Alt tok tast vankrusga quiash ika parye, yst alt tok ualgtes tast enihy sos blog ika...
Was yea ra yorr bexm here, en Was yea wa yorr nha mea BLOG...
Estoy feliz de que hayas venido; y estaré feliz de dejarte entrar a mi blog...
xE rre yorr wLYEnEsE, en xE rre yorr aLYEuYEk mea_Eblog...
I'm happy because you came here, and I'll be happy to let you enter my blog...
ここに来てくれてありがとう。このブログに入て下さい…
iyon ih-rey-n ahih=ef yu-tey-i; soh-ne koh b-l-o-g-ny iyon=nyue-ea;;;
QuelI->{Cls(ih){EX[aw-b]->{Cls(iyon){EXaD[viez]->{koh pins};};}=>{Cls(ih){EX[aw-b]->{Cls(iyon){EXeI[etr]->{koh BLOG};}; }->ExeC->{HW};
FEL SHIRY LA WEL RORY SIO, SE WEL LE ENDY FEL BLOG...
VyyTTEE LaSSccbbtt Lleeiiih BLOG Vveeehhtt
IstAtokThafzDoneKaAlgIcal,OliIstAlttyaokThafzZosphBLOGIcalJiallXelRia...

A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.

¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!

Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs.
I hope you all have a good time reading this blog!


viernes, 19 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 12

Capítulo 12:

La Aldea Oculta de Ryuusei


(Opening: Grip!)

- "Así que dime, Tenebross... ¿quién es el incompetente ahora?" - preguntó Naraku dándose importancia.

- "Ankon fue un completo desperdicio de mi poder... ¡El muy idiota se autodestruyó sin conseguir nada!" - gruñó Tenebross - "Pero no importa... ¡para la próxima vez no enviaré a un demonio tan patético como él!" -

- "Ya veremos eso" - dijo Naraku con una sonrisa burlona recibiendo a uno de sus saimyoshou, el cual depositó tres Fragmentos de Sombras en su mano - "No fue una pérdida total, recuperamos el fragmento que llevaba Ankon; y además obtuvimos otros dos" -

Mientras tanto, Inuyasha y sus amigos estaban exhaustos: ya había llegado la mañana, pero no habían dormir bien la noche anterior. Sin embargo, continuaron a pesar del sueño y el cansancio, decidiendo que descansarían al llegar a Ryuusei.

- "Esa fue la peor noche que he pasado en mi vida..." - dijo Gerardo bostezando.

- "Sí, Gerar... Ese estúpido demonio oscuro no nos dejó dormir" - dijo Gabriela, la cual estaba más dormida que despierta, ya que daba traspiés mientras caminaba. Tanto ella como Gerardo tenían grandes ojeras.

- "¡No se desanimen, ya no debe faltar mucho para que lleguemos!" - dijo Sango tratando de animarlos.

- "Como sea..." - dijo Gerardo semidormido - "Heiwa wo shinjiteita ouji wa, nanimo kizukazu ni ita, osanai Pietro no baasudei, unmei ga ugoku..." -

- "¿Qué fue todo eso?" - preguntó Inuyasha extrañado.

- "Ups... ¿La cante en voz alta?" - se extrañó Gerardo - "Es una canción que me levanta el ánimo, pero pensé que la estaba cantando solo en mi mente..." -

- "No se escuchaba mal... Pero este no es el mejor de los momentos para cantarla" - dijo Miroku suspirando.

- "¡Pero yo quiero oírla!" - dijo Kagome emocionada.

- "¡Hey, no me dejen fuera! ¡Yo también quiero escucharla!" - dijo Shippou.

- "¡Yo también, Gerar-nii!" - dijo Rin, haciendo que Gerardo se ruborizara.

- "Y yo también..." - dijo Kaede algo avergonzada - "¿Podemos oírla después, onee-sama?" -

- "Sí, pero después" - respondió Kikyou - "¿Y de qué trata esa canción, si se puede saber?" -

- "Es parte de una historia: trata sobre un príncipe que tuvo que ir al mundo de la oscuridad para rescatar el alma de su madre de las manos de un demonio de hielo" - respondió Gerardo alegremente.

- "¡Suena genial! ¡Parece un cuento de hadas!" - dijo Kagome alegremente.

- "Y les contaré la historia en otro momento, ¿de acuerdo?" - dijo Gerardo guiñándoles un ojo.

- "¡Sí!" - dijeron todos los niños del grupo.

Al poco rato, divisaron un poco más arriba algo parecido a un muro protegiendo una aldea; y al mirarlo con más detenimiento, se dieron cuenta de que eso es lo que era.

- "¡Al fin, estamos llegando a Ryuusei!" - dijo Gerardo mientras sus ojos brillaban y salía corriendo, dejando detrás a los demás.

- "¡Oye, espéranos!" - dijeron los demás aumentando la velocidad para seguirlo.

Finalmente, después de pasar un pequeño trecho de bosque, llegaron ante una gran puerta de madera; en la cual estaban talladas las siguientes palabras:

"村へ入ります貴方は誘う
だけど、悪な人の様なを振舞おう
貴方をほうり出す"

(Invitado eres a entrar a la aldea,
Pero si mal te comportas,
Expulsado serás de aquí)

- "Tal parece que primero nos examinan o algo antes de dejarnos pasar..." - dijo Miroku examinando la escritura tan pronto como alcanzaron a Gerardo.

- "Sí, probablemente son muy xenofóbicos o algo así" - dijo Gerardo con una mirada seria.

- "Como sea. ¿Podemos entrar de una vez?" - preguntó Inuyasha irritado.

Llamaron a la puerta, pero no respondió nadie.

- "¿Qué sucede aquí?" - preguntó Sango tocando a la puerta - "¿Acaso no hay nadie allí adentro?" -

- "¡Disculpen!" - gritó Gerardo - "¡Somos unos viajeros; y hemos venido aquí buscando refugio!" -

Al poco rato se abrió una ventanilla en la mitad de la puerta, revelando un par de ojos negros. Aparentemente era un guardia.

- "¿Es verdad que sólo son viajeros?" - preguntó el guardia en un tono de desconfianza - "¿No son bandidos, soldados o youkai disfrazados?" -

- "Ciertamente somos viajeros. ¿Pero por qué nos demuestra tanta desconfianza?" - preguntó Miroku extrañado.

- "Porque hubo una gran cantidad de gente que vino a nuestra aldea a atacarla y saquearla en el pasado, y lo hicieron pidiendo refugio tal y como ustedes están haciendo en este preciso momento..." - dijo el guardia - "¡Por tanto, no les permitiremos el paso hasta que los hayamos examinado!" -

- "De acuerdo. Entonces, ¿cómo nos examinan?" - preguntó Sango.

- "Esperen aquí un momento. Iré a llamar a nuestro sacerdote..." - dijo el guardia cerrando la ventanilla.

- "Me pregunto en qué consistirá esa especie de prueba..." - dijo Kaede - "Nunca pensé que una aldea pudiera estar bajo una seguridad tan estricta..." -

- "Hay muchas cosas que no sabes de este mundo, pequeña hermana" - le dijo Kikyou. Kaede sólo la miró inquisitivamente, mientras los demás se miraron los unos a los otros con aprensión.

- "¿Será algo peligroso?" - preguntó Kagome asustada mientras se aferraba fuertemente a Inuyasha.

- "Lo sabremos cuando sea el momento..." - dijo Gerardo.

- "Gerar, deberías dejar de hacerte tanto el sabio..." - dijo Gabriela irritada.

- "Y tú deberías aprender a ser menos molesta" - dijo Gerardo entrecerrando los ojos en respuesta al comentario.

- "¡Siempre me dices lo mismo! ¡Siempre me estás regañando por eso; y ya estoy harta! ¡ABAJO!" - gritó; y tanto Gerardo como Inuyasha terminaron en el suelo.

- "¡Maldición! ¡Ya estoy harto de que estemos conectados por estos estúpidos rosarios; y que esa mocosa nos pueda decir 'abajo' cada vez que le den ganas!" - dijo Inuyasha furioso desde el suelo.

- "¡Igual yo! ¡No puedo ni siquiera reclamarle algo porque de inmediato me voy al piso!" - dijo Gerardo tan furioso como él.

- "¿Ya terminaron de jugar?" - preguntó una voz desconocida. No se habían percatado de que la puerta se había abierto; y un hombre alto, anciano y vestido con ropas de sacerdote de color marrón se había acercado a ellos flanqueado por dos guardias. Era completamente calvo, tenía un barba y bigote grises; y tenía ojos marrones en su arrugado rostro.

- "Disculpe nuestro comportamiento..." - dijo Gerardo avergonzado terriblemente mientras se paraba en posición de firme de inmediato - "¿Es usted quien nos va a probar?" -

- "Así es" - dijo uno de los guardias que lo acompañaba - "Es el sacerdote jefe de la aldea, Takurou-sama; y es el encargado de protegerla y de probar a los extraños que llegan aquí" -

- "Así que, ¿en qué consiste la prueba?" - preguntó Sango.

- "Solo miraré dentro de sus almas para ver sus verdaderas intenciones" - dijo Takurou - "Sí vinieron con buenas intenciones, los dejaremos pasar, pero sí no, tendremos que eliminarlos..." -

- "Suena bastante lógico. Así que, ¿cómo mira dentro de nuestras almas?" - preguntó Gerardo mientras varias gotas de sudor le corrían por la frente.

- "Usando ese rosario que lleva en su mano" - dijo Kikyou señalando al rosario azul que Takurou llevaba enrollado alrededor de su mano izquierda - "Eso se hace usando una técnica de reiryoku llamada Reigen. Aunque es muy inusual, ya que pocos sacerdotes o mikos pueden usarla o siquiera la conocen" -

- "Exactamente, miko-sama" - dijo Takurou haciendo una breve inclinación en dirección a ella en señal de respeto - "Veo que usted está muy bien informada. Ahora, por favor, todos cierren sus ojos para que podamos comenzar" -

Y así lo hicieron todos, incluyendo los youkai del grupo. Takurou hizo algunos movimientos con sus manos para al final desplegar el rosario frente a ellos, soltando un gran destello de luz blanca. Cuando fueron tocados por el destello, varias masas de luz amorfas surgieron al lado de cada uno, pero ninguno de ellos se percató al respecto.

Poco a poco, las masas de luz fueron tomando forma hasta que al final fueron claramente visibles. Miroku, Rin, Jaken, Shippou, Kirara y Sango no tenían nada en especial, porque las masas de luz, o mejor dicho, las proyecciones de sus almas eran simples reflejos de ellos mismos.

Sin embargo, Takurou se llevó una buena sorpresa cuando examinó las almas de los demás: las de Inuyasha y Kagome se habían dividido en dos partes, con una parte de la de Inuyasha viéndose como él estaba ahora y la otra mostrándolo a su verdadera edad, mientras que Kagome tenía una de una niña que se veía como estaba ella en ese momento pero ligeramente mayor y otra que la mostraba a su verdadera edad pero parecía tener algo similar a estática corriendo por su figura. La de Kaede era similar, aunque su alma no estaba completamente dividida: en su lugar, parecía ser que su forma actual y su forma de anciana estuviesen fusionadas y de pie la una al lado de la otra.

La de Sesshomaru mostraba su forma humana y su forma de perro demonio y la de Kikyou solo era un reflejo de ella misma, sólo que tenía un contorno mucho más grueso porque estaba formada por muchas almas. Sin embargo, las más impresionantes fueron las de Gerardo y Gabriela: sus dos partes eran un reflejo de ellos mismos y un par de impresionantes dragones, uno blanco y uno azul; y tanto Takurou como los guardias que lo acompañaban quedaron impactados cuando los vieron.

Takurou entonces notó que no parecían albergar ninguna clase de intenciones malignas o nada similar por las energías que aparentaban emitir y por ello enrolló el rosario alrededor de su mano de nuevo, haciendo que las proyecciones desapareciesen.

- "Ya pueden abrir sus ojos..." - le dijo Takurou; y todos abrieron sus ojos a la vez, sintiéndose normales, aunque algo confundidos.

- "Me siento extraño, como si algo hubiese salido de mí y hubiese vuelto a entrar..." - dijo Gerardo poniéndose una mano sobre el pecho.

- "Creo que así nos sentimos todos..." - dijo Miroku viendo a los demás.

- "Ya terminé de examinar sus almas..." - les dijo Takurou con un aspecto ligeramente conmocionado - "Y me he enterado un poco más sobre ustedes..." -

- "Entonces, ¿nos permitirá la entrada?" - preguntó Sango.

- "Sí, pude ver que la mayoría de ustedes tenían almas... muy poco comunes..." - contestó Takurou, poniéndolos nerviosos debido a que el sacerdote acababa de enterarse de algunos de sus secretos - "Sin embargo, todas son bastante bondadosas; inclusive las de los youkais y hanyous que vienen con ustedes. Por tanto, no veo razón para impedirles la entrada a nuestra aldea" -

Ante esa respuesta, la mayoría del grupo dio suspiros de alivio. Luego, los guardias les abrieron las puertas para que pudieran pasar.

- "A todos ustedes, cansados viajeros, les damos la bienvenida a nuestra aldea: ¡la Aldea Ryuusei!" - dijeron los guardias.

(BGM: Ancient's Village – Nobuo Uematsu)

- "Whoa, ¡esta aldea es muy hermosa!" - dijo Gerardo cuando la vio. Todo el lugar donde se encontraba la aldea estaba tapizado de suave hierba verde y las cabañas eran un poco más grandes que las de las otras aldeas. Más arriba, estaban los campos de cultivo, junto a unas grandes cabañas y un poco más adelante, estaba un gran y hermoso palacio. Y justo al borde de la aldea, corría un río, donde las mujeres y las muchachas estaban ocupadas haciendo la lavandería.

- "Estoy de acuerdo con que este lugar es precioso... no me sorprende que le digan el mejor lugar para vivir" - dijo Sango con una sonrisa.

- "Sí, tiene cosas muy hermosas..." - dijo Miroku tratando de acercarse a las chicas, pero Sango de inmediato lo detuvo.

- "¿A dónde cree que va, Houshi-sama?" - preguntó Sango con un dejo de furia bastante evidente en su voz.

- "Ehhh... a ningún lugar... Sango" - dijo Miroku mientras reía nerviosamente.

- "Keh... Tal parece que jamás aprenderá la lección" - resopló Inuyasha.

- "¿Miroku-sama siempre ha sido así?" - preguntó Kagome algo preocupada.

- "Sí, por desgracia" - respondió Shippou - "Es un mujeriego, a pesar de que ya prometió casarse con Sango" -

- "Shippou, ¿alguna vez has oído que esta clase de cosas no es algo que le puedas mencionar a otros niños?" - preguntó Gerardo molesto.

- "Ups... perdón" - dijo Shippou mientras mostraba una sonrisa tonta.

- "Ya es muy tarde, de todas formas" - dijo Gabriela mirando hacia el suelo y negando con la cabeza.

{Fin BGM}

- "¡Hey!" - se escucharon unos gritos desde la distancia.

