la memoria sellada y de haber hablado con nosotros mismos en nuestros sueños de ese modo. Por no decir que aún estoy algo sacudida por lo que vimos en ese horrendo espejo..." –

- "Aún no puedo creer que hubiese caído tan fácilmente en una ilusión como esa…" – dijo Inuyasha enojado consigo mismo.

- "Tampoco es que hubiese sido culpa tuya" – le dijo Miroku comprensivamente – "De acuerdo a lo que Kouin nos dijo, es imposible no caer en esas pesadillas" –

- "Y ahora que a sus amigos les han desellado sus recuerdos, creo es un buen momento para explicar todo" – dijo Kouin adelantándose y poniéndose en el centro de la cabaña para que todos pudiesen verlo y escucharlo – "Ustedes me conocen como Kouin, pero ese es sólo el nombre que tomé al venir a este mundo: en Dragonia mi nombre era Yallusyert; y cuando aún era un dragoniano, mi nombre era Feltes Lysfelt" –

- "¿Qué quieres decir con eso de cuando aún eras Dragoniano?" – preguntó Gerardo con interés.

- "Sería "cuando era humano" si ustedes lo dijeran. Actualmente soy solo una criatura que se mantiene viva por una versión corrupta de la esencia del Núcleo de la Luz, o en otras palabras, de Illyusea" –explicó Kouin.

- "Entonces, ¿tú no eres un mero monstruo como los demás a los que hemos vencido?" – preguntó Yasha atónito.

- "Así es: los otros cinco generales que Tenebross creó eran solo esencias corrompidas de cada uno de los elementos a los cuales el creó y dio forma" – explicó Kouin con tristeza – "Cuando yo aún era dragoniano, yo solía trabajar con Tenebross; y éramos los mejores amigos" –

- "¿¡Tenebross también fue dragoniano!?" – preguntó Gabriela espantada de que un ser tan maligno hubiese podido haber sido un dragoniano, o dicho de otro modo, la versión de Dragonia de los humanos. Todos se miraron los unos a los otros al oír esto.

- "Así es: su nombre original era Tenebross Lusyabrirt; y en su tiempo fue considerado como uno de los más grandes Investigadores que Dragonia haya tenido el orgullo de haber engendrado" – dijo Kouin con arrepentimiento – "Inicialmente, sus investigaciones estaban enfocadas a mejorar la vida de todos aquellos que vivían en Dragonia; y gracias a él, las teorías de muchas de las cosas que los Dragonianos disfrutan actualmente, como los Dragtemn y los Cristales Seirei fueron producidos" –

Luego señaló a los cristales que llevaban Gabriela y Gerardo alrededor de sus cuellos; y a los relojes que todos ellos llevaban en sus muñecas.

- "Pero si él solía ser una persona tan bondadosa, ¿qué le hizo volverse un ser tan maligno?" – preguntó Kaede anonadada.

- "Voy a llegar a eso en un momento" – le dijo Kouin mientras hacía gestos con la mano para que esperase un poco – "Durante varios años, Tenebross y yo trabajamos juntos en esas teorías y en muchas otras cosas en el Instituto Real de Investigación para mejorar la vida de los Dragonianos. Sin embargo, esos años de felicidad y paz llegaron a un horrendo final cuando el rey Krelios Pyraze Drackma asumió el trono. Krelios terminó siendo un verdadero tirano; y bajo su despótico gobierno, el lideró guerras para arrebatarle a todas las demás tierras de Dragonia su autonomía y gobernarlas bajo su cetro desde la vieja capital de Seleila. De hecho, el también instauró las crueles políticas de esclavizar a aquellos que habían nacido sin el don de usar magia y de tratar a aquellos nacidos bajo el elemento de la Oscuridad como si fuesen animales" -

Kouin tomó aire por un momento para luego proseguir su narración.

- "Ahora bien, en esos tiempos, Krelios nos contrató a Tenebross y a mí para investigar y desarrollar artefactos, pero terminaron siendo totalmente lo contrario para lo que nos volvimos Investigador y Erudito: nos ordenó desarrollar armas, artefactos de tortura; e instrumentos de exterminio, todo para eliminar a todos aquellos que se opusieran a su poder" – dijo mientras su mirada se hundía hacia el piso de madera.

- "La Era Oscura de Dragonia, definitivamente…" – dijo Gerardo viendo al suelo con espanto, escuchando como el hermoso mundo que había visto en sus sueños y que había vislumbrado gracias a los Dioses Dragón durante un tiempo fue un verdadero infierno. Los demás estaban aterrados de forma similar.

- "Supongo que eso debió haberles afectado profundamente a ambos, ¿correcto?" – preguntó Miroku cortés pero seriamente.

- "Así es," – dijo Kouin mostrando una cara de profunda tristeza y decepción – "A ambos nos pesó horriblemente el tener que crear esos horribles artefactos; y no teníamos más opción porque tenía a nuestras familias de rehenes: si nos rehusábamos, nos mataría a todos" -

- "Malditos bastardos..." - gruñó Inuyasha por lo bajo.

- "Finalmente, cuando creamos la más terrible de nuestras invenciones: el Espejo de las Tinieblas," – todos temblaron ante la mención de ese diabólico artefacto – "Tenebross finalmente alcanzó el punto del colapso; y cayó en llanto preguntándose porque el mundo tenía que ser tan horrendo; porque la gente tenía que ser tal grupo de bestias malditas… Traté de ir hasta él para consolarlo, pero en ese entonces, fuimos envueltos por una aura negra… y él nos habló…" –

- "¿Él?" – preguntó Shippou extrañado.

- "Sí… aquél que pensábamos que solo existía en leyendas y mitos… el ser del que siempre nos habían advertido que nos cuidáramos porque quería destruirlo todo… la encarnación de la Nada… Caellicauts…" –

A pesar de que nunca antes habían escuchado ese nombre, todos sintieron un escalofrío y temblaron cuando Kouin terminó de pronunciarlo.

