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A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.

¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!

Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs.
I hope you all have a good time reading this blog!


martes, 23 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 16

Capítulo 16:

Un Día Tranquilo

(Opening: Tomodachi no Uta - CORE OF SOUL)

- "¡Whoa! ¿Eres tú, Kaede-obaasan? "- preguntó Miko sorprendida cuando regresaron a la aldea.

- "Sí, así es como solía verme hace cincuenta años, por raro que suene" - dijo Kaede mientras ponía las manos detrás de sí misma y se sonrojaba un poco - "Pero por favor, deja el obaasan ... ¡me hace sentir vieja!" -

Todos se rieron al escuchar esto. El grupo regresó a la aldea esa noche y le explicó a Kaede todo lo que había sucedido durante su excursión esa tarde, pero no fue hasta ahora que tanto Miko como Yasha se habían vuelto visibles, ya que no podían continuar ocultando su sorpresa al ver a Kaede de niña.

- "¡Al menos eso significa que podemos jugar juntos! ¡Nii-san y Kagome-nee también pueden jugar con nosotros si quieren! "- dijo Yasha asintiendo mientras flotaba alrededor de ellos.

- "Pero, ¿por qué ustedes dos se sorprendieron tanto?" - preguntó Inuyasha mirando a ambos fantasmas con una ceja levantada - "¿No que podían ver nuestros recuerdos ahora?" -

- "Jeje, ¡es sólo que verlo de segunda mano y verlo en persona no es lo mismo!" - se rió Miko.

- "Y aunque me gustaría jugar con todos ustedes, estamos muy cansados de lo que pasó hoy, sin mencionar que fue duro para Miko y para mí" - dijo Kagome bajando la mirada.

- "Sí... ser expulsada de tu cuerpo y que te digan que eres sólo parte de otra persona ... duele como ni siquiera puedes imaginar ..." - dijo Miko mientras miraba hacia el suelo con tristeza.

- "Lo siento ..." - se disculpó Gerardo mientras bajaba la cabeza y cerraba los ojos.

- "Bueno, en esa situación ella hubiera respondido exactamente igual sin importar cuán suave o gentilmente trataras de manejarla" - dijo Miroku tratando de sonar lógico mientras ponía una mano sobre el hombro de Gerardo - "En tales situaciones, nadie sería capaz de guardar la compostura" -

- "¡Jeje, no se preocupen!" - dijo Miko recuperando su sonrisa y animándose de nuevo - "¡Al menos eso me permitió estar con onee-san y con todos ustedes del modo en que estamos ahora!" -

- "De todos modos, se está haciendo tarde, así que deberíamos preparar la cena y prepararnos para dormir" - dijo Sango en un tono firme. Todos los niños expresaron su decepción.

- "Pero quiero ir a jugar ahora ..." - dijo Shippou mientras hacía un puchero.

- "Pero Sango tiene razón. Mañana tendremos mucho tiempo para jugar, así que comamos y descansemos esta noche "- dijo Kaede con una sonrisa.

Así que comieron un poco de sopa de ramen que Kagome tení en su mochila, y una vez que terminaron y limpiaron los cuencos que usaron para comer, se fueron a dormir. A la mañana siguiente…

- "¡Oye, no puedes atraparme!" - dijo Miko alegremente mientras corría perseguida por Yasha, Kaede, Gabriela y Shippou.

- "¡Espera ahí!" - dijo Yasha mientras se reía.

- "¡Te atraparé~!" - dijo Shippou con voz juguetona. Gabriela y Kaede simplemente corrieron hacia Miko desde lados opuestos.

- "Jeje, ¡parece que te tenemos!" - dijo Gabriela.

- "¡Sí!" - dijo Kaede con una sonrisa.

- "¡Aw, y eso que me estaba yendo tan bien! ¡Y no es justo! ¡No pueden unir fuerzas en este juego! "- dijo Miko haciendo un pequeño puchero.

- "Bueno, no hay reglas que digan eso" - dijo Gabriela riendo - "Además, es muy raro jugar a las traes de este modo en que lo único que tenemos que hacer es atrapar a una sola persona" -

- "Sí, pero pensé que sería divertido cambiar las cosas esta vez" - dijo Miko con una sonrisa mientras colocaba las manos a los costados.

- "De todos modos, ¿podemos jugar al juego normal ahora?" - preguntó Yasha poniendo sus brazos detrás de su cabeza.

- "¡Sí, me parece bien!" - dijo Miko. Luego fue hacia Kaede y la tocó: "¡Traes! ¡Eres tú!" -

- "¡Oye!" - dijo Kaede, pero todos huyeron de ella riéndose antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo.

- "Parece que se están divirtiendo mucho" - dijo Kagome con una sonrisa mientras los miraba jugar.

- "¿Te parece bien el sólo hacer esto, Kagome?" - preguntó Gerardo cruzando los brazos mientras la miraba: "¿Mantener tu edad mientras dejas que Miko tenga forma física no es demasiado agotador para ti?"

- "No mucho en realidad" - dijo Kagome. Sintió un ligero peso en su cuerpo, pero no pensó que sería un gran problema manejarlo: "Pensé que me haría sentir más cansada, pero parece que no me resulta tan pesado como creí" -

- "Pero igual podrías haber ido a jugar con ellos también" - dijo Inuyasha mirándola con los brazos cruzados y las manos ocultas por las mangas - "Me parece que estás desperdiciando tu energía haciendo esto" -

- "Mira quien habla, ya que estás haciendo lo mismo que yo" - dijo Kagome riéndose un poco, lo que hizo que Inuyasha se resoplase irritado y mirara hacia otro lado.

- "En cualquier caso, dejemos que jueguen un poco más. Después nos prepararemos para volver a tu tiempo "- dijo Gerardo con una sonrisa, a lo que Kagome solo asintió en respuesta.

Después de un rato, Kagome los llamó para que Miko, Gabriela y Yasha supieran que se estaban preparando para irse. Todos parecían tristes, pero sabían que tenían que ponerse en marcha. Sin embargo, antes de partir ...

- "Kagome ... necesito pedirte algo ..." - dijo Kaede con voz seria mientras caminaba hacia Kagome.

- "¿Eh? ¿Qué cosa? "- preguntó Kagome un poco preocupada al ver su mirada y la forma en que estaba hablando.

- "Por favor ... devuélveme a mi verdadera edad ..." - dijo Kaede mientras la miraba con tristeza.

- "¿Eh? ¿Estás segura de esto? "- preguntó Kagome mientras abría mucho los ojos.

- "¿Estás realmente lista para eso?" - preguntó Sango tan sorprendida como Kagome.

- "Lo estoy. He recuperado todos mis recuerdos... y sé todo lo que ha sucedido hasta ahora..." - dijo Kaede mientras miraba hacia abajo y cerraba los ojos con un gesto de dolor. Luego le sonrió con tristeza a Kagome: "De hecho, he disfrutado todo el tiempo que pasé siendo niña otra vez, pero... no puedo seguir haciendo esto por siempre... Soy la miko que protege y lidera esta aldea, y no puedo seguir rehuyendo o eludiendo mis responsabilidades y deberes ... además, no puedo olvidar todas las cosas que onee-sama me dijo..." -

- "Ya veo... Aun así, sigue siendo triste que tengas que hacer esto..." - dijo Miko triste mientras colocaba una mano sobre su propio pecho.

- "Y solo pudimos jugar contigo una vez..." - dijo Yasha mientras la miraba con pesar.

- "Lo sé... pero me entienden, ¿verdad?" - preguntó Kaede. Cerró los ojos brevemente y les dedicó una sonrisa solitaria cuando los volvió a abrir.

- "Sí, lo entendemos. Aún así, tengo que decir que sigues siendo la Kaede que respeto tanto a pesar de tener esa apariencia ahora" - dijo Kagome con una sonrisa mientras hurgaba en su mochila hasta que encontró algo y lo sacó: era una botella de agua envejecedora.

- "Gracias" - dijo Kaede con una sonrisa mientras la tomaba de las manos de Kagome - "Sé que podría terminar siendo imposible... pero si alguna vez hay otra oportunidad de que me convierta en niña y juegue con ustedes de nuevo... realmente me gustaría aprovecharla..." -

- "Me habría regresado a mi forma de niña y también hubiese jugado contigo si hubiera sabido que ibas a volver a la normalidad tan pronto..." - dijo Kagome entristecida cuando Kaede se fue a su cabaña. Inuyasha no dijo nada, pero también tenía una ligera tristeza en su expresión dura.

Decidieron dejar a Kaede sola mientras ella regresaba a su estado normal, así que volvieron al pozo para volver al presente, ya que Kagome pensó que era hora de ir a ver a su familia y amigos, sin mencionar que tendría que presentar a Miko ante ellos también. Miko y Yasha volvieron a sus formas fantasmales antes de partir.

- "Por cierto, hay algo que me he estado preguntando" - dijo Kagome mientras miraba a Gerardo y Gabriela mientras caminaban hacia el pozo - "¿Por qué todavía no han vuelto a ver a su familia y amigos?" -

- "Err... nos hemos estado comunicando con ellos a través del Dragtemn todos los días, pero no hemos querido regresar porque algo podría suceder que nos hiciese difícil volver aquí" - dijo Gerardo mientras cerraba sus ojos por un instante y cerraba una mano sobre su Cristal Seirei.

- "Es porque nuestro papá es muy estricto" - dijo Gabriela temblando un poco al recordar las formas en que los regañaba.

- "De todos modos deberían ir a visitarlos. Y espero que no les importe si yo también voy" - dijo Kagome con una sonrisa.

- "Gracias por la oferta, pero ¿estás segura de eso?" - preguntó Gerardo mientras soltaba el cristal e inclinaba la cabeza en su dirección.

- "Sí, no me importa. Además, tengo que ir con ustedes, ya que es lo menos que puedo hacer después de todo lo que han hecho por nosotros "- dijo Kagome mientras sonreía desde la espalda de Inuyasha.

- "No me queda de otra. Yo también iré" - suspiró Inuyasha - "Me aseguraré de que no tarden más de lo necesario" -

- "Bueno, siempre es bueno tenerte cerca..." - dijo Gabriela sarcásticamente antes de dejar escapar un pequeño suspiro. Luego intercambió una mirada con su hermano: ambos pensaron que las cosas posiblemente no saldrían bien así.

Después de un tiempo, finalmente llegaron al pozo, se despidieron de los demás y saltaron dentro. Cuando sintieron que llegaron al otro lado, Inuyasha saltó con Kagome sobre su espalda mientras Gerardo hacía una columna de agua debajo de él y Gabriela para poder salir del pozo. Una vez afuera, Gerardo reabsorbió el agua en su cuerpo.

- "¿Qué? ¿No podías simplemente salir de modo normal? "- se burló Inuyasha molesto por cómo Gerardo sacó a Gabriela y a sí mismo del pozo. Pensó que lo estaba haciendo solo para presumir sus poderes.

- "Lo siento si no te gustó, pero quería hacer algo más simple para sacarnos a Gaby y a mí del pozo" - dijo Gerardo encogiéndose de hombros con una sonrisa.

'Es una molestia a veces', pensó Inuyasha mientras apretaba los colmillos 'Siempre se toma las cosas tan a la ligera...'

- "Err... ¿pasa algo?" - preguntó Gerardo entrecerrando los ojos severamente mientras miraba a Inuyasha: parecía estar arrojando trozos de hielo a través de ellos.

- "Egh... No es nada..." - dijo Inuyasha mientras se daba la vuelta.

- "Eso espero" - dijo Gerardo mientras salían de la cabaña del pozo.

- "No creo que ocurra nada importante con solo mostrarle a mamá, al abuelo y a Souta a la nueva miembro de nuestra familia" - dijo Kagome alegremente mientras caminaban hacia la casa.

- "¿Pero cómo se lo vas a explicar?" - preguntó Gabriela.

- "Lo verás pronto. No te preocupes por eso" - respondió Kagome con una sonrisa mientras le guiñaba un ojo.

- "Onee-san, quiero conocer a nuestra familia ahora... ya los he visto en tus recuerdos, pero quiero conocerlos yo misma" - dijo Miko levantando las manos cerradas sobre su pecho mientras sonreía.

- "Y los conocerás. Solo espera un poco más" - dijo Kagome con voz suave.

- "Inuyasha-nii-san, ¡creo que esto se va a poner interesante!" - dijo Yasha con una sonrisa mientras miraba a Kagome caminando hacia la puerta de la casa.

- "¿De verdad crees que esto va a estar bien?" - le preguntó Inuyasha a Yasha solo para ver cómo su yo más joven asentía con la cabeza en su dirección - "Bien, ¡pero no empieces a llorar si te pones nostálgico por nuestra madre!" -

- "De acuerdo, de acuerdo, ¡entiendo!" - respondió Yasha molesto cruzando los brazos y haciendo pucheros cuando todos entraron en la casa de Kagome junto a ella - 'Caramba, si se enrolla por pequeñeces... ¿En esto me convertí cuando crecí?'

- "Jeje... Gerar... parece que Inuyasha está teniendo una batalla interna" - susurró Gabriela mientras se reía.

- "Sí. He oído hablar de choques de personalidad, pero nunca pensé que serían tan literales " - susurró Gerardo con una sonrisa mientras ambos se esforzaban por no comenzar a reír. Después de unos segundos, siguieron a los demás hasta la casa.

- "¡Mamá, abuelo, Souta! ¡Estamos de vuelta!" - anunció Kagome para luego mirar a Miko - "Mantente oculta para darles una sorpresa" -

- "¿Qué tipo de sorpresa?" - preguntó Miko con entusiasmo.

- "Nos separaremos, ¿de acuerdo?" - dijo Kagome mientras le guiñaba un ojo.

- "Está bien, ¡hagámoslo!" - dijo Miko guiñando un ojo mientras desaparecía suavemente en el aire.

- "Yasha, haz lo mismo" - dijo Inuyasha - "Si queremos que el plan de Kagome sea un éxito, sigámosles la corriente. No quiero ser el aguafiestas aquí" -

- "Está bien..." - respondió Yasha mientras suspiraba exasperado.

- "Y mantendremos la boca cerrada sobre esto hasta el momento adecuado, ¿de acuerdo? ¿Gaby?" - preguntó Gerardo sonriendo a su hermana.

- "¡Sí, me parece bien!" - respondió ella mientras se reía.

Unos momentos después, toda la familia de Kagome vino a saludarlos. Luego los invitaron a ir al comedor a cenar. Cuando se sentaron, Kagome le pidió a su madre que trajera suficientes raciones para dos personas más.

- "¿Estás esperando a alguien más, querida?" - preguntó la Sra. Higurashi suavemente.

- "Sí, mamá, algo así... lo verás una vez que hayas terminado de servir la comida" - dijo Kagome con una sonrisa.

- "¿Puedes decirme al menos los nombres de nuestros invitados?" - preguntó su madre inclinando la cabeza.

- "Es parte de la sorpresa" - respondió Kagome mientras sonreía misteriosamente.

No hubo más preguntas de la Sra. Higurashi, así que Kagome llamó a los demás y a Souta para que los ayudaran con los preparativos para la cena. Una vez que terminaron y se sentaron a comer, Kagome dijo que era hora, por lo que tanto ella como Inuyasha cambiaron sus medallones a la posición de "Separación" al mismo tiempo.

En ese momento, Miko y Yasha aparecieron en la habitación con formas físicas, mientras que Kagome e Inuyasha se redujeron a la mitad de su edad, con Kagome vistiendo nuevamente el kosode verde e Inuyasha vistiendo la misma ropa que Yasha.

- "¡Son espíritus malignos!" - gritó alarmado el abuelo de Kagome - "¡Cuidado todos! ¡Quieren robar nuestras almas! "-

- "¡No son nada de eso, abuelo!" - gritó Kagome enfurecida al ver cómo esto hizo que Yasha y Miko miraran la mesa con tristeza.

- "Kagome, ¿puedes explicarnos esto?" - preguntó su madre cubriéndose la boca con una mano.

Kagome asintió y comenzó a explicar todo tan cuidadosamente como pudo; ayudada por Inuyasha, Gerardo y Gabriela, contando todos los detalles que podía recordar: el agua rejuvenecedora, el medallón de memoria y, más recientemente, su separación forzada de Miko y el cambio de su medallón de memoria en un medallón del vínculo.

- "Y eso sería todo, mamá" - dijo Kagome terminando su explicación para luego sentarse junto a Miko: "Podríamos decir que es mi hermana y su hija. Su nombre es Miko" -

- "¿Quieres decir que tengo tres hijos ahora?" - preguntó la Sra. Higurashi parpadeando un par de veces.

- "Sí, más o menos" - dijo Kagome con una sonrisa tensa mientras ponía una mano en la espalda de Miko y la empujaba suavemente para que se pusiera de pie - "Vamos. Levántate y preséntate "-

- "Yo... mi nombre..." - dijo ella cuando comenzó a poner sus manos frente a ella. Se sonrojó mientras miraba hacia abajo - "Soy Miko... encantada de conocerlos... mamá... abuelo... Souta..." -

- "¡Eres tan linda!" - dijo la Sra. Higurashi mientras caminaba hacia Miko y la abrazaba - "¡Te ves como Kagome cuando tenía tu edad!" -

- "Mamá, tengo esa edad otra vez..." - dijo Kagome después de un breve suspiro.

- "Bueno, ¡supongo que ahora tengo dos hermanitas!" - dijo Souta hinchando el pecho con orgullo.

- "Mamá... estoy tan contenta de tener al fin un lugar al que pertenezco..." - dijo Miko mientras comenzaba a derramar lágrimas de alegría.

- "Miko... ah, por supuesto... tuviste que pasar por muchas dificultades en esa época, ¿verdad?" - preguntó la Sra. Higurashi gentilmente, a lo que Miko solo asintió - "No te preocupes. Te prometo que nunca más tendrás que pasar por esas cosas" -

- "Mamá... te quiero..." - dijo Miko mientras la abrazaba con más fuerza y comenzaba a llorar sobre su pecho, lo que también hizo que Kagome comenzara a derramar lágrimas.