- "¡Parece que tendrán una gran bienvenida!" - dijo uno de los guardias en tono divertido - "A los niños siempre les gusta darle la bienvenida a los viajeros y enseñarles la aldea" -

Luego, se acercó un grupo de niños, todos los cuales estaban descalzos, a pesar de que las ropas que todos ellos llevaban se veían muy finas, como si estuvieran hechas de seda; y parecían nuevas.

- "¡Hola!" - los saludó el mayor de los niños, lo cual le causó un pequeño shock a Gerardo cuando lo vió.

- '¡Imposible...! ¡Este niño se ve exactamente como yo cuando era pequeño...!' - pensó mientras sus ojos se volvían del tamaño de platos soperos.

- "¡Queremos darles la bienvenida a nuestra humilde aldea!" - continuó el niño con una sonrisa. Llevaba su castaño cabello recogido hacia arriba a la forma de la época, llevaba un kosode y una hakama color azul cielo y tenía ojos castaños.

- "Es un placer conocerlos. ¿Podrían decirnos sus nombres?" - les preguntó Gerardo amablemente. Los otros miembros del grupo también hicieron gala de su cortesía, aunque algunos ni siquiera se molestaron en saludar, mientras que Inuyasha solo resopló

- "Mi nombre es Jousui" - respondió el niño - "Y esta niña que está a mi lado es mi hermana menor, Akiko. Los demás niños son Daichi, Midori, Setsuhi y Akari" -

- "¡Gracias por la bienvenida!" - les dijo Sango.

- "¡No es nada!" - respondió Akiko, que parecía ser la más pequeña de las niñas, e iba vestida con un kosode de color rosado claro con un obi azul oscuro, adornado con flores amarillas; y llevaba el cabello castaño suelto excepto por tenirlo recogido con un moño blanco casi en la punta, de forma similar a Sango. También tenía ojos castaños del mismo color que su hermano - "¿Quieren ver la aldea?" -

- "Sí..." - dijo Gabriela, que también se fijó en Akiko del mismo modo en que Gerardo se había fijado en Jousui: dejando el lado el hecho de que Akiko era más pequeña, las dos se veían exactamente iguales la una a la otra.

- "Pero antes, ¿podrían presentarse, por favor?" - les preguntó Akari amablemente. Ella llevaba un kosode amarillo oscuro con un obi rojo oscuro y llevaba el pelo recogido también, solo que un moño rojo. También tenía un gran parecido con Kagome, lo cual dejó tiesos a Shippou e Inuyasha.

- "Ehhh... sí claro" - dijo Gerardo, pero decidió que sería mejor emplear un alias mientras estuviese en la aldea, en caso de que pasase algo - "Me llamo Seiryuu" -

- "¿¡Qué crees que...!?" - comenzó Inuyasha, pero Gerardo lo silenció con la mirada antes de que dijese nada más. En cuanto a Gabriela, ella decidió seguir su ejemplo.

- "¡Mi nombre es Yumeko y Seiryuu es mi hermano!" - dijo mientras saltaba a los brazos de su hermano - "¿Verdad, Sei-nii?" -

- "Sí, Ga… digo, Yumeko-chan" - dijo Gerardo preguntándose porque habría escogido ese nombre a la vez que intentaba sostenerla - "¿Pero podrías bajarte, por favor?" -

- "Hehe, se quieren mucho. Igual que nosotros dos. ¿Verdad, onii-chan?" - le preguntó Akiko a su hermano mientras sonreía.

- "¡Sí, así es, Aki-chan!" - dijo Jousui mientras le acariciaba la cabeza a su pequeña hermana. Luego los demás se presentaron y cuando terminaron, les preguntaron sus edades.

- "Bueno, Jousui es el mayor de nosotros, tiene diez años" - dijo Setsuhi, la cual llevaba puesto un kosode azul claro con un obi azul oscuro - "Yo en cambio tengo nueve, al igual que Akari, Akiko tiene cinco, Midori tiene ocho y Daichi tiene siete" -

- "Bueno, yo tengo dieciséis, Ge... digo Seiryuu tiene dieciocho años, Yumeko tiene ocho, Kagome tiene cinco, Inuyasha tiene ocho, Kaede tiene diez, Houshi-sama tiene diecinueve, Shippou tiene cinco y Rin tiene ocho, pero en cuanto a Sesshomaru y Kikyou, no sabemos cuáles serán sus edades" - dijo Sango algo intrigada.

- "¿¡Oigan, me están dejando fuera!?" - gritó Jaken, pero nadie le prestó atención.

- "Si tanto desean saberlo, mi edad son dieciocho años" - dijo Kikyou como si no le importara.

- 'Más los cincuenta años que pasó muerta' - pensó Gerardo mientras giraba los ojos a la vez que Gabriela soltaba risitas.

- "Los youkai no tenemos necesidad de decirle nuestra edad a los mortales..." - dijo Sesshomaru fríamente.

- "Keh, como quieras, querido hermano. Bueno, ¿podemos empezar a caminar por el lugar?" - preguntó Inuyasha mientras cruzaba los brazos y daba golpecitos con el pie en el suelo: ya se había cansado de la conversación.

- "¡Sí, claro, señor impaciencia!" - contestó el niño llamado Daichi, el cual llevaba el pelo corto y de color negro; y un kosode gris con una hakama azul oscuro; pero se parecía notablemente en la cara y en el carácter a Inuyasha. - "¿No puedes esperar un poco más?" -

- "Daichi siempre ha tenido una personalidad difícil, por eso no se tomen sus palabras en serio" - dijo Akari entre risas cuando los vio gruñéndose para luego girarse en direcciones opuestas y cruzar los brazos mientras mostraban expresiones de molestia en sus rostros.

- "Inuyasha es igual. Afortunadamente, no es tan difícil tratar con él" - dijo Miroku viendo la escenita.

- "Se está haciendo tarde, ya casi es hora de almorzar" - dijo Midori mirando hacia el cielo; y curiosamente, tanto su kosode como su obi eran verdes pero de diferentes tonalidades, el kosode llevaba hojas verdes como decoración; y llevaba su largo cabello marrón suelto - "Será mejor que nos demos prisa." -

- "Vamos, Midori, no te apegues tanto a ese horario que te hiciste" - le dijo Setsuhi fríamente - "¿No sabes que las sorpresas son lo mejor de la vida?" -

- "Ah, claro. Midori se preocupa mucho por el tiempo, mientras que Setsuhi no le da mucha importancia. Sin embargo, es muy lista, aunque es también algo poco fría" - dijo Jousui negando con la cabeza.

- "Esa descripción me parece un poco conocida" - dijo Gerardo, mientras señalaba a Kikyou con un gesto de la cabeza.

- "Bueno, comencemos con nuestro paseo por la aldea. ¡Síganme!" - dijo Jousui caminando al frente con los demás niños.

Al poco rato, se detuvieron enfrente de las cabañas.

- "Como pueden ver esas son las cabañas donde vivimos todos en la aldea" - dijo Jousui hinchando su pecho de orgullo.

- "¡Y se ven mucho mejores que las de las otras aldeas que hemos visitado; y más grandes también!" - dijo Gabriela alegremente.

- "Sí, es gracias a que el daimyo que vive en esta zona, Taishin-sama, es una persona muy amable y de muy buen corazón... Tanto que el eligió construir esta aldea en una zona oculta para que ninguno de nosotros corriera peligro. El también creó varias escuelas, nos permitió elegir hasta que hora podíamos trabajar y nos pide muy poca parte de nuestras cosechas y dinero como impuestos. Tamibén mejoró las cabañas de todos los habitantes de la aldea" - dijo Akari orgullosa.

- "Por lo visto es el daimyo más gentil del mundo" - dijo Sango con una sonrisa.

- "¿Bueno, proseguimos?" - preguntó Miroku.

Prosiguieron su camino hasta que llegaron a las grandes cabañas que habían visto al comienzo. Al entrar, notaron que parecían escuelas, porque tenían cuartos parecidos a salones de clase; y a gimnasios para practicar kyuudo, kendo y atletismo.

- "Estas cabañas de aquí forman nuestra escuela. Es donde aprendemos a escribir, a leer y muchas otras cosas más" - explicó Midori con una sonrisa.

- "Parecen ser un buen lugar para aprender" - dijo Miroku.

- "¡Y yo estoy entrenando para convertirme en espadachín!" - dijo Jousui sacando el pecho con orgullo.

- "Hehe, buena suerte con eso. Es posible que el camino se te ponga duro en algunos puntos, pero nunca dejes que nada te desaliente de cumplir tus metas" - le dijo Gerardo dándole palmadas en el hombro.

- "¡Gracias!" - dijo Jousui sonriendo.

- "¡Jousui!" - lo llamó un hombre vestido con ropas de las que se usan para practicar kendo, y que llevaba el cabello negro y largo amarrado en una cola de caballo - "No has olvidado la práctica de kendo de hoy, ¿verdad?" -

- "¡Ah, Kenzan-sensei! ¡No, no lo he olvidado!" - dijo Jousui - "¡Sólo estamos mostrándoles la aldea a los visitantes!" -

- "¡Ah, de acuerdo! ¡Asegúrate de no perderte la práctica de hoy, ya que enseñaré el Mangessai durante ella!" - dijo Kenzan.

- "¡Al fin!" - dijo Jousui saltando de la emoción - "¡Llevo meses esperando eso!" -

- "¡Y veo que tres de nuestros visitantes portan espadas!" - dijo Kenzan con la emoción evidente en el rostro, especialmente cuando se arrodilló para examinar con más cuidado las espadas que el grupo llevaba - "Y parece que sus espadas fueron forjadas por un herrero muy experimentado, ¡y además tienen un gran poder oculto!" -

- "¿Cómo lo supo?" - dijo Inuyasha sorprendido.

- "En esta aldea todos podemos sentir las auras y poderes que emiten las personas y objetos" - dijo Kenzan mientras cerraba los ojos en una expresión de orgullo - "De cualquier modo, asegúrense de hacernos una visita luego de que hayan terminado su paseo" -

Dejaron la escuela atrás y comenzaron a caminar hacia el palacio.

- "¿Este es el palacio donde vive Taishin-sama?" - preguntó Miroku cuando llegaron ante la puerta, la cual estaba flanqueada por dos guardias que portaban lanzas.

- "Sí, este es el lugar" - confirmó Daichi desdeñosamente - "Aunque a mí no me gusta venir aquí..." -

- "Hehe, lo dice porque una vez hizo un desastre aquí e hizo que lo sacasen" - dijo Akari entre risitas, lo cual la causó una buena carcajada a todos menos a Sesshomaru, a Kikyou y a Daichi, por supuesto.

- "No me lo recuerdes, Akari..." - dijo Daichi con una expresión de amargura.

- "Suena como algo que yo haría" - dijo Inuyasha entre risas.

- "¡Sí, porque tú y él son igual de tontos!" - dijo Shippou entre risas, pero eso llegó a su fin luego de que dos puños aterrizaron en su cabeza.

- "¡Vamos, no sean malos con él!" - dijo Kagome mientras lo alejaba de ellos.

- '¿Eh? ¿Sigue protegiendo a ese tontuelo aunque no recuerda nada de él?' - pensó Gerardo sorprendido - 'Parece que los sentimientos quedan aún si se borran los recuerdos' -

- "Oh, ¿estás pensando en algo?" - preguntó Setsuhi con una sonrisa traviesa.

- "¿Eh? Err... ¡No, claro que no!" - dijo Gerardo saliendo de su ensimismamiento.

- "Hehe, ¡eres igual que Jousui! ¡Setsuhi y Akiko siempre lo despiertan cuando está muy pensativo!" - dijo Midori entre risas.

- "Ya veo..." - dijo Gerardo algo sobrecogido mientras miraba a Jousui, el cual sólo le sonrió de vuelta.

- "Hemos traído a los nuevos visitantes para que vean a Taishin-sama" - dijo Jousui mientras caminaba frente a los demás y se dirigía a los guardias que estaban a ambos lados de la puerta.

- "Muy bien. Pasen adelante" - dijo uno de los guardias mientras el otro abría la puerta.

En cuanto entraron, vieron que el palacio lucía muy hermoso por dentro; todo hecho de madera pulida mientras que las puertas corredizas que separaban los cuartos tenían hermosas pinturas dibujadas sobre ellas. Sin embargo, parecía ser el día de la limpieza, ya que los sirvientes estaban muy ocupados puliendo el piso y limpiando los muros y puertas.

- "Esto siempre ocurre después de cada luna llena" - explicó Midori - "El personal del palacio se dedica únicamente a la limpieza, así que Taishin-sama y su familia deben prepararse sus comidas ellos mismos" -

- "¡Hola chicos!" - dijo un chico que venía corriendo hasta ellos, el cual llevaba un kimono azul oscuro y una hakama gris. Tenía el cabello corto y negro, y parecía ser una versión en miniatura de Henry, lo cual dejó a Gerardo, Gabriela e Inuyasha sorprendidos - "¿Mostrándole el palacio a los visitantes?" -

- "Sí, así es, Souin" - respondió Jousui con una sonrisa; y luego se volvió a los recién llegados - "Él es Souin; y es el hijo de Taishin-sama" -

- "Pero todos aquí somos grandes amigos, ya que nuestros padres también lo son" - dijo Souin sonriendo - "Por cierto, Jousui, ¿me trajiste el libro que te pedí?" -

- "Lo siento, no pude. Pero puedes ir a recogerlo en la biblioteca cuando quieras" - dijo Jousui algo avergonzado. Luego se puso al lado de Gerardo para susurrarle - "Es una buena persona, pero es un poco alocado, le fascinan mucho los monstruos y el infierno. Siempre dice que algún día será el rey del inframundo" -

- "Sé lo que quieres decir. Yo también tengo un amigo igual a él" - dijo Gerardo mientras sonreía para luego negar con la cabeza a la vez que miraba hacia el techo.

- "Bueno, sí van a ver a mi padre, mejor se dan prisa. ¡Nos vemos luego!" - dijo Souin con una sonrisa mientras salía corriendo.

Poco después, estaban delante de Taishin. A pesar de que era un daimyo, parecía ser una buena persona a primera vista por la placentera sonrisa que tenía en el rostro y la disposición relajada que les demostró al recibirlos. Llevaba puesto un kosode negro con un haori gris encima y una hakama gris oscura, estaba sentado sobre un futon y tenía el cabello negro y corto atado en un nudo vertical, y ojos negros. Su esposa estaba sentada a su lado, tenía un largo y sedoso cabello negro, ojos negros y llevaba un kosode púrpura claro sobre el cual llevaba un haori púrpura oscuro.