- "¿Ese es... el nombre del Núcleo de la Nada...?" – preguntó Gerardo con temor, ante lo cual Kouin le asintió con una expresión de seriedad en el rostro.

- "¿Y qué... sucedió entonces?" – preguntó Sango. Tanto ella como todos los demás estaban a la expectativa del resto del relato.

- "Bueno… Caellicauts nos dijo que había simpatizado con nuestros sentimientos de tristeza y desesperación; y que quería ayudarnos… Nos dijo que a cambio de servirles de contenedor a su voluntad, nos daría el poder que necesitábamos para cambiar el mundo a nuestro antojo, inclusive deponer al rey y restaurar la paz a Dragonia" - dijo Kouin.

- "¿Y que... hicieron?" - preguntó Kagome presintiendo como había terminado todo.

- "Yo me rehusé, diciendo que no seguiría nunca a nadie que no fuese Tenebross. Sin embargo, Tenebross aceptó y entregó su alma y su cuerpo a Caellicauts, convirtiéndose en la criatura cruel y despiadada que todos ustedes conocen ahora. Sin embargo, todo eso fue para nada," - dijo Kouin entristecido - "Ya que el rey murió poco después: la Sacerdotisa del Dragón de entonces, Lilia Illyusa Drackma, que también resultó ser su primera hija, estaba horriblemente decepcionada y entristecida con las obras de su padre. Finalmente había llegado el punto en que se volvió imperdonable para ella luego de descubrir todo lo que su padre había hecho; y usando sus poderes, le pidió a los Dioses Dragón le pusiesen fin a esta pesadilla. Los Dioses Dragón también estaban enfurecidos al ver la burla que Krelios había hecho de su mundo; y por ello, decidieron mostrarle a los Dragonianos las consecuencias de desobedecer las leyes bajo las que fuimos creados: ocasionaron un gran terremoto que destruyó la capital real de ese entonces, Seleila; junto con muchas de las áreas en las que Krelios había posicionado a sus tropas y causó la pérdida de millones de vidas" –

- "En otras palabras... Vendieron sus almas para nada…" – dijo Miko en tono de lástima.

- "Así es; y peor aún, nos terminamos convirtiendo en una amenaza. Tenebross quedó totalmente poseído por la voluntad de Caellicauts; y ambos comenzamos a sembrar caos, destrucción y ruina por toda Dragonia; y allí fue cuando los Dioses Dragón decidieron intervenir. Lucharon fieramente contra nosotros en la cima de la montaña más alta del planeta; y aunque yo caí al poco rato de iniciada la lucha, no pudieron derrotar a Tenebross por estar consumido por una voluntad mucho más poderosa que todos ellos. Por ello, decidieron sellarlo dentro de un cristal y luego esparcir sus piezas por todas partes a fin de que nadie pudiera resucitarlo. Sin embargo, no pudieron evitar que yo guardase su alma dentro de un espejo para evitar que lo sellasen totalmente, así que en cierto modo, yo también soy responsable de todo esto; y lo lamento profundamente…" –

- "Y a todas estas, ¿por qué decidiste abandonar a Tenebross y quieres unirte a nosotros?" – preguntó Inuyasha lleno de sospechas después de haber escuchado ese relato.

- "Bueno, como acaban de escuchar, por muchos años serví a Tenebross fielmente, inclusive hasta el punto de ser el responsable directo de su regreso a Dragonia y de su llegada a este mundo. Sin embargo, cuando Caellicauts se apoderó de su cuerpo y alma, hicimos la solemne promesa de que jamás usaríamos el Espejo de las Tinieblas contra nadie por ningún motivo; pasase lo que pasase" - dijo Kouin apretando los dientes - "Sin embargo, él rompió esa confianza al haber utilizado ese espejo maldito contra ustedes. Cuando vi lo que él les había hecho; y la forma tan horrible en la que hizo morir a aquellos que se le opusieron en Dragonia, me di cuenta de hasta que punto había caído; y decidí rebelarme contra él y servirles de ayuda, no solo para derrotarlo; sino también para expiarme del gran pecado que he cometido" –

- "Entiendo... Llevas una gran carga sobre tus hombros" – dijo Gerardo comprensivamente – "Pero, ¿qué sucedió con sus familias? Al fin y al cabo, ellos fueron parte de la razón por la que tuvieron que crear ese artefacto maldito que llevó a Tenebross a caer en las tentaciones de Caellicauts" –

- "Ellos sobrevivieron, afortunadamente; y pudieron reubicarse en Soleila junto con los otros refugiados del desastre" – suspiró Kouin – "Sin embargo, Tenebross y yo fuimos considerados como si estuviésemos muertos desde ese momento; y no me sorprende, a decir verdad. Realmente las personas que éramos antes de esa transformación murieron entonces. A pesar de todo, me alegré mucho de que estuvieran a salvo, aunque tuviésemos que eliminarlos luego con el resto de Dragonia..." –

- "Hablando de una existencia difícil…" – suspiró Gabriela con tristeza.

- "Dejando eso de lado, ¿sabes en que lugar se encuentran escondidos Naraku y Tenebross actualmente?" – preguntó Miroku para interrumpir esa deprimente conversación y ver si Kouin podía darles información de utilidad.

- "¿Pero no rompería eso el pacto que tenías con la persona que me dijiste ayer?" – preguntó Gerardo escandalizado. Los demás se sorprendieron al verlo así.

