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A todos, quiero darles la bienvenida a mi humilde blog, el cual está dedicado a mi vida, al animé, a los videojuegos, y especialmente, a EXA_PICO. Aquí podrán ver las traducciones de letras de canciones que he hecho, y en el dado caso que no tenga la traducción que buscan, por favor vayan al foro Ar tonelico: A Reyvateil's Melody, ya que allí están todas las traducciones que podrían necesitar, junto con una gran cantidad de información sobre el mundo de EXA_PICO y sus conlangs.

¡Espero que se la pasen bien leyendo este blog!

Everyone, welcome to my humble blog, dedicated to my life, anime, videogames, and especially, to EXA_PICO. Here you all can see the translations for song lyrics I have done thus far, and if I don't have the translations you're looking for, please go to the Ar tonelico: A Reyvateil's Melody forum, since in both of these there are all of the translations you may need, together with a great quantity of information about EXA_PICO's world and its conlangs.
I hope you all have a good time reading this blog!


domingo, 14 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 7

Capítulo 7:

Un Aliado Inesperado


(Opening: Yura Yura - Every Little Thing)

A la mañana siguiente, el grupo caminaba en silencio... Las palabras que Kikyou les había dicho la noche anterior aún resonaban en sus cabezas y obviamente estaban aprehensivos por la situación.

- 'Las cosas se están poniendo feas... Entre Naraku enterándose del Cristal y él persiguiendo a Kagome para usar sus poderes... ¿que debemos hacer ahora?' - pensó Gerardo mientras apenas le prestaba atención adónde iba. Sin embargo, esto resultó ser un error cuando estaban caminando por un camino de montaña, ya que continuó caminando hasta que estaba de pie en el mísmisimo borde...

- "Gerar, ¿¡adónde vas!?" - dijo Gabriela cuando notó que su hermano estaba por caerse. Los otros se giraron para ver y se asustaron enormemente.

- "¿¡Qué estás haciendo!?" - gritó Inuyasha.

- "Gerardo-kun, ¡alto!" - dijo Sango.

- "¡No des otro paso!" - dijo Kagome.

Gerardo despertó de su aparente trance ya con un pie en el borde de la montaña mientras los otros corrían hacia él y le gritaban. Sin embargo, el borde se desmoronó bajo sus pies en ese momento y empezó a caer. Logró agarrarse de la ladera antes de caerse por completo... pero el sitio de donde estaba colgado también estaba empezando a derrumbarse.

- "Geardo!" - gritaron los demás. Dejaron de correr del espanto cuando cayó, pero empezaron de nuevo cuando notaron que aún estaba colgado de la saliente. Sin embargo, no parecía que pudiesen llegar hasta él a tiempo.

- '¡Maldición, esto me pasa por ser tan distraído...! Aunque me transformase en mi forma de dragoon, sería muy tarde para salvarme...' - pensó Gerardo mientras el borde finalmente colapsaba y caía de la montaña... Sin embargo, alguien lo tomó de la mano, lo haló hacia arriba y lo tiró al rocoso suelo mientras saltaba hacia arriba y desaparecía. Gerardo aterrizó en su estomágo, y aunque terminó con algunos moretones y con sus ropas cubiertas de tierra, al menos estaba a salvo.

- "¡Gerar!" - dijo Gabriela mientras corría hacia él y se arrodillaba a su lado con los ojos llenos de lágrimas.

- "¿Estás bien?" - le preguntó Kagome preocupada mientras le daba la mano para ayudarlo a ponerse en pie cuando llegaron al sitio en el que lo había dejado la figura.

- "¡Idiota! ¿¡Como puedes ser tan torpe que incluso te caerías de una montaña de un modo como ese!?" - gritó Inuyasha mientras apretaba los colmillos.

- "Lo siento mucho... Estaba pensando sobre muchas cosas y no estaba atento..." - dijo él mientras miraba hacia el suelo y distraídamente se sacudía la ropa.

- "Cálmense," - dijo Miroku mientras se ponía entre Gerardo e Inuyasha - "Lo que importa aquí es que estamos todos sanos y salvos y que nada le pasó a Gerardo-kun" -

- "¡Gerar...! ¡Pensé que morirías!" - dijo Gabriela mientras se arrojaba a su hermano llorando después de que se puso en pie de nuevo.

- "Lo siento, Gaby. Ya, ya... estoy bien..." - dijo Gerardo mientras le acariciaba la cabeza para calmarla.

Dejaron que Gabriela llorase en su pecho por un rato más. Cuando se calmó lo suficiente, continuaron su rumbo. Después de un rato, comenzaron a bajar de la montaña y finalmente llegaron a un río que tenía muchos árboles creciendo a sus orillas.

- "Hmm, ¡parece un buen lugar para probar mis poderes sobre el agua!" - dijo Gerardo emocionado mientras corría hacia la orilla del río.

- "¿Qué? ¿Acaso vas a chapotear en el río o algo?" - dijo Inuyasha a modo de burla.

- "Oh, sólo espera. Haré que te tragues esas palabras. Ochis meya hyrast, iarae sos zyola..." - dijo Gerardo mientras daba una palmada con sus manos y se concentraba. Comenzó a mover sus manos a su alrededor, sacando una masa de agua relativamente grande del río a la que le dio la forma de una serpiente.

- "Whoa, ¡impresionante!" - dijo Kagome mientras miraba a lo que Gerardo hacia.

- "Keh, no tiene nada de especial" - dijo Inuyasha cruzándose de brazos y girando la cabeza de modo arrogante.

Gerardo entonces comenzó a mover la masa a su alrededor con algo de esfuerzo, ya que aún no tenía experiencia manipulando el agua de este modo. Sin embargo, terminó perdiendo el control e hizo que la serpiente colapsase en un montón de agua sobre Inuyasha. Esto hizo que todos comenzasen a reír...

- Maldito... ¿¡Cómo te atreves a mojarme!?" - gritó Inuyasha furioso mientras se abalanzaba sobre Gerardo aún chorreando agua.

- "¡Ah! Shiazeae!" - gritó Gerardo mientras alzaba una mano y miraba en sentido opuesto sorprendido y asustado. Por un segundo parecía que Inuyasha iba a llegar hasta él y lo iba a hacer picadillo, pero al final Inuyasha fue detenido por una pequeña barrera con forma de arco que tenía un color azul brillante.

- "Lo siento, ¡no pretendía invocar esa Barrera de Agua! ¡Y perdona que te tirase toda esa agua! ¡Juro que fue un accidente!" - dijo Gerardo mientras ponía una sonrisa tonta al tiempo que la barrera se desvanecía. Volvió a dar una palmada con sus manos, las movió en la dirección de Inuyasha y chasqueó los dedos dos veces, haciendo que el agua que tenía a Inuyasha empapado se evaporase y lo dejase seco en un instante. Esto lo calmó, ya que él solo cruzó sus brazos de nuevo y dejó de intentar atacar a Gerardo.

- "Te ves mejor como un perro mojado, Inuyasha..." - dijo una voz inexpresiva y familiar.

- "¿¡Quién dijo eso!?" - gritó Inuyasha al reconocer la voz y el olor mientras miraba a su alrededor, desenvainando a Tessaiga en caso de que tuviesen que luchar.

Entonces vieron que Sesshomaru se estaba acercando a ellos desde atrás.

- "Sesshomaru, ¿¡qué demonios haces aquí!?" - gritó Inuyasha mientras le apuntaba con Tessaiga. Los otros también habían desenvainado sus armas, preparados para cualquier cosa que pudiese ocurrir.

- "Deja de ladrar en vano, Inuyasha. No estoy aquí para buscar una pelea contigo..." - dijo Sesshomaru.

- "¡Sesshomaru-sama! ¡Sesshomaru-sama!" - escucharon algunas voces detrás de él acercándose a ellos, y a los pocos segundos, Jaken, Rin y Ah-Un estaban al lado de Sesshomaru.

- "¡Rin! ¡Y Jaken el hombre sapo también!" - dijo Gerardo sorprendido cuando los vio, lo cual hizo que todos estallasen en risas cuando escucharon como llamó a Jaken.

- "¡Agh! ¡Cómo se atreve este humano a llamarme de ese modo!" - gritó Jaken mientras daba un pisotón - "Sesshomaru-sama, ¡permítame enseñarle modales!" -

- "Jaken, cierra la boca..." - dijo Sesshomaru, lo cual los hizo reír a todos con más fuerza.

- "Urgh... Muy bien, Sesshomaru-sama..." - dijo Jaken alterado mientras caía de rodillas y Rin le daba palmadas en la cabeza.

- "Oh, pobre Jaken-sama..." -

- "Así que, ¿a qué debemos el honor de tu visita, Sesshomaru?" - inquirió Gerardo empleando una actitud similar a la de Sesshomaru, lo cual les paralizó la risa a los demás y dejó a Inuyasha y Kagome mirándolo perplejos.

- "¿Cómo te atreves a llamar a Sesshomaru-sama sin honoríficos y con un tono tan informal!?" - gritó Jaken mientras golpeaba el suelo.

- "¡Jaken! ¿Acaso osas desobedecer mis órdenes?" - preguntó Sesshomaru mientras mostraba una de sus aterradoras sonrisas.

- "¡Aggh! ¡Por favor perdóneme, Sesshomaru-sama!" - dijo Jaken asustado mientras se apartaba con Rin a su lado.

- "Así que, ¿para qué viniste hasta acá?" - preguntó Gerardo.

- "He venido a unirme a ustedes por el momento... Estoy muy interesado en averiguar que te hace tan fuerte... Y que es esa extraña aura que te rodea..." - dijo Sesshomaru mirándolo con sospecha, aunque su mirada luego se posó en la espada que Gerardo llevaba en la cintura - "Y como puedo ver, ya has hallado una espada propia..." -

- "Forjada por el mismo herrero que hizo las Espadas Colmillo. Y te permitiremos que viajes con nosotros, bajo dos condiciones..." - dijo Gerardo.

- "¿¡Qué crees que haces!?" - preguntó Inuyasha.

- "Creo que podría resultar una gran ayuda para nosotros, y además... una nueva amiga no le vendría mal a Gaby..." - dijo Gerardo con una sonrisa sarcástica.

- "Dime entonces, ¿cuáles son las condiciones que me quieres poner a cambio de permitirnos viajar con ustedes?" - dijo Sesshomaru inexpresivamente.

- "Primero, quiero que tú e Inuyasha se olviden de pelear el uno contra el otro todo el tiempo a menos que sea para entrenar, lo cual será bajo nuestra supervisión... Y segundo, olvida toda pretensión de intentar quitarle a Tessaiga por la fuerza..." - dijo Gerardo.

Todos se quedaron asombrados cuando terminó de decir eso.

- 'No puede ser... ¿Realmente está hablándole a Sesshomaru de ese modo?' - pensó Kagome.

- 'Imposible... Pensé que nadie podría decirle esa clase de cosas sin terminar con sus cabezas siendo arrancadas de sus cuerpos...' - pensó Miroku.

Inuyasha sólo pudo quedarse con la boca abierta del espanto.

- '¡Qué insolente! Ese humano no tiene ningún derecho de hablarle a Sesshomaru-sama de ese modo... Pero si intento decir algo... el amo va a...' - pensó Jaken irritado, pero entonces tragó saliva al pensar sobre lo que Saesshomaru le haría si desobedecía sus órdenes.

- "Así que esas son tus condiciones... Muy bien, las acepto..." - dijo Sesshomaru finalmente, lo cual hizo que las mandíbulas de todos los presentes se cayeran al suelo: no podían estar más sorprendidos - "Pero primero, muestráme los poderes que posees ahora..." -

- "Entendido... Complaceré tus deseos..." - dijo Gerardo mientras ambos desenvainaban sus espadas. Inuyasha estaba a punto de protestar ante esto, pero Kagome los interrumpió...

- "¡Esperen! ¡Puedo sentir la presencia de un fragmento de Shikon, y se está acercando!" - dijo ella mientras miraba hacia detrás de ellos.

- "¿Estás segura?" - preguntó Inuyasha. Esto hizo que el duelo que Gerardo y Sesshomaru estaban a punto de tener desapareciera de sus mentes.

- "Sí, no sé cómo... pero este fragmento se siente distinto de los otros..." - dijo Kagome preocupada, ya que no sabía como explicarlo.

- "Parece que tendremos que dejar nuestro duelo para después..." - dijo Gerardo, y sintiendo que algo se acercaba detrás de él, rápidamente acuchilló con su espada hacia atrás, matando un youkai lobo.

- "¡Keh! ¡Esos youkai no son más que basura!" - dijo Inuyasha al ver los restos de la criatura, pero no tuvieron tiempo de hacer nada más, ya que una manada de esos youkai inmediatamente empezaron a ir a tras ellos.

- "¿¡De dónde vienen esas cosas!?" - dijo Shippou mientras saltaba a los hombros de Kagome para refugiarse y los otros evitaban o bloqueaban sus mordidas y embestidas.

- "No lo sé, ¡pero todos ellos cargan fragmentos de Shikon!" - dijo Kagome notando el resplandor de los fragments, pero... - "Es imposible, no deberían haber más fragmentos... y tienen un color extraño" -

Un youkai lobo trató de embestirla, pero Inuyasha instántaneamente saltó delante de ella y mató al youkai con un movimiento de su Tessaiga - "¡No te quedes ahí parada!" -

- "¡Gracias, Inuyasha!" - dijo Kagome con uan sonrisa mientras también le apuntaba a uno de los lobos y le disparaba una Flecha Sagrada, eliminándolo.

- "¿Y qué quiso decir con lo de que esos fragmentos tienen un color extraño?" - preguntó Miroku mientras golpeaba a dos de los lobos con su shakujou.

- "No tienen ninguno de los colores que la Perla se supone que debería tener en sus diferentes estados de pureza y polución... es negro... y más oscuro incluso que cuando Naraku la ha contaminado..." - dijo Kagome mientras temblaba un poco por ello.

- "Rin, apártate..." - le dijo Sesshomaru a la niña. Rin asintió y se apartó junto a Jaken y Gabriela para que los otros pudiesen protegerlos de los youkai.

- "De cualquier modo, parece que tendré que acelerar las cosas un poco... ¡Todos, aléjense de mi por un rato!" - dijo Gerardo mientras él y los demás se mantenían ocupados evitando los ataques de los lobos para luego contraatacar.

- "Espera... ¿No irás a decir que tienes un ataque similar a mi Kazaana, cierto?" - dijo Miroku mientras le arrojaba un trio de ofudas a los lobos, logrando paralizar a uno de ellos y permitiéndole a Sango acabarlo con su Hiraikotsu.

- "No, pero es algo peligroso, así que por favor apártense hasta que haya terminado... Olpla siat hakisa milla siraekalt ika sos!" – respondió él mientras creaba una cuerda de agua y la enrollaba alrededor de sus dedos medio e índice – "Water Whip!" –

Tan pronto como los demás tomaron su distancia de él, excepto por Inuyasha y Sesshomaru, el empezó a agitar la cuerda de agua a su alrededor, lo cual le hizo pequeños cortes a los youkai cada vez que hacía contacto con ellos.

- "¡Vengan! ¿No quieren algo de carne fresca?" - dijo Gerardo en tono de burla a los lobos, los cuales rugieron con furia y saltaron hacia él. Al ver esto, Gerardo comenzó a girar como una peonza, y como los lobos se volvieron presas fáciles para sus ataques, fueron repelidos hasta el punto en que Inuyasha pudo simplemente eliminarlos a todos con un Kaze no Kizu. Inuyasha no recibió daño del látigo gracias a su ropa, mientras que Sesshomaru ni siquiera se inmutó cuando el látigo lo tocó, de modo que fue imposible saber si lo estaba lastimando o no.