- "Estoy tan contenta por ti... mi querida hermanita..." - dijo ella con una voz apenas audible mientras se limpiaba los ojos.

- "Nii-san, también extraño mucho a mamá" - dijo Yasha mientras miraba a Miko y su madre melancólicamente - "Y no puedo evitar sentir envidia de Miko y Kagome..." -

- "Keh... por eso te dije que no te pusieras nostálgico si vieras esto" - se burló Inuyasha.

- "Vamos, no hay necesidad de ponerse así" - dijo Gerardo - "¿No sabes que hay momentos para todo en la vida? ¿Por ser feliz, triste y tal?

- "¡Sí! Si Yasha quiere mostrar sus sentimientos, ¡déjalo!" - dijo Gabriela.

- "Gracias chicos, pero creo que estoy bien ahora" - dijo Yasha mientras se limpiaba los ojos con las mangas de su haori - "Un verdadero hombre también necesita tener un corazón fuerte, ¿verdad?" -

Gerardo y Gabriela asintieron con la cabeza mientras esbozaban sonrisas.

- "Por cierto mamá, ¿eso significa que soy el hermano mayor ahora?" - preguntó Souta con entusiasmo, lo que hizo que todos se volvieran hacia el.

- "¡No tan rápido, Souta!" - dijo mientras colocaba su medallón en la posición de separación especial, volviendo así a su edad normal.

- "¡Wow!" - dijo sorprendido el abuelo de Kagome - "¡Kagome ha vuelto a ser ella misma!" -

- "Este medallón nos permite a Miko y a mí existir en el mismo cuerpo, pero también nos permite separarnos y mantener mi edad cuando nos separamos" - dijo Kagome sonriendo orgullosamente antes de mirar a Souta - "Perdón por no dejarte cumplir ese sueño, Souta "-

- "Está bien. Al menos tengo todavía una hermanita, ¿verdad? ¿Miko?" - dijo Souta, a lo que Miko solo sonrió en respuesta.

- "Bueno, bueno, ¿está bien para todos si comenzamos a comer y continuamos hablando más tarde?" - preguntó la Sra. Higurashi suavemente - "La comida se enfriará" -

Todos volvieron a sus asientos e inmediatamente comenzaron a comer. La cena consistió en arroz al vapor con ensalada y pescado. Miko y Yasha quedaron cautivados con la comida, y todos notaron de inmediato cuán educada era Miko sobre la mesa, así como cuánto Gerardo y Gabriela odiaban las verduras, ya que se negaron por completo a comer ensalada.

- "Lo siento mucho, pero no me gusta la ensalada en absoluto" - dijo Gerardo después de que ambos rechazaron respetuosamente la invitación a comerla.

El abuelo de Kagome continuó insistiendo, diciendo que era muy saludable y muchas otras razones, que a pesar de ser verdad, no fueron suficientes para que ninguno de los hermanos cambiara su postura.

Un tiempo después, todos habían terminado de comer y comenzaron a ayudar a la madre de Kagome con la limpieza de la mesa y la vajilla. Luego llegó el momento de irse a dormir, aunque fue en ese momento que Kagome no pudo continuar manteniendo la separación especial en efecto y volvió a su forma de niña. Luego, ella, Miko y Gabriela fueron a su habitación a dormir, mientras que Gerardo, Inuyasha, Yasha y Souta tuvieron que compartir otra habitación.

Kagome le dio a Miko un pijama rosa decorado con estrellas amarillas mientras ella misma se ponía uno verde claro. Gabriela sacó de su equipaje una bata blanca con bordes rosas. Después de que todos fueron al baño, Gabriela se acostó en el futón que prepararon, y Miko y Kagome se habían acostado en la cama, todos se fueron a dormir. Del mismo modo, Souta se puso el pijama mientras los demás sacaban y preparaban el futón para luego irse a dormir.

A la mañana siguiente, comieron unos sandwiches para el desayuno y se prepararon para ir al mundo de Gerardo y Gabriela. Pero primero, decidieron caminar un poco para mostrarle a Miko y Yasha cómo era el mundo actual.

- "Ver algo no es lo mismo que experimentarlo" - dijo Gerardo después de que terminaron de desayunar. Inuyasha se burló, pero como también quería que Yasha se divirtiera, aceptó. Antes de salir, Gerardo cambió su ropa nuevamente por una camisa azul con un par de pantalones blue jean y zapatos marrones, mientras que Gabriela se puso una blusa blanca con una falda rosa y sandalias blancas.

Kagome e Inuyasha usaron la separación especial para permitir que sus contrapartes más jóvenes apareciesen, y luego le dieron a Miko algo de espacio para que ella se cambiara de ropa. Se puso la misma ropa que la madre de Kagome le había comprado anteriormente, aunque cambió sus sandalias por un par de calcetines y zapatos, y decidió dejar su cabello atado. Yasha solo se puso una gorra como lo hizo Inuyasha. En cuanto a Kagome, ella llevaba un vestido blanco con una chaqueta azul y sandalias. Luego anunciaron que saldrían a caminar y se pusieron en camino.

Tanto Yasha como Miko corrieron delante de los demás mientras ellos los seguían con una sonrisa en la cara.

Primero fueron al centro comercial, y allí comenzaron a detnerse delane de los escaparates que llamaron su atención, aunque tuvieron que arrastrar a Gerardo y Gabriela lejos de las tiendas de música, libros y videojuegos. Luego fueron a la feria de comida para comer unas hamburguesas.

- "Hmm ... ¡que rico!" - dijo Miko mientras masticaba y tragaba un poco - "Onee-san, sabía que era sabrosa por tus recuerdos, ¡pero se siente aún mejor probarla!" -

- "¡Me alegra que te haya gustado!" - dijo Kagome con una sonrisa.

- "¡Sí, son geniales!" - dijo Yasha mientras mordía otra parte de la hamburguesa y la tragaba. Luego se volvió para ver a Inuyasha y suspiró: "Lástima que nii-san no sabe cómo aprovechar el sabor..."

Dijo esto porque Inuyasha estaba tratando de tragar su hamburguesa entera en lugar de comérsela poco a poco.

- "Jeje, aunque me parece más extraño que sus personalidades sean tan diferentes entre sí" - dijo Gerardo mientras terminaba la suya y se limpiaba las manos y la boca con una servilleta.

- "Tal vez es porque pude conseguir amigos, mientras que él nunca tuvo ninguno..." - dijo Yasha triste.

- "Keh, el pasado no importa ahora" - se burló Inuyasha.

- "Bueno, al menos nos tienes ahora. Lástima que no podamos cambiar eso "- dijo Kagome triste.

- "Como dijo Inuyasha, no debemos preocuparnos por el pasado y sólo deberíamos recordarlo cuando tengamos que aprender algo de él" - dijo Gerardo.

- "Jeje, a Gerar siempre se le ocurren esas frases" - dijo Gabriela riendo.

- "Sus consejos siempre son buenos, aunque el también podría tratar hacer más caso a lo que él mismo dice" - dijo Kagome riéndose un poco. Gerardo se sonrojó, aunque en realidad no supo cómo tomar sus palabras. Entonces Kagome pareció haber recordado algo, ya que agregó: "Por cierto, ¿pidieron el postre?"

- "Agh... diablos, lo olvidé por completo. Lo siento" - dijo Gerardo mientras se levantaba y se sonrojaba - "Lo traeré de inmediato" -

- "Su memoria es horrible" - dijo Inuyasha al ver cómo iba a una heladería cercana a comprar el postre.

- "Sí, es un tremendo defecto que él tiene" - dijo Gabriela suspirando.

- "Bueno, al menos solo son breves lapsos. No es nada grave" - dijo Kagome.

Gerardo compró un helado para cada uno y luego regresó a la mesa donde estaban todos sentados.

- "Aqui tienen. Lamento haberles hecho esperar" - dijo mientras le daba a todos uno hasta que solo él tenía uno en sus manos, que era uno de fresa y pistacho. Kagome recibió uno de vainilla y chocolate, Gabriela uno de moras y fresas, Inuyasha uno de chocolate y menta, y Miko y Yasha obtuvieron helados del mismo sabor que sus versiones mayores.

- "¿Qué son estos?" - preguntó Inuyasha mientras olía su helado con sospecha.

- "Son unos dulces muy sabrosos" - respondió Kagome mientras comía el suyo.

- "La mejor manera de describirlo sería como nieve con sabores añadidos" - dijo Gerardo mientras le daba un mordisco a su helado.

- "Vamos, pruébalo" - dijo Gabriela mientras lamía el suyo - "¿Cuántas veces has comido algo que parece extraño a primera vista y termina gustándote después de probarlo?" -

Inuyasha recordó todos los alimentos de la época actual que Kagome le había hecho probar y esto le hizo notar que Gabriela tenía razón. Además, Miko y Yasha ya habían comenzado a comer las suyos y estaban encantados saboreándolos. Entonces tomó su helado y le dio un pequeño mordisco.

- "¡Sabe genial!" - dijo asombrado - "¿Cómo puede esta nieve tan rara saber tan bien?" -

- "Eso es porque le agregan sabores usando diferentes métodos" - dijo Gerardo haciendo una pequeña pausa al comer, mirando cómo Inuyasha estaba engullendo su helado - "Ah, y no te aconsejo que lo comas demasiado rápido" -

- "¿Por qué?" - preguntó Inuyasha, e inmediatamente comenzó a tener un fuerte dolor de cabeza, así que se agarró la cabeza con una mano - "¡Agggh!" -

- "Te lo advertí" - dijo Gerardo mientras sonreía irónicamente con los ojos cerrados. Gabriela, Miko y Kagome se reían, mientras Yasha miraba con preocupación a su versión mayor.

- "¿Por qué le dio ese dolor de cabeza?" - preguntó Yasha.

- "Hihi, es porque se comió el helado demasiado rápido y le dio lo que llamamos congelamiento cerebral" - dijo Gabriela, y al ver que Yasha iba a decir algo, agregó: - "Hihi, y no te preocupes: ¡eso no significa que realmente se le vaya a congelar el cerebro!" -

- "¡Jeje! ¡Sí, eso sólo sucede porque se le enfrió el paladar!" - dijo Gerardo riendo - "¡Ese dolor de cabeza se detendrá cuando vuelva a calentarse!" -

- "Ah, entiendo" - dijo Yasha mientras se reía con los demás - "Jeje, nii-san, ¡no deberías comer las cosas tan rápido!" -

- "¡Ya lo sé!" - dijo Inuyasha molesto. El dolor ya había comenzado a menguar.

- "Bueno, ¿qué quieren hacer ahora?" - preguntó Kagome cuando terminaron de comer el helado y se levantaban de la mesa.

- "¿Qué tal si vamos a la sala de juegos?" - sugirió Gabriela.

- "Suena como una buena idea" - dijo Kagome.

- "Seguro que se divertirán mucho allí" - dijo Gerardo con una sonrisa, a lo que Inuyasha solo resopló.

Entraron en la sala de juegos, y de inmediato, Miko y Yasha se emocionaron al ver todas las máquinas y los diferentes tipos de videojuegos esparcidos por todo el lugar.

- "Y bueno, ¿qué les gustaría jugar?" - preguntó Kagome mientras miraban a su alrededor.

- "¿Qué tal ese de allá?" - preguntó Yasha mientras lo señalaba. Era un juego de carreras: Virtua Racer.

- "¿Uno sobre montar estos vehículos extraños?" - preguntó Inuyasha molesto.

- "¡Sí, vamos!" - dijo Miko alegremente. Se acercaron a la recreativa y Yasha entró primero. Kagome le dio algunas monedas.

- "¿Y qué tengo que hacer ahora?" - preguntó confundido Yasha.

- "Solo ponlos en esta ranura, y te diré lo que tienes que hacer" - dijo Kagome. Ella comenzó a explicarle a Yasha cómo eran los controles y cuál era el objetivo del juego. Después de unos minutos, Yasha había puesto una moneda y comenzó a jugar. Todos comenzaron a darle indicaciones sobre cómo jugar.

- "¡Ve allí!" -

- "¡No, acelera!" -

- "¡Aprieta los frenos!" -

Y terminó en el último lugar ...

- "¿Perdí...?" - preguntó Yasha decepcionado.

- "Jeje, es porque no estás jugando bien" - dijo Miko con una sonrisa - "Déjame mostrarte" -

Yasha le dio su lugar a Miko, ella puso una moneda y comenzó a jugar. Comenzó muy bien y parecía que iba a ganar... hasta que a la mitad de la carrera, cometió un error y atascó su auto en una colina, haciéndola perder.

- "No... puede ser..." - dijo Miko decepcionada.

- "Parece que no eres mejor que yo..." - dijo Yasha mirándola.

- "¡No necesito que me digas eso!" - dijo Miko enojada. Esto sorprendió a todos.

- "Vaya, no pensé que te enojarías tanto por un simple juego" - dijo Gerardo mientras se ajustaba las gafas.

- "Parece que todavía hay partes desagradables de la personalidad de Kagome en ella..." - dijo Inuyasha. Miko se sonrojó mientras miraba el suelo enojada.

- "Inuyasha, ¿qué quieres decir con eso?" - preguntó Kagome irritada.

- "Uh... nada..." - respondió Inuyasha muy asustado.

- 'Casi nos dijeron Abajo por culpa de su gran bocota...' - pensó Gerardo mientras agarraba sus lentes por el borde mientras suspiraba aliviado.

- "Bueno... ¿quieren seguir jugando?" - preguntó Gabriela.

- "¡Sip! ¡Creo que puedo hacerlo mejor si practico un poco!" - dijo Miko alegremente.

- "¡Lo mismo digo!" - dijo Yasha con la misma felicidad que Miko.

Continuaron jugando y para cuando llegó el momento de marcharse, ambos habían mejorado considerablemente. Incluso le dieron batalla a Gerardo y Gabriela, que eran muy buenos jugadores.

- "¡Mejoraron bastante rápido!" - dijo Gerardo asombrado mientras salían de la sala de juegos y del centro comercial. Yasha lo había derrotado en la última carrera que habían tenido, y Miko había estado muy cerca de vencer a Gabriela.

- "¡Jeje, fue gracias a los dos!" - dijo Miko riendo - "¡Me divertí mucho con esos juegos! ¿Y tú, Yasha?" -

- "¡Fue muy divertido para mí también!" - respondió él mientras mostraba una gran sonrisa.

- "Bueno, ¿quieren ir al parque antes de irnos a casa?" - preguntó Kagome.

- "¡Sí!" - respondieron ambos al mismo tiempo.

- "Keh, ¿para seguir perdiendo el tiempo?" - dijo Inuyasha.

- "Estamos disfrutando un día libre, así que no veo cómo estamos perdiendo el tiempo" - dijo Gerardo sonriendo mientras ajustaba sus lentes nuevamente.

- "Sí, no seas tan quisquilloso" - dijo Gabriela haciendo un puchero.

- "Keh, lo que sea" - resopló Inuyasha cruzando los brazos y dándose la vuelta.

- "Deberías relajarte un poco, Inuyasha" - dijo Kagome riendo - "Estás haciendo que Yasha parezca más maduro que tú con esa actitud" -

- "¡¿Qué?!" - gritó volviéndose enojado, y esto a su vez hizo reír a todos los demás.

Continuaron caminando hacia el parque, y tan pronto como llegaron, Yasha, Miko y Gabriela comenzaron a jugar en la rueda mientras Inuyasha, Kagome y Gerardo se sentaron en uno de los bancos para observarlos.

- "Jeje, parece que se están divirtiendo mucho" - dijo Gerardo al ver cómo reían y jugaban juntos.

- "Sí, es genial que los hayamos traído aquí" - dijo Kagome mientras suspiraba con algo de nostalgia - "Lástima que no podamos unirnos a ellos" -

- "¿Por qué dices eso?" - preguntó Gerardo perplejo.

- "Mi forma infantil no tiene ropa preparada para este tiempo, habría dos Inuyashas y no tenemos otro medallón para que lo uses" - explicó Kagome.

- "Ya veo ... Sin embargo, no es tan malo estar solo vigilándolos" - dijo Gerardo con una sonrisa para luego sonrojarse - "Y fue tan vergonzoso que me vieran así..." -

- "Sí... pero, ¿por qué te afectó tanto?" - preguntó Kagome - "¿Tuviste una infancia desagradable o algo así?" -

- "No es eso" - dijo Gerardo suspirando - "Es solo que .. bueno, era mucho más cobarde cuando era niño... sin mencionar que no me gustó en absoluto en lo que se convirtió mi ropa..." -

- "Ah, entiendo" - dijo Kagome - "Creo que tanto Miko como yo nos habríamos avergonzado del mismo modo si hubiésemos tenido ese tipo de personalidad también" -

- "¿No estás tomando las cosas demasiado a la ligera, Kagome?" - dijo Inuyasha en tono de reproche - "Recuerda que nos convertiremos en niños nuevamente si nos cansamos demasiado" -

- "Tienes razón" - dijo Kagome pensativa, pero luego sonrió a ambos chicos - "¡Pero no se preocupen! ¡Volveremos antes de que eso suceda!" -

- "¡Hola, Kagome!" - la saludó alguien desde muy lejos.

- "Ah, ¡hola chicas!" - dijo Kagome cuando vio a sus amigas acercarse a ellos. Yuka llevaba una camisa verde y pantalones blue jean cortos, Eri una blusa blanca y una falda amarilla, y Ayumi llevaba una camisa rosa y una falda azul claro.

- "Hola, ¿qué tal estás?" - preguntó Yuka alegremente.

- "¡Me siento genial hoy!" - dijo Kagome con una sonrisa.

- "¡Es bueno saberlo! ¡No te habíamos visto en tanto tiempo y nos estábamos empezando a preocupar por ti!" - dijo Eri emocionada.