- "¡Bienvenidos sean todos!" - saludó Taishin jovialmente mientras entraban, agitando su mano en dirección a ellos e invitándolos a pasar - "Y no se preocupen: ¡tanto los youkai como los hanyou son bienvenidos en nuestra aldea también! Pero antes que nada, quisiera preguntarles que razón tuvieron para venir hasta aquí" -

- "Taishin-sama, nuestra razón es que una de nuestros amigos fue convertida en una niña, perdiendo sus memorias en el proceso; y cuando intentamos regresarle los recuerdos a través del medallón de memoria, la joya que solía actuar como restaurador de recuerdos se quebró" - dijo Miroku mientras le mostraba a Kagome a Taishin, para luego mostrarle el medallón plateado que ella llevaba alrededor de su cuello - "Nos enteramos recientemente que había una forma de restaurar su memoria en este aldea y llegamos hasta aquí en su busca" -

- "¿Me convirtieron en niña? Asi qué... ¿así no es como yo debería ser? Es tan raro...' - pensó Kagome algo confundida.

- "Hmm... Bueno, hay muchos cristales especiales en la cueva tras mi palacio. Estoy seguro de que uno de ellos debería poder restaurar sus memorias, y supongo que eso será de gran ayuda en regresarla a la normalidad" - dijo Taishin pensativamente - "Sin embargo, tendrán que esperar, ya que la cueva sólo se abre por la noche" -

- "No hay problema, podemos esperar un poco más" - dijo Sango negando con la cabeza para luego sonreír.

- "En ese caso, deberían emplear este tiempo en continuar visitando la aldea" - les dijo Taishin con una sonrisa - "Pero no se olviden de regresar aquí cuando haya anochecido" -

Luego dejaron el palacio y se dirigieron a la biblioteca de la aldea, la cual estaba al lado de la escuela. Estaban ya algo sorprendidos debido a lo grande que se veía desde afuera, pero se quedaron sin palabras una vez hubieron entrado.

- "De acuerdo, ¿qué se supone que es esto?" - preguntó Gerardo mientras él y los demás miraban a su alrededor con ojos del tamaño de platos soperos - "¿Una biblioteca normal, o una biblioteca fundada por un emperador del continente?" -

- "El número de libros realmente parece ser digno de un emperador" - dijo Miroku mientras se paseaban entre las estanterías - "Nunca había visto una selección tan amplia" -

- "¿Y a ustedes que les importa todo esto?" - dijo Inuyasha un rato después todos se habían dispersado, tomado distintos libros; y habían comenzado a leerlos. Claro, todos menos Daichi, al que parecía que tampoco le gustaban los libros; y Kagome, que aparentemente tampoco recordaba como leer y estaba aferrada fuertemente a su brazo.

- "Porque los libros te ayudan a ser más inteligente" - dijo Akari con una voz seria muy similar a la de Kagome mientras leía un libro sobre flores y jardinería.

- "Además de que te ayudaría mucho a moldear mejor tu inútil cerebro, Inuyasha" - dijo Sesshomaru fríamente mientras revisaba uno titulado Heráldica de la Nobleza Youkai - "Hmm, interesante. Es una sorpresa ver que tu madre y tú aparecen en nuestro árbol genealógico…" -

- "¡Keh! Como sea" - dijo Inuyasha enojado mientras Kagome sólo se rió ante esto.

- "Hehe, ¡están peleando de nuevo!" - dijo ella. Aparentemente, había empezado a hallar esto divertido.

- "¿Son hermanos y se odian tanto?" - preguntó Akari mientras alzaba la cabeza del libro para echarles una mirada.

- "Hermanastros, en realidad... Hijos del mismo padre pero de diferentes madres" - respondió Gerardo distraídamente, el cual estaba enfrascado en la lectura de un libro llamado Genealogía de los Dragones y Tipos de Dragones (Incluye Breve Introducción al Lenguaje Dragoniano) - "Hmm, no esperaba hallar un libro como este fuera del mundo de Dragonia en mis sueños..." -

- "Y como Inuyasha es hijo de una humana y un Youkai; y Sesshomaru de dos youkais, Sesshomaru lo detesta" - dijo Gabriela, leyendo un libro titulado Como ser un Buen Arquero.

Unos segundos después, Miroku salió de detrás de las estanterías con un libro titulado Exorcismos Avanzados.

- "Fue el único libro interesante que pude conseguir. Todos los demás libros de exorcismos ya los había leído durante mi entrenamiento como monje" - dijo antes de suspirar decepcionado - "Y no hay ningún otro tipo de libros que me interesen..." -

La mayor parte del grupo le clavó miradas asesinas a Miroku por ese comentario, ya que era bastante obvio cual era el otro tipo de libros que le interesaba.

Al poco rato, salieron de la biblioteca.

- "Por cierto, ¿quieren ver donde está la cueva?" - preguntó Setsuhi con una sonrisa.

- "Si, por favor. Sería una buena idea ver el lugar al que iremos esta noche" - dijo Gerardo mientras asentía con la cabeza. No hubieron objeciones, así que marcharon hasta el área ubicada detrás del palacio.

- "¿Ven dónde está esa sombra?" - dijo Midori señalando un trecho de la pared de roca que estaba algo más oscura que el resto - "Allí es donde aparece la cueva durante las noches" -

- "¿Y por qué aparece nada más durante las noches?" - preguntó Kagome pensando cuan extraño era eso de que la cueva apareciera y desapareciera.

- "Los ancianos de la aldea creen que es porque algo en la cueva reacciona con la luz de las estrellas" - dijo Setsuhi encogiéndose de hombros.

- "De todos modos, si van a quedarse esta noche, pueden hacerlo en mi casa. A mis padres les encantaría hospedarlos" – se ofreció Jousui con una sonrisa en el rostro, la cual Akiko también tenía.

- "Pero también pueden quedarse en nuestras casas" - añadió Akari alzando una ceja, pero luego dió una palmada mientras una sonrisa aparecía en su cara - "Oigan, ¿por qué cada uno no se queda en una casa diferente?" -

- "¡Es una buena idea!" - dijo Midori dando saltos alegremente.

- "¡De acuerdo, entonces Seiryuu-nii y Yumeko-chan se quedarán en nuestra casa!" - dijo Jousui con una sonrisa.

- "¡Yay! ¡Quiero jugar con Yumeko-nee!" - dijo Akiko saltando en dirección a Gabriela, la cual la atrapó entre risas.

- "¡Entonces el niño hanyou viene conmigo!" - dijo Daichi de una forma un tanto pedante - "¡Quiero ver si vale la pena!" -

- "Muy bien, ¡entonces Sango-san y Kagome-chan vienen conmigo!" - dijo Akari alegremente.

- "Inuyasha-nii…" – dijo Kagome viendose algo triste.

- "No te preocupes, estarás bien con ellos" - dijo Inuyasha tratando de darle ánimos - "¿Y no quieres jugar con Akari?" -

- "Tienes razón. ¡Si quiero jugar con ella!" - dijo Kagome corriendo al lado de Akari, la cual la recibió como si fuese su propia hermana menor.

- "Entonces Kikyou-sama y Kaede-chan pasarán la noche en mi casa" - dijo Setsuhi para luego inclinarse ante ellas.

- "Está bien. ¡Gracias!" - dijo Kaede con una sonrisa.

- "Gustosamente aceptaré tu hospitalidad" - dijo Kikyou con una leve sonrisa.

- "Muy bien, me quedo con lo que sobró, como quien dice" - dijo Midori sonriendo - "Miroku-sama, Shippou-chan y Rin-chan se quedarán conmigo" -

- "Gracias por tu hospitalidad" - dijo Miroku con una sonrisa.

- "¡Sí, gracias!" - dijo Shippou saltando hacia arriba y abajo - "Y ten cuidado, Miroku..." -

- "Sí, lo sé... Shippou..." - dijo Miroku sudando la gota gorda mientras veía la cara de enfado que Sango le daba como advertencia.

- "Hehe, ¡estaré encantada de pasar la noche contigo, Midori-chan!" - dijo Rin mientras jugueteaba con sus manos un poco.

- "Yo pasaré la noche fuera de la aldea" - dijo Sesshomaru inexpresivamente - "Y más les vale que cuiden bien de Rin, o me las pagarán..." -

Luego se encerró en una esfera de luz y se alejó volando.

- "¡Sesshomaru-sama! ¡Por favor, espéreme!" - gritó Jaken mientras corría tras él.

- "El solitario irremediable no se corrige nunca, ¿eh?" - dijo Gerardo suspirando para luego girarse a mirar a Jousui - "Bien, ¿dónde es que viven?'" -

- "Ah, cierto. Síganme" - dijo Jousui - "¡Primero deberían conocer a mis padres antes de que se separen!" -

Al poco rato estaban en la cabaña donde vivía la familia de Jousui, la cual estaba a mitad de camino entre la entrada y el palacio de Taishin. El interior no era muy distinto de la cabaña de Kaede, aunque era algo más grande y menos estrecha.

- "¡Mamá! ¡Papá! ¡Volvimos!" - dijo Jousui.

- "¡Volvimos, mami!" - dijo Akiko.

- "Bienvenidos, queridos míos. ¿Ellos son los nuevos visitantes?" - les preguntó su madre, la cual estaba de espaldas a la entrada limpiando la cabaña.

- "Sí, así es. Ellos son Seiryuu-nii y Yumeko-chan, y van a quedarse con nosotros esta noche" - dijo Jousui alegremente.

- "Es un placer conocerla. Mi nombre es Mizuboshi Seiryuu y ella es mi pequeña hermana Yumeko" - dijo Gerardo haciendo la reverencia.

- "Es un placer. Mi nombre es Miyuki" - les dijo la madre de Jousui dándose la vuelta y haciendo la reverencia. Sin embargo, todos en el grupo, exceptuando Kagome, Kaede y Kikyou se llevaron una sorpresa cuando la vieron: la mujer frente a ellos era idéntica a la madre de Gerardo y Gabriela, excepto por los ojos, que eran de un castaño claro en vez de azules. Llevaba recogido el cabello en una bandana triangular rosa, vestía un kosode rosa claro decorado con hojas rosa oscuro atado con un obi rojo oscuro y llevaba un delantal rosa claro encima - "¿Sucede algo malo?" -

- "No es nada, Miyuki-san... Es que usted se parece mucho a mi madre..." - dijo Gerardo un poco avergonzado.

- "Demasiado para nuestro gusto, ¿eh?" - dijo Gabriela aún algo sacudida.

- "¿Y dónde está papi?" - preguntó Akiko.

- "Está haciendo algunas reparaciones en el campo de entrenamiento de arquería. Debería regresar dentro de un rato" - contestó Miyuki enseguida.

- "Miroku, más te vale que no intentes decirle tus ridículas líneas, porque me las pagarás" - le dijo Gerardo entre susurros cuando notó que intentaba dar pasos en dirección a Miyuki

- "No te preocupes. Jamás me atrevería a decirle tales cosas a una mujer casada" - dijo Miroku con una cara seria.

- "Lo creeré el día que usted deje de actuar como un pervertido, Houshi-sama" dijo Sango furiosa.

- "Si desean pueden quedarse a almorzar con nosotros. Mi esposo llegará de un momento a otro" - los invitó Miyuki con una sonrisa. Luego se sentó al lado del hogar y luego de encender el fuego, comenzó a colocar verduras dentro de una olla llena de agua.

- "Humildemente aceptamos su invitación" - dijo Gerardo sonriendo.

- "Y muchas gracias por ello" - dijo Kaede sonriendo. A los pocos minutos llegó un hombre que sería idéntico al padre de Gerardo y Gabriela si no fuera porque llevaba el pelo amarrado de forma similar a la de Jousui. Llevaba puesto un kosode amarillo oscuro con rayas negras y una hakama gris.

- "¡Estoy en casa!" - anunció el hombre.

- "Bienvenido a casa, querido" - dijo Miyuki con una sonrisa cuando vio a su esposo entrar a la cabaña.

- "¡Hola, papá!" - dijo Jousui.

- "¡Bienvenido a casa, papi!" - dijo Akiko.

- "Por lo que veo tenemos invitados el día de hoy" - dijo el padre de Jousui en cuanto vio al gran grupo reunido frente al hogar - "Me llamo Sekiryuu; y es un placer recibirlos en nuestra humilde morada" -

- "El placer es nuestro, Sekiryuu-san" - dijo Gerardo inclinándose.

- "Vamos, vamos" - dijo Sekiryuu riéndose - "No es muy necesario el trato formal, joven. ¿Y qué significa esa mirada que veo en tus ojos?" -

- "Solamente es asombro... Es que viéndolos a usted y a su familia, me recuerda a cuando mi hermana y yo estabámos con nuestros padres..." - dijo Gerardo con tristeza.

- "Ya veo... debes echarlos mucho de menos" - le dijo Miyuki en un tono gentil - "Sus nombres son Seiryuu y Yumeko, ¿correcto?" -

- "Eh... sí, así es, Miyuki-san" - dijo Gerardo algo avergonzado mientras que Gabriela parecía querer echarse a llorar.

- "Y por lo que veo ambos son miembros de la nobleza, ya que ambos tienen apellidos, los hermosos diseños de sus ropas, sus modales y porque Seiryuu-kun lleva gafas" - dijo Miyuki examinándolo con cuidado.

- "Bueno, no puedo decir que no es cierto... Nuestra familia vive muy lejos de aquí y nos enviaron en un viaje para que mejoráramos nuestras habilidades, para que pudiéramos ser capaces de proteger a nuestros amigos y seres queridos de cualquier peligro..." - dijo Gerardo, a pesar de que en realidad ellos habían partido en ese viaje por su propia voluntad.

- "Sí lo deseas, puedes quedarte aquí todo el tiempo que gustes" - dijo Sekiryuu amablemente para luego comenzar a reír - "¡Sin embargo, deberás ayudarnos con los trabajos de la aldea a cambio!" -

- "Aprecio mucho su gentil oferta, pero no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo..." - dijo Gerardo tristemente - "Mis amigos me necesitan y vinimos aquí porque una de ellos perdió parte de su memoria..." -

- "Y están aquí para ayudarla a recuperarla" - dijo Miyuki intuyendo porque habían venido - "No se preocupen. Estoy segura de que Takurou-sama les ayudará con esto cuando la cueva se haya abierto esta noche" -

- "Mientras tanto, estarán aquí como nuestros invitados" - dijo Sekiryuu - "¡Así que, coman todo lo que gusten!" -

Ya habían terminado de preparar el almuerzo, así que empezaron a repartir pequeños cuencos antes de servir la comida.

- "¡Itadakimasu!" - dijeron todos a la vez para luego empezar a comer.

El almuerzo consistió en varios tipos de verduras hervidas; y todos pensaron que nunca las habían comido tan exquisitas en su vida. Especialmente Gerardo y Gabriela, ya que ambos odiaban las verduras a muerte.

- "¡Gochisousama!" - dijeron todos tan pronto como terminaron de comer.

- "¡No sé qué harán con las verduras, pero hacen que sean más ricas que cualquier otra que hayamos comido!" - dijo Inuyasha satisfecho.

- "Solamente las cuidamos lo mejor que podemos desde que las sembramos hasta que las cosechamos, y también les ponemos un poco de polvo de cristal cerca de ellas, ya que parece que las ayuda a crecer mejor" - les explicó Sekiryuu mientras sacaba del bolsillo de su hakama una pequeña bolsa llena de un brillante polvo azul claro.