- "No, ya que ese pacto murió con esa persona" – dijo Kouin con un tono de voz para tranquilizarlo. Luego, se volteó a mirar a Miroku para responder a la pregunta que le había hecho – "Y respecto a su pregunta, Houshi-sama, sí, lo sé. De hecho, puedo llevarlos allí cuando quieran. Sin embargo, debo advertirles que es mejor que se preparen antes, ya que lo más probable es que les espere una lucha a muerte; y una vez que estemos allá ya no podrán regresar hasta que lo derroten; si es que logran vencerlo" –

- "Entendido," – dijo Sango con decisión – "Danos un par de horas; y haremos todos los preparativos necesarios" –

- "De acuerdo" – asintió Kouin al ver como todos mostraban su conformidad con el tiempo que Sango había propuesto.

Kagome e Inuyasha primero usaron los medallones para volver a juntarse con Miko y Yasha para regresar a sus edades normales; y luego, empezaron con los preparativos.

Este pequeño período de tiempo lo usaron para darle preparativos de último minuto a sus armamentos; para preparar algunas estrategias de batalla; y finalmente, para rezar por su victoria en la batalla contra Tenebross y Naraku, mientras le pedían a sus seres queridos que les dieran fuerza en esta hora crucial.
A pesar de que Kagome, Miko, Gerardo y Gabriela deseaban mucho ver a sus respectivas familias; se abstuvieron de ir a verlos; ya que podría resultar altamente posible que no quisieran que ellos resultaran lastimados y les hicieran imposible que participaran en esta batalla.

Gerardo también les dio las explicaciones de porque se había escandalizado tanto y los demás comprendieron en cuanto les comentó sobre la tregua que había entre él y los antiguos enemigos de Tenebross, aunque Inuyasha estuvo a punto de reñirle porque pensó que podría haber echado a perder sus oportunidades de dar con Tenebross y Naraku.

Una vez que terminaron con todos sus preparativos, ellos y Kouin se encontraron enfrente del Pozo Devorador de Huesos; y allí, Kouin les dio una última advertencia:

- "Ya que están listos, permítanme preguntarles algo: es muy posible que esta sea su última batalla; y es altamente probable también que terminen gravemente heridos o inclusive mueran" – les dijo en tono de gravedad – "Aun así, ¿están dispuestos a continuar?" -

- "¡No estaríamos aquí de lo contrario!" – dijo Kagome decidida.

- "¡Así es, onee-san!" – dijo Miko igual de decidida.

- "Exacto, no llegamos tan lejos para echarnos atrás al final" – dijo Gerardo cerrando el puño y llevándolo hacia su pecho.

- "¡Sí! ¡Derrotaremos a esos seres malignos y le llevaremos la paz a nuestros mundos!" – dijo Gabriela con entusiasmo.

- "Como servidor de Buda, es mi deber asegurarme de que estas criaturas malignas reciban el castigo que merecen" – dijo Miroku haciendo alarde de su rango como monje.

- "Solo lo dices para ocultar tus intenciones" – le dijo Shippou en tono de burla.

- "En este caso te equivocas, Shippou" – le dijo Sango muy seria – "Puedo percibir que está diciéndolo con sinceridad" –

- "¡Vamos! ¿Verdad, Nii-san?" – le preguntó Yasha con entusiasmo.

- "Si, es hora de que ajustemos cuentas con Naraku; y también con el bastardo de Tenebross…" – dijo mientras cerraba una mano con fuerza.

Kouin vió la determinación que todos estaban emanando; y les sonrió:

- "No esperaba menos de ustedes. Puede que realmente sean los Seirei presagiados por el Epitafio de las Profecías" – dijo mientras se volteaba y alzaba una mano.

- "¿Por qué nos llamó espíritus?" - preguntó Shippou confundido. Gerardo se golpeó la frente con la mano ante ese falló de interpretación.

- "Lo dijo en Dragoniano Ceremonial. "Seirei" significa "Elegido de los Elementos" en esa lengua" – explicó con irritación.

- "Entonces, ¿somos los elegidos?" – preguntó Kagome sorprendida.

- "No estoy del todo seguro," – dijo Gerardo pensativamente – "Por lo que tengo entendido, los Seirei tienen mucho más poder del que Gabriela y yo hemos manifestado hasta ahora. Incluso se les permite guardar los Núcleos Elementales dentro de sus cuerpos, pero como pudieron ver, aunque nos encontramos el Núcleo del Agua, Iadlast no nos permitió llevárnoslo, ni los Dioses Dragón tampoco han mencionado nada al respecto" -

Antes de que pudieran decir algún otro comentario, escucharon que Kouin estaba entonando un suave cántico en Dragoniano:

- "Alt tok apreio iula purkan dat lusya, paf gaivz kiesba mondour ika" –

En ese momento, una línea de luz blanca grisácea apareció de la mano que había levantado, la cual empezó a retorcerse hasta formar un cuadro de luz del tamaño de una gran puerta, la cual se llenó completamente de oscuridad tan pronto como estuvo lista. Kouin luego se volteó hacia los demás.

- "El portal está abierto. Podemos entrar tan pronto como ustedes deseen; y personalmente los conduciré hasta el escondite de Tenebross" – les dijo con seriedad.

- "Estamos listos, ¡así que llévanos dentro de una buena vez!" – gritó Inuyasha.

Los demás sólo corearon un "¡Sí!", así que Kouin asintió en silencio y los condujo hacia el interior de la oscuridad. Por unos momentos no vieron más que la negrura, pero al cabo de unos segundos, se encontraron en un sitio que parecía una gran celda: era una enorme cámara de piedra oscura, aunque se encontraba lo bastante iluminada como para permitir una visibilidad decente.

Dentro de este lugar, parados sobre un altar que parecía más bien una pequeña torre con almenas se encontraban Naraku y Tenebross. Ambos sonrieron malignamente al ver a los recién llegados.