- "Sí, es porque... tuve que dejar la ciudad por algún tiempo..." - dijo Kagome muy avergonzada, para luego pensar aliviada: - 'Al menos el abuelo no está aquí para seguir inventando enfermedades extrañas como excusas...' -

- "Ah, ¡y has traído a otro chico contigo!" - dijo Ayumi con una voz que mostraba gran interés.

- "Uh... ¿están hablando de mí?" - preguntó Gerardo mientras se señalaba a sí mismo.

- "Jeje, ¿eres el nuevo novio de Kagome?" - preguntó Eri riendo.

- "¿¡Qué!?" - dijo Gerardo mientras se ponía rojo - "¡P-por supuesto que no! ¡Somos solo amigos y nada más!" -

Tuvo suerte de haber respondido instantáneamente con eso, ya que Inuyasha estaba flexionando sus garras y frunciéndole el ceño.

- "¡Lo siento! Es solo que fue bastante extraño para nosotros ver a Kagome con su novio y otro chico" - dijo Yuka haciendo una sonrisa tonta.

- "Es un amigo por correspondencia" - dijo Kagome mientras ella y Gerardo se levantaban para que él pudiera presentarse - "Vino de América del Sur para estudiar aquí" -

- "Mi nombre es Gallucci Gerardo. Encantado de conocerlas" - dijo mientras se inclinaba. Inmediatamente fue asaltado por una lluvia de preguntas de las amigas de Kagome.

- "¿De qué país eres?" -

- "¿Qué tipo de chicas te gustan?" -

- "¿Estudias mucho?" -

- "¿Qué haces en tu tiempo libre?" -

Kagome tuvo que tratar de calmarlas mientras Inuyasha sonreía malvadamente al ver lo confundido que Gerardo estaba tratando de mantenerse al ritmo de las preguntas y responderlas. Después de un rato, los niños volvieron a ellos.

- "¡Kagome-nee! ¡Inuyasha-nii!" - dijeron Miko y Yasha.

- "¡Gerar!" - dijo Gabriela

- "Oh, ¿y quiénes son estos niños?" - preguntó Eri mientras los miraba con una sonrisa cuando estaban frente a ellos.

- "Jeje, es mi pequeña prima Miko" - dijo Kagome riendo nerviosamente mientras Miko les sonreía y Yasha los miraba con la cabeza inclinada hacia un lado - "Creo que ya la conocieron, ¿verdad?" -

- "¡Ah, entonces él debe ser Shintaro!" - dijo Yuka mientras sonreía a Yasha. Yasha se avergonzó mientras Inuyasha hizo una mueca de extrema molestia.

- "Pero, ¿esta niña también es pariente tuya, Kagome?" - preguntó Ayumi mientras miraba a Gabriela.

- "No, no lo es" - dijo riendo Kagome.

- "No. ¡Soy Gabriela, y soy su hermana menor!" - dijo alegremente mientras saltaba a los brazos de su hermano.

- "Jeje, Gaby, eso fue un poco imprudente..." - dijo Gerardo sonriendo nerviosamente mientras la atrapaba.

- "Jeje, bueno, veo que se parecen mucho el uno al otro" - dijo Eri - "Pero ella todavía se parece un poco a ti, Kagome" -

- "Lo sabemos..." - dijo Gerardo mientras dejaba escapar un pequeño suspiro.

- "Bueno, lamentamos irnos tan rápido, pero tenemos que hacer algunas compras. ¡Hasta luego!" - dijo Yuka mientras ella y las demás comenzaron a alejarse.

- "¡Bien! ¡Hasta luego!" - dijo Kagome mientras agitaba una mano hacia ellas.

- "¡Nos vemos más tarde!" - dijeron todos.

- "...Al menos pudimos salir de esta fácilmente..." - dijo Kagome mientras se dejaba caer en el banco suspirando de alivio.

- "¿Por qué dices eso?" - preguntó Gerardo.

- "¿Y por qué dijiste que Miko era tu prima, y por qué Yasha tenía un nombre diferente?" - preguntó Gabriela confundida. Kagome explicó brevemente todo lo que sucedió cuando regresaron a esta época después de obtener los medallones de memoria, pero antes de que volvieran a su edad normal.

- "Ya veo" - dijo Gerardo - "Supongo que fue bastante duro" -

- "Sí, lo fue" - dijo Kagome suspirando.

- "Y no nos gustó ese nombre... ¿verdad, Yasha?" - gruñó Inuyasha.

- "Ehh... nii-san... no creo que tengas que recordárselo todo el tiempo..." - dijo Yasha un poco asustado.

- "Bueno, ¿volvemos a casa entonces?" - dijo Kagome mientras revisaba la hora en su Dragtemn - "Ya son las 2:00 pm, y todavía tienen que ir a visitar a su familia, ¿verdad?" -

- "Sí, deberíamos volver ya" - dijo Gerardo. Nadie estaba en contra de la idea, así que se levantaron del banco, salieron del parque y volvieron directamente a la casa de Kagome. Cuando estaban a punto de llegar, encontraron a Hojo en la entrada del templo.

- "¡Ah, Higurashi! ¡Buenas tardes!" - dijo Hojo saludando con la mano - "¿Cómo fue tu viaje?" -

- "¡Hola Hojo!" - dijo Kagome un poco avergonzada - "¡Fue genial!" -

- "¡Me alegra oír eso! Y veo que hoy tienes a tu prima y algunos amigos contigo" - dijo Hojo al notar su pequeño séquito.

- "Sí, es porque estábamos dando un paseo por la ciudad" - dijo Kagome. Entonces todos se presentaron.

- "Encantado de conocerlos a todos. Y bueno, Higurashi, vine a ver cómo estabas, y te traje esto" - dijo Hojo mientras le daba una bolsa llena de medicamentos y suplementos vitamínicos, muy para su disgusto - " ¡Intenta mantenerte tan saludable como hoy! " -

Luego se fue a su casa.

- "Hojo es tan raro como siempre..." - dijo Gerardo encogiéndose de hombros y sacudiendo la cabeza.

- "Bueno, ¡al menos es tan denso que nunca se da cuenta de cómo son las cosas!" - dijo Gabriela riendo.

- "Keh, su antepasado es aún peor" - dijo Inuyasha sonriendo.

- "Sí, ya que su familia está enterrada en artefactos malditos y siempre lo envían a deshacerse de ellos" - dijo Yasha riendo.

- "Vamos, no sean tan cruel con él" - dijo Miko haciendo un puchero, pero luego miró a Kagome con preocupación: estaba sudando y parecía estar respirando con dificultad - "¿Estás bien, onee-san?" -

- "Sí, es sólo que me siento muy cansada" - dijo Kagome. En ese momento, su medallón cambió por sí solo a su posición de separación normal, convirtiéndola en una niña que llevaba un kosode verde.

- "Supongo que te quedaste sin energía" - dijo Gerardo mientras parpadeaba en respuesta a su transformación, Gabriela retrocedía un poco, Yasha la miraba con los ojos muy abiertos y Miko se cubría la boca con las manos.

- "¡Y ella no es la única!" - dijo Inuyasha irritado con una voz más aguda: lo mismo le acababa de pasar.

- "¡Será mejor que entremos a mi casa antes de que alguien nos vea!" - dijo Kagome asustada mientras todos corrían hacia la casa.

Unos minutos más tarde...

- "Tengo que admitir que es algo extraño verlas a los dos en esa especie de intercambio de roles" - dijo Gerardo mirando a las dos "gemelas" después de que todos entraron y se quitaron los zapatos - "Dado que Miko "nació "en la Era Sengoku y Kagome en esta, es curioso verlas a ambas al mismo tiempo vistiendo ropa de la época de la otra" -

- "Jeje, sí, es raro. Pero ahora que hemos llegado a este punto, ¿qué cosa no lo es?" - dijo Kagome riendo.

- "En eso tienes razón" - dijo Gerardo sonriendo.

- "Y parece que el kosode que te hizo Orimi-san te está resultando muy útil, ¿eh?" - se rio Gabriela.

- "Sí, pero todavía es bastante extraño que desapareciese de mi mochila cuando nos separamos por primera vez, y que todavía me quede tan bien a pesar de que soy físicamente tres años mayor de lo que era cuando me lo dio..." - dijo Kagome pensativa

- "Algo similar sucedió con el kosode que Kaede-obaasan me dio..." - dijo Miko recordando que ambos atuendos habían desaparecido de la mochila - "¿Crees que los medallones tienen algo que ver con esto?" -

- "Ciertamente es posible" - dijo Gerardo mientras miraba su Dragtemn - "Si ese es el caso, solo puedo decir que realmente piensan en todo en Dragonia" -

- "¿Y están listos para ir a su mundo?" - dijo Inuyasha molesto - "Quiero terminar con esto lo antes posible" -

Todos asintieron, así que después de que le dijeron a la familia de Kagome que habían vuelto y que estaban a punto de irse, Gerardo, Gabriela y Miko usaron sus Dragtemns para cambiarse de ropa. Kagome e Inuyasha luego regresaron sus medallones a sus posiciones estándar, devolviendo a Miko y Yasha a sus formas espectrales.

Se despidieron de la familia de Kagome en la puerta principal, diciendo que volverían pronto, y luego cruzaron el pozo de regreso a la Era Sengoku. Una vez allí, se reunieron con los demás para abrir el portal de regreso al mundo de Gerardo y Gabriela y lo cruzaron. El portal se selló de nuevo tan pronto como llegaron a la habitación de Gerardo.

- "Ah... se siente genial estar en casa" - dijo Gerardo mientras caminaba hacia la puerta. Era sábado, por lo que sería lógico que sus padres estuvieran también en casa.

- "¡Estamos de vuelta!" - dijo Gabriela después de que cruzaron la puerta y salieron a la sala de estar. Al momento siguiente, sus padres los recibieron con abrazos.

- "¡Bienvenidos a casa!" - dijo su madre, que vestía una blusa marrón y pantalones de blue jean - "¿Han estado bien? ¿Han estado comiendo adecuadamente?" -

- "¿Y no se han metido en ninguna situación peligrosa?" - preguntó su padre, que vestía una camisa verde de manga corta y un short marrón.

Todos se sentaron en los sofás para luego comenzar a contar todo lo que habían hecho hasta ahora, ayudados por el resto del grupo. Sus padres estaban impresionados por las hazañas que ellos y los demás habían hecho, así como orgullosos de sus hijos. Sin embargo, también estaban preocupados por lo peligrosas que eran esas batallas.

- "¿Están seguros de que quieren continuar con esto?" - preguntó el Sr. Gallucci cruzando los brazos mientras miraba a sus hijos con una mirada seria.

- "Lo estamos, ya que es importante para que nuestro mundo continúe existiendo" - dijo Gerardo mientras asentía con una mirada de intensidad similar a la de su padre - "Y además, somos los únicos capaces de hacer esto" -

- "Ya veo. De todos modos, también tengo que agradecer a Kagome, Inuyasha y los demás por haber cuidado de ustedes dos" - dijo la Sra. Gallucci con una sonrisa y miró al grupo.

- "No es nada, Sra. Gallucci. Es lo menos que podemos hacer por toda la ayuda que nos han brindado, y para pagarle por habernos cuidado" - dijo Kagome sonrojándose, a lo que la Sra. Gallucci respondió con una gentil sonrisa.

- "Keh, siempre nos están dando problemas" - dijo Inuyasha burlándose.

- "Vamos, nii-san. También les has agarrado cariño a ambos, ¿verdad? Y quieres entrenar con Gerar-nii para ver quién es más fuerte también, ¿no?" - dijo Yasha riendo.

- "¡Oye, no lo digas!" - dijo Inuyasha enfurecido.

- "Jeje, ¡parece que te descubrieron!" - dijo Shippou riendo

- "Incluso después de estar con nosotros durante tanto tiempo, Inuyasha todavía no ha aprendido a ser abierto con los demás, ¿eh?" - dijo Miroku divertido.

- "Bueno, no es sorpresa" - dijo Sango mientras pensaba en su actitud cuando se convirtió en un niño por primera vez. Luego miró a Gerardo y Gabriela con una sonrisa - "Pero de todos modos, es cierto que estamos contentos de poder contar con ustedes dos" -

- "¡Igual nosotros!" - dijo Gabriela con una sonrisa brillante.

- "De cualquier modo, antes de que continúen con su aventura, aprovechemos el hecho de que estás en casa" - dijo el Sr. Gallucci poniéndose de pie y sonriendo de una manera bastante inquietante.

- "¿Qué quieres decir?" - preguntó Gerardo mientras comenzaba a sudar. Sintió que no le iba a gustar lo que venía.

- "Necesito que laves los autos" - dijo su padre. Todos se cayeron hacia atrás.

- "¿¡Qué!? ¿¡De nuevo!?" - preguntó Gerardo con cara de consternación. Los autos en cuestión eran una camioneta y un automóvil pequeño, y lavar solo el primero era una tarea agotadora en sí misma para él.

- "Sí, ya que no los has lavado en mucho tiempo, y los necesitamos limpios para el trabajo" - respondió su padre asintiendo con la cabeza mientras cerraba los ojos - "Tienes todas las herramientas en el almacén, y si quieren, tus amigos pueden echarte una mano "-

- "Rayor... no es como si pudiera quitarme esto de encima tampoco..." - murmuró Gerardo mientras apretaba los dientes y miraba hacia abajo.

Regresó a su habitación y después de un rato, se puso una camisa blanca y un short verde, que era la ropa que siempre usaba para estos trabajos. Salió de la casa, sacó la manguera y el hydrojet, y preparó el jabón y el detergente para comenzar a limpiar.

Primero limpió el interior de ambos autos con una aspiradora y sacó las alfombras de plástico para limpiarlas cepillándolas. Una vez que terminó, suspiró con resignación mientras conectaba el hidrojet a la manguera y lo enchufaba en una toma del porche de la casa.

- "¿Quieres que te ayude?" - preguntó Gabriela mientras caminaba hacia él con una sonrisa. Se había puesto una simple blusa blanca y un short azul.

- "Gracias, Gaby. Pero prefiero que no te metas en esto, ya que podrías terminar haciendo un desastre" - dijo Gerardo mientras fruncía el ceño. Acababa de terminar de mezclar el detergente con agua en un balde azul y ahora estaba agarrando la esponja para comenzar a frotar la camioneta con ella.

En ese momento oyeron que se abría la puerta y cuando se giraron para mirarla, vieron salir a Kagome y a los demás.

- "Y... ¿qué tal nosotros?" - preguntó Kagome inclinando la cabeza.

- "¿Estás segura?" - preguntó Gerardo abriendo mucho los ojos antes de colocarse una mano cubierta de jabón detrás de la cabeza, llenándose el cabello de espuma - "Ustedes son nuestros invitados hoy, así que no quiero molestarlos mientras nos visitan" -

- "Bueno, no tenemos problemas con echarte una mano" - dijo Sango guiñando un ojo.

- "¡Y se ve divertido!" - dijo Shippou saltando arriba y abajo. Miko y Yasha, por otro lado, estaban en forma espectral y miraban los autos y las herramientas con asombro.

- "El hecho es que te ayudaremos para que termines más rápido y podamos regresar a nuestro mundo para continuar nuestra búsqueda" - dijo Inuyasha mientras cruzaba los brazos y entrecerraba los ojos.

- "Bueno... solo puedo agradecerles por esto" - dijo Gerardo avergonzado pero feliz mientras inclinaba la cabeza en su dirección.

- "De cualquier modo, ¿qué es lo que tenemos que hacer? "- preguntó Miroku mientras se arremangaba las mangas de su atuendo.

- "Bueno, ¿están familiarizados con bañar a un caballo?" - preguntó Gerardo mientras agarraba la esponja un poco más fuerte.

- "Hmm... un poco, ya que no muchas personas tienen uno" - dijo Sango mientras se subía las mangas y se ataba un pañuelo triangular alrededor de la cabeza.

- "He visto cómo esos nobles estúpidos lo hacen desde lejos" - dijo Inuyasha resoplando mientras él y Kagome también se ponían pañuelos en la cabeza.

- "Yo lo he hecho, ya que algunas veces tuve que hacerlo antes de vender un caballo que recibí por hacer un exorcismo" - dijo Miroku con una sonrisa.

- "Bueno, eso acelera un poco las cosas. Lavar un auto es como bañar a un caballo, excepto por el hecho de que el auto no se pondrá de malas mientras lo limpias" - dijo Gerardo mientras iba por un momento al almacén y sacaba unas esponjas más para los demás.

- "En mi caso, nunca antes he lavado un auto, pero tengo una idea de cómo hacerlo" - dijo Kagome mientras también se ponía un delantal de plástico que la cubría del cuello para abajo y agarraba una de las esponjas.

- "En ese caso, ¿que tal si les enseñamos a los demás cómo hacerlo?" - preguntó Gabriela con una sonrisa. Kagome asintió en respuesta. Luego sacó de su mochila unos delantales más para los demás y varios pares de guantes de goma.

Después de terminar de ponerse los delantales, pañuelos y guantes, comenzaron a aplicar el jabón al cuerpo de ambos autos con las esponjas, mientras que Miko y Yasha se quedaron mirándolos desde arriba con curiosidad.

- "...Esto es más agotador de lo que parece..." - dijo Miroku suspirando exhausto mientras él, Inuyasha y Gerardo usaban detergente industrial para quitar la suciedad y el barro de los neumáticos de la camioneta.

- "Sí... por eso me disgusta tanto hacer este tipo de trabajo..." - dijo Gerardo suspirando brevemente.

- "Y si quieres terminar más rápido, ¿por qué no usas tus poderes?" - preguntó Inuyasha después de que terminaron de limpiar las llantas de la camioneta y estaban a punto de comenzar con las del auto.