- "Ese polvo lo sacan de la cueva, ¿Sekiryuu-san?" - preguntó Miroku intrigado.

- "Sí, pero nunca tomamos demasiado. Solamente tomamos el necesario para cada cosecha, una vez cada mes" - respondió mientras se guardaba la bolsa en su hakama de nuevo.

- "Ya tengo que irme, que se me hará tarde para mi clase de kendo" - dijo Jousui mientras tomaba una boken que estaba apoyada en uno de los muros de la cabaña y salía corriendo - "¡Nos vemos después!" -

- "¡Hey, espérame! ¡También voy!" - dijo Gerardo mientras corría tras él - "¡Nos vemos en la tarde!" -

Corrieron tan rápido que a los pocos segundos ya estaban en el área de entrenamiento de kendo de la escuela. Kenzan estaba ya preparándose para comenzar a enseñarle a los estudiantes, la mayoría de los cuales eran niños, aunque también habían algunos adultos entre ellos.

- "Buenas..." -

- "...tardes" - dijeron entre los dos mientras intentaban recuperar el aliento.

- "¡Buenas tardes a ambos!" - los saludó Kenzan tan pronto como llegaron - "¡Llegaron just a tiempo para nuestra sesión de hoy!" -

- "¡Por supuesto! ¡Nunca me perdería una de sus clases, Kenzan-sensei!" - dijo Jousui emocionado.

- "Bueno, mejor saquen sus espadas, que vamos a comenzar ahora" - dijo Kenzan - "Oh, y veo que uno de nuestros huéspedes decidió unírsenos hoy" -

- "Err... Sí, así es" - dijo Gerardo un poco avergonzado.

- "Muy bien, pero primero, ¿podrías darnos una demostración de una de tus técnicas?" - le preguntó Kenzan

- "Sí, claro. ¿Qué tipo de técnica desea que les muestre?" - dijo Gerardo algo confundido.

- "Bueno, sería genial ver una técnica que requiere energía para funcionar" - dijo Kenzan con una sonrisa.

- "De acuerdo" - dijo Gerardo mientras sacaba a Ryuuga de su funda.

- "Oh, ¡vaya espada que tienes!" - dijo Kenzan emocionado mientras la tomaba de las manos de Gerardo para examinarla - "¡Muy bien ornamentada, muy buen filo, forjada por un verdadero experto y hecha con metales de muy buena calidad! ¡Esta espada es una verdadera maravilla!" -

- "Eh... gracias... ¿Me la podría devolver, por favor?" - preguntó Gerardo.

- "Ah, disculpa. Aquí tienes" - dijo Kenzan mientras le regresaba la espada a su propietario - "Me emociono mucho cuando veo espadas como esta" -

- "No hay problema. Y ahora, ¡aquí tienen una de mis técnicas! Alt tok, lay hydrast, baprou, gaivz tast pawatz sos ulkirea ika..." - dijo mientras le infundía energía a su espada, cuya hoja empezó a brillar hasta que se transformó en una espada de luz azul - "Water Saber!" -

Luego corrió hacia uno de los muñecos de paja que estaban empleando para las prácticas de kendo y le hizo cuatro cortes. Al principio pareció que no les había hecho siquiera un rasguño, pero a los pocos instantes, cuando Gerardo envainó a Ryuuga de nuevo, el muñeco se rompió limpiamente en cuatro partes tras una pequeña explosión de agua y burbujas.

- "¡Excelente técnica!" - dijo Kenzan emocionado - "Y fue interesante que recitaras algo antes de usarla... Me gustaría que nos la enseñaras, pero me imagino que debe ser alguna clase de secreto para ti" -

- "Sí, así es. Me disculpo por ello, pero le agradezco mucho sus elogios" - dijo Gerardo haciendo una inclinación.

- "Bueno, alineate con los demás para que comencemos con la clase" - dijo Kenzan. Gerardo asintió y se puso al lado de Jousui, el cual le mostró un pulgar arriba y le guiñó con el ojo. Él sólo respondió sonriéndole de vuelta.

Lo primero que hicieron durante las clases fue hacer algunos ejercicios de calentamiento, para después empezar a hacer prácticas de movimientos con la espada. Después, al final, Kenzan les pidió atención a todos.

- "Muy bien, ahora observen con cuidado el movimiento que voy a hacer" - dijo Kenzan mientras se colocaba en postura de combate. Luego, movió su espada en forma circular rápidamente para luego cortar diagonalmente el círculo que había dibujado - "Esa fue la técnica del Mangessai. Ahora, vayan con las figuras de paja y empiecen a practicar ese movimiento" -

Todos empezaron a practicar de inmediato. Kenzan notó de inmediato que varios de los estudiantes tenían problemas dibujando la figura circular y algunos hasta perdían el equilibrio haciéndolo. Sin embargo, Jousui y Gerardo, al igual que unos pocos estudiantes más, aunque al principio no hacían el movimiento con la misma rapidez que Kenzan, eran quiénes mejor lo estaban ejecutando en la clase. Kenzan fue hacia los estudiantes, y uno por uno, les fue corrigiendo la forma de ejecutar el movimiento y les explicaba cómo podían mejorarlo. Al final, todos lo ejecutaban perfectamente, a pesar de que Jousui y Gerardo eran los que lo hacían con más rapidez.

- "¡Excelente!" - anunció Kenzan repentinamente - "¡Ya hemos terminado con la clase del día de hoy!" -

Luego dejó el campo de entrenamiento, y los estudiantes hicieron lo mismo al poco rato.

- "¡Vaya! ¡Estoy agotado!" - dijo Jousui limpiándose el sudor de la cara cuando ya estaban saliendo.

- "Ni me lo menciones" - dijo Gerardo mientras hacía lo mismo con las mangas de su ropa - "Pero al menos se siente realmente satisfactorio" -

Pero antes de que Jousui pudiera responder, Inuyasha corrió hacia ellas.

- "¿Eh? ¿A dónde vas?" - le preguntó Gerardo.

- "A ver esa clase de kendo con ustedes" - dijo Inuyasha.

- "Err, estamos saliendo de ella ahora" - dijo Jousui - "La clase ya terminó" -

- "¿¡Qué!?" - dijo Inuyasha irritado - "¡Rayos! ¡Me la perdí porque ese idiota de Daichi no me quería dejar en paz, siempre con la excusa de ponerme a prueba!" -

- "Bueno, después podemos mostrarte que fue lo que nos enseñaron" - le dijo Gerardo - "De todos modos la clase no estuvo muy difícil" -

Akiko, Gabriela, Rin y Kagome llegaron en ese momento, todas cargadas con arcos y carcajs. Sin embargo, Kagome estaba sujetándose del brazo de Gabriela, y estaba sudando y jadeando.

- "¡Onii-chan!" - lo llamó Gabriela tan pronto como los vieron.

- "¿Yumeko?" - preguntó Gerardo - "¿Adonde fueron ustedes cuatro? -

- "¡Estábamos en la clase de kyuudo!" - respondió Akiko alegremente.

- "¿Eh? ¿Y cómo es que Kaede-chan y Kikyou-sama no están con ustedes?" - preguntó Jousui.

- "Oh, es porque querían ir a explorar solas, y fueron a hablar con Takurou-sama y los demás sacerdotes de la aldea" - explicó Akiko entre risitas.

- "Por cierto, Rin, ¿hiciste algo durante la clase?" - preguntó Gerardo al notar el arco y el carcaj que ella llevaba.

- "¡Sí, estuve practicando un poco! Pensé que podría ayudarlos un poco con los youkai que siempre aparecen por ahí, si Sesshomaru-sama me lo permite" - dijo Rin alegremente.

- "Y Kagome realmente estuvo asombrosa. Es tan pequeña como yo, pero es muy talentosa con el arco," – dijo Akiko mientras veía a Kagome con admiración – "Y nunca había visto a alguien usar una flecha como esa" –

- "¿Huh?" – se sorprendió Inuyasha – "¿Qué clase de flecha usó?" –

- "¡Se envolvió en una energía púrpura cuando la disparó!" – explicó Akiko saltando hacia arriba y abajo mientras sonreía. Sin embargo, dejó de saltar y su sonrisa se trocó en una cara de tristeza al instante siguiente – "Pero terminó toda agotada por eso..." -

- "En otras palabras, una Flecha Sagrada…" – dijo Gabriela con seriedad mientras miraba con preocupación a la niña que se estaba sujetando de su brazo.

- "Pero… Yumeko-nee" – dijo Kagome sonriendo: también les estaba siguiendo la corriente a los hermanos con lo de usar los alias – "Esa flecha blanca que lanzaste fue muy bonita" –

- "Hihi, gracias... Pero aún me falta mucha práctica para que mis Flechas de Luz sean realmente poderosas" – dijo Gabriela mientras reía avergonzada por el cumplido.

- "En todo caso, ¿nos regresamos? Ya está por llegar la noche" - preguntó Gerardo mientras miraba al cielo: había comenzado a colorearse anaranjado mientras hablaban.

- "¿Pero no íbamos a ir al lugar donde fabrican los kimonos?" - preguntó Kagome.

- "Ah, lo había olvidado… ¿Onii-chan, podemos ir allí?" - le preguntó Akiko suplicantemente.

- "Sí, si podemos. Pero tratemos de no quedarnos por demasiado rato, ¿de acuerdo?" - respondió Jousui.

Las niñas saltaron de alegría; y como no hubieron objeciones de parte de Gerardo ni de Inuyasha, se dirigieron hacia el telar, el cual estaba en una gran cabaña ubicada al lado del río.

Tan pronto como llegaron, se encontraron con una joven vestida con un kosode azul brillante adornado con varias mariposas. Tenía el cabello marrón y largo y ojos negros. Las paredes de la cabaña estaban tapadas con los diferentes kimonos que estaban colgados en ellas, todos de distintos colores, diseños y tamaños.

- "¡Bienvenidos sean todos a nuestro humilde telar!" - dijo la joven - "¡Es genial volver a verlos, Jousui, Akiko!" -

- "¡Hola, Oriko-nee!" - dijo Jousui cuando entraron - "¡Hoy hemos traído invitados!" -

- "Ah, ¿son ellos algunos de los viajeros que llegaron hoy a la aldea?" - preguntó Oriko con emoción.

- "Err… Sí, somos algunos de esos viajeros" - dijo Gerardo un poco avergonzado - "Soy Seiryuu, esta es mi hermana pequeña es Yumeko, el niño es Inuyasha y las dos niñas son Kagome y Rin" -

- "¡De nuevo, bienvenidos!¡Siéntanse como si estuvieran en casa y no se preocupen por nada!" - les dijo Oriko alegremente - "Pero si vinieron a ver los kimonos, tendrán que esperar a que mamá regrese" -

- "¿Y dónde está tu madre en estos momentos?" - preguntó Gabriela algo confundida.

- "Ella se encuentra en la parte de atrás trabajando en algunos kimonos" - dijo mientras indicaba una puerta que estaba tras ella. Poco después, una mujer vestida con un kosode verde claro atado con un obi rojo, con ojos y cabello del mismo color de Oriko, salió de dicha puerta.

- "Buenas tardes a todos, incluyendo a nuestros invitados" - dijo la mujer amablemente - "No se preocupen por las presentaciones, ya escuché sus nombres cuando los dijeron hace un momento" -

- "Chicos, ella es mi madre" - dijo Oriko orgullosamente.

- "Es un placer conocerlos. Soy Orimi" - dijo la mujer inclinándose.

- "El placer es nuestro" - dijo Gerardo mientras él y los demás se inclinaban.

- "Keh, ya basta de tantos formalismos estúpidos" - dijo Inuyasha cruzándose brazos y resoplando impacientemente - "¿Vinieron a ver los kimonos o nada más a presentarse?" -

- "Ah, supongo que esa es la razón de su visita. Pero, ¿puedo examinar sus ropas primero?" - dijo Orimi.

No hubo problemas con ello, así que Orimi se pasó el cuarto de hora siguiente revisando cuidadosamente las ropas que todos ellos llevaban, así como a sus portadores. Todos ellos sintieron como si los estuviera mirando por dentro, de una forma similar a la del Reigen de Takurou.

- "Bueno, he terminado. Pueden empezar a ver los kimonos que están exhibidos mientras les explico sobre como escojo uno para cada persona" - dijo Orimi al final.

Las niñas se deleitaron al máximo viendo cada uno de los kimonos que estaban colgados de las paredes, admirando los diseños, colores y decoraciones que tenían.

- "Puede que no sepa mucho sobre esto, pero me parece que usted es una verdadera maestra en este arte, Orimi-san" - dijo Gerardo viendo como cada kimono estaba cuidadosamente tejido, bordado y teñido.

- "Gracias, Seiryuu-kun" - dijo Orimi humildemente - "Y para que estén enterados, yo escojo los kimonos para cada quién dependiendo de sus personalidades y de la energía elemental que tienen" -

- "¿Energía elemental?" - preguntaron asombrados Gabriela, Gerardo e Inuyasha.

- "Sí. Hay mucho tipos para esa energía, y cada persona puede ser elegida por hasta dos tipos de ella al momento de su nacimiento" - explicó Orimi - "Y yo siempre tengo el cuidado de escoger el kimono para cada persona basándome en cual de ellos resuena mejor con la personalidad y energía de esa persona" -

- "Ya veo…" - dijo Gerardo pensativamente - "No sabía que la magia Seirei y los conceptos relacionados a ella fueran conocidos por aquí también..."

- "Oh, ¿ese es el nombre por el que la conocen?" En todo caso, Jousui y Akiko no necesitan kimonos nuevos en este momento, ya que he sido siempre quién los ha hecho para ellos" - dijo Orimi.

- "Y lo hace siempre que nuestras ropas empiezan a ser demasiado pequeños para nosotros" – añadió Jousui – "Como pueden ver, ella es la maestra en sastrería de la aldea" -

- "Y en cuanto a Seiryuu, Yumeko e Inuyasha" - dijo Orimi volteándose en dirección a ellos - "Sus ropas están confeccionadas de forma que se adaptan perfectamente a sus elementos y a sus personalidades... Sin embargo, la tela usada en ellas es algo que nunca había visto antes" -

- "¡La mía está hecha de lana de las Ratas de Fuego!" - dijo Inuyasha orgullosamente - "¡Y es un recuerdo de mi padre y mi madre!" -

- "Las nuestras están hecha de seda y algunas escamas de dragón hechas tela" - dijo Gerardo. Sin embargo, tuvo que inventarse una excusa de inmediato, ya que las escamas de dragón no eran exactamente fáciles de encontrar - "Err… son tesoros familiares…" -

- "Hmm, eso explica mucho. He leído sobre esos materiales en libros, más nunca los había visto antes en persona, dado lo díficiles que son hallar" - dijo Orimi sorprendida. Luego fijó sus ojos en Rin.

- "¿Sucede algo, Orimi-sama?" - preguntó Rin un poco preocupada.