- "Ese ataque fue como..." - dijo Inuyasha mientras miraba a Sesshomaru por el rabillo del ojo. En cuanto a Jaken, se quedó mudo al ver el látigo de agua.

- "Sí, es similar al látigo que Sesshomaru hace con sus garras venenosas. La diferencia es que el mio está hecho de agua, pero debido a que no tiene ese potente veneno, no tiene siquiera la mitad de fuerza de su látigo de luz..." - dijo Gerardo mientras permitía que el látigo se disolviese y cayese al suelo como simple agua - "De cualquier modo, eso no es importante ahora" -

Entonces comenzaron a mirar los fragmentos que los monstruos habían dejado caer al morir, pero no parecían ser fragmentos de Shikon...

- ¿Esos son siquiera fragmentos de Shikon?" - preguntó Sango mientras los miraba con sospecha: tenían su misma forma, pero eran completamente negros - "Tienen una presencia maligna tan potente fluyendo desde ellos..." -

- "No, no pueden ser fragmentos de la Perla de Shikon..." - dijo Kagome mientras trataba de tomar uno de los fragmentos. Gerardo hizo ademán de detenerla, pero fue demasiado tarde: Kagome lo tomó entre las puntas de sus dedos, pero le soltó una pequeña descarga que la hizo chillar de dolor y la forzó a dejarlo caer tan pronto como lo tocó.

- "Kagome, ¿estás bien?" - dijo Inuyasha mientras él y los demás corrían a revisarla.

- "Estoy bien, pero... Esas cosas contienen tanta energía demoníaca en su interior que no puedo tocarlas, mucho menos purificarlas... E incluso dudo que Kikyou o Midoriko pudiese purificar esos fragmentos malignos..." - dijo Kagome algo asustada mientras se acariciaba la mano que había usado para intentar recoger el fragmento: le había dejado algo similar a una pequeña quemadura en los dedos.

- "Creo que esos son... fragmentos del Cristal de las Sombras..." - dijo Gerardo en tono serio - "Ese es el objetivo de nuestra misión" -

- "¿Esos son los fragmentos que ustedes deben buscar?" - preguntó Miroku mientras ponía una mano en su barbilla y entrecerraba los ojos.

- "Sí, lo son" - dijo Gerardo mientras revisaba los bolsillo interiores de su kimono. Sacó de ellos algo que parecía una bolsa hecha de cuero con partes plateadas que emitía una suave luz, y cubriendo sus manos con ella, tomó los fragmentos y los dejó caer dentro de la bolsa - "Este objeto que acabo de usar es una Bolsa de Luz, y debemos usarlas para almacenar los fragmentos. Como ya han notado, son nocivos al contacto y pueden corromper las almas y mentes de la gente si son expuestos a ellos por un largo tiempo" -

- "Suenan como la Souunga" - dijo Inuyasha cruzándose de brazos, lo cual hizo que Sesshomaru le lanzase una mirada desagradable en respuesta.

- "Asegúrate de no mencionar esa detestable espada en mi presencia, Inuyasha" - dijo Sesshomaru en un tono irritado, aunque lo bastante suave como para hacer de cuenta que era su voz inexpresiva de siempre. Inuyasha sólo resopló.

- "De cualquier modo, diría que son incluso peores: ellos también pueden afectar a los hanyou y youkai. Adicionalmente, tienen la propiedad de anular y robar los poderes de las miko, monjes e incluso usuarios de la Magia Seirei a través de las descargas que sueltan al contacto" - dijo Gerardo con una expresión preocupada.

- "Debería tener más cuidado..." - dijo Kagome viéndose algo triste.

- "Más bien, perdona por no explicarlo antes" - dijo Gerardo con una sonrisa triste.

- "¡ENTREGUEN ESOS FRAGMENTOS DE SHIKON!" - gritó una voz desde ninguna parte, y al ver en la dirección de donde provenía, vieron que un gran oni marrón de pelo rojo corría hacia ellos.

- "Otro pedazo de basura youkai inútil de nivel bajo... No es digno siquiera de mi espada..." - dijo Sesshomaru mientras simplemente le arrojaba un chorro de veneno con sus garras venenosas, pero no lo afectó - "¿Qué...?" -

- "¡TENGO UN FRAGMENTO DE SHIKON! ¡SUS ATAQUES NO PUEDEN SIQUIERA HACERME UN RASGUÑO!" - rugió el oni mientras trataba de atacar a Sesshomaru, pero el simplemente se hizo a un lado para evitar el ataque como si no fuese nada.

- "Kagome, ¿tiene esa cosa un fragmento de Sombras?" - preguntó Gerardo mientras preparaba su espada y escudo.

- "¡Sí! ¡Tiene uno en su frente!" - dijo Kagome cuando notó el lugar en el cuerpo del oni del que salía el aura negra.

- "¡Hey, esa es mi línea!" - gritó Inuyasha sosteniendo a Tessaiga en alto mientras miraba a Gerardo con furia.

- "Hey, ¡yo no estaba intentando robar tu línea! ¿¡Y que otra cosa esperabas que dijera!?" - dijo Gerardo en el mismo tono iracundo de Inuyasha.

- "Harían bien en dejar esa pelea infantil para después, a menos de que planeen terminarla en el otro mundo..." - dijo Sesshomaru mientras desenvainaba a Tokijin y la usaba para atacar al oni. Sango y Miroku también estaban concentrados en intentar atacarlo mientras evitaban sus embestidas y zarpazos.

- "¡Ni mi Hiraikotsu ni las mordidas de Kirara le están haciendo daño!" - dijo Sango al ver como los pequeños rasguños que sus ataques causaban desaparecían al instante.

- "¡Mis ofudas tampoco pueden hacerle anda!" - dijo Miroku mientras intentaba hacerlo de nuevo: las ofudas se fijaban al monstruo por un par de segundos y liberaban una pequeña descarga de energía espiritual, pero luego estallaban en flamas y se quemaban inmediatamente después.

- "Parece que el fragmento le aumentó los poderes a esa cosa demasiado..." - dijo Inuyasha mientras apretaba los colmillos.

- "Sesshomaru, ¡no lo ataques con Tokijin! ¡Todo lo que tenga esos fragmentos absorbe y resulta sanado por ataques que tengan el elemento Sombra, y esa espada casualmente lo usa para sus rayos de energía!" - dijo Gerardo al ver las auras emitidas por Tokijin y como el oni se alimentaba de ellas.

- "¡Keh! ¡Primera vez que veo a Sesshomaru siendo un inútil durante una batalla!" - dijo Inuyasha con una sonrisa burlona, lo cual hizo que Sesshomaru lo mirase con irritación.

Pero el Kaze no Kizu no le hizo nada al oni fuera de un par de rasguños que se sanaron inmediatemente. Uno de los zarpazos del oni entonces golpeó a Inuyasha y lo hizo estrellarse contra un árbol cercano.

- "¡Inuyasha!" - gritaron todos menos Sesshomaru.

- "¡Maldito!" - dijo Gerardo mientras cubría su Ryuuga en energía y la agitaba hacia arriba, en la dirección opuesta de como Inuyasha había movido su espada – "Watsa ya hydrast xyaza cezet paewat ika, yst hakisa tastsaks ika... Water's Scar!" –

La onda de la Water's Scar tuvo el mismo efecto que el Kaze no Kizu de Inuyasha: meramente le dejó rasguños. Sin embargo, esos intentos de atacar al monstruo le dieron una idea a Gerardo...

- "Inuyasha, ¿cómo estás por allá?" - le preguntó él a Inuyasha cuando vio que el estaba de pie de nuevo.

- "¡Estoy bien! ¿¡Pero no deberías enfocarte en derribar a esa cosa!?" - dijo Inuyasha molesto.

- "Escucha, tengo una idea. Tratemos de combinar tu Kaze no Kizu con mi Water's Scar, ¡ya que creo que podremos herirlo si hacemos eso!" - dijo Gerardo.

- "¡Hagámoslo entonces! ¡Kaze no Kizu!" - dijo Inuyasha mientras lanzaba el ataque de nuevo.

- "Watsa ya hydrast xyaza cezet paewat ika, yst hakisa tastsaks ika... Water's Scar!" – dijo Gerardo pronunciando el hechizo de invocación tan rápido como le fue posible y lanzando la onda. Ambas ondas chocaron entre sí y se mezclaron la una con la otra en su camino hacia el oni, pero como iban en la misma dirección en vez de ir la una contra la otra, formaron un torbellino de energía verde que se estrelló en el oni, hiriéndolo severamente y causando que cayera al suelo mientras rugía de dolor.

- "¡Genial! ¡Llamaremos a esta técnica el Destruction Vortex!" - dijo Gerardo cerrando un puño y moviéndolo hacia abajo con fuerza.

- "Hey, ¡es un buen nombre!" - dijo Inuyasha sonriendo.

- "Heh, ¡gracias!" - dijo Gerardo. Sin embargo, no pudieron continuar celebrando por mucho más tiempo, ya que el oni se levantó de nuevo con un rugido mientras sus heridas sanaban.

- "¡GRAAAGH! ¿¡PENSARON QUE ME VENCERÍAN ASÍ!? - gritó.

- "Maldición, hablando de una molestia persistente... parece que es hora de subir el nivel..." - dijo Gerardo mientras sacaba su Cristal Seirei de su soporte.

- "¿Qué vas a hacer?" - preguntó Sango.

- "¿Vas a...?" - empezó Kagome, pero Gabriela terminó la frase por ella:

- "...usar tus poderes?" -

- "Eso es correcto... Ist Garsse OschmeRe Iadlast Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Zosph Phiaphz ical. Iadlast Pawatz! Dragoon!" – él repitió toda la secuencia de transformación que había hecho para sus padres; y los pocos instantes estaba encerrado en la burbuja azul. Estalló casi inmediatamente después y él emergió de ella portando su armadura de dragón.

- "Ese es..." - dijo Inuyasha sorprendido.

- "El Poder..." - dijo Miroku.

- "...del Dragón...?" - dijo Sango con una voz leve - "Es la misma armadura que él llevaba durante su batalla con Sesshomaru..." -

Todos, incluido Sesshomaru, estaban sorprendidos cuando lo vieron llevando su armadura de dragón así como la cara llena de decisión que tenía. Su Ryuuga también cambió de una katana a una espada larga que tenía la hoja brillando en un suave color azul, mientras que su escudo parecía haberse reforzado.

- "Ist Garsse Likarom Aozublai Iadleizalle Dea Halket, Zosph Leizalle Oli Haliadl Thafz Ical... Hydrometeor!" – lanzó su espada hacia arriba y le disparó una esfera de agua. Entonces voló hacia ella, la tomó de la empuñadura y descendió mientras se cubría a sí mismo en un aura acuosa. Él finalizó el ataque estrellándose en el oni, partiéndolo por la mitad horizontalmente.

- "¡UAGGG! ¡ESTO NO VA A MATARME!" - rugió el monstruo, aunque también estaba gruñendo por el dolor audiblemente.

- "Ya veremos eso..." - dijo Gerardo mientras sonreía. Sin embargo, al instante siguiente, escuchó una voz recitando un hechizo en Dragoniano...

- "Ikuyu poak lay lusya wiras sos couyuu, yst sos royawfle hakaisa tast ika... Light Arrow!" – una flecha cubierta por un aura blanco silbó frente a ellos y golpeó al oni en la frente, justo en el punto donde Kagome dijo que llevaba el fragmento. Entonces explotó en una luz blanca mientras el monstruo dejaba salir un terrible rugido.

- "Whoa, ¿¡qué fue eso!?" - dijo Shippou detrás de ellos. Cuando se giraron, vieron a Gabriela con una cara concentrada y sosteniendo su arco como si hubiese disparado una flecha: era obvio quién la había disparado.

- "Es digno de mención que una niña tan pequeña pudiese usar una habilidad poderosa como esa flecha," - dijo Sesshomaru - "Tal vez por eso fue que sentí la necesidad de eliminarla..." -

- "Sesshomaru-sama... ¿trató de matarla...?" - preguntó Rin asustada.

- "Olvida eso en este instante y mantente oculta..." - dijo Sesshomaru con voz cortante. Rin sólo asintió.

- "Gaby realmente es poderosa," - dijo Gerardo impresionado al ver lo que había hecho - "Pero aún así, parece que aún tenemos que darle el golpe de gracia a esta cosa..." -

Entonces se rodeó de agua mientras comenzaba a recitar. Por otra parte, el monstruo había comenzado a regenerarse, aunque parecía que la flecha de Gabriela había ralentizado su velocidad de regeneración.

- "Ist Garrse, ah... Leiya Iadlast, VulualwaeSa Zosph Wihatslag, Oli Quieralm Zosph Valzat... Water Charge!" – él entonces usó las alas como propulsores para embestir al monstruo y la energía residual que dejó detrás de sí junto con las pequeñas cantidades de aura que liberó al batir las alas al terminar hicieron el resto: el monstruo dejó de rugir y explotó en pedazos de carne.

- "Whoa, eso fue... asombroso..." - dijo Kagome al ver lo que Gerardo y Gabriela habían hecho.

- "Esos dos son realmente fuertes..." - dijo Inuyasha.

- "¡Inuyasha, Kagome! ¡No sólo se queden allí! ¡Tienen que evitar que el oni se regenere para que podamos recoger el fragmento!" - gritó Gerardo mientras pisaba suelo de nuevo y corría hacia los trozos de carne, los cuales comenzaban a moverse por sí solos e intentaban reunirse en un sólo punto.

- "Ah... ¡estamos en eso!" - dijeron ambos saliendo del estado sorprendido en el que se encontraban desde que Gerardo se transformó. Kagome comenzó a dispararle Flechas Sagradas a los montículos de carne más grandes que se habían comenzado a formar alrededor del fragmento para desintegrarlos, mientras que Inuyasha eliminaba montones de los montículos más pequeños con el Kaze no Kizu.

- "Bien, creo que eso es todo..." - dijo Gerardo mientras recogía el fragmento y lo guardaba en una Bolsa de Luz. En cuanto hizo esto, los últimos restos del monstruo se volvieron polvo.

- "Espera un momento... ¿cómo recogiste el fragmento directamente sin que te electrocutase?" - preguntó Miroku un instante después.

- "Es porque los guanteletes de mi armadura me protegen. Sin embargo, no puedo continuar portándola por mucho tiempo porque se alimenta de mi energía mental..." - dijo Gerardo en un tono cansado - "Por cierto, ¿puedo sanarlos? Veo que recibieron algunas heridas durante nuestra batalla..." -

Dijo esto porque vio que estaban todos cubiertos de rasguños y moretones por el encuentro con los lobos y el oni.

- "No es necesario, podemos sanarnos bastante bien con las hierbas medicinales..." - dijo Sango algo avergonzada de que estuvieran causándole problemas.

- "Oh, lo sé. Pero sanar heridas usando magia es más efectivo y rápido. Y dejando eso de lado, no tengo problemas con hacerlo" - dijo Gerardo con una sonrisa.

Se miraron los unos a los otros y pensaron que no tenían razón para rehusarse, así que solo dejaron que Gerardo los sanase.