- "Realmente no quiero hacerlo. Si los vecinos se dan cuenta de esto, podría terminar siendo muy problemático" - dijo Gerardo cuando comenzó a cepillar los neumáticos. Dijo esto porque su casa era la última en una calle sin salida de un suburbio, por lo que estaban a la vista de otras veinte casas en su ubicación actual debido a que el garaje era en realidad un jardín abierto, el cual estaba cerrado por una valla de madera blanca - "Incluso más problemático que tenerlos a todos aquí. Sin ánimo de ofender, muchachos" -

- "Pero puedo usar mis poderes para hacer que parezca que somos los únicos que lo hacemos de la manera normal" - dijo Gabriela mientras dejaba caer la esponja en el balde por un momento y se tocaba la barbilla.

- "Hmm, en ese caso, realmente deberías. Quieres decir usar un velo para refractar la luz, ¿verdad?" - dijo Kagome mientras dejaba de lavar por un momento y la miraba.

- "¿Usando ilusiones otra vez?" - preguntó Inuyasha molesto.

- "¿Pero estarías en contra si eso reduce tu carga de trabajo?" - preguntó Miroku con interés.

- "Keh..." - resopló Inuyasha derrotado.

- "Está bien, está bien... hagámoslo, ya que quiero terminar con esto de una vez" - dijo Gerardo exasperado después de haber terminado de cepillar todos los neumáticos del auto - "Gaby, asegúrate de cubrirnos bien. Quiero estar seguro de que nadie más se entere de esto" -

- "¡Entendido!" - dijo ella sonriendo. Luego levantó las manos en alto, haciendo que todo el jardín quedara cubierto por un velo de luz. Luego comenzó a cantar para mantenerlo activo - "Alt tok xiung paf lusya kivaul tsuconnu serkisv..." -

- "Perfecto, ¡gracias! ¡Trata de soportarlo por un tiempo, ya que trataré de no demorarme mucho!" - dijo Gerardo con voz decidida mientras usaba sus poderes para sacar el agua de los cubos y pasarla a toda presión sobre la camioneta y el auto, quitándoles el jabón y la suciedad de un solo golpe.

Luego reunió toda el agua que quedaba en ambos autos, la levantó para convertirla en una masa de agua sucia, y finalmente la evaporó sobre el bote de basura para que toda la suciedad cayese dentro.

- "Uf... ya terminé..." - dijo Gerardo con voz satisfecha, pero su sonrisa rápidamente se convirtió en preocupación cuando vio cómo, mientras Gabriela seguía cantando, ella también estaba sudando y su rostro mostraba que estaba intentando soportar una gran carga. Luego hacia la puerta de la casa ante todos: "¡Todos entren! ¡Es hora de que Gaby levante el velo!" -

Gabriela dejó de cantar justo después de que todos estaban adentro, lo que canceló los efectos del velo. Luego entró mientras Gerardo se quedaba por un rato más afuera para llevar todas las herramientas a sus respectivos lugares en el almacén.

- "Y hemos terminado..." - dijo Gerardo mientras se dejaba caer en el sofá de la sala de estar. Gabriela se sentó a su lado completamente exhausta, al igual que los demás.

- "Vaya alharaca que están armando. No fue tan difícil como dijiste que sería" - dijo Inuyasha en tono burlón mientras los miraba con aire de superioridad.

- "Inuyasha-nii..." - dijo Yasha sacudiendo su cabeza como si estuviera dándose por vencido - "¿Olvidaste que son humanos?" -

- "Recuerda que no tenemos la fuerza monstruosa que tienes" - dijo Sango suspirando.

- "Estamos todos cansados, ya que todos tuvimos que hacer algo para limpiar los autos" - dijo Kagome mientras lo miraba con una cara de molestia.

- "Aunque Gerardo-kun y Gaby-chan deben ser los que están más cansados" - dijo Miroku mientras inclinaba la cabeza en su dirección - "Dado que usaron sus poderes para realizar esta tarea y eso realmente consume sus fuerzas"-

- "¿Y tienen que hacer esto todo el tiempo?" - preguntó Miko mientras se tapaba la boca con las manos.

- "No, generalmente es solo una o dos veces al mes" - dijo Gerardo sacudiendo la cabeza mientras se levantaba. Fue a la cocina y después de unos minutos, regresó con una bandeja de plata en la que había varios vasos de diferentes tamaños y una botella de vidrio llena de agua que puso en la pequeña mesa que estaba entre los sofás: "Por favor, beban de ella, ya que todos deben tener sed. Y, ¿podrían esperarnos aquí por un rato? " -

- "¿Qué van a hacer ahora?" - preguntó Inuyasha molesto.

- "Solo nos vamos a bañar" - dijo Gerardo suspirando - "No tengo intención de irme hasta que haya quitado toda la suciedad que me cayó durante la limpieza. Si quieren, también pueden encender el televisor o leer algunos de los libros en mi habitación mientras esperan" -

- "¡Y tampoco planeo irme así!" - dijo Gabriela mientras hacía un gesto con las manos como si fuese para mostrar el estado de su ropa manchada de suciedad, así que ambos fueron a su habitación, sacaron su ropa y fueron directamente a bañarse: primero fue Gerardo y luego fue el turno de Gabriela. Kagome aceptó la oferta de Gerardo y sacó un par de libros de su biblioteca: un atlas, un libro de historia y algunos otros; así que el grupo pasó el tiempo escuchando las explicaciones que Kagome les dio sobre cuánto había cambiado el mundo en menos de 500 años.

Todos estaban fascinados escuchándola y comprobando los inventos que se convirtieron en estándar para los humanos en el presente, como la iluminación, la plomería y demás, hasta que Gabriela y Gerardo regresaron a la sala de estar, una vez más con sus kimonos. Sus padres salieron de su habitación para despedirlos.

- "Ten cuidado y sé una buena chica, ¿de acuerdo?" - dijo su madre mientras se despedían la una de la otra.

- "No te preocupes mami, estaré bien" - dijo Gabriela con una sonrisa.

- "Y asegúrate de no morirte allá afuera, ¿entendido?" - dijo el Sr. Gallucci mientras palmeaba fuertemente el hombro de su hijo.

- "Papá, me gustaría que me dieras más crédito" - dijo Gerardo frunciendo el ceño a su padre. Luego le mostró una sonrisa irónica: - "No tengo intenciones de morir allí, así que por favor espera nuestro regreso" -

Después de esto, regresaron al portal, lo abrieron y luego lo cruzaron para regresar al mundo Inuyasha.

- "Bueno, ¿estamos listos para irnos?" - preguntó Inuyasha mirando a los demás.

- "Sí, es mejor que continuemos de inmediato" - dijo Kagome asintiendo.

- "De acuerdo" - dijo Gerardo con una cara seria - "Quién sabe qué cosas habrá hecho Tenebross durante el tiempo que estuvimos ausentes" -

En ese momento, vieron una luz negra que caía hacia el este.

- "¿Un Fragmento de Sombras?" - preguntó Kagome mientras seguía su oscura estela con los ojos.

- "¡Sí, no hay duda al respecto!" - dijo Gabriela mientras agarraba su Cristal Seirei.

- "En ese caso, ¡mejor comencemos a perseguirlo!" - dijo Miroku. Al instante, los hermanos invocaron sus armaduras de dragón, Kagome se sentó en la espalda de Inuyasha, y Miroku, Shippou y Sango montaron a Kirara.

- "¡Vamos! ¡No podemos desperdiciar esta oportunidad!" - dijo Sango mientras todos despegaban en la dirección en la que caía el fragmento.

(Fin del Capítulo)


(Ending: Fukai Mori)

lunes, 22 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capitulo 15

Capítulo 15:

Separación de Almas

(Opening: Euphoric Field ~ Japanese ~ - Elisa)

- "Kaede, ¡atrápame si puedes!" – dijo un niño riendo.

- "Hehe, ¡ya voy!" – dijo ella riendo mientras corría tras él.

- "¡También te vamos a atrapar!" - dijo otra niña.

El grupo acababa de regresar a la aldea después de su pequeño problema con viajes en el tiempo y veían como Kaede estaba jugando con los otros niños de la aldea. Comenzaba a ponerse el sol.

- "Es bueno ver que al menos está pasándola bien" - dijo Kagome con una pequeña sonrisa - "Después de todo por lo que pasó..." -

- "Cierto, aunque no es que tengamos derecho a hablar al respecto, ¿eh?" - dijo Gerardo con una sonrisa triste.

- "Aunque podríamos decir que es como una bendición en medio de la desgracia" - dijo Miroku pensativamente.

- "Me gustaría ir a jugar también con ella si no estuviese tan agotada..." - dijo Gabriela estirándose y bostezando.

- "Estoy de acuerdo. Me gustaría dejar salir a Miko por un rato y que jugase con Kaede también, aunque se sentiría tan raro... Por no mencionar que no hay forma de que podamos explicarle esto..." - dijo Kagome riéndose, pero comenzó a entristecerse conforme avanzaba en decir la frase.

- "Bueno, ¿podemos ir a su cabaña? Quiero descansar un poco..." - dijo Inuyasha cruzándose de brazos. Los demás asintieron, así que apartaron sus ojos de Kaede y los otros niños jugando a las traes, y fueron hasta la cabaña. Luego empezaron a discutir sus planes para el viaje mientras preparaban el estofado que tendrían por cena.

- "Muy bien, ¿hacia dónde nos dirigiremos ahora?" - preguntó Sango mientras removía la olla.

- "Creo que deberíamos seguir buscando los Fragmentos de Sombras. Si conseguimos acumular más que Tenebross, tendremos ventaja y no recuperará poder suficiente como para que sea una amenaza mayor" - sugirió Gerardo mientras ponía sus manos sobre sus rodillas.

- "¿Y qué hay de seguir buscando a Naraku?" - preguntó Inuyasha con voz seria mientras se cruzaba de brazos.

- "Siempre andan juntos, ¿recuerdas? Así que si nos topamos con uno, de seguro nos veremos las caras también con el otro" - dijo Gerardo mientras sujetaba su Cristal Seirei con su mano derecha – "Y sé que te mueres por hacer trizas a ese bastardo, pero no podemos buscarlos a lo loco" -

- "Aunque es extraño: ya tenemos una semana en esta búsqueda y sólo aparecieron juntos ante nosotros una sola vez" - dijo Kagome mientras ponía una mano sobre su barbilla - "Cuando me capturaron y me maldijeron..." -

- "Sí, es verdad. ¡Pero también son tan cobardes que siempre envían a sus ridículos demonios elementales en vez de enfrentarnos directamente!" - dijo Gabriela haciendo una mueca de rabia mientras miraba hacia abajo.

- "Bueno, será mejor que mañana busquemos algo de información y luego decidamos el destino de nuestro viaje" - dijo Miroku - "Ya que sería una tontería que dejemos la aldea sin un rumbo fijo" -

En ese momento empezó a salir un poco de vapor blanco de la olla que tenían puesta sobre el hogar, así que sacaron el estofado de la misma, lo sirvieron en boles y empezaron a comer. Kaede llegó a los pocos minutos para comer también.

- "¡Hola a todos!" - saludó ella mientras se inclinaba. Luego fue hasta el piso de madera, se quitó las zori que llevaba, se sentó al lado de Kagome, la cual le sirvió algo de estofado, y comenzó a comer.

- "Hola, Kaede. ¿Cómo te encuentras hoy?" - le preguntó Kagome con una pequeña sonrisa.

- "Estoy un poco mejor, a pesar de que aún no recuerdo todo lo que sucedió..." - dijo ella mientras sus labios se curvaban hacia arriba. Luego bebió un poco del estofado - "Hasta ahora he recordado cuando llegaste por primera vez, cuando el sello de Inuyasha se rompió... y la muerte de mi hermana..." -

Esto instántaneamente enrareció la atmósfera reinante en la cabaña.

- "Ya veo..." - dijo Inuyasha en voz baja mientras miraba hacia abajo - "Acabamos de ver eso último de nuevo hace poco de hecho..." -

- "¿Qué? ¿¡Pero cómo!?" - preguntó Kaede mientras sus ojos se ensanchaban.

- "Uno de nuestros hechizos salió mal y nos lanzó cincuenta años al pasado. Fue todo un desastre y nos tomó mucho trabajo para salir de eso" - dijo Gabriela mientras miraba su bol con un rostro entristecido.

- "Ya veo... Supongo que debió haber sido tan doloroso para ustedes como lo fue para mí..." - dijo Kaede mientras fijaba su mirada en su bol de estofado.

- "Lo fue. Kagome e Inuyasha no podían dejar de llorar cuando vieron como Kikyou murió" - dijo Shippou entristecido. Inicialmente pareció que Inuyasha iba a golpearlo porque se giró en su dirección, pero luego se volteó de nuevo para encarar a Kaede.

- "Sí, fue un momento muy triste. Yo también admiro mucho a Kikyou-sama, así que dolió mucho..." - dijo Gabriela mientras afincaba sus manos en su bol.

- "Aunque estoy deseando no haber sabido nada al respecto..." - dijo Kaede mientras cerraba los ojos con una expresión triste - "Creo que hubiese preferido que mi hermana no me hubiera dicho nada sobre eso…" -

- "No se pudo evitar. Honestamente, siento que Kikyou hace cosas muy extrañas a veces" - dijo Gerardo con voz triste mientras se ajustaba las gafas ligeramente.

- "Es cierto… me pregunto cuales habrán sido sus intenciones al haberte dicho eso…" - dijo Kagome con voz insegura mientras bebía un poco de su bol.

- "Pero hay un lado bueno a todo esto, ya que aún puedo servirles de ayuda… dándoles algo de información…" - les dijo Kaede con una sonrisa.

- "Entonces, ¿has escuchado algo sobre sucesos extraños en los alrededores?" - le preguntó Sango sonriendo.

- "Sí. Esta tarde escuché a Rikiichi-san diciendo algo sobre que vio unas luces negras cayendo en dirección a las montañas del oeste" - dijo Kaede - "¿Creen que tengan algo que ver con Naraku o Tenebross?" -

- "Es posible que ese sea el caso. Al menos tenemos una pista para comenzar a buscar" - dijo Miroku complacido.

- "Gracias… Kaede" - dijo Inuyasha mientras se levantaba, caminaba hasta ella y le ponía una mano en el hombro.

- "¿Inuyasha...?" - dijo mientras lo miraba con extrañeza, ya que no era común que le demostrase gratitud a nadie..

- "Te juro… que me aseguraré de que esos malditos paguen por todo lo que han hecho…" - dijo Inuyasha mientras la miraba con una gran lástima.

- "Está bien... Pero por favor, tengan mucho cuidado allá afuera..." - dijo Kaede mientras sus ojos se llenaba de lágrimas, lo que hizo que Kagome la abrazase.

A la mañana siguiente, partieron de la aldea para dirigirse hacia las montañas que les había dicho Kaede, las cuales estaban cruzando un bosque.

- "Es en esta dirección, ¿cierto?" - preguntó Inuyasha.

- "Si, hacia allá se encuentra la montaña de la que nos habló Kaede" - dijo Miroku mientras él y los demás aceleraban para seguirle el paso a Inuyasha.

- "Solo espero que no terminemos perdidos en este bosque" - dijo Shippou con preocupación.

- "No te preocupes por eso. Todos llevamos un mapa de la zona en nuestros Dragtemn y podemos usar sus funciones de radar y comunicación para encontrarnos los unos a los otros si nos perdemos" - dijo Gerardo para animarlo. Luego abrió el mapa en su Dragtemn y lo usó para comprobar su ruta.

- "Pero honestamente... Aquí hay algo que me da un mal presentimiento" - dijo Kagome viendo hacia el suelo y luego hacia el cielo.

- "No te preocupes. Nos aseguraremos de que esta vez no suceda nada" - dijo Sango dándole una palmada a su amiga en el hombro para animarla.

- "Y me aseguraré de no cometer más errores desde ahora…" - dijo Gerardo mientras seguía haciendo el rol de navegador para los demás.

- "¡Y yo me aseguraré de que no los haga!" - dijo Gabriela dando saltitos alegremente, muy para la exasperación de su hermano.

- "Hehe, muchas gracias por el apoyo" - les dijo Kagome sonriendo mientras continuaban ascendiendo por una pequeña colina.

Mientras tanto, en el escondite de Naraku y Tenebross…

- "Tal parece que no has logrado nada aún, Tenebross" - le dijo Naraku en tono arrogante al ver como su último plan había fracasado - "Y lo que es peor, solo les incrementaste su fuerza" -

- "Si ese idiota no hubiese despertado su forma de semidragón ya nos habríamos deshecho de ellos…" – respondió Tenebross con irritación para luego suspirar - "Y por los momentos ya no tengo más planes preparados..." -

- "Bueno, a mí se me acaba de ocurrir uno… ¿qué te parece si controlamos a Kagome?" - dijo Naraku para luego reírse de forma enfermiza.

- "¿Oh? ¿Te refieres a posesionarte de ella?" - preguntó Tenebross con interés.

- "Eso es. ¿Ninguno de tus demonios elementales tiene esa habilidad?" - preguntó Naraku.

- "Fufufufufu. Claro que hay uno que la tiene…" - dijo Tenebross para luego hacer aparecer un círculo blanco delante de sí, aunque la luz blanca que despedía carecía del brillo y lustre que emitía la magia de Gabriela - "Ist Ikuak ChelkRe Illyusea Ilg Ical, Ili Couma Cust Phaph FaleaRe Necla Ical!" -

Hubo un destello de luz grisácea y una criatura similar a un ángel, pero con las alas negras en vez de blancas, apareció ante él. Tenía el cabello blanco con puntas verdosas las cuales estaban amarradas en varias trenzas doradas, llevaba una armadura de samurái blanca sin casco y portaba dos katanas gemelas como armas. Tenía varias marcas rojas en su rostro y sus ojos eran también de un suave color rojo. Tenía un aspecto tan gentil que era díficil considerar que fuese un demonio elemental.

- "Lord Tenebross, espero sus órdenes" - dijo el demonio arrodillándose ante Tenebross luego de que apareció.