- "Vaya, vaya, miren a quienes tenemos por aquí" – dijo Tenebross entrecerrando sus malignos ojos rojos con desprecio – "Son el grupo de tarados feudales, el par de pseudo-rei ineptos; y finalmente, el maldito traidor" –

- "¡Cierra la boca, bazofia de sombra!" – le gritó Inuyasha con furia mientras desenvainaba a Tessaiga. Los demás hicieron lo mismo.

- "¡Lord Tenebross…! No… ¡Tenebross…!" – le dijo Kouin mientras miraba directamente a los ojos de su antiguo jefe, mientras desenvainaba sus propias armas: un par de largas katanas gemelas – "¡Has ido demasiado lejos! ¡Habíamos jurado que nunca usaríamos ese espejo maldito; y ya hemos causado demasiado dolor y sufrimiento! ¡Para de una vez!" –

Kouin parecía que estaba queriendo hacer reflexionar a Tenebross, dada la larga amistad que ambos habían compartido antes de su maligna transformación; y que incluso él había mantenido fielmente hasta hacía poco. Sin embargo, Tenebross simplemente se rio de él.

- "Mwahaha... Eres un iluso estúpido. ¿¡Realmente crees que el mundo perfecto puede conseguirse sin derramar nada de sangre!? ¿¡Realmente crees que este pútrido mundo y todos los demás que existen pueden realmente tener una posibilidad de salvación!? ¡Eres patético!" – dijo mientras reía como un maníaco.

- "Hmmhmhmhm…" – se río Naraku – "Parece que esas palabras que dijiste fueron en vano, idiota de la luz" –

Kouin cerró sus manos con más fuerza alrededor de sus espadas mientras apretaba sus dientes. Todos en el grupo se enfurecieron al escuchar las palabras que Naraku y Tenebross le habían dicho.

- "Si alguien es un traidor aquí, ese eres tú Tenebross" – le dijo Gerardo apuntándole con sus espada – "¿Así es como le pagas a Feltes toda la lealtad que te demostró por tantos años?

- "¡Cierto, e incluso intentó hacer que recapacitaras porque te aprecia!" - dijo Kagome con furia mientras le apuntaba con una flecha.

- "¡Un idiota como tú no merece amigos!" - dijo Inuyasha apuntándole con Tessaiga.

- "¡Eres incluso más patético que Naraku!" - dijo Yasha enfurecido.

- "¡Eres igual a todos los otros seres malignos!" - dijo Miko.

- "¡Traicionar la confianza de un amigo es lo peor de lo peor!" - dijo Miroku.

- "¡Como también lo es faltar al juramento que tu mismo hiciste!" - dijo Sango.

- "¡Sí! ¡Feltes te traicionó porque tu mismo rompiste tu propia promesa!" – le gritó Gabriela mientras preparaba una flecha de luz en su arco y apuntaba hacia él – "¡Eso es imperdonable!" –

- "Eres un verdadero asco... ¡Y te haremos pagar por ello!" - dijo Gerardo.

- "¡Cierren sus mugrientas bocas!" – les gritó Tenebross mientras hacía que se alzaran ondas de sombras desde el piso sobre el que estaban parados, haciéndolos saltar a todos para esquivarlas – "¡No toleraré más estupideces de parte suya! ¡Es hora de que mueran!" –

Y acto seguido, la cabeza de su sombra salió del espejo y comenzó a lanzar flechas de sombras desde el techo. Gerardo las bloqueó con el escudo para protegerse a sí mismo y a Gabriela mientras Inuyasha hizo lo propio con su espada para sí y para Kagome. Kouin las cortaba y bloqueaba con sus propias espadas, pero los demás tuvieron que esquivarlas para que no fuesen golpeados.

- "Hehe, bonita forma de comenzar una pelea, ¿eh, Inuyasha?" – dijo Naraku mientras flotaba en frente de él, encerrado en su barrera de modo que nada pudiese golpearlo.

- "¡Ya veremos que te parece esto!" – dijo Inuyasha mientras cambiaba a Separación Especial su medallón, haciendo salir a Yasha con su propia Tessaiga. Ambos usaron la Tessaiga roja al mismo tiempo, creando una onda de energía azul que destruyó la barrera de Naraku.

- "¿¡Qué demonios!?" – gritó en shock.

- "¡Estás muy equivocado si crees que no nos hemos vuelto más fuertes!" – gritó Yasha.

- "¡Maldito mocoso insolente!" – gritó mientras se abalanzaba contra él, pero en ese momento recibió una serie de ataques en toda la cara: un par de ofudas, el Hiraikotsu de Sango y un par de flechas sagradas cortesía de Kagome y Miko. Por lo visto, habían tenido la misma idea que Inuyasha de separarse para tener más poder de fuego.

- "¿Qué sucede Naraku?" – se burló Miko – "¿No tienes intenciones de invocar a tus extensiones hoy?" –

- "¡No necesito a esas estúpidas para librarme de ustedes, mocosa!" – le gritó enfurecido.

Por otra parte, después de que esquivaron la lluvia de flechas de sombras, Gerardo elementalizó su espada con el poder del agua, mientras que Gabriela había elementalizado su arco para que sus flechas se cargaran con el poder de la luz y la luna. Kouin no hizo lo mismo porque la luz corrupta simplemente habría curado a Tenebross.

- "Tenebross… espero que algún día me perdones por esto…" – dijo mientras corría hacia él dejando una estela grisácea para lanzarle una cuchillada tan rápida como el resplandor de un relámpago – "Lightning!"

Tenebross no pudo reaccionar lo bastante rápido como para esquivar ese ataque y terminó recibiendo la cuchillada en la mitad de su "cuerpo", mientras que Kouin solo susurraba "¡Hyu!" mientras realizaba su ataque. Empezó a gruñir de dolor.