- "Pero podría sanarlos también con mi canción Healing Light," - dijo Gabriela haciendo pucheros - "Además, estás cansado por la batalla..." -

- "Lo sé Gaby, pero deja que me haga cargo de esto" - dijo Gerardo guiñando un ojo. Entonces comenzó a agitar su espada en círculos sobre sí mismo, como si estuviese amasando aire, y formó una esfera azul oscuro - "Ist Garrse ah... Leiya Iadlast, VulualwaeSa Zosph Wihatslag Oli Zosph Ulyaar, Oi Quieralm Walzet Zosph Phiapz Ical..." –

Todos comenzaron a asustarse al ver esto, hasta el punto en que incluso Sesshomaru mostraba una cara de preocupación...

- "No puede ser... ¿¡estás tratando de usar el Gokuryuuha!?" - dijo Inuyasha alarmado. Sin embargo, Gerardo no tuvo que responder.

- "Healing Rain!" – gritó él mientras dejaba de agitar la espada y la usaba para cortar la esfera por la mitad, lo cual liberó muchas gotas de agua que removían la fatiga y sanaban las heridas al contacto. Pero lejos de estar agradecidos por esto, todos menos Sesshomaru y Gabriela se cayeron de bruces cuando terminó de usar la habilidad. Gabriela sólo se rió por esto mientras Sesshomaru recobró su rostro inexpresivo.

- "¿¡Eso fue todo!? ¿¡Tanto show para sólo un poco de lluvia!?" - gritó Inuyasha.

- "Hey, perdona, pero no puedo amasar el agua y crear la lluvia sanadora si no hago eso" - dijo él mientras empezaba a resollar - "Y estoy a punto de llegar a mi límite, así que será mejor que cancele la transformación ahora..." -

Él entonces puso su mano sobre la placa circula con el símbolo del agua que estaba sobre su pecho: - "Ist Garsse Pawatz Nyulasst" –

Gerardo entonces comenzó a brillar en azul y al instante siguiente estaba de nuevo vestido con el kimono azul mientras su espada y escudo había regresado a sus formas típicas. Sin embargo, antes de que pudiese hacer nada, se desvaneció y cayó al suelo inconsciente.

- "¡Gerar...!" - gritó Gabriela mientras corría hacia él.

- "¡GERARDO!" - gritaron los demás mientras intentaban hacer que se despertase.

Gerardo no recuperó el conocimiento hasta que llegó la noche y todos habían levantado el campamento para descansar por ese día. Cuando despertó, se halló en el medio de un claro con una fogata ardiendo cerca de él y Kagome mezclando el contenido de una olla que había puesta encima.

- "¡Ah, genial! ¡Has despertado!" - dijo Kagome alegrement mientras miraba detrás de sí y notaba que él estaba despierto.

- "¿Dónde estoy?" - preguntó él algo desorientado - "Whoa, ¿ya es de noche?" -

- "Sí. Como estuviste inconsciente toda la tarde, decidimos acampar aquí mientras te recuperabas" - explicó Kagome.

- "Ya veo... ¿Y qué estás haciendo de cena?" - preguntó Gerardo mientras su estómago comenzaba a rugir, lo cual lo hizo ruborizarse - "Perdona eso..." -

- "Hahaha, ¡no te preocupes!" - dijo Kagome riéndose mientras continuaba revolviendo la olla - "Tendremos algo de estofado, aunque creo que Sesshomaru no va a comer nada..." -

- "Está bien, pero... ¿adónde fueron los demás?" - preguntó Gerardo notando que sólo el y Kagome estaban en el campamento mientras se sonrojaba un poco.

- "Inuyasha y Sesshomaru fueron a cazar para conseguir comida; Rin, Shippou y Gaby-chan están jugando por acá cerca mientras Jaken los vigila; y Miroku-sama y Sango-chan fueron a mirar las estrellas juntas..." - dijo Kagome mirando hacia la izquierda, haciendo que Gerardo la imitase. Los tres niños estaban jugando a las traes y corrían en círculos en un claro iluminado por las estrellas y la luna, mientras Jaken sólo los miraba con aburrimiento e irritación.

- "Hey, ¡no puedes atraparme!" - dijo Gabriela alegremente.

- "¡No es justo, eres más alta que yo!" - dijo Shippou molesto.

- "Hehe, ¡Shippou-chan no puede atrapar a ninguna de nosotras!" - dijo Rin.

- "Parece que Gaby se la lleva bastante bien con Rin" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "Bueno, ambas son niñas muy buenas y además amigables" - dijo Kagome sonriendo - "No es extraño que se hayan hecho amigas tan rápido" -

- 'Qué lástima que no pueda dejar a Miko salir por ahora..." - pensó Kagome con algo de tristeza sobre la presencia que dormía profundamente dentro de ella.

- "Hmm, ¿por qué esa cara triste?" - preguntó Gerardo algo preocupado.

- "¿Eh? Ah, ¡no te preocupes por eso!" - dijo Kagome después de que fue sacada de su ensimismamiento por las palabras de Gerardo. Él la miró un poco confundido, pero decidió no tocar el tema - "Ah, Miroku-sama y Sango-chan están por allá" -

Se volvieron en la dirección opuesta; y allí vieron como Sango y Miroku estaban abrazados el uno al otro mientras miraban al cielo.

- "Hmph, Miroku de seguro va a hacer lo que siempre le hace a Sango. No me sorprendería viniendo de él" - dijo Gerardo mientras reía.

- "No lo creo. Ambos se veían muy serios, y Miroku-sama no sería lo bastante estúpido como para arruinar la atmósfera que tienen en este momento" - dijo Kagome molesta.

- "Está bien. Perdona por eso" - dijo Gerardo suspirando.

Sango y Miroku continuaron sentados mirando a las estrellas que tenían encima.

- "Houshi-sama, no se ha olvidado de la promesa que me hizo... ¿cierto?" - preguntó Sango mientras lo miraba a los ojos.

- "Por supuesto que no, mi amada Sango. Te prometí que una vez derrotasemos a Naraku, me casaría contigo y haríamos una familia juntos..." - dijo Miroku abrazándola.

- "Pero... ¿qué haremos con Kohaku?" - preguntó Sango preocupada.

- "Pensaremos en una manera de liberarlo del control de Naraku y reensamblar la Perla sin tener que matarlo..." - dijo Miroku gentilmente.

- "Houshi-sama... gracias..." - dijo Sango mientras se sonrojaba.

Mientras tanto, Gerardo y Kagome se habían quedado callados, pero el silencio en el campamento se rompió al poco rato cuando escucharon algo de movimiento en los arbustos detrás de ellos. Eran Inuyasha y Sesshomaru.

- "Asi qué, ¿cómo les fue en la caza?" - preguntó Kagome teniendo una idea de como había resultado por el rostro de Inuyasha y como Sesshomaru estaba cargando un jabalí muerto en sus brazos.

- "¡Keh! No logramos encontrar mucho. Parece que el olor que dejó la sangre de los youkai que matamos espantó a todos los animales que estaban en los alrededores. Y cuando finalmente logré hallar una presa, ¡Sesshomaru me la quitó de las manos!" - dijo Inuyasha de mal humor.

- "Bueno, sabemos que Sesshomaru odia la comida humana. Mejor dejémoslo así" - dijo Gerardo encogiéndose de hombros, lo cual hizo que Inuyasha y Sesshomaru se girasen a verlo.

- "Así que finalmente has despertado..." - dijo Sesshomaru con su voz inexpresiva.

- "Keh, ¿estuvo buena tu siesta de toda la tarde?" - preguntó Inuyasha en tono de burla.

- "Discutiremos eso durante la cena. No me gusta que me digan que estaba holgazaneando mientras todos estaban ocupados" - dijo Gerardo molesto.

- "Bueno, la cena está lista. ¿Podrían ir a llamar a los demás?" - preguntó Kagome.

- "¡Ahora mismo!" - dijeron Gerardo e Inuyasha.

Inuyasha fue a llamar a Sango y Miroku mientras Gerardo fue a llamar a su hermana, Shippou y Rin. A los pocos minutos, todos menos Sesshomaru y Jaken estaban comiendo el estofado que Kagome había preparado.

- "Bueno, tuvimos una gran batalla hoy... y además, ¡obtuvimos siete fragmentos de Sombras en sólo un día!" - dijo Gerardo emocionado mientras comía de su cuenco.

- "Sí, fue una gran victoria para nosotros. Sin embargo, me gustaría saber porque te desmayaste cuando cancelaste tu transformación..." - dijo Miroku mientras continuaba comiendo.

- "Ahora que lo pienso, eso fue muy extraño" - dijo Kagome pensativamente mientras paraba de comer por un momento.

- "¡Debe ser porque es un humano débil!" - dijo Jaken mientras estallaba en carcajadas. Sin embargo, terminó pagando un alto precio por ello: Gerardo le dió su cuenco a Gabriela por un momento y agarró a Jaken por el cuello de sus ropas - "¡Ahh, Sesshomaru-sama! ¡Sálveme!" -

Sesshomaru actuó como si no hubiese oído nada mientras Gerardo arrastraba a Jaken a unos arbustos cercanos.

- "Agh, ¡no!" - escucharon a Jaken gritar desde esa dirección. Entonces, Gerardo lo trajo de vuelta consigo mientras regresaba al lugar donde se había sentado y Gabriela le daba su cuenco de nuevo. Jaken ahora tenía la cabeza cubierta de chichones: parecía que Gerardo había tomado represalias golpeándolo en la cabeza varias veces, lo cual los hizo reír a todos.

- "Hehe, Jaken-sama necesita aprender a tratar mejor a los demás" - dijo Rin sonriendo.

- "Ahora que ese asunto ha sido zanjado, responderé tu pregunta, Miroku" - dijo Gerardo algo avergonzado después de que regresó - "Es porque fue la primera vez que usé mis poderes hasta ese punto; y como terminé excediendo mis límites un poco, gasté tanta energía que terminé desmayándome" -

- "Usar esos poderes debe ser agotador..." - dijo Sango.

- "Hihi, y sólo esperen a que vean las formas mas avanzadas de los poderes de dragón" - dijo Gabriela riéndose de forma traviesa.

- "Y bien, ¿alguien está de ánimos para algo de música?" - dijo Gerardo mientras abría el reproductor de música de su Dragtemn.

- "Sí, ¿pero qué clase de canción va a ser esta vez?" - preguntó Shippou.

- "Oh, sólo una pequeña pieza que fue hecha para nuestros invitados, excepto el hombre rana de allá" - dijo Gerardo, lo cual hizo que todos lo mirasen con curiosidad, aunque también causó algunas risas y un par de sollozos angustiados. Luego hizó sonar la canción.

- "Espero que les haya gustado" - dijo Gerardo sonriendo. A Sesshomaru no pareció importarle mucho, pero Rin estaba muy feliz.

- "Realmente me gustó esa canción, Gerardo-sama" - dijo Rin mientras sonreía.

- "Me alegro. Y por favor, no añadas honoríficos. Realmente no me gusta el trato formal" - dijo Gerardo con una sonrisa.

- "Hmm, ¿está bien si te llamo Gerar-nii entonces?" - preguntó Rin.

- "Bueno, no me molesta" - dijo Gerardo algo avergonzado.

- "Sí, pero recuerda siempre que soy su única hermana menor" - dijo Gabriela algo molesta.

- "Hehe, parece que tenemos algo de celos aquí" - dijo Kagome riéndose mientras Gabriela se sonrojaba un poco - "Por cierto, ¿cuál fue era el título de esa canción?" -

- "Se titula Sesshomaru to Rin" - dijo Gerardo, lo cual aclaró el motivo de porque la escogió para reproducirla esa noche - "Y pasando a otro tema, ¿qué les parece si nos tomamos un descanso mañana? Como obtuvimos tantos fragmentos en nuestro primer día de viaje..." -

- "Hmm, no sería una mala idea" - dijo Kagome con un sonrisa, la cual sus otros a amigos también tenían excepto por Inuyasha.

- "¿No era esa misión de ustedes muy urgente?" - preguntó Inuyasha mientras los miraba con irritación.

- "Sí, pero como avanzamos tanto hoy, podríamos descansar un poco... Especialmente viendo como nuestra ruta de mañana nos va llevar bastante cerca de una playa..." - dijo Gerardo mientras abría un mapa de la región en su Dragtemn y marcaba la ruta.

- "Oh, ¡eso cambia las cosas! Mejor regreso a casa, ya que tengo que ir y aprovisionarme. ¿Podrían tú y Gaby-chan venir conmigo?" - dijo Kagome alegremente.

- "Bueno, mejor nos ponemos en camino" - dijo Gerardo mientras él y Gabriela se ponían en pie - "Inuyasha, ¿vienes con nosotros?" -

- "Sí, no puedo dejar a Kagome sola en ningún momento. No sabemos que podría estar planeando ese bastardo de Naraku..." - dijo Inuyasha mientras se levantaba.

- "Sango, ¿puedes prestarnos a Kirara por un rato?" - dijo Kagome mientras miraba a la pequeña gata de dos colas.

- "Claro. Sólo asegúrense de volver pronto" - dijo Sango con una sonrisa mientras Kirara saltaba hacia Kagome.

- "Los estaremos esperando aquí" - dijo Miroku mientras intentaba acercar su mano a Sango, pero ella puso algo de distancia entre sí y el monje tan pronto como se dio cuenta.

- "Y no se preocupen, ¡me aseguraré que Miroku no trate de pasarse de listo con Sango!" - dijo Shippou tratando de parecer maduro frente a ellos.

- "¡Y yo ayudaré a Shippou-chan con eso!" - dijo Rin alegremente.

Así que Kirara se transformó en su forma de mayor tamaño para dejar que Kagome la montase mientras que Gerardo y Gabriela se transformaron en forma de dragoon. Notaron que la burbuja de transformación de Gabriela era blanca y su armadura era blanca con bordes plateados, mientras que la placa circular en su peto llevaba los emblemas de la luz y la luna. Entonces partieron con dirección hacia el Pozo Devorador de Huesos: Kagome montaba a Kirara, Gabriela y Gerardo volaban usando las alas de sus armaduras e Inuyasha corría a toda velocidad debajo de ellos. Después de unos minutos habían llegado al pozo, así que Kagome desmontó de Kirara mientras los hermanos cancelaron sus transformaciones, aunque ambos empezaron a resollar tan pronto como lo hicieron.

- "¿Por qué no quisiste ir en mi espalda?" - preguntó Inuyasha cuando estaban a punto de entrar al pozo.

- "Para no molestarte, ¡así que ya deja de quejarte!" - dijo Kagome.

- "Harían bien en dejar sus eternas peleas de pareja para después" - dijo Gerardo de mal humor.

- "¡No te metas! ¡Abajo!" - dijo Kagome, lo cual hizo que Inuyasha y Gerardo se estrellasen contra el suelo.

- "Creo que no debiste hacer eso..." - dijo Gabriela en un tono de burla mientras miraba a Kagome.

- "Ah, ¡perdón!" - dijo Kagome avergonzada.

- "Kagome..." - dijo Inuyasha desde el suelo - "¿Por qué hiciste eso?" -

- "¡Lo siento! ¡Se me salió!" - dijo Kagome mientras jugaba con sus dedos.

- "Deberías tener más cuidado con tus palabras" - dijo Gerardo mientras se ponía en pie y se sacudía la ropa. Luego se ajustó las gafas ligeramente.

- "Bueno, ¡olvídemonos de eso y apúremonos en entrar al pozo!" - dijo Gabriela mientras saltaba de la emoción.