- "Kouin, ¿ves a la chica vestida de blanco y verde?" - le preguntó Tenebross al demonio mientras hacia que su imagen apareciese en el espejo, a lo cual él solo asintió como respuesta - "Quiero que te posesiones de su cuerpo y me la traigas de inmediato" -

- "Lord Tenebross, ¿está seguro de que soy adecuado para esta misión?" - preguntó Kouin con preocupación después de que sintió las energías que Kagome emitía - "No estoy seguro de que mis habilidades de posesión sean suficientes para superar sus enormes cantidades de poder espiritual…" -

- "Estoy seguro de que lo eres, ya que eres el mejor de mis demonios por una razón…" - le dijo Tenebross cerrando los ojos.

- "Muy bien. Me pondré a ello de inmediato" - dijo mientras se hacía transparente hasta desaparecer. Tenebross volvió a abrir los ojos.

- "Eh, quién se imaginaba que pudieses ser tan gentil…" - dijo Naraku en tono irónico al ver la conducta de Tenebross para con Kouin.

- "Kouin es una excepción, ya que es el único de mis demonios que tiene algo especial" - dijo mientras cerraba sus malignos ojos rojos de nuevo - "Además, tengo que tener algo de tacto al manejarlo por el hecho de que a veces tiene problemas de confianza..." -

- "Hmph, como sea. Solo espero que dé buenos resultados para variar…" - dijo Naraku cruzándose de brazos.

- "Espera y verás…" - le respondió Tenebross en tono enigmático.

Inuyasha y los demás habían parado para descansar por un momento de la subida. Todavía era temprano para almorzar, así que solo se recostaron de los árboles o se sentaron sobre la hierba.

- "Estoy… agotado…" - dijo Gerardo jadeando mientras se dejaba caer sobre el pasto.

- "No tienes condición física…" - le dijo Inuyasha con irritación.

- "¿Y qué quieres que haga si detesto hacer ejercicio?" - le respondió Gerardo.

- "Perezoso…" - le dijo Inuyasha; y esta vez Gerardo no tuvo como defenderse.

- "Está bien, lo admito, soy un perezoso total" - le dijo a regañadientes - "Y es algo que me resulta muy difícil cambiar" -

- "Bueno, solo es cuestión de esforzarse un poco" - le dijo Kagome mientras les daba a todos un poco de jugo para que saciaran la sed antes de proseguir - "Todas las actitudes pueden cambiarse con un poco de esfuerzo, ¿no?" -

- "Tienes razón, la verdad es que debería poner más de mi parte si quiero mejorar" - le dijo Gerardo con una sonrisa.

Kagome le devolvió la sonrisa y luego guardó los empaques vacíos de los jugos en una bolsa plástica para luego guardarla en su mochila.

- "Ahora es mi oportunidad..." - dijo Kouin desde detrás de un árbol. Miroku presintió el peligro.

- "¡Kagome-sama! ¡Tenga cuidado!" - dijo poniéndose en pie de golpe con su shakujou en mano.

- "¿Eh? ¿Qué sucede Miroku-sama?" - dijo Kagome mientras miraba a su alrededor en alerta.

En ese momento el olfato de Inuyasha y los sentidos de Gerardo también captaron a Kouin.

- "¡Hay algo con el olor de Tenebross aquí!" - gritó Inuyasha desenvainando a Tessaiga.

- "¡Y es elemental de Luz! ¡Tengan cuidado, ya que debe ser muy fuerte!" - dijo Gerardo desenvainando a Ryuuga y Fuuinryuu.

En ese momento, Kouin apareció justo detrás de Kagome...

- "Lamento mucho decir esto, pero ustedes ya han perdido…" - dijo el demonio mientras se volvía transparente y empezaba a introducirse en el cuerpo de Kagome. Ella empezó a gritar de dolor.

- "¡Kagome!" - gritaron todos mientras veían impotentes lo que sucedía. Inuyasha avanzó hacia ella y parecía que iba a golpear a Kagome con su espada, pero Kouin les habló a través de la boca de Kagome.

- "Sin embargo, debo advertirles que si intentan atacarme para forzarme a salir de su cuerpo, ella será la que salga lastimada" - dijo con una voz un tanto caballerosa a pesar de lo que estaba haciendo.

- "¡Maldición!" - dijo Inuyasha bajando su espada.

Pero unos segundos después, el cuerpo de Kagome empezó a brillar con una intensa luz blanca, y al instante siguiente, de su pecho salieron dos esferas de luz azul y blanca, las cuales se alejaron con fuerza de ella y cayeron sobre el pasto, para después tomar la forma de dos niñas. Una era idéntica a Kagome después del momento en que recibió el kosode Orimi, aunque con unos pocos años más, mientras que la otra era básicamente igual a ella durante su tiempo como Miko. Ambas niñas estaban inconscientes y Kagome también se había desplomado sobre la hierba. El brillo luego se atenuó hasta que desapareció.

- "¡Kagome! ¡KAGOME!" - gritó Inuyasha mientras sostenía el cuerpo inconsciente de Kagome, la cual luego abrió los ojos… pero estaban completamente nublados y no se parecían en nada a su aspecto habitual.

- "Hehe, parece que lo conseguí" - dijo Kagome mientras levantaba las manos y se las miraba para luego sonreír complacida - "He cumplido con mi misión, Lord Tenebross" -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha, pero luego se vió obligado a separarse de ella debido a que le disparó un estallido de luz - "¿¡Que le has hecho a Kagome!?" -

- "Lo siento, señor Hanyou, pero es momento de que me despida" - dijo Kouin: él ahora tenía control total sobre el cuerpo de Kagome - "Tengo que entregarle este cuerpo a Lord Tenebross. Oh, por cierto, creo que la chica que buscas es una de esas dos niñas" -

En ese momento las dos niñas se despertaron pero cada una reaccionó de modo distinto a esto: la que llevaba el kosode verde miraba la escena con los ojos y la boca abiertos a tope, mientras que la que vestía el kosode rojo y naranja estaba mirando a su alrededor asustada y confundida.

- "¿¡Qué!?" - dijo Miroku dividido entre la rabia y la sorpresa - "¡No es posible! ¿¡Acaso expulsaste su alma para poder controlar su cuerpo!?" -

- "En realidad no tenía intenciones de expulsar su, o mejor dicho, sus almas. Solo fue un efecto secundario de la posesión y de su poder espiritual, aunque su alma parecía estar dividida desde antes. Y además, esas dos niñas son las mitades de su alma habiendo tomado forma física" - dijo Kouin mientras explicaba esto como si estuvieran discutiéndolo sobre una taza de té.

- "¡Espera!" - dijo Gerardo tratando de evitar que se escapara, pero se desvaneció cuando trató de tomar una de las manos de Kagome.

- "¡Maldición, fallamos de nuevo!" - dijo Inuyasha golpeando un árbol cercano.

- "Lo sé, pero es posible que su plan no dé resultados debido a que ese cuerpo está ahora vacío" - dijo Miroku frunciendo el ceño mientras miraba a Inuyasha - "Recuerda que la fuente de los poderes de Kagome-sama es su alma, al igual que yo" -

- "Inuyasha... ¿qué me sucedió?" - dijo la niña que llevaba el kosode verde mientras se veía las manos espantada.

- "No puede ser... ¿Eres tú, Kagome?" - dijo Gabriela mientras iba a su lado y la ayudaba a ponerse en pie. Kagome sólo asintió con la cabeza.

- "Pero sí tu eres Kagome..." - preguntó Inuyasha espantado para después mirar a la niña vistiendo el kosode rojo y naranja - "¿¡Quién es ella!?" -

- "Puede que no sea Kagome... pero se ve idéntica a ella... cualquiera podría pensar que son gemelas..." - dijo Gerardo sorprendido mirando a la niña, la cual había alzado su cabeza asustada al oír el grito de Inuyasha.

- "Esto no puede ser verdad... ¿Eres... Miko?" - dijo Sango conteniendo el aliento mientras caminaba hacia la otra niña y la ayudaba a levantarse.

- "Sí, pero…" - respondió Miko mientras miraba a su alrededor y se sujetaba ambas manos con fuerza. Ver como todo resultaba ser tan distinto de lo que ella conocía la estaba asustando hasta el borde de las lágrimas - "¿Qué pasa aquí...? ¿Por qué ella se ve igual a mí? ¿Cómo es que Inuyasha se hizo tan grande? ¿Y quién era esa chica que desapareció?" -

- "Tantas preguntas... Y ninguna tiene respuestas sencillas..." - dijo Miroku con voz triste mientras sus labios se curvaban hacia arriba.

- "Miko, me gustaría explicarte todo…" - empezó Kagome alzando una mano en dirección a ella - "Pero realmente no sé cómo debería hacerlo…" -

- "Yo creo que podría… pero…" - empezó Gerardo, pero cuando Miko lo miró con ojos expectantes, fue tomado por sorpresa y comenzó a vacilar, recordando como Kaede había reaccionado cuando Kikyou le reveló la verdad. No quería causarle a ella ese mismo dolor - "Podría ser muy doloroso para ti el escuchar lo que voy a decirte… de hecho… creo que sería algo que no podrías soportar…" -

- "¡No me importa! ¡Quiero saber la verdad sobre todo!" - dijo Miko mientras comenzaba a derramar lágrimas.

Todos los demás estaban muy conscientes de porque razón Gerardo estaba titubeando tanto y los miraron a ambos con tristeza.

- "Gerar..." - dijo Gabriela mientras lo sujetaba del brazo.

- "Muy bien... Si deseas saberlo tanto, de acuerdo... pero esto también me va a resultar muy doloroso..." - dijo Gerardo mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente para luego lanzar un gran suspiro, sabiendo que ya no había vuelta atrás. Luego la miró con ojos que mostraban una gran tristeza y lástima mientras tomaba la mano de Gabriela y la apretaba fuertemente - "Simplemente aclaremos todo con estas preguntas: ¿Nunca te has preguntado por qué tienes lagunas mentales? ¿Por qué de repente despiertas en un lugar sin saber siquiera cómo o por qué llegaste allí?" -

- "No… no me lo había preguntado…" - dijo Miko mientras miraba hacia abajo por un momento, pero sus ojos luego se ensancharon de golpe al caer en la cuenta mientras le daba vuelta a esas preguntas. Ahora que Gerardo le había dicho esto, le empezó a parecer evidente que siempre despertaba en lugares extraños, nunca sabía cómo había llegado a ellos y nunca recordaba que pasaba durante el tiempo que estaba dormida.

- "Es por esta razón… Es porque… tú…" - comenzó Gerardo mientras cerraba los ojos y su cara comenzaba a retorcerse por lo difícil que era decirlo mientras los demás cerraban sus ojos con dolor. Sango sostuvo a Miko por atrás mientras Kagome empezaba a llorar - "Es porque tú… no eres una persona real…" -

- "¿Q... Qué quieres decir...?" - preguntó Miko mientras sentía como si fuese a desmayarse.

- "Solamente eres la mitad del alma de Kagome, o en otras palabras, de la niña que se ve igual a ti. Aparentemente, se vió envuelta en un incidente relacionado con una extraña agua que la convirtió en niña y dividió su alma en dos mitades; y ambas terminaron siendo separadas por completo y recibiendo cuerpos cuando un monstruo las expulsó a ambas de su cuerpo" - continuó Gerardo mientras su voz comenzaba a quebrarse - "Significa... que tienes sus mismos poderes, habilidades y potencial por ser parte del alma de Kagome, pero... no tienes nada más…" -

(BGM: Kanashimi no Hate ni)

- "No... No… puede ser… verdad..." - dijo Miko cayendo de rodillas. Se sentía como si todo su mundo estuviera derrumbándose alrededor de ella.

- "Lo lamento… es por eso por lo que no quería decírtelo…" - se disculpó Gerardo mientras bajaba la mirada lentamente y se cubría la cara con una mano a la vez que Gabriela comenzaba a llorar, ambos apretando la mano del otro tan fuerte como podían - "Pero... esa es la verdad..." -

- "Lo siento... Lo siento mucho..." - repitió Gabriela una y otra vez entre sollozos.

- "¿¡Todo lo que me dijeron antes es mentira!? Mi nombre, incluso mi existencia... ¿¡Todo es sólo mentiras!?" - gritó Miko enfurecida mientras comenzaba a llorar; y luego miró a Kagome, la cual estaba arrodillada en el suelo llorando y cubriendo su rostro con sus manos - "¿¡Nací sólo porque ella estuvo haciendo el tonto con una cosa rara!? ¿¡Y desapareceré cuando regresemos a su cuerpo!?" -

- "¡Lo siento, Miko…! ¡Yo nunca quise hacer esto…! ¡Yo...!" - lloró Kagome mientras bajaba las manos para mirarla. Estaba intentando razonar con ella, pero era imposible.

- "¡Cállate!" - gritó Miko mientras seguía derramando lágrimas, luchando para liberarse del agarre de Sango, la cual seguía espantada - "No te dejaré… ¡No les dejaré que me hagan desaparecer!" -

Logró liberarse del agarre de Sango, tomó el arco y el carcaj con flechas que Kagome había dejado caer cuando fue poseída y se fue corriendo hacia lo profundo del bosque.

- "¡MIKO!" - la llamaron todos, pero no sirvió de nada porque ya había desaparecido de su vista. Comenzaron a correr tras ella.

- 'No puede ser' - pensaba Miko mientras corría llorando por el bosque - 'Toda mi existencia es mentira… Y todos ellos… Inuyasha… Houshi-sama… Sango-nee… Shippou… Kaede-obaasan… Gerar-nii... Gaby-nee... todos ellos me mintieron… No soy real… Yo... Miko… jamás existió en primer lugar…' -

Cuando se cansó de correr, se sentó debajo de un árbol y empezó llorar con mucha más fuerza.

(Fin BGM)

Mientras tanto en el escondite de Naraku y Tenebross…

- "¡Kouin, fallaste!" - dijo Tenebross furioso - "¡Nos trajiste el cuerpo de la chica, pero está vacío! ¡No podemos extraer sus poderes si su alma está ausente!" -

- "Les ruego me disculpen, ya que no tomé eso en cuenta cuando me posesioné de ella" - dijo Kouin mientras dejaba el cuerpo de Kagome tendido en el suelo y ponía un sello de luz a su alrededor - "Sin embargo, al parecer su alma se dividió en dos partes y tomó forma física como dos niñas humanas" -

- "¿Dos niñas humanas?" - inquirió Naraku - "Hmmm… esto podría ser interesante..." -

- "Si… si una de las dos salió sin su memoria, debería ser fácil capturarla" - dijo Tenebross con maligna satisfacción.

- "De hecho, ambas tienen memoria, pero una no tiene la memoria de Kagome… sino que más bien tiene algo parecido a un grupo de memorias falsas" - explicó Naraku.

- "Oh, eso lo hace aún más fácil" - dijo Tenebross para luego dirigirse a Kouin - "Por lo menos hiciste algo bien Kouin. Puedes retirarte ahora" -

- "¿Está seguro de que no quiere que siga vigilando el cuerpo de esta muchacha?" - preguntó Kouin intrigado.

- "No, ya has hecho suficiente. Le dejaremos esa tarea a Douin" - dijo Tenebross satisfecho. Kouin solo asintió y se desvaneció mientras Naraku se transformaba en una nube de veneno para ir a buscar a Miko.

- "Tráela ilesa. Recuerda que la necesitamos viva" - dijo Tenebross.

- "No será necesario, ya que será un juego de niños convencerla de que venga a nosotros, huhuhu..." - le dijo Naraku.

- "¿Y estás seguro de que la mitad que vas a secuestrar es la que tiene poderes espirituales?" - preguntó Tenebross mientras cerraba los ojos - "Sentí que tenían lazos un tanto desbalanceados, así que no sería sorprendente que una se hubiese llevado todos sus poderes cuando se separaron" -

- "Oh, estoy completamente seguro de ello" – dijo Naraku con una voz malignamente alegre - "Recuerda que mientras más estúpidos son, más poder tienen generalmente…" -

Luego se desvaneció…

Mientras tanto, Inuyasha y los demás seguían buscando a Miko por todas partes.

- "¡Miko! ¡MIKO!" - gritó Inuyasha.

- "¡Miko, regresa por favor!" - gritó Kagome.

- "Es inútil... Parece que se alejó mucho" - dijo Sango mientras negaba con la cabeza.

- "Y temo que pueda pasarle algo malo…" - dijo Kagome mordiéndose el labio.

- "Eso es más razón para que sigamos buscándola. De todos modos, dejénme probar algo..." - dijo Gerardo mientras abría el mapa holográfico del área en su Dragtemn y se concentraba en él. Sin embargo, no consiguió lo que quería: el radar de energía y aura sólo recogió las señales correspondientes a todos en el grupo menos a Miko - "No sirve de nada... O algo está interfiriendo con las señales elementales que estoy enviando para buscarla o Miko está manteniendo sus poderes bajos para que no podamos hallarla... Por no decir que no lleva un Dragtemn que podamos usar para rastrearla..." -

- "Sí, porque mi Dragtemn está en mi cuerpo..." - dijo Kagome mostrando su muñeca: tampoco llevaba uno.

- "Inuyasha, ¿no puedes hallarla con tu olfato?" - le preguntó Miroku cruzándose de brazos.

- "No puedo... Sus aromas cambiaron cuando se separaron y no tuve tiempo de percibir el de Miko antes de que se fuera..." - respondió Inuyasha en un gruñido grave.

- "Kagome, ¿no puedes sentirla tú?" - le preguntó Gerardo preocupado - "Tengo entendido que cuando un alma se divide, sus partes se llaman la una a la otra en un intento de volver a juntarse" -

- "No puedo… Y lo que es peor, siento como si todos mis poderes se hubiesen desvanecido..." - le respondió Kagome asustada.

- '¿Acaso Miko se llevó todo su poder cuando se separaron?' - pensó Miroku mientras miraba a Kagome con los ojos ensanchados.