- "¡MALDITO TRAIDOR!" – le gritó mientras usaba su ataque Shadow Claw, el cual Kouin se apresuró a esquivar. Al momento siguiente, recibió un Water's Scar de parte de Gerardo y una Light Arrow de parte de Gabriela.

- "¡No creas que esta pelea es solo entre ustedes dos!" – le dijo Gerardo triunfante después de que lo impactaron la onda de agua y la flecha de luz – "¡Todos aquí vinimos expresamente con el propósito de derrotarlos!" –

- "Malditos elementales del infierno…" – dijo mientras apretaba sus sombríos colmillos.

Volviendo con Inuyasha y compañía, aparentemente las cosas ya no estaban yendo tan bien como al principio: Naraku aparentemente había dejado ya los juegos y había comenzado a pelear en serio, demostrado por el hecho de que empezó a liberar a los miles de youkai que formaban su cuerpo para que atacaran por todas direcciones y no dejarles ningún resquicio por donde escapar a sus enemigos.

Miroku, Yasha, Sango e Inuyasha tenían las manos llenas cortando a los monstruos en pedazos con sus armas, mientras que Kagome y Miko tenían que turnarse entre disparar flechas y colocar barreras para tener si quiera una oportunidad de mantenerse con vida. Ni siquiera el Kaze no Kizu les estaba ayudando porque Naraku liberaba más youkai entre más eliminaban.

- "Supongo que tendré que acelerar un poco las cosas" – dijo Miroku mientras ponía su mano sobre el rosario que mantenía sellada su mano maldita y luego se volteaba a mirar a Sango – "Perdóname, Sango, pero prefiero hacer esto antes que dejar que nos maten" –

- "¿Qué?" – preguntó Sango extrañada mientras cortaba las cabezas de dos youkai con su katana y lanzaba el Hiraikotsu por el aire para destazar a varios más. Sin embargo, su cara cambió a una expresión de terror y palideció al ver lo que Miroku estaba por hacer – "¡Houshi-sama, no!" –

En ese instante, Miroku removió el rosario y apuntó su mano maldita hacia Naraku:

- "¡Kazaana!" –

- "¡Eres un imbécil, monje!" – dijo Naraku con una sonrisa demente mientras lanzaba un panal de sus saimyosho al aire y los insectos que contenía se dirigían en enjambre hacia Miroku. Miroku logró absorber una gran parte de los youkai que estaban rodeando al grupo, pero al hacerlo, también absorbió muchos de los saimyosho, lo cual lo obligó a cerrar el agujero.

- "¡Miroku, no seas imbécil!" – le gritó Inuyasha mientras corría hacia él para revisar como estaba y le tomaba por la mano maldita mientras que los demás continuaban defendiéndose de los youkai restantes. Naraku decidió dejar de atacarlos para saborear la desesperación que sentían ante la sola idea de perder a Miroku.

Miroku había caído al piso de rodillas, su rostro estaba empapado en sudor y su piel había tomado un tono pálido: aparentemente había absorbido demasiado veneno y no le quedaba mucho tiempo de vida. Sango lo abrazó y comenzó a llorar en su hombro.

- "No… Houshi-sama… no debió haber hecho eso…" – dijo ella entristecida.

- "¡Maldita sea!" – gritó Inuyasha mientras corría a encarar de nuevo a Naraku.

- "¡Eso pasó por su propia estupidez!" – se burló Naraku – "¡Y todo porque tienes miedo de matar a todos aquí con tus técnicas, Inuyasha!" –

Inuyasha en ese momento se dio cuenta de a qué se refería, al igual que Yasha cuando ambos se miraron el uno al otro a los ojos: habían cometido el mismo error que Gerardo había cometido en la batalla contra Douin de no usar todas sus habilidades al maáximo; y debido a eso, ahora Miroku estaba en peligro de muerte.

- "Nii-san…" – le dijo Yasha consternado – "Debemos terminar con esto rápido, o Miroku-sama va a…" –

- ¡Ni te atrevas a terminar esa frase!" – le gritó Inuyasha, a pesar de que estaba pensando exactamente lo mismo que Yasha.

Sin embargo, a Miko se le ocurrió una idea en ese momento:

- "¡Ah! ¿Por qué no llamamos a Gerar-nii o a Gaby-nee para que lo curen?" – dijo ella mientras daba una palmada – "¡Estoy segura de que sus poderes podrían quitarle ese veneno, al menos lo suficiente para que sobreviva!" –

- "Están ocupados luchando con Tenebross" – dijo Shippou mientras apuntaba hacia ellos: en ese momento Gerardo y Gabriela estaban empuñando espadas de luz del color de sus elementos para atacar a Tenebross, mientras que Kouin parecía haber usado alguna clase de magia para acelerar sus movimientos – "Aunque si quieren, podría ir y avisarles" –

- "¡Por favor, Shippou-chan!" – le dijo Kagome mientras sacaba su arco y le apuntaba de nuevo a Naraku, el cual ahora estaba recibiendo furiosos embates del Kongousouha combinado de Yasha e Inuyasha. Shippou asintió y salió corriendo hacia la otra punta del campo de batalla.

- "Yo intentaré mantenerlo vivo…" – dijo Miko mientras se concentraba y ponía sus pequeñas manos sobre el cuerpo de Miroku, haciendo aparecer un resplandor blanco azulado sobre él – "Puedo hacer que el veneno tarde más en hacer efecto, pero no podré retrasarlo por siempre… espero que se den prisa…" –

- 'Es posible... que seas incluso una mejor miko que yo misma, hermanita...' – pensó Kagome con orgullo al ver lo mucho que se estaba concentrando por mantener a Miroku con vida.