- "Tienes razón" - dijo Kagome dubitativamente - "Pero, ¿dejará el pozo que pasen hasta mi era? Como solo funciona con Inuyasha y conmigo..." -

- "No lo sabremos hasta que lo intentemos" - dijo Gerardo, a lo cual Inuyasha respondió haciendo una mueca burlona con su rostro: pensaba que era una pérdida de tiempo siquiera intentarlo.

Aún así saltaron dentro y el portal apareció para todos ellos, aunque el vórtice de luz del portal parecía ser más tenue de lo usual.

- "¿Qué tal? ¡El pozo nos permitió el paso!" - dijo Gabriela alegremente cuando se hallaron en el cobertizo del presente.

- "¿¡Pero cómo!? ¡El pozo no le dejaba pasar a nadie que no fuese Inuyasha o yo!" - dijo Kagome sorprendida.

- "Tal vez sea por el poder combinado de los fragmentos de Sombra y el fragmento de Shikon..." - dijo Gerardo mientras miraba al bolsillo en el que llevaba la Bolsa de Luz.

- "¡Keh! ¡Eso es aún más razón para mantenerlos alejados de las garras de Naraku!" - dijo Inuyasha con un desagradable aire de superioridad.

Terminaron la conversación allí, así que salieron del cobertizo y fueron a la casa de Kagome. Luego de dejar los zapatos en la entrada, Kagome anunció que había regresado y fue al comedor a ver a su familia con Inuyasha. Después de que saludaron a Inuyasha, Kagome llamó a Gerardo y Gabriela para presentarlos.

- "¡Ellos son nuestros nuevos amigos, Gerardo-kun y Gaby-chan!" - dijo Kagome alegremente.

- "Es un placer conocerla, Higurashi-san" - dijo Gerardo mientras él y Gabriela se inclinaban ante ella.

- "El placer es mío" - dijo la madre de Kagome con una sonrisa - "¿Vienen ustedes de la Era Sengoku también?" -

- "No, somos occidentales de esta era, ¡pero pensamos que encajaríamos mejor con estas ropas!" - dijo Gabriela alegremente.

- "Hehe, ¡y eres una niña tan linda!" - dijo la madre de Kagome - "Espero que Kagome y tú se estén llevando bien" -

- "Hehe, lo estamos" - dijo Kagome con una sonrisa mientras ella y Gabriela se guiñaban el ojo la una a la otra - "Bueno, déjenme explicar como nos conocimos..." -

Kagome, junto con sus nuevos amigos, le explicó todo lo que había pasado hasta ahora a su familia. Al final, la madre de Kagome estaba algo encantada con Gabriela porque le recordaba a Kagome cuando era pequeña, mientras que el abuelo de Kagome quería explicarle a Gerardo muchas de las costumbres y leyendas de Japón debido a su interés en ellas, pero estaba tan agotado que no estaba de humor para ello en ese momento. Souta también miraba a ambos hermanos con interés, viendo como se llevaban de bien y sintiendo que quería intercambiar lugares con Kagome para ver como se sentiría.

- "Bueno, si necesitan quedarse aquí esta noche, Gerardo-kun e Inuyasha pueden dormir en la habitación de Souta, mientras que Gaby-chan puede quedarse en la de Kagome" - dijo la madre de Kagome con una sonrisa - "Prepararé un par de futons para que puedan ir a descansar" -

- "¡Muchas gracias!" - dijeron Gerardo y Gabriela. En cuanto los preparativos hubieron terminado, todos se desearon las buenas noches y se fueron a dormir.

(Fin del Capítulo)


(Ending: Dearest)

sábado, 13 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 6

Capítulo 6:

Haciendo Preparativos Para el Viaje

(Opening: Grip!)

Los siguientes dos días del regreso de Gerardo y Gabriela fueron relativamente estresantes, pues aunque al fin habían obtenido los poderes con los que tanto habían soñado, pronto cayeron en la cuenta de que no podrían usarlos hasta que volvieran al mundo de Inuyasha, ya que podría ser muy problématico si la gente de su mundo se enterase de ellos.

Tan pronto como regresaron, estuvieron un rato con su madre, quién había estado muy preocupada por ellos dos...

(BGM: Nukumori no Kioku)

- "Madre... ¡Mamá!" - gritó Gerardo tan pronto como él y Gabriela vieron a su madre tras regresar a su mundo, y ambos corrieron a abrazarla.

- "¡Mami!" - dijo Gabriela.

- "Gerar, Gaby... Hijos míos..." - dijo su madre derramando lágrimas de felicidad mientras los abrazaba de vuelta.

- "Mami, te hemos extrañado mucho... Queríamos volver a estar contigo..." - dijo Gabriela entre sollozos.

- "Sí, no sabes lo mucho que nos hacías falta..." - dijo Gerardo mientras lloraba.

- "He estado muy preocupada por ustedes dos; pero estoy muy feliz de verlos a salvo..." - dijo su madre; y se quedaron llorando mientras se abrazaban.

Después de que se calmaron, Gerardo y Gabriela comenzaron a contarle a su madre sobre sus aventuras en el otro mundo.

- "Y así, de algún modo usé magia para vencer a Sesshomaru y salvar a Gaby" - dijo Gerardo emocionado.

- "Sip, y entonces yo lo curé porque no queríamos verlo morir" - dijo Gabriela uniendo sus manos.

- "Realmente la tuvieron díficil, ¿verdad? Aún así, estoy muy orgullosa de que hayas protegido tanto a Gaby, Gerar. Pero también debo decir que realmente no me gusta que se hayan metido en algo tan peligroso" - dijo la Sra. Gallucci con una cara de preocupación.

- "Bueno, no es que pudiésemos hacer nada al respecto" - dijo Gerardo encogiéndose de hombros.

- "Y al menos todo acabó bien, ¿verdad?" - dijo Gabriela sonriendo, lo cual los hizo reír a los tres.

Después, tuvieron que lidiar con que su padre había regresado a casa de su viaje de trabajo; lo cual se tradujo en tener que soportar un buen regaño por su repentina desapareción. Gerardo tuvo que soportarlo lo mejor que le fue posible así como también explicar que su intercambio con Kagome e Inuyasha había sido sólo un proyecto de prueba que había durado sólo dos días.

Sin embargo, los problemas reales comenzaron el domingo, ya que aún tenía que explicarle a sus padres que necesitaban volver a ese mundo y que era una cuestión de vida o muerte para ellos, así como que nadie más podía tomar su lugar en esa tarea. Por suerte, ninguno de ellos tuvo que ir a la escuela porque habían vuelto el viernes por la tarde.

- "Agh... No importa cuanto me rebane los sesos, no encuentro una buena forma de explicarle esto a nuestros padres" - dijo Gerardo irritado mientras miraba al techo de su habitación acostado en su cama y se rascaba la cabeza. Llevaba puestos una camisa azul y un pantalón negro.

- "Tal vez podría ayudarte con eso" - dijo la voz de Kagome aparentemente desde la nada.

- "¿¡Kagome!?" - preguntó Gerardo mientras se sentaba en la cama y miraba en todas direcciones - "¿Cómo estás hablando conmigo?" -

- "Ya deberías saberlo. ¿Olvidaste lo que nos dieron durante la ceremonia?" - dijo Kagome con una voz burlona entre risitas.

Gerardo entonces miró el Dragtenm que llevaba en su muñeca, el cual estaba brillando intermitentemente, así que tocó la pantalla, la cual mostraba que estaba recibiendo una holo-llamada de Kagome y presionó el botón para contestarla. Esto hizo que las luces intermitentes se detuvieran e hizo que una pequeña proyección holográfica con la apariencia de Kagome apareciese sobre la pantalla de cristal.

- "Me siento algo estúpido. Nos dijeron sobre los Dragtemns entonces y ni me di cuenta de que me estabas hablando" - dijo Gerardo golpeándose en la frente.

- "Oh, vamos, no seas tan duro contigo mismo. De todas formas, ¡estos aparatos son muy útiles!" - dijo Kagome sonriente.

- "Oh, ¿ya descubriste cómo funcionan por completo?" - preguntó Gerardo impresionado.

- "¡Sí! He estado leyendo el manual que traen en el menú y he aprendido sobre su función de comunicador, su teletransportador y la mejor parte: ¡ahora sé como usarlos para guardar cosas dentro! ¡Ahora no tendré que cargar mi mochila encima todo el tiempo!" - dijo Kagome alegremente.

- "Me alegra que lo hayas encontrado útil" - dijo Gerardo sonriendo, pero luego su expresión se volvió seria - "¿Pero en serio crees que nos dejarán ir así como así?" -

- "Si me permites que hable con ellos, de seguro puedo hacer que lo entiendan" - dijo Kagome - "¿O es que acaso no confías en mí?" -

- "Bueno, no me dejas otra opción si lo pones de ese modo" - dijo Gerardo con una sonrisa - "Por favor, Kagome, ayúdame con esto" -

Ella sonrió como respuesta. Él entonces salió de su habitación y caminó por el pasillo que la separaba de la habitación de sus padres: ya era tiempo de que supieran todo sobre los sucesos recientes y sobre su nueva misión.

- "¡Papá! ¡Mamá!" - dijo Gerardo mientras abría la puerta y entraba en el cuarto de sus padres - "¡Tengo algo importante que decirles!" -

- "¿Qué ocurre, Gerar?" - le preguntó su padre, el cual estaba recostado en la cama al lado de su esposa viendo la televisión.

Gerardo le mostró el Dragtemn con la proyección holográfica de Kagome sobre él a modo de respuesta.

- "¿Y qué es esto?" - le preguntó su padre mientras lo miraba confundido.

- "Oh, no es nada especial. Es una amiga de otra dimensión" - respondió Gerardo como si fuese tan normal como hablar por un teléfono celular.

- "Mi nombre es Higurashi Kagome," - dijo Kagome haciendo una pequeña reverencia - "Mucho gusto" -

- "¿Y esto es alguna clase de juguete nuevo, o algún armatoste tecnológico reciente?" - le preguntó su padre empezando a molestarse porque pensaba que Gerardo quería jugarle alguna broma, aunque su hijo nunca hacia ese tipo de cosas.

- "Espera un segundo... ¿Kagome? ¿Como la niña que vino aquí de estudiante de intercambio por nuestra Gaby?" - dijo el Sr. Gallucci extrañado sobre todo esto, a lo cual su esposo respondió asintiendo con la cabeza. Él entonces usó el control remoto para apagar el televisor y giró la cabeza en dirección a Gerardo de nuevo - "¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirnos?" -

Gerardo entonces empezó a explicarles, ayudado por Kagome, sobre lo que había ocurrido desde que habían vuelto: sobre los poderes de dragón y sobre la misión que él tenía que cumplir en el otro mundo. Cuando terminó, su padre se había quedado sin habla y mirándolo con los ojos abiertos como platos.

- "Bueno, eso es a grandes rasgos lo que ocurre... Es por eso que Gaby y yo debemos ir al otro mundo tan pronto como nos sea posible..." - dijo Gerardo mientras miraba al suelo.

- "Así que no fueron a Japón, sino a otra dimensión..." - dijo el Sr. Gallucci asombrado. Sin embargo, su expresión se enserió nuevamente - "¿Pero qué harás con la escuela?" -

- "De hecho, tengo una solución para eso," - dijo Kagome respondiendo la pregunta por Gerardo - "Puedo buscar un modo de solicitar en mi escuela que le permitan a Gerardo-kun estudiar allí como un estudiante de intercambio y también hacer lo mismo para Gaby-chan en la escuela donde estudia mi hermano menor. Así podrán continuar estudiando mientras están allá" -

Sin embargo, Kagome pensó para sus adentros que no tendrían que preocuparse por ello, ya que estaban a mitad de las vacaciones de verano en su mundo.

- "¿Y cómo harán para ayudarnos con las cosas en la casa?" - le preguntó su padre.

- "Volveremos cada cierto tiempo para hablar con ustedes cara a cara y para ayudarlos. Además, los estaremos llamando todos los días por el Dragtenm," - dijo Gerardo levantando y extendiendo la mano en la que tenía el aparato para que supieran de que hablaba - "Este reloj tiene un comunicador que funciona más allá de las dimensiones; y por si fuera poco, el portal que lleva a ese mundo está en la ventana de mi cuarto" -

- "¡No puedo permitirte que vayas!" - dijo su padre levantándose de la cama y parándose enfrente de su hijo - "¡Es muy peligroso y ni siquiera llevas algún arma para defenderte! ¡Tampoco tienes experiencia alguna en viajar o pelear!" -

- "Te sorprenderías si supieras que tengo un amigo en el otro mundo que me está forjando una espada, que no soy nada malo en esgrima, que esto me ayudará a aprender más sobre el mundo... y además, ¡Soy un Dragoon!" - dijo Gerardo ya molesto mientras sacaba su Cristal Seirei desde el interior de su camisa. Antes tenía que aceptar las disposiciones de su padre, pero ahora que tenía esos poderes, nadie iba a interponerse en el camino de lo que debía hacer.

- "¿Qué es un Dragoon?" - preguntó su madre.

- "Usé ese término hace un momento, mientras hablábamos sobre todo lo que pasó en el otro mundo" - dijo Gerardo - "Es el nombre que se les da aquellos que pueden usar la Magia Seirei y el Poder del Dragón..." -

- "Si es así, no te dejaré que te vayas hasta que nos muestres esos poderes de los que hablas" - dijo su padre.

- "Entonces cumpliré con tus demandas..." - dijo Gerardo cerrando los ojos.

- "Gerardo-kun..." - dijo Kagome algo preocupada.

Gerardo entonces sacó el Cristal Seirei del receptáculo alrededor de su cuello y presionó un botón en el Dragtemn que hizo que su pantalla de cristal se abriese por la mitad. Luego colocó el cristal dentro y entonces las marcas elementales y el emblema del dragón aparecieron sobre él de nuevo...

- "¿¡Qué es esto!?" - dijo el Sr. Gallucci.

- "Ist Garsse OschmeRe Iadlast Kiabze Pawatz Zosph, Phaph Myya Ical Zosph Phiaphz... Iadlast Pawatz! ¡Dragoon!" - dijo Gerardo. Al decir esto, su Dragtemn se separó de su muñeca mientras el círculo mágico aparecía a sus pies, el cual formó una burbuja azul a su alrededor. Después de unos pocos segundos, la burbuja estalló, revelando que ahora llevaba una armadura idéntica a la que había llevado durante la batalla con Sesshomaru, aunque la decoración en el peto estaba ausente y había un agujero en su lugar. El Dragtemn entonces flotó y se insertó dentro del agujero, el cual se cerró con una placa de metal. La placa entonces brilló en azul y una gota de agua apareció sobre ella, completando la transformación.

- "Saf sieral omedaites hydrast ika iaraelia sos zyola..." - dijo él concentrado, lo cual hizo un pequeño flujo de agua salir de su cuerpo, el cual él pudo controlar como si fuese parte de sí. Después de moverlo a su alrededor por unos segundos, lo regresó a su cuerpo, dejando a sus padres sorprendidos.

- "Bueno, ¿esta demostración es suficiente para ti, papá?" - preguntó Gerardo con una cara presumida.

- "Eso creo... Puedes usar magia y hablar en una lengua que nunca había escuchado antes, así que no tengo razones para detenerte ahora. Sólo quiero que tengas mucho cuidado allá afuera" - dijo el Sr. Gallucci mientras veía a su hijo impresionado.

- "Muy bien... Ist Alttyaok Pawatz Nyulasst!" - dijo Gerardo, lo cual lo hizo resplandecer con una brillante luz azul. Cuando se apagó de nuevo, Gerardo estaba de nuevo llevando sus ropas normales y el Dragtemn había reaparecido en su muñeca.