- "Bueno... probablemente sea porque estás agotada por la separación... Deberías descansar un poco" - dijo Sango mientras se sentaba y hacía a Kagome sentarse con ella. Sin embargo ella, Miroku y Gerardo pensaban lo mismo.

Mientras tanto, Miko seguía sollozando debajo del árbol y le estaba empezando a entrar cansancio y hambre.

- "Quisiera… regresar con ellos…" - se dijo a sí misma entre sollozos - "Pero no puedo… sólo se desharían de mí para que esa chica vuelva a la normalidad…" -

- "Vaya, vaya… ¿que tenemos aquí…?" - dijo una voz que provenía de un arbusto cercano a ella - "¿Una niñita sola en el bosque?" -

Del arbusto surgió un hombre de aspecto horrible: era calvo, estaba cubierto de cicatrices y portaba una armadura maltrecha y dañada. Por su apariencia, era obviamente un bandido.

- "No es muy común encontrarse a alguien como tú en este lugar… ¿Acaso te habrás perdido?" - preguntó el bandido en un tono falsamente dulce mientras sonreía con malignidad.

Miko dejó de llorar y empezó a temblar de miedo. Ya se había enfrentado a criaturas más horribles antes, pero nunca se había enfrentado a un humano o peleado sola.

- "Me pregunto qué tanto valdrías..." - le dijo el bandido - "O que tan divertido sería cortarte en pedazos..." -

- "Por favor, váyase y déjeme en paz…" - dijo Miko con la voz temblorosa por el miedo.

- "¿¡Qué!? ¿¡Qué dijiste, mocosa!?" - dijo el bandido enfurecido mientras sacaba una daga de su armadura. Miko se asustó aún más, porque ahora estaba segura de que la mataría y de que nadie vendría a salvarla.

- "¡LE HE DICHO QUE SE VAYA!" - gritó Miko mientras el bandido corría hacia ella, pero cuando estuvo a punto de alcanzarla, su cuerpo liberó una explosión de luz azul, la cual puso a volar al bandido tan lejos que ya no fue posible seguir viéndolo.

- "¡Es Miko!" - dijeron Gerardo, Miroku y Gabriela desde otra parte del bosque, ya que lograron sentirla por la gran cantidad de poder espiritual que acababa de liberar.

- "¡Vamos por ella!" - dijo Inuyasha mientras todos salían corriendo en la dirección de la que habían sentido la energía.

Miko estaba jadeando del miedo aún, a pesar de que ahora estaba fuera de peligro.

- "Que interesante…" - dijo otra voz detrás de ella, asustándola de nuevo - "¿Quién se imaginaría que una pequeña como tú tendría tanto poder?" -

El rostro de Naraku emergió de entre los árboles.

- "Por favor, no te asustes…" - le dijo a Miko mientras terminaba de salir de las sombras del bosque, aunque había cambiado su apariencia para que ninguna de sus partes demoníacas fuesen visibles - "Mi nombre es Kagewaki; y soy un noble de una región vecina" -

- 'Este hombre…' - pensó Miko cuando le vio la cara - 'No sé porque, pero me parece familiar; y… me siento asqueada al mirarlo a los ojos...' -

Bajó la mirada para no seguirle viendo el rostro mientras cerraba sus manos en puños.

- "Me gustaría que vinieras conmigo a mi palacio…" - le dijo Naraku dulcemente - "¿Aceptarías mi invitación?" -

- "Gracias, Kagewaki-sama" - le dijo Miko mirando a cualquier parte que no fuese el rostro de Naraku - "Pero creo que prefiero quedarme aquí" -

- "¿Estás segura?" - le preguntó Naraku mientras empezaba a tentarla para que fuera con él - "Es altamente probable que hayan más bandidos en la zona; y el bosque también está lleno de bestias salvajes y de youkai… ¿Aun así deseas quedarte aquí?" -

Miko lo pensó por un momento: si se quedaba en ese sitio, sería muy probable que terminase muerta, o que los bandidos se la llevaran y terminase siendo esclava de ellos o vendida. Tampoco esperaba que nadie estuviese buscándola o que la salvasen si se metía en dificultades.

- "Tiene razón... Realmente no confío en usted... Pero iré con usted..." - dijo Miko mientras tragaba saliva.

- "Oh, no me molesta. Por favor sígueme; y te llevaré a la tierra que gobierno" - le dijo a Miko mientras comenzaba a guiarla.

- 'Que sencillo. Pero será aún más fácil extraer sus poderes espirituales si la rompo mentalmente primero... Entre más sufra cuando yo destruya una ilusión que crearé para que la disfrute, mejor será para nosotros' - pensó a Naraku mientras miraba a la niña que lo seguía con una expresión de seriedad en el rostro.

- "¡No! ¡Empecé a sentir el olor de Naraku!" - gritó Inuyasha de repente mientras se ponía a la cabeza del grupo y comenzaba a correr en la dirección de la que provenía el olor.

- "¡No hay duda alguna! ¡Comencé a sentir su energía demoníaca a toda su intensidad!" - dijo Miroku sorprendido cuando notó que los efectos del fuyouheki ya no estaban activos.

- "¡Démonos prisa! ¡Si no, Miko va a...!" - dijo Sango asustada mientras apresuraba el paso.

Entonces, una gran cantidad del veneno de Naraku comenzó a salir disparada desde el bosque, la cual todos pudieron ver a lo lejos...

- "¡Maldicion, parece que ya es demasiado tarde!" - dijo Gerardo apretando los dientes.

- "¿¡Por qué tuvo que aparecer ese bastardo en este momento!?" - dijo Inuyasha amargamente mientras saltaba por encima de los árboles para ver hacia dónde se dirigía Naraku. Mientras se elevaba, se dirigió a los demás - "¡No lo pierdan de vista!" -

- "¡Entendido!" - dijeron los otros. Cuando Inuyasha hubo aterrizado de nuevo, se subió a Kagome a su espalda mientras que Sango, Miroku y Shippou montaron en Kirara. Gerardo y Gabriela invocaron sus armaduras, y mientras Inuyasha y Kagome avanzaban saltando de árbol en árbol, los otros volaron por el cielo para seguir a Naraku. Finalmente, la nube de veneno se detuvo sobre una meseta cercana a la montaña a la que se habían estado dirigiendo antes de que comenzase todo esto.

Mientras tanto…

- "Pequeña, hemos llegado" - dijo Naraku gentilmente.

Miko pensó que habían hecho el viaje a pie todo el tiempo, pero en realidad habían estado volando rodeados por el veneno de Naraku. Esto fue porque Naraku puso una ilusión sobre sus ojos, así que ella no tenía idea de que pasaba en realidad. De acuerdo a lo que ella veía, se encontraban en una aldea muy activa.

- "Puedes quedarte aquí si lo deseas" - prosiguió Naraku - "Estoy seguro de que serías muy feliz aquí" -

- "Sí... Supongo que me quedaré aquí..." - respondió Miko con una voz soñadora y complacida. Sus ojos se habían nublado.

- "Oh, por cierto" - le dijo Naraku antes de alejarse - "Me temo que harías bien en dejar esos zori, tabi, arco y carcaj aquí. Puede que tengas poder espiritual, pero no eres una sacerdotisa completa ni tampoco estás relacionada con una, sin mencionar que tampoco eres un miembro de la nobleza, así que no quiero que los demás aldeanos empiecen a sentir envidia de ti por esos objetos" -

- "Está bien..." - dijo mientras obedientemente se quitaba el arco y el carcaj de su espalda, y se quitaba las zori y tabi de los pies para dárselos a Naraku.

- "Muy bien, te llevaré a una cabaña para que tengas donde quedarte" - le dijo mientras la acompañaba a la cabaña más cercana - "Aquí es donde viven mis sirvientes, así que creo que te llevarás muy bien con ellos" -

- "Sí, muchas gracias" - dijo Miko con una sonrisa. Naraku luego la ayudó a presentarse ante el resto de los siervos - "Mi nombre es Miko... Es un placer..." -

Los otros aldeanos le dieron la bienvenida y le ofrecieron un bol de estofado que estaban cocinando, mientras Naraku observaba algo sorprendido el comportamiento de Miko: demasiado bueno para una niña de su edad.

Después de eso, Miko se pasó el día haciéndose amiga de los niños de la aldea y ayudando en los quehaceres del palacio. Aunque fue muy atareado para ella, al parecer, había encontrado un lugar en el que era feliz, pero a cambio se había olvidado por completo de todo lo que le causaba tristeza... incluso de Inuyasha y los demás...

- "Esto es perfecto… solo tenemos que esperar un poco más. Cuando su felicidad llegue a su cénit, desharé la ilusión y así le extraeremos su poder" - dijo Naraku mientras reía entre dientes.

- "Hmm, interesante plan. No esperaba que usases una aldea ilusoria para romper su mente y así facilitarnos las cosas" - le dijo Tenebross mientras observaban a Miko jugando a las escondidas con los otros niños.

- "Hubiese sido mejor usar una aldea real y destruirla, pero no hay ninguna que sea tan perfecta como esta" - dijo Naraku algo irritado.

- "Hasta donde sé, la única aldea así en este mundo es Ryuusei, pero como ese cretino de Iadlast está protegiéndola, no podemos usarla para nuestros propósitos" - dijo Tenebross molesto.

Inuyasha y los demás llegaron poco después a la meseta, y se sorprendieron al ver que estaba totalmente cubierta por una barrera.

- "Me pregunto que podría haber detrás de esto..." - dijo Gerardo extrañado mientras veía la barrera con seriedad - "Sé que Naraku y Miko deben estar cerca, pero como los vimos aterrizar algo lejos de esta zona, es díficil de creer que esté allí dentro" -

- "Kagome, ¿aún no puedes sentir ninguna presencia ni nada?" - le preguntó Inuyasha preocupado.

- "No… creo que perdí todos mis poderes cuando me Miko se separó de mí" - dijo Kagome entristecida.

- "¿Y qué razón tendría Naraku para usar una barrera tan grande si él mismo no está adentro para usarla como protección?" - se preguntó Sango extrañada.

- "Quizás… no la quiere usar para protegerse… sino para ocultar algo..." - dijo Miroku pensativamente.

- "O tal vez para experimentar…" - dijo Gerardo mientras caía en la cuenta de algo, trayendo una mirada de horror a su rostro.

- "No... ¿A qué te refieres con experimentar...?" - preguntó Kagome aterrada.

- "Maldición… ¡creo que tengo una idea de lo que trama!" - exclamó Gerardo golpeándose la frente con el guantelete que llevaba en la mano - "Saben que los poderes espirituales se vuelven inestables por un shock emocional, ¿no? ¡Debe estar tratando de hacer algo dentro de la barrera que shockee a Miko tanto que le cause un colapso nervioso y así él podrá extraer sus poderes más fácilmente!" -

- "¿¡Qué!?" - gritó Inuyasha hecho una furia mientras desenvainaba a Tessaiga al instante y la convertía en su forma enrojecida - "¡Debemos entrar de inmediato entonces!" -

- "¡De acuerdo, así que comencemos de una vez! Alt tok nulast tast maha ika!" - dijo Gerardo preparando su habilidad Dragon Dispel - "Esta barrera debe ser más resistente que las anteriores que hemos visto, así que debemos utilizar nuestros poderes al máximo" -

Mientras tanto, Miko estaba pasando los momentos más felices de su vida: todo mundo la quería, todos la trataban con respeto y todos reconocían su existencia… pero en un segundo, todos y toda la aldea se desvanecieron, quedando nada más una meseta estéril y rodeada de oscuridad, de forma que no se podía ver el cielo ni los alrededores.

- "¿Qué…? ¿Qué pasó aquí?" - preguntó Miko cuando la ilusión se desvaneció.

- "Mocosa estúpida… ¿De verdad creíste que todo eso era real?" - dijo la voz de Naraku burlonamente - "¡Desengáñate! ¡Ese lugar es tan inexistente como tú!" -

- "No… no… ¡NOOO!" - gritó Miko mientras comenzaba a llorar y se sujetaba la cabeza con ambas manos... hasta que después colapsó sobre el suelo por la tristeza. Su mente ya había llegado al límite de la angustia que podía manejar...

Naraku la tomó y la colocó sobre un círculo mágico, dejándola tendida al lado del cuerpo de Kagome. Encima de ellas, estaban suspendidos en el aire algunos Fragmentos de Sombras y la casi-completada Perla de Shikon que Naraku tenía en sus manos. Entonces, Tenebross empezó a recitar un canto horrible:

- "Zyacc Ikuak… ah... Bioucoulla, Phinamcou… CouliaZa Hilla... CellarZa Qaiz Leiya Pawatz Ical… Phaph JeiliAria Lyachhyzat Rakileimzat..." - mientras cantaba, empezó a salir un pequeño flujo de energía azul y rosa del cuerpo de Kagome y de Miko, el cual poco a poco fue aumentando de tamaño conforme fluía hacia los Fragmentos y la Perla. Conforme la energía fluía hacia ellos, los fragmentos comenzaban a emitir un brillo maligno y la Perla comenzaba a oscurecerse, mientras la sombra de Tenebross comenzaba a salirse del espejo en el cual estaba sellado...

Pero entonces se escuchó un fuerte estruendo similar al de una hoja de vidrio rompiéndose.

- "¡Miko!" - gritó Inuyasha.

- "Maldición, ¿¡por qué tuvieron que llegar justo ahora!?" - dijo Naraku mientras levantaba una mano - "¡Douin, te invoco en nombre de tu amo!" -

Un círculo amarillo apareció ante él, del cual salió un demonio con la forma de un hombre topo con enormes garras. Estaba cubierto por una armadura amarillo oscuro y tenía sus garras recubiertas de acero.

- "Naraku, como puedo ver Lord Tenebross te permitió invocarme si estaba ocupado con la extracción de los poderes de la chica... Aunque eres un total fracaso por no poder llamarme con el conjuro Dragoniano apropiado..." - dijo el demonio en tono de burla.

- "Guárdate tus quejas. Ahora ve y cumple tu trabajo de guardián. ¡No permitas que se lleven a esas chicas!" - dijo Naraku enfadado.

- "Lo sé" - dijo Douin mientras se estiraba como preparativo para pelear. Inuyasha y los demás penetraron el área que estaba protegida por la barrera y miraron en todas direcciones en busca de Miko.

- "¿Dónde estará Miko?" - preguntó Gerardo mirando hacia todas partes con la guardia en alto.

- "¡Miren allá!" - exclamó Shippou señalando hacia un lugar en el suelo.

- "Son Miko… ¡y mi cuerpo!" - dijo Kagome desde la espalda de Inuyasha.

- "¡Y Tenebross también!" - dijo Gabriela sintiéndose inquieta por los círculos y la canción que Tenebross estaba entonando - "Parece que está haciendo algo terrible…" -

- "¡Tenemos que detenerlo!" - exclamó Gerardo cuando escuchó el horrendo canto de Tenebross y vió el flujo de energía - "¡Ya comenzó a extraerle los poderes espirituales!" -

- "¿Bueno, entonces como pelearemos?" - preguntó Miroku con seriedad - "¿Tienes alguna estrategia?" -

- "Sí: Inuyasha y yo nos encargaremos de Naraku y del monstruo que está con él, mientras ustedes detienen a Tenebross, rescatan a Miko y recuperan el cuerpo de Kagome" - dijo Gerardo. Él pensaba que como Tenebross estaría ocupado con la extracción y que Gabriela obtendría un considerable aumento para sus poderes debido a la gran cantidad de luz del sol que entraba al área gracias al boquete que habían abierto en la barrera, sería más sencillo para ellos el salvar a Miko.

- "¡Entendido!" - dijeron todos para indicar su conformidad con el plan.

- "¿Y yo que haré?" - preguntó Kagome angustiada - "Realmente no puedo pelear así..." -

- "Ve con ellos y trata de no separarte de los demás. Aunque no tengas tus poderes ahora mismo, tampoco podemos permitir que te lleven de nuevo" - le dijo Gerardo. Kagome asintió en señal de respuesta y se quedó al lado de Miroku. Luego se dividieron y comenzaron a pelear.

- "¡Naraku!"- gritó Inuyasha iracundo - "¡Es hora de que saldemos cuentas!" -

- "Este día no Inuyasha, pero dejaré un regalito para que tú y tus amigos se entretengan un poco, que ahora estoy muy ocupado" - dijo Naraku mientras reía de forma enfermiza para luego volverse una nube de veneno y huir. Luego, Douin los embistió y empezó a atacarlos.

- "Mierda, un demonio elemental de Tierra… ¡Inuyasha, no lo pierdas de vista! ¡Si se entierra, podría atacarnos desde abajo!" - le advirtió Gerardo.

- "¡Lo sé! ¡No le dejaré que se sumerja en el suelo!" - le exclamó Inuyasha furiosamente. Le arrojó un Kaze no Kizu, pero Douin lo esquivó haciéndose a un lado rápidamente.

- "¡Maldición, es muy rápido para su elemento y tamaño!" - dijo Gerardo mientras se preparaba para usar una de sus habilidades - "Watsa ya hydrast xyaza cezet paewat ika, yst hakisa tastsaks ika... Water's Scar!" -

La onda azul también falló en darle a su blanco, ya que Douin saltó en el aire y se enterró en el suelo antes de que hiciese contacto.

- "¡No!" - gritaron ambos a la vez mientras un grupo de pilares de piedra comenzaban a salir del suelo y se lanzaban contra ellos.

- "¡Maldición...!" - dijo Inuyasha mientras ambos hacían todo lo que podían para esquivar los ataques.

Mientras tanto, Tenebross tuvo que interrumpir su canción para esquivar una flecha de luz que Gabriela le acababa de lanzar.