- "No es nada. Es solo que aunque tu energía elemental no es muy fuerte, tu ropa va perfectamente con tu personalidad" - explicó Orimi mientras le sonreía.

- "¡Jeje, gracias! Sesshomaru-sama lo escogió para mí" - dijo Rin mientras le mostraba una sonrisa de oreja a oreja.

Por último, Orimi enfocó sus ojos en Kagome. Cuando terminó de examinarla, estaba con el semblante muy serio.

- "Esto es tan extraño... El kimono de esta pequeña está muy bien elaborado y la persona que lo hizo para ella le puso mucho amor en su confección, pero…" - Orimi suspiró con tristeza antes de continuar - "No resuena bien ni con su personalidad ni con su energía elemental. De hecho, su energía elemental y sus poderes espirituales se encuentran en un estado muy inestable actualmente, como si algo estuviese interfiriendo con sus fuentes" -

- "¿Y e-eso es malo?" - preguntó Kagome mientras se ponía tensa.

- "No es muy malo, pero no te permite utilizar los poderes que yacen en tu interior. De hecho, aunque es posible que los uses, eso te debilitaría mucho y podría incluso ponerte en peligro" - explicó Oriko.

- "Por eso se cansó tanto cuando disparó esa flecha..." - dijo Gabriela mientras ella y los demás la miraban con lástima y preocupación.

- "¿Y podemos hacer algo al respecto...?" - preguntó Inuyasha angustiado. Temía que Kagome ya no les pudiera ayudar en las batallas siguientes aunque la regresasen a la normalidad, ya que el sólo usar sus poderes de miko podría matarla.

- "Sí, hay algo que podemos hacer. Kagome, necesito que vengas conmigo" - dijo Orimi yendo hacia la parte trasera de la cabaña.

- "Está bien..." - dijo Kagome mientras seguía a Orimi a la habitación trasera.

- "¿Qué creen que harán allá atrás?" - preguntó Gabriela algo preocupada.

- "A lo mejor la hará probarse kimonos hasta que encuentren uno que la ayude con sus poderes" - dijo Jousui encogiéndose de hombros, a lo cual Oriko confirmó asintiendo con la cabeza.

De hecho, ambas regresaron al poco rato, con Kagome vistiendo ahora un kosode verde con un obi azul y que estaba adornado con flores blancas. La yukata que solía llevar estaba ahora doblada en sus brazos, la cual entregó a Gabriela para que la guardase en su Dragtemn.

- "Hemos terminado. He escogido este atuendo basada en como concuerda con sus energías y creo que le ayudará a estabilizarlas de vuelta a como solían ser" - dijo Orimi con una sonrisa.

- "¡Gracias!" - dijo Kagome radiante de felicidad cuando se inclinó ante Orimi, para luego empezar a dar vueltas delante de todos.

- "Por cierto, Oriko ¿todavía no asistes a tu madre en estas labores?" - preguntó Gerardo con una sonrisa.

- "Aún no, mamá me dice que aún debo mejorar mis habilidades en la confección de ropas así como aprender a distinguir mejor los tipos de aura" - respondió Oriko algo avergonzada.

- "Bueno, ya se está haciendo tarde y nos van a regañar si no estamos de vuelta a tiempo para la cena. ¡Nos vemos luego!" - dijo Jousui mientras salía de la cabaña con Oriko.

Los demás hicieron la reverencia, se despidieron y regresaron a la cabaña de Jousui para hacer los preparativos finales para entrar la expedición que llevarían a cabo en la cueva esa noche. Durante la cena todos estaban tan nerviosos por no saber que podrían esperar sobre lo que estaba adentro de la cueva, así que no comieron ni hablaron mucho. Cuando pensaron que la hora había llegado, todos se dirigieron al área detrás del palacio de Taishin. Se sorprendieron porque toda la aldea estaba reunida allí.

- "¿Hay algún ritual o algo parecido esta noche?" - preguntó Shippou intrigado.

- "No, es solo que vamos a vigilarlos mientras entran a la cueva, ya que hay algo de gran importancia adentro" - respondió Taishin amablemente. Su esposa e hijo también estaban presentes en ese pequeño evento.

- "¡No me importa mientras podamos entrar pronto!" - dijo Inuyasha dando golpecitos al suelo con un pie y resoplando con impaciencia.

Tan pronto como terminó de anochecer y las primeras estrellas empezaron a brillar, la parte oscura del muro de rocas se desvaneció, revelando la entrada a una cueva cuyos muros estaban hechos de un cristal azul.

- "Muy bien, a partir de aquí iré yo solo" - dijo Takurou a los otros sacerdotes y sacerdotisas reunidos en el lugar - "Nuestros huéspedes solo necesitan de uno de nosotros para que les sirva de guía" -

- "¡Entendido, Takurou-sama!" - dijeron los demás sacerdotes.

- "Ahora todos, síganme por favor" - dijo Takurou mientras entraba en la cueva seguido por el grupo, dejando únicamente a Shippou y Rin atrás.

(Fin del Capítulo)


(Ending: Every Heart)

jueves, 18 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 11

Capítulo 11:

El Primer Demonio Elemental


(Opening: One Day, One Dream)

Era un día tormentoso y Naraku se estaba moviendo en busca de un nuevo escondrijo.

- "Inuyasha y sus amigos están resultando ser una verdadera molestia..." - dijo irritado - "Se las han arreglado para escapar de todas las trampas y artimañas que he puesto para eliminarlos, a pesar de estar tan cerca de deshacerme de ellos tantas veces..." -

- "Hmph, parece que alguien está actuando como un bebé malcriado porque ha tenido que huir con los tentáculos entre las piernas" - musitó Kagura en voz baja.

- "¿Aún no has hallado un modo de recuperar el fragmento que aún tienen?" - dijo Hakudoushi.

- "Cierra la boca, Hakudoushi" - dijo Naraku molesto - "Una palabra más y me aseguraré de que te arrepientas de que ese sacerdote no te haya destruido" -

- "*suspiro*... Onee-san..." - murmuró Kohaku en voz baja - 'Con lo mucho que se pelean entre sí, cualquiera pensaría que serían mucho más fáciles de derrotar...' -

- "Siento algo..." - dijo Kanna mientras señalaba a un árbol frente a ellos mientras un rayo caía a lo lejos.

- "Hmm, interesante... Siento un gran cantidad de energía demoníaca viniendo de allí... Tal vez hallaré algo interesante para absorber en ese lugar..." - dijo Naraku mientras volaba más rápidamente hacia el sitio seguido de sus extensiones y Kohaku.

- "Es realmente poderoso..." - dijo Kagura sintiéndose abrumada por la gran cantidad de energía, mientras que Kohaku comenzaba a sentir jaquecas.

- "Hmph, ¿los dos se sienten mal sólo por esto? Que patéticos..." - dijo Hakudoushi en una voz burlona.

Cuando Naraku se acercó lo suficiente al lugar, notó que era un árbol que tenía un espejo redondo y negro sobre una de sus ramas, mientras que había un pequeño fragmento negro similar a los fragmentos de Shikon en el suelo.

- "¿Hmm? ¿Un fragmento de la Perla de Shikon?" - dijo Naraku mientras telequinéticamente lo recogía del suelo y lo examinaba con una expresión intrigada - "Esto no debería ser posible... Tengo la Perla completa en mis manos... exceptuando los fragmentos que ese tonto Kouga y el grupo de Inuyasha tienen en su posesión..." -

Sin embargo, el espejo negro comenzó a emitir un brillo sombrío desde el lugar donde yacía, mientras Naraku escuchó una voz tenue pero maligna saliendo de él.

- "Devuélveme... mi cuerpo..." - dijo la voz.

- "¿Cuerpo? Oh, ¿te refieres a este fragmento?" - dijo Naraku. Usando su telequinesis, él incrustó el fragmento en el borde superior del espejo. Al hacer esto, el espejo dejó salir un rayo de energía negra, el cual Naraku soportó sin siquiera pestañear. Al instante siguiente, la silueta negra de un dragón con malignos ojos de un rojo sangriento apareció en la superficie del espejo.

- "Mi consciencia ha despertado finalmente..." - dijo el dragón - "¿Eres aquel que rompió el sello?" -

- "Lo soy. Mi nombre es Naraku" - dijo Naraku sonriendo con malignidad - "Así que, ¿a quién tengo el placer de conocer?" -

- "Soy Tenebross, portador del poder de la Nada y Dragón de las Sombras" - dijo Tenebross cerrando sus ojos brevemente - "¿Y qué es este lugar? ¿Ya no estoy en Dragonia?" -

- "No conozco ese lugar del que hablas. Sin embargo, pareces poseer ciertas... cualidades que podrían serme de utilidad" - dijo Naraku mientras intentaba ganarse la confianza de Tenebross.

- "Estúpido. ¿Realmente crees que aceptaría volverme el sirviente de una forma de vida tan insignificante como tú?" - dijo Tenebross iracundo.

- "¿Qué? ¿Acaso te crees un Dios o algo?" - se rió Naraku.

- "¡SOY un Dios, imbécil! ¡La Nada es una Voluntad que está la mismo nivel que la Voluntad de Kiockse, lo cual significa que también tengo poder sobre el universo completo! ¡Si pudiera, borraría tu existencia en sí misma por tu insolencia!" - dijo Tenebross dejando salir otro rayo de sombras del espejo - "Pero rayos... Estoy sellado en este detestable espejo y mi cuerpo está divido en fragmentos de cristal como el que acabas de incrustarle..." -

- "En ese caso, ¿cooperamos?" - dijo Naraku con gran interés en el supuesto poder de Tenebross - "Puedo ayudarte a buscar los fragmentos de tu cuerpo, pero con la condición de que me ayudes a eliminar a mis enemigos..." -

- "Hmph, parece que no tengo otra alternativa" - dijo Tenebross - "Muy bien. Mis monstruos y yo enfrentaremos a tus enemigos y te ayudaremos con su exterminio, pero asegúrate de ser diligente y traéme esos fragmentos. De otro modo, puede que pierda la paciencia y te mate por tardarte demasiado..." -

- "No hay problema..." - dijo Naraku. Luego ambos comenzaron a reírse demoníacamente.

- "Hmm, qué interesante..." - dijo Hakudoushi con una sonrisa maléfica.

- "No... esto no puede ser bueno..." - dijo Kagura mientras apretaba los dientes asustada.

- "Onee-san... Y ni siquiera puedo ir a advertirte sobre esto..." - murmuró Kohaku mientras bajaba a mirada.

Y así, pasaron varios días...

- "Nuestro primer encuentro fue bastante interesante ahora que lo pienso" - le dijo Naraku a Tenebross. En ese momento estaban en el escondrijo, observando a través del espejo de Kanna como el grupo de Inuyasha estaba dejando la aldea después de que Kaede les dijo como restaurar la memoria de Kagome.

- "¡No cambies el tema para evadir tus errores, Naraku...! ¡Eres un incompetente!" - gritó Tenebross enfurecido desde su espejo.

- "¿Y qué te da el derecho de hablarle así al Gran Naraku? Que yo sepa, tú no eres mi jefe..." - dijo Naraku con una sonrisa burlona en su rostro.

- "¡Tengo todo el derecho en este mundo o en cualquier otro porque todos tus planes han fracasado uno tras otro! ¡No tenemos a la chica; y dentro de poco le restauraran su memoria!" - gritó Tenebross furioso.

- "Sí supieras que ya tengo otro plan preparado..." - empezó Naraku con una cara de irritación.

- "¡Ya me harté de tus fracasos! ¡Esta vez me encargaré yo!" - dijo Tenebross mientras cerraba los ojos - "Ist Ikuak ChelkRe Phinambrea Ilg Ical, Oli Couma Cust Phaph FaleaRe Necla Ical!" -

Un grupo de sombras apareció y se reunió frente a Tenebross, y al poco rato, un monstruo negro similar a un minotauro, el cual portaba una armadura negra y llevaba una gran hacha emergió de ellas.

- "Amo, espero sus órdenes..." - dijo el monstruo arrodillándose frente al espejo de Tenebross.

- "Ankon, ve y tráeme los Fragmentos de Sombras que llevan esos elegidos idiotas... También traéme a esta niña..." - dijo Tenebross mientras su imagen se desvanecía para mostrar a Kagome. Su imagen regresó al espejo poco después - "Y si alguien se atreve a interponerse en tu camino... Mátalo..." -

- "Entendido, amo..." - dijo Ankon antes de disolverse en las sombras.

- "Hmm, veo que también te gusta mandar a otros a pelear en tu lugar vez de ensuciarte las manos..." - dijo Naraku mientras se reía de forma enfermiza.

- "Cierra la boca. Eres peor que yo en esa parte..." - rechistó Tenebross.

- "Jaja, que gracioso. Son tal para cual... Puede que dentro de poco anuncien su compromiso matrimonial" - dijo Kagura entre susurros desde donde estaba escondida observando todo el evento, y al imaginarse eso, empezó a reírse.

- "¿De qué te ríes, Kagura?" - preguntó Naraku tan pronto como notó el lugar donde estaba escondida. Por suerte, no escuchó lo que ella estaba susurrando.

- "Eh... De lo que le espera al grupo de Inuyasha..." - dijo Kagura continuando con su risa, aunque esta vez estaba fingiendo.

Mientras tanto, el grupo de Inuyasha había continuado viajando hacia la Aldea Ryuusei. Como ya se habían pasado caminando todo el día, decidieron descansar un poco junto a un río.

- "Fiu, no esperaba que el viaje fuera tan largo" - dijo Gabriela limpiándose el sudor de la frente mientras recogía agua del río y la metía en una botella.

- "Es verdad. Kaede no bromeaba cuando dijo que estaba muy apartada..." dijo Gerardo mientras seguía practicando sus habilidades de manipular el agua: había extraído un hilo de agua del río y estaba cambiando su forma.

- "Hmm, pareces haber mejorado desde la última vez" - dijo Sango mientras miraba como el continuaba moviendo el hilo de agua y lo volvía una serpiente, una esfera y un círculo.

- "Mientras no la haga estallar encima de mí..." - dijo Inuyasha irritado.

- "Hehe, ¡eso sería gracioso!" - dijo Kagome riéndose, lo cual hizo a los demás reír y a Inuyasha suspirar.

- "Gerar... ¿puedo empezar a practicar mi habilidad de manipular la luz también?" - preguntó Gabriela inocentemente, lo cual hizo a Gerardo caer de la impresión, además de que se le rompió la concentración e hizo que la masa de agua le cayese encima, dejándolo completamente empapado. Esto los hizo reír a todos de nuevo mientras que Inuyasha le mostró una morisqueta a Gerardo.

- "¿Desde cuándo puedes llamar a tus poderes así?" - preguntó impresionado.

- "¡Desde que lo recibí!" - contestó su hermana con una sonrisa tonta.

"- Bueno, hazlo ahora. Pero por favor, no me interrumpas mientras estoy practicando..." - dijo Gerardo mientras daba una palmada y para extraer el agua que lo estaba empapando, secándose instántaneamente, y la juntaba con otro poco de agua sacada del río para luego seguir su práctica. Gabriela le tomó la palabra y luego de dar una palmada, extrajo algo de luz de sus alrededores y empezó a jugar con ella. Formó una esfera con ella y la hizo flotar cerca de Kagome.