-"¡Vaya! ¡Eso fue impresionante!" - dijo Kagome desde el Dragtenm de Gerardo. Luego Gerardo miró a sus padres a la cara y les sonrió.

- "Y no tendrán problemas con que Gaby venga también conmigo, ¿cierto? Tiene poderes similares a los míos; y de cualquier modo seguiré cuidando de ella" -

- "Lo sabemos; y aunque no nos gusta la idea, estoy segura de que ambos estarán bien allá afuera" - dijo su madre con tristeza - "Por favor, hagan lo mejor que pueda para que este mundo este a salvo" -

- "Sin embargo, sólo tenemos una condición para que vayan: traigan a sus compañeros de viaje para que los conozcamos antes de que partan" - dijo su padre.

- "No hay problema, yo me encargaré de eso" - dijo Kagome mientras su proyección holográfica se desvanecía del Dragtenm de Gerardo.

- "Parece que colgó la llamada. Pero de acuerdo: los conocerán cuando llegue el momento de irnos" - dijo Gerardo.

Así que se pasaron el resto del día haciendo preparativos para la partida de Gerardo y Gabriela. Kagome le mandó un mensaje a Gerardo diciéndole que todos vendrían por ellos a la mañana siguiente, para que sus padres pudieran conocer a sus amigos.

Y así llegó la mañana siguiente...

- "Bueno, estamos listos..." - dijo Gerardo mientras cerraba su mochila y la metía en su Dragtemn. Para la ocasión se había puesto el kimono azul que los Dioses Dragón le habían entregado, al igual que un par de zapatos negros, así que sería fácil que cualquiera en la Era Sengoku lo confundiese con un noble.

- "Esas ropas te quedan muy bien, Gerar" - dijo la Sra. Gallucci entrando al cuarto y observando a su hijo de arriba a abajo.

- "Gracias, mamá" - dijo Gerardo ruborizado.

- "Y veo que estás listo para partir..." - dijo su madre muy entristecida.

- "¡Síp! ¡Lo estamos!" - dijo Gabriela entrando a la habitación, la cual llevaba puesto el kimono blanco y plateado similar al de las miko, y llevaba tabi y zori en los pies. También había terminado de empacar sus cosas en su Dragtemn.

- "¡Wow, te ves muy linda así, Gaby! Pero de acuerdo, espero que todo salga bien..." -

- "Lo mismo decimos nosotros... Ahora sólo tenemos que esperar a que los demás lleguen para que los conozcan..." - dijo Gerardo mientras él y Gabriela se entristecían, pero esto se vió interrumpido porque la ventana se iluminó y el portal púrpura apareció sobre ella - "¡Parece que están aquí!" -

Hubo un destello de luz blanca; e Inuyasha, Kagome, Miroku, Sango, Kirara y Shippou aparecieron en la habitación.

- "¿Así que esta es la casa de Gerardo-kun?" - preguntó Sango mirando alrededor, sorprendida por todas las cosas que ella no había visto nunca.

- "Sí" - respondió Kagome alegremente - "¡Ya habíamos estado aquí antes, pero es mejor venir de visita!" -

- "Y parece ser del mismo tamaño que la casa de un noble o del líder de una aldea" - dijo Miroku mientras miraba a su alrededor con interés.

- "Bienvenidos sean todos a mi humilde hogar" - dijo Gerardo poniéndose en frente de ellos e inclinándose.

- "Gracias, Gerardo-kun" - dijo Miroku golpeando suavemente el piso con su shakujou y haciendo un gesto de agradecimiento - "Oh, ¿y quién podría ser esta hermosa dama?" -

Todos los presentes pusieron los ojos del tamaño de platos por el espanto, ya que notaron que Miroku se refería a la madre de Gerardo y Gabriela. Inuyasha y Kagome también resollaron cuando lo escucharon decir eso. Gerardo solo se puso enfrente de él y le mostró la cara más amenazante que pudo.

- "Es mi madre; y si te atreves a hacer cualquiera de tus cosas depravadas aquí, no habrán palabras para describir el sufrimiento que te espera" - dijo él con una voz semejante a un rugido.

Miroku sólo empezó a reírse nerviosamente; porque también Sango le estaba lanzando miradas asesinas mientras que los demás lo miraban con desagrado.

- "Bueno, vayamos a la sala, ya que me podremos ir si no los presento con mis padres..." - dijo Gerardo mientras los guiaba hacia afuera de la habitación.

Después de que hubieron concluido las presentaciones en la sala...

- "¿O sea que vas a viajar en compañía de una exterminadora de monstruos, un monje, una muchacha con poderes y un muchacho con orejas de perro?" - preguntó su padre con una cara seria.

- "Sí, así es..." - dijo Gerardo al notar el tono de desaprobación de su padre.

- "Pero bueno, parecen buenas personas y de confianza, así que espero que no les vayas a dar muchos problemas" - dijo el sr. Gallucci.

- "No nos molesta. Él noo será un problema, más bien diría que será una gran ayuda" - dijo Sango con una sonrisa.

- "Muy bien, ten mucho cuidado allá afuera" - dijo su padre abrazándolo - "¡Y asegúrate de conseguirte una novia!" -

- "Hey, ¡eso último estuvo de más!" - dijo Gerardo mientras se ruborizaba y se moría de vergüenza. Los demás se rieron por eso.

- "Y tú también, Gaby... Hazle caso a tu hermano y sé una buena niña" - le dijo la Sra. Gallucci a su hija, la cual asintió con una sonrisa.

- "No se preocupen, estaremos bien" - les dijo Gerardo mientras los ojos se le empezaban a llenar de lágrimas.

- "Nos vemos después, papi, mami..." - dijo Gabriela mientras comenzaba a sollozar. Todos volvieron entonces a la habitación y alzaron sus manos en dirección a la ventana, lo cual abrió el portal. Lo cruzaron y tan pronto como llegaron al claro con el Pozo Devorador de Huesos en el mundo de Inuyasha, el portal volvió a cerrarse. Ambos hermanos se secaron las lágrimas que llevaban en los ojos tras todo esto.

- "Si quieren devolverse, hagánlo. No los detendremos" - dijo Inuyasha.

- "Olvídalo, ya tomamos nuestra decisión, ¡y no vamos a cambiarla ahora!" - dijo Gerardo mostrando su mirada de determinación.

- "Supuse que dirías eso... Así que aquí tienes" - dijo Inuyasha mientras le entregaba una espada delgada más o menos del tamaño de Tenseiga guardada en una funda que tenía un dragón dibujado sobre sí y que además llevaba el nombre escrito encima en kanji (竜牙).

- "¿Esta... es mi espada?" - preguntó Gerardo asombrado mientras la desenfundaba. Todos estaban asombrados al verla: su hoja plateada, la cual llevaba el sello elemental grabado en el centro, y su ornamentada empuñadura gris, la cual llevaba un zafíro incrustado en el centro y terminaba en una cabeza de dragón que también llevaba un orbe de zafiro en su boca.

- "Whoa, ¡Totosai realmente se lució con esta espada!" - dijo él mientras la blandía para verificar como se comportaba en sus manos: se sentía ligera y resistente - "¡Incluso se ve como me la había imaginado!" -

- "Totosai me dijo que cuando metió los objetos que los dragones te dieron en la hoja después de que la fundió, la espada y la empuñadura empezaron a brillar y tomaron esa forma" - dijo Inuyasha viendo la espada con cautela.

- "Bueno, me gustaría probarla junto con mis poderes en una batalla... ¿Te parece bien si entrenamos un poco?" - le preguntó a Inuyasha.

- "¡Claro que sí! ¡Quiero chequear tus habilidades con esa cosa!" - dijo Inuyasha mientras él y Gerardo se alejaban un poco de los demás.

- "Inuyasha es tan excitable como siempre, ¿eh?" - dijo Kagome mientras los miraba a ambos y sonreía.

- "¡Hihi! ¡Pero Gerar también ansiaba hacer esto!" - dijo Gabriela entre risitas.

- "De acuerdo, ¡quiero que vengas a mí con todo lo que tengas!" - dijo Gerardo mientras señalaba a Inuyasha con Ryuuga.

- "¡Tú lo pediste!" - dijo Inuyasha desenvainando y transformando a Tessaiga para luego tomar su postura de combate. Sin embargo, antes de que pudieran comenzar, la funda de Ryuuga empezó a brillar. Gerardo la tomó con su mano izquierda y se abrió hacia los lados, tomando la forma de un escudo, el cual de arriba a abajo tenía el Sello Elemental, el Emblema del Dragón y la Marca Elemental del Agua dibujados en gris sobre un fondo azul.

- "Hmm, Fuuinryuu quería que lo usase también..." - dijo Gerardo mientras miraba al escudo.

- "¿Ese es el nombre de esa funda... er, cosa parecida a un escudo?" - dijo Inuyasha algo perturbado.

- "Sí, pero no le hagas mucho caso. De cualquier modo, estoy listo ahora. ¡Comencemos!" - dijo Gerardo mientras dibujaba un círculo con su espada y luego la sostenía con las dos manos sobre su hombro - "Watsa ya dragyuu raga torowas tastsaks ika... ¡Dragon Wave!" -

Luego acuchilló el centro del círculo con la espada, lanzándole varias ondas de energía con forma de cabezas de dragón a Inuyasha.

- "¡Whoa!" - dijo Inuyasha mientras saltaba a un lado para esquivar las ondas - "¡No estuvo mal, pero veamos si puedes con esto! ¡Kaze no Kizu!" -

- "¡Ya verás! Watsa ya hydrast xyaza cezet paewat ika, yst hakisa tastsaks ika..." - movió la mano en la que llevaba a Fuuinryuu sobre su espada como si le estuviese poniendo algo y luego la agitó de forma inversa a como lo había hecho Inuyasha para usar el Kaze no Kizu - "¡Water's Scar!" -

Lanzó una onda de energía idéntica al Kaze no Kizu, sólo que de color azul en vez de dorado. Cuando ambas energías chocaron, se arremolinaron y se dispersaron en el viento, desvaneciéndose como si nunca hubiesen existido.

- "Parece que se anularon entre sí" - dijo Gerardo al ver esto.

- "No hablas en serio... ¿También puedes usar el Kaze no Kizu con tu espada?" - preguntó Inuyasha sorprendido.

- "No. El mío se llama "Water's Scar" y se crea a partir de la energía que enfoco en la hoja de mi espada" - explicó Gerardo tranquilamente - "En cambio, tu Kaze no Kizu se hace cuando cortas la ruptura que se crea en el viento cuando tu energía choca con la del enemigo, ¿cierto?" -

- "Si, pero se parecen tanto... ¡De cualquier modo mejor continuemos luchando!" - dijo Inuyasha sacudiendo su cabeza por un momento para luego correr hasta Gerardo y tratar de darle un mandoble, pero Gerardo lo bloqueó con su escudo.

- "¡Ahora es mi turno!" - dijo él mientras trataba de cortar a Inuyasha, el cual lo esquivó. Los dos siguieron intercambiando ataques por un rato, hasta que Inuyasha cubrió a Tessaiga de diamante...

- "¡Kongosouha!" - gritó él mientras agitaba su espada para lanzar una lluvia de diamantes.

- "Ochis meya vacras sos aeria paf viartra ~ ¡Quickslash!" - Gerardo corrió tan rápido como pudo, acuchillando el aire con su espada. Cuando Inuyasha se dió cuenta, Gerardo estaba detrás de él y los diamantes que había lanzado quedaron suspendidos en el aire. A los pocos segundos, los diamantes temblaron ligeramente y cayeron al suelo.

- "¿Qué hiciste?" - preguntó Inuyasha dividido entre el asombro y la exasperación.

- "Sólo corrí a una gran velocidad y golpeé tus lanzas de diamante en el proceso con mi espada..." - dijo encogiéndose de hombros - "Bueno, será mejor que terminemos con esto de una vez... Ist Altyyaok, ah... Leiya Iadlast, Clyezet Pawatz Ical, Oli HalkeiZa Myallade Ical" -

- "¿Qué rayos estás haciendo?" - preguntó Inuyasha confundido, ya que Gerardo había regresado a Fuuinryuu a su forma de funda y envainado a Ryuuga mientras empezaba a cantar - "¿Cantando en un momento como este?" -

Mientras Gerardo continuaba cantando, alzó su mano derecha, como si le ordenase a algo que se levantase, lo cual creó un gran pilar de agua delante de sí. Movió sus manos como si estuviese cerrando y abriendo algo, creando un gran muro de agua. Luego hizo un movimiento similar a que estuviese empujando el muro, lo cual formó una gran ola que estuvo a punto de estrellarse en Inuyasha.

- "¡Tsunami!" -

- "¡Admito que me sorprendiste con esa canción, pero cometiste un grave error!" - dijo Inuyasha con una mueca en la cara mientras levantaba su espada - "¡Bakuryuuha!" -

La ola se arremolinó en un huracán y se regresó a Gerardo. Él estuvo algo espantado por esto, pero immediatamente clavó a Ryuuga, aún envainada, en el suelo mientras hacía un gesto con la mano.

- "Ochis meya... oh, lay paewat dat dragyuu... ah, lay rillal dea dragyuu, Fuuinryuu... protasec sos biosat, yst biosat dat sos felanso pears ika. ¡Dragon Barrier!" -

Esto creó una barrera circular de color azul alrededor de Gerardo que llevaba el Emblema del Dragón dibujado en gris sobre sí, la cual Bakuryuuha no pudo atravesar.

- "Imposible... ¿¡Fue eso el Jiryuu Fuuin de Ryuura!" - dijo Inuyasha con la boca abierta por la sorpresa.

- "Te equivocas. Es la Dragon Barrier; y aunque no es tan fuerte como la habilidad de Ryuura por lo menos me permite sobrevivir a ataques del nivel del Bakuryuuha," - dijo Gerardo suspirando de alivió, pero cuando vio el estado en que quedó su barrera añadió - "Y menos mal que tu ataque no duró más tiempo o fue más potente, ya que mi barrera no habría podido resistirlo..." -

No podría ser menos cierto, ya la barrera tenía una gran grieta en el lugar donde la había golpeado el Bakuryuuha, la cual se extendía por el resto del transparente domo.

- "Bueno, creo que ya fue suficiente..." - dijo Gerardo jadeando mientras desvanecía la barrera y colocaba su espada enfundada en su obi. Luego cayó al suelo resoplando y resollando.

- "Sí, tienes razón" - dijo Inuyasha mientras regresaba a Tessaiga a su forma de katana oxidada y la enfundaba - "Esto fue agotador..." -

- "Bueno, espero haber sido un oponente decente para ti. Al menos creo que podría hacerte esforzarte si peleásemos de verdad" - dijo Gerardo mirando hacia arriba.

- "Sí, no estuviste nada mal..." - dijo Inuyasha sonriendo mientras estiraba una mano en su dirección - "Nunca pensé que tendrías habilidades como esas" -

- "Supongo que eso significa que ahora somos amigos, ¿cierto?" - le preguntó Gerardo mientras le tomaba la mano y aceptaba la ayuda para ponerse en pie de nuevo.

- "Bueno, eso creo..." - dijo Inuyasha cruzándose de brazos.

- "Vamos, no tiene nada de malo para nosotros, ahora que vamos a tener que viajar mucho juntos de ahora en adelante... Pero me pregunto... ¿Que habrán hecho los demás mientras entrenábamos?" -

Cuando volvieron, vieron que Gabriela estaba manipulando una línea de luz con sus manos, pero al notar que habían regresado, la dejó desvanecerse y corrió hacia ellos.