Respecto a los demás, Gerardo, Gabriela y Kouin habían retrocedido luego de propinarle unos buenos sablazos a Tenebross, aunque la batalla ya estaba dejando sus marcas en ellos: Gerardo tenía unos cuantos rasguños y cortes en sus manos y rostro, además de que tenía las mangas de su haori hechas jirones, mientras que las ropas de Gabriela estaban cubiertas de tierras y suciedad; y la parte inferior de sus mangas y falda estaban rotas y dañadas. Por otra parte, Kouin ya estaba mostrando signos de fatiga: estaba quedando claro que su técnica de aumento de velocidad no era para usarse por períodos largos de tiempo.

En ese momento, Shippou vino corriendo hacia ellos.

- "¡Gerardo! ¡Gabu!" – dijo con un tono de voz que retumbó por toda la zona – "¡Necesitamos que alguien cure a Miroku! ¡Se nos está muriendo!" -

- "¿¡Qué!?" – preguntó Gabriela horrorizada.

- "¿¡Cómo pasó eso!?" – preguntó Gerardo sorprendido desagradablemente.

- "Tuvo que usar su Kazaana para librarnos de los miles de youkai que Naraku había liberado, pero…" – el pequeño kitsune parecía muy consternado ante la situación – "Pero también absorbió muchos de los saimyosho que Naraku tenía preparados para él…" –

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero en ese momento tuvieron que interrumpirse porque Tenebross hizo que salieran varias horribles manos negras del suelo y tuvieron que apartarse para evitar que los arrastrasen hacia el interior de las sombras que tenían debajo.

- "¡Maldita sea!" – gruñó Gerardo – "¿¡Acaso intentas mandarnos al Yomiji o algo!?" –

- "Puede ser" – se rió Tenebross malignamente – "¡Pero en todo caso, no permitiré que curen a ese monje de tercera!"

Gerardo se volteó hacia los demás y los miró seriamente:

- "Sé que estamos ocupados con Tenebross, pero no podemos abandonar a un compañero que nos necesita. ¿Estarían de acuerdo con que vayamos a ayudarlos?" –

Todos le asintieron y luego salieron corriendo en dirección hacia donde estaban los demás, aunque tuvieron que hacerlo esquivando los estallidos de sombras que Tenebross les estaba arrojando. No les iba a permitir que se escaparan tan fácilmente.

Inuyasha y los demás parecían tener la situación controlada, y la pelea con Naraku estaba más o menos pareja, ya que no estaban más los miles de youkai que él había liberado y ya le habían cortado buena parte de los huesos y tentáculos con los que habían intentado atacarlos.

Sin embargo, tampoco estaban en muy buena forma: sus ropas mostraban el daño que habían recibido y tenían heridas en todas las partes del cuerpo que tenían al descubierto.

- "¡Hemos venido a ayudar!" – anunció Gabriela tan pronto como estuvieron ante ellos.

- "¡Al fin una buena noticia!" – gritó Inuyasha mientras esquivaba los rayos de energía que Naraku le estaba arrojando. En ese momento Gabriela corrió hacia Miroku y empezó a cantar. Miko dejó de intentar mantenerlo vivo en ese momento.

- "Ist Altyyaok ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok ShuxuaraRa Phaph Kluceia Biousakatse... Healing Light!" – sus manos se envolvieron en un fulgor blanco perlado y empezó a pasarlas por encima del cuerpo de Miroku, el cual estaba respirando a duras penas. Poco a poco, su respiración fue retomando su ritmo normal y su rostro recuperó su color. Sin embargo, antes de que hubiesen podido terminar, Tenebross le lanzó una flecha de sombras…

- "¡Gaby!" – gritó Gerardo, transformándose en Dragoon para salir disparado y bloquear la flecha con su escudo, lo cual logró en el último segundo – "Estuvo cerca… maldita sombra traidora…" –

Estaba furioso ante lo que le había hecho a su hermana; y los demás también estaban indignados por ello. Por suerte, Miroku ya estaba fuera de peligro, así que Sango lo apartó del campo de batalla para luego regresar a pelear, mientras que Gabriela se transformaba también en Dragoon. Sobra decir que también estaba furiosa por ese ataque a traición.

- "¡Esto es un campo de batalla!" – gritó Tenebross mientras se reía de sus expresiones – "¡Aquí no hay leyes ni reglas, sólo importa exterminar a los enemigos!" –

- "¡No me salgas ahora con la lógica del pragmatista de combate!" – le gritó Gerardo con furia - ¡Haré que pagues por eso!" –

A su lado, Kouin, el cual también mostraba una cara de rabia y repulsión increíbles, haciendo aparecer unas marcas verdes en su rostro. Juntó las hojas de sus dos espadas y dijo una sola frase: - "ZielarZa!" –

Acto seguido, ambas hojas empezaron a vibrar como un diapasón después de recibir un golpe. Sin embargo, la vibración empezó a intensificarse con cada segundo que pasaba; y cuando ya estaban vibrando lo suficiente como para que incluso los brazos de Kouin temblasen, las sostuvo en alto y apuntó a Tenebross:

- "¡Thundering Sword! ¡Ahora te otorgaré el descanso eterno!" – dijo mientras separaba las hojas de sus espadas con un movimiento que parecía una X, formando una onda de choque que le causó gran daño a Tenebross y agrietó el espejo en que estaba encerrado.

Tenebross soltó un gritó desgarrador de dolor, lo que agarró por sorpresa a todos y el cual Naraku aprovechó para tratar de matar a Kagome y a Miko con un rayo de energía. Sin embargo, Kouin notó lo que estaba pasando y corrió hacia el lugar al que Naraku estaba apuntando para sacar a ambas chicas del camino.

- "Gracias… ¡Ah!" – dijo Kagome, pero luego tuvo que poner una barrera inmediatamente para que Tenebross no les golpease con sus garras de sombras.