- "¡Está vez no fallaré!" - dijo Gabriela preparando otra flecha y cargándola con su energía - "Ikuyu poak lay lusya wiras sos couyuu, yst sos royawfle hakaisa tast ika..." -

- "Maldición, tuvieron que interrumpirme en este momento, cuando la canción estaba en su fase más importante…" - dijo mientras se encerraba en su espejo para hacerlo levitar, dejando sólo su cabeza afuera.

- "¡No saldrás de aquí!" - dijo Miroku mientras le lanzaba una ofuda en la frente a Tenebross. Se pegó a su cabeza y lo hizo chillar de dolor.

- "Aún no tengo suficiente poder para resistir esto…" - dijo mientras invocaba flamas negras para quemar la ofuda; y luego comenzó a reunir sombras dentro de su espejo -"Ikuyu poak pinamsaimat, nutzagathea hag xi, yst fuzallea tast paewat sos eols ika! Shadow Cannon!" -

Lanzó un gran rayo de sombras en dirección hacia Gabriela, así que Sango tuvo que tomarla del brazo y halarla para evitar que la golpeara. Rodaron un poco sobre el suelo rocoso, lo cual les causó algunos rasguños, pero quedaron ilesas aparte de eso.

- "¿Te encuentras bien?" - le preguntó Sango.

- "Sí, estoy bien, pero… ¡Cuidado!" - le dijo Gabriela señalando hacia arriba, y se apartaron justo a tiempo para evitar una lluvia de púas negras que Tenebross les acababa de lanzar.

- "¡Esa cosa no sabe pelear limpio!" - dijo Shippou desde la espalda de Miroku.

- "Tsk, tsk... ¿Y quién dijo que nosotros las Voluntades malignas tenemos que pelear según sus patéticas reglas, kitsune?" - le dijo Tenebross burlonamente.

- "¡Argh! ¡Como me haces enfadar!" - dijo Shippou saltando desde la espalda de Miroku

- "¡Shippou, no!" - dijo Miroku tratando de detenerlo, pero fue en vano.

-"¡Kitsune-baku!" - gritó Shippou tratando de usar el mismo ataque que había usado de adulto durante la Compresión del Tiempo. Sin embargo, sólo terminó sacando su kitsune-bi normal, el cual ni siquiera chamuscó a Tenebross.

- "Tonto… ¿ese es todo tu poder? ¡Qué patético!" - dijo Tenebross mientras se reía - "Watsa ya Oira dea Pinamsaimat yst Biocrast toi, nila koulltam! Shadow Hand!" -

Varias sombras se reunieron a los pies de Shippou y tomaron la forma de una gran garra.

- "¡Aaagh!" - gritó Shippou mientras la garra lo tomaba y comenzaba a azotarlo contra el suelo.

Mientras tanto, Douin había atrapado a Gerardo entre varios pilares de piedra y estaba continuamente lanzándolo contra ellos. Había recibido tantos impactos por esos ataques que su armadura estaba cubierta de grietas y su rostro de moretones y cortes sangrantes. Inuyasha por otra parte estaba tirado en el suelo cubierto de magulladuras causadas por una azotada similar.

- "Ahaha, parece que no eres la gran cosa para ser el favorito de Iadlast, ¿eh?" - dijo Douin burlándose de Gerardo cuando por fin emergió de la tierra.

- "Te cerraré el pico..." - dijo Gerardo irritado mientras yacía en el suelo extremadamente debilitado. Cerró lo ojos y comenzó a cantar - "Ochis meya hydrast dragyuu toi hilsec tast ika..." -

- "Eres un idiota si planeas curarte en este punto" - le dijo Douin preparándose para hacerlo añicos con sus garras.

- "...Healing Water... ¿Y quién dijo que la estaba ejecutando para mí?" - sonrió Gerardo triunfante - "¡Inuyasha, ahora!" -

- "¿¡Qué!?" - gritó Douin mientras recibía un Kaze no Kizu desde la derecha. Cayó al suelo despatarrado.

- "Keh, por lo visto no tiene mucho cerebro" - dijo Inuyasha mientras comenzaba a cortar los pilares de piedra que tenían aprisionado a Gerardo.

- "Gracias, necesitaba una mano" - dijo Gerardo mientras se ponía en pie de nuevo, aunque tenía una mano apoyada sobre el pecho por el dolor y le costaba trabajo respirar.

- "¿No deberías curarte a ti mismo?" - le dijo Inuyasha con una cara de seriedad - "Así no creo que estés en condiciones de continuar peleando" -

- "Déjame adivinar: no quieres que sea una carga para ti en esta batalla, ¿cierto?" - le dijo Gerardo con una sonrisa. Inuyasha le asintió sin cambiar su expresión - "No te preocupes, aún si no me curo ahora mismo, puedo seguir sin ningún problema" -

- "Keh, como quieras. Pero no me haré responsable si te mata" - dijo Inuyasha mientras se giraba y preparaba para continuar peleando, ya que Douin se estaba empezando a recuperar del Kaze no Kizu.

- "Será mejor que dejemos la charla para más tarde entonces" - dijo Gerardo cuando Douin los embistió. Cuando Douin estaba a punto de llegar a ellos, levantó una mano y gritó - "Shiazeae!"

La misma barrera de agua que había usado accidentalmente con Inuyasha hacía varios días apareció delante de él. Douin quedó paralizado a media embestida al estrellarse contra ella y su cuerpo también comenzó a volverse lodo y caerse a pedazos.

- "¡Graagh! ¡Agua no!" - gritó Douin como un desaforado, ya que todo el frente de su cuerpo empezó a convertirse en lodo por haber hecho contracto con la barrera de agua.

- "Por lo visto el agua resulta efectiva contra él" - dijo Gerardo mientras le sonreía malignamente a Douin - "No tuve oportunidad de golpearlo con mis hechizos elementales de agua debido a lo rápido que nos atacó, pero... Hehehe, vas a pagar el haberme dejado en este estado" -

- "¡Y yo te mataré por hacerme esto!" - replicó Douin furioso.

- "¿Y qué harás, montón de lodo repugnante?" - le dijo Inuyasha. Por respuesta, Douin transformó uno de sus brazos que estaban en proceso de fundirse en un martillo de lodo y lo agitó contra hacia ellos. Gerardo trató de bloquearlo con su barrera de agua de nuevo, pero esta se rompió instántaneamente al hacer contacto el martillo y mandó a ambos a volar por la fuerza del impacto. Inuyasha quedó muy lastimado, mientras que a Gerardo, cuando cayó al suelo por el impacto, se le rompieron el casco y los protectores de brazos y piernas de la armadura en pedazos.

Gerardo, al borde de la inconsciencia, tuvo que usar una canción de curación aún más poderosa para que él e Inuyasha no perdieran.

- "Alt... tok... ah... lay hydlaiar... dea biosat, baprou... hilsecalia sossaks... zarairsalia sossaks... Restorative Water..." - dijo entre jadeos y gemidos de dolor.

- "¡Mueran!" - gritó Douin luego de que hubo transformado su otra garra en un martillo y trató de aplastarlos. Sin embargo, usando las pocas fuerzas que les quedaban, se rodaron tan rápido como pudieron para esquivar los martillazos y luego, en el punto donde quedaron tirados, se materializaron dos grandes manantiales de agua, sanándoles sus heridas y restaurándoles sus fuerzas. Se pusieron en pie.

- "¡Ahh, me siento mucho mejor ahora!" - dijo Inuyasha estirándose.

- "Gracias al poder del agua..." - dijo mientras le daba las gracias a Iadlast en silencio. Luego se volteó para encarar a Douin mientras retomaba su postura de combate - "Bueno, no podemos permitirnos perder ahora..." -

- "No es necesario que lo digas" - le dijo Inuyasha retomando su postura también.

- "¡Malditos sean!" - gritó Douin mientras corría hacia ellos.

Mientras tanto, la Shadow Claw de Tenebross fue interrumpida porque una de las flechas de Gabriela impactó a Tenebross, forzándolo a anular su ataque. Shippou quedó inconsciente en el suelo y estaba teniendo dificultades para respirar.

- "¡Shippou!" - gritó Gabriela mientras los cuatro iban corriendo a verlo. Quedó muy lastimado y al parecer, la garra tenía la propiedad de envenenar al contacto, ya que el rostro de Shippou se estaba tornando verde y él estaba comenzando a asfixiarse.

- "Tengo que curarlo de inmediato…" - dijo mientras se preparaba cantar Healing Light.

- "¡No te lo permitiré!" - dijo Tenebross mientras arrojaba un montón de flechas oscuras, pero Sango las bloqueó con su Hiraikotsu.

- "¡Lo mismo digo!" - le dijo Sango mientras le arrojaba el Hiraikotsu a Tenebross, golpeándolo en la garra izquierda.

- "Ist Altyyaok ShuxuaraRa Illyusea Phaph Zyoskz Biousakatse Ical, Ist Altyyaok, Shuxuarara Phaph Kluceia Biousakatse...

Healing Light!" - dijo Gabriela mientras terminaba de cantar. Inmediatamente desaparecieron los moretones y marcas de rasguños del cuerpo de Shippou, su respiración recobró su ritmo normal y su rostro retomó su color de siempre.

- "Tus habilidades de curación son sorprendentes, Gabriela…" - le dijo Miroku al ver a Shippou después de que la sanación fue completada. Kagome asintió con una sonrisa.

- "Gracias, pero ¿no deberíamos hablar menos y ayudar más?" - preguntó Gabriela.

- "Tienes razón, será mejor que me quede aquí cuidando a Shippou con Kagome" - dijo Miroku mientras se acercaba al pequeño kitsune y ponía una barrera espiritual alrededor de ellos, mientras Kagome se sentaba a su lado - "Tus poderes son más efectivos contra él"-

- "Está bien, y por favor asegúrate de proteger bien a Kagome, ¿de acuerdo?" - dijo Gabriela mostrándose algo molesta con él.

- "De… de acuerdo" - le dijo nerviosamente.

- "¡Ten cuidado!" - dijo Kagome. Gabriela miró a su alrededor, y recordando todo lo que Tenebross los había hecho pasar hasta ahora, se enfureció tanto que se concentró en una sola idea: derrotarlo sin importar lo que pasara.

- "Zyacc Wasryats, ah... Leiya Repushial Illyusea, Vaplu, SatplSa Bieccelle Zosph Uira Pawatz, Oli KiabzeSa Zosph, Pawatz Dea Draggyach! Illyusea Pawatz! Half-dragon!" - gritó mientras sacaba la llave de su medallón, la insertaba en la cerradura de la parte de atrás y le daba una vuelta hacia la izquierda.

Cuando la transformación se completó, ella salió de la esfera blanca como una adolescente de la edad de Sango, pero su cabello se volvió violeta y sus brazos, piernas y cintura fueron reemplazados por las partes equivalentes de un dragón blanco. Sus ojos se volvieron blancos, le habían salido cuernos encima de las orejas y le habían nacido alas y una cola por detrás. Marcas con aspecto de runas aparecieron debajo de sus ojos y una esfera blanca con una luna en cuarto creciente dentro le aparecieron en la frente. Portaba el peto y hombreras de su armadura y llevaba lo que parecía ser la parte superior de su kimono debajo de ella, el cual le llegaba hasta las rodillas.

- "Alt tok lay lusya, baprou, gaivz tast pawatz sos oira ika! Light Claw!" - dijo mientras se lanzaba contra Tenebross y lo acuchillaba dos veces con sus resplandecientes garras blancas. Tenebross trató de esquivarla, pero no pudo hacer nada por la velocidad a la que ella se movía. Comenzó a gritar fuertemente cuando lo golpeó.

Luego, su cuerpo sombrío empezó a volverse transparente...

- "Maldición… ya estoy llegando al límite de mis fuerzas… si me quedo más tiempo peleando aquí… y si me llega a alcanzar otro de sus ataques de Luz… será mejor que me retire por ahora…" - dijo mientras se encerraba otra vez en su espejo - "Pero no importa… pudimos hallar el Fragmento de Sombras que estaba en esta área y pude contaminar un poco los que teníamos junto con la dichosa Perla de Naraku… Mwahahaha… Al menos no fue una pérdida total…" -

- "¡No irás a ninguna parte!" - dijo Gabriela mientras comenzaba a cargar energía para un rayo plateado.

- "Lo siento, dragona de la Luz, pero ya no puedo quedarme a jugar contigo más tiempo… Nos volveremos a ver después… kukukuku…" - dijo Tenebross riéndose siniestramente mientras su espejo se elevaba y se desvanecía en el aire. Los restos de la barrera que rodeaban el lugar se disiparon por completo entonces.

Mientras tanto, Gerardo e Inuyasha notaron la desaparición de la barrera al igual que Douin. De inmediato supieron que eso había sido porque Tenebross había sido vencido o había huído.

- "Lord Tenebross… imposible... ¿lo vencieron?" - dijo Douin mientras seguía peleando con los dos chicos.

- "Parece que Gaby y los demás lo lograron" - dijo Gerardo empezando a animarse.

- "¡Bien! ¡Entonces no podemos dejar que este bastardo nos derrote!" - dijo Inuyasha mientras alzaba a Tessaiga - "¡Kaze no Kizu!" -

- "Ist Garrse, ah... Leiya Iadlast, VulualwaeSa Zosph Wihatslag, Oli Quieralm Zosph Valzat... Water Charge!" - gritó Gerardo mientras volaba frente al Kaze no Kizu y arremolinaba el agua que tenía detrás de sí con la onda de energía de Inuyasha: al parecer, ya habían creado otra técnica de combinación -"Spiraling Twister!" -

Gerardo empezó a girar en el centro de las ondas del Kaze no Kizu, usando el agua que lo rodeaba como barrera para entonces combinar el poder de ambos ataques y embestir a Douin con su espada y la energía combinada. Entonces, la energía sobrante del Kaze no Kizu lo siguió y terminó el trabajo. Douin quedó tirado en el suelo por el ataque.

- "Lord Tenebross… le he… fallado…" - dijo su cuerpo se disolvía en la tierra, dejando sólo un Fragmento de Sombras en su lugar.

- "¡Bien, lo logramos!" - dijo Inuyasha mientras Gerardo caía al suelo de rodillas jadeando y los restos de su armadura se desvanecían.

- "Nos costó trabajo, pero lo conseguimos" - dijo Gerardo mientras le sonreía a Inuyasha, habiendo clavado su espada en el suelo para poder sostenerse - "¿Vamos a revisar cómo están los demás?" -

- "Sí, espero que no les haya pasado nada"- dijo Inuyasha mientras veía como Gerardo estaba usando su Healing Water para recuperar una pequeña parte de sus fuerzas - "¿Puedes caminar por ti mismo?"-

- "Sí, gracias a que me acabo de curar algunas heridas" - dijo Gerardo poniéndose en pie - "Solo dame un momento…" -

Después de que Gerardo recogió el Fragmento de Sombras y lo puso en una Bolsa de Luz, corrieron para ir a ver a los demás. No hace falta decir que estuvieron sorprendidos al ver a Gabriela transformada en su forma de Semidragón.

- "¿¡Ya alcanzaste ese nivel!?" - preguntó Gerardo con los ojos como platos.

- "Sip. Sólo hice esto porque me enfurecí con Tenebross…" - dijo ella; y entonces comenzó a brillar y regresó a su aspecto normal después de algunos segundos - "Uh, parece que ya gasté todas mis energías…" -

- "Y ustedes dos sí que terminaron apaleados, ¿eh?" - dijo Shippou observando las heridas que Gerardo e Inuyasha tenían.

- "Sí, vaya que fue un adversario difícil" - dijo Gerardo poniendo su mano detrás de su cabeza.

- "Uhh... Gerar... ¿no usaste tu forma de Semidragón?" - le preguntó Gabriela preocupada.

- "Ugh... no, no la usé..." - dijo Gerardo sintiendo como se le iba toda la sangre de la cabeza - '¿¡Como fui tan estúpido como para no pensar en eso!?' -

- "Bueno, no importa... ¿pero al menos usaste las alas de tu armadura para sacar ventaja?" - le preguntó Gabriela.

- "No pensé ... en eso tampoco ..." - respondió él mientras bajaba la mirada - 'Maldición... tiene razón. La batalla habría sido más corta y no hubiéramos resultado tan gravemente heridos si hubiera hecho eso...' -

- "Mi respeto por él se ha reducido mucho ..." - dijo Shippou decepcionado.

- "Tú ..." - dijo Inuyasha enojado mientras crujía sus nudillos.

Gerardo cayó en un rincón de depresión.

- "Soy inútil... soy un idiota... no puedo hacer nada sin cometer errores estúpidos..." - dijo mientras permanecía acurrucado en él y dibujaba círculos con el dedo en el suelo.

- "Oh, vamos; ¡no exageres!" - dijo Kagome riendo.

- "¡Cierto, Gerar! ¡Sal de eso!" - dijo Gabriela mientras saltaba hacia él para sacar a Gerardo de su pequeña depresión. Sango, Shippo y Kagome se rieron al ver esta pequeña escena.

- "Bueno, solo necesitamos despertar a Miko ahora para dejar este lugar..." - dijo Miroku cuando el pequeño acto de comedia había terminado - "Pero... ¿cómo deberíamos hablar con ella?" -

- "Va a ser difícil... no sería extraño que quisiera seguir huyendo de nosotros..." - dijo Gerardo mientras él y los demás se acercaban a ella y la miraban con tristeza.

En ese momento, Miko se despertó y se sobresaltó debido a que tenía el cuerpo de Kagome a su lado y al resto del grupo frente a ella.

- "Qué... ¿¡qué hacen aquí!?" - les preguntó asustada mientras se ponía de pie de un salto y rodeaba su cuerpo con sus brazos.

- "Miko, por favor... escúchanos primero..." - suplicó Sango - "No interferiremos si quieres que te dejemos en paz, pero... es importante que escuches lo que queremos decirte primero..." -

- "P-pero... ¿No necesitaban que desapareciera para que Kagome volviera a la normalidad?" - dijo Miko temblando mientras comenzaba a derramar lágrimas nuevamente.