- "Hey, ¡bienvenidos de vuelta!" - dijo Gabriela sonriendo.

- "Oh, Gaby. ¿Qué estuviste haciendo? ¿Practicando tu magia Seirei?" - preguntó Gerardo algo sorprendido.

- "¡Sí, realmente quise probarla!" - dijo Gabriela alegremente - "Aunque no llegué a transformarme..." -

- "También aproveché el tiempo para practicar algo de arquería," - dijo Kagome señalando a un árbol cercano: tenía varias flechas clavadas, aunque algunas de ellas parecían estar hechas de madera blanca - "Hehe, como pueden ver, Gaby-chan también intentó practicar conmigo" -

- "Ya veo. Así que, ¿cómo les fue?" - preguntó Gerardo interesado en saber que tan bien estaban manejando sus arcos.

- "Bueno, logré clavar la mayor parte de las mías en el árbol," - dijo Kagome - "Por otra parte, Gaby-chan logró clavar alrededor de la mitad de sus flechas, mientras que el resto..." -

Señaló a los lados del árbol; y cuando miraron más de cerca, notaron que habían varias flechas blancas tiradas en el suelo.

- "Sí, necesito más práctica"- dijo Gabriela mientras le daba palmadas a su arco.

- "De cualquier modo, has tenido un buen comienzo" - dijo Kagome sonriéndole - "Como saben, yo no era muy buena con el arco cuando comencé a viajar con Inuyasha" -

- "Sí, pero has mejorado bastante" - dijo Inuyasha con una sonrisa - "Si no fuera así, seguirías siendo una carga en batalla" -

Kagome suspiró: - "Sé que es cierto, pero duele un poco..." -

- "De cualquier modo, pongámonos en camino. Deberíamos avanzar un poco antes de que se haga tarde" - dijo Sango mientras caminaba hacia ellos. Los otros asintieron a modo de respuesta y comenzaron a caminar.

Después de algunas horas, en las que Gerardo y Gabriela se habían deleitado con las vistas de la campiña y el aire más puro, el sol comenzó a ponerse y decidieron que era hora de armar el campamento para descansar por esa noche, lo cual hicieron cerca de la orilla de un lago rodeado de árboles. Después de que terminaron de prepararlo todo y mientras estaban sentados alrededor de una fogata...

- "Esta es la primera vez que he dormido a la intemperie" - dijo Gerardo mientras miraba hacia arriba, al cielo lleno de estrellas - "Realmente me gustan los bosques y las montañas, al igual que ver un cielo estrellado, y como vivo en una ciudad, no tengo muchas oportunidades de hacerlo" -

- "¿Es tan díficil ver las estrellas en el sitio donde vives, Gerardo-kun?" - preguntó Miroku con curiosidad.

- "Sí, y es igual en mi era" - asintió Kagome - "Hay tantas fuentes de luz en las ciudades donde vivimos que eclipsan a las estrellas. Esta vista que tenemos ahora sólo es posible verla en nuestro tiempo en los lugares que están muy alejados de las ciudades" -

- "Ya veo... Sé que tienen una tecnología muy avanzada en su era por las cosas que vimos en tu casa y las que Kagome nos trae de vez en cuando" - dijo Sango - "Pero se siente bastante triste que no puedan ver las estrellas como nosotros podemos..." -

- "Lo sabemos. El cielo es tan bonito así" - dijo Gabriela con una voz soñadora.

- "Oh, por cierto Gabu-chan... Quiero darte esto..." - dijo Shippou mientras le daba una corona de flores.

- "¿Shippou volvió a las andadas?" - le susurró Sango a Miroku.

- "Parece que siempre está esperando una buena oportunidad para hacerlo" - le respondió él.

- "Hehe, cálmate..." - le dijo Kagome a Gerardo al ver el aura asesina que estaba saliendo de su cuerpo.

- "Lo siento, Shippou. Realmente me hace feliz, pero no eres mi tipo, así que no puedo aceptar tu propuesta" - dijo Gabriela entre risitas, lo que hizo que Gerardo suspirase de alivio.

- "¿¡Queeeé!? ¡He fallado de nueeeeevo!" - chilló Shippou mientras corría hacia el lado de Kagome.

- "¡Hahaha! ¡Parece que te atrapó antes de que hubieses hecho el primer movimiento!" - dijo Sango entre risas.

- "Keh, ninguna niña caería en eso si supieran como es Shippou" - dijo Inuyasha con una sonrisa malévola.

- "Vamos, no sean tan malos con él" - dijo Kagome mientras intentaba calmar a Shippou, el cual estaba llorando.

- "¡Waaaah! ¡Kagome realmente me amaría si fuera pequeña de nuevo!" - lloró Shippou.

- "Parece que olvidó por completo el modo tan fuerte en que lo rechazó..." - dijo Miroku con una cara de incredulidad.

- "Sí. Y de hecho, una parte de mí aún sigue molesta por como trató a Inuyasha, pero no puedo pensar en ello todo el tiempo. Así que lo siento Shippou, supongo que sólo puedo ser como una hermana mayor para ti" - dijo Kagome con una sonrisa. Esto hizo que Shippou se quedase callado del espanto.

- "Hehe, ¡ese es el modo de ser rechazado más épico que he visto!" - dijo Gerardo riéndose.

- "Sí, y no sólo una, ¡sino dos veces seguidas!" - dijo Inuyasha entre risas.

- "Shippou tendrá que aprender a entender mejor a las chicas. De otro modo, sólo continuará acumulando fracasos" - dijo Miroku entretenido ante esto.

- "Entonces, debería esforzarse por ser un mejor modelo de rol para él, ¿no lo cree? ¿Houshi-sama?" - dijo Sango mientras lo miraba con sospecha.

- "Aunque me siento un poco mal por él..." - dijo Kagome mientras acariciaba a Shippou en la cabeza, el cual estaba actuando como si estuviese petrificado.

Luego de que las risas cesaron y Shippou se había recuperado, comenzaron a preparar la cena.

- "¿Qué les parece si nos relajamos un poco mientras esperamos a que la cena esté lista?" - dijo Gerardo mientras presionaba un par de botones en su Dragtemn, y entonces, comenzó a sonar una canción desde el aparato.

- "¡Esa canción es...!" - dijo Kagome reconociendo la melodía, lo cual llamó la atención de todos.

- "¿No es esa una de las canciones que se escuchaban en el otro mundo cuando Kagome aparecía en esa caja?" - preguntó Inuyasha.

- "Sí, veo que ambos la reconocieron de los episodios que vieron. Se títula Toki wo Koete - Kagome; y como podrás imaginarte, es tu tema musical" - dijo Gerardo con una sonrisa. Luego continuaron escuchando la canción hasta su final.

- "No pude escucharla bien cuando vimos las cintas, pero realmente me gustó. Es tan hermosa..." - dijo Kagome algo avergonzada.

- "Realmente va bien contigo, Kagome" - dijo Sango con una sonrisa - "Aunque también me pregunto si tendremos canciones con nuestros nombres y como sonarían" -

- "Aunque la música es realmente peculiar... Nunca he escuchado tales ritmos o instrumentos..." - dijo Miroku pensativamente.

- "Me está dando sueño..." - dijo Shippou amodorrado.

- "Será mejor que nos apresuremos con la cena entonces" - dijo Gerardo - "Así que, ¿que están preparando?" -

- "Preparamos algo de pescado a la brasa, así que si les gusta, adelante" - dijo Sango mientras les daba a cada uno un pescado a la brasa atravesado por un palo.

Después de un rato, habían terminado de comer y se estaban preparando para dormir, pero ninguno notó que una extraña figura los estaba observando.

- "Bueno, pondré una canción más antes de irnos a dormir..." - dijo Gerardo bostezando mientras hacía que el Dragtemn la reprodujese.

- "Ah, ¡esa canción es...!" - dijo Gabriela emocionada.

- "Hmm, no la reconozco... Tal vez no estaba en ninguno de los episodios que vimos..." - dijo Kagome inmersa en sus pensamientos.

- "Pero me pregunto... ¿es el tema de alguien?" - preguntó Sango.

- "Sí, así es. Pero... em... se titula Hiun no Miko..." - dijo Gerardo teniendo dificultades para explicar de quien era el tema.

- "¡Es el tema de Kikyou" - dijo Gabriela con una sonrisa, lo cual hizo que la cara de Gerardo cambiase de un color normal a un pálido fantasmal en cuestión de segundos.

- "¿De Kikyou?" - preguntó Inuyasha sorprendido para luego mirar al suelo entristecido - "Ya veo..." -

- "Inuyasha..." - dijo Kagome entristeciéndose tmabién.

- "Ugh, Gaby... ¿por qué tenías que decirlo?" - dijo Gerardo algo asustado - "Estaba buscando un modo de decírselos. Ahora los vamos a tener peleando..." -

- "Bueno, es tu culpa por escogerlo" - dijo Gabriela haciendo pucheros.

- "Lo escogí porque es relajante, a pesar de lo triste que suena..." - dijo el apretando los dientes.

- "De cualquier modo, mejor nos vamos a dormir. Nos espera un largo día mañana..." - dijo Sango, lo cual Gerardo agradeció enormemente.

Gerardo y Gabriela comenzaron a ir a su bolsa de dormir mientras Kagome hacía lo mismo con la suya, pero antes de que hubiesen terminado de acomodarse para dormir, Gabriela sintió una presencia parcialmente humana, pero que estaba llena de tristeza y odio. Esto la hizo comenzar a temblar.

- "Todos... ¡Hay alguien aquí!" - dijo ella al borde de las lágrimas mientras sacaba su arco y preparaba una flecha. Los otros prepararon sus armas mientras miraban en la dirección a la que Gabriela estaba apuntando. Sin embargo, al instante siguiente el dueño de la presencia entró en su campo visual y vieron que era...

- "¡Kikyo! ¿¡Qué estás haciendo en este lugar!?" - preguntó Gerardo mientras le apuntaba con su espada.

- "¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?" - preguntó Kikyou en un tono de desconfianza mientras le apuntaba con una flecha que tenía cargada en su arco.

- "Kikyou... Es una sorpresa verte aquí..." - dijo Inuyasha con una voz suave, mientras Kagome solo apartaba su mirada de ellos.

- "Inuyasha... Veo que has hecho nuevos amigos..." - dijo Kikyou con una voz inexpresiva.

- "Kikyou-sama... ¿Qué hace por aquí...?" - le preguntó Gabriela a la miko muerta, lo cual llamó su atención.

- "Hmm, tanto esta niña como ese chico tienen presencias muy extrañas..." - dijo Kikyou mientras guardaba su arma, lo cual también hicieron los otros. Luego enfocó su atención en los hermanos y el resto del grupo - "Y todos en tu grupo ahora llevan algunos artefactos extraños..." -

Ellos entendieron de inmediato que Kikyou hablaba de los poderes que Gerardo y Gabriela podían usar, así como de los Dragtemns que todos ellos llevaban.

- "Kikyou, por favor responde su pregunta. ¿Por qué estás aquí ahora?" - preguntó Inuyasha.

- "He venido a advertirlos que Naraku está preparando un nuevo plan... Él ha hallado una nueva forma de aumentar sus poderes..." - dijo Kikyou mientras miraba por el rabillo del ojo al resto del grupo de Inuyasha, los cuales estaban muy pendientes de cada una de sus palabras.

- "¿Qué quieres decir?" - preguntó Miroku.

- "Que él se ha enterado de una joya maldita que puede aumentar sus poderes más allá de los límites de la Perla de Shikon y que no puede ser purificada" - dijo Kikyou, pero cuando Gerardo escuchó esas palabras, su cara palideció instántaneamente. Los otros también se pusieron tensos al oír esto.

- "¡No...! ¡Naraku debe haberse enterado del Cristal de las Sombras!" - dijo Gerardo agarrándose la cabeza con las manos mientras Gabriela se agarraba de él asustada.

- "¿Así que ese es el nombre de esa joya? Sin embargo, eso no es importante en este momento... También me he enterado de que está planeando usar a Kagome: al usar sus poderes de cierta forma, el puedo oscurecer esa joya maldita, y luego podrá usarla para mancillar la Perla de Shikon con incluso más maldad... Si logra hacer eso... Nada en este mundo podrá detenerlo..." - dijo Kikyou mientras miraba a Inuyasha y los otros con horror.

- "¿¡Pero cómo!? El rol de Kagome es el de purificar la Perla, ¡y ella nunca se someterá a la voluntad de Naraku!" - dijo Sango.

- "Y de cualquier modo, ¿por qué no te están persiguiendo? Tú y Kagome tienen los mismos poderes, Kikyou, así que yo pensaría que también estarían tras de ti" - dijo Miroku con sospecha.

- "No me han perseguido porque mi alma está manchada, así que mis poderes de purificación no pueden ser distorsionados del modo en que si podrían los de Kagome, además de que Naraku me teme y es incapaz de matarme. Sin embargo, aunque no sepa los detalles de como planean usar los poderes de Kagome para esto, debo pedirles que no bajen la guardia bajo ninguna circumstancia..." - dijo Kikyou mientras se daba la vuelta - "Inuyasha... Esa canción que escuché hace un momento fue realmente hermosa... Pero nada tiene significado para mi ahora..." -

Luego desapareció en el área más profunda entre los árboles.

- "¿Por qué creen que haya venido a advertirnos sobre esto?" - preguntó Gerardo mientras caminaba con Gabriela a su bolsa de dormir y ambos se acomodaban dentro, y los demás también se preparaban para dormir. El ambiente relajado que reinaba mientras cenaba y escuchaban música había sido reemplazado por una atmósfera de ansiedad y angustia: todas sus caras estaban llenas de preocupación y miedo.

- "No lo sé... Sólo puedo decir que ahora que Naraku se ha enterado del Cristal de las Sombras, las cosas se nos van a poner más díficiles... Eso es muy perturbador" - dijo Miroku mientras se recostaba contra un árbol.

- "Sin mencionar lo que dijo sobre que Naraku planea usarme para oscurecer el Cristal y manchar aún más la Perla..." - dijo Kagome desde su bolsa de dormir.

- "¡Pero no le permitiré que se acerque a ti! ¡Moriré antes de dejar que eso pase!" - dijo Inuyasha determinado mientras hacia un puño de una de sus manos y se sentaba al lado de Kagome para dormir.

Continuaron preocupándose por un rato más, pero al final les ganó el cansancio y se quedaron dormidos.

(Fin del Capítulo)


(Ending: No More Words - Ayumi Hamasaki)

viernes, 12 de junio de 2020

Entrelazado de Destinos ~ Dragonia - Capítulo 5

Capítulo 5:

Los Nuevos Elegidos

(Opening: Natsu Kikyuu)

(BGM: Ryuu no Hokora)

En cuanto pusieron un pie dentro del templo, todos se quedaron aún más sorprendidos de cómo era por dentro: el pasillo de entrada estaba flanqueado por estatuas de dragones, el piso estaba cubierto de cerámica a cuadros blancos y negros, y después de que caminaron un poco, comenzaron a ver piedras preciosas brillando en seis colores: azul, rojo, verde, amarillo, blanco y negro; incrustadas en algunos de los muros y columnas, las cuales decoraban el mármol blanco con su resplandor. La luz del sol también se filtraba por las ventanas que estaban puestas a lo largo de la estructura.