Por lo visto, su batalla, que al principio estaba dividida en dos partes, ahora se había reducido a una sola. Naraku había perdido a muchas de las abominaciones que lo formaban, mientras que Tenebross había recibido muchas heridas gracias a los ataques de Gerardo, Gabriela y Kouin.

Sin embargo, Inuyasha, Gerardo y los demás tampoco estaban muy bien que digamos: además de los golpes y heridas que habían recibido, ya estaban empezando a agotarse físicamente.

- 'A esto paso vamos a perder' – pensó Gerardo con amargura al ver el estado de sus compañeros y el suyo mismo.

En ese momento, Kouin se lanzó de nuevo para atacar a ambos villanos a la vez: acuchilló el aire en frente de él con una de sus katanas; y luego…

- "¡Hyuuu!" - corrió a una velocidad impresionante, desapareciendo de la vista y reapareciendo detrás de Naraku y Tenebross.

- "¡Shattering Slash!" – dijo, y al instante siguiente una triada de cuchilladas y puñaladas cayó sobre ellos: por lo visto los había atacado a una velocidad tal que ni siquiera Gabriela había podido seguirlo con sus ojos.

Esto le dio una oportunidad a Gerardo y a Gabriela: Gabriela empezó a entonar su Healing Light, mientras Gerardo lanzaba su Healing Rain para hacer que todos recuperasen sus fuerzas. Obviamente, Miroku aún estaba débil por el veneno, así que tuvo que quedarse apartado junto a Shippou.

- "Ahora estás pagando por haber roto nuestra promesa, Tenebross" – le dijo Kouin severamente al ver como los demás se habían recuperado tras la ejecución de la canción y el hechizo – "A este paso dudo que puedas vencernos, pero como precaución… ¿Crees que serás capaz de seguir mi ritmo? ¡Divine Speed!" –

Al momento siguiente, desapareció de enfrente de ellos dos, pero por desgracia, ya Naraku y Tenebross se habían anticipado a esto: cuando reapareció lo hizo en el medio de dos rayos de energía que ambos villanos le habían preparado.

- "¡No!" – gritó Kouin, pero en ese momento, Gerardo y Gabriela aparecieron volando a su lado mientras que Inuyasha y Yasha estaban al otro lado cabalgando sobre Kirara. Ambos hermanos encontraron el punto para cortar los rayos de energía y contratacar a ambos villanos, mientras Kagome y Miko prepararon dos Flechas Sagradas a rebosar de sus poderes espirituales y Gerardo y Gabriela preparaban los mejores hechizos que tenían reservados para la ocasión.

- "Ist Ikuak, HalkeizaRa ThafzAael Beteat Uasfryat Dea Iadlast Iens! ¡Tsunami!" – dijo Gerardo

- "Ist Ochsmere, Filaria Dea Zosph Phiala Phiaphz Lay Illyusea oli Lay Saetsulia Iens! ¡Twilight Arrow!" – dijo Gabriela.

- ¡Ve!" - dijo Kagome.

- "¡Vuela!" – dijo Miko

Tres flechas silbaron por los aires: dos púrpuras y una de un color similar al del atardecer, las cuales purgaron el aura maligna de ambos villanos y se clavaron en Tenebross, causando una pequeña explosión naranja. Éstas fueron seguidas por la ola de agua y las ondas de energía invertidas que usaron Gerardo, Yasha e Inuyasha.

Naraku cayó de rodillas al piso, inconsciente e incapaz de continuar moviéndose, lo cual Gerardo aprovechó para lanzarle un rayo de agua y luego tronar sus dedos para congelarlo: fue encerrado en una prisión de hielo que dejaba sólo su cabeza al descubierto. Tenebross, por otra parte, levitó de nuevo: aún no habían terminado con él.

- "Malditos cretinos… ¿Realmente creen que algo tan patético como esto acabará conmigo?" – dijo Tenebrsos confiadamente, pero en ese momento, Kouin corrió hacia él con sus dos espadas delante.

- "¡Twin Slash!" – gritó con energía. Cuando llegó hasta Tenebross, le hizo un profundo corte en X en donde se supone que estaría su torso.

Luego se dio la vuelta y corrió de nuevo, con las marcas verdes apareciendo en su rostro de nuevo, dejando detrás de sí una estela de cristal transparente la cual encerró a Tenebross.

- "¡Delusory Destroyer! Sigue el Yaoulma..." – dijo mientras soltaba una cuchillada en el aire, la cual destrozó la prisión de cristal e hirió a Tenebross tan severamente que volvió su espejo añicos e hizo que su sombría forma colapsase sobre el piso de la estancia.

- "Al fin… esto ha terminado…" – dijo Kouin con alivio mientras guardaba sus espadas en sus fundas. Todo estaban sorprendidos… había terminado… realmente su viaje había llegado su final… y habían resultado victoriosos…

Todos se reunieron y comenzaron a festejar su gran victoria, felicitándose mutuamente; y riendo alegremente ante la perspectiva de que finalmente todos sus esfuerzos habían dado frutos.

Sin embargo, le dieron la espalda a Tenebross; y no se dieron cuenta que el maligno monstruo estaba preparando un ataque: materializó una flecha de sombras y la apuntó directamente hacia Gerardo y Gabriela…

- "¡Mueran, infelices!" – gritó mientras disparaba la flecha; y a pesar de haber escuchado el estruendoso grito, ninguno de ellos dos logró moverse a tiempo para salir del camino de la flecha. Todos en el grupo se quedaron viendo la escena horrorizados… hasta que Kouin saltó en el camino de la flecha y recibió el golpe por ambos hermanos…

- "¡FELTES!" – gritaron todos mientras corrían a ver que había sucedido. Kouin cayó al suelo, pero antes de que hubiese llegado hasta el fondo, Gerardo lo sostuvo y trató de mantenerle la cabeza en alto.