- "¡Wow, qué bonito!" – dijo ella mientras comenzaba a correr tras la esfera.

- "¡Hagámoslo también! ¡Parece divertido!" - le dijo Shippou a Rin.

- "¡Sí!" - respondió ella, y ambos se unieron a Kagome en la persecución de la esfera mientras reían, lo cual hizo sonreír a todos menos a Sesshomaru y Jaken. Por otra parte, Kaede estaba maravillada viendo esto.

- "¿Cómo pueden hacer eso?" – preguntó ella después de estar un rato viendo a ambos hermanos manipulando sus elementos; y de como Kagome, Rin y Shippou jugaban con la esfera de luz. Ella quería jugar también, pero la impresión la dejó arraigada al suelo y los miró con asombro.

- "Son nuestros poderes especiales. Los recibimos hace poco de parte de unos dragones sagrados" - contestó Gabriela mientras con su otra mano tomaba otro poco de luz, la arremolinaba en forma de una espiral y luego la estiraba en forma de una línea recta.

- "Y la verdad son muy útiles" - dijo Gerardo, colocando la masa de agua en frente de él y dándole la forma de una flecha a parte de ella. Luego chasqueó los dedos, lo cual volvió instántaneamente la masa completa en hielo.

- "¡Whoa, impresionante!" - dijo Miroku.

- "¡Es asombroso!" - dijo Sango.

Todos los demás tuvieron también reacciones similares, excepto Jaken y Sesshomaru. En cuanto a Kagome, Rin y Shippou, dejaron de perseguir la esfera de luz y corrieron de inmediato a ver la gran masa congelada con una gran sorpresa.

- "¿Puedes congelar el agua?" - preguntó Gabriela mientras su concentración se rompía, lo cual hizo desaparecer las luces que había estado manipulando.

- "También puedo descongelarla y volverla vapor. Sin embargo, no puedo hacer nada con el hielo aparte de fundirlo" - explicó Gerardo. Luego tomó la flecha, la arrancó de la masa de hielo y se la entregó a Kaede con una sonrisa - "Considera esto un obsequio. Podría serte útil si alguna vez te quedas sin flechas, y no te preocupes: no se derretirá sin importar cuanto tiempo pase o cuanto calor haga" -

- "Gracias" - dijo Kaede sonriendo mientras la tomaba. La flecha tenía una frase escrita en katakana minúsculo a lo largo de su cuerpo - "イストシエルバクリェゼットイアドリカエイリカルザァフズイカル... ¿Eh? ¡Pero esto no significa nada!" -

- "Sólo recítala cuando la dispares" - dijo Gerardo con una sonrisa enigmática - "Eso congelará en el acto cualquier problema que puedas estar enfrentando" -

- "Ah, ¡está bien!" - dijo Kaede mientras la guardaba en su carcaj - "Es algo fría, pero estoy segura que será útil" -

- "De acuerdo, ¿podemos comer ya?" - preguntó Shippou; y en ese momento, sus estómagos comenzaron a rugir uno tras otro.

- "Sí, parece que todos tenemos hambre" - dijo Sango con una sonrisa mientras ella y Kaede ponían manos a la obra para preparar el almuerzo. Después de un rato, todos estaban comiendo peces a la brasa que Gerardo había sacado del río encerrándolos en burbujas y halándolos hacia afuera.

- "Esos poderes tuyos son indudablemente útiles..." - dijo Sesshomaru mientras observaba al grupo comiendo. Naturalmente, él era el único que no estaba comiendo - "Eso le ahorra el trabajo al tonto de Inuyasha de tener que fallar miserablemente al buscar la comida..." -

- "¡No le llames así a Inuyasha!" - le dijo Kagome furiosa antes de que Inuyasha pudiese replicar. Todos los demás estaban espantados de que se le estuviese enfrentando de ese modo a pesar de ser una niña pequeña. Jaken trató de ir a golpearla, pero terminó siendo embestido y pisoteado por Inuyasha.

- "Yo soy su hermano mayor; y puedo decirle como quiera..." - dijo Sesshomaru fríamente.

- "¡Pero deberías tratarlo mejor! ¡Ellos dos también son hermanos y son muy diferentes a ustedes dos!" - dijo Kagome mientras señalaba a Gerardo y Gabriela; y los aludidos se ruborizaron y bajaron sus miradas al suelo de inmediato.

- "Mejor no nos compares con ellos... Hay mucha diferencia entre nosotros y ellos..." - dijo Gerardo.

- "Sí, pero al menos nos llevamos mejor que ellos..." dijo Gabriela mientras tímidamente le mostraba una sonrisa a su hermano.

- "¿Él es el hermano mayor de Inuyasha?" - preguntó Kaede mientras miraba a Sesshomaru.

- "Medio-hermano, de hecho..." - contestó Sango en el acto.

- "Y como pudiste haber adivinado, él es un youkai completo. Inuyasha tenía una madre humana, pero no parece que ese sea el caso para Sesshomaru" - explicó Miroku con seriedad.

- "Hmm, eso explica muchas cosas, como el que se odien tanto..." - dijo Kaede mientras apartaba su mirada de Sesshomaru algo asustada. Nadie dijo una sola palabra más hasta que terminaron de comer, desintegraron los restos de la comida con los poderes de luz de Gabriela y continuaron su camino hacia Ryuusei.

- "Diablos, este viaje está resultando de lo más aburridor..." - dijo Gerardo después de media hora de caminata.

- "Estoy de acuerdo, Gerar..." - dijo Gabriela. El paisaje se había hecho muy repetitivo desde que habían salido del río: ahora solo estaban caminando por una llanura desde la que podían divisarse montañas a lo lejos y no había nada que rompiese con la monotonía de la vista. No habían bosques ni otras marcas de importancia en el área.

- "Me duelen los pies… Estoy cansada…" – dijo Kagome mientras ella comenzaba a jadear y sus ojos a llenarse de lágrimas. Shippou no tenía ese problema porque estaba sobre el hombro de Sango, mientras que Rin estaba cabalgando sobre Ah-Un con Jaken.

- "¡Ya dejen de quejarse!" - dijo Inuyasha mientras cargaba a Kagome y se la subía a la espalda.

- "¡Yay! ¡Gracias, Inuyasha-nii!" - dijo Kagome mientras se doblaba hacia adelante y le daba un abrazo. Inuyasha se ruborizó mientras los demás reían.

- 'Es natural que haga esto. Es sólo una niñita ahora... pero tengo que decir que esos dos tienen razón... este maldito prado es un verdadero fastidio para cruzar... ¡Y ni siquiera hay algo con que pelear!" - pensó Inuyasha.

- "Hehe, dejando de lado a nuestro querido hanyou con su especie de hermana pequeña, debo decir que esta situación es un tanto extraña..." - dijo Miroku pensativamente.

- "¡Ella no es mi hermana pequeña! Ella es más bien como... una pequeña amiga..." - dijo Inuyasha sonrojándose con una cara de molestia, ya que no podía considerar a Kagome de ese modo debido a lo que sentía por ella. Kagome sólo empezó a soltar risitas sobre su espalda.

- "¡Está bien, no tienes que actuar de ese modo!" - dijo Sango riéndose. Sin embargo, luego recobró su actitud seria - "Pero, ¿qué quiere decir, Houshi-sama?" -

- "Es sólo que pensé que aprovecharían el que estamos en campo abierto para atacarnos y robarnos los Fragmentos de Sombras que tenemos..." - dijo Miroku mirando alrededor.

- "¡Por favor no tientes a la suerte!" - dijo Shippou mientras su rostro palidecía.

- "¿Fragmentos de Sombras?" - preguntó Kaede desconcertada.

- "Son estos..." - dijo Gerardo mientras se volteaba y sacaba uno de los fragmentos de la Bolsa de Luz para mostrárselo, usando la tela de la Bolsa como cubierta para no llevarse chispazos de las descargas que soltaban. Kaede saltó hacia atrás al sentir el mal que emanaba del cristal - "Son los trozos de la esencia de un demonio muy poderoso llamado Tenebross" -

- "¿Y por qué los están buscando?" - preguntó Kaede mientras se cubía la boca con las manos, pensando que debían estar locos para siquiera pensar en eso.

- "Para evitar que esa cosa vuelva a la vida..." - dijo Sesshomaru - "Escuché todo el relato después de que salieron de ese extraño templo..." -

- "¿Estabas espiándonos?" - preguntó Sango mirándolo con sorpresa.

- "Estuve observándolos todo el tiempo desde que Gerardo me derrotó en esa batalla..." - respondió Sesshomaru fríamente - "Pero no me quise acercar hasta cerciorarme de si de verdad él tenía alguna clase de poder..." -

- "¿Por eso me salvaste cuando estaba por caerme en ese barranco?" - preguntó Gerardo frunciendo el entrecejo mientras recordaba cuando pensó que Sesshomaru lo había salvado de morir allí.

- "Sí, porque sentí el cambio en tu energía y en el olor de tu sangre; y quise comprobar que tan fuerte te habías vuelto..." - respondió Sesshomaru con una voz completamente carente de emociones.

No hubo respuesta a esa afirmación y prosiguieron con su caminata en silencio.

Mientras tanto...

- "No veo que Ankon esté haciendo nada, Tenebross..." - dijo Naraku tan aburrido como el grupo durante su paso por los prados.

- "Ten paciencia. Tú mejor que nadie deberías saber que hay que esperar al mejor momento para atacar..." - dijo Tenebross siniestramente mientras entrecerraba sus malignos ojos rojos.

- "Es verdad, ¡pero yo no me tardo tanto en hacer que mis criaturas ataquen a mis enemigos!" - dijo Naraku mientras reía como un psicopata.

Una hora después, el grupo de Inuyasha había finalmente llegado al fin de los prados y habían comenzado a ascender por un estrecho camino entre las montañas.

- "¡Por fin! ¡El tipo de paisaje que más me gusta!" - dijo Gerardo alegremente.

- "¡Veo que amas las montañas!" - dijo Sango mientras ella y los demás, exceptuando Sesshomaru y Jaken, reían al ver a Gerardo invocando su armadura y comenzando a volar entre la montañas dibujando toda clase de figuras. Luego de unos minutos de ello, a lo cual Gabriela se unió al poco rato, ambos regresaron al suelo y anularon sus transformaciones mientras reían y se tomaban de las manos.

- "¡Lo siento, lo siento! ¡No lo pude evitar!" - dijo Gerardo avergonzado mientras continuaban el ascenso a pie - "Es que tenía mucho tiempo que no visitaba un lugar montañoso..." -

- "Hehe, y como se veía tan divertido, ¡no pude resistirme tampoco!" - dijo Gabriela entre risitas mientras las otras chicas comenzaban a reír también.

- "No te logro entender... A veces pareces el Sr. Seriedad y otras pareces payaso..." - dijo Inuyasha amargado.

- "La personalidad de una persona tiene muchas caras... Ya deberías saber eso, Inu-chan" - dijo Gerardo con una sonrisa mientras meneaba su dedo índice en frente de sí.

- "¿¡Y ahora incluso te atreves a llamarme así!?" - dijo Inuyasha furioso.

- "¿Te has visto en un espejo últimamente?" - preguntó Gabriela entre risas, lo cual hizo que todos rieran de nuevo. Esto también le recordó a Inuyasha que aún seguía estando en su forma de niño.

- "¡Bien, ya basta! ¡Voy a regresar a mi forma normal; y no dejaré que me lo impidan!" - gritó mientras se acercaba a Gerardo dando pisotones para hacerlo que sacase la mochila de Kagome de su Dragtenm, pero Gerardo lo evadió.

- "Mejor te tranquilizas, ¿o planeas asustar a Kagome?" - preguntó Gerardo mientras se ponía ambas manos en la cintura y fruncía el entrecejo.

- "¡Es cierto! ¡Kagome-chan te puede tener miedo en tu verdadera forma!" - dijo Rin extendiendo sus manos a ambos lados. Inuyasha finalmente cayó en cuenta de que la Kagome de cinco años nunca lo había visto en su verdadera edad, y como esto podría asustarla o romper la confianza que ella tenía en él, decidió finalmente no hacerlo.

- "¡Keh! ¡Como sea!" - dijo él irritado cruzando los brazos. Sin embargo, presionó por error el botón de atajo para guardar objetos en su Dragtemn, lo cual hizo que el dispositivo absorbiese su Tessaiga - "¡Mi espada! ¿¡Qué hizo esta cosa con mi Tessaiga!?" -

- "Eres patético. Ahora has perdido tu más valiosa posesión ante un artefacto extraño..." - dijo Sesshomaru mientras sus labios se curvaban hacia arriba para formar una sonrisa maligna.

- "¡Cállate, Sesshomaru! ¡Artefacto raro, devuélveme mi espada o te destruiré!" - dijo Inuyasha mientras se preparaba para usar su Sankontessou.

- "¡Abajo!" - gritó Kagome, haciendo que Gerardo e Inuyasha cayesen al suelo, aunque esto sorprendió a todos.

- "Kagome... ¿tú hiciste eso?" - preguntó Miroku con los ojos del tamaño de platos.

- "Ups... ¡Lo siento, se me salió!" - dijo Kagome avergonzada, pero Gabriela le acarició la cabeza.

- "¡Bien hecho!" - le dijo con una sonrisa.

- "Hehe, ¡gracias!" - dijo Kagome entre risitas. Ambos chicos se levantaron del suelo y se sacudieron la tierra de sus ropas.

- "Con tal de que no termine abusando de ello... Por cierto, Inuyasha... para sacar a Tessaiga del Dragtemn, sólo tienes que hacer esto..." - dijo Gerardo mientras lo instruía sobre como moverse por los menúes del Dragtemn y le enseñaba el procedimiento. Cuando terminó unos segundos después, Tessaiga reapareció desde del Dragtemn de Inuyasha y se colocó en la cintura de su dueño de nuevo.

- "¡Perfecto! ¡Ahora si le enseñé a esa cosa quien manda!" - dijo Inuyasha riéndose, haciendo que los demás lo mirasen como si estuviese volviéndose loco.

- "Bueno, ¿podemos seguir?" - preguntó Kagome bostezando - "Que ya se está haciendo tarde..." -

Ya estaba atardeciendo, pero decidieron continuar por un poco más de tiempo, ya que sería peligroso montar el campamento en una parte tan estrecha del camino de la montaña.

- "Maldición, este día ha sido agotador..." - dijo Inuyasha jadeando después de un rato más de ascender por la montaña.

- "Eh... Primera vez que te veo así... de exhausto..." - dijo Gerardo, el cual también estaba jadeando. Todos los demás excepto Sesshomaru también estaban jadeando o estaban sentados en el suelo recuperando el aliento: la larga caminata les había supuesto mucho esfuerzo.