- "Este templo es aún más maravilloso de lo que pensé..." - dijo Miroku con una voz que indicaba que estaba por desmayarse de la impresión.

- "Es muy hermoso..." - dijo Kagome tomando a Inuyasha de la mano, haciéndolo sonrojar.

- "Kagome..." - dijo él mientras miraba alrededor para asegurarse de que nadie lo estuviera viendo.

- "Gerar..." - dijo Gabriela - "¿Este lugar es lo que creo que es?" -

- "Creo que sí, Gaby" - respondió Gerardo.

- "Por cierto, ahora que lo pienso... Nuestros países hablan lenguas completamente distintas, ¿cierto?"- dijo Kagome - "Entonces, ¿cómo es que podemos entedernos del modo que lo hacemos ahora sin problemas?" -

- "Tal vez sea por alguna clase de magia" - dijo Gerardo encogiéndose de hombros - "De otro modo, no creo que pudiésemos entender lo que el otro dice..."-

Continuaron caminado por el pasillo hasta que llegaron a la sala central del templo: era una sala circular enorme y hermosa, con un techo en forma de domo tan alto que era díficil de ver. También tenía varias puertas que llevaban a otras salas, cada una de las cuales tenía un símbolo sobre sí: una gota de agua azul, una flama roja, una piedra agrietada amarilla, un remolino verde, una esfera blanca, una esfera negra, un trueno púrpura, una hoja verde, un copo de nieve azul claro, un sol anaranjado, una luna creciente plateada y una estrella dorada de cuatro puntas.

También habían estatuas alrededor, pero estas tenían la forma de hombres y mujeres vestidos con armaduras similares a la que Gerardo había llevado en la batalla con Sesshomaru: parecían armaduras de caballero típicas, pero con cascos con forma de cabeza de dragón y alas en la espalda.
Todas las estatuas mostraban la misma expresión solemne en sus rostros y portaban armas diferentes en sus manos: espadas, lanzas, naginatas, arcos, jabalinas, bos, cuchillas, cetros, escudos; entre otras. En el centro de la sala habían dos juegos de escaleras que llevaban a un gran altar que tenía la forma del emblema hexagonal que habían visto tallado sobre la entrada del templo, el cual estaba suspendido sobre una gran pila llena de agua cristalina. Detrás del altar, había también una ventana con un vitral que mostraba a una chica vestida de blanco cantando en frente de seis dragones.

También habían varios emblemas hexagonales con un dragón levantando el vuelo y rugiendo en su interior dibujados en varias partes de la sala. El lugar completo era iluminado por la luz del sol debido a que el domo era transparente, al igual que también habían varias lámparas que parecían estar hechas de cristal emitiendo una luz blanca.

Continuaron parados en la entrada de la sala, admirando su belleza y magnificencia, hasta que...

(BGM: Garden of the Gods)

- "Bien... ¿Ya terminaron de admirar el lugar?" - preguntó una voz.

Todos se sobresaltaron y cuando miraron en la dirección de la que provenía la voz, notaron que un dragón brillante volaba hacia ellos, pero era verde en vez de azul en esta ocasión.

- "Hmm, aquí tenemos a cuatro que tienen un gran potencial, pero aún tenemos que ver si son dignos de ello..." - dijo el dragón.

- "¡Bueno, ya basta!" - dijo Inuyasha impaciente - "¿¡Quién eres tú y qué diablos es este lugar!?" -

- "¡Inuyasha!" - dijeron todos.

- "Hora de las preguntas, ¿verdad?" - dijo el dragón soltando un rugido que sonó más como una risa - "Yo soy el Dios Dragón del Viento, Kiols; y están ahora dentro del Templo del Dragón" -

- "¿Dios Dragón del Viento?" - preguntó Kagome - "¿Y quién era entonces el dragón que nos recibió afuera?" -

-"Oh, ¿ese? Ese era Iadlast, el Dios Dragón del Agua"- dijo Kiols cerrando sus ojos.

- "Kiols-sama; entonces... ¿que razón tuvieron para habernos llamado a este lugar?"- preguntó Miroku.

- "Es para ver si son dignos de portar el poder sagrado" - dijo Kiols.

- "¿Dijo el poder sagrado?" - preguntó Kagome.

- "Sí, jovencita. El poder sacro proveniente de las emociones y del corazón: la Magia Seirei y el Poder del Dragón"- dijo otro dragón surgiendo al lado de Kiols, pero este tenía un aspecto más serio y solemne y era de color blanco - "Perdonen por mi intromisión, mi nombre es Illyusea y soy el Dios Dragón de la Luz" -

- "¡Ah! ¡Reconozco su voz, Gerar! ¡Esa es la voz que oí cuando comencé a cantar esa canción!" - dijo Gabriela saltando de la emoción.

- "¿¡De verdad!"- dijo Gerardo a punto de desmayarse de la emoción - "Esto es increíble... Llevo tanto tiempo esperando a que esto pasase..." -

- "Oh, ¿pero eres digno de ello?" - preguntó otro dragón que estaba volando sobre ellos. Este tenía un aspecto ardiente e irritado y era de color rojo brillante - "Oh, sí. Yo soy Pyrazsyec, el Dios Dragón del Fuego" -

- "Wow, asombroso... El elemento que más me desagrada cuestionando mis habilidades..." - dijo Gerardo con voz sarcástica mientras cruzaba los brazos.

- "¡Gerar!" - dijo Gabriela en tono de reproche.

- "Bueno..."- dijo otro dragón de un color amarillo brillante mientras surgía del piso, aunque este tenía un semblante somnoliento - "La única forma de saberlo a ciencia cierta es llevando a cabo la ceremonia ahora mismo. Y si se me permite presentarme, yo soy Tiarrashe, el Dios Dragón de la Tierra" -

- "Estoy de acuerdo"- dijo un último dragón surgiendo de las pocas partes de la sala a las cuales no llegaba la luz. Era de color negro, aunque sus escamas brillaban hermosamente cuando eran alcanzadas por la luz y tenía ojos blancos como perlas: se veía misterioso pero a la vez gentil - "Soy Phinambrea, el Dios Dragón de la Oscuridad" -

- "Así qué, ¿de que va la ceremonia?" - preguntó Kagome mientras comenzaba a sentirse nerviosa.

- "No es nada peligroso o complicado: sólo suban las escaleras hasta el altar y parénse en el centro del mismo" - dijo Iadlast mientras salía de la pila de agua bajo al altar - "Disculpen mis malos modales, pero no tuve tiempo de presentarme cuando nos encontramos afuera. Mi nombre es Iadlast, Dios Dragón del Agua" -

- "Bueno, ¿qué harán entonces?" - preguntó Illyusea mientras observaba a Inuyasha, Kagome, Gabriela y Gerardo - "¿Llevarán a cabo la ceremonia o prefieren irse sin siquiera intentarlo?" -

- "¡Claro que lo haremos!" - dijo Inuyasha enfadado.

- "¿Y no será peligroso?" - preguntó Kagome mientras su cara se llenaba de preocupación.

- "Hmm, no lo creo," - dijo Sango mientras miraba alrededor - "Este lugar no parece ser peligroso" -

- "¡Bien! ¡Entonces hagámoslo de una vez!" - dijo Inuyasha con emoción.

- "¿Pero quiénes serán los que la harán?" - preguntó Shippou.

- "Serán los dos hermanos, la miko y el hanyou..." - respondió Tiarrashe.

Atendiendo a las palabras de Tiarrashe, Inuyasha, Kagome, Gabriela y Gerardo se pusieron en fila en frente de una de las escaleras que llevaba al altar. Inuyasha fue el primero en subir hasta él.

- "¿Y bien? ¿Qué debo hacer ahora?" - preguntó Inuyasha impaciente.

- "Sólo debes tomar el cristal que está flotando enfrente de ti" - dijo Illyusea mientras hacía aparecer ante él un pequeño objeto brillante.

- "¿Este?" - preguntó Inuyasha mientras miraba al objeto: era una pequeña esfera de vidrio gris, la cual tenía una figura muy realista del ojo de un dragón adentro.

- "Sí. Sí eres digno, el Cristal Seirei te aceptará, pero si no, serás expulsado del templo..." - dijo Phinambrea en tono de advertencia.

- "¡Meh, qué fácil!" - dijo Inuyasha mientras extendía una mano para tomar el cristal.

Cuando lo hizo, la marca hexagonal dibujada en el altar comenzó a brillar en los vértices del hexágono que correspondían a los elementos de Fuego y Viento, haciendo que pilares de luz roja y verde se alzasen de ellos. El cristal en los manos de Inuyasha se volvió rojo mientras que la pupila del ojo en el interior del cristal se volvía verde.

- "¡Parece que sí soy digno!"- exclamó Inuyasha, pero tanto el cristal como el círculo mágico con la marca hexagonal dejaron de brillar al instante siguiente y entonces, el altar completo se llenó con una energía que expulsó a Inuyasha. Sin embargo, su caída al suelo se hizo lenta y aterrizó al lado de Kagome de pie, como si nada hubiese pasado.

- "¿¡Qué diablos fue eso!?" - preguntó Inuyasha enfadado.

- "¿Te encuentras bien, Inuyasha?" - preguntó Kagome preocupada.

- "Sí, estoy bien, pero..." - dijo Inuyasha girándose para mirarla brevemente, pero luego se giró de nuevo en la dirección en que estaban los dragones.

- "Aparentemente los poderes te rechazaron y aceptaron a la vez" - dijo Phinambrea severamente.

- "¿¡Que!?" - preguntó Inuyasha extrañado al escuchar eso, lo cual también confundió a todos los demás.

- "¿Qué significa eso? ¿Cómo fue que el poder rechazó a Inuyasha si lo había aceptado inicialmente?" - preguntó Miroku.

- "Es porque él tiene un corazón puro y eso debería permitirle usarlo. Sin embargo, dada la naturaleza especial de su sangre y herencia, lo rechazó" - explicó Iadlast mientras negaba con la cabeza.

- "Esto significa que aunque tengas un corazón puro, no podrás usar esos poderes si eres hanyou..." - dijo Gerardo con una mano en la barbilla, absorto en sus pensamientos, mientras miraba a Inuyasha.

- "¡Keh! De todas formas ya soy lo bastante fuerte tal y como soy ahora..." - refunfuñó Inuyasha.

- "Entonces, ¿no seguirás intentando convertirte en un youkai completo?" - preguntó Kagome con los ojos brillantes mientras tomaba a Inuyasha de las manos.

- "¡Claro que no, tonta!" - dijo Inuyasha mientras se ruborizaba y apartaba sus manos de las de Kagome violentamente. Kagome sólo suspiró exasperada, y sabiendo que este no era un buen momento para decirle "abajo" a nadie, subió las escaleras que llevaban al altar.

- "Toma el cristal ahora" - dijo Kiols fastidiado. El cristal que Inuyasha había intentado tomar había sido reemplazado por otro.

- "De acuerdo, lo haré" - dijo Kagome mientras cerraba su mano alrededor de la pequeña esfera de vidrio. Al igual que Inuyasha, el Sello Elemental comenzó a brillar, esta vez con los vértices correspondientes a los elementos de Luz y Agua, haciendo que pilares de luz azul y blanca se alzasen de él mientras el cristal se volvía blanco y el ojo se volvía azul.

Pero luego, una luz rosada y azul salió del cuerpo Kagome, haciendo que ella soltara el cristal como si se hubiese quemado las manos, lo cual hizo que el sello dejase de brillar.

- "¿Q-Qué pasó?" - preguntó Kagome asustada. Se revisó las manos para ver si se las había quemado, pero no se habían siquiera enrojecido: el estallido de luz no le hizo nada.

- "Tal parece que los poderes que posees son incompatibles con los que estamos intentando otorgarte..." - dijo Illyusea tristemente.

- "¿Mis poderes de miko no me permiten recibirlos?" - preguntó Kagome decepcionada.

- "Ese parece ser el caso..." - dijo Iadlast cerrando sus ojos.

- "Genial: ni los hanyou ni las miko pueden manejar esos poderes... ¿Podremos siquiera ser capaces de usarlos?" - preguntó Gerardo preocupado.

- "Oh bueno, será mejor que baje y que lo intente quien me sigue..." - dijo Kagome sintiéndose triste mientras bajaba las escaleras al tiempo que Gabriela iba en dirección opuesta.

- "¿Y qué sigue ahora? ¿Que la mocosa si podrá usar esos poderes?" - preguntó Inuyasha mientras la miraba.

- "Aunque no me gusta como lo dijiste, concuerdo contigo. Es demasiado joven como para poder soportar esa carga" - dijo Gerardo mirando a su hermana burlonamente.

- "¡ABAJO!" - dijeron Kagome y Gabriela a la vez, haciendo que ambos cayeran al suelo con el doble de fuerza. No pudieron soportar escuchar esas palabras y eso combinado con la irritación de Kagome por la actitud de Inuyasha hizo que decidieran echar a un lado las formalidades. Todos los demás presentes en la sala, incluyendo los Dioses Dragón, sólo terminaron con una gota de sudor sobre sus cabezas al ver esto.

- "¿¡POR QUE HICIERON ESO!?" - gritaron ambos cuando lograron ponerse en pie de nuevo.

- "¡Por sus comentarios crueles! ¡Inuyasha, deberías tratar mejor a los niños! ¡Y tú, Gerardo-kun, deberías confiar más en tu hermana!" - dijo Kagome indignada. Inuyasha sólo se cruzó de brazos y se giró, mientras que Gerardo simplemente se disculpó. Sin embargo, instantáneamente se giraron a mirar el altar cuando notaron que un destello de luz había salido de él.

Gabriela había tomado el cristal y para sorpresa de todos los presentes los vértices que se habían iluminado en esta ocasión eran el correspondiente a la Luz; y además, uno de los vértices del triángulo ubicado en el centro del emblema: aquellos que correspondían a los Atributos, los elementos más poderosos. El vértice que se había iluminado era el que representaba al elemento de la Luna, haciendo que el Sello Elemental liberase pilares de luz blanca y plateada mientras el cristal se había vuelto blanco con el ojo plateado.

- "De seguro o la sacan del círculo o el poder la rechaza" - dijo Inuyasha con una sonrisa burlona.

Pero a diferencia de él y Kagome, una cuerda apareció junto a contenedor de metal alrededor del cristal, el cual flotó hasta Gabriela y se ató por sí mismo alrededor de su cuelo. Luego, una copia más pequeña del Sello Elemental se dibujó a los pies de Gabriela mientras se escuchaba el llanto de un dragón resonar por la sala. En su frente apareció otra copia del Sello mientras un Emblema del Dragón aparecía sobre su pecho, justo sobre su corazón. Finalmente, un círculo blanco con el emblema de Luz apareció sobre el dorso de su mano derecha mientras uno plateado con el emblema de la Luna apareció sobre el dorso de su mano izquierda, y versiones cortadas a la mitad de ambos círculos superpuestos aparecían sobre sus palmas.

- "Ist Alttyaok Zosph, Gabriela, Fyatusepth Lyacchi Pawatz cChia Gyalaz Zosph" - dijo Gabriela como si estuviera en un trance, y al instante siguiente, su cuerpo brilló intensamente con una luz blanca y plateada.

- "¡Bienvenida, Gabriela! ¡Nueva portadora de la Magia Seirei y el Poder del Dragón, elegida por las esencias de la Luz y la Luna!" - exclamó Illyusea - "Ahora, por favor escoge tu arma" -

Illyusea entonces invocó un grupo de armas flotantes para que Gabriela pudiera escoger la que quisiera.