- "Nunca dijimos eso..." - dijo Kagome mientras comenzaba a llorar de nuevo.

- "Y mejor cállate y escucha" - dijo Inuyasha. Su falta de tacto estaba saliendo a la luz nuevamente, pero no podía soportar verlas a ella y a Kagome llorando - "O lo lamentarás..." -

Miko se calló y se sentó en el suelo. Ella dejó de sollozar, pero parecía que era más como si estuviera conteniendo las lágrimas.

- 'No puede ser más brusco... no debería haberlo dicho así...' - pensó Sango mientras miraba a Inuyasha irritada, quien solo se dio la vuelta.

- "Déjenme intentar arreglar mi error..." - dijo Gerardo mirando a los demás con arrenpentimiento, y luego se volvió hacia Miko - "Miko... lo siento por decir que no eras real... eres una persona real, y existes dentro de Kagome... "-

- "¿Eh? Qué quieres decir?" - preguntó Miko confundida - "¿Es posible existir dentro de otra persona?" -

- "Eso significa que incluso si no tienes un cuerpo real, tienes una conciencia y una personalidad propias, separadas de Kagome, incluso si vives dentro de su mente" - explicó Gerardo.

- "Eso es cierto... es por eso que decidí beber el agua sin usar el medallón que restaura mis recuerdos..." - dijo Kagome con los ojos llenos de lágrimas - "Fue para que pudieras salir y disfrutar del mundo por un rato... Y además, siempre pude sentir tu presencia dentro de mí... "-

- "Ella también quería hacerte salir ayer para que pudieras jugar un poco, pero se habría vuelto muy complicado debido a muchas cosas, y por eso al final decidió no hacerlo" - agregó Gabriela con una sonrisa.

- "Pero... ¿no iba a desaparecer si volvía a ella?" - preguntó Miko asustada.

- "No lo creo. Si tu personalidad estuvo latente dentro de Kagome todo este tiempo, seguirá siendo así cuando vuelvas a ella" - dijo Gerardo con voz resuelta.

- "Y además, ¿qué prefieres?" - preguntó Gabriela - "¿Continuar perdida en este mundo, sin ningún lugar donde puedas ir, o quedarte con nosotros? Somos tus amigos, ¿recuerdas? Siempre querremos tenerte con nosotros" -

- "Nunca querríamos hacer algo que te lastime, Miko" - dijo Shippou triste - "Por favor, vuelve..." -

- "Pero no puedo obligarte a elegir..." - dijo Kagome sonriendo - "Así que te dejaré decidir lo que harás, y te apoyaré independientemente de lo que sea" -

- "Está bien, gracias..." - dijo Miko mientras se alejaba un poco para pensarlo. Se detuvo en el borde de la meseta mirando el paisaje: un gran bosque que terminaba en una llanura que se extendía hasta el horizonte, y un poco hacia el este, podía ver la aldea de Kaede a lo lejos.

- 'Miko, por favor... elige lo que sientas que te hará más feliz... lo que realmente quieras hacer...' - pensó Kagome mientras la miraba. Los otros hicieron lo mismo y permanecieron en silencio.

Después de unos minutos, Miko asintió para sí misma y volvió a los demás para decirles lo que decidió:

- "He tomado una decisión..." - dijo Miko con una cara seria, que luego cambió a una sonrisa - "¡Me quedaré con ustedes!" -

Inmediatamente, todos se llenaron de alegría y se chocaron entre sí en un intento de abrazarla en grupo, durante el cual todos lloraron de felicidad por ella. Después de que las emociones se calmaron un poco y se separaron, Gerardo caminó hacia ella con algunos objetos en sus manos.

- "Por cierto, creo que perdiste esto" - dijo Gerardo mientras le devolvía el arco, el carcaj, las zori y las tabi que Naraku le había quitado - "Naraku los dejó caer mientras huía" -

- "¡Gracias! Pero, ¿Naraku era ese hombre alto y de cabello negro que se hacía llamar Kagewaki?" - preguntó Miko mientras volvía a ponerse las zori y las tabi, y le daba el carcaj y el arco a Sango.

- "Sí. Es un youkai malvado que ha engañado y manipulado a las personas para que les ayuden con sus trucos sucios, y nos ha hecho cosas terribles a todos" - dijo Sango.

- "Qué ruin..." - dijo Miko mientras hacía un puchero enojada antes de cerrar sus manos en puños y mover sus brazos hacia abajo - "¡Entonces, tengo que ayudarles a derrotarlo! ¡No puedo quedarme quieta mientras luchan contra ese malvado!" -

- "Me alegra oírte decir eso, y gracias..." - dijo Kagome mientras se acercaba a su cuerpo y sacaba su mochila de su Dragtemn para sacar su medallón de memoria. Lo encontró roto por la mitad, pero no se sorprendió cuando lo vio, ya que tenía la sensación de que algo así habría sucedido cuando se separaron. Luego agarró ambas piezas y le dio una a Miko: "Miko... juntemos las dos mitades de este medallón y hagamos que simbolice los lazos que compartimos... ya que las dos somos como hermanas... las dos partes que forman quien somos…" -

Miko asintió con una sonrisa. Luego juntaron las dos mitades del medallón, y cuando hicieron contacto, el medallón comenzó a brillar. Una vez que el brillo se apagó, el medallón volvió a estar entero, pero ahora era diferente: la esmeralda en su centro tomó la forma de una aguja y aparecieron seis inscripciones a su alrededor, dándole una apariencia similar a un dial. Las inscripciones decían lo siguiente, en sentido de las agujas del reloj y comenzando donde un reloj marcaría las doce: かごめ (Kagome), みこ (Miko), 別 (Separación), 封印 (Sello), 封印解除 (Remover Sello) y 特別(Separación especial).

- "Qué extraño ..." - dijo Kagome mientras miraba el medallón con los ojos muy abiertos - "Tiene nuestros nombres en él, y muchas otras cosas" -

Mientras lo revisaban, la parte que leía Sello de las inscripciones cambió a 記憶封印 (Sello de Memoria).

- "Parece que ese medallón es más que un restaurador de memoria ahora" - dijo Gerardo mientras él y los demás lo miraban sorprendidos.

- "Nos preocuparemos por eso más tarde" - resopló Inuyasha aburrido, para luego mirar a Kagome y Miko con una cara preocupada - "Kagome... tú y Miko deberían volver a tu cuerpo ahora" -

- "Tienes razón... Miko, ¿estás lista para volver?" - preguntó Kagome suavemente después de que ella puso el medallón alrededor del cuello de su cuerpo.

- "Sí... onee-san" - dijo Miko sonriendo mientras ambas se tomaban de las manos, durante lo cual Kagome sintió una pizca de felicidad cuando Miko la llamó de la manera que lo hizo. Luego tocaron el cuerpo de Kagome al mismo tiempo. Al hacer esto, ambas se convirtieron en estelas de luz azul y rosa, que volaron encima del cuerpo por unos instantes antes de entrar a él. Entonces, Kagome abrió sus ojos.

- "¿Estás bien?" - preguntó preocupado Gerardo.

- "¿¡No te pasó nada!?" - preguntó Inuyasha mientras los demás la miraban expectantes.

- "No, estoy bien" - dijo Kagome sonriendo mientras se levantaba, a lo que los demás suspiraron y sonrieron aliviados en respuesta - "Pero me siento un poco extraña..." -

- "Lo mismo va para mí, onee-san..." - dijo la voz de Miko. Todos se asustaron y comenzaron a mirar frenéticamente a su alrededor.

- "¿¡Miko!?" - preguntó Inuyasha - "¿¡Dónde estás!?" -

- "Estoy aquí, al lado de onee-san..." - dijo Miko mientras un pequeño fantasma con su forma apareció junto a Kagome con una sonrisa en su rostro.

- "¿Ahora puedes hablar y podemos verte a pesar de que estás dentro de la mente de Kagome-sama?" - preguntó Miroku asombrado.

- "Parece que sí, y es muy raro... pero, onee-san..." - dijo Miko mientras cerraba los ojos y sonreía. Luego abrió los ojos y exclamó alegremente - "¡Puedo verlos! ¡Puedo ver todos tus recuerdos...! Mi... no, nuestra familia... nuestros viajes... ¡puedo ver todo lo que has vivido hasta ahora!" -

- "¿Qué? ¿Pero cómo?" - preguntó Kagome sorprendida, ya que Miko no podía ver ninguno de sus recuerdos antes.

- "Es por el medallón... ese medallón que tienes... se llama Medallón del Vínculo..." - dijo la voz de Iadlast desde el cielo. Luego apareció acompañado de Illyusea delante de ellos.

- "¡Lord Iadlast, Lord Illyusea!" - dijeron Gerardo y Gabriela mientras ambos se arrodillaban ante ellos - "¡No esperábamos verlos aquí!" -

- "Vinimos para felicitartarlos a ti y a tu hermana por haber alcanzado el nivel de Semidragón, y para explicarles sobre el medallón que lleva su amiga..." - dijo Illyusea.

- "Dijo que se llamaba Medallón del Vínculo, ¿cierto? ¿Iadlast-sama?" - preguntó Miroku mientras él y los demás se sentaban.

- "Eso es correcto. Tiene ese nombre debido a que ese medallón tiene el poder de crear un vínculo entre las almas y las personalidades cuando una persona tiene más de una habitando dentro de sí" - dijo Iadlast - "Es por eso que Miko es ahora como un fantasma flotando al lado de Kagome, y es debido a ese mismo poder que se pudo establecer una conexión entre ustedes que les permite a las dos compartir recuerdos entre sí"-

- "Pero... ¿por qué se crearon estos medallones en primer lugar?" - preguntó Kagome.

- "Si alguna vez vienen a Dragonia, se los mostraremos..." - dijo Illyusea con voz misteriosa.

- "Está bien, está bien... pero ¿cómo funciona?" - preguntó Inuyasha.

- "Es muy simple. Kagome, ¿podrías cambiar la aguja de esmeralda a la segunda posición?" - preguntó Iadlast.

- "Está bien" - dijo Kagome mientras movía la aguja a la posición en la que estaba escrito el nombre de Miko y comenzó a brillar. Al instante siguiente ella era el fantasma mientras que Miko era la sólida.

- "Whoa, ¿qué pasó?" - preguntó Miko sorprendida mientras se miraba las manos.

- "El medallón les permite cambiar de una personalidad a otra cuando lo deseen, por lo que ya no necesitas beber el Agua del Reinicio para que Miko salga" - dijo Illyusea mientras Miko se regocijaba y Kagome suspiró aliviada - "Y ese no es su único uso... prueba la siguiente posición"-

Trasladaron la aguja al marcador de Separación, y al siguiente instante, tanto Kagome como Miko estaban sólidas. Sin embargo, esta vez Kagome terminó con su edad reducida a la misma que tenía Miko y estaba usando exactamente la misma ropa que tenía cuando fue expulsada de su cuerpo. Ambas llevaban una copia del medallón en el cuello.

- "Esta otra posición divide sus almas y tu cuerpo, por lo que la de mayor edad perderá parte de su edad para darle una forma física a la menor. Y como has visto, no tienen que preocuparte por la ropa, ya que el medallón recuerda la ropa que usaste por última vez cuando cambiaste de forma "- dijo Iadlast -" Sin embargo, no aconsejo usar la posición de Sellado por ahora... "-

- "¿Por qué? ¿Qué pasaría si lo hicieran?" - preguntó Gabriela.

- "Si lo hacen mientras están unidas, hace que la mitad en forma espectral caiga en un sueño profundo hasta que el medallón se cambie a la posición Remover Sello, y si lo hacen cuando están separadas, sellará la memoria de quien lo cambió a esa posición" - dijo Iadlast en un tono serio - "Es por eso que aconsejo no usarla demasiado. Y de todos modos, cuando están unidas, la que está en forma espectral solo necesita dormir, ya que las otras necesidades son cubiertas por la que tiene forma física "-

- "¿Y la separación especial?" - preguntó Miko mientras revisaba el medallón.

- "Ambos pongan el medallón en esa posición, por favor" - dijo Iadlast.

Ambas hicieron lo que se les indicó, y al instante siguiente, Kagome había vuelto a su edad normal, vistiendo su uniforme escolar, aunque comenzó a sentirse cansada.

- "Como pueden ver, la separación especial les permite separarse sin que Kagome tenga que renunciar a una parte de su edad. Sin embargo, se alimenta de sus poderes espirituales a cambio de que Miko pueda tener un cuerpo físico, así que úsenlo con cuidado" - explicó Illyusea.

- "Y el medallón que su amigo Inuyasha lleva también puede tener estas funciones, ya que su alma y su mente también están divididas" - dijo Iadlast mientras miraba a Inuyasha.

- "¿¡Qué!?" - preguntó Inuyasha mientras enviaba una mirada incrédula a Iadlast.

- "Eso es correcto, ya que también bebiste el Agua del Reinicio. Para activarlo, solo tienes que hacer que el medallón de Kagome haga contacto con el tuyo" - dijo Iadlast - "Una vez que lo hagan, tu forma más joven comprenderá de inmediato lo que está sucediendo y conectará sus recuerdos con los tuyos, así que se ahorrarán el sufrimiento que tuvieron que pasar con Miko" -

Kagome volvió a poner su medallón en su posición inicial y luego caminó hacia Inuyasha. Como Inuyasha era reacio a permitirle hacer esto, tuvo que recurrir a la pequeña palabra que hizo que él y Gerardo comieran tierra, pero al final logró tocar el medallón de Inuyasha con el suyo.

Al momento siguiente, el medallón de Inuyasha brilló y tomó una forma similar a la de Kagome, la única diferencia siendo que las inscripciones para los nombres de Kagome y Miko decían en cambio 犬夜叉 (Inuyasha) y 幼い犬夜叉 (Inuyasha Niño).

- "¿Y hay alguna diferencia entre ellos para la separación especial?" - preguntó Miroku - "Como Inuyasha no tiene poderes espirituales..." -

- "Son más o menos lo mismo, excepto por el hecho de que su medallón se alimenta de su energía demoníaca para eso, por lo que tendrán que ser aún más cuidadosos. Si sus poderes se anulan por cualquier razón, comenzará a alimentarse de su fuerza vital" - dijo Illyusea - " De todos modos, esperamos que estos medallones les sean útiles de alguna manera" -

- "Y tal vez seamos capaces de otorgarles algo aún mejor la próxima vez que nos veamos" - dijo Iadlast mientras él e Illyusea se elevaban en el aire y comenzaban a brillar - "Nos encontraremos de nuevo" -

- "Traten de no esforzarse demasiado. La seguridad de los mundos es importante, pero su propia seguridad también es muy importante. Y no se preocupen por haber perdido ese Fragmento de Sombras hoy, ya que tendrán la oportunidad de recuperarlo y quitarle a Naraku y Tenebross los que tienen en su poder" - dijo Illyusea mientras él e Iadlast desaparecían - "Les deseamos buena suerte en sus viajes" -

- "Inuyasha-nii" - dijo una voz risueña junto a Inuyasha - "Esto es bastante extraño, pero en realidad también es muy divertido..." -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha mientras aparecía la forma espectral de su yo más joven - "¿¡Tú también!?" -

- "Sí, pude despertar gracias al medallón, así que creo que no tendremos ningún problema para pelear juntos ahora, ¿verdad?" - dijo el Inuyasha niño con una sonrisa.

- "Si tu lo dices, siempre y cuando no nos causes ningún problema" - dijo Inuyasha un poco molesto y avergonzado - "¿Y cómo deberíamos llamarte?" -

- "¿Eh? ¿Por qué dices eso?" - preguntó el Inuyasha niño - "¿No tenemos el mismo nombre?" -

- "¡Es exactamente por eso!" - respondió Inuyasha irritado - "¡Confundiremos a todos si lo dejamos así!" -

- "Tienes razón... entonces, ¿está bien si sólo me llaman Yasha?" - preguntó el Inuyasha niño.

- "Creo que sí... pero ¿por qué elegiste ese nombre?" - preguntó Inuyasha perplejo.

- "Bueno, soy tu yo más joven, ¿verdad? Creo que una forma más corta de nuestro nombre estaría bien para mí... y además, no quiero que nadie me llame perro..." - dijo su yo más joven - "Entonces, ¿está bien?" -

- "Sí, creo que suena bien... bienvenido al grupo, Yasha..." - dijo Inuyasha con una sonrisa. Al momento siguiente, la inscripción en la segunda posición de su medallón cambió de Inuyasha Niño a 夜叉 (Yasha).

- "Je, al menos podemos distinguirlos ahora" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "Y eso no es todo. Yasha se ve un poco más inteligente que antes" - dijo Miroku mientras miraba cuidadosamente la cara de Yasha.

- "¿Realmente lo cree, Miroku-sama?" - preguntó Yasha con una sonrisa.

- "¡Sí! Tal vez ayudarás mucho a Inuyasha mientras estés en esa forma" - dijo Sango sonriendo.

- "¡Yay! ¡Haré todo lo que pueda para ayudar!" - dijo Yasha mientras saltaba hacia arriba y abajo.

- "Creo que tendrás que hacerle caso" - dijo Sango a Inuyasha mientras se reía.

- "Lo sé..." –dijo Inuyasha exasperado.

- "Entonces, ¿volvemos a la aldea?" - preguntó Shippou al ver cómo se estaba poniendo el sol - "Ya está oscureciendo..." -

- "Es verdad. Mejor nos ponemos en marcha" - dijo Kagome para luego dirigirse a Miko - "Miko, te dejaré salir en la aldea para que puedas jugar un poco, y en cuanto volvamos a casa, te presentaré a nuestra familia, ¿de acuerdo? -

- "¡Yay! ¡Gracias, onee-san!" - dijo Miko muy contenta.

- "Está bien, ¡volvamos entonces!" - dijo Gerardo alegremente. Luego empredieron el trayecto de vuelta a la aldea.

(Fin del Capítulo)

(Ending: Emerald Green - See-Saw)