- "Creo que estará bien que montemos el campamento aquí: el borde de la montaña es lo suficientemente ancho para ello" - dijo Miroku mientras señalaba el segmento del camino donde dormirían esa noche: era una explanada algo amplia con varios árboles.

- "Coincido, ya que será mejor que seguir caminando en este lugar a oscuras" - dijo Sango señalando hacia el cielo: ya la poca luz del atardecer estaba apagándose y estaba terminando de anochecer.

- "Es verdad, será mejor que pasemos la noche aquí" - dijo Gerardo mientras sacaba todo lo que necesitarían para acampar esa noche.

Al poco rato, todos estaban cenando algunas cosas que Gerardo había traído de cenar en su Dragtenm.

- "Supuse que ahora era mi turno de hacer algo de comer, ¡así que aquí traje algunas comidas típicas de mi país!" - dijo mientras sacaba dos tipos de masas cocidas de su Dragtemn: uno era frito y con forma de lunas crecientes, mientras que el otro era horneado y redondo - "Estos se llaman "empanadas" y "arepas". Nuestra madre nos ayudó a Gaby y a mí a hacerlas, ¡y están tan frescas y calientes como si estuviesen recién hechas gracias a que el sistema de almacenamiento del Dragtemn las mantiene en un ambiente similar al vacío!" -

- "¡Son muy buenas!" - dijo Miroku probando una de las empanadas - "¿De qué están hechas?" -

- "Las empanadas están hechas de masa de harina de maíz frita rellena con queso o carne, mientras que las arepas son iguales en su mayor parte, sólo que son horneadas en vez de fritas" - dijo mientras se comía una de las empanadas, la cual estaba rellena de carne.

- "¿Harina de maíz?" - preguntó Sango confundida.

- "Ah, lo siento. Olvidé que esa planta no existe en ningún lugar fuera de nuestro continente en esta era" - dijo Gerardo mientras les mostraba un holograma de una planta de maíz a través de su Dragtemn - "Eso es maíz. Los aborígenes de mi continente solían usarlo para hacer la mayor parte de sus comidas; y actualmente se utiliza incluso para hacer algunos tipos de tentempiés en todo el mundo" -

- "Hmm, ¡creo que Kagome me dijo que las palomitas de maíz que ella solía traerme están hechas de eso!" - dijo Shippou asintiendo con una sonrisa.

- "Hehe, me gustan mucho las palomitas acarameladas, pero no recuerdo haberte dicho eso, Shippou" - dijo Kagome entre risitas.

- "De cualquier modo, estas cosas son muy extrañas, ¡pero aun así son deliciosas!" - dijo Inuyasha atragantándose con dos empanadas.

- "¡Hey, no disfrutarás bien del sabor de la comida si te la comes así!" - dijo Kagome con el semblante serio, pero luego comenzó a reírse por lo cómico que se veía Inuyasha - "¡Es lo que siempre dice mi mamá!" -

Pero después de que dijo eso, su rostro se entristeció y comenzó a llorar.

- "¡Quiero a mi mami!" - sollozó; y de inmediato Inuyasha tuvo que dejar de comer para ir a abrazarla en un intento de consolarla.

- "No te preocupes. Mamá sabe que estás bien y salvo, la volverás a ver muy pronto..." - le dijo mientras le acariciaba la cabeza. Kagome empezó a disminuir la intensidad de sus sollozos y abrazó a Inuyasha, el cual se ruborizó como un tomate.

- "Eh, ¿no te recuerda eso a alguien?" - le preguntó Miroku a Sango.

- "Sí; y bastante, Houshi-sama" - respondió Sango mientras ella y Miroku observaban a Gerardo y Gabriela, los cuales estaban eliminando los desechos de la comida y guardando todo lo demás.

- "¿De qué hablan?" - les preguntó Kaede llena de curiosidad.

- "De nada en especial. Es sólo que Inuyasha parece un hermano mayor ahora..." - le respondió Sango.

- "Bueno, es verdad. Realmente está cuidando a Kagome ahora" - dijo Gerardo mientras notaban como Kagome había dejado de llorar y le pedía a Inuyasha que jugase con ella.

- "Hehe, me recuerda a ti, Gerar" - dijo Gabriela sonriendo, lo cual hizo que Gerardo se sonrojase.

- "No era necesario que dijeras eso..." – respondió con un tono de voz un tanto avergozando

- "Y es muy curioso que el destino quisiese que nos encontremos aquí..." - dijo una voz conocida detrás de ellos.

- "¿Onee-sama?" - preguntó Kaede sorprendida.

- "¿¡Kikyou!?" - dijeron todos a la vez, menos Kagome, Sesshomaru y Jaken.

Kikyou entró al área iluminada por la fogata y vieron que en efecto se trataba de ella, acompañada por sus Shikigamis Kochou y Asuka.

- "Buenas noches, Kikyou. Veo que hoy has traído compañía..." - dijo Gerardo con voz seria.

- "Esto sí que es curioso, ahora tenemos tres pares de hermanos reunidos en un mismo lugar" - dijo Miroku con voz irónica.

- "Kikyou-sama..." - dijo Gabriela, que ya se había quedado sin palabras.

- "Me disculpo por no haberte prestado más atención la última vez que nos vimos. Tal parece que me tienes mucho respeto, ¿verdad, pequeña?" - le preguntó Kikyou con una sonrisa mientras se acercaba y ponía su rostro a la misma altura que el de Gabriela. Luego extendió sus manos con las palmas hacia afuera en su dirección y cerró los ojos por unos instantes para luego volver a abrirlos - "Hmm, también puedo sentir que tienes una gran cantidad de poder dentro de ti... Poder sagrado, para ser exactos..." -

- "¿¡Poder sagrado!?" - preguntaron todos a la vez, menos Gerardo y Sesshomaru, aunque el segundo puso una cara de impresión casi imperceptible.

- "Bueno, sí. Es porque Gaby es elemental de Luz, y la Luz es el más puro de los seis elementos principales usados en Dragonia. Por otra parte, la Oscuridad es el menos puro de ellos, aunque también cumple un rol integral en la preservación del mundo" - dijo mientras le mostraba al grupo el Sello Elemental a través de un holograma en el Dragtemn, con los puntos de los elementos que había mencionado brillando en sus respectivos colores - "Del mismo modo, cada uno de los otros cuatro elementos están alineados con la Luz o la Oscuridad: el Agua y el Viento están alineados con la Luz, mientras que el Fuego y la Tierra están alineados con la Oscuridad. Por cierto, como pueden estarse imaginando, Gaby tiene un mayor potencial que yo debido a que la Luz tiene un mayor poder innato que el Agua, pero ella no puede controlarlo bien debido a que aún es demasiado joven..." -

- "Hmm, tu explicación parece concordar con mis suposiciones de que tienes menos poder que ella, ya que también posees poder sagrado, aunque en menor medida que tu pequeña hermana..." - dijo Kikyou mientras examinaba las auras de ambos - "Sin embargo, este tipo de energía no es nada que yo haya visto antes..." -

- "Esta señora me da mala espina..." - dijo Kagome con una cara ligeramente molesta.

- "Kagome, cálmate por favor..." - dijo Inuyasha mientras trataba de evitar que se pusiera celosa a pesar de que no tenía recuerdos de Kikyou.

- "Hablas en serio, ¿onee-sama?" - preguntó Kaede sorprendida.

- "Imposible... Kaede, ¿eres tú?" - preguntó Kikyou pestañeando mientras la miraba. Luego miró a Inuyasha, y al notar que la niña a su lado era Kagome, sus ojos no hicieron más que ensancharse.

- "Sí, onee-sama, ¿por qué preguntas?" - preguntó Kaede extrañada al ver su reacción.

- "No, no es nada... Perdóname por preocuparte..." - dijo Kikyou mientras le sonreía, y luego miró a todos los demás - "¿Alguno de ustedes me puede explicar que ha pasado últimamente?" -

- "Todos podríamos, pero no sé quién sería el mejor para ello..." - dijo Gerardo mirando hacia el suelo.

- "Yo lo haré..." - dijo Inuyasha poniéndose de pie.

- "¿Y qué hay de Kagome? No pensarás dejarla así, ¿verdad?" - preguntó Miroku con una voz fría mientras lo miraba con preocupación.

- "¡Keh! No me iré por mucho tiempo, además, ¡todos ustedes pueden cuidar de ella sin ningún problema!" - dijo Inuyasha irritado.

- "Pero tú eres en quien más confía..." - dijo Sango, pero Inuyasha se había alejado de la luz de la fogata con Kikyou antes de que hubiese terminado la frase.

- "Sí que es obstinado, por eso es que siempre terminan diciéndole 'abajo'..." - suspiró Gerardo.

- "¿Y cuando regresa Inuyasha-nii?" - preguntó Kagome nerviosa, mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

- "Él regresará pronto. ¿Quieres que juguemos con un libro para colorear mientras tanto?" - preguntó Gabriela con una sonrisa.

- "¡Yay! ¡Sí!" - dijo Kagome limpiándose los ojos y mostrándole una sonrisa de oreja a oreja, así que Gabriela regresó a su mochila, sacó un libro para colorear y algunos crayones y ambas comenzaron a colorear los dibujos, a lo cual Rin y Shippou se unieron al poco rato.

Después de un rato, Inuyasha, Kikyou y sus Shikigamis regresaron con el resto del grupo.

- "Entiendo perfectamente su situación actual; y los acompañaré por ahora..." - dijo Kikyou para luego sentarse frente a la fogata. Esto hizo que todos reaccionasen con sorpresa, Gabriela estaba extasiada y a Gerardo se le cayó la mandíbula al suelo.

- "¡Genial! ¡Kikyou-sama vendrá con nosotros!" - dijo Gabriela bailando de felicidad.

- "Sólo espero que no nos traicione como lo hizo con Kagome aquella vez..." - dijo Gerardo cruzándose de brazos tras recobrarse de la sorpresa, recordando la forma en que le había quitado a Kagome el fragmento de Shikon cuando cayeron en la trampa de la Ilusión de la Muerte de Naraku.

- "¡Es grandioso! Pero, ¿¡qué quieres decir con eso!?" - preguntó Kaede a Gerardo mientras su cara se llenaba de rabia.

- "Sólo les puedo decir que tuve una razón para lo que hice en ese momento. Sin embargo, pero no se las puedo decir en estos momentos, ya que Naraku nos puede estar espiando ahora mismo..." - dijo Kikyou seriamente.

- "Así que... ¿Tú...?" - preguntó Kaede mientras sentía como sus entrañas se vaciaban.

- "Lo explicaré después, Kaede. Por favor, confía en mí por ahora" - le dijo Kikyou a su hermana en tono cortante.

- "Está bien... Confiaré en ti, onee-sama" - dijo Kaede con una sonrisa, aunque esto no eliminó por completo su aprensión.

- "Bueno, ¿alguien quiere escuchar un poco de música antes de irnos a dormir?" - dijo Gerardo al notar como Kikyou se había sacado a sí misma de ese aprieto, los demás, exceptuando Kikyou y Sesshomaru, sólo asintieron con una sonrisa por respuesta.

- "De acuerdo, la pondré a sonar ahora" - dijo Gerardo mientras hacía que su Dragtemn reprodujese una melodía llamada basada principalmente en la ocarina, la cual luego incluyó también mandolina, arpa y cuerdas.

- "¿Cómo... te las arreglas para hacer que tal música salga de ese pequeño artefacto...?" - preguntó Kikyou mientras miraba a los Dragtemns con sospecha.

- "Sí, nunca hemos visto algo como eso antes..." - dijo Kaede mientrtas pestañeaba.

- "Oh, es sólo que la era de la que venimos, así como el mundo del que provienen estos dispositivos tienen una tecnología mucho más avanzada. Podemos grabar interpretaciones musicales y reproducirlas cuando queramos" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "Hehe, y yo quiero ser una violonchelista y cantante cuando crezca" - dijo Gabirela con una sonrisa.

- "El violonchelo, o cello, es un instrumento de otra parte del mundo. No le den importancia" - dijo Gerardo antes de que pudiesen preguntar.

- "De cualquier modo, tienes un buen sueño, queriendo ser músico" - dijo Miroku asintiendo con una sonrisa.

- "Aún no sé que quiero ser... Una maestra... o una enfermera..." - dijo Kagome algo triste.

- "Sólo dale tiempo. Sabrás lo que quieres hacer antes de que te des cuenta" - dijo Inuyasha.

- "De cualquier modo, fue una buena interpretación. ¿Esa melodía tiene nombre?" - preguntó Kikyou intrigada.

- "Sí, esa melodía se titula 'Haha no Kioku' y sólo quise escucharla. Siento a mi madre cerca de mí cuando la escucho, y supongo que Gaby y Kagome también se sintieron similar al oírla" - dijo Gerardo.

- "Hehe, extraño a mami, pero ya no me siento tan triste por ello. ¡Gracias, Gerar-nii!" - dijo Kagome sonriendo.

- "Creo que su madre debe ser una mujer muy hermosa y amable" - dijo Rin antes de soltar un bostezo.

- "Lo es. Ya tuvimos la oportunidad de conocerla" - dijo Sango con una sonrisa.

- "Así que, ¿nos vamos a dormir?" - sugirió Miroku con una sonrisa para luego estirarse - "Tuvimos un día muy largo y agotador y mañana tendremos que seguir subiendo la montaña, así que debemos recuperar nuestras fuerzas" -

No hubieron objeciones, así que Sango acomodó a Kagome y a Shippou en una de las bolsas de dormir mientras que Gerardo y Gabriela se metían en otra. Inuyasha se recostó sobre las ramas de un árbol a cuyo pie Miroku se había sentado, Sesshomaru se encerró en una esfera de luz mientras que Rin y Jaken se durmieron encima de Ah-Un; y Kikyou se quedó sentada donde estaba, con Kaede recostada sobre ella y sus Shikigamis vigilándola en silencio.

- "Nunca pensé que volvería a ver a mi hermana de esta forma..." - dijo Kikyou mientras le acariciaba suavement el cabello a Kaede con una sonrisa meláncolica luego de que todos se habían dormido.

- "La vida tiene sorpresas en cada día para cada uno de nosotros... miko-sama..." - dijo Gerardo desde su bolsa de dormir para luego levantarse e ir hasta ella. Le sonrió brevemente a Kaede para luego centrar su atención en Kikyou.

- "Veo que aún sigues despierto..." - le dijo Kikyou alzando la mirada.

- "Sí, a veces me resulta difícil conciliar el sueño porque no logro vaciar la cabeza de todos los pensamientos que tengo..." - dijo Gerardo viendo hacia el cielo soñadoramente, para luego mirar a Kikyou suspicazmente.

- "Eres un pensador entonces, pero... ¿por qué sospechas tanto de mí?" - preguntó Kikyou con una sonrisa burlona en su cara.

- "Aún no termino de entenderte... ¿les robaste esos fragmentos de Shikon al grupo de Inuyasha para derrotar a Naraku? ¿Tienes algún plan?" - preguntó Gerardo cruzándose de brazos.