- "¡Quiero esta!" - dijo Gabriela tomando un arco, el cual se volvió blanco y su cuerda plateada cuando lo hizo. El arco en sí tenía el Sello Elemental grabado cerca de los culatines mientras que el resto de la flecha tenía la forma de una cabeza de dragón con la boca abierta y estaba hecho de plata.

- "Ya puedes bajar" - dijo Phinambrea con tono de satisfacción - "Todavía debemos probar a uno más" -

Gabriela hizo una reverencia por respuesta y comenzó a bajar las escaleras para permitirle a su hermano subir al altar. Una vez arriba, ya habían traído otro cristal que lo estaba esperando.

- "Adelante" - dijo Tiarrashe.

- "Bien" - dijo Gerardo mientras cerraba sus manos alrededor del pequeño cristal, sintiendo emoción, felicidad, angustia y miedo a la vez.

El cristal empezó a resplandecer al igual que el Sello Elemental, pero a diferencia de los demás, el único vértice que estaba brillando era el correspondiente al Agua, creando un pilar de luz azul, mientras que el resto del emblema brillaba en gris. El cristal también tomó un color azul mientras el ojo se tornaba gris.

Después, al igual que Gabriela, se escuchó el llanto de un dragón resonando por la sala y los mismos emblemas que le habían aparecido a su hermana: el Sello Elemental en el piso y en su frente, y el Emblema del Dragón sobre su corazón, aparecieron sobre él, aunque de un color distinto. Las Marcas Elementales también aparecieron sobre sus manos así como también sus versiones cortadas a la mitad lo hicieron sobre sus palmas, pero aunque la que apareció sobre su mano derecha era el emblema para el Agua, sobre su mano izquierda apareció algo que nadie más esperaba ver: era un círculo gris rodeando un símbolo extraño.

- "Ist Alttyaok Zosph, Gerardo, Fyatusepth Lyacchi Pawatz Chia Gyalaz Zosph

" - dijo en el mismo tono de voz que su hermana había empleado cuando recibió estos poderes mientras su cuerpo brillaba en azul y gris. Después de que la luz se desvaneció, contempló las marcas que habían aparecido en sus manos.

- "¿Qué significa esto?" - preguntó extrañado mientras le enseñaba su mano izquierda a Illyusea.

- "Desconocido, ¿eh? Significa que fue imposible determinar tu segundo elemento" - respondió el dragón - "Probablemente se revele más adelante, así que tendrás que seguir así hasta el momento en que eso ocurra. Por ello, no podremos proveerte con un arma, pero al menos podemos proporcionarte los objetos necesarios para crear una. Así que, ¿que tipo de arma deseas?" -

- "Una espada" - dijo Gerardo mientras dejaba de mirar a la marca de su mano izquierda y fijaba sus ojos en Illyusea.

- "Muy bien, aquí tienes" - dijo Illyusea mientras hacía aparecer frente a sí un pequeño saco marrón y lo hacía levitar hasta Gerardo - "Este saco contiene uno de los colmillos de Iadlast y algunas de sus escamas y garras, al igual que algo de polvo de los cristales elementales" -

- "¿Pero con que hay de la espada en sí?" - preguntó Gerardo.

- "Puedes usar la espada decorativa que tienes en tu casa" - dijo Illyusea.

- "¿Cómo supiste eso?" - preguntó Gerardo sorprendido.

- "Recuerda que somos los Dioses Dragón: las Voluntades que crearon Dragonia y mantienen su existencia. No deberías sorprenderte por algo tan simple como eso" - dijo Illyusea mientras se reía por la sorpresa de Gerardo. Todos en la sala miraron al dragón confundidos.

- "¿Dragonia?" - preguntó Sango.

- "¿Alguna vez escucharon de un lugar con ese nombre?" - les preguntó Miroku a Kagome y Gabriela.

- "No, nunca" - dijo Kagome.

- "Yo sí, pero sólo en mis sueños..." - dijo Gabriela nerviosamente.

En cuanto a Gerardo, él sólo sonrió al notar que no había pensado en el hecho de que eran Dioses y bajó las escaleras para reunirse con los demás. Las marcas que habían aparecido sobre él y Gabriela ya se habían desvanecido.

- "Ahora, les explicaremos la razón que tuvimos para llamarlos aquí" - dijo Pyrazsyec impacientemente mientras miraba a Gerardo y Gabriela - "¿Ustedes ya están familiarizados con la leyenda del Cristal de las Sombras?" -

- "A la perfección, de hecho" - asintió Gerardo.

- "Muy bien, eso nos permitirá acelerar las cosas y ahorrarnos las explicaciones aburridas" - dijo Pyrazsyec - "Bueno, los trozos de ese cristal han llegado a este mundo y necesitamos su ayuda para evitar que Tenebross vuelva a la vida" -

- "¿Y por qué...'" - empezó Inuyasha, pero Gerardo levantó una mano para que se callara mientras negaba con la cabeza y susurraba en voz baja:

- "Les explicaré todo después" -

- "Entendido, haremos todo lo posible para evitar su resurrección" - dijo Gerardo girándose de vuelta a los Dioses Dragón mientras hablaba con con una voz leve pero decidida.

- "Me alegra escuchar eso. Ahora, antes de que se partan, tenemos que entregarles algunos objetos que de seguro les serán muy útiles en su búsqueda" - dijo Iadlast con orgullo mientras unas luces salían volando de detrás de él y se fijaban a las muñecas izquierdas de todos los presentes. Después de unos instantes, tomaron la forma de unos relojes que tenían una pantalla circular de cristal con seis partes alzadas que llevaban botones en su borde metálico - "Esos dispositivos se llaman Dragtenms y sirven como una red de comunicación que pueden usar para hablar entre ustedes sin importar cuán lejos estén los unos de los otros, y toman el color de sus elementos. Adicionalmente, los portadores del Poder del Dragón los requerirán para siquiera poder usar sus poderes, así que asegúrense de cuidarlos bien" -

El reloj de Gerardo tenía una pantalla azul con el borde gris, el de Gabriela era blanco y plateado, el de Kagome era blanco y azul, el de Inuyasha era rojo y verde, el de Sango era amarillo y rojo, el de Miroku era verde y negro y el de Shippou era verde y verde claro.

- "¿Pero cómo es que tenemos elementos si no tuvimos parte en la ceremonia ni recibimos la prueba?" - preguntó Miroku desconcertado.

- "Porque han estado contacto por mucho tiempo con aquellos que fueron probados. Aunque ellos dos son dignos de ese honor, desafortunadamente nuestros poderes no pudieron volverse uno con ellos debido a circumstancias imprevistas" - explicó Phinambrea en un tono enigmático - "Y también se han vuelto amigos de los otros dos que si resultaron elegidos" -

- "Y eso me recuerda... Gerardo y Gabriela, por favor tomen esto" - dijo Tiarrashe haciendo aparecer dos kimonos de la nada - "Necesitarán estas ropas, ya que me temo que la gente de este lugar y tiempo no le tiene mucho aprecio a aquellos que tienen una apariencia fuera de lo que ellos consideran normal" -

- "Tiarrashe-sama tiene razón en eso..." - dijo Kagome tristemente.

A Gerardo le entregaron un kimono azul que era similar al de Inuyasha; con la diferencia de que las mangas del haori eran un poco más largas y también tenía algunas letras de un idioma extraño bordadas con hilo gris en las mangas y el cuello. Por otra parte, el kimono de Gabriela era muy similar al atuendo de las sacerdotisas, pero la hakama era plateada en vez de roja y el atuendo completo estaba decorado con esferas de luz blanca y lunas crecientes, y de forma parecida al de Gerardo, llevaba letras bordadas en las mangas y el cuello. Cuando los tocaron, las pantallas de sus respectivos Dragtemn brillaron y los absorbieron mientras una notificación que leía "¡Objeto Almacenado!" aparecía en sus pantallas.

- "Whoa, ¿¡también puede guardar cosas!?" - dijo Gabriela sorprendida.

- "¡Eso si que será útil!" - dijo Shippou sorprendido. Sin embargo, Gerardo miró a Gabriela a los ojos y ambos supieron que debían hacer ahora.

- "Muchas gracias por todo" - dijo Gerardo mientras él y Gabriela se arrodillaban ante los Dioses Dragón del mismo modo que lo haría un caballero medieval ante su señor.

- "Deberían ponerse en camino ahora" - dijo Illyusea - "El templo desaparecerá en cuanto hayan salido, así que no volveremos a vernos por algo de tiempo. Sin embargo, siempre estaremos cuidando de ustedes" -

Todos dejaron el templo en silencio. Tan pronto como lo hicieron, el templo se desvaneció como si nunca hubiese existido. Luego se sentaron en la hierba, esperando las explicaciones de Gerardo.

- "Muy bien, chico" - dijo Inuyasha impaciente - "Escúpelo ahora: ¿Qué es ese Cristal de las Sombras y quién rayos es ese tal Tenebross o lo que sea?" -

- "Es gracioso que me digas así cuando soy mayor que tú físicamente hablando" - dijo Gerardo en un tono resignado, lo cual hizo a Inuyasha resoplar y a los demás reírse - "Pero, bueno. Les explicaré todo con esta leyenda: hace mucho tiempo, sólo existían la Nada y el Caos, pero en algún punto, del Caos se levantaron seis esencias, tomaron forma de dragones y se convirtieron en los Dioses Dragón. Ellos seis crearon los cristales elementales y gracias a eso, el mundo de Dragonia nació. Era un mundo hermoso y pacífico, pero luego, de la Nada nació un ser maligno, el cual tomó la forma de un dragón sombrío y empezó a causar destrucción y caos por todas partes. El nombre de esta sombra maligna es... Tenebross" -

- "¿Y después, que sucedió?" - preguntó Kagome algo asustada pero llena de interés por escuchar el resto; al igual que todos los demás.

- "Los Dioses Dragón lo desafiaron a una batalla en la cima de la montaña más alta de Dragonia, pero como no fueron capaces de derrotarlo, ni siquiera uniendo sus poderes, decidieron sellarlo. Lo debilitaron usando sus hechizos y ataques más poderosos; y luego, usaron magia para aprisionarlo en un cristal, el cual ellos llamaron el Cristal de Sombras. Luego, para asegurarse de que no pudiera regresar, rompieron el cristal en cientos de trozos y los esparcieron por toda Dragonia. Sin embargo, Tenebross usó la influencia que aún poseía para crear monstruos para buscar esos trozos, de modo que él pudiese revivir y pudiese destruir el mundo" - terminó Gerardo con un suspiro. Se había quedado sin aliento.

- "Suena muy parecido al relato de la Perla de Shikon" - dijo Sango sorprendida.

- "Eso supongo. Sin embargo, ninguno de los monstruos que busca la Perla de Shikon es comparable con Tenebross: esa criatura maligna es capaz de aniquilar dimensiones enteras, así que si regresa, será el fin de todos los mundos" - dijo Gerardo con una cara de terror.

- "Ya veo... Nuestras búsquedas son similares en muchas cosas, pero tienen una gran diferencia" - dijo Kagome pensativamente

- "Si Naraku se llega a enterar de esto, las cosas podrían ponerse feas..." - dijo Shippou tragando saliva.

- "Sí. Ese maldito bastardo querría usar las energías malignas de ese cristal para aumentar sus poderes más allá de lo que planea con la Perla de Shikon" - dijo Inuyasha mientras una expresión irritada aparecía en su rostro y él flexionaba sus garras.

- "Creo que la razón por la que fuimos llamados a este mundo es porque tenemos una conexión emocional muy fuerte con él" - dijo Gerardo pensativamente.

- "Pero, ¿cómo sabes todo eso de Dragonia?" - preguntó Sango - "Ustedes no son de ese mundo, ¿cierto?" -

- "¡No! Gerar sabe todas esas cosas porque ha soñado muchas veces con ese mundo, ¡al igual que yo!" - respondió Gabriela alegremente.

- "Hmm, tiene sentido en ese caso. Aunque tengo que decir que es realmente sorprendente escuchar que algo de un sueño se volviese realidad de un modo como este" - dijo Miroku asombrado - "Bueno, ¿entonces que haremos ahora?" -

(BGM: Pietro Skip)

- "Primero debemos regresar a casa a prepararnos para el viaje" - dijo Gerardo animadamente.

- "Está bien. En ese caso, ¡haré lo mismo y comenzaré a a prepararme también" - dijo Kagome alegremente.

- "Adelante, que tengo que ir a hablar con el viejo Totosai sobre algo" - dijo Inuyasha amargamente.

- "¿Eh? ¿Para qué?" - dijo Gerardo sorprendido, ya que Tessaiga no parecía necesitar reforjamiento o reparaciones.

- "¡Para que te forje una espada, estúpido!" - dijo Inuyasha mientras sacaba otra espada aparte de Tessaiga: esta tenía aspecto de sólo ser una katana decorativa, con dragones grabados en relieve en la empuñadura y dibujados en la funda.

- "¿Dónde tenías esa escondida?" - preguntó Gabriela sorprendida.

- "¿No notaron que la llevaba en el cinturón cuando vestía el uniforme, o que la había puesto detrás de Tessaiga?" - dijo Inuyasha con una sonrisa burlona.

- "Parece que necesito fijarme más en los detalles, ya que no me dí cuenta ni cuando nos estábamos cambiando de ropa..." - dijo Gerardo un poco deprimido.

- "De cualquier forma, tomé esto de tu casa antes de que volviéramos; y será mejor que me entregues las cosas que te dio ese dragón" - le dijo Inuyasha.

- "Muy bien, aquí tienes" - dijo Gerardo entregándole el saco que tenía el colmillo, las garras, escamas y polvo de cristal, el cual él aún llevaba en sus manos - "Sólo dile a Totosai que si me hace una espada mala o le arruina las decoraciones, le daré una paliza igual y hasta peor que las que tú le das... Ah, por cierto... ¡He decidido que mi espada se llamará Ryuuga!" -

- "Hmm, ¡no está mal para un nombre!" - dijo Inuyasha sorprendido.

- "Si. No fue fácil decidir un nombre para ella, pero terminé escogiendo ese" - dijo Gerardo con una sonrisa - "Bueno, sólo espero que me traigas de vuelta la espada en una sola pieza" -

- "Por cierto... ¿Por qué tienes una espada?" - preguntó Kagome confundida.

- "Porque son las únicas armas que me gustan; y tuve que ahorrar bastantes mesadas para poder comprarla" - dijo Gerardo orgullosamente.

Después de un rato, todos estaban preparados para irse: Gerardo tenía a Gabriela tomada de la mano justo enfrente del portal que Kagome había hecho reaparecer con el fragmento de Shikon que ella tenía, Kagome estaba cargando su mochila preparada para irse con Miroku, Sango y Shippou, e Inuyasha estaba al lado de Kirara, la cual se había transformado en su forma gigantesca.

- "Bueno, ¡nos veremos en dos días!" - dijo Gerardo cruzando el portal con su hermana.

- "¡Adiós!" - dijo Gabriela despidiéndose con la mano mientras entraban.

- "¡Nos vemos! ¡Cuídense!" - dijeron los demás.

- "Bueno, hora de irme a casa" - dijo Kagome mientras se alejaba caminando con los demás - "¡Nos vemos después!" -

- "¡De acuerdo!" - dijo Inuyasha.

Los cuatro se alejaron caminando mientras Kirara despegó con Inuyasha en su espalda, llevándolo a la guarida de Totosai.

(Fin del Capítulo)

(Ending: Sakura Mioka - Local Bus)