- "¡No! ¡No puede ser!" – gritó Miko horrorizada y entristecida.

- "Tenebross… ¡maldito bastardo del demonio!" - gritó Inuyasha mientras golpeaba el suelo con rabia, al escuchar como Tenebross se estaba riendo de ellos.

- "No… no puede morirse ahora… no" – dijo Yasha mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas. Sango estaba haciendo todo lo que podía para contenerse, mientras que Miroku se había acercado hasta ellos a duras penas y la abrazó con las pocas fuerzas que le quedaban. Shippou, por su parte estaba llorando desconsolado.

Gerardo y Gabriela estaban con Kouin, habiéndose destranformado y utilizando las canciones de sanación y curación más poderosas que conocían, pero no tenían resultado. Kagome y Miko intentaron ayudarles en sus esfuerzos, la segunda con lágrimas en los ojos, pero de nada sirvió: la flecha estaba maldita; y provocaba heridas que no podían sanarse. Kouin estaba condenado…

- "¡Maldición, no! ¡Healing Water! ¡Healing Water!" – gritaba Gerardo con rabia y desesperación, con los ojos llenos de lágrimas, haciendo todo lo que podía para evitar que Kuoin muriera. Gabriela estaba a su lado poniendo todos sus sentimientos en su canción Healing Light mientras que Miko y Kagome concentraban todo su poder espiritual en intentar mantenerlo con vida.

- "¡No te mueras, por favor!" – chilló Gabriela al comprobar que su canción no estaba teniendo efecto.

- "¡Esto no puede terminar asi!" – gritó Miko ya al borde de la desesperación. Al momento siguiente, Kagome dejó de usar sus poderes y se dio por vencida… realmente no había nada que pudieran hacer…

- "¡No, Feltes!" – gritó Gerardo mientras él y Gabriela le tomaban una mano. Kouin abrió los ojos levemente y les sonrió con amabilidad:

- "Aghh… Gerardo… Gabriela… Kagome... Miko..." – dijo con las pocas fuerzas que aún le quedaban – "Me alegra… haber podido conocerlos… y a todos… ustedes… fue grato… haber podido tener amigos… como ustedes… así hubiese sido… por tan poco tiempo…" –

- "¡C-Claro que lo somos!" – dijo Yasha corriendo hacia él – "¡Y lo seguiremos siendo! ¡Por favor, tienes que vivir!" –

- "S-sí… tienes que… tienes que ponerte bien…" – dijo Miko entre sollozos.

- "Por favor, debes seguir adelante…" – dijo Gabriela, preparándose para cantar su Healing Light una vez más. Sin embargo, Kouin levantó su mano libre para detenerla.

- "Esta bien así… este es mi castigo… mi expiación por todos los pecados que he cometido…" – dijo él con satisfacción – "Ahora podré… regresar al ciclo eterno… de nuestra madre… Dragonia… y rencontrarme con él; y ellos…" –

- "¡NO! ¡Aún es demasiado pronto para eso! ¡Quédate con nosotros! ¡Te necesitamos!" – le gritó Gerardo, que ya había perdido por completo el control de sus emociones y sus lágrimas empezaban a desbordarse.

- "Gracias… por considerarme así… como un amigo… fue bueno tener a alguien que pudiera creer en mi después de tantos años…" – luego se volteó para mirar a Miko y a Yasha una vez más – "De nuevo… por favor perdónenme… por el sufrimiento que les causé… Espero que de ahora en adelante… sus vidas sean felices… Les encomiendo a todos… la felicidad… y el bienestar de mi mundo…" –

Al momento siguiente, sus ojos se cerraron y su respiración cesó por completo… La mano que Gerardo y Gabriela estaban sosteniendo se quedó lívida; y se meció hasta que llegó al suelo…

- "No… no… no… ¡NOOOOOO!" – gritó Gerardo mientras sus lágrimas salían a montones, y Gabriela y los demás niños empezaron a llorar con todas sus fuerzas.

Gabriela y Gerardo se abrazaron el uno al otro; Miko se abrazó a Kagome, mientras que Yasha se abrazó a Inuyasha, cuyo cabello había quedado de modo que tapara sus ojos para que nadie viera que estaba llorando. Miroku y Sango no pudieron hacer otra cosa que aguantarse las lágrimas.

El cadáver de Kouin, o mejor dicho, Feltes, se volvió un montón de chispas de luz, y luego después de emitir un brillante resplandor, salieron disparadas hacie el techo para salir de la estancia.

Gerardo cayó al piso, pero después de un par de segundos sollozando abrazado a su hermana, levantó la mirada hacia Tenebross y le dedicó una mirada llena de odio:

- "Tú… ¡TÚ! ¿¡Cómo pudiste haberlo matado!?" – dijo mientras se alzaba de nuevo con su espada y escudo en las manos.

- "¡Eso fue por tu culpa y la de tu hermana, imbécil!" – se burló Tenebross – "¡Si hubiesen muerto, él no tendría por qué haberse marchado al otro mundo!" –

- "¡Maldito desgraciado! ¡Aaaaaaarrrrrghhh!" – dijo mientras alzaba su espada y corría hacia Tenebross gritando como un desaforado. Sin embargo, Tenebross lo repelió con una onda de sombras, haciendo que cayera de espaldas hacia donde estaban los demás, causándose gran daño con el suelo de piedra.

- "¡Gerar!" – gritó Gabriela mientras corría hacia él. Los demás la siguieron, llenos de sorpresa y terror, mientras Gabriela se apresuraba a sanarle las heridas.

- "Pero no se preocupen" – dijo Tenebross mientras continuaba riendo. Luego hizo levitar un pequeño trozo de cristal negro: un Fragmento de Sombras, delante de sí – "¡Que ahora mismo se reunirán con ese maldito traidor!" -


(Ending: Come)