- "Si lo tengo. Sin embargo, no puedo decirte cuando ni como se llevará a cabo" - dijo Kikyou mirando en todas direcciones - "Naraku debe estar espiándonos y no quiero que se entere al respecto" -

- "Como quieras. Sin embargo, deberías confiar más en los demás, ¿o todavía no has superado esa herida que llevas en el corazón desde el día que Naraku les puso esa trampa a ustedes dos?" - le preguntó Gerardo.

- "Eso no es de tu incumbencia ¡...los vivos jamás podrán entender mis sentimientos!" - respondió Kikyou irritada para luego cambiar su cara a una mueca burlona - "Y por lo que veo no soy la única que tiene secretos aquí, ¿verdad?" -

- "Tu excusa de que no soy capaz de entender tus sentimientos es tan vieja como el polvo" - le dijo Gerardo mirándola con una mirada penetrante para después girarse en dirección a los demás - "Y si con ese último comentario te refieres a nuestros poderes de Dragón y Seirei, ya todos aquí saben sobre ellos" -

- "Que curioso. Y de cualquier modo, ¿que se supone que son esos poderes exactamente?" - preguntó Kikyou intrigada.

- "Lo averiguarás mañana... Si aún decides seguir con nosotros... Ahora con tu permiso, que tengas buenas noches..." - dijo Gerardo mientras regresaba a su bolsa de dormir, se acomadaba al lado de su hermana y se quedaba dormido. Kikyou siguió cuidando de Kaede por un rato más hasta que también cayó presa del sueño.

Mientras tanto...

- "Sí que es gracioso... Llevo tanto tiempo buscando a Kikyou para borrarla del mapa ¡y resulta que vino a mí por su propia voluntad!" - dijo Naraku riéndose.

- "Así matamos tres pájaros de una pedrada: eliminamos a esa mujer llamada Kikyou, les quitamos los Fragmentos de Sombras que tienen y por último, capturamos a la niña que tiene los poderes de purificación" - dijo Tenebross siniestramente - "¡Ankon! ¡Ve y acaba con ellos de una vez!" -

- "Ya era tiempo de que lo enviaras..." - dijo Naraku con impaciencia.

El grupo estaba durmiendo pacíficamente en el campamento, esperando la lejana llegada del amanecer, cuando se escuchó un fuerte estruendo delante de ellos. Esto los despertó a todos al instante.

- "¿Qué rayos pasa aquí?" - gritó Inuyasha bajando del árbol de un salto y abrazando a Kagome, la cual estaba llorando del miedo.

- "¡No sabemos, pero se siente una gran cantidad de energía demoníaca enfrente de nosotros!" - gritó Miroku mientras se levantaba y miraba en dirección al estruendo.

- "¡Debe ser un monstruo muy poderoso!" - dijo Sango alistándose para pelear.

- "¡O tal vez sea uno de los demonios de Tenebross! ¿¡Kagome, que...!?" - dijo Gerardo, pero al mirar en dirección a Kagome y recordar que ahora era sólo una niñita llorona que no podía usar sus poderes, se paró a media frase y se giró en dirección a Kikyou - "Ni modo... ¿Kikyou, ese monstruo tiene algún aura de color extraño o algún tipo de resplandor?" -

- "¿Para qué quieres saberlo?" - preguntó Kikyou fríamente.

- "¡Para saber a qué nos enfrentamos!" - dijo Gerardo irritado.

- "Sí tanto deseas saberlo... El aura tiene un color gris oscuro y emite un brillo negro oscuro" - dijo Kikyou con antipatía - "¿Eso significa algo?" -

- "Sí: monstruo es elemental de Oscuridad, ¡y además lleva un Fragmento de Sombras con él!" - dijo Gerardo mientras desenvainaba su espada y escudo.

- "¡Vamos a pelear entonces!" - dijo Inuyasha mientras salía corriendo.

- "Sango, necesito que te quedes aquí a cuidar de Gabriela y Kagome" - le dijo Gerardo preocupado - "Aunque en condiciones normales ambas serían de gran ayuda contra ese monstruo, Kagome no puede usar sus poderes y los de Gaby están debilitados con tanta oscuridad en el ambiente, así que sólo serían presas fáciles para esa cosa" -

- "Pero también quiero ayudarte, Gerar!" – dijo Gabriela saliendo de su bolsa de dormir con su arco en manos, pero Gerardo la detuvo.

- "Lo siento, Gaby, pero no te pondré en riesgo innecesariamente. Por favor, confía en nosotros y espera aquí" – dijo Gerardo al ver como le hacía pucheros, luego se volteó a ver a Sango – "¿Puedo confiártelas?" -

- "¡Por supuesto, me aseguraré de que no les pasé nada!" - dijo Sango con una mano sobre su Hiraikotsu.

- "Kaede, tú también debes esperarnos aquí" - le dijo Kikyou amablemente.

- "¿Por qué, onee-sama?" - preguntó Kaede entristecida.

- "Porque podrías resultar herida en la batalla, así que por favor, espérame aquí..." - le dijo Kikyou con una cara de tristeza: no quería que Kaede perdiese un ojo de nuevo por su culpa

- "De acuerdo, onee-sama..." - dijo Kaede asintiendo, aunque la seguía mirando con tristeza.

- "Rin, tú y Jaken deben quedarse aquí..." - le dijo Sesshomaru a Rin y Jaken - "Y si le sucede algo a Rin... Jaken, estoy seguro de que sabes cuales serán las consecuencias..." -

- "Eeehhh, sí amo... ¡Me aseguraré que nada le pase a Rin!" - dijo Jaken mientras tragaba saliva.

- "¡Buena suerte, Sesshomaru-sama!" – exclamó Rin mientras Sesshomaru se alejaba de ellos.

- "¡Vamos entonces!" - dijo Inuyasha corriendo hacia el lugar de donde provenía la energía demoníaca.

- "¡Adelante!" - gritó Gerardo corriendo tras él.

Luego de que doblaron una esquina del camino de montaña, vieron a su enemigo: se trataba de un demonio similar a un minotauro que portaba una gran hacha y una armadura negra.

- "¿Quién se supone que eres, bestia horrorosa?" - le preguntó Inuyasha al verlo mientras le apuntaba con su espada.

- "¡Esas son palabras mayores para un mocoso hanyou! ¡Mi nombre es Ankon; y fui enviado aquí por Lord Tenebross para deshacerme de ustedes!" - gritó el monstruo.

- "¡Ya veremos quien se deshace de quien!" - gritó Gerardo - "Ist Wasriats Oschmere Iadlast Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Zosph Phiaphz Ical! Iadlast Pawatz! ¡Dragoon!" -

- "¡Así que un portador de los poderes dragonianos! ¡Esto será muy divertido!" - gritó Ankon moviendo su enorme hacha luego de que Gerardo completó su transformación.

- "¡Inuyasha, hagamos nuestra técnica combinada!" - le dijo Gerardo desde arriba mientras recitaba el conjuro en dragoniano para su Water's Scar - "Watsa ya..." -

- "¡Adelante!" - dijo Inuyasha preparándose para ejecutar el Kaze no Kizu - "¡Destruction..." -

- "VORTEX!" - gritaron los dos al mismo tiempo, mezclando sus respectivas ondas de energía para crear un remolino verde claro que embistió al monstruo, dañándolo gravemente.

- "Ugh... no está nada mal para ser una simple brisa..." - dijo Ankon en tono de burla a pesar de las heridas que le habían inflingido - "Alt tok yallal pinambrea, hilsec sos... Dark Cure!" -

Un flujo oscuro emergió de sus alrededores y entró a él, sanando instántaneamente todo el daño que le habían hecho.

- "¡Rayos! ¿¡Todo eso fue para nada!" - gritó Inuyasha apretando los dientes - "¡Ya verás, maldita bestia!" -

Empezó a atacarlo con mandobles de su espada, ayudado por las flechas de Kikyou, las ofudas de Miroku, los ataques de Sesshomaru y una lluvia de rayos de agua que Gerardo lanzaba desde el aire, pero Ankon deshacía todos sus ataques curándose.

- "¡Esto... es... ridículo!" - gritó Inuyasha exasperado y agotado después de una serie de cuchilladas en vano de la cual Ankon ya se había recuperado - "¡No importa que tanto daño le hagamos, siempre se regenera!" -

- "¡Entonces tendremos que aniquilarlo tan rápidamente como podamos para no darle tiempo de que se regenere!" - dijo Miroku mientras comenzaba a deshacer el rosario alrededor de su mano maldita.

- "¡Ni siquiera pienses en usar el Kazaana, Miroku!" - gritó Gerardo desde arriba - "¡Esa cosa posee tanta energía demoníaca que te destruiría si intentases absorberlo!" -

- "¿Que deberíamos hacer entonces?" - preguntó Miroku mientras volvía atar el rosario alrededor de su mano, sintiéndose inútil.

- "Bajo nuestras condiciones actuales, no podemos hacer mucho" - dijo Gerardo negando con la cabeza mientras Sesshomaru y Kikyou continuaban atacando a Ankon - "Las criaturas elementales de Oscuridad reciben un tremendo aumento de poder durante la noche..." -

- "¿Qué quieres decir?" - preguntó Inuyasha mientras una gota de sudor corría por su cara.

- "Entre más oscuridad haya en el ambiente, más crece el poder de los elementales de Oscuridad..." - dijo Gerardo entrecerrando los ojos - "¡Lo mejor que podemos hacer ahora es retirarnos e intentar hallar una fuente de luz que podamos usar a nuestro favor!" -

- "¡No soy un cobarde para huir así!" - gritó Inuyasha - "¡Me quedaré a pelear hasta el final!" -

- "¡No seas estúpido!" - dijo Gerardo irritado - "¡No podemos ganar siempre usando sólo la fuerza bruta!" -

- "Hoh, ¡así que el tonto Seirei tiene la capacidad de pensar estrátegicamente! ¡Pero de cualquier modo, si el hanyou va ser tan idiota, le otorgaré su deseo de morir!" - gritó Ankon a modo de burla - "Watsa ya koulltam hydlakea dat tastssaks ika, yst mitsuceah koulltam betrem tastssaks ika! ¡Curse of Darkness!" -

Una esfera de energía negra salió de las manos de Ankon y golpeó a Inuyasha, el cual no tuvo tiempo de esquivarla.

- "Uhh... ¿Quién...? ¿Qué...? ¿Dónde...? ¿Cómo...?" - dijo Inuyasha moviéndose como si estuviese mareado y con una expresión de zombi en la cara, y luego comenzó a atacar a sus aliados. Ankon estalló de risa al ver esto.

- "Inuyasha, ¿qué sucede contigo? ¿No recuerdas que estamos de tu lado?" - le preguntó Kikyou entristecida mientras se hacía a un lado para esquivarlo.

- "¡Está confundido!" - dijo Gerardo viendo la expresión de Inuyasha, pero como se volvió el blanco de su próximo ataque, tuvo que bloquear sus mandobles con su escudo y las alas de su armadura - "¡Así no puede distinguir entre aliados y enemigos!" -

- "El que esté confundido de ese modo significa que no tiene cerebro..." - dijo Sesshomaru ignorándolo y continuando con sus intentos de atacar a Ankon, el cual volvió a sanar sus heridas.

- "¿Y cómo lo sacamos de ese estado?" - preguntó Miroku esquivando otro mandoble.

- "¡Dándole un golpe en la cabeza!" - dijo Gerardo tratando de volar de nuevo. Sin embargo, su transformación se anuló por sí sola y el cayó al suelo desde la poca altura a la que había llegado, cayendo en cuatro patas - "¡Mierda! ¡Estoy tan agotado que ya no pude seguir manteniendo la transformación!" -

- "¡Inuyasha, despierta de una vez!" - dijo Miroku dándole un bastonazo en la cabeza.

- "Eh... ¿dónde estoy? ¿Y qué me pasó?" - preguntó Inuyasha desconcertado.

- "Veo has recuperado el sentido, pero se les acabó la suerte..." - dijo Ankon mientras se ponía en una postura extraña: se arrodilló, cruzó las piernas, cerró los ojos y se concentró fuertemente. Una gran cantidad de energía oscura comenzó a juntarse a su alrededor...

- "¡No..." - gritó Gerardo mientras veía como la oscuridad comenzaba a arremolinarse alrededor del monstruo - "¡Tenemos que replegarnos! ¡Está tratando de autodestruirse y llevarnos consigo!" -

- "¡De acuerdo, hora de retirarnos!" - dijo Miroku cargando a Inuyasha, el cual todavía no estaba completamente consciente de la situación, y todos los luchadores se replegaron de vuelta al campamento.

- "¿Qué sucedió?" - preguntó Sango asustada en cuanto los vió corriendo.

- "¡Debemos irnos de aquí inmediatamente!" - dijo Gerardo alarmado - "¡Ese demonio está tratando de destruirnos junto con todo este lugar!" -

- "¡Súbanse rápido en Kirara entonces! ¡Gabriela, transformáte en forma de dragoon para que podamos alejarnos de aquí!" - dijo Sango llamando a su pequeña compañera, la cual se transformó en su forma enorme. Inuyasha, Kagome, Shippou, Miroku y Sango se subieron en ella, Gabriela y Gerardo se transformaron y se sostuvieron a Kaede y Kikyou por las manos y Sesshomaru se encerró en una esfera de luz mientras Jaken y Rin montaban a Ah-Un, y enseguida se alejaron de allí a toda velocidad.

- "Alt tok hakaisa sos, yst hakaisa milla dat tastssaks! ¡Dark Explosion!" - gritó Ankon; y toda la oscuridad que había juntado explotó junto a su cuerpo, liberando un gran onda expansiva. La explosión dejó un gran cráter en el camino de la montaña y causó que cayesen una gran cantidad de rocas. Por suerte, todo el grupo estaba lo bastante alejado en el aire para que ninguno los dos los alcanzase.

- "El muy idiota se autodestruyó para nada..." - resopló Inuyasha. Ya se había recuperado de la confusión por completo.

- "Por eso dije que debíamos retirarnos. Miren como la explosión llegó hasta donde teníamos el campamento" - dijo Gerardo señalando el cráter.

- "¡Graaurgh!" - rugió Kirara. Estaba muy cansada por transportar tanto peso.

- "Será mejor que aterricemos... Kirara está muy cansada..." - dijo Sango mientras le acariciaba la cabeza y aterrizaban sobre un punto más alto de la montaña. Los demás los siguieron poco después.

- "Estuvo cerca... Por poco y no lo contamos" - dijo Sango observando a los niños, los cuales se habían vuelto a dormir cuando aterrizaron - "Me pregunto si nos volverán a atacar..." -

- "Creo que esta noche no. Y más vale que intentemos descansar un poco. Aunque la Aldea Ryuusei debe estar muy cerca, dudo que sea prudente que intentemos continuar a estas horas de la noche..." - dijo Miroku recostándose contra un árbol cercano.

- "Cierto..." - dijo Gerardo mientras bostezaba. Todos se acomodaron de modo similar a como estaban antes del ataque de Ankon y cayeron en un sueño intranquilo.

(Fin del Capítulo)

(Ending: Come)